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CORRESPONDENCIA

Lunes, 15 de Abril de 2013

JOSÉ Mª ESCRIVÁ ALBÁS: ALGUNOS PROBLEMAS HISTÓRICOS (IV)

Entrega n. 1

Entrega n. 2

Entrega n. 3

Entrega n. 4

Capítulo 1. Los ómenes de Escrivá

El miedo a la libertad y el miedo al futuro acompañan al hombre en todas las culturas. De ahí que los antiguos buscaran el apoyo de pitonisas, oráculos, sibilas o augures. También sabemos de los magos, hechiceros y brujos de culturas primitivas actuales. Y vemos finalmente que a muchos de nuestros contemporáneos civilizados les atraen cosas como horóscopos y tarots, tanto que esos planteamientos continúan ocupando un sector considerable en las producciones del cine o de la televisión.

A las gentes con fe en Dios, todas esas cosas nos parecen supersticiones sin valor alguno. Pero no basta la fe: son precisas otras virtudes para superar ese temor al futuro, a la libertad, o a las consecuencias del pasado. Es precisa la esperanza de que, conforme al canto de los Ángeles en Belén, la paz está prometida a los hombres de buena voluntad. Y esa esperanza nace de la confianza en el amor de Dios por nosotros, que a su vez debe ser correspondida por nuestro amor hacia Él. Si alguna de esas virtudes falla, nos sentimos inclinados a resolver mediante “atajos” los problemas que la libertad nos presenta.

CONTINUACIÓN

Jamás he escrito a esta página, pero un tanto desconcertado, por no decir asombrado, ante ciertas novedades que, al parecer, el Opus Dei ya venía practicando desde hace muchos años, y que sólo ahora nos consta que profesa y aplica, no resisto la tentación de hacerles llegar estas líneas con mi modesta historia.

Yo estudiaba en un buen colegio de provincias (de España, se entiende), por el que un día aterrizaron unos médicos neurólogos, uno de ellos buen amigo del director del centro, para hacernos una encuesta-investigación a los alumnos de mi curso (6º del antiguo Bachillerato). Prácticamente todos aceptamos prestarnos a la prueba, pues comportaba librarnos de una tarde de clases. Después de varios cuestionarios y encefalogramas, ellos debieron de sacar sus conclusiones, seguramente teniendo en cuenta también los datos que, con más ingenuidad que responsabilidad, supongo que les proporcionó el director del colegio; datos en los que, para mi desgracia, yo solía figurar como el nº 1 de la clase...

Palabras de agradecimiento de Catherine Tissier y su marido Arnaud, tras la sentencia favorable de la Corte de París, en su juicio contra el Opus Dei. Están publicadas en el blog de Apoyo a Catherine. 

"Je m’adresse à vous pour la 1ère fois directement sur mon comité de soutien, pour remercier les personnes qui m’ont soutenues et accompagnés durant ces 12 années de procédure.

MERCI à Arnaud mon mari qui à su me soutenir et me comprendre.

En particulier un énorme MERCI à mes parents, sans lesquels je ne serais plus là aujourd’hui qui m’ont aidés et protégés pour déposer cette plainte.

Je pense aussi fortement au père Jacques Trouslard qui à soutenu ma famille avant et après mon retour.

Mr et Mme Pierre Peugnet disparu aussi à ce jour.

MERCI aux personnes qui ont témoignés pour moi, durant les différentes audiences.

A mes beaux parents par qui le comité de soutien à vu le jour.

Sans oublier mes avocats Maitre Bosselut et Maitre Gourdon avec qui la procédure à été à son terme.

En espérant de tout cœur que le verdict aidera nombre de personnes à se reconstruire et prendre un nouveau départ dans la vie."

MERCI A TOUS

CATHERINE & ARNAUD

Querido Carlos:

Respondo a tu pregunta del 12.04.2013. Yo diría que la papeleta, que conservas, de la calificación de tu tesis doctoral no tiene valor de documento o testimonio oficial, sino sólo informativo; además, esa papeleta no es en realidad un comprobante de tus estudios internos en el Opus, sino de tus estudios, totalmente públicos, realizados en una Facultad de Teología. Cursaste el bachillerato teológico en el “Studium Generale” del Opus Dei y luego cursaste la licenciatura y el doctorado teológicos en la Facultad de Teología de Pamplona.

Si deseas obtener un certificado oficial de tus estudios de licenciatura y doctorado en Teología, escribe a la Secretaría de la Facultad de Teología de Pamplona y solicita al secretario (lo puedes hacer por correo electrónico) que te envíe por correo postal un certificado completo de esos estudios. En este caso, no se negarán a tu petición, pues eres un antiguo alumno de la Facultad que realizó ahí unos estudios totalmente públicos. Lo que la Facultad de Teología no puede dar a nadie es el certificado de los estudios previos a la licenciatura, es decir, los del “Studium Generale”, ya que estos estudios no los cursaste en esa Facultad, sino en el instituto secular, que ahora es la prelatura personal del Opus Dei.

Para obtener el certificado de las asignaturas cursadas en los estudios internos del “Studium Generale” del Opus Dei, hay que solicitarlo a la prelatura personal (al director de estudios de la Comisión Regional). Y en este caso no sabría decir qué van a responder los directores a esa petición, pues nos adentramos en terreno mental imprevisible.

En mi opinión, es suficiente con que tengas el certificado de la licenciatura y el doctorado realizados en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, lo cual presupone que has cursado necesaria y previamente el bachillerato en Teología, que en tu caso lo hiciste en el “Studium Generale” del Opus Dei. Con los certificados de la licenciatura y el doctorado creo que ya tienes suficiente para documentar bien tu currículum.

Insisto para que te quede claro. Cursaste el bachillerato teológico en el “Studium Generale” del Opus Dei y luego cursaste la licenciatura y el doctorado teológicos en la Facultad de Teología de Pamplona. Has de distinguir esos dos entes que jurídicamente son distintos, aunque moralmente estén vinculados entre sí porque los dos entes son del Opus Dei, los dos realizan estudios eclesiásticos y sus profesores visten la misma sotana.

Un cordial abrazo

Josef Knecht

He leído con suma atención las tres primeras entregas [ 1][ 2] y [ 3] del estudio histórico de Jaume García Moles. Comparto su punto de vista, aunque no estoy del todo de acuerdo con una de sus afirmaciones, que, a mi parecer, debería formularse con más exactitud. Se trata ni más ni menos de la “hipótesis inicial” de Jaume, que a continuación transcribo: 

«Tras varios años fuera de la Obra, en los cuales no he dejado de estudiarla, llegué hace ya algún tiempo a lo que para mí sería el hilo para sacar el ovillo. Pensaba yo en las contradicciones y enigmas de la vida de Escrivá, cuando recordé unas palabras del Apóstol Santiago, en su Epístola: el hombre con dos objetivos en la vida es inconstante en todos sus caminos (Jac 1,8). Entonces empecé a vislumbrar que todos los problemas que plantea la vida de Escrivá podrían ser debidos, junto a alguna tara psicológica, a su decisión de simultanear dos aspiraciones realmente incompatibles. Por un lado, el sacerdocio, que requiere, para que sea auténtico, una entrega total de vida. Por otro, la aspiración a una realización humana, una gloria humana. Esta fue cambiando a medida que la primera aspiración, con sus exigencias ineludibles, le permitía una vía u otra: promover una obra apostólica para jóvenes, hacer la carrera de Leyes, ser director de una academia, ser sabio, preparar oposiciones a catedrático, o a una canonjía, o si se le presentara la ocasión, diputado en cortes.

Y esas dos aspiraciones, que hasta entonces luchaban entre sí, se mezclaron en su vida a partir de un determinado momento, cuando empezó a ver que lo suyo era un peculiar sacerdocio a su gusto. Y emprendió un proyecto en esa dirección, que sería su obra, lo que llamó Opus Dei: un gran organismo para la captación y la dirección de almas...

Maltrato y falta de caridad cristiana con don Juan Rivero Lamas, QEPD, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Zaragoza, España.

Don Juan ingresó en la Obra con 15 años, cuando fue "captado" en su San Fernando (Cádiz) querido, y permaneció en ella como Numerario hasta los cincuenta y tantos años, cuando decidió abandonarla y casarse con otra Catedrática de la Universidad de Zaragoza. Había sentido la vocación matrimonial, de ser una persona normal y corriente, "clase de tropa" según Escrivá de Balaguer...

Como todo Numerario, residía en un piso de la Obra, concretamente en la calle León XIII de Zaragoza, sometido a la autoridad de un Director. Cuando le comunicó a esta persona que deseaba dejar la Obra, y las razones correspondientes, y se marchó a dar sus clases en la Universidad, se encontró con la desagradable sorpresa de que después de haber dedicado treinta y tantos años de su vida laboral al Opus, entregado la totalidad de sus ingresos, tanto en calidad de Catedrático como de Abogado, con despacho propio, etc., que habían cambiado la cerradura del piso, y no le dejaron ni entrar a recoger sus documentos personales, ropas, libros, etc. Es decir, le dejaron en la calle, únicamente con la ropa que llevaba puesta.

Tanto es así que tuvo que marcharse a vivir unos meses a un modesto hotel de la ciudad, mientras preparaba su boda, ya que tanto su novia como él no deseaban vivir en pecado ni al menos dando pábulo a la maledicencia.

Don Juan siguió asistiendo a Misa diaria toda su vida, siguió trabajando con el mismo ahínco que siempre, y publicando, investigando, dirigiendo tesis doctorales, etc., y nunca le oí decir una palabra en contra de la Obra ni, por supuesto, de la Iglesia Católica.

¿Se comportó fraternalmente la Obra con Don Juan Rivero Lamas...? Parece evidente que no.

Les envío este comentario con el ruego de su publicación, pues he querido colgarlo en wikipedia, en el apartado "discusión" de la página relativa al OPUS DEI en dos ocasiones, pero una mano caritativa se dedica a borrarlo. Y como no hay dos sin tres, no vuelvo a intentarlo, pues estoy seguro de que son ellos mismos quienes destruyen cualquier testimonio que les sea desfavorable. ¡Y es que son tan santos que nunca hacen nada mal, ni quieren que nadie se entere!

Descanse en paz don Juan Rivero Lamas, y gracias por su apoyo en momentos difíciles de mi vida. Rezaré por él, aunque estoy seguro de que no lo necesita, pues era una gran persona y un cristiano ejemplar. Como el mismo decía, no hace falta ser de ninguna institución para ser un buen católico.

Manuel G. Pérez

¿Me quieres? Esta es la “sencilla” pregunta que hizo Jesús a Pedro tres veces seguidas.

Pregunta que sería conveniente que nos hiciéramos todos muy a menudo. Y hoy, aprovechando que el evangelio nos ha dado pie a recordar este hecho, por el cual parece que Jesús quiere “asegurarse” del amor de Pedro, después que éste le negara tres veces, me gustaría trasladar la pregunta a cada una de las personas de la Obra que seguramente leerán este artículo...

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