CORRESPONDENCIA
Lunes, 13 de Septiembre de 2010
La jurisdicción del Prelado del Opus Dei.- Lucas
LA JURISDICCIÓN DEL PRELADO DEL OPUS DEI
Por Lucas, 13 de septiembre de 2010
En los medios internos de Opus Dei se oye con frecuencia decir que los laicos de la Obra se encuentran bajo la jurisdicción de su obispo diocesano como cualquier fiel católico, y bajo la jurisdicción del Prelado en cuanto a los fines peculiares de la Prelatura. Que ambas jurisdicciones no se solapan. Pero acto seguido se afirma que, por lo tanto, estos laicos dependen del Prelado del Opus Dei, y por ello deben obedecerle en todo lo que se refiere a la vida espiritual y al apostolado[1], incluyendo en ese enorme saco todo el tenor de vida que a los numerarios y agregados se les impone. Pero esto, con el derecho en la mano, no resulta correcto, ni es tan simple.
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Las campanas.- Rocaberti
Hola a todos:
La lectura de la segunda de las cartas de las campanadas, me ha llevado a reflexionar sobre el juego que representaba el Opus Dei para su fundador: ¿A qué jugaba? Por una parte, centra la novedad de su espiritualidad en la santificación de la vida ordinaria y la naturaleza sacerdotal de los laicos; por otra parte enraíza su Obra en la tradición clerical más carca, especialmente la praxis jesuítica del siglo de oro: autoanálisis, exposición de la conciencia a los superiores y obediencia mental. Nada del contenido de esta carta es propio de la vida de los laicos, que se distinguen de los religiosos por la ausencia de votos en su vida, y en no dar al contenido de los tres votos un valor especial. La castidad, la obediencia y la pobreza son virtudes generales, pero para los religiosos son especiales, ya que se viven no solo por la fuerza de la virtud, sino de los votos.
Esta es una carta que estaría bien en la pluma de un prepósito general de la Compañía de Jesús, pero no en una organización laical, que debe tratar a sus fieles como pueblo de Dios, pero no como parte del mundo eclesiástico. Ni para los curas vale, ya que al ser seculares, tienen una libertad de pensamiento que hace esta carta incompatible con su forma de ser. Ningún obispo se atrevería a tal dislate.
Monseñor Escrivá trató su obra como algo propio, y le dio este carácter tan de él, de obra pilla: parecer una cosa y ser otra, conceder sin ceder, ser y no ser. El fin de la obra no fue otro que el de su fundador y toda ella rezuma su forma de ser y su carácter. Si se hubiera presentado como la Obra de Escrivá, hubiera sido una institución más, sujeta a la crítica, a dar cuenta de sus actos. El tuvo una idea genial: sustraerla de toda contingencia y hacerla Obra de Dios, con lo cual debería ser reverenciada y adorada como emanación de la mente divina, pero solo Escrivá y sus elegidos serian participes de esta luz sobrenatural; para los demás las tinieblas más oscuras. Únicamente a través de él y sus directores se podría llegar a participar de las interioridades trinitarias. Menudo panorama. La propia conciencia queda anulada en beneficio de esta luz jerárquica, a la que uno debe doblegar su libertad, su pensamiento y su conciencia. Así se explican las maldades que hacen tantos directores, ya que son seres sin conciencia, para quienes la obediencia y la unidad de la Obra está por encima de todo.
Cuando a alguien le incitan a entrar en la obra no le dicen que según su fundador: "en nuestra familia todos tenemos la obligación de decir lo que pensamos, con sencillez, con respeto y decididos a obedecer después sin restricciones mentales" Menuda organización desorganizada formada por laicos corrientes “a quienes no se les modifica su estatus laical”. Menudas virtudes cristianas para cambiar el mundo, a no ser que el modelo a seguir sea el de un siquiátrico.
Un saludo.
Rocaberti
Gracias por tu historia. Mensaje a sarnoso.- Dionisio.
Querido Sar (noso):
Antes que nada, por favor cambia de nombre o dame un buen argumento para usarlo, porque yo no volveré a hacerlo. ¿Es por algo relacionado con el rejalgar?
Muchas gracias por tu historia. Es fascinante, sigue adelante.
Un abrazo
Dionisio
De árboles y frutos.- Kipepeo
De árboles y frutos Kipepeo, 13 de septiembre de 2010
Me ha llamado poderosamente la atención el evangelio de la Misa, sobre frutos y árboles y... me sonaba algo.
Lc. 6, 43-49:
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: No es buen árbol el que cría frutos malos, ni mal árbol el que lleva buenos frutos. Pues cada árbol es conocido por su fruto. Porque no se toman higos de los espinos, ni se vendimian uvas de las zarzas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca bien, y el hombre malo, del mal tesoro saca mal. Porque de la abundancia del corazón habla la boca. [... y sigue].
Caminaba hacia mi casa,... y una duda me acosaba la mente: ¿puede un árbol producir dos tipos de frutos o semillas? – ¡A la vez, malos y buenos! Porque ahí tenemos una institución que produce los dos tipos de frutos...
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Formas de estar en el Opus sin stress: Opus light.- EsperanzaRO
Formas de estar en el Opus sin stress: Opus light
Lo que escribo a continuación son anécdotas que me tocó enterarme, hacer correcciones fraternas y que vi que se permitía, no sé por qué razones, en mi paso por el opus de casi 20 años. Varias de las protagonistas son directoras, directoras de centro de estudios, pasaron por el colegio romano, autoridades de obras corporativas y otras.
Una numeraria sin nada que hacer en su trabajo, directora de área en una obra corporativa, tenía sus añitos en casa, se relajaba con los juegos en la computadora (en esa época solo había la opción el solitario y buscaminas del Windows), ahora el internet te da infinidades de oportunidades, desde películas en youtube a lo que se busque...
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Esto puede tener arreglo.- pergolessi
Esto puede tener arreglo Pergolessi, 13 de septiembre de 2010
Es tan poliédrica la realidad del Opus Dei y tan compleja cada cara (hasta las oscuras) que se hace difícil circunscribirse a un solo tema, sobre todo cuando no se frecuenta el cajón de la correspondencia, como es mi caso. Pero humildemente creo que el nudo gordiano se llama dirección espiritual, de modo que sanado esto, se sanará gran parte del total. ¿Porqué lo digo? Porque la institucionalización de la Obra tiene gran causa y origen en una dirección espiritual en la que (entre otras cosas) dirección de almas y gobierno de personas se junta, mezcla y entrelaza. Aquel que conoce lo más recóndito de tu alma suele ser del consejo local, o de la delegación o de la comisión regional o... y además en algunos casos hasta tu jefe profesional...
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Don Juan Antonio gonzález Lobato.- Kaiser
DON JUAN ANTONIO GONZÁLEZ LOBATO Kaiser, 13 de septiembre de 2010
Tertulia con don Juan Antonio González Lobato (en el centro) en el centro de estudios de Barcelona a comienzos de los años 70, en la que yo estaba presente.
Ignoro si fue casualidad o provocado, pero mi encuentro con Don Juan Antonio González Lobato fue determinante para lo que ha resultado el resto de mi vida. Fue durante unos ejercicios en Castelldaura. Yo aspiraba al barruntamiento o barruntaba el aspirantaje, que no me ha quedado aún muy clara la diferencia. El caso es que yo había ido allí a pedir luz sobre mi vocación.
Lo primero que recuerdo de él fue una extraordinaria energía dirigiéndose al rincón desde el que nos daría la meditación. El oratorio era un lugar cerrado y sin ventanas en el que al apagar la luz sólo lucía la consabida lamparita sobre la mesilla en medio de una oscuridad densa e infranqueable, así busqué un lugar discreto, ni muy cerca del altar ni muy alejado, en el centro de uno de los bancos centrales a la izquierda, delante de mí sólo recuerdo una silueta.
Don Juan Antonio exhibía un alma de poeta atrapada en un cuerpo de rechoncho epicúreo, pero escondía un espíritu enérgico y algo desmedido, como él mismo decía cuando hablaba de su amado Monterrey, “México es como España, pero a lo bestia”. Y se quedaba así mirándote con los ojos desorbitados y las manos muy abiertas como queriendo desbordar todas las medidas.
Hizo un largo circunloquio en el que se perdió en consideraciones de cierta pretendida sensibilidad. Fue dibujando un escenario virtual como quien monta un belén en el aire. En realidad iba trazando círculos concéntricos sobre mi atención hasta que abordó el pasaje evangélico de San Marcos referido al ciego Bartimeo y comenzó a pintar un escenario vivo con sus aspavientos, con su mirada, con las inflexiones variadísimas de su voz. Yo he estado en ese mismo camino no hará mucho y os puedo decir que no tuve la sensación de viveza y proximidad que él infundió entonces con sus palabras. Llegado al punto de la manta me atrapó con sus pupilas encendidas apresando las mías y desapareció el espacio entre nosotros. La silueta de quien se había sentado delante de mí se hizo nada con la nada, de pronto fue como si nos hubiéramos quedado solos y fundidos uno al otro sin remedio no sólo en aquella estancia, sino por el resto de nuestra vida.
-¡Y a qué esperas tú para desprenderte de tu manta! ¡A qué estás esperando para arrojar a un lado todo lo que te entorpece para seguirlo! ¡Cristo pasa y se va y tú enredado en tus miserias de hombre viejo! ¡Estás más ciego que el pobre ciego! ¿Cómo quieres ver tu vocación? ¡Si te la tapa la manta!... Y Cristo se te va alejando y tú perdiendo un tiempo precioso con tus cálculos. ¡Esa manta era todo lo que él tenía! ¡Todo! Pero él hace una apuesta valiente. ¿Y qué haces tú? Quizá no eres la clase de gente que puede interesar a Jesús.
Cuando terminó la meditación no era capaz de ponerme en pie. Me quedé solo. Seguí un tiempo profundamente sumido en un estado febril en el que tan pronto me veía como un miserable materialista que daba la espalda a Cristo o como un mártir capaz de arrostrar las más duras pruebas de santidad. Me arrojé de bruces al suelo. En la soledad de aquel lugar cerrado rompí a llorar inconsolable ante la idea de haberme resistido a Jesús más de lo que cabía esperar de alguien como todo el mundo ya suponía que era yo. Así que salí de allí con una extraña desnudez en la mirada tras desprenderme de mi mugriento pasado.
Descanse en paz.
Kaiser
Sobre la prelatura personal en el escrito de Ana Azanza.- Nicanor
Como añadido al artículo de Ana Azanza "Documento Completo Traducido" he de comentar que, en tertulia sostenida con Mons. Ignacio Orbegozo en uno de los cursos anuales, relató la presentación de la forma jurídica de las Prelaturas Personales.
Dos fueron los obispos de Perú que asistieron al Concilio: Mons. Orbegozo (sacerdote numerario), Obispo de Chiclayo y Mons. Sánchez Moreno (sacerdote numerario), Obispo de Arequipa.
Escrivá propuso a Orbegozo presentara como suya la propuesta de "Prelatura Personal" dentro de las nuevas formas de evangelización que el Concilio buscaba, de tal suerte que algunos Obispos amigos de Escrivá le llamaron para mencionarle que "un obispo peruano ha presentado una forma jurídica que se adecua a la figura del Opus Dei". Un "entra con lo suyo y sal con la nuestra", totalmente reservado para sus "amigos" de la Curia que le ayudaban a buscar una solución jurídica y que Escrivá respondía con fingida sorpresa y "visión sobrenatural" en cómo la Providencia guiaba - como para ponerse de rodillas - el íter jurídico del Opus Dei.
Recuerde el lector que la única Prelatura Territorial asignada al Opus Dei por Pablo VI está en Perú y es la de Cañete - Yauyos, zona de pobreza extrema y que a Escrivá le supuso un fuerte rechazo, como puede presenciarse en el video sostenido con sacerdotes en Larboleda (Perú) cuando se intercambia palabras con el sacerdote que fue designado por la Santa Sede para "hacerle entrega" de tal "encargo pastoral". El cura se presentó y Escrivá le respondió: "¡Menudo favor nos hiciste!" para luego continuar con una euforia patológica mofándose del Papa.
Nicanor
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