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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 11 de Mayo de 2012



El latex que nos separa.- Coplasuelta

Es interesantísimo ver que la diferencia entre un integrista metodológico y un progresista cientifista se mide por el grosor del latex en un preservativo. En ese punto neurálgico se separan dos escuelas que aportan la visión pragmática y radical de ambas escuelas. Además, en docenas de obispados, en docenas de parroquias, en docenas de organizaciones y organismos, hacen valer esas diferencias sistemáticamente. Se encuentran a gusto en reconocerse como únicas, como valedoras de sus respectivas visiones. La órbita de la prelatura y la de algunos jesuitas pelea por ser la referencia moral y teológica, sobre todo moral, de la cristiandad. Sistemáticamente estigmatizan al resto de escuelas y grupos, personas e instituciones. Estamos cansados de llevar la contraria a la prelatura y ser tachados de progres, de ser pasados al otro bando. Estamos hartos de considerar como viejo y caduco al progresismo, y ser descalificados como fundamentalistas.

Nada nuevo. Los fariseos y saduceos llevaban el día a día de un pueblo sometido al Imperio, sin esperanza, sin glorias pasadas, agotado. Pactaban cada paso que daban con la fuerzas de ocupación, usaban ese pacto para someter al pueblo a sus deseos. Usaban el mal en su beneficio, entraban y salían del Mundo para oprimir a sus hermanos, mantenerse en el poder y asegurarse que eran los únicos esquiladores...



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Repaso de conceptos en el Studium Generale…- Josef Knech

Repaso de conceptos aprendidos en el Studium Generale: el “voluntario indirecto” y el “finis operis”

 

Querido Daneel:

 

Veo que sigues con interés mis escritos y que argumentas con solidez académica; si volviera a escribir otra tesis doctoral, te elegiría como director de tesis. Respondo, en primer lugar, a tu pregunta (09.05.2012) sobre el porqué de mi “nick” o pseudónimo, Josef Knecht. Aunque “Knecht” sea una palabra alemana que significa “siervo”, no me inspiré en Lc 17,10, sino en el nombre del personaje principal de la extraordinaria novela de Hermann Hesse (1877-1962; en 1946 recibió el premio Nobel de Literatura) El juego de los abalorios, recomendada por Isabel de Armas en su libro La voz de los que disienten. Apuntes para san Josemaría (Foca, Madrid 2005), pp. 49-56. Si no has leído esa novela, te aconsejo –también a los demás usuarios de Opuslibros– su lectura...



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Sobre los e-mails...- Ernesto

En relación con el tema que se ha estado comentando sobre los correos electrónicos. Durante mi paso por el Opus Dei, que fue del '92 al 2008, nunca me sucedió que me revisaran el correo electrónico, ni que se nos pidiera hacerlo cuando formé parte de consejos locales tanto de sr como en centros de mayores. Creo que no se hacía pues se sabe de antemano que se trata de una guerra perdida, es muy difícil controlar.

Sí llegaban de la comisión muchas notas internas sobre el uso de internet, sobre no consultar páginas como ésta, y se pedía que toda computadora (ordenador) tuviera instalado un filtro de contenidos. Pero nunca se hizo indicación de controlar las cuentas de correo electrónico. Creo que si ha sido así, se debe a interpetaciones propias de algunos directores estrictos, que concluyen que deben hacerlo, pues la correspondencia se revisa antes de entregarla al destinatario.

Ernesto





El Vicario General del Opus Dei y el 50 aniversario del Vaticano II.- Giovanna R

Como sabéis, comenté (El sorprendente interés del Vicario General del Opus Dei por la infalibilidad del Magisterio de la Iglesia) el artículo que, bajo el título Sobre la adhesión al Concilio Vaticano II, monseñor Ocáriz publicó en L’Osservatore Romano el 2 de diciembre de 2011 con motivo del 50º aniversario de la convocatoria del Concilio Vaticano II (25 de diciembre de 1961, siendo Papa Juan XXIII). Agustina ha vuelto a referirse a ese artículo. Además de ese artículo, Agustina ha añadido otros textos que comentan las opiniones de monseñor Ocáriz. Uno de esos textos me ha interesado: el de Sandro Magister (Para los lefebvrianos es la última llamada al redil), que a su vez recoge un artículo del teólogo John R. T. Lamont titulado Las preguntas de un teólogo.

 

Magister y Lamont se plantean una misma pregunta: ¿por qué hay fractura entre Roma y los lefebvrianos por su rechazo a algunas doctrinas del Concilio Vaticano II, mientras, al mismo tiempo, otras corrientes católicas de signo opuesto continúan viviendo tranquilas en la Iglesia, no obstante también ellas rechacen enseñanzas capitales del mismo Concilio?”.

 

Magister y Lamont saben de sobra que el arzobispo Marcel Lefèbvre llevó a cabo un acto cismático, cuando ordenó ilícitamente cuatro obispos en julio de 1988, y que otros disidentes de la Santa Sede no han incurrido en la pena canónica de excomunión a causa de cisma, como sí Lefèbvre. Sin embargo, la pregunta que ellos se plantean tiene razón de ser.

 

No pretendo ahora entrar en el debate teológico que Magister y, sobre todo, Lamont desarrollan. Pero deseo llamar la atención de que esa misma pregunta ya la planteé en mi escrito y, sin entrar tan al fondo del problema como hace Lamont, intenté aportar una respuesta. En realidad, formulé esa pregunta desde otro punto de vista: ¿por qué la Santa Sede tiene tanto interés en que esas ovejas descarriadas [los seguidores de Lefèbvre] regresen al redil y, en cambio, no se preocupa con tanta intensidad por que otros disidentes, como Dreweman, Küng y un largo etcétera, se arrepientan y se reconcilien con el Papa? ¿Qué tienen de especial los lefèbvrianos que no tengan otros rebeldes?”. En la respuesta que di a esa pregunta, se puede comprobar que mis puntos de vista no son coincidentes con los de Lamont, pero lo que deseo ahora recalcar es que él y yo metemos el dedo en la misma llaga.

 

Giovanna Reale





Control de los correos electronicos.- Junio

Contesto a Petra.

No sé desde cuando has dejado de ser del Opus pero te contradigo. Yo hace poco. La verdad es la verdad. He sido directora de un centro de auxiliares durante años. Nunca se nos dijo a las directoras que pidiéramos los correos de la gente, ni mucho menos la contraseña, es más, sin ánimo de nada lo comparo con las tarjetas del banco. Se guardaban en caja y no pedíamos la contraseña.... (tampoco sé para qué las guardábamos, solo hacíamos lo que nos indicaban, eso sí).

Con los correos electrónicos nunca dijeron, ni dijimos al menos en mi delegación nada de nada. Otra cosa es que venían cada 3 meses notas sobre dónde debía estar situado el ordenador: en un lugar visible y en los centros de gente joven cerrado con llave por la noche. Cosa que nos reíamos porque sólo careciamos de ordenador portatil sin Whifi personal una de 80 años y yo que era la directora que no lo quería, por lo que pensábamos que la nota era para las dos; a las demás nunca se les pidió nada ni yo ni todas las entonces amigas directoras que nos hablabamos. No dudo de que hay directoras que todavia creen que están en un colegio de monjas que tratan a su gente como lo que son ellas "monjas", pero creo que cada vez hay menos y puede que esas hicieran eso, pero la normativa... no.

Otra cosa son los correos de los directores de las delegaciones. Eso sí concuerda con lo de cavavianca y en todas las delegaciones cuando escribes te lee "hasta el apuntador" y además ahora lo prefieren porque queda escrito.... y te recomiendan que con confianza escribas a la de S. Miguel o al arcangel que corresponda.

En mi casa vivia una oficial de la delegación y no quiso abrir correo en la delegación por ese motivo y tenía uno en casa. Un día en un despacho nos dijo la directora de la delegación que la única persona de no tenía correo era ella y que eso era un motivo de desconfianza... Yo que entonces no sabía cómo se las manejaban en la dele, le pregunté a la susodicha por qué no tenia cuenta de correo y me contó "lo de esos correos que todo el mundo lee". En mi casa lo abría y leia ella solita y sin problemas.

Total que de todo hay. Pero si me habláis de hace muchos años, las cartas se leian con papel en mano, tomabas nota de lo importante y se lo dabas a la persona que recibiía su charla para que, si no lo comentaba ella se lo recordaras... ¡¡Tiempos aquellos de la censura de españa!! y nos parecía tan corriente... He visto, leído y oódo más de lo que quisiera.... pero lo de Petra... se pasa.

Junio





El sexo mandamiento.- dufresne

Interesante que hasta ahora nadie haya comentado el artículo de Janabenito respeto a las disputas teológicas de la anticoncepción. Era bastante "no-nonsense" y me encantó porque es exactamente como lo veo al tema. Y pensaba yo hasta entonces, “Pero hombre, seré yo el único que piensa… sencillo?”

 

De verdad que a mi me sobran razonamientos teológicos o psicológicos respeto a todo lo que se refiera al sexo-mandamiento; ya los he tenido ad nauseam en la Opus Dei. Con tal de que no atropelles el derecho de los otros, con tal de que, hagas lo que hagas a dos, tres o más, sea con el asentimiento de la(s) otra(s) persona(s), me da 100% igual lo que uno piense (o haga) con su cuerpo, su sexo y su "reprodutibilidad". Tu cuerpo es tuyo; amadlo y haz lo que quiera.

 

Y lo demás me huele a algo muy cercano a los intentos de sexo-control de la persona, uno de los más bien desarrollados por cualquier sistema de creencias o de poder totalitario en general. Así de sencillo.

 

Dufresne 




 

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