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CORRESPONDENCIA

Lunes, 12 de Marzo de 2012

Una brisa de aire libre y fresco en forma de imágenes me van despertando la memoria, oxigenando etapas y episodios de aquellos años que marcaron nuestras vidas. Y para evitar cualquier fosilización de una historia que merece ser contada tal como realmente fue y sentí, no como la prelatura desearía que fuera, o sea, olvidada o falsamente escrita, paso a relatar algunos hechos.

Era final de la década de los 70 y a los numerarios jóvenes, con una media de 17 añitos, nos ingresaban en masa en un colegio del entorno opusdeístico, (Corporativas, Fomento, Institución, etc), donde las aulas eran grandes dormitorios y los veranos demasiado largos y calurosos para encerrar jóvenes fogosos, con el objetivo de hacer el preceptivo curso anual. Condiciones algo espartanas comparadas con las habituales residencias de los miembros numerarios regulares, la teórica élite, pero es lo que había y era preciso para domar, controlar y adoctrinar más férreamente al inmediato residente de centro de estudios. También para amortizar instalaciones, que en determinadas épocas del año deberían estar cerradas, obedeciendo a la consabida consigna de economía endogámica...

Profundizando en las mentiras y falacias de ¿san? Josemaría Escrivá

Giovanna Reale, 12 de marzo de 2012

Muy bueno ha sido el análisis comparativo que Doserra (07/03/2012) ha realizado entre los Reglamentos del Opus Dei como Pía Unión (1941) y dos pasajes del libro Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer (1968), ya que ha quedado claro que monseñor Escrivá mintió en las declaraciones de 1968 con sus intentos de negar el secretismo del Opus Dei.

El argumento empleado por el fundador del Opus para rebatir las denuncias de secretismo es un típico argumento ad hominem: desacreditar al acusador en el plano moral o personal, dejando así el contenido de la acusación fuera del análisis. Escrivá desautorizó a los organizadores de una campaña supuestamente calumniosa contra el Opus (aunque en realidad no calumniaban, sino que denunciaban la verdad), porque el iniciador de tal campaña había sido, en palabras de Escrivá, “un religioso español que luego dejó su orden y la Iglesia, contrajo matrimonio civil, y ahora es pastor protestante” (Conversaciones, n. 64)”...

Al leer lo que dice Guillaume en su comentario al anexo de Costumbres de los reglamentos de 1941, sobre la religiosidad instituida en la Obra por nuestro Padre: esa “profusión de prácticas y devociones (…) que son capaces de distraer espiritualmente al más pintado”, he tenido la sensación de que no era un hombre espiritual, y de que no recibió ningún verdadero carisma para acercar a las almas a Dios, porque toda esta religiosidad es humana, voluntarista y distrae de lo importante en la vida cristiana.

Si su religiosidad fuera sobrenatural habría estado centrada en secundar las mociones divinas, en dejar hacer a Dios en nosotros, y no en cumplir una infinitud de prácticas religiosas, que inducen a las personas de la Obra a vivir distraídas por la preocupación de rellenar la hoja de normas, en vez de dar importancia a escuchar y secundar la voz de Dios, y a la caridad con el prójimo. Como los fariseos.

La religiosidad del fundador del Opus Dei te distrae respecto de Dios. Es algo parecido a los métodos con que las organizaciones sectarias lavan el cerebro a sus seguidores, ocupándolos hasta el agotamiento para que no les quede espacio para pensar por cuenta propia. Pero con una diferencia, pienso yo: aquí no se hace primariamente por control, sino por narcisismo.

En mi opinión, el trastorno narcisista de Mons. Escrivá fue lo que le llevó a una acumulación patológica de prácticas y devociones cristianas. Su Obra no podía ser menos que ninguna otra institución de la Iglesia, y por eso fue tomando de aquí y de allá, para compensar la falta de carisma y de originalidad sobrenaturales.

Además, en vez de insistir en el seguimiento de Jesucristo, nos insistió en hacer lo que él nos decía: “Yo os aseguro la salvación si me cumplís las normas que yo os entregué”. Y por eso en la Obra todo es predicar al fundador, no dejando espacio a una verdadera espiritualidad. Y, por eso, para no convertirte en una superficial, es tan importante en la Obra autodefenderse, ir contra la corriente del vertiginoso e insustancial activismo religioso de los centros, con el que parecen pretender impedirte todo atisbo de vida espiritual que no sea la prevista por el fundador.

Trinity

Me ha parecido muy interesante el contexto intelectual e ideológico en el que nace el Opus Dei. Es el momento de los fascismos, como respuesta a la inestabilidad social y al comunismo entendido como la amenaza definitiva contra la civilización. La Iglesia católica no supo o no quiso entender nada de todo aquello, no tuvo una respuesta intelectual e ideológica a la altura de las circunstancias. La respuesta de Herrera Oria y Gomá fue más en la línea de la reconquista (creo que fue Herrera Oria el que usó el término "Cruzada" para recuperar lo perdido con la República) y traer al redil a la sociedad en vez de alentar un humanismo cristiano, ilustrado y progresista. Al lado de la institución libre de enseñanza, en la que figuraba lo mejor de la intelectualidad española, no había nada que hacer. Aparte de cargárselo a la primera de cambio. Las simpatías de la jerarquía por los fascismos (pidiendo el voto para Mussolini, prologando el Mein Kampf, ayudando a los nazis a escapar vía Roma) fueron evidentes, igual que las de Escriba, que se movió en el franquismo como pez en el agua.

En fin, estando todo eso muy bien, creo mucho más interesante y urgente el estudiar la ideología ACTUAL de la Opus Dei: visto desde fuera, se trata de un apéndice más del neoliberalismo rampante que recorre el mundo. Los mensajes lanzados desde el IESE, desde las cátedras de Navarra y diversas universidades y desde todos los prohombres que el Opus Dei tiene colocados en el gobierno en España van en la misma línea, que por cierto no coincide gran cosa con la doctrina social de la iglesia.

Si miramos a los medios de comunicación controlados o influidos por el Opus Dei, en particular los de la trinchera digital televisiva, vemos una furia agresiva contra todo lo que lleve ismo y no sea capitalismo (ecologismo, pacifismo, feminismo, optimismo...) que cuadra con vociferar su adhesión inquebrantable a la iglesia católica (¿ser cristiano no era lo de poner la otra mejilla, ser mansos y humildes de corazón, bienaventurados los pobres, los sencillos, los pacíficos...?)

En fin, por la cuenta que nos trae, yo creo que es mejor que dediquemos más esfuerzos a analizar la ideología - y más aún la práctica - del Opus ahora, teniendo en cuenta que lo vamos a disfrutar por muchos años en los centros de toma de decisiones...

Que Dios os guarde

Ramón

Como decíamos ayer, no creo que mi aportación sea especialmente grande a esta página, así como tampoco creo que lo que diga no será ya de todos conocido y comentado. Tal vez, creo, lo hago por la simple necesidad de catarsis que ha ido aumentando a lo largo de estos años.

Es un auténtico esfuerzo titánico no sólo recordar y expresar todo lo vivido, sino también seleccionar y depurar cuanto sé para que aquellos que pertenecen a la secta, leen esta página y sirven a quien no debe ser nombrado, no puedan a penas ver quién soy o qué relación tengo o tuve con ellos...

Me lleve una sorpresa al leer que un medio para superar el PTSD (post-traumatic stress disorder) es tener una OREJA cercana que no pregunta, pero escucha...

Pienso que quien sale del Opus Dei es como quien regresa de la guerra. Para los nuevos amigos y familiares de ex-combatientes:

§  Ser paciente y comprensivo. Curar una herida lleva tiempo. Ser paciente y ser una oreja dispuesta a escuchar lo que la persona con PTSD tiene que contar, aunque lo diga varias veces. Esto es parte del proceso de curación, por lo que es necesario evitar decirles que se olviden del pasado y pasen pagina.

§  NO PRESIONAR A LA PERSONA AMADA A HABLAR. Es difícil a la persona con PTSD hablar de sus traumáticas experiencias. No forzarlas, no realizar preguntas. El sabrà cuándo, cuánto y a quién hablar. Recuerden que les han dicho que nadie les entenderá si describen lo que vivieron

§  Tratar de anticiparse a lo que dispara el PTSD. Si se sabe que en fechas, personas o lugares asociados con el trauma despiertan recuerdos o reacciones adelantarse y estar cerca.

§  No tomar los síntomas de PTSD como algo personal. Síntomas comunes de PTSD incluyen cambios emocionales de carácter (ganas de llorar, enojarse sobreactuar, mostrarse retirado o no interesado por interacción social. Si la persona amada esta distante, irritable o cerrada recordar que "está en proceso de curación"

Sharon Sharia

- Fernando: ¡oh Javier! tan atado y bien atado que nuestro padre dejó todo en su obra (perdón, en la Obra de Dios). No pensaba que nos saldría esta web de incordio: Opuslibros.

- Javier: si Fernando. Con eso no contábamos. ¿Te has fijado en que cada vez se nos van más almas? ¿Crees que tiene relación con esta web?

- Fernando: Sí me he fijado y creo que además, la opinión pública está muy movilizada. Cada vez nos cuesta más dominar a los aspirantes.

- Javier: y cada vez, Fernando nos cuesta más abducirlos en el Centro de Estudios y arrancarlos de sus familias. Y qué te voy a contar respecto a los engaños a las familias. Antes no les costaba nada de mentirles y ahora esta virtud se está degradando. ¿Se te ocurre alguna idea?...

Satur me dió la idea... Yo tengo unos cuantos ejemplares del primer libro que publicó Enrique Pérez Amez, "Reflexiones a las orejas del burro Felisario".

Su publicación le supuso la expulsión de la residencia donde vivía y con ello la separación de su familia y amigos para llegar a morir menos de dos años después, sin duda afectado por semejante persecución.

He pensado muchas veces enviar un ejemplar a cada obispo de España para que conozcan de primera mano un poco de la acción del Opus Dei en las personas. Pero nunca  me he decidido porque  estoy segura que saben de sobra cómo es y actúa y el Opus Dei y no necesitan más información. Por otra parte el libro de Enrique merece ser leído y tenido con cariño y no triturado para hacerlo desaparecer y borrar su memoria.

Por eso, si alguien quiere hacerse con un ejemplar, me lo podeis pedir escribiéndome a carmencharo@euskaltel.net, y por 10€ os lo envío. Yo me comprometo a donar en nombre de Enrique el dinero que consiga a la Asociación amigos de opuslibros.

Gracias y un abrazo

Carmen Charo

No comprendo por qué, si cuando estabas dentro decían que podrían dar hasta su vida por ti, una vez cruzas la puerta te niegan hasta el saludo. Para muchos de nosotros esta forma de actuar fue nuestro bautismo de fuego para la vida real. Todo aquel mundo de relaciones sólidas, de afectos sinceros y de amor verdadero, resultó ser un espejismo...  

Queridísima Valeriana:

El otro día me preguntaste cómo es posible mantener algún cariño por la Organización Definitiva y seguir puntualmente las actualizaciones en Opuslibros.org. En el fondo -así me decías- ves como una doble personalidad. En primer lugar te diré que sigo teniendo “algún cariño” por la niña de la que me enamoré cuando yo tenía cinco años. Como éramos de la misma edad, basta con mirarme al espejo para suponer que ahora ella será una viejita, posiblemente gorda y con pelusa gris debajo de la nariz. No sé si ese “cariño” es a ella, al recuerdo de mis cinco años o a mis ilusiones de ese momento. En forma similar, mi “afecto residual” por la Organización Definitiva puede que sea, más que a ella, a mis ideales de ese momento que -aunque han pasado muchos años- siguen siendo los mismos: acercarme a Dios y ayudar al prójimo...

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