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CORRESPONDENCIA

Viernes, 14 de Marzo de 2014

PRETENSIÓN DEL EPISCOPADO POR SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER

Una historia nunca contada (1)

Por Marcus Tank

La historia de una persona es susceptible de ser narrada con enfoques distintos que pueden cambiar completamente la valoración final. En relación con la vida de Escrivá de Balaguer, existen en la actualidad numerosas biografías promovidas y supervisadas por el Opus Dei, que pueden considerarse hagiografías, algunas de las cuales aportan una ingente documentación avalando sus afirmaciones. Tal es el caso del segundo trabajo de Vázquez de Prada, que consta de tres volúmenes. Este trabajo se realizó a partir de los materiales de la Biografía Documentada presentada por el Opus Dei en la Congregación de las Causas de los Santos con motivo del proceso de canonización de Escrivá, y es muy similar a ella (cf. el estudio de Giancarlo Rocca, El fundador del Opus Dei. Una evaluación Crítica, en: ‘Revue d’Histoire Ecclésiastique’, Lovaina, abril de 2007). Pues bien, en las biografías, aparte de lo que se dice y documenta, lo que voluntariamente se omite puede llegar a ser fundamental cuando su conocimiento cambia del todo el sentido de lo que se cuenta¹. Y esto reviste especial importancia en el caso de un proceso de canonización.

En sucesivos artículos daremos a conocer una documentación, inédita para la mayoría de nosotros, que muestra las maquinaciones de San Josemaría Escrivá de Balaguer para ser obispo. Estos documentos pueden consultarse en el archivo de la Fundación Francisco Franco y en el archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. La Fundación F. Franco conserva el archivo personal de Franco.

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Buenas tardes.

Hace tiempo que deseaba escribir mi andadura por el Opus Dei. Antes de nada, necesito pedirles consejo.

Soy una joven de 16 años. Asistí al club desde los 14. Me planteé la vocación... Hasta que descubrí que esa vida no era la mía.

Me he cansado de asistir al club. Tener qur hablar de intimidades a una hora concreta y de manera obligatoria. Aguantar meditaciones. Darte cuenta de el poco "turismo" que se hace en las convivencias. Sonreír y callar lo que piensas. En general siempre me han tratado bien, pero han sido pequeños "detalles" los que me han hartado.

Desde hace un par de meses tengo decidido que no quiero asistir más. Aún así no sé cómo decírlo. Quiero desaparecer. En los dos últimos años me hicieron el lío para ir a convivencias, convivencias que son extremadamente CARÍSIMAS y encima no se hacía "turismo" por la ciudad. Y todos los días Misa, y meditación y rosario... De hacerme el lío consiguieron que fuera a dos sin que mi familia pueda afronta tal gasto. Me "prestaron" el dinero y yo caí en la trampa. Ahora puede que por esto no pueda desaparecer de tal sitio. No recuerdo que mi madre haya firmado ningún papel. Ni tampoco quiero que me denuncien causando un problema a mi familia. Ahora mismo, mi familia no puede (ni quiere) afrontar ese gasto... Ni yo tampoco quiero. Me prometieron que haríamos cosas para vender, que me darían trabajo en porterías (mentira). Ahora, tengo claro que quiero irme pero esto me lo impide. ¿Qué puedo hacer?

Gracias.
Cascabeles

Esta noche, miércoles 12 de marzo, acabo de llegar de hacer mis propias averiguaciones. Fui a la estación 3 de febrero del ferrocarril Mitre para ver exactamente las características del lugar donde el P. Danilo fue atropellado por el tren y para preguntarle a la gente de la estación si esa noche habían presenciado el accidente.

La estación es aérea, es decir, no está cruzada por ningún paso a nivel por donde circulen peatones. Para ir desde la calle hasta la estación hay que subir por una escalera hasta llegar al andén donde paran los trenes. Se encuentra por encima de la Av. Dorrego y Av. Libertador, a poquísimas cuadras del centro de Clay, ubicado frente al Campo de polo. Tiene un solo andén. En uno de sus lados se detienen los trenes que salen desde Retiro (centro de Buenos Aires) hacia el conurbano, y en el otro se detienen los que vienen desde el conurbano hacia Retro. La estación está continuamente con vigilancia policial. De manera que en esa estación para ser atropellado por un tren a uno lo tienen que empujar, o se tiene que caer por algún desvanecimiento, o tiene que arrojarse a las vías por propia voluntad.

Hoy, un miércoles como el del accidente, fui pasadas las 20.00 hs. Me encontré con dos policías haciendo su recorrida habitual de un extremo a otro de la estación, y con dos o tres personas más que esperaban su tren. Le pregunté a uno de los policías sobre el accidente del miércoles pasado y me dijo que él no estuvo de turno esa noche, sino que llegó a la mañana siguiente, pero que sus compañeros le comentaron que la noche anterior había sido arrollado un hombre, no por un tren sino por lo que aquí llamamos “zorra”, que es un artefacto similar a un vagón de tren que recorre las vías en busca de desperfectos luego de que el último tren de la noche termina su recorrido, sobre la 21.00hs., más o menos. Me dijo que tenía que averiguar en la comisaria del ferrocarril Mitre, ubicada en Retiro.

Tomé el primer tren a Retiro y fui a la comisaría. Me atendió el oficial a cargo, que era el mismo que la noche del miércoles pasado estaba de servicio. Le expliqué a qué iba, dándole el nombre del P. Danilo. Me contó que esa noche los policías que estaban de guardia en la estación 3 de febrero lo llamaron para avisarle que había sido arrollado un hombre. Cuando él llegó a la estación eran aproximadamente las 23.00. Él fue el que vio al hombre muerto en las vías y dirigió todo el operativo para su traslado en ambulancia a la morgue. El cadáver estaba en las vías por donde circula el tren que va de Retiro hacia el conurbano, y había sido atropellado por la “zorra”, no por un tren. Me dijo que en este momento el caso está en manos del juez que está analizando los videos de las cámaras de la estación y de los trenes que ese día circulaban en ese horario para detectar en cuál tren viajaba el P. Danilo, a qué hora, en qué dirección y cómo fue que terminó atropellado por la zorra a una hora cuando ya no circulaban trenes, al menos, hacia el conurbano. Hasta que no se conozca el contenido de esos videos no podremos saber qué ocurrió realmente.

Aparte, escuché que esa noche el P. Danilo había ido a cenar con una familia amiga. Lo que explicaría por qué esa noche no estaba en su casa a la hora de la cena y nadie se preocupara. Quizá volvía en tren desde la casa de esa familia, y eso explicaría que a esa hora se encontrara en esa estación cercana a su casa de Clay. Sería interesante también hablar con la familia con la que el P. Danilo estuvo cenando esa noche para conocer su versión, sus impresiones acerca de cómo estaba el P. Danilo, etc. Aunque ¿será cierta esa versión de que estuvo cenando con una familia? ¿Cómo estaba el P. Danilo ese día, o los anteriores? Sólo las grabaciones de las cámaras del ferrocarril tienen la verdad. Y si no fue un accidente, los de su casa jamás lo dirán. Salvo que alguien supiera, o pudiera averiguar, quién es el juez que tiene los videos, y tuviera suficiente amistad con él como para enterarse de la verdad sin deformaciones.

Otra cosa. Encontré en el Facebook de Tomás Mendez, sacerdote numerario, la noticia según la primera versión completa de AICA, la que dice que murió atropellado por un tren. Pero simplemente la cortó de AICA y la pegó en su Facebook, con la frialdad gélida y aséptica típica de la “familia”. Qué horror… ¡¡¡Gracias a Dios nos fuimos!!!

Un abrazo bien fuerte y cariñoso para cada uno y cada una,

Pampa Salvaje

Paso a responder a la primera pregunta o perplejidad que Daneel manifestó en su nota del 10.03.2014: ¿por qué se transformó el Opus Dei de instituto secular en prelatura personal? En continuidad con lo que ya se ha dicho varias veces en esta página web, la razón de fondo que mejor explica el esfuerzo de ese cambio jurídico se halla en la megalomanía del fundador del Opus.

Por un lado, sabemos el deseo inmenso que tenía Escrivá (o Escriba) de llegar a ser obispo (ver Guillaume [28.09.2012]: Desde 1942 Escrivá intentó ser obispo). El derecho canónico no permite que el presidente general de un instituto secular –o el dirigente de una orden religiosa– llegue a obispo en el ejercicio de ese cargo. En cambio, estando al frente de una estructura jurisdiccional de la Iglesia, como eran en aquellos años las “prelaturae nullius”, Escrivá ya hubiera podido ser consagrado obispo al frente de la prelatura.

Por otro lado, en los años 50 del siglo XX había comenzado, impulsada por la teología católica centroeuropea, la así llamada “teología del laicado”. Un megalómano como Escrivá no podía permitir que otros le hicieran sombra; por tanto, alegó a comienzos de los años 60, como explica Estruch en su libro Santos y pillos, que él ya había visto la “teología del laicado” el 2 de octubre de 1928 por inspiración divina, de modo que sólo él era el auténtico precursor de esa novedad teológica. Permanecer en la figura jurídica de instituto secular, fundamentada en la espiritualidad del “estado de perfección” de los laicos consagrados, no estaba a la altura de la novedosa “teología del laicado”, más bien fundamentada en la “santificación del trabajo”, “autonomía de las realidades temporales”, “mentalidad laical” y otros conceptos más modernos que los consejos evangélicos del estado de perfección. De ahí que, abandonando el vetusto ropaje jurídico de instituto secular y revistiéndose de un lustroso traje a medida del megalómano, el Opus Dei respondía bien a los parámetros de la “teología del laicado”, tal y como los estableció el Concilio Vaticano II (1962-1965), en el que, por cierto, se creó la nueva figura jurídica de “prelatura personal”.

Es cierto, como dice Daneel, que los planteamientos de la teología del laicado resultan atractivos a una persona creyente. Muchos ingresamos en el Opus Dei atraídos por ese ideal evangélico, hasta que nos dimos cuenta de que la realidad de la vida interna del Opus iba por otros derroteros, muy distintos a los señalados por las apariencias de su versión oficial y muchas veces en contradicción con esta. En el fondo, a los gerifaltes del Opus no les interesa la teología del laicado para nada, como bien ha mostrado E.B.E. en su monografía analizando la teología subyacente a los “documentos internos” de la Obra de Escrivá. Me rectifico: sí les interesa la teología del laicado a la hora de conseguir cotas de poder político y a la hora de acumular dinero procedente de profesionales como banqueros, altos empresarios y otros laicos montados en el dólar o en el euro. Ahora bien, si analizamos la espiritualidad latente en los “documentos internos” de la Obra de Escrivá, no encontraremos ahí para nada la teología del laicado; en ellos se plasma el auténtico espíritu de Escrivá y aún palpita con vigor su megalomanía, con la que Álvaro del Portillo se identificó al cien por cien; y no olvidemos que los documentos internos –y no la hermosa doctrina de la versión oficial– son los que de veras reglamentan la praxis vital y cotidiana de los miembros del Opus, que en muchos aspectos sigue funcionando internamente como el instituto secular que fue años antes.

Josef Knecht

Estuve más de 20 años en la Obra. Entré a los 15 y me fui con 36. Este mes cumplo 40 y espero que la crisis de los mencionados 40 no me afecte, que bastante tengo con la que está cayendo, que eso sí que es una crisis, aunque los de dentro no se enteren porque no les afecte (y me alegro por ellos).

Me encanta el esquí. Ninguna actividad deportiva y de descanso me gusta tanto como el esquí… y he practicado muchas. Y me fastidia enormemente que sólo se pueda ir a esquiar unos pocos meses al año… y que para ello haya que desplazarse cientos de kilómetros y gastarse un dineral para hacerlo en un lugar en condiciones.

En mis años en la Obra, todos, TODOS los años, fui a esquiar. Algunos años “sólo” podía ir en una ocasión, cuatro-cinco días, en un plan de sr o del club, pero la mayoría pude ir más de una vez, generalmente en navidades y semana santa. Fui cuando estaba atendiendo clubes, fui mientras hacía el ces, fui cuando atendía universitarios y fui el año que estuve en un ctr de sg.

Desde que pité he tenido ocasión de esquiar en prácticamente todas las estaciones de España (Sierra Nevada, Sistema Central, Pirineo Aragonés, Pirineo Catalán…), las de Andorra y las del Sur de Francia.

Desde que me fui no he podido ir a esquiar ni una sola vez. Ni una sola.

La vida en el mundo real es más compleja…. es real.

Nunca he sido tan feliz como lo soy ahora… y nunca me ha importado tan poco no haber ido a esquiar.

El nume esquiador

Queridos amigos que apoyáis el congreso de los ex opus,

Me encantaría que se organizase dicho congreso. Contad conmigo para todo. Me parece genial si se hace en Roma, aunque tal vez sería más práctico empezar por algo más cercano y económico. En mi caso sería importante, aparte de las ponencias, repercusión mediática, etc., el poder conocernos personalmente y sencillamente pasar un buen rato. Me siento orgullosa de la categoría intelectual y humana de las personas que colaboráis en esta web. Mis pequeñas aportaciones suelen ser más terrenales y cotidianas. Estoy orgullosa de normalmente ser solo un número de la "Gente online" conectada a Opuslibros.

Es normal que muchos prefiráis quedaros en el anonimato. Hace unos años yo me habría sentido igual de amenazada. Son poderosos y prepotentes. Si ahora me dejan indiferente es por el gran "merito" de estar jubilada y no tener ninguna persona que dependa de mis decisiones y compromisos.

Estoy de acuerdo que para empezar necesitaríamos que alguien se responsabilice de organizarlo de hacer una web y todo eso. No puedo hacerlo yo porque informáticamente hablando soy una nulidad y Agustina creo que ya tiene bastantes responsabilidades. Hay tanta gente preparada y con capacidad para responsabilizarse de este proceso que estoy segura que saldrá adelante.

Saludos,

Marta Domingo

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