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CORRESPONDENCIA

Lunes, 11 de Mayo de 2015

 Me llevé una enorme sorpresa cuando me encontré en el diario El País de ayer domingo, 11 de mayo de 2015, dos páginas, la  44 y la 47, dedicadas por completo al presente y, sobre todo, al futuro próximo de la Obra de Escrivá. El periodista Juan José Mateo (página 44) titula su artículo El Opus diseña la era pos-Escrivá, y el periodista Pablo Ordaz (página 47) presenta una amplia entrevista a Mariano Fazio, vicario general de la prelatura personal desde diciembre de 2014. El efecto de la “onda renovadora” del Papa Francisco en el Opus se llama –según El País– Mariano Fazio, el cual, de llegar a ser el sucesor de Javier Echevarría, iniciaría la era post-Escrivá, caracterizada por que la prelatura personal estaría gobernada por una persona ajena al núcleo del fundador.

Merece la pena leer y meditar con calma el artículo y la entrevista de ayer. Tal vez sea precipitado sacar rápidas consecuencias ahora mismo. Por eso, me limito a manifestar mis primeras impresiones, que no deben considerarse definitivas. Leyendo la entrevista a Mariano Fazio, se constata que es un hombre mucho mejor formado y bastante más lúcido intelectualmente que el actual prelado, Javier Echevarría. Pero no sé si esa brillantez, cargada de planteamientos novedosos en comparación con la mente de un director “clásico” del Opus, manifiesta plena sinceridad de cambio o, por el contrario, es una estrategia hipócrita de sintonizar externamente con el Papa Francisco. El Opus domina la técnica de darse una imagen exterior que no se corresponde a la realidad de su vida interna, y esta es mi duda: ¿asistimos ahora a un capítulo más de esta vieja estrategia o, por el contrario, habrá cambios reales y sinceramente innovadores en la vida interna del Opus, en caso de que Fazio llegue a ser el próximo prelado personal? No tengo clara la respuesta porque conozco el percal de esa institución.

De hecho, los dos periodistas de El País no han tenido en cuenta cómo Mariano Fazio, siendo vicario regional del Opus en Argentina, gestionó el trágico caso del padre Danilo Eterovic, sacerdote numerario de la prelatura personal del Opus fallecido el 5 de marzo de 2014. En esta ocasión, Fazio actuó con la más absoluta fidelidad a los parámetros de la “era Escrivá” y no de la futura “era post-Escrivá”, si es que esta llega a ver la luz algún día. Es por eso por lo que tengo serias dudas acerca de la sinceridad de sus declaraciones aparecidas en la mencionada entrevista de ayer.

Por cierto, en el artículo de Juan José Mateo se recogen unas palabras del sociólogo Alberto Moncada, que ahora transcribo: “El núcleo español y de más edad quiere tener el control, pero llega un momento en que no puede. Es ley de vida. Fuera de España, el Opus es variopinto y plural, una organización internacional”. Al parecer, Alberto Moncada sí espera que en el futuro próximo haya cambios reales (no sólo de imagen) en la vida interna del Opus, a raíz no sólo de un salto generacional, sino también por razones de procedencia geográfica y cultural de sus futuros dirigentes.

Josef Knecht

Asombroso despliegue pro-opus de un medio de comunicación, curiosamente, no permitido en sus centros. Portada y doble página central en la sección de sociedad de una noticia que no lo es (es de hace cinco meses), más entrevista a Fazio, con afirmaciones en abierta contradicción con la doctrina y la praxis de la institución. Quizás alguien tenga alguna explicación vinculada a algún interés económico propio de la empresa editora de El País, pues bien sabido es que bajo una apariencia de imparcialidad sus noticias y opiniones esconden con frecuencia sus propios intereses económicos. También puede ser un publirreportaje directamente esponsorizado por la Prelatura. Recientemente leí que las páginas del suplemento El Viajero de este periódico sobre Andalucía estaban patrocinadas por la Junta de esa región. ¿Pretende Fazio un cambio en la institución o trata de aparentar acomodarse a una nueva situación? ¿ Constituye el Opus la vanguardia de Bergoglio? ¿A partir de ahora los miembros del Opus pueden leer El País, medio proabortista y proeutanasia por antonomasia? ¿No se escandalizan de este cambio de criterio?

Algete

La entrevista a Mariano Fazio en El País de 10 de mayo incita a múltiples réplicas, que seguramente irán apareciendo. Sus respuestas están presididas por el mayor de los cinismos. Entre sus beneméritas aportaciones cabe detenerse en su contestación al “elitismo del Opus Dei”:

-Pregunta. Muchas personas consideran que el Opus Dei es una organización elitista, que busca la cercanía del poder. O sea, el polo opuesto a esa Iglesia pobre y para los pobres que predica Francisco…

-Respuesta. La percepción de que el Opus Dei es elitista me parece que es propia de una visión burguesa. Lo pueden decir las clases medias y altas de Madrid o París, que quizá no conocen la realidad de tanta gente humilde y cercana al Opus Dei que vive en las periferias de estas ciudades. La percepción que se tiene en Kinshasa o en los suburbios de Guatemala, de Argentina, Paraguay o Bolivia es totalmente diferente. Allí tenemos muchas labores apostólicas hacia los últimos, una de ellas nos la encargó el cardenal Bergoglio en Buenos Aires. Con lo cual no creo que sea una percepción generalizada, aunque me doy cuenta de que en muchos medios de comunicación que pertenecen a esta perspectiva burguesa se pueda tener esta visión”.

Lo que no explica Fazio es en qué consiste esa labor apostólica de la Obra en las zonas suburbiales.
No es lo mismo el elitismo fundado en la selección de los mejores que el elitismo basado en las influencias, la familia, la cercanía al poder. El primero fomenta la movilidad social, la circulación de las élites. El segundo, el inmovilismo.

¿Cuál es la doctrina de Escrivá de Balaguer. Muy simple “no salirse de su sitio“:

"¡Qué afán hay en el mundo por salirse de su sitio! —¿Qué pasaría si cada hueso, cada músculo del cuerpo humano quisiera ocupar puesto distinto del que le pertenece?
No es otra la razón del malestar del mundo. —Persevera en tu lugar, hijo mío: desde ahí ¡cuánto podrás trabajar por el reinado efectivo de Nuestro Señor" (Camino, 832).

¿Qué ofrece la Obra de Dios a todas esas personas humildes de la periferia de las grandes ciudades, de Africa o de los suburbios de América Latina? : permanecer como están, no molestar a las verdaderas élites y si son mujeres probablemente un puesto no remunerado de empleada de hogar al servicio de los señoritos numerarios.

El elitismo de la Obra de Dios es el de la peor especie: aquél que niega su capacidad de promoción a los más desfavorecidos, el que contribuye a consolidar el “statu quo”, el que impide la sana regeneración de la sociedad. Por eso, su "labor apostólica" es tan bien vista y promocionada por las verdaderas élites de esos países, que, gracias al Opus, solamente se relacionan con sus iguales. Las categorías subsisten dentro de la Obra, amén de la separación por sexos.

A decir verdad, esta cercanía del Opus al poder, su contribución al mantenimiento de la sociedad tal y como está, su inmovilismo social, es lo propio de la historia de la Iglesia, no constituyendo en esto novedad alguna. Simplemente lo han revestido bajo un ropaje algo más moderno. Lo llaman “labor apostólica”.

JaraySedal

Hola, necesito que apoyéis mi pregunta al numerario Rafael Larreina en el portal osoigo.com.

En dos días si no consigo los apoyos necesarios, caduca mi pregunta y se quedará sin tener que responderla. Yo tengo verdadero interés en conocer qué opina este numerario de la actuación de sus hermanos opus y adversarios políticos. Me puedo imaginar, que como otras veces, responderá sin decir nada, pero me parece bueno que tome conciencia de que miente y de cómo miente. Gracias. 

Carmen Charo