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CORRESPONDENCIA

Viernes, 20 de Diciembre de 2013

Mi querida amiga Rita, adoptada hace unos meses de un refugio, 

y yo os deseamos muy felices fiestas de Navidad.

Agustina

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN: VIERNES, 27 DE DICIEMBRE

CUENTO DE NAVIDAD
Dionisio, 20/12/2013

Voy al despacho del director para decirle que salgo a comprar los regalos de Navidad. Me pregunta con quien voy. Está indicado que uno no vaya solo de compras. Le digo que nadie me “puede” acompañar. Le pregunto si quiere acompañarme él. Creo que no le ha gustado la broma porque me despide con mala cara. Pienso que él cree que soy demasiado insolente. Yo creo que él es demasiado tieso. Empate...

Una historia de sábanas, de sábanas blancas, para más señas.

Como bien sabéis, ¿qué os voy a contar yo?, los horarios de sueño en la casita de papel están permanentemente de últimas rebajas. Durante mi estancia en el centro de estudios acostumbraba a ir corto de sueño (como todo el mundo en todas partes, supongo) y el día del cambio de sábanas era un drama. Yo por la noche soy un hacha, pero por la mañana soy muy, muy torpe, y hacerme la cama con sábanas nuevas suponía perder un tiempo del que yo no disponía... como veinte minutos, sin exagerar. Ese día llegaba indefectiblemente tarde a la oración, con el consiguiente mosqueo de la dirección y alguna que otra gili-corrección fraterna como consecuencia (a ver, jerbo, ¿te crees que no me he dado cuenta de que llegaba tarde?, ¿a ver si te piensas que la carrera de obstáculos para esquivar a las nax ha sido por afición?... eso por dentro... por fuera el "gracias" de siempre... lo de la sonrisa igual hasta algún día como que no me salía... ya estoy divagando...).

Un buen día Nometorres se hizo un propósito... no llegaré tarde a la oración el día de cambio de sábanas. Y no lo hice... Recogí las sábanas sucias, las eché en el saco ese de tela y dejé las limpias sobre la cama para hacerla cuando volviera de la facultad. Ya, ya... no lo pensé... lo siento... mea culpa... al volver la cama estaba inmaculadamente hecha por alguna de nuestras hermanas. Gracias.

En mi afán por evitar levantarme antes, y después de mucho estrujar mi neurona buena, concluí que la mejor solución para no cargar a las nax con trabajo extra era repetir la jugada, pero dejando las sábanas debajo de la almohada, todo cubierto por la colcha. Funcionó!!!!! Al volver de la facultad la cama estaba sin hacer. Gran victoria... qué bueno que soy.

Pero ya se sabe que al criminal le pillan cuando regresa al lugar del crimen. A la semana siguiente repetí el plan y, al ir a hacer la cama más tarde, descubrí horrorizado que ésta estaba hecha. "Maldita sea... esto ya es algo personal".

Pensé en dejar una nota sobre la cama diciendo "NO HAGAN LA CAMA, POR FAVOR"... pero hasta un lerdo como yo era capaz de ver que no era muy buena idea y que alguien me iba a decir algo en algún momentito que me pudiera pillar. Mucho mejor sería esconder las sábanas en el armario y así no me podrían hacer la cama... ay Dios, que no... ese día, al volver, me encuentro la cama hecha, y encima un juego de sábanas en el armario que yo ya no quería para nada. Con el tiempo me he enterado de que mi genial idea seguramente supuso una larga excursión extra a buscar las sábanas... perdón, perdón, perdón... os aseguro que me supo peor a mí que a vosotras.

Consiguientemente, vencido y humillado en mi guerra contra las nax, alcé bandera blanca y rendí la plaza... Desde entonces me levanté diez minutos antes para hacer la cama... y lo curioso es que seguí llegando tarde a la oración y saltando escalones de tres en tres para no ser interceptado por una chica vestida de azul... el hombre es un animal de costumbres.

Nometorres

El 29 de noviembre escribí en Opuslibros acerca de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco. He buscado información acerca de ese escrito papal que cita muchísimo el documento de Aparecida (Brasil). En este tema me he encontrado en internet con Cipriani, cardenal peruano numerario, que es el clérigo de mayor rango eclesial que tiene ahora mismo el Opus Dei...

Queridos todos: hace tiempo que os leo rigurosamente. Me habéis ayudado un montón a sobrellevar una situación insostenible, o más bien, incomprensible; con vuestros testimonios he aprendido que las personas de dentro ya no son "ellas". Son seres que, sin darse cuenta en absoluto de lo que les están haciendo, se han vuelto irreconocibles.

Hoy quiero dirigrime a vosotros, los que ya estáis fuera, pero también a los que siguen en la rueda de dentro. A los de arriba, los de muy arriba, a esos que jamás van a moverese ni un ápice, a esos que lo manejáis todo. A esos a quienes lo que menos os importa es el ser humano. Pero lo más grave es que tampoco os importa su salvación, ya que todo el daño que estáis haciendo a la clase de tropa, perjudica seriamente su futura salvación. A vosotros que no conocéis la vergüenza. A los que no conocéis el verdadero sentido del pecado. A los que no conocéis el sentido del honor. A los que no tenéis escrúpulo alguno. A vosotros, va dirigido especialmente mi escrito.

Siempre he defendido en mis aportaciones que el Opus Dei se basa en la mentira, pero ahora me veo con capacidad de afirmar otro "algo más" que también hay en la Obra, además de la mentira y que está perfectamente descrito en el libro del cardenal J.F. Ravasi "¿Qué es el hombre?". En uno de los capítulos de este libro titulado "Más allá del miedo" describe con una claridad estelar los métodos que vosotros, los de dentro, usáis con la clase de tropa. Parece como si vosotros mismos hubierais escrito de vuestro puño y letra este capítulo. Ahí va un breve resumen:

Continuamente el capítulo compara el TEMOR y el MIEDO. Afirma que el temor da confianza a la persona y es una manera de asumir sus propias limitaciones. Todo lo contrario del miedo, que paraliza a la persona. Cita que Montaigne en sus Ensayos no dudaba en temer al miedo, del que decía textualmente "el miedo es la cosa a la que tengo más miedo".

El escritor y político inglés del s. XVIII Edmunt Burke proclamaba que "un vigilante y previsor miedo es la madre de todos los seguidores, de manera que los regimenes absolutistas se han hecho propio, hasta sin saberlo, aquello que Suetoni consideraba el lema de Calígula "oderint dum metuant": "que me odien, pero que me tengan miedo".

El miedo no es cristiano porque no deja ser uno mismo. El miedo, repite el cardenal Ravasi, paraliza el cuerpo y la mente. Incluso, poniendo una nota de humor, cuenta que Woody Allen confesaba "mi esperma-cerebro es muy bueno: me ha quitado el miedo y me lo ha infectado de angustia".

Como decía Sófocles "para el que tiene miedo TODO RUGE"

A menudo, dice Ravasi, ciertos grupos han utilizado el miedo y el castigo con la finalidad de sumir a los que ellos quieren.

El miedo es diametralmente opuesto a la religión. En cambio el temor es una virtud. El miedo te aparta de Dios. El temor conlleva tener confianza en Dios.

En el amor no hay miedo puesto que el perfecto amor ahuyenta el miedo, ya que el miedo supone castigo, y esta frase sería suficiente para demoler una religiosidad que se alimenta en el miedo, por la pena consiguiente.

El miedo es el principio de la manipulación. Crea infantilismo religioso.

Podría seguir, pero os recomiento la lectura de este libro del cardenal Ravasi, del cual el Papa Francisco aconseja que se utilice para la catequesis de adultos en las parroquias.

Queridos de dentro: ¿tenéis un espejo? Como muy bien relató Novaliolapena, a vosotros, los de dentro poco os interesa lo que les ocurre a los demás de dentro y menos aún a los de fuera. Yo no os juzgo. Es Dios quien os juzgará.

Acabo con otra cita, y esta vez, es de Giorgio Vasari, en su libro "Jardines de Finzi Contini" en el cual, el protagonista se dedica solamente a cuidar y mimar su jardincito, que para él es SU MUNDO, ya que no conoce el exterior de su jardín, pues el exterior le da miedo.

Feliz Navidad

Perladeladriatico

Querida Georgina,

como profesional de la enseñanza te diré que en los treinta y tres años que he ejercido en mi Región nunca he visto al profesorado de Centros de la Obra en ningún medio de formación y/o reciclaje que organizan los Centros de Profesores o la Consejería de Educación.

Como abuela de varios alumnos que van a uno de esos Centros, te diré: el alumno que funciona, funciona y lo haría en cualquier otro centro educativo; la que tiene dificultades no funciona y mi impresión es que no tienen ni idea, dudo seriamente de la preparación y selección del profesorado. A la formación que te refieres, no da mucho fruto porque de adolescentes salen rebotados y, a juzgar por lo que veo, con las conciencias bien deformadas.

Mi consejo es que busques otros centros.

No se si te vale mi opinión… No dejes crecer a tu hija en un lugar donde no les enseñan a ser los dueños y señores de sus propias conciencias.

Que todos tengáis la felicidad que seáis capaces de asimilar.

Julia

Georgina,

por mi experiencia en la Obra y en los colegios, de los que he sido profesor, me gustaría que consideraras que la Obra mantiene sus colegios con el único afán de captación de jóvenes adolescentes, de modo que cuando tendrás problemas de este tipo es cuando tu hija esté en esa edad. A este problema se añade otro, no menos importante en mi opinión, y que lo tendrás antes de la adolescencia, que es la transmisión de un cristianismo muy centrado en el cumplimiento de prácticas de piedad, que los pequeños aprenden muy bien a imitar, pero que va acompañado con el paso del tiempo por una excesiva intromisión en su interioridad. Esta práctica puede ser llevada a cabo tanto por sacerdotes como por laicos, o por ambos.

En mi opinión, ya que tu hija es pequeña, no es un problema urgente pero debes ir pensando en que ese colegio es una solución transitoria, lo prudente es un cambio de centro a medio plazo.

EnriqueAntonio

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