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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 01 de Noviembre de 2013



Amputaciones del espíritu.- Paiquito

Hola.

El escrito de Manzano del pasado miércoles, “Museo de la raza extinguida” me hace escribir este correo con la intención de proseguir un poco con lo que manifiesta, que es la asimilación de la propia historia, contraria al que evade su pasado por problemático, desagradable o abrumador, quizá.

Hace un poco de tiempo me tocó ver un reportaje sobre las terapias que recibían unos excombatientes que terminaron con partes amputadas de su cuerpo. Eran un grupo, con una serie de instructores, quienes aprendían a hacer deporte en el mar. Sus limitaciones no eran tan drásticas que no pudieran de alguna manera nadar sostenidos a una tabla de surf, pero a todos les faltaba un pie, o un brazo, u otro tipo de situación similar.

Al estar viendo el reportaje pensé en mí, en mi paso por el opus dei, y en el paso de otras personas cercanas que también caminaron por tal experiencia, y pensé que todos llevamos una serie de amputaciones, pero a nuestro espíritu: no se ven, pero ahí están. Se notan cuando interactuamos con otros, o cuando pensamos en algo, sin que los demás, aún en la Iglesia, piensen así.

El escrito de Manzano creo que habla de una parte muy importante, la de darnos cuenta que nuestro pasado existe, que podemos tocarlo, hablar de él, y reconstruir nuestro ser. Es como volver a sentir un pie que parecía que no existía, entumecido, y volver a sentir el correr de la sangre y con el tiempo, sostenernos en él.

También quisiera comentar un poco el último escrito de EBE, “La conciencia del engaño”, cuando habla de fraude del opus dei, que sería el de presentar lo arcaico como nuevo, lo enajenado como inspirado, lo mundano como espiritual, las necesidades de grupo con las necesidades de la Iglesia.

Saludos.

Paiquito





El solideo tiene truco.- Normalito

La foto que nos envió Atomito el pasado 23/10/2013 correspondiente a la audiencia que el Papa Francisco concedió al prelado Javi, contenía algo, había un mensaje, una estrategia oculta en esa mise en scéne que no supe ver ni leer en aquel momento.

 

Doserra nos explicaba muy bien cinco días después que, si conociera un mínimo de protocolo eclesiástico, sabría el prelado que los obispos sólo se descubren delante de Dios, significado etimológico de solideo...

 

Creo que los que asesoran a Javi lo saben y lo sabían muy bien. Pero dadas las circunstancias, los sibilinos han sacado conclusiones del discurso de nuestro actual Papa y si nos fijamos, el solideo sirve para ocultar sutilmente la cruz de oro, el pectoral macizo que destacaría mucho sobre la sotana negra.

 

Bien es sabido y también se puede observar algo en la foto, que Francisco optó por renunciar a un pectoral de esas características para portar uno más discreto, creo que de plata, para ejemplarizar su mensaje. ¿Os imagináis el contraste entre una cruz y la otra, siendo el del personaje de mucho mayor rango es más humilde que el del simple prelado? El orgullo desmedido del Opus no les permitiría tal imagen y decidieron seguramente ensayarle al jefecito un movimiento disimulado para salirse con la suya y evitar -como siempre- un escándalo.

 

Normalito.





Opus, España, Educación y Confusión.- pepito

Me temo que quienes desde dentro de la cosa lean la web, sentirán cierto regocijo ante la contribución que Ana Azanza publicó el miércoles; pues, por suerte, no abundan en ella las que se le puedan comparar en vacuidad de fondo y de forma. Todo lo mezcla y confunde, casi hasta presentar al bueno de Calvo Serer como a un estraperlista dedicado a especular con los artículos de primera necesidad (una de las pocas cosas que en su día no le imputaron los acusadores del Movimiento Nacional).

Naturalmente, nadie puede a negar las carencias escolares de la vieja España; pero no cabe generalizar por las buenas, o por las bravas, como hace esa señora: mi abuela, nacida en una familia campesina en el último cuarto del s. XIX, sólo con la enseñanza que recibió de su maestra de primaria leyó, escribió y habló toda su vida en correctísimo castellano, y pese a que su lengua materna y paterna era la gallega.

En cuanto a la comparación de los desvelos de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) y de la Iglesia por la enseñanza primaria, Azanza los despacha con otra faena de aliño: nada del P. Manjón y poco más que nada de Poveda y sus teresianas, mientras que casi parece que Cossío se pateó los pueblos de la Sierra para algo más que para hacer excursiones. Cierto que organizó las Misiones Pedagógicas, pero no sé que a los campesinos de entonces les aprovechara de mucho ver una representación de teatro o una película de 16 mm.

Ana Azanza se pregunta qué tenía que ver ese panorama con el Opus Dei, y con razón; y se responde, ya sin razón, que “mucho”; pues no añade nada digno de tal nombre: parece que le basta con dejar mutuamente “encabronados” al P. Ayala y a Escrivá y sin decir casi nada de otros reverendos arriba citados, precisamente “representantes de la Iglesia oficial” y de los “superiores religiosos” que ella echa de menos en la tarea. De ellos añade que “bien se vio dónde estaban tras la victoria del general ‘africano’ en 1939”. También ahí yerra, pero esta vez con especial mal gusto: allí no estaba, entre muchos otros, mi tío, sacerdote salesiano, ya beatificado, maestro en las escuelas que su orden tenía en Cuatro Caminos (Madrid) para los hijos de los obreros; pues en julio de 1936 le habían pegado un par de tiros antes de echarlo a una cuneta. Entretanto, como se sabe, un gran preboste de la ILE, el pedante y profesoral (Azaña dixit) Fernando de los Ríos, apoltronado en nuestra embajada en Washington, au dessus de la melée, se permitía la desfachatez de salir al paso de las denuncias del Cardenal Arzobispo de Baltimore sobre la persecución religiosa en la España de aquellos días.

En fin, hay que informarse antes de “disparar el fonema”, que decía un viejo amigo mío. Y hay discursos, digo yo, que pueden tolerarse en una asamblea de estudiantes de Pedagogía, pero que no son de recibo en una web como ésta.

Pepito




 

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