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CORRESPONDENCIA

Viernes, 28 de Diciembre de 2012

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN

Viernes, 4 de enero de 2013

¡Feliz Año Nuevo!

¡Un abrazo!

Agustina López de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org

Estimada Calandria:

Yo no suelo publicar nada, sólo paso por aquí de vez en cuando. Pero luego de leer tu escrito del pasado 21 de diciembre, me has motivado a hacerlo.

Lo que dices con respecto a las edades para pedir la admisión a la Obra es cierto, jurídicamente cierto. El problema es que en el Opus Dei no se respeta la norma, pues existe una tradición “meta-jurídica”, con que todos los días te bombardean en los medios de formación, una de las principales es: “si ya dijiste SI a Dios, no puedes ser ahora traidor, aunque hayas “pitado” a los 14.5, 14.6 o 14.7…”

Y como ejemplo te puedo poner mi caso. Que pité a los 14 años y 8 meses. Antes de cumplir un año de haberme incorporado, ya no quería seguir en la Obra. Pero la “presión social”… digamos el “Código Rojo” (recordando la película del mismo nombre que protagonizara Tom Cruise), te decían: “Ya no te puedes echar atrás, traicionarías a Dios”. Cuando me dijeron que hiciera la admisión a los 16.5 años, no quería, pero dije que SI por fuera, cuando hice la oblación a los 18 lo mismo. Cuando hice la Fidelidad lo mismo: Un “NO” interno muy fuerte y el SI externo, pues caso contrario sería un traidor y me quemaría en el fuego del infierno eternamente por una decisión que tomé a los 14 años, 8 meses y 7 días.

No Calandria. La realidad es que la praxis dentro del Opus Dei es muy distinta a la norma que ha sido autorizada por la Iglesia (y tú lo sabes muy bien si es que ya tienes 50 años en la Obra). Son las medias verdades, que en relidad son grandes mentiras, como aquello que los colegios de fomento no son de la Obra, pero a los Directores y los del Consejo los nombran en la Delegación o en la Asesoría, pero es otro tema.

Recuerdo cuando hice la Oblación, me tradujeron lo que diría en latín de rodillas junto a la Cruz de palo del oratorio; una parte, no lo recuerdo textual, decía: “este período de prueba”, pero me explicaron que era la fórmula que había que usar, pero sabíamos que la entrega era “del todo y para siempre” desde que había “pitado” a los 14 años, 8 meses, 7 días y 16 horas.

Salí (luego de 11 años) cuando, ya enfermo, me di cuenta de que no tenía la vocación; entendí bien la filiación divina, Dios no me podía pedir que siguiera en algo que no era para mí, pero esos pensamientos eran del diablo, me decìa el sacerdote de la Obra... Lo que no entendí, ni entiendo ahora, es por qué me hicieron eso, y por qué lo siguen haciendo a otros.

Ahora bien, el problema no está en que pidan su admisión los jóvenes con permiso de sus padres a los 14.5 años (como aspirantes o no), sino que NO SE RESPETE el período de prueba como una etapa en que candidato y la Institución puedan validar si existe o no vocación. Podrás rebatir este correo con miles de textos de los reglamentos internos, pero como en la película "Código Rojo", los que estuvimos ahí, sabemos que es cierto, aunque no esté escrito, tan cierto como la hora de la comida o el baño de la mañana, que tampoco están escritos.

Saludos

Danni

EL GRANO DE ARENA (III)

Llegó el día de la boda de nuestra hija. La ceremonia fue preciosa y con la alegría que se suma a la de haber pasado la noche anterior todos juntos. Celebramos el evento con una comida en la cual no hubo “novedad en el frente”. En el momento del baile nuestro hijo tuvo que esconderse para no estar presente en él. Aprovechó para rezar. La noche siguiente ya se negó a dormir en casa pues ya se había celebrado la boda. Se fue a dormir a un club y al siguiente día se marchó…

Puer natus est nobis, et filius datus est nobis,

cujus imperium super humerum ejus

et vocabitur nomen ejus, magni consilii Angelus.

Un niño nos ha nacido y un Hijo nos ha sido dado,

el cual lleva sobre sus hombros el principado;

y su nombre será Ángel del gran consejo.

 Introito de la tercera misa en la fiesta de Navidad

Estimados amigos y amigas: deseo para ustedes una santa y feliz Navidad,

en la que se encuentren la misericordia y la verdad,

en la se abracen la justicia y la paz (Ps. 85).

Ex corde, Flavia Dezzutto.

Virgen con el Niño, Book of Kells, c. 800 AD.

Hola.

Quisiera comentar un poco el último escrito de Calandria, cuando habla de la capacidad de los menores de edad para asumir compromisos planteados por la mística del opus dei. Creo que no tan solo es cuestión del menor de edad, sino principalmente del opus dei, de su capacidad para influenciar positivamente la vida de sus aspirantes. En mis tiempos no se hablaba de los aspirantes al opus dei, sino de los que habíamos pitado, y los que no. Es decir, se dividía el mundo en dos.

Por otra parte lo que dice Calandria es un poco aquello que afirmaba un fumador, “llevo fumando 30 años y nunca me ha creado vicio”.

Quisiera también felicitar a Calandria, pues al menos, se presenta en opuslibros planteando sus pensamientos, y es parte de una especie de conversación.

Por último, quisiera comentar aquello del nacimiento de Jesús en nuestros corazones: Calandria, debes de volver a nacer. Te han engañado los que te han dicho que tienes que nacer de lo alto mientras no dejan que hable Jesús. Sí, hay que nacer de lo alto, pero de Dios (Jesús), y no de esa banda* de iluminados que viven en Disneylandia, en donde todo es bonito pero que todo se cobra y se desecha lo que no les sirve. Mereces la vida, no la de un autómata zombi, sino la de volver a nacer.

Saludos.

Paiquito

* me refiero únicamente a las autoridades del opus dei.

Solans, dices que a Bolter no le falta razón al menos en lo que respecta a tu vida como numerario. Si de veras eres un numerario y no un pseudo numerario y te está pasando lo que Bolter describe en su post, me das lástima, pero mucha lástima, porque admitir que uno se encuentra en ese estado es lo mismo que admitir que se es un muñeco, un pelele.

Puede ser el caso de alguna, que se cree todavía lo que le han dicho y lo repite convencida, cuando la verdad es que sigue en la Obra por una mezcla de inercia e ingenuidad.

Cuando escribes el párrafo anterior entiendo que te refieres a mí. Me tachas de ingenua y de que aún me creo lo que me dijeron, es más, afirmas que si después de tantos años sigo siendo fiel a la llamada de Dios es “por una mezcla de inercia e ingenuidad”. Entiendo y comprendo tu postura, ya que percibo que no tienes la suficiente capacidad para opinar de otra manera y eso, de veras, también me da lástima.

Lo que considero más preocupante es cuando dices, refiriéndote a otros numerarios, Pienso que hay otros que sí son felices, son los que se han aprovechado de los demás durante toda la vida. Te parece a ti que se puede tener una verdadera felicidad a costa de los demás?, Solans, solamente se puede ser feliz cuando la caridad está de por medio. Ser un manduquete y aprovecharse de los más débiles, eso no da felicidad.

Te deseo, particularmente, que pases unos felices días de navidad al lado de tus hermanos numerarios, que estoy segura, se estarán desviviendo para que seas realmente feliz.

Calandria

Queridos lectores: en mis años mozos, y coincidiendo con mi paso por la obra, estuve trabajando como profesor en un colegio de fomento. Mi experiencia docente no era amplia, pero pronto noté que mis alumnos, de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, tenían, salvando muy honrosas excepciones, un común denominador: eran agresivos. Precisamente porqué no tenía referentes previos como docente pensé que aquella situación debía ser “normal” y este hecho se borró de mi mente al cambiar de centro de enseñanza y dejar el contacto con la obra. Aun así, las situaciones vividas fueron extremadamente duras y me marcaron mucho pues no sólo hubo esta cualidad en los alumnos sino también en sus padres.

“Queridísimo Javier”: ¡que Jesús te guarde y te coja confesado!

Bueno Javier, otra vez estamos por aquí, espero que hayas pasado unas estupendas navidades, y lo de santas navidades, como se dice por ahí, es harina de otro costal, que daría para llenar la enciclopedia Rialp, que no falta en ningún centro, ni en ninguna casa de supernumerario de pro.

A lo que vamos, hoy son los santos inocentes, qué fecha más triste, cuántos inocentes han pasado por la cosa, ¡¡¡Ufff!!! Con sólo pensarlo, se me ponen los pelos de punta

Herodes también fue Padre, tuvo bastantes hijos: Herodes Antipas, Herodes Arquelao, Herodes Philip, Antípater, Aristobulus IV, Alexander, Salampsio. Ser Padre no significa ser bueno.

Hay Padres, que beben y maltratan a sus hijos, hay Padres que se lo gastan todo y sus hijos no pueden comer, hay Padres que esclavizan a sus hijos, hay Padres que comercian con sus hijos y muchos de ellos van a parar a la prostitución, hay Padres que no educan, hay Padres que no hablan ni se comunican con sus hijos, hay Padres que son perfectos desconocidos por sus hijos, hay Padres que fanatizan a sus hijos, hay Padres que matan a sus hijos, hay Padres que inducen al aborto...

En definitiva ser Padre no significa nada si uno no se lo “Curra”.

También hago extensiva esta meditación, a ti, director mío, que me lees.

Con todo cariño, te bien dice.

Sin © - JOALJA

Madrid, 28 de diciembre de 2012 (Santos Inocentes)

"Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.

Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:

En Ramá se oyó una voz,

hubo lágrimas y gemidos:

es Raquel, que llora a sus hijos

y no quiere que la consuelen,

porque ya no existen." Mt 2,16-18

Hoy la Iglesia recuerda a los fieles la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes con el fin de matar el recién nacido Jesús.

También se puede pedir a Dios por los que han sido admitidos en el Opus Dei con 14 años y medio sin el conocimiento de sus padres. Ahora ya no se hace esto de no hablar con los padres pero hasta el año 2004 se hizo y mucho. Yo mismo muchas veces he dicho a un muchacho que no hablara con nadie y que en aquel momento de pitar, se comprometía de por vida.

La Obra tiene que pedir perdón por las cosas malas que hicimos.

Un saludo

Gaudí

Nota de Agustina.- Querido Gaudí, yo creo que aunque se pida permiso a los padres, éstos no son quiénes para decidir por su hijo en un asunto de tal compromiso vital. La vida de numerario no la van a vivir ellos, sino el hijo. Los padres supernumerarios no van a poner ningún impedimento en firmar lo que sea y “sentencian” o “condenan” a sus hijos a tener “vocación” al Opusdei. ¡Menuda gracia! El asunto, creo yo, se resolvería si, hasta los 18 años nadie pudiera ser aspirante y entonces, con la condición –firmada ante notario que no fuera de la obra-, de haber leído y meditado con anterioridad todos los reglamentos, escritos del fundador y documentos internos (que el Opus Dei no tendrá inconveniente en dejar leer puesto que son un camino de santidad),  podrían conocer, sin intermediarios, qué es “la Obra de Dios” a la que se van a ligar de por vida. Un abrazo muy muy requetefuerte. Agustina.

Perdona pero discrepo de ti, Calandria.

Cuando una persona de catorce o quince años es separada de su ambiente, se le prohibe seguir con sus amigos, con su pandilla de toda la vida, se la va apartando poco a poco de la vida normal, lo que es normal a la edad de catorce o quince años que es salir en pandilla, tener amigos, hacer manitas con un chico o chica que te guste, incluso darse un tímido beso... cuando todo eso se demoniza y se te dice que te condenarás, que los hombres siempre buscan lo mismo o que las chicas de hoy día están fuera de control y son unas fulanas, cuando poco a poco se te meten en la cabeza una serie de ideas que te hacen rechazar a lo que es normal como aberrante, no eres libre de tomar tus propias decisiones. Cuando con esas edades tu vida se reduce a ir de casa al colegio y  de ahí al club y en todos sitios el bombardeo es constante, metódico y dirigido a "crearte esa vocación" que luego dirán que tienes, encaminada a que "pites" lo antes posible, no tienes criterio para saber lo que quieres.

Y si luego, cuando estás dentro, sólo te relacionas con los mismos o las mismas, hablas de lo mismo, te olvidas de los que eran tus amigos, incluso pasas años sin ver a tu familia, sin visitar a tus padres o a tus hermanos porque las "vacaciones" consisten en  hacer un curso anual que por supuesto es con el Opus, donde te manden y con quien te digan que has de estar. Si llegas a trabar amistad con personas, ajenas o de la Obra, que te quieren y a las que llegas a querer y para evitar peligros, te arrancan de donde vives de la noche a la mañana y te mandan a otro sitio aunque te hagan daño y te causen una depresión que puede durarte años... ¿puedes explicarme donde está tu libertad de decisión?

Si jamás lees otra cosa que lo que te dicen que leas, si te fustigas con un cilicio y te pegas con penitencias, si no tienes seguridad social y no cotizas para el desempleo ni para tener una pensión, si no vas al cine, si no tienes otros conocimientos y otras lecturas que las que te dejan tener... ¿dónde demonios está la libertad de decidir por ti mismo si quieres continuar o quieres marcharte?

La libertad está en el conocimiento y en la independencia económica. De no exisir ninguna de estas premisas eres un auténtico rehen en manos de una auténtica SECTA, llena de oscurantismo, de secretismo y de miseria y de dolor y mentira.

apocrifa

Calandria,

En primer lugar decirte que no quiero que esto se convierta en un tema personal hacia ti, que te puedo asegurar respeto y que si en tu caso, tu vocación al Opus Dei se mantiene y eres feliz, me alegro de ello. En cuanto a la vocación, claro que existe y no solo para curas, monjas, ermitaños, consagrados,… sino también para el matrimonio y en todos los casos “supone empezar una nueva vida” dejando atrás la anterior, que no quiere decir olvidarla y romper con ella...

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