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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 10 de Diciembre de 2014

Vagabundeando por la página del opus dei, veo que ya publicaron las preces... tal vez en Documentos Internos se pueda poner una liga que lleve a su consulta. 

Ojalá que algún día lleguemos a ver un opus dei completamente transparente... que dé a conocer, al menos a sus miembros, todos los documentos internos.

Arnust

1. Interesante con matices la entrevista en Radio Euskadi, donde se obviaron temas capitales como la forma da captación de los adscritos (quizás se dio por sabida la lección  en los oyentes). A la misma conduce también la perspectiva completamente antinómica de los contertulios sobre el Opus Dei y que subyace a muchos escritos de esta web, proyectándose sobre todos los temas.

2. La cuestión atañe al origen del Opus Dei. Mientras para Carmen Charo el Opus es “fruto de una enfermedad del fundador” (palabras textuales en la radio) para  Antonio Esquivias sí existe un carisma fundacional en el Opus (Opuslibros 24 de noviembre), carisma que estriba en poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas (lo que llama “cielo” en su libro). A raíz de ahí las explicaciones de la evolución del Opus son completamente divergentes: para Carmen Charo el Opus es un grupo sectario, perverso, sin ninguna finalidad buena. En cambio, para Esquivias la institución, en cuanto organización,  se ha pervertido por no respetar los derechos, humanos y la libertad de conciencia (la institución es la “jaula” en su libro ).

3. Ambas concepciones conducen a proyecciones completamente diferentes. Si el Opus no tiene origen alguno religioso y es fruto de la enfermedad de su fundador, lo que procede es su erradicación. Si, por el contrario, sí existe ese carisma fundacional, que es positivo, lo que procede es reformar las prácticas desviadas, depurarlas.

4. Participo, pues, de la perplejidad de Ruta (19 de noviembre): “los que quieren en la Web que el Opus Dei se hunda, y los que quieren en la Web que el Opus Dei se reforme”

5. El “principio de contradicción” propugna que una proposición y su contraria no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido. En este sentido, el Opus Dei  o es obra de Dios o no lo es, hubo un carisma originario o no, no caben puntos intermedios.  Esta antinomia la salva Esquivias recurriendo a las creencias: el carisma es como la fe,  un tema de conciencia, luego no cree que se deba discutir. También en la entrevista radiofónica Carmen Charo refiere a que es su opinión.

6. Situados en el terreno de las creencias o de la fe, obviamente se excluye cualquier discusión sobre la existencia o no de ese carisma, de esa inspiración divina. Ahora bien, esa perspectiva (en contra de lo afirmado por Esquivias) no es la única posible. Existen otras perspectivas, otros terrenos sobre los que puede entablarse la discusión acerca de la existencia o no del susodicho carisma. Fundamentalmente existe una perspectiva histórica: ¿cómo y a partir de cuándo Escrivá comunicó a los demás ese carisma recibido de Dios? Existen testimonios orales de sus coetáneos y testimonios escritos. En cuanto a estos últimos Joan Estruch en su libro “Santos y Pillos. El Opus Dei y sus paradojas” muestra,a través de un estudio de las ediciones de Camino, cómo el tema central de la santificación del trabajo dista de estar lejos de las preocupaciones originarias del fundador, siendo una incorporación de los años sesenta.

7. Otro campo de discusión posible  se adentra en el terreno de la psicología, y es igualmente interesante: ¿Existen factores comunes entre los exmiembros del Opus que expliquen la diversa orientación de los mismos en cuanto a la cuestión fundamental de si existe o no un origen divino o una inspiración, un don o talento especial  recibido por Escrivá de Balaguer de Dios, y me refiero a factores medibles? A título meramente especulativo apunto algunos posibles  (serían necesarias encuestas y entrevistas personales): la intensidad del adoctrinamiento, la forma de salida del Opus –pacífica o más o menos pactada o no-, la ocupación o no de cargos de gobierno y, con ello, la  toma de conciencia de la propia responsabilidad por el  eventual daño hecho a otros miembros, o, por el contrario, la elusión de la misma por algún tipo de justificación personal que remite a la bondad de los fines institucionales, el mero transcurso del tiempo, el grado de voluntariedad en la adscripción a la organización, etc etc

8. Creo que dilucidar todo estos extremos, desde la propia introspección,  aportaría nueva luz sobre el grado de utilidad de esta  web y la mejor forma de contribuir al bien común.

JaraySedal

Pues la respuesta es muy sencilla: para lo que les interesa es una diócesis y para lo que no interesa, no lo es. Como todo en el Opus Dei. Hay que reconocer que son muy buenos especialistas en aquello de “Donde dije digo, digo Diego”.

Voy a poner un nuevo ejemplo para demostrar la bipolaridad del Opus Dei con una serie de hechos acontecidos en los últimos días. Aviso que solo me limito a exponer los hechos y no entro a valorarlos:

- Hecho 1: Antonio Esquivias solicita un dinero por haber pertenecido al Opus Dei durante 30 años. Se lo deniegan, aunque luego dicen que le reconocerán los 12 de sacerdote. Pero el resultado es que Antonio no ve ni un euro.

- Hecho 2: Mons. Ureña, Arzobispo Emérito de Zaragoza, ordena como diáconos a 8 seminaristas en Marzo de 2014. En Septiembre de 2014, son las ordenaciones sacerdotales y decide no ordenar sacerdote y reducir al estado laical a DPM y le asigna una compensación de 60.000 euros. (Por cierto, DPM pertenecía a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz (sss+), aunque de los diáconos de la sss+ reducidos al estado laical ya hablaremos en otro escrito).

Habitualmente cuando un sacerdote o diácono abandona su ministerio, la diócesis presta un apoyo espiritual y material. No entro a valorar si Esquivias se merecía 6 euros o 6 millones, solo afirmo que si Esquivias hubiese pertenecido a cualquier diócesis, hubiese salido con cierto apoyo económico, al igual que ocurre en casos similares en las diócesis y en casi todas las instituciones de la Iglesia.

Igualmente, el Opus Dei sólo se plantea reconocer los años trabajados a los sacerdotes que se marchan y no de los laicos que se van, ¿eso quiere decir que, en este caso, no interesa que los laicos pertenezcan al Opus Dei? ¿Por qué sí reconocen el tiempo en la Obra de los sacerdotes y no a los laicos que han trabajado en delegaciones y comisiones?

BoQ

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