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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 09 de Junio de 2010



Bru, no te critico.- Julia

Bru,

Entiendo que algunos testimonios de esta Web - por ser mas intelectuales o más simpáticos- puedan interesarte. Aqui escribimos muchos del montón, con poca capacidad, pero en absoluto hemos sido gente cobarde. Nos hemos ido de la obra "en el momento oportuno" y ya sabes cómo... con una mano detrás y otra delante.

Yo sí celebro conocer a algún "ex" -es más, varios son autenticos amigos-. No nos lamemos las heridas  ni estamos llenos de rencor. Hay gente que ha reconstruido su vida estupendamente y otros que pueden necesitar una "oreja" que les escuche...

Yo no me averguenzo de mi pasado, al contrario, creo que ahora es un trampolín ¡¡para descubrir otros estilos de vida!! Me sigue costando, no me faltan dificultades, pero apuesto por mi momento actual.

Si necesitas algo, cuenta conmigo.

Julia 





Agradecimiento.- Enrique González

Quería agradeceros el trabajo de la web. Aunque dejé el Opus Dei hace 12 años me han ayudado mucho la lectura de algunos de los artículos colgados en la web, especialmente los relacionados con la dirección espiritual. Me ha dado mucho consuelo ver escritos que perfectamente podría suscribir con puntos y comas, era como si entrara en una web de amigos y amigas, a pesar de que no os conozco. Intelectualmente también me ha servido para volver a repensar el Opus Dei y para apreciar más los años que llevo fuera (a pesar de los sapos y culebras que lanzaba el Fundador).

En mi experiencia personal el distanciamiento con la Obra tuvo lugar a partir de mis años en el Colegio Romano (1987-1989), donde se hundieron mis expectativas en muchos aspectos. De muestra un botón, recuerdo que en esa estancia una de mis grandes decepciones se produjo cuando solicité asistir a un congreso que se celebraba en Roma (sobre Heidegger) mi sorpresa fue que me dijeron que ni pensarlo, cuando argumenté que con dos licenciaturas en Filosofía me parecía que estaba suficientemente formado, la respuesta fue la misma. Le dije al director que me iba y la presión surtió efecto, tras entrevista con el Vicerrector, cedieron. Pero este episodio me hizo pensar mucho en la calidad, en la estrechez de miras, en la falta de libertad en la formación. Entonces tenía 25 años, la verdad es que no sé cómo aguanté los años siguientes, tal vez por inercia...

Cuando volví a España, creo que el episodio que he relatado y alguna que otra manifestación de crítica en la dirección espiritual (por ejemplo sobre la falta de calidad de las asignaturas de Teología, sobre la prohibición de lecturas, etc.) me colocaron a partir de entonces fuera de todos los cargos de dirección. A veces pienso que eso hizo que me considerara a mí mismo como una especie de apestado. Cuando salí de la Obra, tuve mucha suerte: encontré a la que ahora es mi mujer y encontré un trabajo.

Cuando recuerdo esos años, me alivia que la Obra haya quedado atrás en mi vida, pero me cabrea muchas de las situaciones que sufrí por lo que hoy considero un planteamiento erróneo de los directores. Espero que Benedicto XVI haya arreglado o arregle algo de los estropicios que ha cometido y comete el Opus Dei en las personas.

Un saludo y contad conmigo,

Enrique González





La aristocracia de la inteligencia.- Dionisio.

Queridos amigos y querido EBE:

 

Te preguntabas el lunes dónde está la inteligencia dentro del opus dei. No sé si tengo la respuesta, pero tengo mi propia observación, que posiblemente le ayude a alguien a completar el cuadro.

 

Aproximadamente mis primeros quince años en el lado oscuro fueron guiados por la más completa idiotez, propia de un ingenuo que regalaba su confianza a quienes no tuvieron ningún escrúpulo en abusarla. Parte de la idiotez era asumir que los directores eran los más capaces en todos los sentidos: espiritual, profesional, intelectual y social. Esta estupidez venía alimentada, entre otras cosas, por las escasas oportunidades que tuve en España para conocer al cualquier director más allá de los de mi centro. Los directores de la delegación eran los mensajeros del olimpo que los veía una o dos veces al año. Los directores regionales eran casi invisibles. Solo hablé una vez con uno y eso porque el era el encargado de comunicarme mi traslado a otra región. Y el día que me iba a esa nueva región pude (oh, priviliegio) recibir la bendición del consiliario, como quien recibe una reliquia.  

 

En la nueva región la cosa se empezó a desmoronar, porque lo mismo jugabas a tenis con el consiliario que te ibas a de excursión con el vocal de san Miguel o con el sacerdote secretario. Les veías cuando te daba la gana, te invitaban a almorzar o cenar con frecuencia y estabas en el mismo curso anual, y a veces hasta usabas el mismo baño. Todo esto me ayudó a bajarlos de nivel, pero todavía respetando piadosamente sus cualidades. Poco a poco fui viendo que cometían errores, lo cual fue muy ilustrativo, pero mi confianza en ellos seguía firme, ya que todos cometemos errores.

 

Como estuve allí dentro casi treinta años (todos por culpa mía, amigo Bru) tuve oportunidades de sobra para llegar al convencimiento más absoluto de que los que son promovidos a los lugares superiores de la jerarquía en el lado oscuro son simplemente los más obsecuentes, los que decían sí a todo, aunque (se acata, pero no se cumple) no lo ejecutaran, los que jamás se atrevían a decir algo que pareciera una crítica, los que repetían como loritos lo que tenían que repetir, los que siempre decían “no pasa nada,” los que empujaban a los demás para hacer lo que ellos eran incapaces, los que hablaban para pitar al primero que tocaba la puerta, para tener números que enseñar.

 

Las mencionadas cualidades no son intrínsecamente malas, son excelentes para el cargo de mensajero, o para el encargado de enchufar el ventilador, pero nada más. Tampoco son antológicamente incompatibles con la inteligencia. Sin embargo, a nivel práctico, es muy difícil (no imposible) que alguien con mediana inteligencia pueda comportarse así por mucho tiempo. De hecho, la gente más inteligente que conocí en el lado oscuro está fuera. Sin a penas excepciones. Había y todavía hay dentro, en cargos de gobierno, ciertas personas que habían tenido estudios universitarios brillantes, lo cual significa que esos tíos (algunos de ellos con memoria excepcional) sabían aprobar exámenes con la máxima nota y nada más. Eran inútiles para cualquier otra tarea, accesible a personas con solo sentido común. Esto, amigo Bru, no lo digo con rencor, en su momento me pusieron muy furioso, pero ahora me dan risa y pena, pero es un hecho. No podía creer que gente tan rematadamente tonta hubiera sido designada para gobernar algo más complejo que su armario ropero. Estoy hablando de consiliarios, de vocales de comisiones regionales, de directores de obras corporativas importantes y famosas, como el IESE, por decir una. Y cuando hablo de su inutilidad no me refiero solo al gobierno interno del opus, eran unos inútiles en su trabajo profesional, fuera el que fuera. Conocí a un arquitecto a quien no le hubiera encargado ni la caseta del perro, conocí a varios catedráticos de los que los estudiantes huían abiertamente, y así eran casi todos.

 

El remate fue cuando tuve la oportunidad de estar (cenar, conversar, escuchar sus preguntas, comentarios, opiniones en un ambiente informal) con el actual prelado Echevarría. Decepción absoluta. Me parece una persona muy cortita, la verdad y sin resentimientos.

 

Excepciones a esta tendencia general seguro que las hay. Yo conocí dos numerarios muy inteligentes que llegaron a ser consiliarios y luego arzobispos. Probablemente eso fue muy bueno para sus neuronas, pues a partir de ahí hicieron y gobernaron como les pareció oportuno, lejos de las estupideces del lado oscuro. Uno de ellos accedió al episcopado cuando llevaba varios años sin ser consiliario, fue sustituido por un completo tontorrón sin que yo conozca los motivos de semejante reemplazo. Conocí a otro numerario, a quien considero inteligente, quien tras haber sido rector de la Universidad de la Santa Croce ha sido intempestivamente enviado a Argentina, es argentino, y creo que está en la comisión regional. Posiblemente le hayan enviado para evitar que la debacle argentina sea completa, pero eso no lo sé. Lo que sé es que es inteligente. Siempre le consideré mi amigo, pero parece que ahora el sentimiento ya no es recíproco.

 

Conclusión: Pienso que la estructura que toma las decisiones es la misma que aparece visible, y que para asombro de todos está formada por personajes de indescriptible mediocridad intelectual cuando no por tontos. Me parece que con la inteligencia en el opus puede estar ocurriendo algo como lo que narra el famoso cuento del rey desnudo.

 

Un cariñoso saludo para todos, incluso para los tontos que tanto ayudaron a que me fuera del lado oscuro.

 

Dionisio





Tienen que entrar en las parroquias para conseguir gente.- EsperanzaRO

Hola a todos!
 
La estrategia que comenta AE, ya la tenian pensada o al menos querian hacerlo desde hace años, meterse en las parroquias. Nos lo comentaba la Hna. del Cardenal Cipriani de Peru, que reside en los Estados Unidos y que estuvo por aqui de curso anual. Tenian que entrar a las parroquias a conseguir gente, es mas tendrian que implementar algo parecido a lo que hacen las" iglesias evangelicas", "protestantes", pues  las personas convertidas la catolicismo a traves del Opus Dei, les costaba mucho el cambio, sobre todo llegar a la rigidez opus, pues al parecer, la reunion dominical de dichas iglesias era un compartir familiar y comunitario de otros eventos ademas del liturgico (desayuno por ejemplo), al convertirse echaban mucho en falta ese compartir comunitario y se sentian solos.
 
Algunas asistian a actividades semejantes en las parroquias para contactar con las familias alli reunidas.
 
Saludos.
 
EsperanzaRO




¿Cómo hacer apostolado con lo que “quedan dentro” del Opus Dei?.- Nicanor

Una persona – no del Opus – me comentaba que ve en los ojos de la “gente de casa” una cierta tristeza y envidia cuando les cuenta todo lo que puede hacer sin ser de la Obra.

Le aconsejaba que, probablemente, este sea el mejor apostolado que pueda hacer con los que se han quedado dentro. Narrarles cómo es la vida fuera de la “guardería de adultos” que es la Obra. Ciertamente a esta persona le han propuesto pertenecer a la Prelatura pero tal vez la llamada particular de santidad de esta persona sea la práctica de un apostolado de “amistad y confidencia” auténtico con los fieles célibes de la Prelatura. Llevarles el aire fresco que corre fuera de la burbuja en la que se encuentran inmersos.

Un llevarlos de compras, al gimnasio, a una galería de arte, a ver una buena película (lamentablemente no podrá entrar al cine), a la playa, al campo, a cenar o almorzar con grupos mixtos… “uno(a) a uno(a)”.

Invitarles a que hagan contigo eso que se llama “confidencia” de modo recíproco. La reciprocidad será la esencia. “Tú me cuentas, yo te cuento”, “tú me aconsejas, yo te aconsejo”, “tú me tratas, yo te trato”. Un sincero “apostolado de amistad y confidencia”. Apartarse a eso que se practica y fomenta en los fieles célibes del Opus como “Dirección Espiritual” o el “¿Quién te trata?” con la única intención de hacerlos pitar.

Nicanor (eco_challengers@hotmail.com)  



Bru, No te tomes tan en serio, relájate.- Austral

Hola,

Bru, si te tomas el trabajo de escribirnos para decirnos que no somos tan buenos como nos creemos, alguna motivacion tendras. Seguro que alguno con las heridas abiertas te contestara algo mas largo, espero que seas consciente de que puedes estar causando dolor en otras personas.

La proxima explicate mejor, mas largamente y de pronto comento algo al respecto de lo que escribas. Por el momento solo te digo que puedes tener algo de razon en lo que dices, pero no dices nada que sea demasiado constructivo y "sospechas" demasiado como para que se te tome en serio.

Igual nos aportas un dato que aclara mucho de tus intenciones, todavia crees que la obra es de Dios y hay que salvarle la imagen. De pronto no es eso lo que te cuesta, pero de pronto si.

Igual no te preocupes, que sobre el tema de las sectas ya se ha escrito mas y mejor en otros lados, leete el libro de Steve Hassan (colgado en esta web o facilmente encontrable en google) y entenderas que para caer en una secta solo hace falta ser una persona comun y corriente. No hace falta ser mas tonto o mas listo que nadie.

A otros lectores de esta web les recomiendo no entrarle demasiado al trapo que nos tira Bru. No hace falta complicarse la vida mas de lo que esta es: el opus es una secta y por eso opuslibros es de agradecer. Gracias a Dios (si existe) me fui! Lo que si es innegable es que le debemos mucho a opuslibros y a Agustina (que si existen y que son un alivio para muchas gentes)

Saludos,

Austral



Sobre el amor a la Verdad en el Opus Dei.- Carmen Charo

Me parece que las intervenciones últimas de Josef Knecht y Cooper nos pueden hacer considerar y recuperar o acoger como nuevo un tesoro grandísimo que perdimos o jamás pudimos encontrar en el Opus Dei: el amor a la verdad lisa y llana, a la inocencia, a la pura espontaneidad de los niños acompañada de la responsabilidad adulta, a ese ir abierto a la Vida y sin prejuicios, acogiendo y no rechazando y juzgando. Para mi no hay tesoro mayor, porque creo que es la única forma de experimentar la presencia de Dios en todo.

Me gustan mucho los escritos todos de Josef K. He aprendido mucho con él, de su moderación y equilibrio, de su claridad y hondura al razonar, del fondo de los temas que trata, para mí antes muy desconocidos y faltos de interés. Así que tengo que reconocer que le debo mucho. Entiendo su consejo, pero creo que si mira el perjuicio que puede causar, entenderá la postura de Cooper, con el que sintonizo totalmente en su último escrito.

Me uno a su defensa radical de la libertad y la espontaneidad, de la verdad lisa y llana tal cual es, sin segundas intenciones, sin querer dirigirla hacia ningún lado por santo y eficaz que parezca. Si hay algo maravilloso en la vida es caer en la cuenta de que todos somos valiosos tal y como somos, porque Dios toma forma en cada ser vivo, y si interviniéramos menos en todo, la vida sería más amable para todos. Así que pido perdón por las mil veces que he faltado al respeto a la gente, llevada por mi rabia y mi dolor.

Dos cosas se nos han enseñado a todos en el Opus Dei con verdadero tesón y son: a mentir y a juzgarlo todo. Por mentira entiendo lo que no es la verdad lisa y llana, sin rodeos ni segundas intenciones, el disimulo, el fingimiento. La mentira más grande y más dañina es acerca de nosotros mismos, porque siempre hemos tenido que ir dando una imagen, interpretando un papel..., hasta el punto de llegar a no saber quienes somos, cómo somos, qué nos gusta, cómo pensamos, qué queremos, en qué creemos...  Así tantas y tantos nos hemos desmoronado psicológicamente, según la hondura de lo cedimos. Yo he tardado años en recuperar a Carmen Charo.

Y también aprendimos cum laude a juzgar, y casi siempre condenar, por aquello de saberse como único y absoluto poseedor de la verdad. De esto se ha hablado mucho y da para más, pero hoy me quedo con el tema de la verdad.

En mi opinión eso es lo que descalabra al Opus Dei. Su esencia es precisamente lo contrario: el retorcimiento, las medias verdades, el si pero no sino todo lo contrario... y así les va!!. Heraldo nos hablaba el otro día magistralmente de cómo si el Opus Dei deja de controlar a cada persona, dejará de existir la institución. Ya no saben como tapar tanto agujero: mentiras en su organización, en temas económicos, en temas apostólicos, en temas jurídicos, en temas humanos.  Un buen día hará como el muro de Berlín: ¡¡desmoronarse a la vista de todos!!, por más historias fantásticas que nos cuenten en su web oficial y por más que vayan cada año a países lejanos a no hacer nada, más que adornar su fachada.

En la línea está el escrito de AE. Se hacen publicidad y siempre ¡piden dinero!!.

Y hago un inciso con un comentario al que no me resisto, y es la gracia que me ha hecho ver cómo se integran en los países los españolitos y se hacen llamar James. Primo suyo debe ser L. S. Socias, que es quien responde por el Opus Dei en España cuando se le piden respuestas oficiales. Y ¡vaya si hace honor al "amor a la verdad" del que hablaba al principio!

Perdón, que me lanzo!!. Sí, reconozco que aun me duele el daño que me hicieron y el que siguen haciendo tantísimas personas. Así que agradezco infinito a Agustina este foro y os agradezco también a cada uno por aguantarme. Y me parece maravilloso que cada uno, ¡todos! podamos decir lo mismo. Por eso me entusiasma y aplaudo la última intervención de Agustina a raíz de una intervención de Marietta. Le agradezco la confianza de que nos cuente lo que hay, su situación, para que sepamos cada uno a qué atenernos y nos posicionemos con responsabilidad frente a la web.

Muchas gracias de nuevo a todos y cada uno, porque siempre aprendo lecciones valiosísimas.

Un grandísimo abrazo

Carmen Charo





A mi querido Carlos Llano Cifuentes (QED).- Leon De Castilla

 “Sunt namque qui scire volunt eo fine tantum, ut sciant, et curiositas est;
quidam ut sciantur, et vanitas est;
quidam ut scientiam vendant, et turpis quaestus est;
quidam ut aedificentur, et prudentia est;
quidam ut aedificent, et charitas est”

Aquinate, Super Epistolam I ad Corinthios, lectura 8,1.

 

Carlos, te nos has marchado!, seguro que a mejor vida -que es la eterna- y donde la fe nos dice, gozarás de la visión beatifica de la que tanto nos has dicho y hecho soñar. Te nos fuiste un día de semana cualquiera. En la homilía de tu misa les dijeron que sucedió mientras nadabas en las cálidas aguas de la Florida. Otros menos románticos nos dijeron que te marchaste en un taxi en Miami mientras arreglabas negocios de tu familia de sangre cubana (tu si que tenias tiempo para los dineros de tu familia de sangre, pillín!). En cualquier caso fue un paro cardiaco fulminante, conveniente, pero –siento- un poco ordinario para lo extraordinaria que fue tu vida (ya ves que no fue el cáncer!). Tus hermanos en la Obra, pienso que con afán artificioso de sacar lo extraordinario de entre lo ordinario, hicieron hincapié en que te marchaste con los lentes puestos como muestra de tu eterno empeño en trabajar constantemente… la leyenda ha nacido. La verdad me pareció un poco forzado el punto, más bien me parece que necesitabas de tus lentes para ver más allá de la nariz, ya sea en el mar o en el taxi. En fin, ciertamente los que has dejado atrás te extrañaremos. 

Algunos extrañaremos el liderazgo que durante tantos años ejerciste en las empresas y en la prelatura. Has dejado un gran hueco hermano. Aunque preparaste sesiones para enseñarnos a delegar y a preparar el camino a nuestros sucesores, pues al final no lo pudiste lograr del todo. A tu octogenaria edad seguías siendo pieza fundamental del gobierno y toma de decisiones de las empresas y Obra. Te convertiste en el último recurso al cual acudir, la última instancia con poder cuasi ilimitado para revocar la decisión de cualquier consejo y por tanto cambiar vidas.  Todo líder provoca controversia. 

A la sombra de tu liderazgo florecieron empresarios, intelectuales y co-dependientes deprimidos. Para distinguir unos de otros bastaba vernos, los que lloraban desconsolados eran los que no sabían qué pasaría con sus vidas, tantos años estancada bajo tu sombra, y que ahora sin ti carecía de sentido y protección (acaso ahora si tendrían que trabajar?). No, no te culpo, creo que debajo de cada líder nacen espontáneamente los co-dependientes, incapaces de emanciparse y florecer con su propia luz. Por otro lado, existe la terrible tentación en el líder de sentirse indispensable, importante en la vida de unos cuantos incondicionales, como el que te acompaño en el momento de tu muerte, que curiosamente no era sacerdote, como para darte la absolución. 

Nos dijeron que moriste en Mayo como un signo de predilección de la Sma Virgen. Creo que la Virgen te quería igualmente aunque no hubieras muerto en Mayo, así son las madres. Mientras te esperaban en la Iglesia de San Josemaría –llegaste 30min tarde!- alguien notó que una señora, esposa de uno de tus incondicionales, sacó su librito que se intitulaba “síntomas de la tibieza”. Me pareció la verdad un poco chocante, no sé si por el momento, o por esa constante necesidad de algunos que tienen en examinarse respecto a la tibieza, casi de manera enfermiza, como llaman en recursos humanos, motivación negativa… signo de una moral que floreció bajo tu gestión y que algunos llamaron voluntarista… eso, de moral negativa. En efecto, el asunto no era cómo amar más, sino cómo pecar menos, la pregunta era: cómo extirpar el pecado?. Nada más contrario a San Agustín, pero muy de acuerdo al Aquinate, que nos proporcionó un interminable recetario germano –método incluido- sobre el pecado, que tanto nos enseñaste, y yo transmití a muchos bajo el título de “Teología Moral” (aunque luego el autor del libro, R S, apostató de él).

Carlos, temo por el IPADE, esa escuela de negocios que nos has dejado. Los profesores “fundadores” como tú, se nos han hecho viejos. Los niños están muy niños y poco preparados. Los viejos muy viejos,  pues ya les construimos un asilo para que vayan a tomar el sol. Todos los días piden medias mañanas y comidas a sus oficinas, pues recelan un poco comer junto con los profesores jóvenes, pero como no tienen dónde ir, pues siguen yendo al IPADE. Como bien nos dijo E B, no tenemos un plan de vida para los últimos 20 años de vida. Insertar profesores nuevos y preparados ha probado ser más difícil de lo que parecía, sabes? No tienen nuestro espíritu! Y como ya son grandes no los podemos formar!, solo saben investigar y dar clases, pero…. Y el ambiente apostólico???!!!!. Al parecer hemos abortado el proyecto de renovar al IPADE, los profesores se han hecho viejos, no tienen doctorados, los jóvenes están muy jóvenes y sin experiencia (también sin doctorados) y los insertados son abortados… que hacemos?... y ya no estás aquí para preguntarte. 

La Universidad Panamericana, que necesita de las utilidades del IPADE, está estancada, muchos de los que ahí viven como rémoras persisten por persistir. Supernumerarios de oficio y beneficio que piensan que aun en su mediocridad profesional, el hecho de ser del club del Opus les garantiza un buen pago y poco trabajo. Llevan muchos años ahí, y aunque nunca sus hijos pitarán, ahí siguen, en el club de los buenecillos. El nivel se ha desplomado, no hay profesores profesionales, con investigación, y otras universidades que antes despreciábamos nos han rebasado en calidad con creces… ya ves, es más una carrera de fondo que una de 100m planos. Tu último delfín, J M N, salió más centrado que el anterior R I (aunque algunas me han dicho que le bailan los ojillos), la estabilidad es ya una ventaja!. J M N, dicen que filosofo como tú, tiene un gran sentido común, que al parecer no es tan común. Ya lo ves, está estudiando el AD2 en el IPADE aún que siempre dijo que ser filosofó era condición suficiente para saber dirigir, ja! Que inocente!. Ahora a tragarse sus palabras y aprender un poco de finanzas, comercial, operaciones, it, etc… En fin que la universidad necesitamos urgentemente talento y liderazgo… pero no te culpo, esta crisis de ahora no es exclusiva de estas instituciones, sino de nuestros tiempos, se nos han ido tantos!.  

Te agradezco tu amistad y paciencia… llegaste hasta la última línea junto conmigo. Sin ser tu preferido, siempre nos mostramos respeto mutuo… ya ves!, terminé con posgrado y todo gracias a tus retos… cosa que no significa nada, pero a la vez todo. Como bien me dijiste, en el mundo de negocios, nadie nos llama por los títulos… ja!, ahí solo importan los resultados contantes y sonantes. 

Recuerdo todos los discursos sobre ética que nos diste… cuanto aprendí de ti!. “Siempre tienes que tener un plan Popotla!*” me dijiste, cuando aún estaba dentro de la Obra… de no haber sido por ese consejo me hubiera ido como tantos, con una mano adelante y otra atrás (*Popotla es la zona de la Ciudad de México donde se dice que el Conquistador Hernán Cortez lloró desoladamente la noche triste de su derrota ante los Aztecas, Carlos se refería a tener siempre un plan para cuando todo sale mal, un plan de retirada).  

Carlos de cabeza honesta e incisiva, te reprocho, buen amigo, que no supiste dejar el poder. Tu tiempo llegó hace años y no lo viste. Te reprocho que, aunque perdonaste, nunca olvidaste, y dejaste en un cajón a todos los que traicionaron tu confianza –ahí siguen. Te reprocho que no supiste formar a tu sustituto o crear un ambiente de autogobierno eficiente. Fuiste gran iniciador y regular gobernador. Gran visión de corto-mediano plazo, regular de mediano-largo en lo propio. Malo para lo propio, bueno para los demás. Te reprocho el voluntarismo religioso que enseñaste a todos y que tanto mal ha hecho a algunos. Te reprocho la demonización de las pasiones como principio antropológico, tanto nos hubieran servido ser un poco más humanos!. Te reprocho que a todos nos aplicaste la misma vara, la tuya, juzgando que lo que era bueno para ti lo era para los demás. Te reprocho haberme enseñado solo los filósofos clásicos y no los modernos, tengo una cultura medieval!. Te reprocho haberme llevado en la práctica a pedir favores a los grandes y poderosos, sabiendo que algún día nos los cobrarían por algún otro favorcillo (no quedamos en que el fin no justificaba los medios?). Te reprocho haber tolerado cosas y personas, por así convenir a la Obra de Dios, en vez de buscar la verdad y coherencia, nos enseñaste sin quererlo, una doble moral. Te reprocho que nunca hablaste otra cosa que el castellano, aunque ahora en el cielo supongo que puedes hablar todos los idiomas!... te reprocho que me reflejo en ti.

Te agradezco los libros que escribiste, que sin ser del todo originales nos dieron renovadas luces en temas importantes. El ejemplo de trabajo y liderazgo, de empujar por lo que uno cree. La calidad de tu amistad y honestidad. El procurar buscar siempre el mayor bien y ser ambiciosos en los bueno. En la cabeza brillante que Dios te dio y que nos compartiste. En las tertulias y excursiones interminables donde nos pontificabas de manera muy divertida. Tu buen humor y carácter distraído, el ejemplo de no buscar excusas sino formar virtudes antes los propios defectos. Hiciste y nos dejaste, ciertamente no solo, aunque así la historia lo dice ahora, una universidad y una escuela de negocios. Te agradezco el vino reserva especial que nos dejaste en comedores para ti y tus amigos, en efecto aunque todos éramos iguales, unos éramos más iguales que otros. Creo que en resumen hiciste más bien que daño, pero esa es la carga con la que todo líder de tu talla tiene que vivir. Carlos, te agradezco que me hiciste ver que las cosas del mundo nos son tan fáciles. 

Carlos, te extrañamos desde ya. Eres un gran amigo, acuérdate de los que vamos detrás tuya. 

Ubi Spiritus, Libertas!

León de Castilla.





Así lo hicieron y así lo harán.- Fueraborda

Quiero agradecer a Heraldo su acertadísimo y esclarecedor escrito: ¿Qué es el Opus Dei? Otro modo de responder a la pregunta. Sin la clave que desvelas, nunca se entenderá la sustancia del Opus Dei.

 

Al principio de tu escrito, haciendo referencia a la modificación impuesta por el Vaticano sobre la prohibición de desvelar el secreto que concierne a la dirección espiritual, comentas:

 

La Obra se las arreglará para montar una solución evasiva a esta expresa petición del Papa”. Así es, tristemente, porque la historia se repite:

 

¿Qué pasó cuando, en otra ocasión, la iglesia les impuso una forma jurídica que, en frase del fundador, no era el traje que les correspondía porque necesitaban uno a medida? Pues que Escrivá nos decía a los entonces sus hijos: Hemos de ceder, sin conceder, con ánimo de recuperar.

 

Así lo hicieron, y así lo harán.

 

Un saludo para Agustina y para todos,

 

Fueraborda





La locura del Opus Dei vista desde la sabiduría Oriental (y 2).- Gabuzo&Vera

La locura del Opus Dei vista desde la sabiduría Oriental
(y 2)

Gabuzo & Vera, 9 de junio de 2010

 

Conócete a ti mismo. 1

Lo que no eres. 1

Lo que eres. 2

Consecuencias prácticas. 3

 

El despertar. 3

Caminos hasta la iluminación. 4

La vida consciente. 4

La locura del judeo-cristianismo. 5

El mesianismo. 5

Un Dios creado a imagen y semejanza humana. 6

La ideología del Opus Dei 7

Conócete a ti mismo

La sicología moderna nos enseña que el hombre se comporta de acuerdo con la imagen que tiene de sí mismo. Cada sabiduría intenta encontrar una respuesta a la pregunta: “¿Quién soy?”. Este saber es fundamental en el momento de eligir el comportamiento a seguir en cada situación concreta. La mayoría de las religiones fundamentan su respuesta con la ayuda de mitos fundacionales. La sabiduría Oriental, al revés, no recurre a este truco: es una sabiduría abiertamente racionalista.

Lo que no eres

Antes de responder a la pregunta “¿Quién soy?”, la sabiduría Oriental intenta denunciar las falsas imagenes que uno puede tener de sí mismo. El modo de racionar es el siguiente:

Imagínate a una persona dominada por la ira. Grita, se tira por todos lados, ataca a la gente. Nadie puede calmarla. Cualquiera que trate de hablar con ella es rechazado o agredido. Cuando alguien permanece en ese estado de obnubilación, es incapaz de pensar racionalmente. Se identifica con sus emociones, no guarda distancia hacia ellas, no es consciente de sí misma. Tú también a veces te identificas con tus sentimientos. Pero tú no eres tus sentimientos.

Imagínate a una persona que se identifica con sus opiniones o creencias. Está convencida de que tiene la razón en todo, que el mundo se rige de acuerdo a las ideas que ella se ha forjado. En nombre de su Verdad es capaz de imponer a los demás sus propios puntos de vista. Rechaza  o subestima a los que no están de acuerdo con ella. Tal no tiene distancia hacia sus creencias. Tú también a veces te identificas con tus creencias. Pero no eres tus pensamientos. Tampoco eres un flujo de pensamientos: no dejas de existir cuando dejas de pensar.

Imagínate a los que se identifican con su función social: los jueces y los abogados se visten de ropas raras, los médicos se esconden detrás de un delantal blanco, los profesores universitarios llevan sombreros ridículos, los funcionarios se comportan de manera diferente con uniforme o en la vida civil, las madres y los padres tienen miedo a revelar sus sentimientos delante de sus niños. El papel que cumplen en la sociedad cambia su modo de ser, de pensar, de hablar y de actuar. Se identifican con su función social, no toman distancia de ella. Tú también a veces te identificas con tu función social. Pero tú no eres  la función social que representas.

Tampoco eres tu historia, o los planes que puedes tener para el futuro: no dejas de existir, si resulta que provienes de otra familia, que tu fecha de nacimiento es diferente, que ha cambiado tu carácter, que tienes amnesia o que has perdido la posibilidad de realizar tus planes y tus sueños...



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