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CORRESPONDENCIA

Lunes, 30 de Mayo de 2011

Uno de los fenómenos que me llama la atención en el Opus Dei – como también ocurre en otros grupos que eliminan el pensamiento crítico respecto de la propia institución- es que muchos de sus miembros son personas inteligentes, capaces de hacer análisis certeros de muchos aspectos de la realidad, pero que sin embargo se detienen en seco cuando se trata de aplicar ese análisis a la institución misma.

Acabo de leer un librito titulado “La afectividad – Los afectos son las sonrisa del corazón”, de Miguel Ángel Martí García, catedrático de Filosofía, y publicado en EIUNSA (Ediciones Internacionales Universitarias). Desconozco si el autor es del Opus Dei, aunque la editorial forma parte del conglomerado de EUNSA, de la Universidad de Navarra, por lo que estimo que debe estar en su órbita.

Me ha asombrado como, en su análisis de la afectividad y de los factores que la inhiben o impiden desarrollarla adecuadamente, el  autor incluye las “rigideces” entre esos factores, y hace una descripción de la “rigidez” que encaja al milímetro con las praxis interna del Opus Dei en la regulación de la vida de sus miembros –muy especialmente de los numerarios.  Asímismo señala a la depresión como resultado habitual.

Transcribo a continuación ese párrafo del libro:

Rigideces

Los afectos,  y más  concretamente la vida afectiva, son incompatibles con las rigideces que configuran la vida de algunas personas, que parecen estar en la existencia únicamente para cumplir un deber, seguir un criterio o sujetarse a una norma. Son gente que han hecho del cumplimiento el sentido de su vida, todo lo demás –incluidas las personas y sus circunstancias particulares- quedan relegadas a un segundo lugar, porque al andarse con contemplaciones no entra en sus cuadriculados esquemas mentales.  Además se sienten terriblemente inseguras –desorientadas- cuando la vida –que no es ni rígida ni cuadriculada- los descoloca de su instalación hecha de imposiciones que tratan de cumplir a rajatabla; suelen ser intransigentes con los demás y muy poco expansivos en sus afectos, porque para este tipo de personasla felicidad viene por el cumplimiento del deber y poco puede añadir el trato afectuoso. Maquillan esta seriedad existencial con cuidadas formas propias de una educación exquisita, pero se mantienen al margen de entrar en situaciones particulares que a lo mejor entrarían en conflicto con su normativa. Muchas veces prefieren mirar hacia otro lado antes que darse por enteradas. Lo que fundamentalmente les falta es humanidad, porque dan la impresión de que no se han enterado de lo que es la vida o al menos quieren dar esa impresión. De otra persona le pueden interesar (?) los detalles (el nudo de la corbata, por ejemplo), pero no caen en la cuenta de la tristeza que anida en sus ojos. Les preocupan las programaciones, los objetivos, las fechas, los plazos, el éxito o el fracaso, pero con tantas y tan variadas preocupaciones el factor humano no es tenido el cuenta, se da por supuesto que el hombre es una máquina que siempre está en condiciones para funcionar con perfección. Las personas rígidas, por lo menos algunas de ella, terminan derrumbándose aparatosamente y cayendo en una profunda depresión de la que ya no se recuperarán nunca, porque la tensión, el peso moral, el esfuerzo, los escrúpulos, son superiores a la resistencia psíquica que el hombre puede soportar. La espontaneidad, la creatividad, la autoestima, la improvisación, la manifestación de nuestros sentimientos y emociones, el sentirnos queridos y querer, manifestar nuestra humanidad, el no obsesionarnos en los formalismos y en cambio dar muestras inequívocas de nuestro afecto, nos hubieran tal vez librado de una existencia excesivamente normalizada (y/o depresiva).

(De “La afectividad – Los afectos son las sonrisa del corazón”, Miguel Ángel Martí García, EIUNSA)

Y yo me pregunto: si una personalidad rígida puede conducir a la depresión, ¿cuánto más no ocurrirá cuando es la rigidez de la praxis institucional la que, en nombre de la obediencia, se impone a sus miembros desde fuera del propio individuo?

Directores del Opus Dei: en algunos libros de sus propias editoriales se diagnostican y describen los problemas de la institución. Hagan el favor de aplicarse la farmacopea correspondiente.

Ottokar

Recuerdo que uno de los primeros artículos que leí en Opuslibros fue el diccionario que publicò Salmón. Me quitó la venda de los ojos de por qué es tan difícil hablar (o explicar a terceros) lo vivido en el Opus Dei. Es como venir de otra cultura, como tratar de explicar el orgullo de llevar un burqa, pero con la diferencia de que en el Opus Dei se nos dice que somos un laico más, en medio del mundo y que no nos separa ni una hoja de cigarro de los demás, porque nosotros no somos como los demás, somos los demás. Por eso poco a poco, mediante un plano inclinado, nos separamos de todo y todos hasta quedarnos con nuestros iguales (los otros numerarios punto y basta), por eso cada año que pasa se va siendo más distinto y difícil la reinserción social. Como ya lo decía Salmon, la neurolinguistica nos juega una mala pasada...

Ya se terminó "Mi vida sin mi". Principalmente porque considero que me hice mayor.

Todo lo mayor que se puede ser con 17 años recien cumplidos.

Igual que mi madre me mandó al matrimonio años más tarde con el libro de recetas de cocina de Simone Ortega debajo del brazo, en ese momento me mandó al Opus con un bañador de faldita, dos bolsas primorosas para la ropa sucia, un abrigo loden que dio un resultado horrible con lo carísimo que costó y un juego de maletas encantador.

Pero antes fue el semestre de verano.

Y aunque ya empezaba a saber vivir mi vida, es decir montármelo lo mejor posible sin transgredir las normas, (vivir al filo me puso siempre muchísimo)  He recordado numerosas anécdotas que creo que me ayudará a mi y al que me lea a entender un poco de que va la verdadera película opusina.

Vamos que ante el clamor popular y eso que escribo con seudónimo, voy a seguir la saga.

A partir del miércoles.

Ps. Para mi corrector de estilo: Ya ves, ni un solo punto suspensivo.

Nota de Agustina.- ¡Risas! Sólo quité unos pocos puntos suspensivos, creí que no lo habías notado. Besos.

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Que tiene que ver los Legionarios de Cristo, el monasterio de la monja que antes hacia lap dance y el Opus Dei?

Bueno, nada, pero algo sí. Misteriosa frase que necesita ser vista con los ojos de la historia.

Algunos puntos importantes para que nadie se equivoque con lo que quiero decir:

1) Yo creo que Juan Pablo II fue un gran santo.

2) Yo creo que San Josemaría fue un gran santo.

3) Yo creo que el Opus Dei es bueno pero hay cosas para cambiar.

4) Yo creo que si los cambios no se dan mientras vive Benedicto XVI no se darán nunca.

El escándalo del fundador de los Legionarios, el padre Marcial Maciel se dio entre otras razones por el hecho de que ha empezado en 1956 y Pío XII ha muerto en 9 de Octubre de 1958 y Juan XXIII ha empezado a ser Papa el 28 de Octubre de 1958. Muchos comentaristas afirman que este periodo de sede vacante ha sido el hecho que ha causado que el proceso terminara sin la condenación de Maciel. Hay muchas evidencias de que el decreto que ha dado cabo al proceso se ha firmado con sede vacante.

El del monasterio de Roma cerrado por orden de Benedicto XVI muestra el deseo del Papa, de como dice El Mundo: "limpiar la Iglesia".

¿ el Opus Dei? Bueno yo creo que el Opus Dei tiene miles de kilómetros de distancia de los problemas de los Legionarios y del monasterio de Roma, pero hay cosas que cambiar. El Opus Dei debe de seguir fielmente la ley de la Iglesia de Cristo y esto tiene que ser hecho cambiando lo que tiene que ser cambiado.

Recurrir a la Iglesia es un medio legitimo tanto para los miembros como para los que fueron de la Obra. No es murmuración, no es delación, es amor a la Obra y a la Iglesia. Pero hay que hacerlo ¡ya!

Un saludo

JM

La Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra es una de las mejores facultades de medicina de España. Pero en otras ciudades las hay públicas y magníficas aunque en Pamplona no hay Medicina en la pública.

En Pamplona, si tus hijos viven en un colegio mayor de cualquier organización que no sea el Opus Dei, o en una casa particular de patrona, o en un piso con varios amigos estarán más protegidos de los ataques proselitistas que si los metes en un colegio mayor de la organización.

Como la matrícula en una Universidad privada es elevada, y todavía más en una facultad como la de medicina, si tu hija, hijo o pariente en general es persona responsable e independiente, esa facultad le podrá ser útil para su formación como médico. Tú tienes que valorar si te merece la pena la inversión. Y un consejo: si en el primer año las notas son malas, llévatelo de allí.

Bastián.

Hola, LaLuna57:

Preguntas sobre el mejor lugar para estudiar tu hijo, y si estudiar en un lugar del Opus Dei no será hacerles el caldo gordo al lado oscuro.

Te respondo empezando por el final:

- Decididamente, sí: estudiar en una institución del Opus Dei es hacerle el caldo gordo por varios motivos.

En primer lugar, el más evidente, porque es darles dinero de varias formas (subvenciones, aportaciones, etc).

En segundo lugar, porque si te descuidas, a tu hijo le lavan el cerebro. Esto no debería suceder si le vigilas y le adviertes, pero en ese caso deberías preguntarte para qué demonios llevas a un hijo tuyo a un lugar donde debes vigilar que no sea abducido.

En tercer lugar, porque aunque no sea abducido, siempre hay una transmisión de roles y valores.

Y en cuarto lugar, porque para ellos los alumnos de los colegios, sus familias, etc son la mejor propaganda. ES FALSO que sus colegios sean mejores, o más religiosos, o más... simplemente, son más pijos. Pero hay colegios tan religiosos como los suyos y con tan buen nivel académico o mejor (por ejemplo, pienso en los Agustinos o los jesuitas, que son los que más conozco). Y no olvidemos que hay institutos públicos con los mejores resultados de Madrid.

- En cuanto a la Facultad de Medicina de Navarra (y por extensión el resto de facultades de esa universidad), simplemente debo decir que no es mala. Pero no es la mejor. Las mejores facultades españolas son las de Madrid y Barcelona, pero hay muchas con buena formación, como País Vasco, Cantabria o Valencia. El Opus Dei mantuvo una batalla mediática contra la Universidad Pública de Navarra, cuando el gobierno navarro, de otro color, se empeñó en ponerla en marcha. Consiguieron que al menos no tuviera medicina.

Vamos a ver: cuando se fundó la Universidad de Navarra en los años 50, y luego en los 60, Pamplona tenía buenos profesores, buenas instalaciones y sobre todo no había movidas políticas. Frente a eso, las universidades públicas, tenían instalaciones ruinosas, profesores variopintos (Franco había expulsado a muchos de los mejores) y la movida política estaba al orden del día, como debe ser. Pero hoy día, ni tienen los mejores profesores (aunque los hay muy buenos, lógicamente), ni las mejores instalaciones. De hecho, los alumnos de esa universidad van a hacer prácticas a la pública... Al fin y al cabo, ellos hacen poca pediatría, poca obstetricia, casi no hacen urgencias, no hacen reproducción asistida... Tienen mucho nombre, eso sí. Pero los mejores números del MIR salen de Madrid, Barcelona, Valencia... y las plazas de MIR que antes se cogen, lógicamente, son las de los grandes hospitales, no las de la Unav. Vamos, que tu hijo aprenderá medicina, pero no sacará más de lo que podría sacar de una universidad pública.

Nada de esto es un juicio moral. Simplemente, quisiera que lo vieras como un informe de situación.

Ramón

Editado por la periodista Pili Yoldi

Un libro recoge las operaciones para instalar la UN en Pamplona

Pamiela publica en la Feria del Libro 'Universidad del Opus: historia de un expolio', de Miguel Ángel Muez

Noticias de  Navarra, 30/05/2011

Pamplona. Universidad del Opus: historia de un expolio es el título de esta nueva publicación que ha salido a la calle coincidiendo con la Feria del Libro que se celebra en Pamplona durante este fin de semana. Editado por la periodista Pili Yoldi, el libro "explica con detalle el desarrollo de las operaciones llevadas a cabo por el Opus para instalarse en Pamplona a cuenta del erario público; operaciones de las que el autor, como concejal del Ayuntamiento de Pamplona, fue testigo privilegiado". Muez relata cómo se desarrollaron entre otros, las expropiaciones de los terrenos (hasta 300.000 m2) o los planes urbanísticos, y cómo se otorgaron las ayudas económicas. El volumen, del que se han editado 1.500 ejemplares que pueden adquirirse al precio de 12 euros, tiene 128 páginas y, a los textos de Miguel Ángel Muez y documentos oficiales relacionados con el nacimiento de la universidad privada, se suman artículos del periodista ya fallecido José Antonio Iturri (concretamente el titulado ¡Concejales rojos no! publicado en DIARIO DE NOTICIAS el 24/01/1999); del ex concejal Jesús Velasco, el abogado Pablo Ibáñez y los escritores Javier Eder y Víctor Moreno.

He visto el documental sobre Alexia y no puedo más que compararlo con la película Camino, ya comentada en este foro. Son instrumentos distintos porque todos sabemos que las películas, como las novelas, son ficticias y los documentales son más “objetivos”. Este en concreto consiste en unas entrevistas a familiares, amigas, profesoras del colegio, sacerdotes que le conocieron al final de su vida, ayudadas por imágenes suyas tomadas por su padre con un tomavistas, en que se le ve disfrutando de la vida sin imaginar siquiera lo que le tenía reservada la voluntad de Dios en ella.

Entre las dos versiones, me quedo con ésta última, así como me ha gustado mucho el libro “Alexia, experiencia de amor y dolor vivida por una adolescente” de María Victoria Molins, de Planeta Testimonio, que regalé a mi madre (y no leyó), bastante crítica a la Obra.

Después de todo esto, no queda, para los que creemos en la vida eterna, otra cosa que encomendarnos a ella, víctima de polémica, para que haya reconciliación entre ambas posturas. Para todos constituye un ejemplo de vida a imitar, cuando nos toca vivir una enfermedad, aunque no sea tan dolorosa y precoz como la suya.

Japon

El viernes 27 contestaba Haenobardo a Antonio sobre la beatificación de Alexia y el escaso interés por parte del Opus Dei en que pudiera ser beatificada. Al respecto comentaré que un numerario (Jerónimo, crítico de cine) es el coproductor y guionista del documental que sobre Alexia se ha realizado en contestación a la visión que se ofrece en Camino de la niña. En una entrevista, habla maravillas de la niña y de sus virtudes. Pienso que este y otras muchas personas del Opus Dei no tendría inconveniente en que fuera beatificada. Pensemos que no llega a ser numeraria por dos razones: se muere antes de tener la edad adecuada, segundo porque está enferma y no la hubiesen aceptado, pero ella sí estuvo en la cripta de Escribá con sus padres, etc. Tampoco debemos exagerar sobre la exclusividad del concepto de santidad en medio del mundo como algo que celosamente quiere tener en exclusiva el Opus Dei.

Por otra parte, el mismo día 27 se habla de que están buscando una figura especial y que le huele a cisma. Es imposible hacer un cisma desde el Opus Dei, porque se quedarían sin el 80 por ciento de los supernumerarios. Muchos supernumerarios son católicos bien sencillos en el mundo y no entenderían bajo ningún concepto que con dos papas tan normales (Juan Pablo II y Benedicto XVI) hubiese que romper. Juan Pablo II les dio el traje que quería (se nos explicó por activa y por pasiva en noviembre de 1982) y Benedicto XVI es un papa que quiere centrar el cristianismo en lo importante: Amar a Cristo. Ahí están sus libros, que eran un proyecto que tenía para cuando falleciese Juan  Pablo II y al que no ha renunciado, a pesar de las dificultades, desde que es papa. Va por el segundo tomo y son realmente impresionantes (poco que ver con las clasecillas de teología que recibíamos en los cursos anuales).

En definitiva: si hacen un cisma se van muchos porque sería totalmente incomprensible. Gracias a los papas últimos, desde Juan XXIII, y al impulso del Vaticano II, la Iglesia está mostrando su mejor cara. Eso es una bendición. Es cierto que muchos pensamos que el Opus es muy poderoso y demás cuestiones, pero es porque lo hemos vivido.

Cuando uno sale de ese ambiente y puede vivir en otros ambientes eclesiásticos (como es mi caso) comprueba que la variedad de grupos y de formas de vivir el cristianismo es enorme y el Opus Dei es una gota de agua en un océano. He conocido a mucha gente (alguno de ellos religiosos) que no sabían nada de nada del Opus Dei, sólo que existían, pero nada de su mensaje, nada de sus supuestos mitos de poder, etc.

A veces pienso que es como el tema de la mili. Ahora no es obligatorio hacer el Servicio Militar (por suerte, aunque escuché a Felipe González decir que era una equivocación haberla suprimido), pero antes, cuando muchos universitarios acudían a la mili, descubrían que el mundo no estaba lleno de universitarios, sino precisamente de todo lo contrario: gente que no había hecho estudios superiores y que tenían sus trabajos. Eso nos puede pasar a todos: pensamos que toda la gente es como la que está a nuestro alrededor y como nosotros solemos juntarnos con los que son como nosotros (esta web en el fondo es un reflejo de eso y las nuevas tecnologías están potenciando esos vínculos relacionales) pensamos que todos son como nosotros. Aplicando esto al tema religioso, muchos ex numerarios acabamos pensando que la Iglesia casi es el Opus Dei y la variedad de grupos y sensibilidades y carismas es muy amplia.

Hace poco un joven seminarista, que será como mucho sacerdote agregado de la Santa Cruz, hablaba con un nuncio apostólico. Éste había conocido a Escribá. El joven seminarista le preguntó qué significaba haber conocido a Escribá, un santo, y bla bla, y qué bien que el nuncio hacía años hubiese podido hablar con un santo tan grande como Escribá. El nuncio en ningún momento tuvo una palabra de corroboración de lo que decía el joven seminarista. Me recordó al grandísimo san Pedro (ese si fue santo, caray, que hay que ver el papelón que tuvieron los 12 primeros y san Pablo) porque por tres veces el joven insistió en la santidad de Escribá y el nuncio por tres veces desvío la conversación con una elegancia y diplomacia propia de un experto diplomático, que es lo que es un nuncio.

En resumen: Alexia es una gota de agua, el Opus Dei es una gota de agua, la Iglesia es enorme, Dios es enorme, busquemos como amarle, nada más.

Supo

Hola a todos:

Muchas veces hemos leído en ésta web sobre la 'bondad' e 'inocencia' de los supernumerarios. Se cree que al no poder estar en el centro del tejemaneje, necesariamente son lo limpio y lo puro de la secta esa... nada más alejado de la realidad. Entendamoslo de una buena vez y le duela a quien le duela, nadie... ¡nadie! puede presumir de ningún tipo de inocencia si ha pertenecido al club de san Chema. Es algo metafísicamente imposible...  

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