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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 30 de Noviembre de 2012



Efectos colaterales.- Perladeladriatico

Estoy de acuerdo con lo que dice Sancho1964 en su escrito del pasado miércoles: ¿Por qué el Opus Dei va a por los hijos de familias cristianas? También estoy de acuerdo cuando en su escrito habla del debate que existe en Opuslibros sobre cuestiones teológicas, si al fin y al cabo lo que nos une es, queramos o no, nuestra experiència Opus Dei. Creo sin embargo que debemos respeto a todo lo que se debate en esta web, siempre que sea constructivo y se trate de experiencias personales vividas y no de aquello que nos puede haber contado una tercera persona. A todos, que duda cabe, nos ayuda el hecho de poder expresar lo que llevamos dentro y poder así organizarlo en nuestra mente.

Quiero decir a Armando que su escrito està haciendo mucho bien. En primer lugar a él mismo y también a todos sus lectores.

Quisiera plantear una cuestión que seguramente, aunque la tengamos en cuenta, quizá no la explicitamos en la forma y cantidad adecuada y suficiente:

¿Qué ocurre con las familias que no somos del Opus Dei pero sufrimos su ataque de forma continuada e indiscriminada, sea en boca de sus dirigentes o mediante el desprecio casi total de nuestro familiar captado? ¿Debemos dejar desintegrar nuestra familia? ¿Debemos dar nuestra vida, como una vez dijo un “sacerdote numerario” respondiendo a una madre angustiada: “cuando el familiar del que me habla se muera ya acercaremos a su hijo numerario hacia usted”? ¿De verdad debemos respoder a este atropello con el silencio? ¿Esta es la enseñanza de Jesús?

La familia también es una víctima del Opus Dei y como tal víctima debería ser protegida por la Iglesia. Debería ser escuchada. Miguel Fisac, en su última entrevista publicada en en canal Youtube de Opuslibros, nos recuerda que “ésta es mi Iglesia, aunque no me guste esta Iglesia” Me atrevo a añadir a esta expresión una interrogación: ¿Esta es la Iglesia que fundó Jesucristo? ¿Por qué esta Iglesia desempara a los de dentro y a sus familiares? ¿Por qué? ¿A caso será por su afán de poder y de riqueza?

Se dice y se comenta del poder del Opus Dei en la tierra. De su poder material, terrenal, humano, poder basado en la influencia, en el aprovechamiento de ciertas situacions coyunturales en los ámbitos político, económico, social,... Pero este poder, aunque se parece al poder de un gigante que pisa y pisa sin prestar atención a quien elimina en cada pisada, en realidad es el poder de un gigante (Goliat) con pies de barro. En cualquier momento, un (David) puede propiciar una pedrada en su punto debil. Y la caída va a ser dura.El gigante tiene grietas, cada vez más evidentes y más anchas. El calor del amor de las familias atacadas es el efecto dilatador de estas grietas por las cuales va a caer el monstruo.

Disculpad mi escrito reivindicador, pero existen víctimas ocultas. Padres, hermanos, y otros familiares que estamos sufriendo. ¿Quién nos escucha? ¿Nos escucha la Iglesia? ¿Quién cancelará, algún día esta deuda, si es que algun día llega a cancelarse?

Perladeladriatico





Pederastia.- Alberto Moncada

Querida Agustina

Hasta ahora no se habían conocido públicamente casos de pederastia en colegios del Opus. Hoy he sabido que en el colegio del opus, Gaztelueta, un profesor numerario ha abusado sexualmente de un alumno, al que sacaba varias veces de clase al día porque era su tutor y que presionaba al chico para que pidiera la admisión. El caso ha sido denunciado por parte de los padres. ¿Qué ha hecho el opus? En lugar de denunciar a su numerario y expulsarlo, le ha enviado a “hacer el opus dei” en Australia.

Es inevitable que también en el opus, como toda organización de célibes, se den esos casos y más cuanto tantas familias han confiado la educación de sus hijos a la extensa red escolar de una institución cuyo fundador presumía en su día de que ellos nunca tendrían colegios y ahora es la actividad a la que más se dedican. Tampoco tiene sentido que tíos de 40, 50 años se dediquen a entretener a chavales en los clubs y los padres lo vean como algo normal.

Pienso que hay que abrir los ojos a estas familias y avisarles para que estén atentos a lo que les pasa a sus hijos. La victima de este abuso, un chico brillante y sacaba excelentes notas, está bajo una severa depresión, incapaz de retomar los estudios y bajo tratamiento psiquiátrico.

"Dejad que los niños se acerquen a mí.... y veréis como me los beneficio"

Un abrazo

Alberto Moncada

Nota de Agustina.- Yo también tengo constancia de este aberrante suceso. He hablado con los padres que están desesperados. El opusdei está intentando desacreditarlos por haber denunciado. 





Memorias de un amigo: fragmentos.- Manzano

Habiendo nacido un 3 de diciembre me pusieron el nombre de Francisco Javier. Todo el mundo me decía Paquito. A mis padres no les gustaba la mutación que la gente y, sobre todo, los chiquillos de la urbanización hacían de mi nombre. Estaba predestinado a ser numerario y con el tiempo ordenado sacerdote y no se veía con buenos ojos lo que ellos consideraban una vulgarización del mismo. Hay que decir que, entonces y también hoy, es muy normal que el nombre de Francisco se transforme cariñosamente en lo que sea.

Yo era un chico muy travieso, juguetón como el que más. Nada preanunciaba al hombre espiritual que hay que suponer en un religioso o similar. El hecho es que a la edad de catorce años y no en contra de mi voluntad, pues desde siempre me habían mentalizado, me ingresaron en el club juvenil. La libertad que hasta entonces yo había disfrutado se truncó y tuve que someterme al rigor de unos horarios y a cierta disciplina que allí reinaba, al menos comparado con lo que yo había vivido en mi casa. El “plan de vida” se manifestaba muy bien diseñado, actividades y talleres varios entremezclados con muchas normas de piedad....



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Risa, llanto y otra vez risa. De tertulia con daneel.- Dionisio

Querido Daneel:

¡Qué alegría que hayas vuelto a la tertulia! Yo te he extrañado. Estaba muy preocupado pensando que tu ausencia pudiera deberse a que algo te hubiera molestado. Veo que no y estoy encantado en volver a conversar contigo.

A propósito de tu último escrito creo entender que hay un cierto reproche en tono de humor inteligente sobre el apego a la “literalidad pura y dura” de alguien.  No especificas quien pueda ser el culpable de semejante atropello, espero que no me lo atribuyas a mí, porque realmente no me reconozco ni confieso culpable de ese pecado. Cuando te he presentado textos del magisterio de la iglesia no creo haberlos interpretado literalmente, mas bien su sentido es brutalmente claro. Cuando hablamos del Antiguo Testamento me da exactamente igual, literal o no. Como he repetido muchas veces ni me da ni me quita fe lo de los adanes, ni los mares rojos, ni las chicas que se acostaban con el anciano rey David para calentarle la cama. Totalmente indiferente...



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De pescadores y selectos. Tertulia con Ramon.- Dionisio

Querido amigo Ramón,

Gracias por tus certeros comentarios. Me ha gustado mucho lo de Juan Masia. La tertulia, como dices bien esta muy interesante. No es de aquellas en las que el personal se quedaba dormido. Entre todos estamos completando el cuadro que nos permita conocer mejor lo que ha influido e influye tanto en nuestras vidas, tanto en el lado oscuro, como después. Involucra cosas vitales.

Me gustaría comentar lo de los pescadores, los primeros elegidos, el grupo duro de los apóstoles. Seguramente muchos de vosotros habréis tenido la oportunidad de conocer de cerca pescadores artesanales, como San Pedro y sus condiscípulos. No se si habréis aprovechado la oportunidad para acercaros a ellos, conversar, ver como viven, que les preocupa, que quieren, que temen… en fin, conocerles. Yo he disfrutado ese tipo de conocimiento y me ha maravillado que Jesús hubiera elegido a hombres así (muy respetables y honrados, pero con poco curriculum) para fundar nada menos que una iglesia universal.  

La respuesta a mi asombro usualmente se resolvía en aceptar que Dios elige instrumentos torpes y desproporcionados para exhibir el poder de su Providencia. Cosa que a Escriba le gustaba decir, no sé si era un pensamiento original suyo, pero seguramente esa era la influencia que movía mi pensamiento. Es algo así como lo que dicen que predicaba aquel cura vasco: “Fijaos, hijos míos, la gran humildad de Dios, que habiendo podido nacer en Bilbao, eligió nacer en Belén.” Pues lo mismo, que fantástico es el poder de Dios, que habiendo podido elegir para fundar la iglesia gente del IESE, tan bien preparada para dirigir organizaciones, quiso llamar a unos pescadores. Es difícil, quizá imposible, rebatir este argumento.

Un punto débil del argumento es que pocas veces Dios ha vuelto a repetir ese tipo de elecciones. Cuando ha querido buscar doctores para la iglesia no los ha buscado entre los esclavos analfabetos, sino entre gente bien instruida, y generalmente con una buena posición socioeconómica que permite tal grado de instrucción. Recordemos los casos de San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio Magno, por citar solo unos poquitos. Cuando ha querido buscar obispos y papas, generalmente ha preferido ir por lo seguro, seleccionando buenos candidatos entre prestigiosos líderes. Raras han sido las veces, y siempre en la antigüedad, en que los elegidos para puestos de gobierno en la iglesia aparecían casi de la nada, desde una playa olvidada oliendo a pescado, desde una parroquia perdida en un valle sin importancia, o desde el fondo de una mina, o desde una leprosería dejada de la mano de Dios.

¿Qué ha pasado? ¿Se arrepintió Dios de su audacia eligiendo pescadores y se fue por lo seguro? ¿Qué clase de organización tuvo Jesús en mente cuando eligió a San Pedro? No son preguntas retóricas. Les doy vueltas, pero ya estoy demasiado cansado.

A los muchos recién llegados a la tertulia me gustaría decirles algo. Todos dicen cosas que merecen comentarios, pero hoy estoy agotado. Otro día será.

Dionisio, desde el Areópago con mucho amor.





Llamada a la normalidad.- Paiquito

Hola.

 

El día de hoy vi por unos cuantos segundos un programa de televisión dedicado al fundador del opus dei. Aparecía un sacerdote de mediana edad hablando sobre lo normal que es el opus dei, diciendo que son personas iguales a otras, mientras contaba una anécdota de lo normal de todo aquello. Al sacerdote lo acompañaban unas cuantas personas que parecían del opus dei, y que calladamente lo escuchaban.

 

Todo esto lo comento porque en mis tiempos, ese era un asunto que había que exponerle a la gente, lo normal que es un miembro del opus dei.

 

Ahora, que lo concibo como a una secta, como nuevo grupo religioso, pero que por alguna razón no se auto acepta como tal, pues resulta muy lógica su llamado a la normalidad, es decir, a conservar su imagen de asociación.

 

La llamada a la normalidad era supuestamente para que las personas del opus dei no fueran estigmatizadas, siendo que el principal estigmatizador era el mismo opus dei. La llamada a la normalidad era para proteger la imagen del opus dei, para que no fuera reconocido como nuevo grupo religioso autosuficiente.

 

Saludos.

Paiquito





Aclaración de dudas sobre la carta apócrifa de Pablo a Dionisio.- Josef Knecht

Tanto Dionisio como Daneel me piden en sus sendos escritos del 28.11.2012 que explique el sentido literal de lo que escribí, usando tantas figuras retóricas, en la carta apócrifa de Pablo a Dionisio (26.11.2012). Lo hago con mucho gusto.

Dionisio, en su artículo del 23.11.2012, ironizaba contra la exégesis bíblica (que si tal relato es literal o simbólico, que si el alma del perro bueno es inmortal, etc.). Esta ironía me inspiró para a mi vez ironizar en torno a la física moderna siguiendo la pauta marcada por el propio Dionisio. Detrás de tanta retórica, la moraleja de la carta apócrifa fue esta: no hay que burlarse ni de la exégesis bíblica ni de la física moderna, pues ambas son ciencias que merecen pleno respeto. Otra idea básica de la carta apócrifa fue resaltar la dificultad de la hermenéutica, cosa que ejemplifiqué con la perícopa paulina de Rom 8,18-23; y eso me dio pie a explayarme de paso en otros asuntos más propios de esta página web. 

Respecto a las dificultades de la hermenéutica, resalté en la carta los dos extremismos: 1) el fanatismo religioso, que puede llevar a guerras de religión y a no comprender los avances de la física, como Pablo, que no entiende nada de la ciencia moderna, y 2) el racionalismo de los agnósticos, al que Pablo alude sólo al final de la carta cuando habla de la muerte (me refiero a la cerrazón de algunos ante la exégesis bíblica). Pablo, que comenzó manifestando torpeza, gana en clarividencia poco a poco (cuando critica las guerras de religión y los errores de algunos exegetas) y manifiesta su plena sabiduría al final del relato; entonces también cambia su concepción de pseudo-sabios: al principio eran los físicos modernos y al final son otros, innombrables. Esta evolución del personaje es otro recurso literario, parecido al del final de El Quijote. 

También di a entender que las investigaciones de las ciencias naturales no son ajenas a la hermenéutica. Ya advertí a Atomito en mi escrito del 12.11.2012 que el método científico no sólo consiste en constatar evidencias como la de 2+2=4. También forma parte esencial de la ciencia interpretar y reflexionar sobre lo que se constata. Tengo la impresión de que Atomito proyecta su agnosticismo, es decir, el escepticismo que siente por la fe, sobre la ciencia, de manera que reduce ésta al hecho de comprobar evidencias y se olvida de que interpretar lo que es evidente en un momento determinado es decisivo para que las ciencias avancen en busca de nuevos descubrimientos y nuevas constataciones. Gracias al componente hermenéutico de la mente de los científicos, han ido cambiando los paradigmas cosmológicos a lo largo de los últimos siglos. En vez de distanciamiento escéptico, propongo –reconozco que me expresé de manera muy irónica– una armonía entre fe y ciencia (como Georges Lemaître, por ejemplo, y tantos otros), porque es en el nivel hermenéutico donde ciencia y fe dialogan sin problemas. Este es el nivel que Atomito niega, tanto en la fe como en la ciencia: la fe es para Atomito caprichosa arbitrariedad, y la ciencia queda reducida a una mera constatación de evidencias; por tanto, el nivel interpretativo, que es esencial, se excluye en ambos casos, y el puente entre ciencia y fe queda derruido. Para quien sólo valora la evidencia, la exégesis pasa a ser un acto de prestidigitación consistente en “donde dije digo, digo Diego”. De la misma manera que se puede dar la ceguera de los fanáticos religiosos, también se da un extremismo inaceptable en el racionalismo obsesivo: estos son los riesgos que lleva consigo la hermenéutica, y hay que saberlos evitar en ambos extremos. 

Esta es la quintaesencia de la carta apócrifa.

Aprovecho para decir a Daneel que hace varios años impartí varios cursos de escritura técnica y científica dirigidos a licenciados de carreras de letras en su período pre-doctoral. Esta ha sido mi primera experiencia de un texto más o menos literario, redactado en la más absoluta sobriedad. 

Agradezco a Manzano su aportación sobre el “bosón de Higgs”. Se me olvidó, y eso que el verano pasado leí varios artículos periodísticos sobre ese descubrimiento. Por eso, he pedido a Agustina que publique una versión nueva de la carta apócrifa, en la que he añadido un breve párrafo incluyendo el bosón de Higgs; de paso, he retocado un poquito el texto y corregido erratas. 

También agradezco a Carocha su recomendación bibliográfica sobre C. Lewis; leeré ese libro. No he entendido la pregunta, demasiado escueta, de Bastián sobre el camello y la soga. Puede que Curial tenga razón en que no hay que insistir una y otra vez sobre la misma opinión, una vez manifestada con claridad; tal vez sea hora de terminar con este diálogo sobre ciencia y fe, aunque sea interesante.

Josef Knecht





Numerarias viviendo fuera de la Obra.- Nicanor

Hola a todos,

Acá en Perú se está presentando la figura en la que varios fieles numerarios (as) están viviendo fuera de los Centros de la Obra con un régimen casi de agregados pero manteniendo su estatus de numerario (a).

nicanor
nicanor.wong@gmail.com  



El affaire ateismo.- Xavier de Barcelona

Durante siglos el racionalismo ha sido el arma de destrucción masiva del ateismo porque cualquier cosa sometida a un análisis racionalista es casi indefendible y puede quedar sometida a menos que nada. Por ejemplo si analizáramos de manera racionalista el cuento del patito feo o la leyenda de San Jorge, concluiríamos inequívocamente que ambas historias son sólo una increíble sarta de mentiras. En legítima defensa me reservo el derecho a destripar con racionalismo cuanto sea usado para tocarme las narices. Pero el cuento del patito feo es sólo un cuento con bella moralina, odioso tan sólo si te lo cuentan cada noche bajo pena de quedarte sin postre si te duermes, y la leyenda de San Jorge es sólo una leyenda que quizás explica cosas de forma críptica, y los que gusten de esas historias normalmente no van a abominar de ellas por mucho que se les argumente sobre su falsedad.

¿Y el cristianismo y las religiones qué son? Trataré de explicarlo racionalmente en alguna otra ocasión bajo el título "El affaire cristianismo" porque esa es la cuestión. Deploro que los creyentes históricamente nos hayan obligado a los ateos a defendernos de sus abusos con el racionalismo. Pero las posturas de los creyentes han ido mejorando y los ateos también hemos ido evolucionando de posiciones racionalistas a posiciones racionales. Por ejemplo hoy entre los ateos es normal reivindicar como propias a grandes figuras de la fe cristiana de nuestra cultura, y va siendo normal ver la fe de manera racional y no racionalista. Un ejemplo para tratar de hacerme entender sobre eso de la tendencia a la racionalidad no racionalista sería esa deliciosa película "Teresa, el cuerpo de Cristo" (2007) en la que la increencia se apropia de la figura de Sta. Teresa de una manera que no creo incomode sino más bien que enorgullezca al más purista de los católicos. Las cosas van cambiando en la Iglesia y, porqué no decirlo si me apetece decirlo, en el mundo también van cambiando las posturas ateas.

Disfrutando de leerles a veces muchísimo,

Xavier de Barcelona





Carta al Prelado (algunos te llaman Padre) Noviembre 2012.- Joalja

“Queridísimo Javier”: ¡que Jesús te guarde y te coja confesado!

 

Javier, ni por casualidad te has asomado a dialogar, a tener una relación correcta y amable, bueno, no sé si te hace falta un “Sonetone”(audífono) para oír y escuchar, o unas gafas para ver y leer. Si no necesitas audífono ni gafas, la cosa ya es grave. Un padre que no escucha, no se le puede padre, así de claro. Un padre siempre escucha y se preocupa, por lo tanto Javier..., las palabras sobran.

 

En el mundo hay muchos tipos de padres, y no todos los padres se merecen ser llamados así.

 

HAY QUE EMPEZAR EL DIÁLOGO CORRECTO Y AMABLE, para poder llegar a acuerdos.

 

También hago extensiva esta meditación, a ti, director mío, que me lees.

 

Con todo cariño, te bien dice.

 

Sin © - JOALJA

 

Madrid, 30 de noviembre de 2012





El abad de las Huelgas.- Soyyootravez

Creo que ya es hora de reconocerle el título de abad de las Huelgas a nuestro común amigo. Y paso a fundamentar (perdón, me salió muy académico).

En el prólogo a la primera edición de La abadesa de las Huelgas (1944) podemos leer:

“Aquí te presento, amable lector, a la famosa Abadesa de Las Huelgas. Quiero contarte, de esta Ilustrísima Señora, lo que fue su gloria y su blasón durante siglos.

Vas a verla gobernar, como lo hiciera una reina…”

 

¿No son palabras que –cambiando el género- soñaría con aplicarse él mismo?: Voy a hablarte especialmente de su jurisdicción cuasi episcopal vere nullius, que le permitía obrar en su territorio separado como un obispo en su diócesis … ”.

 

¿No es lo que siempre buscó para su obra?: “Espero que llegues a sentir admiración por una de las mayores glorias de nuestra historia

¿No era lo que deseaba? ¿Que lo admiraran por haber hecho precisamente la obra de…? ¡por Dios! ¡Suena a blasfemia!

En el prólogo a la segunda edición (1972) señala:

“ … En el caso de la Señora Abadesa de Las Huelgas, de que se ocupa este libro, no es posible señalar el límite entre el abuso y la legitimidad. La Historia sólo sirve —y es servicio por demás valioso— para certificarnos, con el relato de un cúmulo de hechos fidedignos, que la Señora Abadesa ejerció, efectivamente y contra legem, jurisdicción episcopal vere nullius. Por eso justamente la costumbre es, en este singularísimo caso, el único título legitimador. A la genética histórica hay que responder con la genética de la costumbre, capaz ella sola de crear derecho a través de unos hechos que, aisladamente considerados, parecen ilegítimos, abusivos y, por eso, antijurídicos. Es la genética de la costumbre —ex facto oritur ius— la única que explica esa metamorfosis, merced a la cual puede atribuirse a la Abadesa un título legitimador de su conducta, capaz no sólo de convertir en correctos los actos anteriores, tal vez abusivos, sino de elevar estos hechos desde el plano del ser al plano superior del deber ser, es decir, al plano del Derecho.”

¿No se podría aplicar al opus dei que es la costumbre –hasta abusiva- lo que supuestamente ‘legitima’ el encontrarse ‘fuera de la ley’? ¿no es una sociedad sacerdotal que se presenta como una institución laical? ¿No es la praxis diaria ajena a los mandatos que le estableció expresa y explícitamente la Iglesia?

Lo más patético es que esto fue así desde un principio: cuando quedó convertida en ‘pía unión’, cuando fue ‘instituto secular’ y por último desde que es ‘prelatura’. Es, pero… no. El derecho por un lado y la práctica por otro.

Por último, me imagino este diálogo.

- Felicitaciones, padre, ahora ya tiene usted su pía unión! Qué nos puede decir?

- ¡Huelga decir que no vamos a comportarnos como tal ya que nosotros somos otra cosa!

- ¡Felicitaciones padre, ahora ya tiene el reconocimiento de instituto secular! ¿Qué nos puede decir?

- ¡Huelga decir que no vamos a comportarnos como tal ya que nosotros somos otra cosa!

- Felicitaciones prelado (es obvio que ya hay un sucesor)… ¿qué nos puede decir?

- ¡Huelga decir que no vamos a comportarnos como tal ya que nosotros somos otra cosa!

Esta es la otra razón por la que entiendo se lo puede llamar ‘abad de las Huelgas’…

Ya sé que van a decir que es un chiste malo y coincido en que es malo, muy malo, pero de chiste no tiene nada.

Abrazo a todos ¡y que las abadesas me perdonen!... Y ustedes también!

*Prólogos de la edición de 1972, págs. 5-10, resaltados míos.

Soyyootravez




 

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