Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 20 de Septiembre de 2013



¿Retorcimientos?.- Manzano

Pido disculpas a quienes hayan considerado que mi escrito del pasado viernes (13/09/2013) contenía una falta de caridad o de respeto hacia entrevistadora y entrevistado del ya famoso vídeo del “cambio de planes”.

Mi acto de contrición y arrepentimiento me ha llevado a repasar lo que escribí y aunque no logre discernir en qué pude ofender, entiendo que hay personas más sensibles que otras, con pieles más finas que otras, que se irritan por poco, por mucho o por menos. Los sarcasmos, ironías y lecturas tensionales pueden llevar a interpretaciones de todo tipo y admitamos que cada uno tiene su estilo, el mío algo ácido, lo admito.

Arnust me sorprende que sea reiterativo en su frase “Personas hasta cierto punto retorcidas (nosotros)”, ya que se la pude leer en otro reciente e interesante escrito suyo del 05/04/2013. Pues, si da por hecho que todos los que dejamos la opus y escribimos aquí somos así: ¿qué le sorprende?

También admito que llamar a alguien “supernumeraria medio encajada” es inapropiado y voy a rectificar sin más dilación: la entrevistadora seguramente es una supernumeraria super-encajada y muy maja. Siendo además esposa del entrevistado, tal como nos descubre Al Chile, mi devoción es máxima.

“Aburricólogo”: no significa nada, fue una palabreja que pillé al vuelo pensando que el “comunicólogo” estuvo muy “aburrido” en su exposición. Curiosamente -no hay bien que por mal no venga-, si se teclea este mote que recientemente inventé en Google, el buscador más universal, aparece en primer lugar: opuslibros.org. Ya tenemos pues una nueva entrada para esta web.

Y si alguien vio, interpretó o leyó algún otro tipo de calificativo contenido en ese "aburricólogo", además del dermatólogo sería aconsejable ir pensando en visitar también al oftalmólogo.

Quizás equivoqué el enfoque al llamarle cara dura al entrevistado, debí decir: ¡vaya señor más arrogante!, que se atreve a despachar su vocación divina al Opus Dei – sin olvidar que la tuvo desde la eternidad y después de 25 años ejerciéndola en la institución- con una cartita que entrega él mismo en mano en el Vaticano, abriéndose incluso paso a los controles de la guardia suiza como él mismo nos cuenta. Una arrogancia sólo comparable a la del fundador: de tal palo tal astilla. Un problema personal con su institución que quiso resolver a lo grande, implicando al Papa. Me suena que hay jurisprudencia papal o precedentes en ese sentido: en su día el Santo Padre mandó a paseo a ese fundador diciéndole que sus problemas internos (caso Panikker) no eran problemas de la Iglesia.

Me obligo a pedir perdón nuevamente por si he faltado a los mismos o a alguien más con este renovado enfoque de mi postura y opinión. Quizás me equivoqué en mucho, pero no en todo, pues el olfato todavía me funciona detectando lo poco clara que parecía la entrevista y el tufo que desprendía. Gracias Al Chile, por descubrirnos la insospechada relación familiar entre los protagonistas televisivos y la raíz opusina de la editorial de los libros que dicho matrimonio publicita.

Saludos,
Manzano





El síndrome de Estocolmo y el Opus Dei.- Unocomocualquiera

Si lo conocieras, sabrías que esa persona –dentro de lo buena que pueda ser- es todo menos centrado. Este es un argumento ad hominem, como me lo enseñó Carlos Ll., con “golpe escondiendo la mano”, como me lo enseñó la Obra.

 

¿Qué es lo que hace que una persona, después de haber estado secuestrada espiritual y físicamente durante años por el Opus Dei –los mejores años de su vida, dicen algunos-, bajo una grave manipulación sectarista que es todo menos cristiana, al salir sienta remordimiento y ganas de regresar y pedir perdón?... ¿Es acaso la amenaza que hizo del fundador de que los que se fueran iban a dar al infierno?, ¿Es acaso el pensar patológicamente que al ser infieles se merecen nada más que sufrir? ¿Es posible decir sí-pero-no, es decir que era feliz en la Obra pero haberla dejado para casarse es aún mejor y también plan de Dios? ¿Pueden ambos, el fundador y la esposa tener razón, es decir se condenará pero es feliz? Todo esto es un sinsentido...



(Leer artículo completo...)



 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?