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CORRESPONDENCIA

Viernes, 31 de Mayo de 2013

Continuando la estela de agradecimientos emprendida por Ernesto Fronjosa, profesor universitario, ingeniero y doctor en Ciencias Sociales, quiero manifestar mi agradecimiento a la delegación de la Obra a la que yo pertenecí en España en los años 80. 

Yo, en aquel entonces joven miembro célibe del Opus Dei, sabía que existían críticas a la Obra pero estaba persuadido de que eran fruto de malvadas campañas o de la ignorancia de los que las vertían.

En un Círculo Breve del año 1984, creo que del mes de mayo, en el apartado de “Avisos” el director que dirigía dicho círculo nos informó de que el siguiente viernes, en el programa La Clave de TVE se iba a emitir un debate sobre la Obra y que estaba absolutamente prohibido que cualquiera de nosotros lo viéramos. (Tengo que hacer notar que nosotros tuvimos más suerte que los miembros de otras delegaciones. Mientras a nosotros sólo se nos prohibió tajantemente ver el programa, en otras zonas de España –me enteré más tarde- a los miembros se les había amenazado (¿en base a qué?) nada menos que con pecado mortal). Yo –y creo que casi todos de los que asistimos a aquel círculo- no teníamos la menor idea de que estaba programado dicho debate televisivo.

Lo reconozco: me pudo la curiosidad. Ese viernes me despisté del centro y me encerré en casa de un familiar del que en el centro no tenían su teléfono. Vi y grabé el debate. Y aunque mi actitud era la de indignación ante las críticas, en mi interior no pude dejar de reconocer que los argumentos expuestos, principalmente por los exmiembros María Angustias Moreno y el profesor John Roche, participantes en el debate, estaban perfectamente estructurados y fundamentados y que en más de una ocasión yo mismo me los había formulado.

Fue el inicio de mi abrir de ojos que desembocaría en la salida. Por eso agradezco a mi entonces delegación que ejerciera de Teleprograma y me informara sobre el debate. Gracias a ello se aceleró mi marcha.

Jiménez 

PD: Ernesto Frondosa ha comprobado que en Opuslibros su misiva no desapareció "milagrosamente", como él se temía. ¿Apostamos a que si fuera en sentido inverso -una crítica respetuosa hacia la Obra en alguna página del Opus Dei- sí que se daría tal fenómeno sobrenatural?

Estos escritos me recuerdan las recomendaciones tomadas del documento oficial de la prelatura para paliar el efecto opuslibros en sus seguidores.

4. Con las premisas anteriores, resulta normal aconsejar que no se entre en este tipo de páginas, por amor a la Iglesia, por amor a la verdad y por amor a la Obra, y también por sentido común: ya hay quien se ocupa de verlas e intenta remediar lo posible. Hacen daño. Sus promotores llevan años trabajando y han depurado el estilo para aparentar que son verosímiles. Desorientan, dan una visión humana y pesimista de la labor apostólica, que puede conducir a la pérdida de la alegría en un momento de debilidad, a una visión excesivamente humana ante las dificultades, al oscurecimiento del sentido de la entrega, etc. También hay una razón práctica: evitar que se refuerce su posicionamiento en la red, pues cada visita es como un voto. Su mayor logro sería conseguir que en todos los consejos locales haya alguien que los lea "para estar enterados".

Me pregunto si ese encargado de “ver y remediar lo posible” es efectivamente el/la que han publicado artículos como el de ernestof, pepito y giovana.

Otro dato que sería interesante ver si la prelatura rectifica o modifica el contenido del punto no. 3 del citado documento, donde la “fidelidad proselitista” parece haber sido definida por Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco como un camino no muy seguro a seguir en la iglesia.

3. Los directores deben actuar con sentido sobrenatural y con humana comprensión hacia los promotores de estos enredos: animar a rezar por ellos, a pedirle al Señor una fidelidad proselitista para todos y a vivir la caridad con finura: aunque conste que entre los promotores haya gente retorcida y, en ocasiones, con una vida poco ejemplar.

A los lectores encargados de remediar lo posible “el daño” de esta web a sus filas vocacionales, les mando un saludo y un consejo; la mejor forma de remediar en lo posible lo que en esta web se publica es evitando desde dentro más casos de vocaciones forzadas y dejar atrás la manipulación de almas para mayor gloria de la Obra, primero las almas, primero la caridad con los que viven a tu lado.

Por último quisiera expresar mi felicitación a Jaume por el tiempo y profesionalismo que ha dedicado a la investigación de los años fundaciones de la obra, sacando a la luz datos que han abierto ya en muchos la discusión y el sentido de cuestionarse aquello considerado eterno perpetuo cuasi sagrado.

Naranja Agria

Estimado Profesor:

Muy interesante su aportación a la web.

Testimonio por testimonio, le confesaré que en más de veinte años de numerario en la Obra, jamás tuve referencia alguna del libro que usted cita y que a la larga tanto le ayudó.

Es más, dudo que su costumbre de contar siempre con las dos versiones de cada hecho sea acorde con la praxis de la institución a la que gozosamente pertenece.

Para salir de dudas, le sugiero que remita el mismo testimonio a la web oficial de la prelatura. Sin duda estarían encantados de publicarlo dado el buen final de la peripecia...; pero, si a pesar de ello, su texto nunca apareciese publicado allí, ponga de nuevo en marcha su capacidad de análisis y saque las consecuencias oportunas.

Cordialmente,

Bdm

P.S. Cuando envíe el testimonio a la web prelaticia no es necesario que incluya, como aquí ha hecho, el párrafo relativo a la absoluta honestidad intelectual, la adecuada divulgación, etc.

Ernestof: Tu eres el verdadero milagro. Por allí deben estar muy orgullosos.

saltusroxas

Hola.

Quisiera comentar una palabra del último correo de Pepito, en tanto persona que pasó por el opus dei.

Me refiero al utilizar la palabra “apostolado”, usada por el opus dei para, entre otras cosas, expandirse. Yo creo que lo que practica el opus dei es el “proselitismo”. Pudiera decirse que se parece a un apostolado, pero para pertenecer a una sociedad especial y en condiciones muchas veces de servidumbre se trata de “proselitismo”.

Desde luego que cada quien es libre de expresarse como mejor le parezca, pero lo comento porque Pepito pasó por el opus dei, y creo que la vida lo pudo haber llevado a pensar un poco diferente a lo que aprendió dentro de tal organización.

Por otra parte, quisiera decirle a Pepito, que si se adquiere un compromiso a través de acciones dolosas, del engaño, del miedo, pues no eran compromisos sino barreras mentales las que le presentaron como compromisos.

Paiquito

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