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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 05 de Noviembre de 2014

Queridos todos,

Hace un mes que Elena Longo y yo lanzamos a las ondas cibernéticas nuestra web y página de Facebook Desde el Opus Dei al mundo real. Con motivo de este mes-aniversario nos gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones.

Os estamos muy agradecidas a todos los que habéis entrado en la página de Facebook y dado al “Me gusta”. Somos perfectamente conscientes de que muchos de los que leéis o escribís aquí no estáis en condiciones, por una u otra razón, de exponeros públicamente con este tema; y lo respetamos profundamente. En este caso concreto, el hecho de querer tener más “Me gusta” en nuestra página es solamente para conseguir una mayor visibilidad en los buscadores de internet, y por lo tanto que sea más fácilmente accesible para todos los que la necesiten. Pero tenemos lo que tenemos y con eso trabajamos, no pasa nada… En cualquier caso y en estas circunstancias, tener 85 “Me gusta” en un mes, nos parece un éxito de todos nosotros. GRACIAS!...

Hola a todos,

Solo quería expresar mi agradecimiento y admiración por los escritos de Rampsall acerca de la Excardinación de los sacerdotes del Opus Dei. Muy claro, muy bien expuesto, y seguro que muy útil. Qué necesario que habléis con conocimiento de causa los que podéis hacerlo. El caso de los sacerdotes es, desde mi punto de vista y sin pretender restar protagonismo o importancia a los demás, el más delicado de todos. Precisamente por lo viciado que está el proceso de “invitación” al sacerdocio en el Opus Dei, especialmente en lo que hace referencia a los sacerdotes numerarios.

El análisis que hace Rampsall al principio de su segundo escrito al respecto de los motivos que llevan a hacer efectiva la salida de la Prelatura, me parece clave en el proceso mismo de la salida y en las consecuencias que dicha salida tiene en la calidad de la vida de estos sacerdotes una vez fuera. Entre nosotros hay muchos ejemplos aunque los nicks no los revelan.

Gracias Rampsall!

Isa

Aprovecho la reciente aportación de E.B.E. para agradecerle su trabajo en la web desde hace tanto tiempo. Aún recuerdo lo que me ayudó leer -¡hace ya diez años!- una de sus colaboraciones de la que a continuación copio unos párrafos:

Es comprensible, entonces, que muchos no hayan "cerrado" el tema Opus Dei pasado los años, al contrario, haya resurgido con fuerza al toparse con este sitio web. No han cerrado esa etapa porque de alguna manera, sin saberlo, seguían vinculados "metros bajo tierra" a una identidad tan fuerte como es la de ser miembro de la Obra. El muerto había sido "enterrado vivo" o al menos en estado vegetativo (…)

Lo que llama la atención es la dificultad de "los hijos" para deshacerse de una identidad tan fuerte como es la que otorga la Obra y, por el contrario, la facilidad que ésta tiene para olvidar y borrar de sus listas a quienes fueron sus hijos. Esto demuestra que la Obra emulaba o falsificaba su identidad como "padre o madre". Mientras la nuestra fue una entrega real -por eso la sufrimos ahora-, la de la Obra fue fingida -y por eso no necesitó pasar por ningún duelo- (…)

Lo extraño es que al funeral del hijo no asista el padre/madre cuando aún siguen vivos (al menos su simulacro institucional). Tal vez ese hijo se resiste a morir por eso mismo: está esperando un reconocimiento final del Padre -de la Obra- que no llega nunca -la presencia de quien le otorgó identidad como hijo- y por eso ese hijo permanece vivo o latente aún "metros bajo tierra".

BDM

Me voy a tomar unas vacaciones, no sin antes dejarles cosas lindas para leer: poesía de la más top -sirve para rezar, por lo menos a mí me sirve para rezar-, y otras sobre espiritualidad de otro autor acabado de descubrir, Anselm Grün. Mi amiga ex sanrafa me los recomendó y yo lo encontré bastante ad hoc para nosotros.

-Poesías, Tagore:

-Portarse bien con uno mismo, Grün:

-Una espiritualidad desde abajo, Grün:

Abrazos!

lizzybabieca@gmail.com

Vista la multiplicidad de comentarios que ha generado mi carta abierta quiero hacer algunas precisiones por si contribuyen a aclarar el debate.

Primero decir que hay muchas personas, en mi apreciación una mayoría, que está de acuerdo con lo expresado en la carta, comenzando por Carmen Charo y muchos otros que lo han escrito en la misma web y otros que me lo han expresado a mí directamente...

Pues sí, lo de que te hagan obispo para poder librarte del convento está bien; tan bien como que siendo obispo, si eres cura numerario, te puedes dar por exclaustrado. Pero la organización desorganizada (¿o es la desorganización organizada?) hace todo lo posible para que eso no ocurra: por ejemplo, obligando a todos "sus" obispos a nombrar como secretario, familiar o el cargo que sea dentro de su curia, a otro cura numerario con quien hacer la confidencia (¿y también confesarse?).

Seguro que esa norma, costumbre, praxis o como se llamen ahora las leyes secretas del Opus Dei, no aparecerá en ningún documento de los que exige (es un decir) la Santa Sede a las organizaciones religiosas de cualquier clase, sin distinción de órdenes, pías uniones, sindicatos de arrobamientos y la prelatura única mundial. Es para que el pobre obispo pueda seguir cumpliendo las normas y costumbres del plan de vida -que salva ex opera operato-, como bien sabemos, pues si no, no se entiende el certificado que garantizaba el santo con su cumplimiento. ¿Acabaremos por saber con quién hacía la confidencia Juan Pablo II, obispo de Roma y antes de Cracovia?

No puedo decir que he sido cura numerario y obispo para afirmar de primera mano lo que digo, pero como me lo cuentan desde dentro lo cuento yo. No sé si eso rige también para los obispos que provienen de curas agregados y de agregados que se hacen curas, porque mi garganta profunda no me ha dicho nada al respecto. Tal vez algún experto de la Web nos pueda iluminar.

Bastian.

En lo relativo al episcopado, recuerdo un aspecto tal vez anecdótico y que refiero, además, de segunda mano.

Oí contar que los obispos, procedentes del Opus Dei, se quitaban todos sus símbolos (anillo, cruz pectoral, etc.) al entrar en Bruno Buozzi y, tal vez en otros centros. Creo que el relato se refería más explícitamente a monseñor Orbegozo y parecía que fuese como una obligación y no sólo un acto de humildad personal.

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