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CORRESPONDENCIA

Lunes, 25 de Febrero de 2013

Dimisión del papa y otras dimisiones

Autor: Gervasio, 25/02/2013

            Un tal Yago de la Cierva afirma que la renuncia a ocupar la sede de Pedro —prevista por la legislación canónica— es una “traición a la tradición”. No deja claro si el traidor es Ratzinger o el Código de Derecho canónico. Dado su historial, me da la impresión de que de la Cierva más que sobre el oficio papal proyecta su severo juicio sobre el llamado “padre” en el Opus Dei; es decir, sobre el detentador de ese doble cargo consistente en ser “prelado del Opus Dei” —una prelatura personal, la única existente— y simultáneamente “presidente de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz”, una asociación de clérigos. A lo que no da su aprobación —me parece que esa es la moraleja— es a que monseñor Echevarría o un sucesor suyo renuncie a su doble cargo. Esto de comparar al jefe del Opus Dei con el Romano Pontífice me recuerda a la serie televisiva “Aquí no hay quien viva” y su sucesora “La que se avecina”, en la que el presidente de una comunidad de vecinos toma como referente de su cargo al presidente de los Estados Unidos, Obama. Su esposa se considera la “primera dama” de la comunidad vecinal, etc. Entre el oficio papal y el de “padre” en del Opus Dei media un abismo cualitativo y cuantitativo...

Hace tiempo que quería agradecerte el que compartas tu historia en la Web. Es un testimonio que me está gustando especialmente por conocer los lugares donde se desarrolla. Me encanta la frescura de tu prosa, las lecciones de historia con las que acompañas tus relatos, y la música que nos propones para sanar.

He disfrutado mucho volviendo a recorrer la Avenida de la Palmera con los Colegios Mayores, Almonte, Alboran, Guadaira, donde viví, me he reído recordando "el kilómetro" y hasta he podido ver de nuevo el estadio Benito Villamarin desde una ventana del torreón. Todo eso, porque durante muchos años de mi vida, estuve como numeraria auxiliar con la misma ingenuidad y alegría, que tu cuentas en tus preciosos escritos.

Me ha gustado mucho saber la historia de los Pinsapos, conocer el castillo de Almodovar por dentro, recordar la novena de la Inmaculada con ese coro tan espectacular, en fin, tantas y tantas cosas...

Yo hace quince años que di el paso a la libertad y puedo ver las cosas con la serenidad que da el tiempo. Al principio, las entrañas se removían al recordar, hoy todo me parece un mal sueño. No guardo rencor, simplemente saboreo la vida con todas mis fuerzas.

Quizá, cuando leyendo testimonios como el tuyo regreso al pasado, solo me queda agradecer a la vida que pude salir de aquella prisión en la que dejé los mejores años, mi capacidad de amar, y todas mis ilusiones juveniles.

Te agradezco de nuevo tus escritos, deseo que poco a poco te vayas recuperando, aunque te veo bastante bien.

Maripaz.

Mi idea no es confrontación con nadie porque no pretendo defender nada y no convencer a nadie de nada, solo busco más elementos que me permitan aclarar muchas cosas que están pasando.

He estado leyendo y buscando más información adicional sobre lo que conozco del Opus Dei y he encontrado más cosas negativas que positivas y mi interés es porque ahora se habla mucho de todo lo que se supone pasa en el Vaticano o lo que va pasar y se menciona mucho la influencia y poder del Opus Dei. No sé qué pensar y me encontré este sitio por medio de un artículo de prensa sobre el poder del Opus Dei. Me asusta mucho las informaciones que he leído sobre el tema y es más, porque yo efectivamente en mi juventud estuve asistiendo a una residencia y mucho de lo que se practicaba iba conmigo y mi formación religiosa católica recibida en una escuela conservadora de otra orden religiosa. Por alguna razón dejé de ir, pasaba mucho tiempo allí en la residencia e incluso tuvimos un grupo para ayuda para niños muy pobres y yo fungía como tesorero y pasaba todos mis fines de semana y lo que sí es qué rica la comida y muy buenos los retiros. Me dejó más cosas que sumaron a mi formación. Claro, la propuesta era que debía elegir si me quedaba como numerario o supernumerario. De repente dejé de asistir.

En mi niñez apareció un librito pequeño en mi casa, titulado Camino, 29 edición, sin saber que era la obra Opus Dei. Lo leía eventualmente y posteriormente alguien me regalo una estampa de José María Balaguer. Seguí sin prestar mayor atención pues mi formación era muy buena y mis oraciones dirigidas a quien amo. Jesucristo y la Virgen María. Mucho años después en mi juventud tuve un problema serio y alguien me comentó de una residencia del Opus Dei cerca de mi casa y me dirigí a buscar ayuda espiritual con un sacerdote. Me ayudó mucho con sus consejos y me dio una vez más la estampita de José María y me recomendó hacer la novena al beato y efectivamente, casualidad o milagro de intercesión, se resolvió al séptimo día de empezar la novena. Igualmente llegue un par de veces a la residencia Opus Dei y seguí mi camino. Luego muchos años después, un compañero de trabajo me llevó a la residencia y compartir los círculos y como comenté al inicio, empecé a asistir con más frecuencia y luego de un año y medio deje de ir, pero seguí leyendo los libros de San José María y los sigo leyendo así como otros libros de otros autores de otras órdenes y teólogos y muchas veces busco los vídeos de San José María y me gusta mucho sus mensajes y principalmente cuando dice: Es Cristo quien debe brillar sobre los hombres y nombres. Ahora, con más elementos, me atrevo a pensar que si hay cosas no buenas en la obra deberían, como Benedicto XVI, pedir perdón por ello y claro, dejar de hacer aquellas cosas que van en contra Dios y de los preceptos de su fundador. Creo que hay gente que ha descompuesto la obra que empezó con un mensaje claro para la vida ordinaria del hombre y mujer profesional, de la gente común como yo de todos los niveles sociales en cualquier campo de la vida como San José María afirmaba en sus homilías. Claro está hay que hacer oración y el rezo del Rosario, no por imposición sino porque en las apariciones de la Virgen María , Ella la misma Madre Jesucristo, lo ha pedido y por sobre todo por convicción.

Ahora bien, le escribo para saber si hay ex numerarios o ex supernumerario que no siguieron por cualquier razón con alguna experiencia positiva, o todos los que han dejado la obra salieron heridos y afectados, que toda lo obra es mala. Si me ayuda con esto le agradeceré alguna información al respecto.

Yo nunca fui ni numerario ni supernumerario, solo vi un camino a través de los consejos de su fundador a cómo seguir con paso firme a Jesucristo y hoy por hoy sigo practicando la oración de San José María con un modificación. Y que es que no menciono el nombre de la obra Opus Dei sino que lo omito pues busco la mediación del santo, más no de un grupo de hombres y mujeres de esta obra.

Para terminar me gustaría ver si tienen algún testimonio de ex integrantes con buenos resultados.

Atentamente

FJM

La crítica (basta acudir a internet para comprobarlo) es unánime al calificar el artículo sobre la renuncia de Benedicto XVI al papado, de Yago de la Cierva, destacado miembro del Opus Dei, como lamentable. En muchos estamentos causó pena leer su escrito. Más lamentable aún es la publicación posterior, en un diario digital, en la que Yago de la Cierva trató de justificar lo injustificable.

El artículo de marras es, en primer lugar, una falta de educación. Hasta ahora nos parecía impensable que alguien que se dice católico y en comunión con la sede de Pedro escribiera acerca del Papa actual y de la elección del sucesor en los términos, tono, y utilizando los símiles como lo hace el señor Yago de la Cierva.

En segundo lugar, es una falta de delicadeza con el Papa Benedicto lanzar a una publicación como el diario español El Mundo el exabrupto pseudointelectual del señor Yago de la Cierva. Si realmente Yago de la Cierva, profesor de la universidad eclesiástica del Opus Dei, lo que quiere es explicar la diferencia entre la tradición con mayúsculas y la tradición con minúsculas, y su interpretación acerca de cuál de las dos es la importante, que lo haga en alguna de las revistas científicas que haya sobre su especialidad (a la vista de lo que ha escrito dudo mucho de que este señor cultive ciencia o especialidad alguna). De cualquier modo, las respuestas al debate teológico sobre la tradición mayuscalada o minusculada correspondería buscarlas al Hombre del Burofax...  

Hola a todos, y sobre todo a Agustina:

La sentencia que condena a Opuslibros es un chasco, pero como bien dice Agustina, hay que quedarse con lo bueno. Creo que no recurrir es una buena opción, por motivos que detallo:

- Recurrir la sentencia llevaría unas costas aún mayores, y lo más probable es que la Opus Dei, con sus hordas de abogados "planchara" a la diminuta OpusLibros. A OpusLibros le interesa garantizar su supervivencia para poder seguir ayudando a las víctimas de la Opus Dei, no ganar pleitos (aunque si se ganan, mejor)

- Se ha obligado a la Opus Dei a dar la cara. Ninguna multinacional se molestaría en ir contra una organización pequeña, que le planta cara. Contra Opuslibros sí, eso quiere decir que cualquier crítica les molesta, y no sólo eso, sino que se sienten débiles. Si uno está fuerte, no se preocupa por “cuatro resentidos”. No, han tenido que recurrir a la represión vía judicial.

- Como ya han señalado otros correspondientes, la Opus Dei se ha visto obligado a reconocer que esos documentos son suyos, que su validez jurídico /canónica / moral es más que dudosa, y por tanto los miembros del lado oscuro tienen una ventanita de esperanza.

- Se ha puesto de manifiesto la incongruencia del santo marqués, que obligaba a hacer testamento a favor de la Cosa y en cambio él dejaba todo a su familia al no testar.

- Los de "dentro" se enterarán de esta "victoria" a no tardar mucho. Igual esta información les hace replantearse y pensar cosas. Nunca se sabe de dónde puede venir el golpe.

- Los documentos ya están esparcidos a los cuatro vientos, de modo que Opuslibros ha abierto la caja de Pandora.

En mi opinión, no es un mal balance.

Que Dios os guarde

Ramón

Querida Agustina,

Te llegará a tu domicilio en unos días el libro "Castellio contra Calvino", que me he permitido comprarte en Amazon como pequeño homenaje por la pelea que llevas a cabo a través de la web y, en particular, tras la sentencia obligándote a retirar los documentos internos del Opus Dei.

Novela escrita por Stefan Zweig, describe la historia de la defensa de la libertad de conciencia que llevó a cabo Castellio frente al poder omnímodo de Calvino. Yo lo encontré apasionante y muestra evidentes paralelismos con la historia que estamos viviendo.

Lo recomiendo también a todos los lectores de opuslibros.

Un fuerte abrazo,

Ottokar

Nota de Agustina.- Quiero aprovechar para dar las gracias por todos los consejos y muestras de cariño -también me han llegado de miembros de la Obra-, que he recibido desde que llegó la demanda. Y aprovecho para agradecer especialmente a quien firma ese escrito, Ottokar -Javier en el mundo-, su acompañamiento físico a las diferentes vistas y a su denodado trabajo para intentar arreglar las alegaciones del abogado cuando, una vez presentadas a la juez, vimos que eran flojas. Pero una vez presentadas no se podían modificar ni arreglar. Aún así se logró gracias a él, en la vista preliminar, que la juez accediera a que en el juicio acudiera como testigo un responsable legal del Opus Dei. De las declaraciones de este miembro de la Comisión de España ante la juez y durante el juicio, se consiguió la impagable afirmación que contradice todas las costumbres y praxis de la Obra que obligan y nos han obligado a vivir. Dijo, en nombre de la Prelatura - y no a título personal puesto que venía como responsable legal de la misma-, que "sólo los Estatutos tienen carácter imperativo". El Prelado, él y hasta el último mono -con perdón- del Opus, saben que es mentira. Mentir en sede judicial es tener una cara como un piano, además de una muy grande "santa desvergüenza". Un abrazo Javier.

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