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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 26 de Noviembre de 2014
Gran aportación la de Heraldo.- Castalio
Felicidades a Heraldo
... Por la fuerza y valentía con la que aborda lo que para mí es EL TEMA del Opusdei: su profundo miedo a la verdad y, lo que es peor, su pertinaz rechazo a decirla asumiendo sus consecuencias.
Sólo quisiera contar una anécdota que ilustra de manera práctica lo que dice Heraldo. Me sucedió unos meses antes de dejar la Obra, viviendo en un centro de San Rafael de la Ciudad de México, en el que jugaba el curioso rol como de tío cuarentón y gran tertuliano. Vivía en esa casa un joven y divertido filósofo (muy listo) que tenía una crisis muy profunda de índole moral y religioso (en la Obra le llaman "crisis de vocación"). Su rostro demacrado por el cansancio y el desgaste moral de esa crisis, llevaba a los jovencillos que acudían a esa casa (chavos de San Rafael) a preguntarle al joven director qué le sucedía al filósofo genio. Entonces el director, que no era filósofo ni genio, acudió a mí buscando auxilio con estas palabras: “Haz algo con Fulano, pues ya no sé qué inventar cuando me preguntan qué le pasa”. Yo le respondí: ¿Y si dijéramos la verdad de lo que le pasa?… y si dijéramos la verdad…
Y si dijeran la verdad… y pidieran perdón a todos aquellos que han envuelto en sus falsos discursos vocacionales haciéndoles creer que tenían vocación, induciéndolos a pitar y robándoles la existencia y la oportunidad de ser padres de familia y de formar un patrimonio y tener una vida normal.
Castalio
¿Miembro del Opus Dei?.- Josef Knecht
Estoy de acuerdo con lo que Jiménez y Pepito escribieron el lunes 24 de noviembre sobre el vergonzoso asunto del joven que padeció abusos y que ahora, ya adulto, siendo miembro supernumerario de la Obra de Escrivá, se ha decidido valientemente a denunciarlos ante el Papa Francisco. Esa víctima cuenta con mi apoyo moral. Sin embargo, también coincido, al menos de momento, con la sospecha manifestada por Carmen Charo (21.11.2014), ya que un detalle terminológico de la carta que el joven envió al Papa me llama mucho la atención...
(Leer artículo completo...)
El silencio de los carcas.- Manzano
No me imagino a la Prelatura animando al pobre joven supernumerario a que denunciara al Papa los abusos sexuales padecidos y cometidos por sacerdotes granadinos. No me cuadraría, los carcas han querido sistemáticamente ocultar los defectos o escándalos que pudieran perjudicarles directa o indirectamente.
Relacionar Opus Dei con escándalos sexuales es algo que no les conviene de ninguna forma, no veo qué provecho le pueden sacar. Si con ello pretender sacar pecho y erigirse en meritorios delatores para agradar al Papa en su política de tolerancia cero, lo que realmente han conseguido es unir o relacionar públicamente también su nombre -el de la institución- con la palabra “abuso”.
Por otro lado, observando por televisión la puesta en escena del arzobispo de Granada en su reciente ceremonia para pedir perdón por estos hechos acaecidos en su diócesis, me ha venido un sudor frío. No hace falta fijarse mucho para ver las amaneradas formas de expresión corporal durante su homilía, ni tampoco parecía oportuno que salieran esas imágenes besando en la frente a un montón de niños. Pero ahí están.
Como recordarán algunos, ese personaje -carca donde los haya-, es el que defendió no hace tanto la sumisión de las mujeres a los hombres. Da pánico que estén concurriendo determinados hechos en determinados lugares y con determinadas personas; pero no los compadezco.
Al que sí compadezco es a la víctima, ese chico que sufrió los abusos corporales y que ahora está en manos de una organización que practica los abusos espirituales. Si cuando despierte del sueño todavía le queda todavía fe en esta Iglesia, yo lo propondría para mártir y “santo súbito”.
Manzano.
Lo que hacen los prejuicios.- Carmen Charo
Querido Jiménez, tu respuesta a mi escrito es la clara constatación de que no me has leído ni me has escuchado, sino más bien has dado rienda suelta a tus ideas preconcebidas.
Yo en ningún momento hago valoración alguna del hecho, lo que no quiere decir que celebre, por supuesto, que se haya producido la denuncia, le hayan dado credibilidad, hayan puesto los medios eficaces para hacer tomar responsabilidades a los culpables, y hoy estén cuatro personas en la cárcel por semejantes barbaridades.
Lo que digo, repito, y espero comprobar es:
Este chico es supernumerario del Opus Dei. De hecho comienza así su carta al Papa.
Ha tardado 7 años en denunciar, y precisamente lo ha hecho en su situación de miembro de la Prelatura. Todos sabemos que allí dentro hemos de dar cuenta hasta de los parpadeos, y los directores intervienen hasta en lo más nimio de la vida. Por eso que sí o sí, el Opus Dei está detrás de esta denuncia, y no apoyando sino mangoneando.
Todos sabemos que el Opus Dei no actúa jamás desinteresadamente por el bien de nadie, así que digo de nuevo que en este caso, el Opus Dei saca tajada, aunque quede de lo más ordinario así dicho. ¿Y qué tajada? Pues hacerle ver al pontífice que lejos de ser la prelatura una abusadora, como le ha llegado al Papa por boca de cientos o miles de nosotros, ha apoyado a este chico, y lo que es más grande, y ha sido el motivo último que ha dicho el Papa por el que le llamó personalmente: el Opus Dei es quien ha hecho que este chico conserve la fe.
Me parece mezquino, más que mezquino, usar semejante dolor para sacar provecho, para lavar su cara, y sobre todo porque es mentira.
Todos sabemos que cuando un día este chico abra los ojos y conozca el verdadero rostro del Opus Dei será echado fuera sin compasión. Y más le vale asegurarse hoy de que estén cotizando por él en el colegio donde dice trabajar.
Y decía más en mi anterior escrito, y ahora lo repito. Mi indignación es mayor, y en este ocasión también con la Iglesia que se rasga la vestiduras con este caso, porque en ningún momento nos ha dado la mano a ninguno de nosotros, porque le importamos un pimiento, porque el Papa, éste Papa, sabe perfectamente que ha habido y hay suicidios, enfermedades mentales, soledad, pobreza, injusticias que claman al cielo, ancianos presos en la prelatura, delitos, sí delitos, porque los abusos laborales que hemos sufrido todos son delito… y al Papa, los obispos, el Nuncio pasan olímpicamente de todo eso. Ahora, los delitos de cama, eso sí, esos son intolerables. No les quito valor ni importancia (no leas eso), pero me harta que la iglesia sólo, sólo, reaccione en esas situaciones.
Y por último, comentar la presteza con que le ha llegado la carta al Papa, y cómo ha caído cual ingenua víctima. No soy vidente, pero pongo la mano en el fuego y no la pierdo si te digo que la maquinaria del Opus Dei se ha puesto a trabajar a todo gas para conseguir del Papa la reacción que se ha dado. El negociete le ha salido redondo. Y quien sabe si no conocía ya la propia obra este grupo perverso de sacerdotes y laicos en Granada, y se ha añadido a todo una venganza personal. Eso no lo sé y tampoco lo afirmo, pero del Opus Dei me lo creo todo. Lo que me intriga de veras es saber en qué consiste su fe, en qué Dios creen, si realmente creen en la vida eterna, en el Amor de Dios. Termino como lo hice, que Dios me ayude a comprender. Desde luego que ni el Opus Dei ni la Iglesia a mí me ha llevado a Dios.
Y por favor, lee intentando ajustarte a lo que digo, no imaginando lo que quisieras oír.
Un saludo
Carmen Charo
Respuesta a Daneel sobre las guarderías de adultos.- Giovanna Reale
Querido Daneel:
Estoy de acuerdo con el contenido de tu carta del 24/11/2014. Pero mi conformidad con tu carta no desautoriza lo que te escribí el 6/12/2013. La mayoría de los movimientos laicales, incluido el Opus, que el papa Juan Pablo II promovió con tanto ahínco durante su pontificado adolecen de los defectos pedagógicos de las guarderías de adultos. Que en la Iglesia católica haya también grupos o asociaciones capaces de actuar como minorías creativas no lo niego ni tampoco lo negué mi carta del 6/12/2013.
Pasando al tema de actualidad del joven granadino que ha denunciado al papa Francisco los abusos por él padecidos hace años cuando era menor de edad, me atrevo a pensar que a alguien que sufrió una experiencia tan traumatizante no le conviene refugiarse en una “guardería de adultos”. Hubiera sido para él mucho más saludable acudir a grupos católicos como los que tú, Daneel, elogias en tu carta. Esa es mi opinión.
Respecto al vergonzoso asunto de la archidiócesis de Granada (España), tengo por el momento serias dudas porque nos falta todavía mucha información. Habrá que esperar cierto tiempo hasta que se esclarezca la investigación policial y judicial y se haga pública. Por ahora, me hago estas preguntas:
¿Cómo es posible que el arzobispo de Granada, don Javier Martínez, o su consejo episcopal no se hayan enterado mucho antes del perverso entramado organizado por algunos clérigos de la archidiócesis? Un montaje de esas dimensiones no es fácil de disimular largo tiempo. Los obispos no gobiernan solos; normalmente, en una diócesis los curas se conocen muy bien entre sí.
No conozco al joven víctima, pero no me gusta, como he escrito líneas más arriba, que, después de padecer una situación tan traumática, se haya refugiado en una guardería de adultos. ¿Por qué habrá tomado ese rumbo para su vida? ¿Cómo será su psicología? Al hacer estas preguntas, no pretendo desautorizar ni un ápice la denuncia que la víctima ha dirigido al papa. La denuncia es totalmente válida con independencia de la psicología del denunciante. Pero preguntarse por su psicología es correcto para esclarecer la cuestión desde todos los puntos de vista.
¿Por qué el joven supernumerario ha tardado en denunciar los abusos padecidos y precisamente ahora se ha decidido a hacerlo? Algo de información se puede consultar aquí.
Carmen Charo (21/11/2014) ha dado a entender que el Opus puede sacar provecho de la denuncia del joven en favor de su política eclesiástica, con el fin de mejorar las relaciones institucionales con el papa Francisco. La carta que el supernumerario granadino dirigió al papa ¿la escribió él solo o contó con la supervisión de los directores de la prelatura personal? De haber intervenido los directores en la redacción de la carta, la suposición de Carmen podría ser acertada. En una guardería de adultos pasan este tipo de cosas, como manipular a la gente en beneficio de los intereses institucionales. El desprestigio del arzobispo de Granada por su mala gestión puede prestigiar al Opus en este caso.
Pero todo lo que aquí escribo son suposiciones y dudas y me podría equivocar de lleno. Si algún amigo o amiga de Granada está bien informado, podría escribir a Opuslibros sobre esta cuestión y sacarnos de dudas. Se lo agradecería mucho.
Recibe, Daneel, un cordial abrazo de
Giovanna Reale
No es posible no comunicar. Para Jiménez.- Aquilina
Lamentablemente, una de las leyes de la Comunicación reza que “No es posible no comunicar”, es decir que si no comunico, ya estoy comunicando algo.
Y como no quiero que mi falta de contestación a la llamada de Jiménez pueda ser mal entendida, aquí estoy para decirle a Jiménez que, habitualmente, soy yo la que decido en qué batallas quiero comprometerme, puesto que mi vida está llena de batallas y no me da tiempo para combatirlas todas.
En este caso no tengo intención de intervenir en un asunto que no comprendo completamente. Ya la vez anterior, leyendo el escrito de Carmen Charo, me dí cuenta de que se refería a algo quizá conocido bien por los españoles, pero que yo no alcanzaba a comprender totalmente, así que me desentendí.
Solo quiero hacerte notar, amigo, que habitualmente mis intervenciones, cuando no son acerca de hechos que conozco de primera por mi experiencia personal dentro del Opus Dei, son para defender el derecho de una persona determinada a expresar sus ideas sin ser atacada, no para defender su idea concreta en contra de otras. Quien conoce personalmente a mí y a Carmen Charo –y no son pocos entre los que participan en Opuslibros- saben perfectamente que tenemos caracteres y formas de actuar muy distantes (y quizá esto explica la complementariedad en la que se funda nuestra honda amistad). No me siento en absoluto obligada a defender las ideas y los argumentos de Carmen Charo. En cambio sí en su caso, y en el de bastante otros, me remueve cuando se le contesta atacándole personalmente, sin tener en cuenta su caracter generoso y apasionado que la lleva de vez en cuando a expresarse de forma muy... vivaz, pero al mismo tiempo a ayudar y apoyar quien lo necesita de forma muy concreta, como muchos aún no logramos hacerlo.
También me doy cuenta de que muchos “ataques” son debidos más a razones culturales –los españoles en general sois más tajantes que los italianos en general, por ejemplo, en la forma de expresaros- pero alguna vez siento la necesidad de expresar mi apoyo y mi solidaridad cuando a alguien se le ataca con violencia verbal.
Te deseo mucha paz y serenidad, de todo corazón, Elena
El Opus Dei y la opinión pública.- JaraySedal
Me molesta mucho que me sigan insistiendo en que debo realizar alguna acción al margen de escribir en este foro. ¿Tengo que tomar acciones contra todo lo que no me gusta de la sociedad? ¿Está todo realmente a mi alcance? ¿No tengo nada mejor que hacer?. No creo que el Opus esté bien considerado en la opinión pública, razón por la cual no veo necesidad alguna de ganar LA BATALLA DE LA OPINIÓN PÚBLICA (así con mayúsculas pues tan importante resulta ser) Esa mala opinión viene de lejos y no percibo que haya cambiado sustancialmente. Los que están preocupados por la opinión pública son precisamente los jerarcas del Opus, y no es ajena a esa preocupación la multiplicación de webs de la Obra o de miembros de la misma, el famoso “peliculón” y, sobre todo, las masivas celebraciones de sus santos y beatos. Esta última es su vía fundamental para cambiar la opinión pública en sentido favorable, sobre todo entre quienes aún conservan creencias religiosas. ¿Cómo manifestar oposición al origen divino del Opus si su fundador, su segundo (y los que le seguirán) se nos ofrecen como modelos de santidad?. Esta vía hace callar casi todas las bocas contrarias en la comunidad católica, o a todas las que se sienten en consonancia con el Papado. Argumento de autoridad.
¿Para salvar esta antinomia entre la santidad del fundador y la crítica al Opus tenemos que distinguir entre el carisma fundacional –inspirado por Dios parece ser que en 1928– y la institución?. Pues no, porque ese carisma, según se ha historiado también, no se ha manifestado de una vez y para siempre de forma idéntica, sino que la doctrina ha ido evolucionando y adaptándose a los tiempos: luego no hay tal carisma, entendido con el DRAE como “don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad” , salvo que el propio Dios inspirara esos cambios de criterio. Y la institución como organización es emanación de la personalidad de su fundador.
En realidad, este discurso no difiere mucho del que los propios miembros del Opus manifiestan en su defensa: que la Obra es perfecta como querida por Dios (el carisma), aunque algunos de sus miembros incurran en errores (la institución). Hay gente que tiene tan asumido lo de su pertenencia al Opus por los años transcurridos dentro que lo traslucen en todo lo que escriben. Si pudieran reformarían la organización. Harían la Reforma del Opus. Tendriamos el Opus Dei y el Opus Dei Reformado. Fuera de las iniciativas que ya hemos apoyado, no pienso participar en ninguna cruzada anti-Opus, porque ni la considero operativa (sería contraproducente incluso) ni sé cómo, ni me interesa.
Seamos maduros: el que quiere informarse tiene medios a su alcance. Fuera de ello vivimos en una sociedad secularizada y estos temas internos del Opus la vocación, la libertad de conciencia) interesan a la gente a las que le afecta personalmente o a la gente con creencias. Escándalo social causan otros temas: los abusos sexuales (el de los curas de Granada contra un miembro ahora del Opus ocupa la portada de “El Pais” del día 24), la corrupción económica. En cualquier caso, enhorabuena Esquivias por tus dos iniciativas y que tengas mucho éxito . No eres el primer valiente en escribir un libro sobre el Opus, y con tu nombre. Y sigue espoleándonos para que las apoyemos, económicamente, y también rezando, por supuesto.
JaraySedal
Opus Dei caricatura. Opus Dei realidad.- Lizzy Babieca
Muchos hacen serios esfuerzos por discernir qué fue lo que les pasó. De qué se trató –o trata- todo. Y no aciertan. O sí, pero se nos pasa un poco la mano. Y hacemos o la caricatura o la alabanza. Hasta pasa que en una misma persona uno encuentra ambas versiones de la realidad: por una parte fue lo mejor que les pasó en la vida, que aprendieron muchísimo; por otro, la negrura mas atroz…
¿En qué quedamos, pues? ¿Amamos o vilipendiamos el Opus Dei?
Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Pasa que se está ante una experiencia vital compleja –toda experiencia religiosa lo es- que compromete demasiado en nosotros para resultarnos baladí. La emoción no alcanza. Pues la razón tampoco. Mas allá de emoción y razón, pues que está el pensar reflexivo, trabajo al cual casi nunca llegamos si no hemos superado primero el bloqueo emocional. De esta manera, seguimos avanzando pese al bloqueo y armamos dos discursos paralelos inconexos: el emocional –“el Opus Dei es como las pelotas”- y el racional –“peroo hay gente buena y hacen muchisísimo bien”.
¿Puras cabezas de pescado? Pues no. Les explico: tenemos 4 cerebros. El primero que es el reptiliano y regula nuestras actividades vegetativas. El segundo, el emocional. El tercero, el racional. Y el cuarto o “evolutivo” que regula la integración de toda la información anterior y es capaz de elaborar estrategias y tomar decisiones. En este cuarto es donde se encuentra nuestro comando de operaciones; por acá nos relacionamos con el resto. Aquí se encuentra doña empatía.
Allá por agosto, en uno de mis primeros escritos puse -mas o menos enojada- que la Iglesia era la responsable de dar lugar a una realidad como la del Opus, con todo el despliegue de sus negatividades. Que por eso yo me mantenía al margen: “Mientras no cambien, pues aquí me tienen de apostata”, era mas o menos mi discurso. Sigo pensando más o menos lo mismo. Que la Iglesia está en crisis, que le falta muuuuuucho para reflejar la belleza de Cristo. Sin embargo, encontré en mi análisis otros puntos que me mostraron una realidad eclesial más tierna, pese a sus fealdades. ¿Qué hice? Pues pasé la info al lóbulo frontal. Es decir, en cristiano, que medité. Cuando meditas, tu cerebro integra la información y articula los distintos discursos: eres capaz de hacerte de la realidad de manera más completa. No es infalible, pero de verdad que es mejor y más acabado el cuadro que construyes cuando pasas la información por el lóbulo frontal.
Una vez hecho este trabajo, el Opus te parece menos siniestro, aunque definitivamente no más simpático. De alguna manera, te da esperanza el hecho cierto de que la Iglesia haya sobrevivido a las chorromil reformas. Por qué no. Por qué el Opus no. También es humano. Y el ser humano puede ser redimido siempre.
Si todavía hay cosas que no les crujen, traten de meditar. El método cristiano o el budista, sirve.
lizzybabieca@gmail.com
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