Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.

CORRESPONDENCIA

Lunes, 01 de Octubre de 2012

Escrivá y el episcopado

Autor: Gervasio

¡Qué bueno y completo es el reciente artículo de Guillaume Desde 1942 Escrivá quería ser obispo! Proporciona datos precisos, algunos de ellos desconocidos o vagamente conocidos,  preludio de una futura publicación. Se trata de un artículo muy templado. No se ensaña en la figura de Escrivá —que en su megalomanía tiene algo de pobre hombre que lo hace entrañable—, sino que se limita a constatar datos y a formular hipótesis, diferenciando lo uno de lo otro. Además, da respuesta a los interrogantes de Sperpento sobre las aspiraciones y posibilidades de Escrivá de ser nombrado obispo...  

Así, “Amar el episcopado apasionadamente”, es como debería haberse titulado la homilía que monseñor Escrivá pronunció en el campus de la Universidad de Navarra el 8 de octubre de 1967, en vez de titularse Amar el mundo apasionadamente. Hubiera sido un título más sincero.

1. Quisiera agradecer –y felicitar cordialmente– a Guillaume por su artículo del pasado 28.09.2012: Desde 1942 Escrivá intentó ser obispo. Se trata de una importante aportación histórica que desmonta la versión hagiográfica que el Opus Dei presenta acerca de su fundador. Esta versión oficial, apoyada pseudo-científicamente por el Instituto Histórico San Josemaría Escrivá con sedes en Roma y en Pamplona, debería ser sometida a un riguroso examen científico, histórico y crítico porque idealiza y mitifica a Escrivá a partir de unos presupuestos hagiográficos que ocultan o deforman bastantes hechos históricos de su vida. Parece ser que se está iniciando el estudio de una auténtica biografía de Escrivá –así lo deduzco a tenor de la información de Guillaume–, lo cual me alegra enormemente, aunque, hablando con propiedad, ese estudio biográfico, basado en el rigor científico, ya fue iniciado por el profesor Giancarlo Rocca, que debería considerarse el primer biógrafo veraz de la compleja figura de Josemaría Escrivá.

También estoy de acuerdo con las conclusiones a las que Guillaume llega. Especialmente interesante es el hecho de que la transformación del instituto secular Opus Dei en prelatura personal tuviera como auténtico motivo no la defensa de un carisma supuestamente laical de la Obra de Escrivá (ya sabemos que la vida de un numerario/a no es realmente laical y que Escrivá quería que no lo fuera), sino más bien el afán de Escrivá de acceder al episcopado. Por cuestiones jurídicas del derecho canónico, los presidentes generales de un instituto secular o de una orden religiosa no pueden nunca llegar a ser obispos mientras ejercen ese cargo, pero los prelados de una prelatura sí pueden ser nombrados obispos.

2. En orden a lograr una mayor acribia científica en ese trabajo de investigación histórica, desearía formular a Guillaume una pregunta. En su artículo, Guillaume afirma respondiendo a Sperpento (24.09.2012) que suena muy raro eso de hacer voto de no aceptar nombramientos episcopales y aplica a ese aserto de Escrivá el “principio de contrariedad”. Sin embargo, ese voto no es tan raro del todo. Si no me equivoco, en la Compañía de Jesús existe una especie de voto (no sabría precisar con exactitud qué tipo de compromiso moral es), por el que cada sacerdote jesuita se compromete a no aceptar nombramientos episcopales; es uno de los compromisos jesuíticos de los que, a lo largo de la historia, más excepciones o dispensas se han dado: recientemente falleció, por poner un ejemplo, el arzobispo emérito de Milán, Carlo Maria Martini (1927-2012), jesuita.

Teniendo en cuenta que por los años 40 del siglo pasado Josemaría Escrivá acudía a la dirección espiritual de un padre jesuita en Madrid, cabe la posibilidad de que la admiración que entonces Escrivá sentía por la Compañía de Jesús –admiración que se hace palpable en algunos puntos de Camino– lo animara a imitar a los jesuitas en ese aspecto del rechazo de un nombramiento episcopal. Además, como bien muestra el libro de Isabel de Armas Josemaría Escrivá y Pedro Arrupe: cara y cruz ¿de una misma Iglesia? (ed. Iepala, Madrid 2009), la Obra de Escrivá se inspira en muchos aspectos prácticos y espirituales de la Compañía de Jesús: la expresión ignaciana de “ser contemplativos en la acción” está en la base del “ser contemplativos en medio del mundo” de Escrivá, por ejemplo.

En mi opinión, convendría clarificar esta objeción o duda para que las conclusiones de ese trabajo de investigación fueran más contundentes y no dejaran cabos sueltos.

Josef Knecht

No solo los abusos sexuales son algo horrible. La Iglesia, que está de guarda en contra de abusos sexuales a menores, también debe impedir que piten menores de edad.

La carta de Victor es espantosa pero no es singular. Hay otros como él que han sido invitados a pitar en muy temprana edad y sin el consentimiento de sus padres o con la sugerencia de que no les hablara del pitaje.

Igual que le sucedió a  Victor, -imagino, porque no tengo esta experiencia pues estoy en el Opus Dei-, no es fácil la salida de un numerario que tiene padres supernumerarios. Uno no quiere enfadarles o avergonzarles delante de los otros supernumerarios. No es fácil salir del Opus Dei si se tienen padres supernumerarios, aunque les haya sido ocultada la entrada en la Prelatura a los 14 años.

Ya se ha hablado en esta web de los cambios en el derecho canónico que han hecho necesaria la creación de la figura de los aspirantes, de la que apenas habla el Codex Iuris Particulares (Estatutos). La figura del aspirante no es algo fundacional y fue creada por el primer prelado del Opus Dei, Alvaro del Portillo. El mismo prelado que dijo en 1975: "-Para un miembro de la Obra que tenga la desgracia de no ser fiel, va toda la comprensión, el cariño y la misericordia de todos, con el propósito traducido en realidades concretas de sacarlo adelante. Pero si no se trata sólo de un miembro de la Obra, sino de un sucesor del Padre (...); si ese sucesor del Padre -ahora o a lo largo de los siglos- quisiera apartarse del espíritu de nuestro Fundador, que sea maldito. Comprendo -y perdonad que me emocione al decirlo- que es una palabra muy fuerte, pero no la retiro. Y todos estaréis de acuerdo conmigo". (Crónica, marzo-abril 1994, p. 25-26).

Y vuelvo al tema inicial. Para muchos que han pitado a los 14 y tienen padres supernumerarios y no quieren seguir en el Opus Dei, la única solución que les parece viable es que la Iglesia se pronuncie acerca del tema. Esto puede lograrse con cartas a obispos y cardenales o con un proceso en la Rota Romana. Alguien que sugiera una manera de hacer esto puede impedir que aparezcan otros Victor.

Un saludo

JM

Guillaume ha tenido acceso a fuentes documentales del régimen franquista, por el momento aún no publicadas, que prueban los intentos, siempre frustrados, del dictador Francisco Franco, Caudillo de España desde 1939 hasta 1975, de promover al sacerdote Josemaría Escrivá al episcopado. Considero prudente que Guillaume no revele de momento dónde se conserva esa documentación.

En este orden de ideas, me gustaría saber si, en lo referente a la falta de salud mental de Josemaría Escrivá, a la que Guillaume alude en su escrito, también se conserva documentación en algún archivo de Zaragoza, Barcelona, Ciudad del Vaticano o Madrid; es decir, quisiera saber si existe algún certificado médico del psiquiatra barcelonés Juan Rof Carballo o algún informe del rector del Seminario de Zaragoza o del arzobispo de Zaragoza de aquel entonces (años 20, 30, 40 del siglo XX) u otros informes del Vaticano al respecto. No se olvide que abundante documentación eclesiástica fue destruida en los años de la Guerra Civil española (1936-1939), también en Zaragoza. Tampoco se olvide que la documentación referente a los pontificados del Papa Pío XII (1939-1958), Juan XXIII (1958-1963) y Pablo VI (1963-1978) custodiada en el Archivo Secreto Vaticano –documentación que coincide con los años fundacionales del Opus Dei y de la estancia de Escrivá en Roma– aún no es accesible a los investigadores, los cuales pueden consultar en ese Archivo los documentos datados desde el siglo VIII hasta el año 1939.

Hago esta pregunta porque los directores y directoras del Opus Dei, como se enteren de la existencia de esos documentos, los harán desaparecer sin el más mínimo escrúpulo moral o científico. Conviene custodiar esos documentos, se encuentren donde se encuentren, si es que todavía se conservan, con más medidas de seguridad que el Codex Calixtinus de la catedral de Santiago de Compostela y, por supuesto, publicarlos antes de que desaparezcan.

Mi desconfianza sobre la custodia de esa documentación tan comprometedora se fundamenta no sólo en la falta de rigor y de seguridad que caracteriza por desgracia a muchos archivos eclesiásticos (recordemos el robo del Codex Calixtinus en 2011, recuperado por la policía en 2012 y restituido a su lugar de procedencia para dotarlo –¡por fin!– de las medidas de seguridad con las que debería haber estado protegido desde muchos años antes), sino que se basa también en la presión que los gerifaltes del Opus puedan ejercer sobre determinados eclesiásticos españoles, removiendo Roma con Santiago si hiciera falta, para conseguir que tal documentación desaparezca o, al menos, se oculte. Todo el mundo sabe que no pocos eclesiásticos se rinden en España ante el poder del Opus.

En cambio, confío más en la honradez de los archivos vaticanos a la hora de custodiar sus documentos. De marzo a septiembre de este año 2012, se ha celebrado en Roma una magnífica exposición, Lux in arcana (= “Luz sobre el misterio”), en la que el Archivo Secreto Vaticano ha exhibido más de cien documentos en él conservados y hasta ahora no expuestos al gran público: manuscritos, códices, antiguos pergaminos, referentes a acontecimientos relevantes de doce siglos de historia de la Iglesia. Algunas cartas de la época de Pío XII se mostraron en la última sección de la exposición, pero estas cartas no pertenecen exactamente al fondo de documentos clasificados y todavía no disponibles a la investigación, sino que proceden de otro archivo documental. Esa exposición, que no tuvo lugar en la Ciudad del Vaticano, sino en los Museos Capitolinos de Roma, ha evidenciado la seria competencia profesional del Archivo Secreto y ha contribuido a desmontar las falacias de novelas fantasiosas como El Código da Vinci de Dan Brown (2003).

Ha sido una lástima que Lux in arcana haya coincidido casualmente con el escándalo Vatileaks o Vaticanleaks, que, en vez de arrojar luz, ha ensombrecido el panorama (al Vaticano no le debería sorprender eso de que “el hombre propone y Dios dispone”). Bromas aparte, el caso Vatileaks no ha guardado relación con los fondos documentales del Archivo Secreto Vaticano, ya que se ha tratado de documentos reservados que aún no se habían trasladado del despacho del Papa a las estanterías del Archivo, lo cual posibilitaba que el “topo” o “espía” se hiciera fácilmente con ellos en los apartamentos pontificios para luego filtrar una copia a periodistas italianos. (Creo que en este mes de octubre se publicará en castellano el libro del periodista Gianluigi Nuzzi, Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI, con los correspondientes documentos del caso Vatileaks).

Conclusión: hay que ser muy cautelosos con las fuentes documentales referentes a la vida de Josemaría Escrivá (o José María Escriba) porque “milagrosamente” san Josemaría, ayudado o no por los santos apóstoles Pedro (Roma) y Santiago (España), las puede hacer desaparecer.

Giovanna Reale

Estos días me he topado, buscando otra cosa, con un interesante artículo publicado en Vanity Fair, la conocida revista, que creo que vale la pena señalar para su meditación. El artículo trata, con bastante detalle, la tremenda historia del destrozo que en las relaciones personales del famosísimo Ton Cruise ha causado su pertenencia a la Iglesia de la Cienciología. Con ese motivo, se relatan pormenores espeluznantes del trato que dicha secta reserva a sus miembros, del lavado de cerebro y manipulación a que los somete, y de lo que reserva a quienes se van o a las parejas de los miembros que no tragan con la obediencia ni quieren pertenecer a ella.

Lo que me parece digno de resaltar y lo que me ha hecho escribir para comentarlo, es la completa semejanza, incluso en muchos detalles, entre el comportamiento de la Cienciología y el comportamiento del Opus...

Hola Tucán:

Yo fuí a un colegio de la obra, aunque no llegué a pitar ¡y mira que lo intentaron por todos los medios!, en mi promoción yo calculo que pitaron más del 75% entre numerarias y supers. Las únicas que llevan a sus hijos a un colegio de la obra son 2 de las supernumerarias que quedan (casadas con supernumerarios como no podía ser menos).

El "acoso", sutíl pero acoso es total (en otros casos salvaje). Yo NO hice presionada la confirmación, simplemente la hice porque si no hacías la confirmación  empezaban a bajarte tremendamente las notas, si se te ocurría no ir a las convivencias, retiros... te suspendían y tenías "tutorías" cada día para calentarte la cabeza.

(Anecdota: Estando en unas convivencias en 2º de BUP (que eran obligatorias sin serlo), una amiga y yo dormíamos con otra compañera que tenía muy poco caracter y muy influenciable. Por las noches mi amiga y yo nos escondíamos en el baño para fumar y hablar hasta bastante tarde. Una de las noches, nos acabábamos de meter en la cama a las 2 o 3 de la mañana, cuando entraron una tutora con una "compañera ya pitada", despertaron a la otra pobre y la empezaron a calentar la cabeza con...  tienes vocación, creo que deberías de comprometerte... y no pararon hasta que me levanté con la excusa de ir al baño. Cuando volví la pobre criatura estaba llorando... ninguna de las tres dormimos el resto de la noche)

A mi me dejó marcada (como ya conté), que tras una confesión "en toda regla", a los 10 minutos de salir me llamara la tutora (sacándome de clase), para hablar del tema. ¡¡Jamás volví a confesarme!, vamos que mientras seguí en ese colegio "hacía" que me confesaba y a otra cosa mariposa.

Conozco a pocas que no hayan quedado "tocadas" aunque no pitaran, y yo me incluyo entre ellas. Yo ya no creo en la iglesia y mucho menos en el opus que ha destrozado colateralmente gran parte de mi vida. De las que continúan dentro no os quiero ni contar y de las que salieron... daría para escribir libros, pero sé que alguna de ellas ya está contando aquí su historia.

Respecto al nivel académico, en mi caso concreto... JAJAJAJA. Cuando salí del colegio en 3º de BUP, acudí (en contra de lo que quería mi madre) a un colegio de curas de "TODA LA VIDA" para hacer COU. Tras el primer trimestre, el profesor de Física me dio los apuntes y libros del año anterior de ese colegio para que me los estudiara antes de empezar con la de COU ¡¡¡Porque no tenía ni idea!! y eso que mi nota media de 3º de BUP en Físicaca y Química fue de 9 (Sobresaliente).

Ese fue mi caso concreto, aunque no dudo que otros colegios opusinos tengan un buen nivel académico.

No obstante, como dice toleave ¿para que arriesgarse?, seguro que hay colegios con más nivel o por lo menos igual.

Besos

Dori

Al terminar el día encendí  el televisor y recorrí  varios canales. En uno estaban transmitiendo el final de The Truman Show. Me quedé mirando y escuché al ‘programador’ del experimento cuando le decía al protagonista que está a punto de liberarse, algo así como ‘no puedes irte por el miedo’. ‘Te observé al nacer, cuando diste los primeros pasos… no puedes irte… estás en vivo para el mundo entero…’  y luego agrega: ‘debes decir  algo’ y es cuando Truman repite – ya con sorna- la consabida frase ‘…en caso de no vernos, buenos días, buenas tardes, buenas noches…’ Algo así como despedirse con un irónico PAX!!.

No hace falta comentar lo que pensé porque seguramente coincide con lo que piensan muchos de los que leen este mensaje.

Tuve ganas de brindar  por esa liberación y me di cuenta que este año, yo comenzaba a celebrar  el 25° aniversario del momento en que dejé la etapa opusina de mi vida. Guau!!  

Les confieso que si no hubiera sido por Opuslibros –al que descubrí el año pasado- ni siquiera me hubiera percatado de la fecha y de tantísimas cosas que, evidentemente, había preferido enterrar en lo más profundo de mi ser. Gracias.

Soyyootravez

Quiero felicitar a Guillaume por su último escrito sobre el gran interés del “santo” por ser obispo. Ojala que todas las pruebas que nos comenta puedan ver la luz cuanto antes. Los directores del Opus Dei deben estar en vilo permanente, sin dar abasto para tapar todos los agujeros por donde afloran las mentiras que se han dicho a los largo de 80 años de su historia. Desde luego que cuando leí que podía haber sido obispo de Vitoria, mi ciudad, en tiempos en los que yo veía la luz de la vida, me empezaron a dar calambres en las piernas. Pensar que a mis 7 añitos, cuando recibí la Confirmación de manos del obispo, podía haber sido Escribá quien me diera el cachete de Confirmación… bbbrrrrrr!!!. Aunque bien mirado, no hubiera pitado años después.

También quiero comentarle a Bastian, que he llevado a cabo lo que propone, esto es, solicitar a través de la web de Ministerio de Justicia copia literal de mi partida de nacimiento. Lo he solicitado con el DNI digital y efectivamente he recibido respuesta de forma inmediata, sin coste alguno y de forma totalmente personal y discreta. En mi caso no hay ninguna petición posterior, pero no me choca ya que yo pité con 15 años y me tenían localizada desde los 12 y Vitoria era una ciudad pequeña. Animo a todos y todas las que pitaron como numerarios y agregados con más años a que lo soliciten. Todos sabemos que el Opus Dei ha tenido y tiene ficheros con información de todo tipo de todos los que hemos formado parte de sus filas. La Agencia Española de Protección de Datos no está por la labor de ejercer su tarea de inspección y exigirle que saque esos datos a la luz, por eso que sería más que bueno que consiguiéramos abrir una brecha y demostrar que las fichas personales siguen existiendo. Un abrazo y feliz 2 de octubre!!!

Carmen Charo

P.D. Me acabo de encontrar en la red con un artículo publicado el pasado mes de julio en el diario Deia, que se titula "Tres cardenales a la caza de unos topos". Julian Herranz al frente de la investigación del caso del mayordomo. No podía ser de otra manera, el Opus Dei siempre al servicio incondicional de la Iglesia. Yo no puedo dar razón de todo lo que este señor cuenta en su artículo, acerca del pasado. Creo que Ana Azanza habló algo de eso y ella nos puede dar su opinión, pero me ha gustado lo que dice y os animo a leerlo. 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal