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CORRESPONDENCIA

Lunes, 31 de Agosto de 2015

Hola Dionisio,

No cabe duda que hablamos de cosas diferentes. Comparto la idea de que el 90% de la gente de la obra es estupenda y que es la obra el arma de destrucción masiva, la secta, la estructura de pecado o como la queramos llamar. Por desgracia, todo vale.

Hace dos días apareció en mi tienda, en esa que vendo niños como apunta Class, una clienta con la que tirando del hilo, nos dimos cuenta que conocíamos a mucha gente en común de la época del colegio. Disfrutamos mucho. Sin más, me invitó a ir por un centro. Y sin más, le dije que ni loca, que me había ido de la obra y no quería saber nada. Rápidamente me dijo que en una institución “de personas” era lógico que pasaran cosas... Le corté. Y más rápidamente, porque lo tengo claro, le dije que ni hablar, que el 90% de la gente era estupenda y que lo que era malo era la institución. Me dijo que no estaba de acuerdo, y con salud mental, por parte de las dos, preferimos quedarnos con lo que nos unía.

Cuando Cosiendo corazones, Conrad y yo afirmamos esto, nos referimos a personas estupendas, como personas buenas, con empatía y solidaridad, con capacidad de pensar y de querer a los demás, con capacidad de caer y volver a empezar, con ganas de ser felices y hacer felices a los demás, con deseos de libertad y, a ser posible, sin tomarnos demasiado en serio. Evidentemente no somos perfectos. Tenemos nuestro saco de defectos y limitaciones, como todo el mundo.

¿Qué es posible que muchos por carecer de fortaleza emocional, no nos fuimos cuando quisimos hacerlo? Por supuesto… ¿Qué el ADN nos ha podido pasar una mala pasada? Pues sí.  ¿Qué somos débiles de carácter? Tal vez. ¿Qué caímos en una secta por algo? No cabe duda.

Pero creo que es compatible ser estupendo con identificarse con la lista de Dionisio. Esa lista solo pone de manifiesto, algunas de las mil limitaciones que tenemos los humanos.

Cuando me refiero a la gente de la obra cómo gente estupenda, lo hago como primer objetivo para evidenciar que el mal procede de la institución y no de sus miembros. No soporto que la obra eche siempre la culpa de todo a sus fieles, afirmando que la institución es perfecta como la iglesia.

Un abrazo especial para ti, Dionisio. Y a ver para cuando nos tomamos una cervecita los estupendos de Madrid y los que se quieran unir…

A.Plaza

Quisiera felicitar a Dionisio por su lograda aportación del 28.08.2015 sobre Gente estupenda. Es bueno que los usuarios de esta página web nos hagamos autocríticas, y además es cierto que nuestras deficiencias de personalidad facilitaron mucho en el período de la adolescencia la labor proselitista que el Opus ejercía sobre nosotros.

Ya escribí en cierta ocasión (14.01.2013) mis pensamientos sobre esta cuestión. Entonces expuse que, en muchos casos, nuestros defectos de carácter con los que ingresamos en el Opus fueron acrecentados, es decir, empeorados a lo largo de los años de militancia. Así, la Obra de Escrivá, en vez de camino de santificación, se convierte para mucha gente en camino de desantificación. Por eso, me ha gustado mucho la siguiente afirmación del último artículo de Gervasio sobre Idealizaciones peliculeras en el Opus Dei (28.08.2015): “La dirección espiritual en el Opus Dei, a mi modo de ver, resulta un tanto peliculera por no estar basada en un buen conocimiento de interioridad de las personas, sino en etiquetas exteriores. Con ese no permitir tener un director espiritual y confesor de propia elección, y con eso de cambiarlos con frecuencia, en el Opus Dei al final nadie conoce en profundidad a las personas. Sobre cada miembro del Opus Dei se logra a lo más —así me lo parece— una especie de identikit”. Con una dirección espiritual tan superficial no se puede lograr el crecimiento espiritual de nadie ni la maduración de su personalidad, sino, por el contrario, su deterioro.

He sugerido repetidas veces en esta página web que algún psicólogo realice un estudio científico del “psicograma” de numerario/a del Opus. Comprendo que es un tema muy especializado porque hay muy pocos numerarios escrivarianos en el planeta Tierra, y un libro con este contenido no puede ser nunca un éxito editorial. Pero hago esta sugerencia porque, aun suponiendo que nadie me hará caso, responde bien al enfoque y a los intereses de opuslibros, como bien muestran los escritos recientes de Conrad y Dionisio y otros como los de Unocomocualquiera (17.06.2013 y 19.06.2013), Spiderman (30.09.2013) y Thomas (21.02.2014).

Hasta el momento presente, los estudios más sesudos que en esta página web se han publicado (por ejemplo, el artículo de Marcus Tank sobre El trastorno narcisista de la personalidad del fundador del Opus Dei, el estudio biográfico de Jaume García Moles, el reciente libro de Job Fernández, y un largo etcétera), así como libros publicados en distintas editoriales (el de Joan Estruch, Santos y pillos, por ejemplo, o el de Isabel de Armas, Josemaría Escrivá y Pedro Arrupe: cara y cruz ¿de una misma Iglesia?, o el libro de E.B.E.) se esfuerzan por entender la personalidad del fundador para así entender mejor la realidad de la Obra de Escrivá. Evidentemente, el enfoque es cien por cien correcto: es el primer y principal camino de investigación que hay que seguir.

Ahora bien, tampoco estaría nada mal completar ese planteamiento con la línea de investigación que modestamente sugiero, pues, para entender en todas sus dimensiones el fenómeno del Opus, también es necesario conocer la personalidad o mentalidad de sus miembros, esto es, de los “hijos” e “hijas” del “Padre”. Analizar sólo la personalidad del Padre no abarca al cien por cien la realidad estudiada. Y este segundo camino de investigación aún está pendiente de llevarse a cabo, aunque en Opuslibros ya hayan aparecido por aquí o por allá distintos apuntes que van en esta dirección: además de los artículos que más arriba he recordado, algo se ha escrito aquí sobre la personalidad de Álvaro del Portillo, “hijo” modélico del “Padre” (Lucas, Álvaro del Portillo: misión cumplida, del 21.03.2012). Y, fuera de Opuslibros, un libro de Javier Ropero, Hijos en el Opus Dei, responde algo, a modo de esbozo, a mi propuesta, y el libro de Isabel de Armas Ser mujer en el Opus Dei ofrece una buena descripción de la psicología de las numerarias. Estudiar a los “hijos” e “hijas”, incluido su “psicograma”, es tan importante como estudiar al “Padre” para entender mejor qué es el Opus.

Josef Knecht

Asumo la interesante aportación de Dionisio (28/08/2015). Efectivamente, a la lista de peculiares circunstancias que ofrecí en mi publicación del pasado día 21/08/2015 hay que añadirle unos puntos suspensivos. No fuimos tan estupendos en cuanto que no supimos irnos antes y permanecimos dentro del "arma de destrucción masiva" demasiado tiempo. Y, desde luego, todos tenemos puntos débiles. Algunos los enumera Dionisio, otros han ido saliendo en las muchas e interesantes aportaciones que ya hay en Opuslibros.

He expresado alguna vez (06/10/2014) que mi "obsesión" no es "fustigarme" por los años que pasé dentro: han tenido, como todos los que llevo vividos, cosas buenas y cosas malas. Lo que pretendo es tratar de ayudar a reparar el daño concreto que pude, a su vez, ayudar a causar en personas también concretas a las que, en su día, acerqué al Opus Dei. Precisamente, ha sido a través de esta página web cómo he descubierto horrorizado su situación.

También tiene razón Dionisio en que hubo personas estupendas que no cayeron ante el embate proselitista. Pero, en mi opinión, todas también tendrían sus debilidades: el mundo está muy repartido. Eso sí, tuvieron la suerte de evitar entrar en una dinámica en la que, quizás, se le hubiera ido la salud y, sin duda, los años.

Por último, me alegro de transmitir en alguna intervención al menos un punto de vista alegre y optimista. Me parece que es el que viene bien en esta página. Además es perfectamente compatible con planteamientos más serios y sesudos que también estamos viendo.

Un abrazo.

Conrad

Yo pité en vida del fundador de la Obra, en 1965. Desde entonces hasta que salí, internamente siempre se le presentó como un gran profeta que había sabido adelantarse a los tiempos. Incluso definía al Opus Dei como una inyección intravenosa en el torrente circulatorio de la sociedad.

Acababa de celebrarse, en noviembre de 1964, la primera reunión de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra. Yo empezaba a ir por un centro de San Rafael, pero no me invitaron. Fue un oportunidad perdida de conocer más al hoy San Josemaría. Al año siguiente, el Papa Pablo VI visitó el Centro ELIS de Roma y fue recibido por el fundador. Durante ese acto el Santo Padre bendijo una imagen de la Virgen que luego se puso en la ermita del campus de la Universidad de Navarra en presencia del arzobispo de Pamplona, monseñor Delgado...

                Conrad, estoy, por lo menos, tan contento como tú, con la reaparición de Nacho (ElCanario), a quien he echado mucho de menos durante su ausencia temporal de Opuslibros. Ausencia que he respetado, por aquello de que cada cual tiene sus motivos para hacer lo que crea más conveniente con su vida. Te contaré algo que conoce muy bien la coordinadora de Opuslibros: Cuando aparecieron, hace más o menos dos meses, las primeras entregas de Elcanario, al momento sospeché que el tal “canario” era Nacho. Sospecha que trasladé, en correo privado, a Agustina, y que posteriormente el mismo Nacho confirmó desvelando que Elcanario, Nachof y Nacho eran la misma persona. Todo eso sin perjuicio de que yo mismo, antes de que se supiera “oficialmente” de quien se trataba, en un envío que se publicó en la web hiciera mención de lo bien que “canta” este “canario” y lo comparara metafóricamente con uno que tenía mi abuela que cantaba de maravilla, hasta tal punto que le llamábamos Caruso…

Opuslibros es un conjunto de cientos de personas profundamente conocedoras de la verdad y la realidad del Opus Dei que, respetando las aportaciones positivas de esta institucion, ha desenmascarado gran parte de la hipocresia y la mentira que esconde, sacandolas a la luz publica de forma espontanea, gracias a internet. Estas personas relatamos con sinceridad y sencillez nuestras experiencias vitales, en gran medida coincidentes, de donde surge una imagen del Opus Dei con luces y sombras. Esta imagen esta muy alejada de la que aparece en la web oficial de la prelatura, que tiene una escasisima credibilidad, ya que en ella se da una informacion escasa e hipertriunfalista y no permiten libertad de expresion de ninguna clase, ni siquiera a sus propios miembros.

Esto, el Opus Dei no se lo esperaba. Nunca penso que tanta gente que habia sido de la Obra, se atreveria a narrar con pelos y señales, detalles y datos precisos su paso por ella. Asi que, se abrio el melon a la vista de todos. Se han quedado fuera de juego. Eso les causa un gran quebranto , acostumbrados como estaban a controlarlo todo y a tener a todo el mundo obedeciendo y sin rechistar. No saben como reaccionar. Con la informacion libre en internet, el agua se les escapa por entre los dedos de las manos. Esto ha tenido tal impacto en la Obra, que han pasado de tener una actitud externa prepotente a otra mas defensiva y aparentemente moderada.

Opuslibros les ha puesto un espejo delante de la cara , donde se ven obligados a contemplar su verdadero rostro. Y a fe mia que lo que ven les gusta mas bien poco. (es algo que recuerda lo que Oscar Wilde narra en su novela El Retrato de Dorian Gray).

Sin embargo, todos sabemos que esa reaccion es meramente externa. De puertas adentro, en el opus persisten sin resolver los mismos problemas enquistados de siempre. Han escuchado la leccion, pero en el fondo no la han aceptado. Mantienen a ultranza la estructura piramidal. Ni rastro de dialogo. No hay nadie con la suficiente talla como para cambiar nada desde dentro.

Ahora es tiempo de dialogar, de escuchar, de comprender, de respetar, de perdonar, de agradecer, de acompañar... verbos, todos ellos muy poco usados en la prelatura. Quiza esto les ayude a vivir en medio del mundo, que es donde deberian estar.

Orange

El proselitismo en el Opus Dei (2)
Antonio Esquivias

28.08.15

Vamos ahora a lo que en la entrada anterior he llamado presión (sobre los asistentes)… ¿Cómo se consigue esa “presión”?

Primero están de modo continuo las actividades que se realizaban primariamente en el autobús o en la residencia en la que se vivía en Roma. En el autobús se hacían todas las normas del denominado plan de vida de un numerario: media hora de oración por la mañana y otra media por la tarde, 15 minutos de lectura espiritual y del Evangelio, Rosario, examen de conciencia por la noche… Además se acudía cada día a la Santa Misa, resolviendo los problemas que fuesen necesarios. Los numerarios procuraban hacer cada una de esas normas diarias con alguno de los asistentes no-opus del autobús. En la residencia en la que se vivía en Roma se organizaban hasta las tertulias nocturnas aparentemente espontáneas que se organizan siempre que se reúnen jóvenes fuera de su casa...

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