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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 21 de Septiembre de 2012



Pensando y recordando.- Recordando

Ya sabía yo que el tema de Víctor traería cola porque que una persona joven se suicide es algo tremendo pero, sobre todo, porque en la obra no quieren ni oír hablar de esa "palabra".

 

Me vais a perdonar, pero me voy a mantener en el anonimato por salvaguardar mi intimidad, porque ahora soy  una persona de las que se pueden considerar normal y cuando era numeraria, aunque solo me intenté cortar las venas una vez por cobardía, mis deseos de morir eran continuos e intensos. La muerte se presentaba como la única salida.

 

Pité unos días antes de cumplir los 15 años y al mes ya me quería ir de la obra, pero no me fui hasta veintitantos años después. El calvario que pasé solo lo sabemos Dios y yo.

 

A los 28 años pisé por primera vez la consulta de un médico, en concreto de una agregada. A los 36 años había ido a 2 psicólogos, 2 internistas y 4 psiquiatras.

 

A Pensando le digo que ninguno  me dio el mismo diagnostico, desde una distonía neurovegetativa, que yo sepa no es nada, hasta depresión endógena recurrente con rasgos obsesivos de personalidad, pasando por lo que quieras...

 

Recuerdo una conversación con la directora de San Miguel, dando un paseo, que le dije que mi única salida era la muerte porque no me quería ir “de casa” para no ser infiel, pero que no me podía quedar porque en la Obra, recuerdo que le dije, me falta la respiración. Le pareció de lo más normal, por lo menos, no me dijo nada.

 

Tuvo que ser algo externo a la obra el detonante para que yo viera la luz. Un día fui a por medicamentos a la Seguridad Social y me atendió un médico sustituto que me dijo que volviera al día siguiente sin cita. En mi centro no le dieron importancia y me dijeron que fuera sola y al llegar, ese medico me pasó, saltándose todos los pasos de la sanidad pública, a un endocrino muy amigo suyo que nada más verme me dijo que tenía anorexia y, sin preguntarme nada, me miró a los ojos y sus palabras fueron como un aldabonazo en mi cabeza y mi corazón: “en tu vida hay algo que no va, o lo cambias o te mueres, elige...”

 

No sé cuánto tiempo transcurrió pero el endocrino me plantó delante de un psicoanalista que, después de hablar con él, me dijo sin ningún problema: o te vas de la obra o te mueres....

 

En mi centro no les dio tiempo a reaccionar pero a mí, sí. Y aquí estoy, viviendo la vida, sin necesitar ningún médico. Trabajando mucho y procurando ser buena esposa y buena persona.

 

¿A mí me vas a decir, amigo Pensando, que la obra no es la causa del suicidio de Víctor? Por desgracia, de Víctor y de muchos más.

 

Y guárdate tu sabiduría y tus eufemismos para otro momento: causa, detonante, circunstancias... y para colmo creo que por Valencia se dice que el pobre chico murió de leucemia...

 

A mí, amigo Pensando, para saber hasta qué punto la obra puede ser causa de un suicidio, no me hace falta pensar, porque me basta con recordar.

 

Recordando





Que no se repitan más situaciones como la de Víctor.- Josef Knecht

He seguido con profundo dolor la noticia del reciente fallecimiento de Víctor y los posteriores comentarios que distintos usuarios de opuslibros han realizado al respecto. Puesto que esos comentarios han abarcado a fondo muchos aspectos de la situación, no voy a añadir nada nuevo. Me adhiero, sobre todo, a lo que Giovanna Reale (17.09.2012) y Ramón (19.09.2012) han explicado acerca del integrismo religioso como causante o estimulante de la enfermedad de Víctor y de tantos otros miembros y ex-miembros del Opus. Impactante ha sido el análisis de E.B.E. del 19.09.2012 (Los suicidios en el Opus Dei), que muestra muy bien lo pernicioso que puede llegar a ser el integrismo religioso.

 

Xavier de Barcelona (17.09.2012) enfoca este problema a la luz de las modernas ciencias y técnicas psicoterapéuticas. Su nota es un buen complemento de lo que escriben Ramón y Giovanna, la cual se limita a exponer el problema desde la perspectiva del mundillo clerical, tan reduccionista a la hora de analizar el comportamiento humano; Xavier da la razón a Giovanna complementando el panorama desde la perspectiva médica. Cuando no hay integrismo religioso por en medio, los avances científicos pueden contribuir a mejorar las vivencias de la fe religiosa logrando que ésta no se aleje de la realidad de la vida.

 

Como es sabido, el Concilio Vaticano II (1962-1965) quiso extirpar de la Iglesia el cáncer del integrismo católico, pero, debido a una serie de causas que ahora no es el momento de exponer, en los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI el integrismo ha estado vivo y coleando como si el Concilio no se hubiera celebrado; muchos analistas coinciden en apreciar que en estos dos pontificados se ha producido una “involución” a planteamientos preconciliares. Es una lástima que la realidad eclesial sea así, pero debemos ser realistas y ver las cosas como son. Esperemos que el Espíritu Santo cambie la situación eclesial lo antes posible. Por cierto, el próximo 11 de octubre de 2012 se conmemorará el 50º aniversario de la apertura del Vaticano II. El Papa Benedicto XVI ha establecido, con motivo del mencionado aniversario, un “Año de la Fe”: 11.10.2012 (50º aniversario) – 24.11.2013 (Solemnidad de Cristo Rey). Deseo que el inminente Año de la Fe no se limite a un protocolario autobombo por lo bien que se hacen las cosas en la curia vaticana, sino que dé frutos verdaderos, es decir, que se logre extirpar el cáncer del integrismo, sentando de veras las bases para que desaparezca cuanto antes.

 

Por último (last but not the least), es muy de agradecer, de todo corazón, el esfuerzo que Agustina y Carmen Charo invirtieron en Víctor. Así es como habría actuado la Iglesia si el Vaticano II se hubiera aplicado debidamente desde 1965 hasta el día de hoy: menos actos protocolarios –con bombo y platillo (JMJ, UNIV)– de autosatisfacción institucional, menos complicidad episcopal con instituciones eclesiales problemáticas y más obras efectivas de ayuda a las personas necesitadas; dicho en pocas palabras, nada de integrismo y mucho de Evangelio.

 

Josef Knecht





¿Qué es lo normal?.- Unocomocualquiera

Pensando ha conseguido su objetivo. No puedo negar que la carta de Victor me dejó perplejo, pero también me capturó el argumento de Pensando. Lo resumo torpemente: Dado que la depresión es un asunto biológico, Victor hubiera terminado igual si no hubiera sido de la Obra, por tanto la Obra no tiene responsabilidad, seamos prudentes antes de juzgar!

Como Xavier de Barcelona bien comenta (y yo que pensaba que escribía de forma rebuscada!), de las dos corrientes para atacar problemas de depresión crónicos están el enfoque psicoterapéutico y el biologista (sic). Dentro del psicoterapéutico está la tendencia sistémica que culpa al sistema al que perteneces… entonces ¿fue Victor víctima o es un victimista (es decir se hace pasar por victima)?...



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Sin agresividad, por favor. Para Bastián.- Daneel

La dramática carta de Víctor ha suscitado numerosas reacciones, a las que quiero unirme manifestando mi compasión por los sufrimientos padecidos por Víctor y la esperanza de que ya haya alcanzado la paz con Dios. Entre las reacciones quiero resaltar la llamada a la cautela de Pensando, que a su vez ha recibido diversas matizaciones, especialmente la de Carmen Charo por el trato más cercano que tuvo con Víctor. Lo que dice Pensando es verdad: el testimonio de un enfermo mental, cuya enfermedad consiste precisamente en la alteración de la percepción de la realidad, no es completamente fiable. Pero también son verdad muchas de las objeciones que se le plantean: que eso no exime al Opus de responsabilidad en lo ocurrido, etc.

 

Pienso que el contraste respetuoso de opiniones es enriquecedor. Lo que no me parece de recibo es la reacción de Bastián (con tantas y tan interesantes aportaciones a la web, por otra parte), que, con un comentario totalmente fuera de lugar, insinúa que Pensando es un infiltrado del Opus. ¡Por favor! No sé si ha sido la tónica general desde el inicio de la web, pero de un tiempo a esta parte observo que cualquier escrito que señale algún aspecto positivo del Opus, o simplemente menos malo, es contraatacado agresivamente por algún otro participante, con todo tipo de argumentos “ad hominem” que a menudo rayan en el ridículo. En este caso particular, Pensando ni siquiera ha dicho nada positivo o menos malo del Opus, sólo ha dicho que el testimonio de un enfermo mental puede ser poco fiable, por muy inteligente que sea el enfermo.

 

Afortunadamente, y gracias a la honestidad de Agustina, esta web no tiene una “línea editorial”, y así tanto Pensando como Bastián pueden publicar sus escritos. Está claro que hay gente que piensa que el Opus es algo diabólico y malo-malísimo sin ningún resquicio, ni siquiera la bondad personal de algunas o muchas de las personas que viven ahí dentro. Pero pienso que será muy beneficioso para la web que dejen a un lado su agresividad (no sus opiniones) cuando otros no piensan igual, porque lo único que van a conseguir es que se consolide una línea editorial “de facto”. Esta web la lee y valora muchísima gente, si los que mandan en la Iglesia aún no se han dado por aludidos (y Dios les juzgará por ello), también es cierto que la web ayuda a muchos otros cristianos “de a pie”, que tal vez todavía confían en el Opus, a quitarse la venda de los ojos. Pero esto no se conseguirá si la web produce rechazo en esos lectores y dejan de leerla.

 

Saludos cordiales,

Daneel





Comentario sobre la vocación.- Paiquito

Hola a todos.

 

El escrito de EBE me hizo buscar el libro de meditaciones, el cual lo leíamos muchas veces en la oración. Mi sorpresa es que no estaba en la página oficial de opus dei, en donde está el libro de Camino y otros. Me dirigí a opuslibros pero por demanda del opus dei, no se encuentran. Fue en opusinfo en donde lo encontré.

 

El recuerdo de aquellos momentos en que sentados en el oratorio teníamos que leer, o escuchar la lectura principalmente, es para mí un tanto obscuro. Pero eso sí, ahí estaba el libro de meditaciones.

 

Ahora que lo busqué, casi no pude leer nada porque es como leer frases de una dialéctica demasiado estridente, sin lugar a opciones, como para gobernar el alma.

 

Si la vocación al opus dei incluye el leer el libro de Meditaciones pues yo no tenía vocación. A menos que mi vocación me incluyera el sufrir, y el no hacer nada de lo que ese libro proponía porque yo no simpatizo mucho con esa forma de ser.

 

Saludos.

Paiquito





Escuelas del opus dei en picada en Argentina.- Soyyootravez

No hace mucho hubo correos que se referían al perjuicio que recibirá el opus dei en España al no obtener más beneficios del Estado para sostener a sus colegios, ya que están segregados por sexo. Debo reconocer que me sorprendió que tuvieran esas facilidades económicas todavía.

En Argentina, desde hace muchísimo tiempo, la política de la prelatura es la de no solicitar subsidio alguno para sus escuelas a fin de trabajar con mayor libertad (sic). Esto me cansé de escucharlo. En realidad es lo que hacen todos los grandes institutos educativos para poder establecer las cuotas sin tener que ceñirse a topes establecidos porque si aceptan aportes oficiales tienen que cobrar lo que les señala el Gobierno...



(Leer artículo completo...)



 

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