El Opus Dei no ha corregido la sustancia de sus abusos en la dirección espiritual

Doserra, 16 de mayo de 2011

En las últimas actualizaciones de esta Web he leído varios comentarios sobre los cambios que los Directores de la Obra han comunicado a las personas que componen los Consejos locales y a las que reciben las Charlas fraternas: que han sido retirados de la documentación de los Consejos locales todos los reglamentos secretos; que no hay que hablar de lo escuchado en la Confidencia; y que en las reuniones del Consejo local ya no se despacha sobre la intimidad de las personas de la Obra.

Pienso que todo esto puede despistarnos e impedirnos advertir que –sustancialmente- nada ha cambiado respecto de lo que la Penitenciaría Apostólica ha dictaminado como inadmisible en el sistema de la Prelatura y que, como consecuencia, ha sido objeto de una muy seria advertencia del Prefecto de la Congregación para los Obispos al Prelado del Opus Dei: la violación del secreto de conciencia y –de forma indirecta- del sigilo sacramental, obligar a dirigirse con los superiores de la Obra y a confesarse con los sacerdotes de la prelatura.

¿De qué sirven los cambios mencionados si el Prelado de la Obra no quiere corregir lo importante? No ha hecho más que maquillar el perverso sistema que impuso nuestro fundador para controlar a los miembros, ya que ha mantenido lo sustancial, que es lo que la Iglesia no admite:

1º) Sigue siendo obligatorio, en la práctica, dirigirse con los superiores de la Obra o con quienes éstos dispongan;

2º) nos siguen obligando a confesar con los sacerdotes de la Prelatura, pues nos dicen que, si tenemos buen espíritu, lo haremos así: y, ¿quién va a querer tener mal espíritu?

3º) ¿de qué sirve que los que reciben las Charlas ya no hablen de lo que escuchan, si les indican que cuando el interesado manifieste algo fuera de lo común, se le ha de intimar que lo manifieste al Director o a la Directora? Lo corriente ya lo saben por el trato externo. Y con lo que se salga del guión, siguen el mismo sistema que se ha empleado siempre en la Obra para sacar de la Confesión lo que interesa: condicionar la absolución a que el interesado se descubra ante el superior o la superiora. Y, sobre todo,

4º) no nos han dicho que los cambios realizados obedecen a que la Iglesia considera inmoral la praxis prevista por nuestro fundador en materia de confesión y de dirección espiritual. Pues, en cuanto muera este Papa, podrán volver a las andadas sin inmutarse.

Todo ello manifiesta que las medidas adoptadas por la Santa Sede ante las abundantes denuncias recibidas son, a mi juicio, completamente insuficientes e ineficaces. Se parecen a lo que están haciendo con la Legión de Cristo y con Regnum Christi: por no haber cambiado a la cúpula que amparó los desmanes de Maciel, su fundador, hasta el momento todo está quedando en papel mojado.

Saludos cordiales,

Doserra

Me encuentro bastante sola. Me gustaría saber qué puedo hacer para conocer gente buena, que comprenda cómo me puedo sentir porque ha pasado por lo mismo. ¿Organizais alguna actividad o quedada en Valencia?.

Fuí numeraria. Dejé el Opus Dei hace 10 años casi. No considero "perdidos" los 17 años que estuve dentro, porque fuí feliz y aprendí a ser un poco mejor, y lo hice por Dios (aunque me equivocara, al entrar o salir, no lo sé, lo hice todo con buena intención y por Él). Considero perdidos los otros 10, una vez fuera. No he sabido reaccionar, cortar con el pasado, y rehacer la vida. Bueno, nunca es tarde, espero...

Un saludo a todos,

Valenciana

Nota: no se aconseja leer el siguiente texto en horarios de comidas.

Una definición breve del Opus Dei – E.B.E.

El Opus Dei podría compararse a una comida apetitosa y de muy atractiva presentación, pero cuya digestión resulta imposible de lograr y por eso todo termina en una gran devolución o salida.

Lo curioso es que al chef lo hayan canonizado debido a sus logros culinarios. Pero no es tan incoherente el asunto: seguramente los encargados de canonizarlo no han probado jamás su receta sino sólo la han admirado visualmente y debido a ello la han calificado de magnífica. No vendría mal que algún día degustaran de este plato para conocer lo que se siente, una vez ingerido.

Mientras tanto, quienes siguen en el Opus Dei necesitan de eficaces digestivos para contrarrestar las náuseas. Por eso el aumento del recurso a los psiquiatras y a los psicofármacos. Que nadie se levante de la mesa, porque significaría rechazo, y causaría la ira del chef. Y al parecer, el chef se airaba con facilidad. Para conservar en la memoria su rostro amable, mejor no provocarlo.

Depende del estómago de cada uno, las resistencias pueden variar. Pero llega un punto en el cual el cuerpo toma la decisión sin consultar a nadie, y sin ningún temor de ofender al chef por la abrupta reacción. Si se lo provoca, el cuerpo responde, y es importante saber que de suyo no conoce las reglas de la cortesía y la etiqueta.

Se le puede adornar y abundar con los aditivos más gustosos, pero el plato del chef tiene algo que resulta intragable, o más bien, indigesto. Y no hay modo de ocultárselo al cuerpo: tarde o temprano lo detecta y no lo deja pasar, se lo devuelve al remitente.

Sin embargo, no es extraño toparse con escenas extravagantes: mientras unos alaban y llenan de elogios al visual manjar, otros -al lado nomás- se retuercen sin poder hablar. Y todo el asunto como si fuera simplemente una cuestión de opiniones divergentes, sin más fundamento que del gusto estético. El que se retuerce apenas puede explicar lo que le pasa, mientras que el novato –recién acaba de llegar al ágape- se la pasa recitando la receta como demostración de que todo allí es completamente sano y digno de celebración. Doble tortura. Y no hay nadie que ayude, todo son reprimendas. Pero en realidad deberían indignarse con el chef, el comensal no tiene la culpa. No hay caso.

Están por supuesto aquellos que no son tan novatos: llevan años alimentándose del plato del chef y lo admirable es que no necesiten tomar ningún digestivo. Resulta altamente sospechoso el asunto, aunque pensándolo bien es posible que hayan perdido la mínima sensibilidad estomacal –incluso el estómago mismo- y sean capaces de tragarse cualquier cosa. Tienen una moral a prueba de balas. Aclaro, no es un elogio.

La receta, en todo caso, la deberán de estudiar quienes canonizaron al chef, como para determinar qué cosa es la que causa una reacción irreprimible en el estómago.

Pues, lejos de ser algo que con el paso del tiempo se incorpora, el Opus Dei sale intacto de la misma manera que entró, aunque -claro- con otro aspecto. Pero es evidente –a las pruebas me remito- que como producto no se puede digerir –ni siquiera al cabo de años y de constantes entrenamientos abdominales- y por eso es expulsado completamente. No hay digestión ni incorporación de ninguna de sus propiedades, porque aún aquello de bueno que pueda tener es malogrado por aquél misterioso elemento que causa la revulsión del estómago.

Saludos,
E.B.E.

Otaluto,

sólo quería animarte a que nos contaras más en detalle porqué la revelación de que los directores consideraban que tú no ibas a perseverar era la pieza que te faltaba para encontrar sentido a muchas cosas.

Yo también descubrí tiempo después de mi salida de que si había estado casi veinte años en el Opus Dei no era porque Dios se había fijado en mí sino porque estaban esperando a que mi madre muriera y su dinero pasara íntegro a mí, perdón, a ellas. Supongo que si eso hubiera sucedido al día siguiente me habrían puesto de patitas en la calle. Mi vocación de numeraria desde la eternidad y superconvencida se habría ido por el desagüe en un abrir y cerrar de ojos.

A mí no me echaron, me fui. Es decir, que cuando empecé a despertar de mi largo sueño dogmático no tenían pensado echarme, mi madre todavía vivía y querían retenerme. Insisto en ello porque tú no lo haces, parece por las palabras de tu escrito que el Opus Dei sólo quería dejarte sin blanca, que claro que querían, pero no añades que les interesaba "tu dinero en tanto que dinero". Son las dos cosas.

Y lo de esa revelación que tuviste ya fuera por parte de otro "ex" los directores ya pensaban que te ibas a ir, él no te lo dijo nunca. ¿Veis cómo no nos podíamos fiar de nadie? tú agonizaste saliendo cuando los directores ya hacía un buen rato que "sabían" que te ibas a marchar. Me parece sádico.

Pero todo eso me lleva a pensar qué de sustos nos llevaríamos si pudiéramos tener acceso a las actas de delegaciones y asesorías y comisiones en que se habló específicamente de cada uno de nosotros cuando estábamos felices y contentos dentro. No sé si existen esas actas, pero debe de quedar algún tipo de constancia de lo que se ha hablado de nosotros. Tener acceso a esos datos nos abriría todavía más los ojos, sería como ver el revés del tapiz. Incluso pienso que si hay ex directores y ex directoras de alto rango que leyeran opuslibros, no parece que lo hagan, podrían revelarnos a cada uno, de reconocernos, cuál era la etiqueta o la fama que llevábamos dentro. O qué se dijo cuando nos fuimos. Algunos ya lo sabemos, pero oírlo directamente de quien lo dijo sería mejor.

Yo también me llevé como tú mazazo tras mazazo al salir, cada vez que iba atando cabos. Muchos de esos cabos los he podido atar leyendo esta web. Por eso, porque sé que es beneficioso para uno mismo y para los que leen me he permitido animarte a que si tú quieres y te da la gana, nos cuentes más.

Ana Azanza

Querida Agustina!

Acabo de escuchar la entrevista que te hicieron en Radio Cataluña en la que participó también un numerario, según recuerdo se llama Eduardo.

Aunque no soy catalanoparlante, pude comprender el meollo del asunto, concretamente el discurso de Eduardo y alucino. Este señor viene a decir que al igual que la sociedad, el Opus Dei ha evolucionado y no es el mismo de los años 70 del siglo pasado con el del 2011. Afortunadamente yo me fui en el primer quinquenio de este siglo y por lo que sé, las cosas siguen tal cual. Tal vez cambios cosméticos -aunque importantes para las directamente afectadas con las disposiciones anteriores por supuesto- como que ahora las numerarias pueden usar pantalón, los numerarios deben tender la cama y en las convivencias anuales los agregados y los supernumerarios. Pero la esencia del Opus Dei, su verdadero sentido no ha cambiado.

Al leer a Mariki por ejemplo, me pongo a pensar en las chicas y chicos que en el verano que está ya a las puertas, serán captados en campamentos, cursos de vacaciones y la serie de actividades que se organizan para tal fin y me da muchísima tristeza por todo lo que les tocará vivir. Que luego al pitar pasarán por lo mismo que pasamos nosotros, en fin, que hay tantas cosas que no han cambiado y no cambiarán nunca, esto por la sencilla razón que son parte de lo que se consideró y sigue considerando el carisma fundacional, lo que el fundador "vio" aquel 2 de octubre que no puede ser modificado, ni sufrir evolución alguna, ni nada.

No pude evitar la carcajada irónica cuando habló Eduardo de los aportes de los supernumerarios y que es voluntario, que lo dan cuando pueden y si no pueden pues no aportan y todos tan contentos. Y me he reído porque en su momento viví la presión del Consejo Local por pedir ese aporte y yo ejercí presión en los supernumerarios del grupo que servidor tenía a su cargo para que dieran ese aporte. Me vino a la mente los informes que debían enviarse a la Comisión con el dato económico, lo cual me tocaba hacer a mí por ser el secretario del consejo local en cuestión. Y eso se sigue viviendo, eso se sigue practicando.

Me da tristeza ver que se sigue viviendo la "santa mentira", la cual como tu acertadamente afirmaste no puede ser nunca santa, como tampoco lo puede ser la "santa coacción", la "santa pillería" y un largo etc. Esa capacidad de mentir, esa capacidad de engañar, de presentar las cosas como si fuera lo más normal del mundo y a la vez se piense que todo el mundo va a tragar aquello, resulta increíble por no emplear una palabra más fuerte.

Cuando te hicieron la pregunta a ti y a él si sois felices cada uno en su situación actual, yo he respondido y puedo afirmar que si, que soy feliz por la decisión que he tomado. Aún con todo lo que ha venido después. Por ejemplo hoy 13 de mayo es el tercer aniversario de la muerte de mi madre y aunque tal fecha me entristece por lo que viví, no obstante soy feliz al pensar que pude llorar a mi madre sin ningún remordimiento, que no dejé de ser cristiano y ni dejé de tener visión sobrenatural y presencia de Dios al hacerlo, sino todo lo contrario. No olvidaré jamás tu compañía en esos días de dolor y de todos los de Opus Libros. Me sentí arropado por todos vosotros, viví la auténtica fraternidad.

Mis más sinceras felicitaciones por tu participación en la entrevista, mil gracias!

Un fortísimo abrazo

Ángel Valdés Estrada

Para saludarlos, gracias por esta pagina.

Yo nunca fui del Opus pero estuve muy cerca de serlo, era un buen blanco o "target" para la obra cuando era una joven profesional recien graduada con mis frescos 25 años de edad, católica práctica con muchas dudas acerca de la Iglesia y que consideré como católica práctica un deber una misión buscar ayuda. Llamé a la puerta equivocada...

Al principio, tenía amigas que ahora son del Opus, cambiaron muchísimo, parece que les hubieran lavado el cerebro. En la parroquia a la cual asistía la mayoría de las catequistas se hicieron del Opus y a una de ellas dejaron de invitarla porque su matrimonio no funcionó y se tuvo que divorciar. La pobre estuvo muy dolida y las que se dijeron sus amigas le dieron la espalda. Que me perdonen, pero a mi me parece que es una actitud equivocada, porque eso no fue lo que enseñó Jesús cuando dijo "Vine a rescatar lo que se había perdido, a dar consuelo a los afligidos, libertad a los cautivos". Le dan mas importancia al libro "Camino" que a la Biblia, a la misma Palabra de Dios. ¿Dan mayor trascendencia "a las enseñanzas" de San Josemaría que a las de Jesús?....

Muchas Gracias!

Gabriela, desde Uruguay.

¿Qué hay detrás de las Renovaciones "atemporales"?

Haenobarbo, 16 de mayo de 2011

Resulta señoras y señores, que el tema de las renovaciones atemporales de las que nos enterábamos hace unos días por esta web (Cloti, Simple-mente), tiene mar de fondo y el tema va en serio.

No se trata solamente de contener a los que se van, contándoles el cuento de que la renovación no tiene plazo de caducidad, para luego conseguir la sanación: es mucho más que eso...

Quiero simplemente testimoniar mi gran afecto por esta página, por su sinceridad, por su pluralidad. Yo nunca fui, a Dios gracias, del Opus Dei; la prelatura cayó lejos de mi vida a miles de kilómetros, hasta grande. Lamentablemente, he visto atrapados a muchos amigos, y algunos particularmente dañados -de esos daños que los demás podemos percibir, pero que el implicado se convence, le convencen, de que es "su" singularidad, o peor aun su fe-.

Como también en tantos años he visto dañados por otras sectas, hace un buen tiempo me puse a buscar respuestas a ello, ¿cómo podía ser que en mi Iglesia ocurriera lo mismo? no en mi círculo, pero sí en mi Iglesia. Y encontré esta página, con mi misma perplejidad, con la misma necesidad de respuestas, pero con la gran carga y ventaja de la vida vivida.

Lo que puedo decir es que desde mi humilde puesto -dirijo un sitio católico- hago lo que puedo por difundiros, porque sois una parte muy sana de la Iglesia ("sano" en esta vida suele querer decir "magullado que es cada vez más ser humano en sus magulladuras"), y porque una y otra semana me reconforta saber que a pesar de las noticias siempre tendenciosas que se leen en los noticiarios católicos, que en lengua española son o pertenecientes o complacientes con "la obra", estáis siempre allí, resistiendo, diciendo vuestra verdad, que posiblemente no sea toda, pero que no puede ni debe ser silenciada.

Mi oración y ánimo por todos y cada uno, y en especial por Agustina.

Martys

dlmO 16/05/2011

Queridas compañeras y queridos compañeros;

por casualidad -o no-, este sábado descubrí una de esas obras de teatro alternativo que no son noticia en los carteles de grandes estrenos pero que, sin embargo, dejan un buen sabor de boca por la calidad de interpretación, la originalidad y la cercanía del actor al público. Su título, "un tal Santos de la Cruz"; su trama -autobiográfica, sin duda-, es la historia de un joven que, tras pasar por un colegio del Opus©, se encuentra con que su vida está llena de obsesiones, prejuicios, complejos, en concreto, en cuestiones de sexualidad y afectividad. La obra está salpicada de oportunos textos de Camino© leídos en "voz en off".

Os lo recomiendo por la temática, por las reflexiones, por su humor y por la original puesta en escena. Lamentablemente, la he descubierto demasiado tarde y no he podido informaros hasta hoy mismo. Las dos últimas sesiones tendrán lugar el próximo fin de semana, los días 20 y 21 de mayo, a las 21h00, en el taller de teatro Asura (Madrid, calle Abel 1; metros Alvarado o Cuatro Caminos). Para más información, os dejo un link a la web del teatro:

http://teatroasura.com/match-de-improvisacion/ 

Espero que os guste. Un fuerte abrazo.

Resopón