CORRESPONDENCIA

Viernes, 06 de Noviembre de 2009

Queridos amigos:

Me gustaría traer a vuestra consideración algo que pienso siempre que aparece una Calandria o cualquier otra ave del mismo plumaje.

Calandria sabe la verdad de lo que pasa en el lado oscuro, igual que la sabemos todos nosotros. Ahora nos sale con el cuento de que las cosas no son ya así, que lo que contamos son cosas de hace muchos años. Ella utiliza el mismo doble lenguaje que yo mismo utilicé muchas veces para confundir a la gente que me preguntaba cosas sobre el opus. Yo era igual de hábil que ella (casi tan hábil, perdón por mi arrogancia) para pretender argumentar sobre la libertad que hay en el lado oscuro y demás cuentos chinos, que no es necesario repetir. La verdad es que casi la alabo, porque si está allí adentro tiene que defender el lado oscuro, aunque sea con verdades a medias o con claras mentiras, pero lo tiene que defender para ser consecuente. Eso o marcharse. De hecho, cuando yo ya no tenía ninguna gana de defender el opus me fui.

Ni ella os va a convencer a vosotros, nosotros, ni cualquiera que realmente conozca el lado oscuro,  ni vosotros la vais a convencer a ella. Sin embargo, esas personas, Calandria y semejantes, de cuyas intenciones reales no tengo certeza, están haciéndole un buen servicio al lado oscuro. La idea es que si alguien que no sabe del tema se asoma por aquí, verá que hay unos a favor y otros en contra, como en todas partes. Si no se mete a cavilar profundamente, cosa no muy practicada en estos tiempos, este ingenuo visitante acabará llegando a la conclusión de que ninguna de las dos partes tiene razón, y que si quiere saber la verdad lo mejor será que vaya a comprobarlo en persona. Y allí estará el opus desplegando todos sus encantos para seducir al ingenuo y engancharlo en sus redes.

Aunque no sea esa la intención consciente de Calandria, es el principal efecto de sus imaginativas comunicaciones que tantas reacciones provocan.

Dicho esto, no os quito más tiempo que hay que empezar a prepararse para la Navidad.

Un abrazo para todos.

Dionisio

Hola a todos,

Leyendo un libro sobre educacion, he encontrado una serie de paralelismos sobre mi experiencia con el Opus Dei que queria compartir con todos vosotros.

La primera es sobre un capitulo que habla de desviaciones de la personalidad. Desviaciones que, de no corregirse en la infancia, se mantienen en la edad adulta, y que hace que las personas, sin ayuda, esten perdidas, ya que llegan a confundir su debilidad con un estado superior. Seria esto lo que le paso a San Josemaria el 2 de Octubre?

Como consecuencia de la debilidad provocada por estas desviaciones, el ser se desarrolla debil, y puede llegar a buscar una dependencia. En el caso de un niño, puede llegar a apagar su propia personalidad y dejar que un adulto le sustituya a el.

En estos niños que dependen del adulto, este ultimo se aprovecha del estado nebuloso de la conciencia infantil para imprimir en esta artificialmente terrores que obran en las tiniebras, con el fin de hacerse obedecer... (no suena parecido a lo que hacen los directores?

Segun el libro, el origen de las desviaciones se debe a que el niño, por diversos motivos, no ha podido desarrollarse a la edad que hubiera debido hacerlo... (sera por esto que hay que hacer que piten re-jovenes?)

En algo no le hecho la culpa al Opus Dei: me acerque a el buscando una dependencia, y que decidieran por mi. Con el tiempo, mucha reflexion y mucha lectura, me he dado cuenta de que mi personalidad estaba desviada, por otros motivos anteriores a mi contacto con la Obra, y queriendo huir de la realidad me fui a meter en la boca del lobo...

En fin, aqui va esto por si os puede servir de algo mi experiencia. Yo sigo teniendo esperanza, ya que el libro tambien dice que estas desviaciones de la personalidad se pueden corregir cuando uno se vuelve a encontrar con la energia vital, como veo con alegria que os pasa a varios de vosotros que escribis en este foro.

Un fuerte abrazo,

Alvargan

Aquí llega la Carmen Charo guerrera!!

Os comunico que han actualizado Romana!! Y ya van por el segundo semestre del 2007. Sigo pensando que es un trabajo muy chapucero para tanto fiel que tiene la prelatura.

Pero el contenido no tiene desperdicio. Hay una homilía del Cardenal Ruini en el 25 aniversario de la prelatura, hablando sobre el inmenso bien que ésta hace en las diócesis, que es para caerse de espaldas. Ya siento si resulto irrespetuosa, pero hay cosas que no puedo concebir.

Me atrevo a decir que este señor conoce poco el Opus Dei.

Prefiero no dar vueltas a por qué dice lo que dice, él sabrá!!

Una vez más  pienso que esta web marca bastante el ritmo de la prelatura, de su web oficial y las  acólitas, de lo que sale en medios de comunicación... Por cierto, si miráis en la web oficial ahora dan un número exacto de miembros.

El Opus Dei no vive, no avanza al ritmo de su propia vitalidad interior. Permanentemente creo yo, se ve obligado a tapar aquí, quitar allá, poner este escaparate, quitar aquel otro... ¡es un sin vivir! para parecer, para dar una imagen conveniente, para que la Santa Sede esté contenta.... así que les da poco tiempo para la Gloria de Dios, porque les preocupa excesivamente la gloria humana.

Otra noticia  que me ha dejado perpleja es la de los centros que se han abierto. Y es que dice que se han abierto 3 en Madrid, cuando todos sabemos que se han cerrado más de 3. En una de las 2 delegaciones en que se divide Madrid, en la capital ya sólo quedan dos centros de San Rafael de la sección de mujeres: Alcor y Ateneo. Ha desaparecido el famoso Campos (antes Martinez Campos) como centro super vip de San Rafael, para pasar a ser de agregadas.

Lo único que se me ocurre pensar es si llamarán centro a los pisos a los que cada vez más, se van a vivir las numerarias y numerarios que pueden pagárselo.

De veras me gustaría que entre todos contemos los centros de Madrid que se han cerrado y se han abierto. ¿Alguien tiene datos? Sería muy bueno que en esto también les obligáramos a tener que decir la verdad.

Carmen Charo

¿Quien se acuerda de la canción?... Vivan los guardias civiles que van por la carretera.... De la época de Franco, era. La cantábamos en el recreo, si, que vieja soy.  Me hace gracia eso de media naranja agria... ¿porqué agria? Ninguna naranja es agria, porque cuando lo es se hace mermelada y se convierte en dulce...

Solo dos cosas, Media naranja agria:

1. Tus miedos: yo no sé porqué cuando uno está dentro de la Obra siente tantos miedos, yo al menos tenía miedo de todo, porque vives tan rodeado de gente que le da una suma importancia a tanto detalle, que siempre estás en falta, o has dicho algo que no correspondía, o estás mal sentado, o fuiste mal vestida a la bendición, o te vieron con una persona rara, o hablaste con un sacerdote y estabas sola, o a un numerario se le cayó un lapiz y tu se lo diste y te dio las gracias, es que son tantas, pero tantas cosas las que uno puede hacer mal y merecen una corrección que uno ya va con miedo por la vida, miedo a escribir aqui, si, yo al principio tenía pánico, además como por "pegote" se me iban pegando otros miedos, miedo a la oscuridad, miedo al demonio, miedo a la muerte, miedo a pecar, miedo a salir a la calle, miedo a hablar con desconocidos, miedos miedos miedos....

De tanto en cuándo me permito bucear por las páginas web que defienden al Opus Dei, elaboradas, obviamente, por miembros de la Prelatura. Como primera reflexión pienso que la Obra le tiene que estar eternamente agradecida a Opuslibros por su acelerada inmersión en las nuevas tecnologías: hay que ver cómo desde que en 2002 surgió esta página han proliferado las webs, con mayor o menor fortuna, dedicadas a cantar las alabanzas de la institución, cuando no a “desmentir” veladamente (nunca se atreven a dar el nombre de Opuslibros: ¡esa honestidad intelectual os cojea, amigos!) los contenidos de nuestros testimonios.

Mi último descubrimiento (y digo mío porque quizá ya lleve cierto tiempo y no me había dado cuenta) ha sido un conjunto de páginas personales englobadas bajo la denominación Opus Dei Blogs. En sí mismo esto no tendría nada de particular. Pero la cosa empieza a tomar otro cariz cuando uno, que por fortuna tiene buena memoria, recuerda cuando allá por el año 2003 el Opus Dei Región de España (Marca Registrada) interpuso una demanda a la entonces naciente Opusdeilibros (hoy Opuslibros) por usar en su dirección web el nombre de la institución. Nombre que, por lo visto, sólo puede usar la Obra como tal y evidentemente con el único fin de balancear el botafumeiro y darse con él en las narices. Vulgo: para hacerse propaganda.

Lo curioso es que esta página de blogs afirma  textualmente que “la única condición que cumplen los blogs de Opus Dei blogs es que traten sobre la familia, la educación o la actualidad con visión cristiana de la vida”. Dicho así parece una iniciativa personal; iniciativa en la que, por supuesto, no falta el papel estelar del ínclito Antonio González –¿qué boda sin la tía Juana?- , que es una suerte de Pilar Urbano cibernética.  Un proyecto diseñado para que cualquiera (bajo esas condiciones) pueda publicar su blog usando el paraguas (nombre) del Opus Dei sin que la Región de España (Marca Registrada) tome cartas en el asunto. ¿Seguro? Seguro que no. Eso de la iniciativa personal es, por supuesto, un cuento chino, de cara a la galería.

Prueba de ello es que parece que algunos incautos se tomaron en serio la “única condición” antes referida y decidieron publicar su página personal en este sitio web. Y sospecho que, aunque seguramente tenían una visión cristiana, no tenían la visión cristiana que el Opus Dei quisiera que tuvieran. Los muy ingenuos todavía no debían saber que hay "visiones" y "visiones". Por tanto, y antes de que a la Obra se le fuera la iniciativa de las manos decidió cortar por lo sano. Y así, el anónimo autor de la página (no ofrece en momento alguno su nombre; luego se “rascan” las vestiduras con los “anónimos” de Opuslibros) cierra su texto de presentación diciendo: “Ya no permito registrar nuevos blogs, porque algunos de los que se han creado recientemente tenían un sentido diferente a lo que pretende esta web”.

        Así queda todo más claro. Ya me extrañaba a mí tanta libertad.

Jiménez

 Naranjas, veo que tu formación filosófica y teológica, la que recibiste siendo de la Obra (me imagino) ha sido muy bien aprovechada. A mi los grados de abstracción siempre me tuvieron sin cuidado. La filosofía no va conmigo, cuando hablo lo hago en sentido coloquial, no verifico si lo estoy haciendo con precisión filosófica y si digo que la fe es el don más preciado que tenemos y la moral nos ayuda a ganarnos el cielo, no se me ocurre pensar en la exactitud de mis palabras. Es verdad que con la fe nos salvamos como bien me dices, pero también la fe es un gran don y me gusta verlo desde esa perspectiva y con esto no digo una aberración. En fin, considero que tus oídos tan sensibles a la informalidad seguirán sufriendo si es que sigues en diálogo conmigo. Haré un esfuerzo en cuanto a la exactitud y medida de mis palabras aunque no creo que logre estar a tu nivel.

 Ruta me aconsejó en los últimos envíos que leyese el libro de Ma. Angustias Moreno, numeraria de por los años ¿60? Ella también es muy filósofa y exacta en sus términos, quizás haga muy buena migas contigo, creo que se entenderían muy bien. Leí, como te digo una parte mínima, y eso bastó para dejarlo, lo encontré tan lejano y tan ajeno, ajenísimo, a mis intereses que me aburrí sobre manera y sin ganas de leer más. Tal como me aburrió la disertación de Cooper y de Segundo en sus últimos correos . El tema de la libertad anda tan trillado en esta web que no dan ganas de seguir diciendo blanco cuando otros te responden negro hasta la muerte. Resumiendo, le contestaría a Segundo que lo que para él es falta de libertad para mí es signo de libertad. Hago oración porque quiero, nadie me lo impone, voy a misa todos los días porque quiero, nadie me lo impone, vivo un horario de vida familiar (comidas, tertulia y oración por la mañana) porque quiero, nadie me lo impone. Ese aire de víctima y “acogotamiento” que intenta poner en mi persona con su escrito es sólo eso: aire.

Perdona, Naranjas, estaba hablando contigo y me fui por las ramas.

Oye, así es que tienes una hija numeraria! Quien lo diría! Y la madre despotricando contra la Obra!! Me parece muy bien que te la lleves a tomar helados y si es en sábado aunque no sea para molestarla, no pasa nada! Qué afán de darle importancia a nimiedades! Creo que has puesto una nota de exageración (de madre) al contar lo de los helados, porque sabes que no es exactamente así. Si bien es una costumbre de familia no tomar merienda (que dicen ustedes, nosotros decimos loungh) los sábados como mortificación ofrecida a la Santísima Virgen, -mira tú que costumbre tan bonita!!- no pasa nada si por algún motivo (valga decir invitación de la madre) no podemos hacerla, igual seguimos queriendo y honrando a la Santísima Virgen como Madre nuestra que es. Bueno, Naranjas, te diré que me encantaría conocer a tu hija.

Besos

Calandria

Queridos amigos:

Cuando leí lo que escribía Atomito el 12 de octubre  sobre su experiencia con las catequesis, me sentí completamente identificado. Durante años hice lo mejor que se me ocurrió para que las catequesis en barrios pobrísimos y abandonados fueran algo bien llevado, con calidad y caridad. Lo mismo las visitas a los pobres que seguí practicando por mi cuenta mucho tiempo después de haber sido apartado de la labor de San Rafael.

Recuerdo igualmente mi frustración por ver como a la estructura del lado oscuro todo aquello le importaba absolutamente nada, excepto cuando se veían en la necesidad de demostrar que también atendían a los pobres. Entonces pedían datos, fotos, videos, lo que fuera para hacer propaganda equívoca. La verdad es que cuando finalmente te dabas cuenta de qué iba el juego los ánimos se hundían hasta el subsuelo. Es penoso como juegan en el lado oscuro con los mejores sentimientos de la juventud. Y los pobres… no les importan nada, absolutamente nada, si no es --repito--  para hacer publicidad engañosa.

Sin embargo la alegría y la caridad que repartíamos en las catequesis no nos la va a quitar nadie, pero nadie, porque lo hicimos con la mejor intención. Yo tengo muy gratos recuerdos de aquellas tardes de sábado metidos por barrios en los que ni la policía se metía, entre barro y miseria, rodeados de niños con una ignorancia mucho más grande que su pobreza. Eso fue maravilloso.

Un fuerte abrazo

Dionisio

Hola a todos/as! A Calandria le aclaro que yo hace diez meses dejé la Obra, y estuve en ella tan sólo cuatro años -a Dios gracias- como supernumeraria por lo que con seguridad hay muchas cosas de las que no llegué a enterarme. Pero con la misma seguridad le puedo confirmar que suceden todavía muchas de esas cosas que ella cree son del pasado. El centro al que yo asistía, el único en mi ciudad (pues el Opus Dei ha desembarcado en nuestros pagos hace tan sólo seis años) y hay que reconocer que crece alarmantemente pues existe un snobismo típico de pueblos chicos donde lo nuevo es chic y es el "carnet social". A quienes viven de la imagen esto les resulta muy atractivo. Dios irá decantando con el tiempo, de eso estoy también segura.

Pues bien, en ese único centro observé que las únicas lecturas disponbles en la sala de estar eran las revistas permitidas del Opus. ¡Jamás un diario local o nacional! No veían televisión y mucho menos iban al cine, por lo que las charlas con las directoras eran francamente aburridísimas pues no estaban ni enteradas de lo que sucedía en el mundo -en este mundo- no había noticia política, de religión o social de la que estuvieran enteradas. Desinformadas totales, en un país convulsionado como el nuestro esto resulta hasta inadmisible.

La biblioteca que debíamos consultar (un armario) contenía sólo los cuadernos y libros de la Obra que debíamos leer estrictamente allí, no se permitía llevarlos a casa ¡y mucho menos fotocopiarlos! ja,ja. El saber queda restringido a esos muros, los cuadernos debíamos consultarlos según el grado en que íbamos avanzando en la secta. Si se me ocurría algún chiste a raíz de lo que había leído y me atrevía a comentarlo, sólo se limitaban a mirarme con rostro impávido como diciendo: ¿de qué te ríes?

Nunca un chiste, nunca una sonrisa, todos eran rostros amargos, seriedad mortal. La sala quedaba comunicada a las habitaciones por una escalera, me queda todavía el recuerdo de las numerarias jovencitas que por allí bajaban o subían. Serias, rígidas, antipáticas, pasaban de largo sin siquiera decir Buenos días o Buenas tardes. Las sonrisas sólo estaban permitidas en sus grupos aparentemente, es decir, entre las inocentes chicas a las que estaban intentando captar. Habían pasado seis meses y ni siquiera les conocía el nombre a las numerarias que vivían allí. Como dije, pasaban de largo.

No son cosas de hace cuarenta años, es una experiencia muy reciente. He conocido otros centros en otro país donde el ambiente era más distendido y lucían más simpáticas. Pero yo era vivista, sólo pasaba por allí, y había que captarme claro. Apenas se dió la ocasión escuché la más increíble  afirmación de racismo sobre un miembro de mi familia. Eso sí, con una sonrisa y casi como al pasar.

En fin, falsedades, hipocresías, sonrisas engañosas, como tantas cosas que ya han contado aquí.

Y tristemente veo que Calandria no es la única, hay unos cuantos adeptos enceguecidos más que han escrito a esta página en estos últimos días. Me causan pena, pues son producto del mundo tortuoso y oprimido en el que viven, donde ven y piensan sólo lo que les está permitido ver, leer o pensar.

Sólo les diría que pidan fervientemente a Jesús: "Señor, que yo pueda ver". Hay un mundo fuera de ese mundo en el que están encerrados, y ellos pobrecitos, no están enterados.

Un saludo a todos/as

Costanza

Hola a todos y en especial a Calandria.

Creo que hoy es momento de salir de mi silencio de meses para hacer una declarcion puntual a raiz del comentario fuera de lugar de Calandria de mencionar que Agustina fue cobarde al salir del opus dei. Independientemente de mi estima por Agustina a miles de kilometros y sin tener el placer de conocerla en persona es algo que personalmente no puedo aceptar porque seria igual a reconocerme cobarde por haber salido de la obra, se necesita ser magananimo para emprender la empresa de salir de una institucion que sanciona de pecado a los directores por cada miembro que se vaya (no lo digo yo lo dicen los vademecums, si no lealos detenidamente) siendo esta una aberracion.

En segundo lugar ser cobarde seria no publicar tu correo donde agustina saldra inmaculada como lo suele hacer el opus dei, ya quisiera ver UNA solo UNA aportacion en la pagina oficial del opus dei donde vengan los desatinos de la institucion y tambien de las personas ya que tu mencionaste algo a nivel personal. Seria cobarde esconderse en el anonimato (al igual que lo hace el opus dei) cuando el nombre de Agustina viene completo como responsable de la pagina y no solo eso sino ser la primera en poner fotografia. Aun hay duda??? y podria seguir con mas y mas cosas.

En otro punto, dices que pudo ayudar a muchos. Creeme al dia de hoy lo ha hecho y a mas gente de la que ella y el mismo opus se imagina. Yo puedo encabezar esa lista, gracias a agustina el resentimiento y hasta odio paso a ser una serenidad de perdon y aceptacion. Asi como reconocimiento de lo que a mi me toca. Repito no conozco a "Gus" como cariñosamente le llaman en persona, ni siquiera he escuchado su voz pero le tengo un lugar especial entre las personas que me han ayudado de verdad.

Por ultimo Calandria quien nos ha dado a ti y a mi el poder del juicio sobre lo que hubieran o no hecho otras personas. Y como decimos los Abagados para hacer una critica (no criticismo que es diametralmente distinto) hay que fundarla y motivarla. Si con todo esto no soy claro solo me resta decir: Gracias Agustina por tu cobardia que a mi me ha hecho Valiente ante la vida.

Tapatio

Sigo siendo un "confiado" tras diez años fuera de la Obra, y me siguen ocurriendo cosas que yo jamás habría hecho cuando estaba dentro como numerario: la última, tras agotar otras vías de lograr empleo, acudir a un numerario como amigo para ver si él –que lleva en esta ciudad, nueva para mí,  muchos años– sabía de algún sitio donde  colocar mi experiencia y mis dos carreras universitarias. Primer contacto, vía teléfono, entusiástico e invitación a comer al día siguiente, invitación que le pedí se pospusiera unos días por tener un viaje inaplazable: yo ya le llamaría. A mi vuelta, llamada diaria de lunes a viernes, de la que su secretaria tomaba amablemente nota... y silencio. Después dejé de llamarle, que ya somos mayorcitos y si algo sabemos es sacarnos las castañas del fuego sin contar con nadie. No obstante, el episodio me ha dejado un poso de tristeza. En fin, me he dicho, estará muy liado; pero la verdad es que acaba uno dudando de todo. En una sociedad donde la cortesía brilla por su ausencia más de uno da la callada por respuesta, aunque no es propio hacerlo si hay amistad y confianza. ¿Pero la había realmente? Por mi parte nunca dejé de atender y querer a quienes quería, aun cuando hubieran dejado la Obra.

Sin embargo, no puedo generalizar, pues otros mantienen el trato conmigo y tienen la delicadeza de no hacerlo como medio para que yo vuelva a ponerme en contacto con la Obra, sino simple y llanamente por amistad. Y con esto vuelvo a mi razonamiento habitual: los negativos son casos aislados, por muy frecuentemente que se puedan producir. Su frecuencia –porque yo sí creo que los episodios que leo en estas páginas tienen una gran carga de verdad, y muchos claman al Cielo– sólo da pie a pensar que algo ocurre para que se den tantos casos de falta de madurez humana y de verdadero cariño hacia las personas con las que se ha convivido.

Ahora bien, pienso que a una institución no se le puede juzgar por el comportamiento de sus miembros sino por el espíritu que la preside. El espíritu de la Obra como reflejo de la ascética cristiana –piedad, trabajo, esfuerzo por vivir las virtudes humanas y sobrenaturales–no creo que pueda criticarse. Quienes no lo viven, o no saben vivirlo porque no son espíritus libres, tienen un grave problema. A lo largo de mis treinta y cuatro años en la Obra he visto a muchos empeñados en vivirlo, con una entrega total a los demás, sin disquisiciones ni pejigueras “reglamentarias”. Yo no dejé la Obra porque estuviera harto de tanto descender a detallitos asfixiantes, sino porque en un momento dado creí honradamente que no podía seguir. Y, desde luego, no hago mía la expresión “¡gracias a Dios que me fui!” –espero no pasar a ser por ello persona non grata en estas páginas–, pues considero que conocer el espíritu de la Obra sí que ha sido para mí una gracia de Dios. Y, claro está, rezo para que quienes han perdido la libertad de espíritu que yo conseguí gracias a la Obra resuelvan su gravísimo problema y sepan vivir la caridad por encima de todo. A mi parecer, es bastante estéril intentar de modo obsesivo resolver el problema de otro u otros: bastante tenemos con mirarnos a nosotros mismos y resolver los propios.

Confiado, 4.XI.09

Queridisima Maripaz, te agradezco muchísimo el relato de tu reconstrucción. Qué bien describes el centro de lo que vives, con pocas palabras y detalles, pero de forma honda y concreta a la vez: “...había descubierto mi rincón en la vida y lo saboreaba como algo único.... corté mi relación con Dios porque le consideraba parte de mi desencanto, de mi fracaso, de mi engaño... mientras, espero serenamente.... disfrutaba de las cosas más sencillas... aprendí a pedirle opinión sin invadir su espacio y sus gustos.... mi padre, muy enfermo, sonreía mirándome con ternura...” Me resultas muy cálida escribiendo y me haces caer en la cuenta del descubrimiento del mundo interior, de la propia alma, que habíamos sepultado y casi matado a fuerza de doblegarnos con normas y pijoterías. A mi me pasó parecido, pero cuando me pongo a escribir me pierdo en anécdotas superficiales, así que te agradezco tu capacidad de ser concisa y honda  a la vez.

Una cosa más, y es decirte que creo que cuando dices que cortaste la relación con Dios, no quisiste ponerlo con mayúsculas. Creo que como muchos de nosotros, dejaste a una caricatura de Dios. Dios es tu inmensa sensibilidad, está en tu blog, en tus fotografías y videos, en tus poemas, en tu corazón inmenso, en tu mente amplísima, en la persona genial que eres. Ese Dios que toma forma en ti por lo visto ve que no necesitas entrar en una iglesia. ¿Alguien de verdad puede creer que Dios nos va a condenar por no ir a misa los domingos? Cualquier criatura imperfecta tiene más amplitud de mente y más compasión.

Yo no soy doctora en teología ni maestra espiritual, pero me atrevo a decirte porque yo también me indentifico con tu estado espiritual, que sigas en esa espera serena porque un día se te dará en plenitud, porque tú se lo diste todo y se lo sigues entregando cada día sin proponértelo. Mil gracias por enriquecernos tanto!! Y un grandísimo abrazo

Carmen Charo

Te escribo con el corazón, Pitopaquepitestu: la verdad se sufre mucho cuando te quieren arreglar tu vida.  Llega un momento en que no estás content@ contigo mism@ casi viviendo para agradar y vas a una charla a repasar un check list...

Muchas veces siendo del opus dei me hace esta pregunta: Quien soy?

Tengo también familiares cercanos del od, que en su momento me ayudaron, casi que pienso que pité por presión y por encajar más que por un acto de convencimiento profundo.

A veces es como si te quisieran con un amor posesivo y eso hace mucho daño. Te dan consejos que luego si no los sigues prácticamente los estás insultando.

Quien más nos entiende y consuela es solo el fabricante.... Lastimosamente el alma se agota de que la estén sometiendo a presiones y controles de calidad para amoldarlos a una maquinaria... en donde tus sentimientos no son valorados con respeto (así me sentí yo). Por que crees que más de uno terminamos de psiquiatra?

Un abrazo y adelante que Dios te guie seas feliz y estes en paz! Se necesita bastante fuerza y libertad interior.

likeabird

LO QUE DEBERÍA DECIR EL LIBRO DE CAMINO:

PUNTO 22

Que tu virilidad de hombre o feminidad de mujer, sea tu humanidad como hombre o mujer, nunca la dureza y agresividad de un carácter inflamado por tu ego, que es parte de tu naturaleza terrena, nó de tu naturaleza divina. Eres ángel, cuando te comportas según tu naturaleza de hijo de Dios, imagen que eres de Dios en su humanidad de hombre, Jesús Dios. Vive cómo ese hombre Dios, y contempla cómo ama a todas sus criaturas, y sé un hombre, nó vil, sino viril, en su trato y amor entregado a los demás...

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