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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 24 de Junio de 2013



José Mª Escrivá: Algunos problemas históricos (XIV).- Jaume

JOSÉ Mª ESCRIVÁ ALBÁS: ALGUNOS PROBLEMAS HISTÓRICOS (XIV)
Autor: Jaume García Moles

 

Entregas anteriores:

 

 

Entrega n. 14

 

Capítulo 3. Traslado a Zaragoza (IV)

 

EL JURAMENTO

 

Volvamos al Exeat del Obispo de Barbastro de noviembre de 1918. Hemos supuesto que, como consecuencia, Escrivá pasó a depender a todos los efectos de la diócesis de Calahorra y, en particular, el ordinario de esta diócesis recibió del de Barbastro la jurisdicción necesaria para conferirle órdenes. Nadie ha exhibido todavía el correlativo decreto de incardinación de Escrivá firmado por el ordinario de Calahorra y yo tampoco lo he encontrado en el archivo de esa diócesis. Hay que aceptar que se incardinó efectivamente, ya que no tuvo ningún problema para incorporarse al Seminario de Logroño.

 

Ese documento sería similar al que recibió Escrivá del obispo de Zaragoza cuando se incardinó en esta diócesis. Contendría, pues, la condición de prestar juramento de permanencia perpetua en la diócesis de Calahorra. Sería raro que dos diócesis tan cercanas trataran de modo distinto ese procedimiento para traslados de seminaristas. En una conversación con un anciano obispo, éste me confirmó que, como parte del procedimiento usual de primera matriculación, a los seminaristas procedentes de otra diócesis se les exigía, para incardinarse, la prestación de ese juramento tras la presentación del exeat. Este debió de ser, pues, el caso de Escrivá. Es además cosa muy probable, porque de esa manera el Obispo adquiría la seguridad de poder conferir lícitamente órdenes sagradas al candidato, a tenor del c. 956 del CIC de 1917, que he transcrito en la sección anterior1.

 

CONTINUACIÓN

 





De jueces y Opus Dei.- Conrad

No sé el fundamento del dato que permite afirmar a un magistrado que la tercera parte de los jueces son del Opus Dei (lo aporta daniel M. 19/06/2013).

Mi experiencia directa (también porque durante algunos años tuve que ser juez para llegar a fin de mes) es que no es así. El sistema de oposiciones tiene muchas cosas malas, pero una de las buenas es que asegura que sacan la plaza personas no especialmente predispuestas por tradición familiar a ser juez. Lo que vivo es que en el mundillo de los jueces los hay muy variados, casi tanto como la sociedad de la que proceden. Ahora bien, sí es cierto que un magistrado como cualquier otro alto funcionario (y más en provincias) tiene altas posibilidades de convertirse en "target", en objetivo de quienes, como los miembros de la Obra, intentan controlar los resortes del poder, siempre, claro está, con visión sobrenatural y para servir a la Iglesia como ella quiere ser servida.

Me explico contando una anécdota. Hace unos meses me localizó por teléfono un antiguo compañero de colegio. Hacía más de 24 años que no sabía nada de él (cambio de ciudad, etc.). Ahora se había convertido en un alto funcionario de provincias (no es juez, pero sí nivel A) y su objetivo era pedirme una recomendación para que un hijo suyo entrara en un colegio opusino de su localidad. Excepcionalmente, fui amable con él (no le colgué el teléfono que era lo que me pedía el cuerpo con persona tan interesada) y rápidamente le expliqué que no había acertado con la llamada. Con lo que me quedo es que este "amigo" hubiera hecho lo que se le pidiera con tal de obtener una plaza en ese colegio tan cotizado en la capital de la provincia, hubiera hecho hasta un curso de retiro, etc., etc. Posiblemente no se hubiera hecho del Opus Dei (yo ya no lo ví hace 24 años), pero sí pertenecería a ese "Opus sociológico" que ha cambiado la conquista de la aristocracia de la inteligencia por la de los resortes de poder. Es posible que lo mismo pase con los jueces. Son personas humanas, tienen aspiraciones en algunos casos políticas y buscan su sitio que, por la profesión que tienen, está inexorablemente unido al poder y a su ejercicio.

Insisto, no me parece exacto decir que un tercio sean miembros de la prelatura. Sí que hay numerarios muy bien colocados en todos los tribunales esenciales (desde el Constitucional para abajo) y supongo que también hay supernumerarios, pero no llegan a ese tercio. Lo que sí veo es que, sin serlo, se agarren a la institución en cuanto que les interese ya sea para el colegio de los niños, ya sea para otros temas. Pero esa actitud no es privativa de los jueces... En principio, en mi opinión, debemos seguir confiando en la justicia en las cuestiones a las que atañe esta página web.

Un abrazo.
Conrad





¿Un tercio de la judicatura es del Opus? Menos Lobos.- SIRDAN

Respecto a la noticia que refleja Daniel M., no me parece mal que se recoja como algo que alguien dice, por cierto alguien cuya opinión se descalifica por si misma.

El Juez Santiago Vidal, que soltó la tontería del tercio empezó su discurso de esta manera:

"Sólo un 10% de nosotros formamos parte de Jueces para la Democracia y la Unión Progresista de Fiscales, eso quiere decir que el 90% restante son muy conservadores",

Naturalmente tal afirmación es más que sectaria.

Daniel M. como buen conocedor del derecho y supongo que del foro, sabe que la asociación mayoritaria es la APM (asociación profesional de la magistratura), que es de tendencia conservadora, pero su numero no alcanza si quiera un porcentaje de un tercio. Otros están afiliados a la asociación Francisco de Vitoria, quizá junto con la más minoritaria Foro Independiente, mas aséptica y de contenido profesional, y otra, quizá la segunda en afiliación Jueces para la Democracia, de tendencia llamada progresista y claramente de tendencia muy política de izquierda. Con todo la mayoría de jueces, casi el 50% no se encuentra afiliado a ninguna de estas asociaciones.

En cuanto a la pertenencia o no a la Cosa, no existe ninguna estadística fiable, más que la propia percepción personal de quien haga la afirmación. Para los ultraizquierdistas hay mucho facha y del opus, todos los que no son de ellos deben ser exterminados. Para quines conocemos algo la cuestión por haber pertenecido muchos años a la Cosa, sabemos mejor distinguir galgos de podencos.

Para una persona como el juez Santiago Vidal, con una tendencia claramente definida y podríamos decir que sectaria, todo el que por ejemplo vaya a Misa será del Opus, si alguien en su toma de posesión jura y no promete es del Opus, y ello no es así.

Hay jueces católicos que están en contra del Opus, incluso algunos participan activamente en estas paginas, pero para algunos sectores seguirán siendo del Opus, y si lo niegan es por que lo llevan en secreto. Hay muchos jueces de la APM que conozco personalmente que incluso son militantemente ateos. Hay muchos jueces afiliados a una u otra asociación que no comparten muchos criterios de dichas asociaciones, y después hacen lo que les peta. Así en un caso netamente profesional, hubo un importante número de jueces de la APM que secundaron la huelga de jueces a pesar de que su asociación no la secundo, y muchos otros jueces de JPD o FV que no secundaron la huelga, a pesar de que sus asociaciones se sumaron a la misma.

Pensar que las sentencias están mediatizadas o dirigidas por la Cosa, es algo absurdo y estrambótico, y creo que una vez más es vivir en un mundo que a la Cosa le beneficia, pues se le atribuye un poder, por tanto, un miedo o respeto que no se merece. Incluso ellos miden mal sus fuerzas, si no mirad lo que le paso al iluminado del juez Ferrín Calamita (para los no españoles, Juez español, del Opus, condenado e inhabilitado por negarse a la adopción de un niño por una pareja homosexual) La Cosa en la judicatura no pinta nada, como en puridad pinta nada o muy poco en nuestra realidad social. Ellos en su mundo creen que dominan el cotarro, pero no podemos caer en el error de pensar que esto es cierto, pues con estas afirmaciones, lo que se hace es paralizar las reivindicaciones que se puedan hacer por creer que no sirven para nada. El poder de la Cosa se circunscribe a ciertas capillitas, e incluso dentro de la Iglesia se está debilitando. Afirmaciones como las que recoge este articulo, no digo que Daniel M las comparta, ponen en cuestión los claros y rotundos argumentos que existen para instar la desaparición de la nefasta organización eclesial, y provoca que las justas críticas sean tratadas al mismo nivel que afirmaciones carentes de toda credibilidad.

Con mis mejores deseos.

Sirdan.




¡Mil gracias!.- Armando

Estimado Pinsapo

 

Acabo de terminar de leer la última entrega de tu historia y te digo que lo he hecho con lágrimas en los ojos, una emoción incontenible y una alegría en el corazón inmensa. Dios te ha inspirado para escribir así, has puesto el dedo en la llaga, has entrado en mi alma y con delicadeza has ido sanando lo que aún estaba ahí supurando.

 

Te digo con todo mi corazón y alma, ¡gracias!, ¡mil gracias! Has descrito en una síntesis la vida y experiencias de muchos en el Opus Dei, te felicito, te lo agradezco y lamento mucho que llegará a su fin las entregas de los capítulos con este último.

 

Me han servido mucho los capítulos que nos han compartido. Y sí, estoy contigo en cuanto a que hay que perdonar, mi finada madre cuando me escuchaba recriminar contra ellos me decía "hijo mío, tú a perdonarlos porque así sí serás libre y feliz", que conste que ella los veía como lo peor, no obstante me daba ese consejo.

 

He ido perdonando y perdonándome -muy acertada conclusión de tu parte- y eso me hace sentirme, ser feliz, claro con los bemoles de la vida diaria, de lo cotidiano, lo de todos los mortales, pero muy feliz, lo pasado es eso, pasado.

 

Nuevamente muchísimas gracias y espero que no dejes de publicar, echaré de menos tus publicaciones.

 

Un abrazo.

 

Ángel Valdés

 

P.D. Lo de los agregados, genial ¿podrías ahondar un poco más en ello?





Tengo mucho interés en el tema.- Patrizia


Afirma Unocomocualquiera en su último escrito...

"Lo cierto es que los seres humanos no podemos hacer desaparecer nuestros sentimientos. Podemos empujarlos al subconsciente, con lo cual en apariencia desaparecerán, pero ello requiere una enorme cantidad de energía, y a medida que transcurra el tiempo se necesitará cada vez más energía, y a medida que transcurra el tiempo se necesitará cada vez más energía para mantenerlos reprimidos. Es inevitable que esto lleve a ataque de agotamiento, o a una fatiga crónica que al parecer no tiene motivos. Y dado que a cada uno de nosotros posee una cantidad determinada de energía psíquica, cuanto mayor sea el caudal de energía que alguien invierte en reprimir sus sentimientos, tanto menos le quedará para otros esfuerzos que le demanda la vida".

¡Qué verdad más grande! es esta sobre todo, para los que lo experimentamos.

Y tomándole la palabra, "Si es del interés hay más sobre este tema que puedo seguir trabajando", desde luego, sigue trabajando, para mí es de muchísimo interés...

patriziadorfles@gmail.com





El apostolado de no dar.- Pepito

Quiero referirme a un punto que no he visto muy tratado en esta web: el del “apostolado de no dar” que predicaba nuestro santo preferido. Para empezar, era una muestra más de aquella “pillería” que también predicaba y que seguramente estaba orgulloso de ejercer. Con un ejemplo elemental, no quería que los niños de una catequesis asistieran a ella para ganarse un bocadillo que en su casa seguramente no tendrían.

Sin embargo, desde muy pronto aplicó “en casa” el mismo principio, al menos cuando le convino. Así yo, que era hijo de una familia de clase media alta, pero numerosa, cuando los que acababan de echarme el lazo determinaron que a toda costa yo tenía que asistir al “curso anual”, que para mis padres hube de enmascarar, según la habitual política de ocultación propia del Opus Dei, como “curso de verano de periodismo”, me encontré con que mis padres no podían subvenir a sus gastos. Al fin, rebañando lo poco que ellos podían darme, los magros fondos que había en la Libreta de Ahorro que mi padre nos había abierto al nacer a cada hermano y mantenido luego como podía, logré reunir una cierta cantidad; pero no bastaba, hasta que la Obra, como el Séptimo de Caballería, llegó a tiempo con la solución: ésta consistió en que yo, con 16 años, trabajara por un mes o poco menos en las oficinas de una compañía cuyo jefe en la localidad era notorio supernumerario. Y así, al menos, quedó claro el “para que te enteres” que se trataba de dejar claro. Naturalmente, en el “curso anual” no tuve la menor sensación de que otros chicos hubieran pasado por semejante trance. Al parecer, sus papás los habían librado de él. Más, mucho más es lo que tengo que contar sobre esa directriz apostólica de nuestro santo preferido. A ver si me sacudo la pereza y satisfago la curiosidad de quienes puedan tenerla.

Pepito





De nuevo sobre don Antonio Pérez.- Pepito

Aunque no sé si vale la pena alimentar esta discusión, quiero hacer un par de puntualizaciones al escrito de Knecht sobre el bueno de don Antonio Pérez. En primer lugar, no alcanzo a comprender la equiparación con el Sr. Snowden, al parecer agente de la CIA que, tras percatarse de la inmoralidad de algunos procedimientos empleados por su agencia, decidió denunciarlos, con las consecuencias, seguramente duras, que aún están por ver.

 

Para mí el caso de don Antonio Pérez fue muy distinto: fue el de un hombre de gran inteligencia pero de carácter débil (aunque probablemente generoso), que no supo resistirse a la santa coacción en dos circunstancias cruciales de su vida: la de su reclutamiento y la de su ordenación; es decir, se trata de un caso concerniente a su personal entrega. Andando el tiempo, vio que ese no era su camino y lo desanduvo, lo que no era poco desandar; pero no sabemos que lo hiciera por reservas morales frente a la estructura en que se había metido. Y, por cierto, hablando de caballeros, los había antes de Franco y los sigue habiendo después de él.

 

Pepito





En diálogo con Pepito.- Josef Knechet

Querido Pepito:

 

Permíteme responder a tus palabras, bastante contundentes, a mí dirigidas en tu aportación del 21.06.2013. Sinceramente, exageras mucho con tu apreciación de que en mi nota del 17.06.2013 intenté “purgar las conciencias de vivos y difuntos”, ya que en realidad me limité a comentar el artículo periodístico de don Antonio Pérez-Tenessa publicado en El País el 13.04.1992. Basta con leer ese artículo, sin necesidad de hurgar en la conciencia de su autor, para constatar el gran sufrimiento personal que causaron en su persona los años de militancia en el Opus Dei. No pretendí hacer un examen de conciencia ajena, sino un comentario de texto, limitándome a resaltar con mis palabras de comentarista lo que el mismo artículo –y no mi imaginación ni mi inventiva– pone en evidencia y saca a relucir. El artículo es por sí solo más expresivo que mis comentarios.

 

No te gustó mi alusión al período histórico del régimen de Franco, al que volví a mencionar en mi más reciente aportación del 21.06.2013 referente a la actual crisis de la mediación institucional. Es posible que tu visión y la mía acerca de Franco sean distintas; de ser así, no nos conviene discutir sobre ello porque esta página web no alberga debates de contenido político. De todas formas, si has leído mi escrito del 21.06.2013, habrás entendido mejor por qué relaciono a Pérez-Tenessa con algunas circunstancias sociológicas del franquismo en el que él vivió. Era la de entonces una situación histórica en que muy difícilmente –por no decir que era imposible– una persona podía rebelarse ante el status quo proclamando la verdad y, acto seguido, ser escuchada y aplaudida por la sociedad; en cambio, en las circunstancias actuales, no sólo gracias a las nuevas tecnologías, sino sobre todo en atención a la “crisis de la mediación institucional” y al creciente desprestigio social de las instituciones, personas como Agustina o como Snowden o masas de gente en Brasil y en Turquía pueden lanzar su voz contra las injusticias en favor de la verdad y ser escuchadas y aplaudidas por grandes sectores de la sociedad. Es esto lo que quería decir con mi alusión al régimen de Franco, en el que las voces discrepantes o bien enmudecían solas –este fue, por desgracia, el caso de Pérez-Tenessa– o bien las autoridades las acallaban a la fuerza.

 

Espero que, con estas explicaciones, nos entendamos mejor tú y yo. Por cierto, fue del todo atinada tu alusión al itinerario jurídico del Opus Dei: “¡Dios mío, cuánto incordio para nada!”. Muy bien dicho: diste en el clavo.

 

Cordialmente

 

Josef Knecht





Felicitaciones a Unocomocualquiera y a Pinsapo.- Josef Knecht

Sólo unas breves palabras de cordial felicitación a las recientes aportaciones de Unocomocualquiera. A comienzos de este año manifesté el deseo de que alguien estudiara las peculiaridades de la psicología de un numerari@: A la búsqueda del psicograma del numerario del Opus Dei (14.01.2013). Los artículos de Unocomocualquiera responden a mi deseo. Le doy, pues, las gracias y lo felicito.

 

También me congratulan las catorce entregas autobiográficas de Pinsapo. En la última de ellas, la nº XIV, coincide con el punto de vista que manifesté en mi escrito del 21.06.2013 sobre la actual crisis de la mediación institucional. Pinsapo y yo –y esta es una voz casi unánime en el mundo contemporáneo– pedimos a la jerarquía de la Iglesia Católica que siempre actúe con transparencia y, por tanto, con cercanía a las necesidades de los seres humanos.

 

Josef Knecht



Algunas noticias.- Carmen Charo

¡¡¡Muchas felicidades a todas las Juanas y Juanes!!! Este año he vivido con una intensidad como nunca la noche de San Juan, con su hoguera y su ritual haciendo expreso el deseo hondo de quemar el pasado que no ayuda y llenar el alma de un gran deseo de que tome cuerpo y aflore todo lo positivo que desde siempre nos acompaña y no reconocemos. Así que esos son mis deseos para los santos de hoy y para todos.

También comentar dos cosas acerca de la revista Romana, que he tenido oportunidad de leer en estos días. Veo que el año pasado falleció Sabina Alandes, una numeraria ya muy anciana, a la que hemos conocido todas las que hemos pasado por la delegación de Valencia. Podía caer bien o mal porque no pasaba desapercibida por su energía arrolladora. Descanse en paz! Y también ha fallecido D. Miguel Angel Ureta, un sacerdote que también pasó largo tiempo por la delegación de Valencia, y aunque resulte negativo mi comentario, lo hago con intención positiva.

No se me puede olvidar los treinta minutos de una meditación semanal, ¡el medio de formación semanal!, por el año 1980 en la administración de Albalat, cuando el proceso de beatificación del fundador debía estar en pleno apogeo. Se dedicó a demonizar, ¡así como suena!, a María Angustias Moreno. Le dedicó los 30 minutos al completo. Cómo serían sus palabras que no se me han olvidado. Ya me chocaron de forma bárbara entonces, y aun tardé casi 10 años más en marcharme. Estoy segura de que a estas horas él ya ve la realidad como es, y también estoy segura de que a Marian no le duelen estas palabras, sino que va a pedir especialmente por él, con cariño, porque en algún momento todos hemos sido talibanes, y eso no es sino una desgracia que sobretodo la sufre el que la vive.

La otra cosa es que veo que se han abierto centros, y me imagino que se refieren a centros nuevos, en Madrid y Valencia. También se han abierto uno en Francia y dos en Colombia. Me gustaría saber si tenéis constancia de estos centros nuevos de España. No vaya a ser que pase como en el número anterior de Romana en el que se dijo que se había abierto un centro en Almodóvar del Río (Córdoba) y resultó ser un error. También constato que el último semestre del año pasado la Prelatura sumaba nombramientos pontificios, como un Consultor del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz, o dos Jueces externos del Tribunal de apelación del Vicariato de Roma. ¡Avanti en la Curia! Y el Prelado mismo tuvo un papel en el último Sínodo de Obispos hablando en la Asamblea General Ordinaria sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe”, asesorado y ayudado por dos sacerdotes de la Prelatura. A ver qué pasa a partir de ahora, con el nuevo Papa. ¡Que empiece a lucir la verdad!

Un fuerte abrazo para todos.
Carmen Charo




 

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