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CORRESPONDENCIA
Viernes, 15 de Febrero de 2013
El centro de estudios como huída hacia adelante.- Pinsapo
VIAJE DESDE GRAZALEMA A LAS PLAYAS DE CALAIS
I. Etapa feliz en el club “El Pinsapar” y otras aventuras
II.- Que es lo que nos atrapa de esta web y música como método para sanar
III. Rápida y fácil entrada: así se las ponían a Fernando VII
Colegio Mayor Alborán
IV.- El centro de estudios como huída hacia adelante.
Según el periodista Márquez Reviriego en la península ibérica solo existen dos capitales imperiales: Lisboa y Sevilla, debido a su gran desarrollo como centro de operaciones de los territorios de ultramar en el Nuevo Mundo. Con respecto a la implantación de la obra en la mitad sur de España ostenta la capitalidad la ciudad de Sevilla, siendo en los años 80 el único centro de estudios y joya de la corona de la delegación el Colegio Mayor Almonte, cuando en la mitad norte del país existían ocho centros de estudios: Madrid (2), Valencia, Barcelona, Pamplona, Zaragoza, Valladolid y Santiago de Compostela. En el Sur el mayor desarrollo de la obra se daba en Sevilla, y en menor medida en Granada y Córdoba, siendo testimonial en ciudades pequeñas como Almería, Huelva o Algeciras, y peculiar en las reservas espirituales de interior como Jaén o Badajoz, donde la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz ostentaba un gran desarrollo; siendo escasa la labor en Málaga a pesar de ser la ciudad de mayor empuje industrial, económico, empresarial y turístico de zona, o más bien tal desarrollo no lo facilitaba su impronta de modernidad contrapuesta al apego a sus costumbres y tradiciones del pueblo andaluz...
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Numerarios de ficción.- Manzano
Desde la oficina AOP del Opus se habrá lanzado una campaña para blanquear y sacar el polvo del sepulcro prelaticio. Les hacía realmente falta, intentando encontrar alguna sintonía perdida, de buen rollo, apelando si conviene a testimonios virtuales con cierto aire de naturalidad. No es que anden ociosos, eso no forma parte de su peculiar espíritu, pero sí que se les nota bastante deslocalizados, cuando menos desconcertados Tal como dice el aparecido numerario Oscarín, "la claridad es debida". No hay más que ver algunas participaciones recientes para evidenciar que no andan muy lejos de esas sospechas. Incluso no hace muchos días, en la correspondencia que mantengo con un miembro de verdad, numerario sacerdote desde hace décadas, me confirmaba por pasiva eso mismo con un: “no entiendo por qué la Obra se empeña en querer aparentar ser lo que no es”...
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Algunos creemos otra cosa.- Dionisio
Querido Oscarín:
De lo que escribes el pasado miércoles estoy de acuerdo en todo, excepto en una pequeña frase que, en mi opinión merece algo más que matizaciones.
¨Pero nadie puede negar que el espíritu del Opus Dei es vida, Palabra, oración cara a cara con Dios y que acerca a la santidad.¨
Yo respeto mucho las creencias de todos. Las tuyas también. Y si en vez de escribir “nadie puede negar” hubieras escrito “yo creo” o “yo estoy convencido”, en estos momentos un servidor no estaría aquí dándole a las teclas. Lo que se cree, se cree y punto, no hay muchas más vueltas que darle, es una decisión vital, que aunque pueda tener soportes racionales por algún lado, al final es un acto de la voluntad, no del entendimiento. Como puedes imaginar, yo creo cosas un poquito diferentes. En concreto, no creo en absoluto que el espíritu del opus sea vida, más bien creo que es algo muy oscuro; el lado oscuro. Ya supongo que no coincides conmigo, pero soy una prueba de que al menos hay uno que puede negar lo que tú afirmas. Y todo bajo el más estricto respeto a la decisión de creer lo que cada uno decida libremente. Y completamente abierto a dialogar sobre cualquiera de los aspectos involucrados.
Veo y reconozco que no cierras los ojos a los disparates que se hacen en el lado oscuro. Sin embargo, según tu punto de vista, eso se debe a las naturales e inevitables imperfecciones inherentes al comportamiento humano. Dirías que esas cosas suceden en todas partes. Y es verdad. Sin embargo es una verdad a medias, porque como se ha mostrado en los abundantísimos aportes y testimonios de opuslibros no todo se puede atribuir a errores humanos. Hay una componente importante de maldad intrínseca en la organización, algo que no está bien diseñado, algo que es fundacional.
Es una verdad a medias, también porque mientras las organizaciones sanas comprendiendo la debilidad humana disponen las cosas para que haya transparencia y mecanismos de compensación y protección frente a los errores humanos; en el opus, todo está ya establecido y dispuesto santamente, no hay nada que discutir, nada que rectificar. Los mecanismos de control están para proteger a la organización, no para proteger a sus integrantes, que son material desechable. Los procedimientos de gobierno son opacos, la propia historia de la obra, que es tan reciente, está llena de puntos oscuros, cuando no de verdades a medias o completas mentiras.
Me alegro, por otra parte, que tu experiencia personal en el opus esté resultando positiva. Debo, sin embargo, recordarte y explicar a los demás que tu situación personal ayuda mucho a que eso sea así. Me refiero a que eres una persona con un trabajo independiente de la obra, un pequeño empresario, que te permite conocer como es el mundo real, que te da una independencia mental y económica que no todos tienen. Así es como te puedes permitir mandar a paseo a los directores cuando te parece conveniente y criticar, con discreción, lo que te parezca criticable. Otra cosa sería si fueras un profesor de una obra corporativa, como son muchos de tus “hermanos”. El opus sabe muy bien cuando le toca tragar y quien le tiene que aguantar qué cosas. Numerarios como tú son convenientes en una cierta proporción, entre otras cosas porque aportan un buen dinerito y sirven para dar una cierta fachada. Sin embargo, si te pasas de la raya te darán también una buena patada. Por supuesto.
Recibe mi más cordial saludo y quedo a tu disposición para conversar amigablemente sobre cualquiera de los puntos que te he comentado.
Dionisio el Areopagita.
Terms and conditions apply.- Atomito
El relato de Oscarín es una nueva versión de que “el espíritu del Opus es bueno, la concreción de ese espíritu en los individuos que integran la organización puede ser mala, pero eso no invalida el espíritu”. El caso de Oscarín (si las cosas son como él las cuenta, que no tengo por qué dudarlo) es interesante, porque un numerario con muchos años en la organización que se pueda dedicar a su trabajo profesional (al verdadero trabajo, no a tareas internas asignadas por los directores) es un fenómeno exótico en vías de extinción.
Aún asumiendo que todo lo que nos cuentas es cierto, tengo malas noticias para darte:
Tu te sientes feliz porque asumes que estás haciendo lo que Dios quiere de tí y que te lo recompensará. Te has pasado años y años de tu vida haciendo enormes esfuerzos para cumplir las normas, mortificarte, vivir la pureza, hacer apostolado, asistir a los medios de formación, cumplir con encargos, etc. etc., pensando que eso era lo que quería Dios de tí. Escrivá te vendió el buzón de que “cumpliendo las normas tenías asegurado el cielo”. Pero si le vas a creer a Jesucristo, lo que él va a tener en cuenta es si le diste de comer, si lo fuiste a visitar cuando estuvo enfermo, si le curaste las heridas como el buen samaritano. Todas las fórmulas que Escrivá te enseñó (jaculatorias, oraciones vocales, mentales, misas, bendiciones al santísimo, etc.) no valen más que las fórmulas de los fariseos, a los cuales Jesucristo llamó sepulcros blanqueados. Si no le diste de comer al hambriento, I am sorry, pero Jesucristo te dirá “Apartate de mí, maldito, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me diste de comer”. Y no pienses que las visitas a los pobres que hayas hecho cambian algo las cosas, porque esas visitas que se hacen en el Opus son una burla a los pobres. Es usarlos para conseguir vocaciones, lo menos que interesa es resolverle nada. Lo mismo que las catequesis. Lo menos que interesa es mejorar o educar a la gente pobre.
En definitiva Oscarín: te vendieron un buzón, un obelisco. Te pensás que sos un elegido de Dios, que los terribles esfuerzos que hacés para no mirar a las mujeres o ducharte con agua fría sirven para algo, que Dios sonríe cuando te ve cumpliendo con el durísimo plan de vida del numerario, pero estás llevando la vida de los fariseos. Los fariseos ayunaban, pagaban el diezmo, rezaban en las plazas, hacían cantidad de fórmulas, igual que vos, igual que Escrivá. Pero eso no agrada a Dios, es más bien una patada en el hígado a Jesucristo. Por lo menos si pensás que Jesucristo es Dios y que la biblia no miente.
Y si ahora por un minuto consideras la posibilidad de que te engañaron, que es todo un circo, un montaje basado en la visión megalómana de un narcisista, que te pasaste toda la vida remando pero en la dirección contraria de la que tenías que ir... Todavía sos feliz?
La mayoría lo que hacen es rechazar ese pensamiento como venido del diablo, piensan que no es posible que Dios deje que tanta gente se engañe de buena voluntad. Pero Jesucristo lo dijo clarísimo, y lo machacó repetidas veces. Jesucristo no andaba con vueltas ni con indirectas. El no hablaba para teólogos sesudos y eruditos, sino para la gente sencilla. Si consultas a los teólogos de la prelatura, te van a justificar cualquier cosa, desde que Escrivá se hiciera llamar “padre” (cando Jesucristo dijo que no llamáramos a nadie padre), a que se pueda ser rico como tantos en el Opus y entrar en el cielo (aunque Jesucristo hablara del camello pasando por el ojo de una aguja).
Así que si quieres, deshecha ese pensamiento como venido del demonio y sigue cumpliendo las fórmulas farisaicas escrivarianas. Pero si Jesucristo de verdad viene como prometió, ya sabés para qué lado te va a mandar. Como dicen acá en Inglaterra “Terms and conditions apply”.
Atomito
El amor de Oscarín.- Josef Knecht
Querido Oscarín:
Cito un párrafo de tu vivaz y simpático escrito del 13.02.2013, para luego comentarlo:
“En otro orden de cosas, personalmente me da exactamente lo mismo que seamos Prelatura personal, nullius, o hermandad. Soy abogado desde hace muchos años, y tengo la convicción de que la ley humana siempre queda corta cuando intenta constreñir en cánones el amor. Por ello, tales disquisiciones y debates me parecen vacíos y totalmente desenfocados”.
En realidad, no deberías dirigir esas palabras, tan contundentes y sinceras, a los usuarios de Opuslibros, sino al propio fundador del Opus Dei, a don Álvaro del Portillo y a tantísimos canonistas del Opus que han entregado cuerpo y alma a batallar por la “intención especial” durante un montón de años de sus vidas. Es a ellos, los verdaderamente interesados y promotores, a quienes deberías dirigir tu reproche, que casi suena a desprecio. Por cierto, esa batalla aún no está definitivamente ganada por el Opus, ya que numerosos especialistas, comenzando por quien fue el cardenal Joseph Ratzinger, sostienen que las prelaturas personales no son lo que equivocadamente opinan los canonistas del Opus al respecto.
Resulta chocante que un abogado como tú menosprecie la relación entre derecho y amor, porque precisamente en esa relación se fragua la esencia del derecho. En la España actual se está debatiendo si la tauromaquia debe salir de los controles policiales y de orden público del Ministerio del Interior, donde ahora se ubica, para pasar a encuadrarse en el Ministerio de Cultura; el debate pretende elevar las corridas de toros a la categoría de “bien cultural”, porque a día de hoy aún no lo son, o, por el contrario, prohibirlas del todo por su excesiva peligrosidad, motivo por el cual han estado controladas por el Ministerio del Interior hasta la actualidad. Es un debate jurídico, motivado por el amor con que los profesionales y aficionados viven “su” tauromaquia y la defienden a uñas y dientes (o a cornadas, habría que decir en este caso) frente a los adversarios. Por tanto, pertenecer a un ministerio o a otro, ser instituto secular, prelatura personal, nullius o hermandad no es una cuestión baladí, vacía o desenfocada, para quien ama lo suyo: ¿amas de veras tú el Opus y, a la vez, aun siendo abogado, te resulta indiferente la cuestión jurídica a la que tus superiores se han entregado con cuerpo y alma? ¿No será más bien que el Opus que te imaginas y amas en tu noble corazón no es el real? ¿No será que vives en una nube más gaseosa que amorosa, sin los pies puestos en la tierra, de manera que te da lo mismo ser “chicha que limoná” en el plano jurídico?
Te hago estas preguntas porque la versión oficial del Opus Dei y su vida real son tan distintas, que es fácil encontrarse ahí dentro gente buena que, por creerse a ciegas la versión oficial e interiorizarla, generan una psicología que no sabe distinguir entre la quimera y la realidad (Calandria nos ha dado un testimonio de ello con sus repetidas intervenciones en esta página web). En cambio, tanto los defensores como los detractores de la tauromaquia, que saben muy bien qué es lo que aman, no incurren en esa ingenuidad fideísta o alienante, sino que combaten con los pies apoyados en la arena para encarar bien los embistes. Un abogado como tú debería sentir y comportarse como estos últimos y no como un ensoñador que ¿ama?
Termino contándote un chiste que escuché en mis años de Pamplona. Pasadas las fiestas de los sanfermines, dos amigos se encuentran por la calle hacia finales de julio; uno de ellos camina maltrecho y vendado, apoyándose en una muleta. Su amigo le pregunta: “¿Cómo te has lesionado?” Le responde: “Me andaba yo borracho por la calle durante las fiestas y de repente vi frente a mí dos toros que me embestían y dos farolas; y tuve la mala suerte de que me subí a la farola que no era, mientras me pilló el toro que era”. Reconozco que es un chiste malo, pero también hay que reconocer que la vida de aquellos a quienes el proselitismo del Opus ha embestido se asemeja a la de ese hombre lisiado, que se subió a lo que no era (versión oficial) y le pilló lo que era (vida real del Opus).
Un abrazo
Josef Knecht
A la gente NO se la quiere.- Mediterráneo
No iba a responderte, Oscarín, porque no vale la pena, de verdad que no la vale, pero algo en tu post me ha encendido como una antorcha y aquí me tienes, dándole a la tecla y pidiéndole al ángel de la guarda que no me deje disparatar demasiado.
“Siempre he creído que a la gente se le quiere por quien es, no por lo que es”, dices. ¿Sabes cuál es el problema? Que en el opus las dos afirmaciones son mentira. “A la gente se le quiere”, primera mentira. A la gente no se la quiere, se vive una ficción, un simulacro al que llaman amor como podrían llamarlo pipas-de-girasol, por toda la parafernalia de teoría de “familia con lazos más fuertes que los de la sangre”, “hacerse alfombra para que los demás pisen blando” y no sé cuántas paridas más. El amor, cuando es amor de verdad, no tiene plazos ni puede desaparecer de un lunes para un martes. Si de un día para otro dejas de querer a alguien es porque nunca le quisiste, que es diferente. Ahí ya empezamos a acercarnos a la realidad.
“Por quien es, no por lo que es”. Segunda mentira. Se le quiere porque es numerario/a. Prueba de ello es que al día siguiente de dejar esa peña, el fulanito o la fulanita en cuestión se han muerto. M-U-E-R-T-O. Y a un muerto no se le llama, a un muerto no se le saluda, a un muerto no se le escribe y si lo encuentras por la calle te sorprendes porque su lugar es el cementerio.
Hace unos meses, un numerario al que llamaremos MA dejó esa peña, después de más de treinta años. Alrededor de Navidad alguien en su familia más cercana sufrió un problema de salud grave, muy grave, y MA lo comunicó a los numerarios con los que vivió durante años y a los sacerdotes del centro. “Lo encomendamos” fue la respuesta, por mensaje de texto. Buenos días. Nada más. Nada más significa que nadie se ha dignado decirle al cabo de los meses “oye, por cierto, ¿tu bisabuela sigue viva o ya se ha muerto?”. Ni era su bisabuela ni se moría, ya me entiendes. Viva el amor fraterno, viva siempre.
Otra cosa. El sacerdote con el que se confesaba, el que le ha dado la absolución durante años, no se ha dignado decirle “oye, MA, ven a confesarte cuando quieras, quedemos, lo que sea”. Al tal sacerdote el alma de MA no le importa una M, perdona la expresión. ¿Cómo se entiende que le preocupara cuando se acusaba de retrasar el Ángelus y ahora, sin medios de formación y por tanto “con mucho más riesgo” para su alma, no le importe si vive en pecado mortal o no? Viva el amor fraterno, viva siempre. Viva lo de “de cien almas nos interesan las cien”, viva siempre.
Oscarín… que Dios te conserve la inocencia. A la gente, al ser humano, a la persona, al “prójimo” en el sentido evangélico, dentro de esa peña no se le quiere.
Mediterráneo
Actitudes como la tuya no se fomentan en la Obra.- Luciana
Querido Oscarin:
Qué alegría me dio leer tu escrito! Muchas gracias por enviarlo! Realmente es siempre reconfortante saber que hay gente que piensa como tú en la obra. Y me parece muy bien que leas Opuslibros, ya que considero muy enriquecedor escuchar "las dos campanas".
En mi caso, de haberme encontrado en el camino más "Oscarines" (en versión femenina, claro) probablemente aun seguiría en la obra, o me hubiera ido menos decepcionada. No tengo dudas que en el Opus Dei hay mucha gente como tú, con claridad de pensamiento, espíritu crítico y valor para levantar la voz cuando en conciencia considera que las cosas no se hacen bien. Tú eres uno de ellos y me alegro por ti y por los agregados a quienes tratas :-)
Lamentablemente no creo que esas actitudes se fomenten -más bien se toleran (hasta cierto punto)- y es una pena la verdad.
En fin, decirte que me puso muy contenta tu aporte y que deseo de todo corazón que seas muy feliz y hagas feliz a quienes te rodean.
Rezo por ti. Un abrazo,
Luciana
Eugenio Trías.- Alberto Moncada
Querida Agustina
Yo hablé con Eugenio Trías tiempo después de nuestro abandono del Opus. El me insistía mucho en que se sentía asfixiado por la praxis sobre las obligaciones de ser numerario. Yo le insistía en que los mandos eran muy pragmáticos y cuando un numerario era importante política o económicamente, le permitían vivir a sus anchas. Eso me pasó a mí, por ejemplo.
En el opus todo es funcional a los intereses del mando. Te puedes saltar casi todo si proporcionas poder político o económico. Y le puso ejemplos de gentes como Rodriguez Casado, Pérez Embid o Fontán, solteros de oro, que administraban su propia libertad. Pérez Embid, por ejemplo, tenía una mesa reservada a su nombre todos los días en un conocido restaurante de Madrid. La buena vida de aquella gente inspiró a Torcuato Luca de Tena para definir al opus: "El opus, decía, es un ten con ten entre el cilicio y el Remy Martin"
Un abrazo
Alberto Moncada
Nolite obdurare corda vestra, sed vocem Domini audite.- José Tomás
A los que están dentro: Nolite obdurare corda vestra, sed vocem Domini audite!
En este primer Viernes de la Cuaresma, me gustaría dedicar a los miembros del Opus Dei la primera lectura de la Misa de hoy, con algunas interpolaciones mías.
Isaias 58:1–9a
El ayuno agradable a Dios.
58 1 Clama [Agustina] a voz en grito, no te moderes;
levanta tu voz como cuerno
y denuncia a mi pueblo [¿el Opus?] su rebeldía,
y a la casa de Jacob sus pecados.
2 A mí me buscan día a día
y les agrada conocer mis caminos,
como si fueran gente que la virtud practica [¡¡así creen ellos!!]
y el rito de su Dios no hubieran abandonado.
Me preguntan por las leyes justas,
la vecindad de su Dios les agrada.
3 —¿Para qué ayunamos, si no lo ves?
¿Para qué nos afligimos, si no te enteras? [¿Por qué no vienen vocaciones, preguntáis? ¿Por qué tantos se marchan?]
—Miren, cuando ustedes ayunaban
lo hacían por interés, [¡¡!!] – En Portugués: “É porque no dia do vosso jejum tratais de negócios e oprimis os vossos empregados.”
y a todos sus obreros explotaban. [¿NAX? ¿Los que están en trabajos internos? ¿Los que trabajan en obras corporativas? ¿Quién más?]
4 Es que ustedes ayunan para litigio [¡¡¡¡Contra Agustina, Kaiser y no sabemos a cuantos más!!!!] y pleito
y para dar de puñetazos a malvados. En Portugués: “É porque, ao mesmo tempo que jejuais, fazeis litígios e brigas e agressões impiedosas.”
No ayunen como hoy,
para hacer oír en las alturas su voz.
5 ¿Así ha de ser el ayuno que yo elija?
Día de humillarse el hombre, sí,
¿pero agachando como un junco la cabeza?
Y el saco; y esparcir la ceniza. [y cilicios, disciplinas]
¿A eso llamas ayuno y día grato a Yahvé? [¡¡!!]
6 ¿No será éste el ayuno que yo elija?:
deshacer los nudos de la maldad [¡¡la maldad de amenazar con el infierno adolecentes para que piten, y a los demás para que no se marchen!!],
soltar las coyundas del yugo, [¡¡el yugo de violar las conciencias, de no respetar los derechos de su foro interno!!]
dejar libres a los maltratados, [¡¡Dejad que se vayan las personas que no pueden más, sin maldecirles con el rejalgar!!]
y arrancar todo yugo. [¡¡toda la infinitud de normas, criterios, vademécums, instrucciones, correcciones fraternas!!]
7 ¿No será partir al hambriento tu pan,
y a los pobres sin hogar recibir en casa?
¿Que cuando veas a un desnudo lo cubras,
y de tu semejante no te apartes? [¡¡Ay!!]
8 Entonces brotará tu luz como la aurora,
y tu herida se curará rápidamente.
Te precederá tu justicia,
la gloria de Yahvé te seguirá.
9 Entonces clamarás, y Yahvé te responderá,
pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» [¡¡No creo que Dios os dará vocaciones – que no creo que existan - pero puede ser que os ilumine y os convierta!!]
Que Dios os ilumine.
José Tomás
Numerarios Empresarios.- kleinesal
Hola Oscarin,
Enhorabuena por leer opuslibros.
Si no te importa, quisiera hacerte un par de preguntas para ver si nuestras experiencias son parecidas:
1. Cuantos numerarios conoces o has conocido?
2. Cuantos de ellos eran --mientras estaban en la Prelatura y después de acabar sus estudios --empresarios/emprendedores o ejercían una profesión liberal fuera de las labores internas y obras corporativas?
En mi experiencia, de hace unos 20 años y en una región digamos mediana es que la proporción entre ambos números era de menos del 5%. Concedo que la proporción podría ser más alta si quitamos del denominador los curas y a los que se fueron durante la carrera universitaria.
En qué se diferenciaban ese 5% del resto? Lo resumiría en una palabra: independencia. Tanto económica como "mental".
Sé que había otros --entre los que desgraciadamente no me cuento-- que aun trabajando en el "sistema" conseguían volar libres.
Tal vez esté proyectando mi experiencia personal, pero algo me dice que muchos testimonios en esta web son de personas (1) muy normales (2) engañadas a los 14-16 años (3) cumplidoras y obedientes y (4) que en un momento dado se dieron cuenta que eso no era vida.
Yo fui bastante pardillo en el opus, y sigo siendo bastante pardillo ahora, aunque tengo la suerte de hacer un trabajo que me gusta, y vivir rodeado de gente mucho más lista que yo, empezando por mi mujer. Pardillo? sí, pero pardillo feliz.
Saludos! KleinesAL
El lamentable papel del consejo local.- kleinesal
Hola
Estuve en el opus veintitantos años, más de la mitad en consejos locales (en varios países). Puedo confirmar el testimonio de Dionisio que una vez más da en el clavo, tanto en el fondo como en la forma (I´m a fan! :-)) cuando dice:
"En realidad, cuando un consejo local se entera de que alguien se ha confesado fuera de “casa” el asunto se toma muy seriamente, especialmente en el caso de los numerarios y agregados. Para los supernumerarios hay un poco mas de manga ancha. Se toma tan seriamente que se le interroga expresamente y se le hace ver la falta de sinceridad y entrega que eso supone."
Ya el hecho de que un consejo local "se entere" de cuándo y dónde se confiesan las personas es bastante escandaloso. Que se hable de ello en reuniones y se mencione en informes de conciencia es lamentable y clama al cielo. Si no recuerdo mal para mencionar la confesión en los informes se usaba también una referencia a un punto (30 y tantos?) del apartado III del B10, similar a lo que se hacía para tratar asuntos de pureza. Estoy seguro que este truquillo se usaba para 2 temas, pero no tan seguro de que el segundo fuera la confesión -- Agradecería si alguién puede confirmar o corregir este punto (he echado un vistazo rápido a algunos informes publicados aquí y solo he visto referencias a B10.III.28).
Para Enrique:
Me parece bien que no estés de acuerdo, pero por favor no juzgues las intenciones de los que escribimos aquí. En general los ex-combatientes que escriben aqui no se conocen de nada y cada uno a "vivido el opus" en tiempos y lugares distintos. No te extraña que tantos testimonios coincidan? Escribiremos con más o menos elegancia, gracia y algunos incluso nos cabreamos y nos salimos de tono al escribir. De acuerdo, pero te sugiero que te fijes en los hechos que se narran.
Un besote a Agustina -- suerte en el juicio! Espero hacer una aportación extraordinaria" (que recuerdos ;-)) a Amigos de OpusLibros en los próximos días para apoyar en este tema.
Saludos KleinesAL
En mis tiempos, todo lo del opus dei era sagrado.- Paiquito
Hola.
Quisiera comentar el escrito del pasado miércoles de Oscarín, pues me resulta sorprendente.
En mis tiempos todo lo del opus dei era sagrado, y todos vivíamos sumergidos en una atmósfera hiper repetitiva. Todo lo del opus dei era importante, radical, sagrado. Y pasábamos grandes partes del día, de todos los días, bajo esa clase de ambiente.
Yo diría que era casi imposible vivir indiferente a todos los temas que se nos proponían como fundamentales. Era la obediencia o la destrucción del yo, pero no la indiferencia.
Aquello de la vida liberal que dice tener, pues suena más a algo satánico, alguien que conoce pero que como quiera lo hace.
Saludos.
Paiquito
Nada personal (?).- Atlast
Hace mucho tiempo que quiero escribir porque hubo aportes muy buenos últimamente. Debo agradecer a Dionisio porque me encantó su respuesta, y también a Oscarín que en verdad quisiera contestarle. Oscarín me encantó tu escrito, y te lo creo. Cada vez estoy más sorprendida de como gente que todavía es, sobretodo numerario, puede leer Opuslibros, (puede = tiene permiso de) pero eso es otro tema. Me gusto escuchar que tienes una vida tan linda y la has tenido a lo largo de tu experiencia sin exagerar en ello por que como es natural dificultades y mal sabores habrás tenido. Estoy totalmente de acuerdo contigo que a veces se nos pasa la mano en las críticas y podemos parecer poco objetivos. Pero te aseguro que si tú estuvieras de nuestro lado serias un novaliolapena o uno de ellos que escriben suuuuper lindo...
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Hay gente mala en el OD, ¡pero también hay gente buena!.- GIR
Hola, soy supernumerario del Opus Dei desde hace más de 15 años, desde los 21 años. A lo largo de este tiempo me han tocado directores que no tienen idea de como tratar a un supernumerario, con poca sensibilidad para tratar problemas delicados y con muy poco sentido común. Inclusive, me atrevería a decir, gente mal intencionada. Sin embargo me han tocado también directores muy buenos, comprensivos, y que realmente se preocupan por mis cosas.
En esta página he leído cosas terribles del Opus Dei, y no dudo que hayan pasado, pero, por lo que a mi me toca decir por lo que he vivido, he estado bien en el Opus Dei, a pesar de todos los defectos que hayan tenido algunas personas, me han cuidado. No podemos esperar que todos, incluyéndonos, actuemos siempre de forma congruente, sería lo ideal, pero no somos santos, queremos ser santos y esperamos serlos cuando nos llame Dios, pero aqui, en esta vida, somos de barro. Con el tiempo publicaré mis anécdotas, ilustrando lo que yo he vivido a los largo de estos más de 15 años. Saludos,
GIR
Dirección espiritual y confesión.- Chale
Hace tiempo que no participaba pero al leer a enrique, no pude más que poner mi experiencia por escrito:
Enrique, como supernumerario no tienes idea de cómo se manejan las cosas entre tus directores y los que reciben tus “confidencias”. Fui numeraria muchos años (27 ¿te bastan?) y recibí charlas de numerarias, de auxiliares, de agregadas y de supernumerarias durante todos esos años; fui de consejo local también muchos años e incluso trabajé en la Delegación y la Asesoría, por lo que lo que te voy a decir no me lo invento: es real y lo he vivido directamente...
(Leer artículo completo...)
Una traición a la tradición.- Agustina
Copio este artículo porque refleja bastante bien el síndrome de “director” de un numerario del Opus Dei, que enjuicia la conciencia del Papa como si le hubieran encargado un “informe de conciencia” para reportar a la Comisión o al mismo Prelado. Personalmente, tengo la sensación de que es como la charla que se le da a un miembro de la obra que se quiera marchar… Le ha faltado añadir que lo que necesita el Papa es acudir a un psiquiatra “de casa” para que le cure. Lo del “rejalgar” se le presupone.
Un abrazo,
Agustina López de los Mozos Coordinadora de Opuslibros.org
Una traición a la tradición
YAGO DE LA CIERVA, ELMundo, 12/02/2013
El único modo en que se consigue entrever qué puede pasar por la mente y el corazón del Papa es una crisis espiritual
Una decisión así no se improvisa. Quizá deberíamos haber prestado más atención a sucesos que podrían haber encendido la luz roja. Como su respuesta en una entrevista de 2010 diciendo que podría llegar a ser un deber de conciencia dimitir, si no se es capaz de llevar a cabo la misión. Después, la paulatina pero constante cancelación de tareas que son centrales en el ministerio papal.
Benedicto XVI se ha ido encerrando en su mundo cada vez más, el mundo de un profesor interesado sobre todo en el desafío intelectual de explicar la fe cristiana a los que ya creían, y presentar un Dios razonable a tantos que le desconocen. Y, progresivamente, la Secretaría de Estado ha ido asumiendo el gobierno de la Iglesia. En el último periodo, incluso los temas centrales en su Pontificado (la liturgia, la vuelta a la Iglesia de los tradicionalistas, las fronteras de la ortodoxia católica) han ido adquiriendo forma sin su intervención directa.
Pero renunciar es harina de otro costal. Porque por mucho que otros cinco papas lo hubieran hecho antes, no se pueden comparar.
Por mencionar sólo la última: no tiene nada que ver la dimisión de Celestino V, un monje prácticamente secuestrado para ser Papa y que duró poco más de un día en el trono de Pedro, con la trayectoria de Ratzinger, uno de los colaboradores de Juan Pablo II en Roma durante 26 años, y que ha dirigido la Iglesia por casi dos lustros. Ni el mundo ni la Iglesia de hoy tienen puntos en común con la de hace siete siglos. No: la decisión de Benedicto XVI no tiene precedentes.
Descartemos una enfermedad sobrevenida, por un motivo muy sencillo: lo habría dicho explícitamente. Descartemos también que tenga algo que ver con la crisis de los abusos sexuales, porque él mismo había dicho que en ningún momento dimitiría por ese motivo: «No se puede huir en el momento del peligro», afirmó tajante.
Tampoco la fuga de documentos pontificios, que puso contra las cuerdas la seguridad del Vaticano y la fidelidad de los colaboradores más cercanos al Papa. A diferencia de su antecesor, Benedicto XVI hablaba con muy pocas personas. Descubrir que gente de su más estrecha confianza había abusado de ella ha debido de ser un golpe terrible. Pero no parece suficiente.
¿Será entonces la falta de fuerza física para dirigir la Iglesia católica? Muchos han interpretado que han impulsado al Papa motivos de salud: camina con dificultad, arrastrando los pies; no ve por el ojo derecho; y los problemas cardiovasculares que le aquejan desde los años 90 los ha mantenido a raya sólo gracias a un régimen de vida muy estricto; y todos los achaques de casi 86 años.
Sin embargo, habría sido muy sorprendente que la causa principal fuera una enfermedad, sobre todo después de haber presenciado la agonía de años y en directo de Juan Pablo II.
Joseph Ratzinger ha sido testigo en primera fila de que la decadencia física no es obstáculo para ser Papa. En plena agonía de Wojtyla, afirmó que el magisterio del Papa, cuando no podía ni hablar, era más elocuente que la mejor de las encíclicas.
En realidad, Benedicto XVI ha hablado de falta de vigor de cuerpo y de espíritu. Si hubiera que poner el acento en uno de los dos, elegiría el segundo. El único modo en que se consigue entrever qué puede pasar por la mente y el corazón del Papa es una crisis espiritual.
Crisis espiritual, porque si hay algo que este Papa ama es la tradición. Se ha esforzado con denuedo para que las reformas del Concilio Vaticano II no se interpreten en clave rupturista sino en comunión con la tradición; se ha volcado para que la liturgia actual no rompa sus lazos con la de siglos anteriores. Y ahora rompe con esa tradición de manera neta, completa, radical. Ha tomado una decisión que cambia el futuro del Papado para siempre: a partir de ahora, sus sucesores se verán presionados como nunca hasta ahora.
Ha roto con su predecesor, Juan Pablo II, que siguió a pesar de los pesares. Y si ese «seguir hasta el final» fue una de las manifestaciones más elocuentes de la santidad de Carol Wojtyla, ahora muchos fieles no comprenderán por qué su sucesor, en mucho mejor estado de salud que Juan Pablo II, entiende que su deber es renunciar.
Ruptura también con el pensador al que Benedicto XVI más debe: San Agustín. Uno de las principales aportaciones del santo de Hipona al cristianismo es la doctrina sobre la gracia. En polémica con Pelagio, que subrayaba la importancia de las fuerzas del hombre para hacer el bien, San Agustín destaca que lo más importante es la gracia, lo que hace Dios y no lo que hace el hombre. Y Benedicto, al renunciar por falta de fuerzas, da más peso a lo que pueda hacer un Papa que a lo que pueda hacer Dios a través de él.
Sabemos ahora que Benedicto XVI ha rumiado durante un año esta decisión. Ha debido de ser un periodo horrible para él, de contradicción interna, de debate entre la tradición que había recibido de sus predecesores, y lo que él veía como mejor para la Iglesia.
Los problemas de dentro y de fuera le han convencido de que hace falta un Papa vigoroso. Pero la crisis ha de ser profundísima: se ha debido sentir completamente inerme ante la fuerza de la Historia, y ni siquiera su fe en la providencia le ha convencido para continuar «hasta que Dios quiera».
Su conocimiento de la historia pasada y de la situación actual de la Iglesia le impiden ignorar que la elección del siguiente Papa será mucho más «política» y menos espiritual.
Para algunos, ha tenido el coraje de romper con los precedentes: un tradicionalista contra la tradición. Para otros le ha faltado la coherencia hasta el final, y deja la tristeza que se aprecia cuando se escucha la noticia de un hombre de 85 años que se divorcia, porque ya no puede aportar nada a su matrimonio.
Pero en cualquier caso, deja una Iglesia sorprendida, entristecida y dolorosa por la punzante noticia, que no se atreve siquiera a pensar si el Papa ha hecho bien o ha hecho mal, sino que confía en que el Espíritu Santo sepa guiar a la Iglesia para escribir una página completamente nueva de su bimilenaria historia.
Yago de la Cierva es profesor de Comunicación de la Iglesia de la Santa Cruz de Roma y fue director ejecutivo de la JMJ de Madrid en 2011
Al señor Yago de la Cierva.- Dostoyevski
Lo primero que debo decir es que personalmente tengo un gran cariño al Opus Dei y tengo muy buenos amigos que son miembros de la Prelatura.
El motivo de estas líneas, intentaré que no sean excesivamente incendiarias, van dirigidas a Yago de la Cierva, quien escribió el martes en "El Mundo" el artículo más abominable que haya leído jamás: "Traición a la Tradición". Intentaré omitir adjetivos pero con semejante información, veo difícil actuar con cierta objetividad. Utilizaré un sistema muy esquemático, que le resultará familiar.
1. "Usted" osa decir que Benedicto XVI es prácticamente pelagiano y que sufre una crisis espiritual. Pues bien, el único peligro de pelagianismo dentro de la Iglesia Católica reside en su institución (reconocido por alguno de los más carismáticos obispos españoles), que por cierto, quizás usted no lo sepa, pero no pertenece –al igual que todos los laicos- al Opus Dei, no tiene ninguna vinculación jurídica. Ya que usted goza de tanta libertad, hable con algún jesuita de la Gregoriana y se lo explicará mejor.
2. Hacer un plan de normas a diario con el único afán de ir al cielo eso es materialismo encubierto, ahí no hay espíritu, no hay abandono y la Providencia es una entelequia que nunca degustará mientras siga en su actual encorsetamiento espiritual.
3. Habla de crisis espiritual en uno de los grandes teólogos de la historia. No me extraña que hable así cuando Urs Von Balthasar bromeaba sobre la "ñoñería" y escasa profundidad teológica de su libro de máximas que tiene como horizonte pietista.
Ay, señor de la Cierva, se ha dedicado durante ocho años en algún Colegio Mayor de Madrid a impartir doctrina católica a partir de guiones que le dan preparados, donde su progreso espiritual es conducido y dice que el "Vicario de Cristo en la Tierra" tiene una crisis espiritual.
4. ¿De qué crisis me habla? De la suya. 25.000 numerarios cuando falleció su Fundador (1975) y hace un par de años menos de 16.000... ¿Qué crisis señor de la Cierva?
5. Y no sólo eso, qué cultura y de qué habla usted cuando toda su vida no ha salido de obras corporativas del Opus Dei... Su gran éxito fue sustituir al ínclito Bel Millán al frente de la Comunicación en el IESE (en la última charla que le escuché contabilicé hasta 7 faltas de ortografía en su powert point).
Por cierto, disfrutamos mucho con su presencia en la JMJ, su artificiosa calma, sus inolvidables engominados y sus gafas con ademán de seminarista de los años 30. Ese sí que fue su salto al "estrellato".
6. Qué le puedo decir a un sabio cuando tiene que pedir permiso para leer al literato que mejor ha diseccionado el alma humana: Dostoievsky.
7. De qué libertad habla usted por favor, nunca saboreará ni la "libertad última" de Víctor Frankl ni la "libertad operativa" de López Quintás ni mucho menos la "libertad interior" de Jacques Philliphe por mucho que la recomiende vivamente a sus supernumerarios de turno.
8. Permítame decirle que afirmar que el que está lleno del Paráclito es pelagiano no es otra cosa que una blasfemia. Si usted lee el Evangelio a diario, le debería sonar aquello de los que pecan contra el Espíritu Santo...
9. Le animo firmemente a que tome ejemplo del Papa y se retire de verdad, déjese de cursos de retiro y hable con Aquél en el que dice creer.
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