Leí unos escritos [Jose83, Perladeladriatico] sobre la falta de identidad a la que se llega en el Opus Dei por el modo como se enseña a vivir su espíritu. Yo pertenezco desde hace buenas décadas y al leerlo me he aclarado algunos temas que siempre me llamaron la atención y en los que no profundicé en su momento por no estar metida en ellos, pero no por eso dejaron de llamarme la atención.

Ahora no, pero hasta hace algunos años, las chicas que venían por la labor de san Rafael si eran estudiantes de psicología no eran bien vistas y a las que eran valiosas y tenían aptitud para ser de la Obra, se les sugería que estudiasen otra carrera. Como digo, me llamaba la atención pues siempre he tenido claro que la Obra es para todos los que tienen una profesión honesta, así: para todos. Aquí entran artistas, psicólogos y otros que no son precisamente los intelectuales, tan apreciados en la Obra.

Considero un error que en la Obra no se nos explique los conceptos para ir de acuerdo con quien nos da las indicaciones: lo que se nos dice, la intención con que se nos dice y lo que oímos, la manera como captamos eso que escuchamos. Esto es importante, escuchar y asimilar lo que precisamente se nos quiere transmitir, es decir ir todos en la misma línea si no sucede lo que a mí. Yo quiero ser Opus Dei pero si por querer ser Opus Dei en la práctica se entiende “sacarme”  de mi yo, si por entrega se entiende en la práctica desprenderme de lo que es vital en la naturaleza del ser humano, entonces no quiero ser Opus Dei ni entregarme a Dios según el espíritu del Opus Dei, no porque no quiera entregarme a Dios sino porque hacerlo de esa forma lo encuentro aberrante y estoy segura de que Dios que me ha dado la naturaleza humana para vivir, no quiere que se la entregue contra natura.

No entendí a qué se refería nuestro fundador cuando decía (refiriéndose a las mujeres) que los nervios hay que dejarlos en la puerta y por la parte de afuera. Me llamaba la atención porque pensaba que la enfermedad nerviosa es una enfermedad más, si nuestro Padre no aceptaba tal hecho como una enfermedad sino como un capricho más de la mujer (bueno, ahora pienso en la cantidad de caprichos que se permiten los hombres y nadie dice nada) sin atreverme a decirlo pensaba que no era justo porque cualquiera puede tener una enfermedad de este estilo.

En la Obra no se nos enseña a hacer frente a una enfermedad de la psique, más bien, cuando se da el caso se trata de ocultar o no se explica claramente qué es lo que sucede y se procura no hablar de ello. No se explica claramente ni se le hace frente por eso, porque nadie está preparado para dar una buena explicación, entonces todos permanecen en Babia, desde la directora hasta la última “súbdita”. Es más, la paciente además de sufrir por su propia enfermedad sufre por la falta de comprensión de las demás, y peor, cuando las demás, y en primer lugar el consejo local, desestiman a la paciente y no creen que esté pasándolo mal confundiendo su actuar como una falta de entrega, de buen espíritu, de dejadez en una palabra y deciden “exigir” a esta pobre numeraria que no puede más por el estrés causado por tanta majadería, y le empiezan a llover correcciones fraternas, indicaciones, aclaraciones etc,… la mayoría carentes de entidad o planteadas de manera confusa, entonces la situación se torna cruel y la numeraria en el mejor de los casos para salvaguardarse, hace caso omiso de lo que le dicen con muy buena intención seguramente pero con una falta de sentido común galopante.

Directoras: estas situaciones dentro de la Obra se siguen dando y hay que ponerles fin. Muchos y muchas se habrán ido porque no soportaron situaciones iguales o parecidas a las que he mencionado. ¿Cómo vamos a hacer proselitismo si venir a la Obra va a significar un final no feliz? Y no traten de tapar con una mano el mal diciendo o pensando que ahora será diferente, que con las nuevas vocaciones será distinto. Las que lo hemos sufrido en primera persona y que estamos aún dentro de la Obra seguimos sufriendo la inconsciencia de las directoras más jóvenes, y las que recién entran a la Obra no saben lo que les espera pasados unos años. Lo pasarán mal si es que quieren mantener su identidad como persona pensante y libre. Me pregunto, ¿qué temas son los que se tratan en las convivencias especiales para los consejos locales regionales y en Roma? con todo el respeto que estas convivencias sugieren en mi les digo que estos temas, los de las enfermedades de las numerarias, los de los consejos locales competentes (entiéndase por competentes, llenos de caridad en primer término), su desempeño como tal, son esenciales y deben tratarse amplia y concretamente. Me parece que hay hilar muy fino si queremos que la Obra siga siendo familia. Somos miles, no se puede escapar de las manos el verdadero espíritu del Opus Dei: Amor en todo. Tenemos los medios para ponerlo en práctica.

numerariactual 

            Un saludo para todos en mi primer contacto. Permitidme un breve comentario sobre la PELÍCULA y agradecer a Agustina la iniciativa de esta web porque sé que está causando un verdadero cataclismo en el Opus Dei.

            Mucho me temo que, cuando el Opus Dei vea que SU PELÍCULA no ha triunfado, dejen solo al productor supernumerario, que ha estado dando la cara bajo la apariencia de costear un filme “INDEPENDIENTE”.

            Nadie que haya estado o esté en la Obra sabe que nada con esta temática, ¡nada menos que un acercamiento biográfico al fundador!, abriendo las puertas a los archivos históricos de san José María, se mueve y se promueve sin que lo apruebe la Prelatura. ¡Hay que ver cómo se han movilizado en su difusión! Pero como ha sucedido en tantas ocasiones conocidas por su salto a los medios o desconocidas porque han quedado “en casa”, dirán que “el Opus Dei no es responsable de las iniciativas de sus miembros” y entonces se lavarán las manos como Pilatos. No es necesario ser profeta para adivinarlo, basta con conocer el "buen espíritu".

            Etxebe

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