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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 28 de Julio de 2010



El cambio en la Obra empezaría por facilitar la salida.- EnriqueAntonio

Querida Agustina:

 

 

En la última actualización leo que Gaudi afirma que “el trato con los ex ha cambiado mucho” dando como argumento la asistencia de decenas de ellos a una tertulia con el Prelado en su último viaje. Como coincido con lo que tú contestas, dejo este asunto, y me sumo a que habría que verlo para creerlo.

 

No obstante, no creo que la asistencia o no a una tertulia sea la raíz del problema, sino que -como muchas veces se ha comentado en la web- el trato mejoraría no si se invitara a los ex a las tertulias sino si se les facilitara la salida de la Obra de un modo justo, esto es, si se pensara en ayudar a las personas a rehacer su vida una vez que han tomado la decisión de salir.

 

No vale aplicarles a personas que muchas veces han entregado todo su dinero, su tiempo, su trabajo, etc. y durante muchos años, simplemente la estrategia de que cuando se quieren ir se tienen que buscar la vida en la más estricta soledad, sin ningún tipo de apoyo institucional. Esto es poco defendible, por mucho canon del CIC que se cite en el Catecismo (y no se citen otros). En mi opinión es una praxis abusiva, que resumiría en algo así como “hasta hoy éramos familia, por lo que lo tenías que entregar todo, desde hoy ni nos conocemos, por lo que la Obra no te da nada”. Con esta premisa, difícilmente las relaciones de los ex-miembros con la institución pueden mantenerse siquiera en la línea del respeto, no digamos de la cordialidad.

 

El asunto de facilitar la salida tiene muchas vertientes, pero –como sabemos- se agrava en el caso de los sacerdotes y de aquellos numerari@s que se han dedicado en exclusiva muchos años a las labores internas. En estos casos, la dependencia económica de la Obra es tal, que sin duda una praxis justa incluiría un plan de salida adaptado a las necesidades de cada persona. A mí se me ocurre que al menos que por parte de la Obra debería incluir:

 

A)     Una compensación económica por parte de la Obra que facilitara el necesario reciclaje profesional de estas personas para reinsertarse en el mundo laboral.

 

B)     Un reconocimiento oficial de los estudios realizados en la institución.

 

C)     Una certificación de los trabajos realizados en la institución, con el justo reconocimiento de las competencias profesionales del interesado.

 

En fin, me imagino que a muchos de los lectores se os ocurrirán otros modos de que el trato con los ex-miembros de la Obra realmente cambie y que no tienen nada que ver con la invitación a tertulias, sino con una salida que realmente no deje a los que han tomado esa decisión en una situación económica y profesionalmente precaria.

 

Un saludo a todos y gracias Agustina por tu estupendo trabajo,

EnriqueAntonio

 

Nota de Agustina.- Completamente de acuerdo. Un abrazo. 





Mi experiencia del trato de la obra con los ex.- Heidi

Mi experiencia del trato de la obra con los ex

Heidi Berger, 28 de julio de 2010

 

Qué bien andan las cosas por allí ¡y yo sin enterarme! Tertulias con el "perlado", sin diferencias de piel, raza y color, da igual si eres miembro o si lo has sido y has dejado de serlo. Todos juntos nuevamente, como si nada hubiese pasado ut iumentum! Quizá se nos incluya dentro de poco tiempo en una petición especial en las preces "oremus pro descarriadibus nostris..."

Siendo de la obra se me recomendó llevar a la oración los textos sobre el trato con los que se fueron en el entonces "Vademecum de San Miguel". De los centros desapareció, opuslibros no se pierde detalle. Para no explayarme demasiado hago solo referencia a la "reglamentación" actual en las "Experiencias de los consejos locales", capitulo: El deber de la fidelidad a Dios en el opusdei, Punto (5): Trato con los que no siguen adelante:

“Sin embargo, se evita todo lo que pueda contribuir a causar -a los interesados y a los demás- la impresión equivocada de que permanecer o no permanecer en la Prelatura es algo de poca importancia”.

Recuerdo que en una clase explicándonos este punto se nos insistía a evitar un trato con las que se fueron "como si no hubiese pasado nada". Nos decían, sí que ha pasado y lo que pasó es muy gordo.

Algunas historias sueltas que me han ocurrido a mí o a personas que conozco en línea directa:

1) Visita del Papa a Munich. Heidi y una amiga de estas descarriadas del rebaño están en el "Marienplatz" rezando y cantando con el Papa. No somos las únicas, son muchos los que se alegran de que Benedicto esté entre nosotros. También mis hermanas, la gente de la obra que pulula por la plaza. Digo "mis hermanas" porque, si es verdad que lo que nos unió en un momento fueron lazos más fuertes que la sangre, no han perdido su fuerza porque yo haya dejado la obra. Omnes cum Petro... ahí estamos todos. Solo que mis "hermanas" salen corriendo al vernos... me dolió mucho en concreto el corte de cara de H., que me conoce desde cría, que me ayudó en tantas cosas, con la que hemos compartido tantos momentos importantes de mi vida. Da igual. Soy una sentimental y entiendo (???) que no puede saludarme, no puede hacer como si no hubiese pasado nada, no quiere darme la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia...

2) Siendo todavía de la obra me llama una amiga, vamos a ponerle A., que hace unos meses ha dejado la obra. Aprovechando que para hacer mi curso anual recorrí unos 500km en su dirección quiere invitarme a tomar un café. A conversar. A dar un paseo. No tengo nada que ocultar ni veo nada peligroso en el plan y lo consulto. Tácitamente sabíamos A., y yo que no podríamos encontrarnos en la casa de retiros. La directora trata el asunto con cierta indiferencia. A las pocas horas recibo un llamado telefónico de la asesoría. Aclaro: siempre fui bastante pringadilla en el escalafón interno y no recuerdo que me llamasen de la asesoría ni con frecuencia ni en intervalos. Inocentemente atiendo el teléfono. Que no, que no y que no. Que no quede con A., que ella me contaría "su versión" del motivo de su partida... que no puedo hacer como si no hubiese pasado nada, no puedo dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia...

3) Estoy de visita en la ciudad que viven mis padres. Mi madre -supernumeraria incondicional- me cuenta que F., de la asesoría, me envía recuerdos, que preguntó muy interesada por mí. Que no dude en llamarla cuando este por allí de visita. Que le daría mucha ilusión hablar conmigo, que sé cómo son las cosas y que no podemos encontrarnos en el centro, pero que quiere saber de mi. No, no lo entiendo. Tampoco "sé cómo son las cosas" y no comprendo que no quiera recibirme en su casa si realmente quiere verme. Pero claro, sé que no puede hacer como si no hubiese pasado nada, no puede dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia....

4) A través de la web me contacto B., antigua compañera de batallas que por motivos que ni siquiera ella entiende del todo, sigue allí. Me contacta por mail, me pide mis datos. Me pasa una dirección de mail con un nombre falso a la que puedo escribir. Firmo también con nombre falso para no meterla en líos... llamo alguna vez a su centro, con nombre falso también. B., ya no es una cría, la considero una mujer hecha y derecha. Y sin embargo comprendo que para ella puede ser incomodo en "su casa" tener contacto abierto conmigo. B., no puede hacer como si no hubiese pasado nada, no puede dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia....

5) Mi amiga C me cuenta de su juventud, de las distintas historias por las que pasó durante su estancia en la prelatura. Recuerda con mucha ilusión una promoción rural a la que asistió. Allí conoció a E., una persona encantadora y con muchas aptitudes humanas. Se hacen amigas. El tiempo y las tareas compartidas son muy intensas. Se hacen muy amigas. Hasta que la directora habla con C., y le explica que no vale la pena hacerse tan amiga de E., que su hermana ha sido de la obra y como se fue, E., nunca podrá serlo. La "traición" en este caso tiene carácter transitivo. Con E., ya no hay metas porque su hermana ha dejado la obra, y no podemos hacer como si no hubiese pasado nada, no se puede dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia....

6) Al medio año de irme del centro en que vivía, una residencia de estudiantes, se organiza la tradicional barbacoa de verano. Se invita a las actuales residentes y a las que se han ido ya. Por despiste (?) me llega una invitación. Sorprendida, llamo a la directora. Agradezco la invitación recibida y pregunto si va en serio. Se disculpa, me dice que se les pasó. Que por la labor apostólica que se desarrolla en esa casa es mejor para las residentes no verme. No podemos hacer como si no hubiese pasado nada, no se puede dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia....

Y así podríamos continuar hasta el infinito y mas allá...

No quiero terminar este correo sin comentar que en todo esto hay algo que me desconcierta. Cada vez que nos escriben de "dentro" para informarnos de supuestos cambios, estas personas lo hacen sin dar sus nombres. Tampoco sabemos dónde viven y cuáles son estos centros maravillosos. Comprendo, para ellos puede resultar peligroso o incomodo estar en esta página, rodeados de ex. No pueden permitirse hacer como si no hubiese pasado nada, no se puede dar la impresión equivocada de que permanecer o no en la prelatura sea de poca importancia....

Heidi Berger





Nuevo viaje a Sevilla.- Maripaz

Hace unos dias que volví de mi último viaje a Sevilla. Este año lo he vivido de otra manera muy distinta, no como el año pasado que hacia casi doce años que no iba por allí.

El año pasado tenia necesidad de pisar los lugares donde habia sido feliz y donde me habian hecho sufrir. Recordareis que os conté mis idas y venidas por las calles sevillanas. Quise hacer un recorrido por lugares y centros donde habia vivido tantos años, para poder mirar de frente la vida que se habia abierto en mi nuevo mundo. Necesitaba hacer ese camino de vuelta y romper definitivamente con mi pasado. Tengo que deciros que mi corazón latía con fuerza cuando me encontraba delante de la puerta de cada casa...era como un volver a vivir muchas de las situaciones de mis años en la ciudad. Pero necesitaba hacerlo, reencontrarme con mis viejos miedos y mirarles de frente para luego pasar de largo y seguir caminando

Este año no he tenido necesidad de volver a hacer lo mismo. Era como si lo hubiese enterrado en el viejo jardin de aquella casa de la Avenida de la Palmera, y estuviera construyendo un edificio nuevo

Mi visita se ha caracterizado por los variados encuentros que he tenido con nuevos amigos.

A los pocos dias de llegar, tuve la oportunidad de conocer a Jacinto Choza. Pasamos un dia en la piscina de su casa muy agradable dadas las temperaturas de Sevilla. Vino a recogernos a casa y a los pocos minutos era como si nos conociesemos de toda la vida... Jacinto posee un caracter amable lleno de sensibilidad, que hace que rapidamente uno se encuentre muy bien a su lado. Compartimos además de una buena comida, ratos de conversación muy amena. Me regaló tres libros escritos por él que poco a poco iré leyendo. Tambien conocí a su preciosa hija, Irene, que queria tirarme a la piscina a toda costa... ¡menos mal que anduve con cuidado!

Dias después quedamos a cenar con una antigua residente del centro de estudios y su hermana. Disfrutamos mucho juntas. Nos reimos mucho al recordar las clases que recibian en la administración donde aprendian a llevar una casa y donde nacian las vocaciones de administradoras futuras, gracias al lavado de coco, que las hacian las directoras de turno. La verdad, que me obsequiaron con una empanada exquisita fruto de su aprendizaje natural de la vida. Reimos, hablamos, comimos, bebimos... además ha nacido una preciosa amistad entre nosotras.

Tambien pude ver y pasar muy buenos momentos, con otras personas conocidas y que ya habia visto el año pasado.

Como hacia mucho calor en la calle, lo mejor ha sido o salir por la noche, o quedar a comer en casa con el aire acondicionado. Así, he podido conocer a una ex numeraria que es un encanto y que acaba de dejarlo para siempre despues de toda una vida dentro. Han sido unos encuentros entrañables, donde hemos podido compartir la experiencia de que una vida nueva despues de lo que hemos vivido, es posible. Por supuesto, brindar ayuda a los que lo necesiten más.

La anécdota divertida me ocurrió en la mítica calle Sierpes a las diez de la noche. Grababa yo, hablando con mi cámara, cuando escuché mi nombre con una voz llena de sorpresa. Al volverme para ver quien me llamaba, me encontré con "Claridad" vamos a llamarle así. Mi sorpresa fué mayúscula... su cara me recordaba a una auxiliar conocida, pero enseguida ella me sacó de dudas. Era una lectora de opuslibros y de mi blog...

Recorrimos la ciudad por la orilla del rio, como si nos conociesemos de siempre. La noche estaba preciosa y la luna y la Torre del Oro, eran cómplices de una nueva amistad. Claridad, nunca ha sido de la obra, pero si la han manipulado y utilizado como a todos. Terminamos tomando algo fresquito, no sin antes llamar a Colibrí para que estuviera tranquila... eran las doce de la noche. Río divertida, cuando recuerdo nuestro encuentro... no tengo nada que envidiar a los famosos más famosos...

Me faltó visitar el Rocio... nos pusimos en camino la mañana del sábado, pero la caravana de coches, nos hizo desistir. El próximo año, una amiga muy simpática que tambien conocí, me llevará.

Nada más, queria compartír con vosotros estos dias llenos de proyectos, nuevas amistades, y sueños por cumplir.

Un fuerte abrazo para todos.

Maripaz





Catecismo del Opus Dei. 8ª Edición, 2010 (y IX).- Agustina

PARTE IV

RÉGIMEN DE LA PRELATURA

 

CAPÍTULO I

DEL RÉGIMEN EN GENERAL

 

         303. - ¿A quién corresponde el gobierno de toda la Prelatura?

         El gobierno de toda la Prelatura corresponde al Padre, como Prelado Ordinario.

            Ayudan al Padre, en el ejercicio de su labor de régimen, sus Vicarios y Consejos, llamados Consejo General, para los hombres, y Asesoría Central, para las mujeres.

            La dependencia inmediata y directa del Opus Dei respecto a la Santa Sede -que ya existía desde 1947- se realiza ahora, con la forma jurídica definitiva, a través de la Congregación para los Obispos.

         (Cfr. Const. Ap. Ut sit IV-VI; Statuta, nn. 125 § 1; 171)

         304. - ¿Por qué, entre los fieles de la Obra, se llama sencillamente Padre al Prelado?

         Entre los fieles de la Obra, se llama sencillamente Padre al Prelado, porque una especial característica del Opus Dei es la naturalidad de la vida en familia.

            En el seno de una familia no se emplean tratamientos. Por esta razón se excluye toda clase de palabras honoríficas, dentro de la Obra, para designar a los que llevan cargos de dirección.

            (Cfr. Statuta, nn. 130 § 1; 132 § 3)

 

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