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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 09 de Octubre de 2013

Me uno al comentario de Hormiguita. Me parece muy buena la traducción, del escrito de Oráculo "La libertad de las conciencias en el Opus Dei", al inglés. También pienso que el post-script es digno de traducirlo al español. Como siempre, los escritos de Gervasio son muy buenos. Son llamativas las piruetas canónicas que últimamente está haciendo el Opus Dei. Manifiestan una cierta inquietud en sus autoridades.

Saludos,
E.B.E.

Pero que sandeces con rejalgar y las chorradas varias respecto a la vocación. Mi pregunta es: ¿los curas numerarios son curas válidamente ordenados?. La llamada es errática. ¿Acaso yo me casaría con tal mujer porque me lo dijera mi padre? Pues no. Me casaría con la mujer que amo, independientemente de lo que dijera mi padre. Además, creo recordar, que un impedimento para ser numerario es haberse rozado con un seminario o haberse acercado demasiado a una comunidad religiosa. Si el prelado y/o sus secuaces, no le “pidiera”, a ese numerario o agregado que  ordenarse cura, éste seguiría su vida laical “habitual”. Por lo tanto, esa “llamada” a la vida sacerdotal como cura, es errática, como he dicho anteriormente. Además ser numerario o agregado no supone cambio alguno de estado ni puede ser equiparado  a los curas ni religiosos. ¡¡Toma esa!!

Por lo tanto, un cura numerario es como un círculo cuadrado, metafísicamente imposible.

A mi entender, un cura numerario no es cura, es simplemente un numerario disfrazado con el hábito talar, ya que su “vocación” no es ser cura, sino numerario.

Los curas agregados y supernumerarios ya es otro cantar.

Por lo tanto, D. Sergio Armando, adelante. Sé FIEL por haber tenido una Llamada de Dios y querer ser sacerdote desde los 7 años. Una vez caído en la tentación del Amor de Dios: Serás el hombre más feliz del mundo.

Un saludo a tod@s, sin sulfuro de arsénico, claro está.

Class

Hola a todos.

Realmente, no sé por dónde empezar, os leo hace un par de años y considero que en esta página hay gente con mucha categoría intelectual y emocional. Eso para empezar. Por mi parte contarles que estoy dentro aún como supernumeraria, a punto de salir, pero que por diversos motivos, me es imposible ahora. Algunos de ustedes saben perfectamente lo que significa la salida, es mas difícil para los numerarios que para los supernumerarios, pero estoy en ello. Tengo mis esperanzas que el nuevo Papa, haga algo con esta gente y ponga ya nuevas normativas, para el tema de la charla fraterna, y el tema de secreto de confesion, etc. etc.

Os voy a contar mi historia, y pido que si alguien se siente identificado, por favor me envie un mail, ya que a veces me parece que soy la única idiota que ha pasado por estos momentos, en fin... ya me contarán. En primer lugar voy a disfrazar nombres, lugares, por motivos que ya os imagináis. Vengo de otro país. Aterrizo en España, hace ya un buen tiempo, con una maleta  y varios hijos, con nuevas ilusiones a un pais, que conocia solo de turismo, y a una ciudad que nunca habia visitado. Tenia referencias muy malas acerca de la obra, y nunca había tenido contacto con ningun miembro en mi pais; voy a ir acortando porque no quiero ser un tostón...

De modo paralelo al conocido itinerario jurídico de la institución bien podría elaborarse el itinerario onomástico de su fundador.

Cabrían en él las diversas denominaciones empleadas por él mismo o por los dirigentes de la institución que fundó (José María Escrivá Albás; José María Escrivá; José María Escrivá de Balaguer; Josemaría Escrivá de Balaguer; Monseñor Escrivá de Balaguer...), variedad que no deja de constituir todo un fenómeno onomástico.

El fenómeno se complementa con la sistemática ausencia de otros apelativos que hubiesen sido perfectamente posibles dadas las costumbres de época y lugar, como Padre José María o Padre Josemaría, y/o Padre Escrivá o Padre Escrivá de Balaguer, común denominación de los sacerdotes en España.

Asimismo es notable la mudanza en las denominaciones utilizadas según va cambiando la condición del denominado. Por ejemplo, una vez llegado a los altares sorprende la discontinuidad que suponen las denominaciones empleadas frente a otras, quizá más lógicas, como Beato Escrivá ó Beato Escrivá de Balaguer.

Finalmente aparece la curiosa denominación de San Josemaría cuya principal virtud es -quizá- la de evitar cualquier relación fonética con los nombres anteriormente utilizados, al tiempo que -gracias al neologismo Josemaría- hace innecesaria la especificación frente a otros santos cuyo nombre propio es también el de José María (uno de los más recientes, San José María Rubio, canonizado en Madrid en 2003).

Todo este jaleo onomástico -cuyo origen imagino muy lejos de la simple ingenuidad- contribuye, por ejemplo, a que un autor piadoso haya citado recientemente un texto del fundador atribuyéndolo a... ¡San Escrivá de Balaguer! Muy lógica confusión por otra parte si se tienen en cuenta las comunes denominaciones de muchos santos (San Ignacio de Loyola, San Antonio de Padua, San Nicolás de Bari, Santa Teresita de Lisieux...)

Para acabar, resulta que después de tantas vueltas por evitar el paralelismo con los religiosos en general y con los jesuitas en particular, las iniciales  de la denominación definitiva son precisamente ¡S. J.!

Bdm

La lectura de la última contribución de Jaume describe muy bien, a mi parecer, el proceso de entusiasmo (es decir, de “endiosamiento”) que fue la vida y carrera de nuestro santo predilecto.

Al principio nos encontramos con un seminarista y pronto joven sacerdote, lleno de inquietudes, que sobre todo hicieron de él un culo inquieto donde los hubiera. Ello, sin perjuicio de que fuera hombre de una sincera piedad, como yo creo que era. Andando el tiempo, sus barruntos devienen en inspiraciones divinas y, a la postre, como Jaume bien dice, en la autoconsideración de mensajero forzoso entre Dios y sus adeptos; incluyendo entre éstos a quienes, quisieran o no, él les colocaba por las buenas la famosa vocación, aunque,  y como aquí se ha dicho, fueran simplemente chicos de buen corazón intimidados por el acoso de quienes iban a por ellos. Éstos, a su vez, cuando lo hacían, se limitaban a ejercer con otros el mismo acoso que habían padecido ellos; es decir, una especie de rito iniciático comparable al de las tradicionales novatadas de los diversos centros de enseñanza.

 Eso sí, la novatada en este caso les salió muy cara a algunos de los pobres novatos.

Pepito

Queridos amigos: Lo que cuenta Spiderman en su último escrito es realmente tremendo. Si lo releéis con detalle es como para que se te ponga la carne de gallina. Sin embargo, debo decir que todo lo que dice es absolutamente cierto, por más brutal que parezca. De hecho, he de reconocer que alguna vez escribí algo parecido (sin la calidad, claridad y exactitud de Spiderman) y no tuve lo que hay que tener para mandarlo a publicar en esta página web.

Lo que dice Spiderman puede ser muy molesto y muy desagradable, pero es verdad. Como decia Serrat: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio."

Besos y abrazos para todos y no os perdáis este mes de octubre que está de escándalo, precioso, en el Areópago.

Dionisio, el Areopagita

ANTE EL PROCESO DE CANONIZACION DE ALVARO DEL PORTILLO.

Se ha escrito mucho y bien aquí sobre la perplejidad que produjo en su momento y sigue creando entre el pueblo cristiano la canonización de San Josemaria Escriva.

De forma muy bien documentada se explica, entre otros, en el libro de E.B.E. “El Opus Dei como revelación divina. Análisis de su teología y las consecuencias en su historia y en las personas”. Su lectura es muy enriquecedora y si supiera a quien o quienes, compraría varios ejemplares para hacérselos llegar a las personas que llevan en Roma las causas para los santos, cara al proceso de canonización de Alvaro del Portillo, totalmente co-responsable junto con el fundador del balance actual del Opus Dei, que hace mucho mas mal que bien.

Pero aquí viene la primera dificultad: aunque enviase un camión de ejemplares, es muy probable que el susodicho tráiler se “perdiera” en el camino.

La maquinaria del Opus Dei para fabricar santos es una de las mejores que existen, por eficiencia y velocidad. De hecho, creo que es la mejor, y si se lo proponen, pueden canonizar al Chato (el perro de tía Carmen).

A mi no me molesta que la Iglesia diga que tal o cual señor esta en el cielo, ¡cómo me va a molestar!. En cierto sentido es un alivio: si “cualquiera” puede entrar por la puerta estrecha, pues yo también podré, ¿no?

Pero otra cosa es el hecho de la ejemplaridad del que se propone como santo y la ratificación del espíritu, de la teología y de las consecuencias para las personas. Ya es un problema que el santo fundador sea santo, precisamente por ser fundador: su obra ha hecho, está haciendo y –si alguien no lo remedia- seguirá haciendo mucho daño a mucha gente. La beatificación de Del Portillo supondría un nuevo espaldarazo a este espíritu que, como se ha documentado ampliamente en estas paginas, lleva en su raíz y en su praxis principios nada evangélicos y contrarios a la propia esencia del crisitanismo.

El pueblo fiel desconfía cada vez mas de la jerarquía de la Iglesia por casos como este. El nuevo Papa Francisco ha proporcionado algún aire de esperanza por su forma distinta de afrontar los temas principales. Y el Opus Dei no es un tema menor. ¿Cuánto será capaz de arriesgar en esto? La canonización de Escrivá se realizo cuando internet apenas existía. Ahora es mas complicado que los responsables se hagan los sordos.

Nadie me va a pedir mi testimonio sobre D. Álvaro. Pero sí, lo conocí, en tertulias y pasillos, y a través de aquellas películas que nos obligaban a ver para “celebrar” algún dia de fiesta. Nunca me produjo ninguna especial impresión, y me sentía mal por ello, pues se supone que debíamos estar todos agradecidísimos y encantadísimos de escucharle. Pero la realidad es que era un cura bastante soso que repetia siempre las mismas cosas con las mismas palabras. ¿Qué esta en el cielo? Sí, seguro que sí. Yo también sé que mi abuelo y mi padre lo están. Pero la pregunta es: ¿es necesario que la Iglesia ratifique de modo solemne que este señor, digamos, no se ha condenado eternamente? ¿Este proceso hará… más bien que mal o más mal que bien? Somos muchos los que estamos convencidos de los segundo. Pero andamos por las calles, no en las sacristías. En países del mundo entero, no en el Estado Vaticano. Somos ovejas; y hasta que los pastores no escuchen a las ovejas hasta “oler a oveja”, nada parara esta maquinaria y nadie se dará por aludido.

impotencia

Ayer me reuní con esos numerarios que, por alguna razón no del todo clara te siguen frecuentando. Te platican de conocidos comunes, de los enfermos, etc., y que no desaprovechan para contar alguna que otra cosa que deje bien parada a su madre guapa.

Ante un comentario mío sobre lo que está emprendiendo el papa Francisco en la Iglesia, con un poco de picardía le dije a este amigo que a ver cómo le iba a la obra, especialmente con aquellas cuestiones de que un jesuita no entraría a un centro y demás lindezas del estilo; a lo que respondió que no le preocupaba, pues el santo padre era muy devoto de san Josemaría. Una vez soltado el comentario, no pudo dejar de contar el resto, a saber: que habían comentado en esas tertulias en que invitan alguien de la comisión regional por la fiesta del 2 de octubre, que el Papa, siendo entonces sacerdote, en un momento en que experimentaba la contradicción de los buenos por parte de sus hermanos de religión, por alguna razón se dirigió a Josemaría y le dijo que si en verdad era santo, le ayudaría a salir del problema. Lo que aconteció al día siguiente fue que sacaron al jesuita de su encierro forzoso y se lo llevaron para hacerlo obispo, por lo que terminaron así sus problemas. Por ello, y desde entonces, es devoto del fundador.

Me llama la atención no haber leído sobre el tema en esta web. ¿Será exacta la anécdota? Desde la visión sobrenatural, espero que con esa confianza, pueda decirle "Si en verdad eres santo, no te molestará que te enderece todo lo que se quedó mal en Tu obra".

Arnust.

Pienso que no hay gran necesidad de dar vueltas sobre lo que nos parece que en la Obra va mal. Para nosotros no fue camino de vida, sino de perdición. Los que buscamos a Dios y siempre lo hemos hecho no estamos solos. Dios mismo se ha adelantado para salvarnos de un camino que no era el nuestro. Papa Francisco nos trae luz sobre tantas cosas! Y una de ellas es la intuición que sentíamos en la Obra de falta de libertad, de que todo se nos presentaba como un camino hecho y acabado, como si Dios no fuera siempre un descubrimiento, como se todo estuviera hecho. Traigo las palabras del Papa, que dan tanta esperanza y nos confirman en nuestro camino de una búsqueda por el rostro de Cristo, en los otros, en nosotros, a través de la Iglesia. Una maravilla!

“Sí, este buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen a la incertidumbre. Debe dejarlo. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Yo tengo esto por una clave importante. Si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Quiere decir que es un falso profeta que usa la religión en bien propio. Los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, siempre han dado espacio a la duda. Tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras certezas, hemos de ser humildes. En todo discernimiento verdadero, abierto a la confirmación de la consolación espiritual,  está presente la incertidumbre”.

“El riesgo que existe, pues, en el buscar y hallar a Dios en todas las cosas, son los deseos de ser demasiado explícito, de decir con certeza humana y con arrogancia: ‘Dios está aquí’. Así encontraríamos solo un Dios a medida nuestra. La actitud correcta es la agustiniana: buscar a Dios para hallarlo, y hallarlo para buscarle siempre. Y frecuentemente se busca a tientas, como leemos en la Biblia. Esta es la experiencia de los grandes Padres de la fe, modelo nuestro. Hay que releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba. Todos nuestros antepasados en la fe murieron teniendo ante los ojos los bienes prometidos, pero muy a lo lejos… No se nos ha entregado la vida como un guion en el que ya todo estuviera escrito, sino que consiste en andar, caminar, hacer, buscar, ver… Hay que embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y dejarse encontrar por Dios”.

“Porque Dios está primero, está siempre primero, Dios primerea. Dios es un poco como la flor del almendro de tu Sicilia, Antonio, que es siempre la primera en aparecer. Así lo leemos en los profetas. Por tanto, a Dios se le encuentra caminando, en el camino. Y al oírme alguno podría decir que esto es relativismo. ¿Es relativismo? Sí, si se entiende mal, como una especie de confuso panteísmo. No, si se entiende en el sentido bíblico, según el cual Dios es siempre una sorpresa y jamás se sabe dónde y cómo encontrarlo, porque no eres tú el que fija el tiempo ni el lugar para encontrarte con Él. Es preciso discernir el encuentro. Y por eso el discernimiento es fundamental”.

“Un cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel que hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la ‘seguridad’ doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe se convierte en una ideología entre tantas otras. Por mi parte, tengo una certeza dogmática: Dios está en la vida de toda persona. Dios está en la vida de cada uno. Y aun cuando la vida de una persona haya sido un desastre, aunque los vicios, la droga o cualquier otra cosa la tengan destruida, Dios está en su vida. Se puede y se debe buscar a Dios en toda vida humana. Aunque la vida de una persona sea terreno lleno de espinas y hierbajos, alberga siempre un espacio en que puede crecer la buena semilla. Es necesario fiarse de Dios”.

Nadasepierde

Hola,

Jaume: quisiera hacer un par de consideraciones (lo siento, tendrás que sufrirlo con cristiana resignación) sobre la biografía de Escriba.

1 - En el capítulo previo hablas del "paso de Escriba de zona roja a zona nacional". Esta forma de describirlo pudo ser común hace tiempo, pero creo que no debiera usarse en un trabajo analítico riguroso como es el tuyo. Esta terminología era propia de la propaganda franquista, cuando lo más habitual entre los historiadores es el término "zona republicana" y "zona rebelde". No olvidemos que los términos anteriores los usaron los vencedores para señalarse a sí mismos como verdaderos españoles, mientras que en frente estarían los rojos, compendio de todos los males, cosa que como suele suceder en la realidad, y nos comenta Ana Azanza, es una mentira o una exageración.

2 - En el último capítulo publicado, haces unos paralelismos entre Escriba y Lutero que me parecen desacertados. Creo que los católicos tenemos una visión deformada de Lutero y del protestantismo. Mucha teología católica actual (y el pensamiento occidental en general) existe gracias a Lutero, que como dice una teóloga amiga "hoy día todos tenemos claro que la mayor parte de lo que decía era verdad". Baste decir que yo mismo en una iglesia católica en Alemania he cantado himnos de Lutero durante la misa. Ni que decir tiene que Lutero las armó pardas, pero no por su teología, sino por su participación en la política de su tiempo. Pero Lutero no se propuso a sí mismo como nuevo mesías.

Fletcher:

Estoy muy de acuerdo con lo que dices, sobre todo porque algún conocimiento familiar tendrás de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). El problema de la Gran Cultura española de la preguerra es, como tú dices, que era "para la minoría, siempre". Es cierto que mucha gente de aquella época se comprometió políticamente con la las clases bajas y lo perdió todo (Negrín, Lorca, Alberti...), pero eran gotas en un desierto o un polvorín a punto de estallar. Aún así, la cerrazón de los sectores más conservadores de la sociedad española, con la Iglesia al frente, veía en ellos un enemigo a abatir... y vaya si lo consiguieron. Llama la atención, como dices tú, la inquina que tuvieron con alguien perfectamente inofensivo, como Julian Marías. Que Dios les perdone.

Spiderman:

Me ha impresionado el análisis que haces en La seducción de los adolescentes. Hace falta valor para desnudarse moral y emocionalmente como has hecho tú. Sin duda ha requerido un esfuerzo de auto reconocimiento y reconstrucción importante.  Si te fijas, has dado en la línea de flotación del Opus Dei: su imagen, hasta ahora, era inmaculada en el campo de los abusos a menores. No puede deducirse de tu escrito que se cometan, pero has puesto en evidencia que no todo es tan prístino, mullido e impoluto como se muestra al exterior. Pobres niños, pobres muchachos, pobres numerarios. Que Dios les asista a todos.

Que Dios os guarde, orejas.

Ramón

Para el lector novato le sonará raro pero en las bibliotecas de los Centros del Opus Dei nunca encontrará un libro de anatomía o de medicina y menos de sexualidad porque Escrivá previno a sus hijas e hijos de la curiosidad de ver desnudos. Inclusive recomendó que las tarjetas postales llevaran al niño Jesús con pañal para que no se notara su pene o a la Virgen el seno al amamantar a su hijo o a Cristo desnudo en la Cruz. Las revistas y periódicos son materia de escrupuloso escrutinio para recortar todo tipo de imagen "deshonesta" o artículo impúdico. Por eso es que siempre los diarios y revistas pasan por manos del Director antes de ser puestos en la Sala de Estar. Lo mismo en el cine (recortar los filmes) y en el arte.

Yo estaba suscrito a una revista artística y llegó un número con representaciones de desnudos masculinos y femeninos - no en pleno coito - sino juntos. Una exploración de la sexualidad y su representación en el arte de vanguardia. C era director y entró a mi habitación y encontró la revista sobre mi escritorio. Al retornar de la universidad me llamó aparte y me hizo la siguiente recomendación: recorta esas pinturas que están en tu revista por ser impúdicas. Me acordé de San Josemaría diciendo que podía ver con ojos limpios a la Venus desnuda de Boticelli pero... a las vanguardias había que tenerles cuidado. Así que no arranqué las hojas porque me interesaba la crítica artística pero si tuve que recubrir de cartón las fotos para que no se trasluciera.

Menos mal que ahora C y yo salimos de esa locura restrictiva de la mente y podemos libremente criticar las manifestaciones artísticas de vanguardia.

Nicanor

nicanor.wong@gmail.com

En sintonía con el valiente testimonio de Spiderman, "La seducción de los adolescentes", he de contar dos anécdotas personales. La primera sucedió en el confesionario que era una pequeña sala de atención de visitas. Confesé al padre T. un suceso de pureza que me había afectado mucho - hoy y ahora me entero que es algo natural en los adolescentes y se le llama eyaculación espontánea -, el caso es que estaba asustado por ser mi primera vez. Entonces el padre T. me abrazó y me dio un beso en la mejilla para tranquilizarme. Lo entendí como una manifestación de cariño. Años después, otro renombrado sacerdote, que por su condición de Obispo no vivía en el Centro, me introdujo a en su casa y para saludarme me dio un beso en las dos mejillas. Nunca lo entendí como algo torcido sino como una muestra de cariño... poco usual, probablemente por la vehemencia con la que vivía mi vocación y proselitismo que causaba anécdotas que tomaban como ejemplo para las charlas que se daban a otros numerarios. Digamos que era un joven numerario ejemplar y mis ocurrencias apostólicas corrían de boca en boca.

Con respecto a los niños, gracias a Dios, nunca sucedió nada extraño o por lo menos nunca me enteré. Sí he de confesar que sentía placer al estar rodeado de menores de edad y sentir su puro e infantil cariño cuando dictaba alguna charla y uno me abrazaba el cuello, o se pegaba a mi, o en el coche de regreso de algún paseo se quedaba dormido apoyado en mi hombro. Pero esto no era nada novedoso. Ya antes de hacerme del Opus, siendo un pre adolescente, los niños veían no sé qué en mi que me buscaban para jugar o conversar y eso a veces me disgustaba y me escondía para poder estar con chicos mayores que yo. Hoy me sucede lo mismo, los hijos de mis compañeros o los que me encuentro en alguna fiesta infantil me toman como su "juguete grande".

Sí supe de algunas relaciones homosexuales de numerarios y agregados porque llevaba sus charlas fraternas y, bueno, tuve que redactar el Informe Personal y esperar respuesta. A todos se les sugirió se marchasen.

Nicanor

nicanor.wong@gmail.com

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