CORRESPONDENCIA
Viernes, 22 de Mayo de 2009
Aclaremos qué se ha escrito en Opuslibros sobre los abusos sexuales.- Agustina
Quiero hacer una aclaración para quienes, en emails privados, están “descontentos” con la web porque hablamos de abusos sexuales en el opusdei. Sólo les pido que lean lo que se ha escrito al respecto y no saquen conclusiones que no son ciertas.
En Opuslibros.org nadie ha dicho y nadie podrá decir -porque no es cierto-, que los abusos sexuales en el opusdei están a la orden del día o están "institucionalizados".
Institucionalizados están, por citar algunos ejemplos: la falta de discreción o el hablar a terceros, cuartos y quintos de lo confiado en la dirección espiritual, la manipulación de las conciencias, la coacción en el proselitismo, las delaciones y acusaciones a los directores bajo pretexto de corrección fraterna, la particularísima y numerosas veces herética interpretación del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia, los psicofármacos para perseverar, el repudio y maledicencia a los que se marchan, la ocultación del movimiento económico real a la Hacienda Pública, el desamparo jurídico-laboral a quienes les mandan que se dediquen a las “labores internas”, el silenciar el compromiso, a sus padres, de los adolescentes que piden la admisión antes de la mayoría de edad, etc., etc. Pero no están "institucionalizados" los abusos sexuales. Si se han producido o se producen, que casos hay desgraciadamente, no es lo habitual ni lo que recordemos que sucede dentro (a excepción de quienes los ha sufrido, que tienen todo el derecho a denunciarlo si quieren).
Y quienes los han denunciado en Opuslibros, por haberlos sufrido, no han escrito “anónimamente”, tengo todos sus datos aunque hayan firmado con un nick. No se han publicado tres que sí que eran anónimos y que no ofrecían ninguna credibilidad.
Un abrazo,
Agustina López de los Mozos Coordinadora de Opuslibros.org
Un duda sobre la Abadesa de las Huelgas.- Carmen Charo
Hola, queridos amigos!!!
Tengo una duda desde antes de dejar la obra, y hasta hoy no se me ha ocurrido que éste es el mejor sitio para resolverla.
Tras la muerte del fundador encargaron a dos numerarias que se patearan todos los conventos que hubieran tenido relación con él para recoger “testimonios de santidad”. Yo viví con una de estas numerarias, y contaba anécdotas por doquier. Pero había una que le duraba tertulias y tertulias sobre la abadesa de las Huelgas y de cómo le debía su vocación al fundador.
Yo siempre dudé de semejante relato, y eso que no se limitó a contarlo en su propia casa sino que iba por los cursos anuales de ilustres numerarias venidas de lejanas tierras, directoras.... y se explayaba a gusto durante horas y horas hablando sobre la Abadesa de las Huelgas.
Yo dudaba, y de hecho busqué el relato en el libro del Postulador cuando salió. Allí aparecían muchas anécdotas de todo tipo de personas, pero ésa, que era tan importantísima no estaba. Siempre me quedó el interrogante en la cabeza aunque jamás pensé a las claras que esta numeraria tenía una imaginación prodigiosa y se había inventado tal cual todo el relato.
Una vez fuera de la obra, y hace como 10 años me encontré visitando el Monasterio de las Huelgas. De pronto me vino el tema a la cabeza y le pregunté a la guía que nos estaba explicando la historia y las distintas estancias del monasterio sobre detalles que la numeraria contaba, como por ejemplo el uso de la mitra y el báculo, el nombre de la abadesa...
La numeraria contaba que la abadesa, con su mitra puesta, báculo en mano, y teniendo tras de si en formación a todas las monjas del convento, les contó su vocación y cómo la debía al fundador del Opus Dei. Ella era una frívola muchachita que acababa de entrar en el monasterio cuando el fundador acudía allí para trabajar en su tesis....Yo no voy a inventar porque no recuerdo apenas nada, pero esta buena mujer entró en sensatez gracias al ejemplo de piedad del fundador, y llegó donde llegó, a ser Abadesa. La guía del monasterio llevaba haciendo esta tarea muchos años y comentó que lo de la mitra se había dejado hacía más de 100 años. El nombre de la abadesa tampoco coincidía con el que daba la numeraria.
En ese momento se me puso la carne de gallina porque me pareció increíble que fuera un invento semejante testimonio tan relevante. Hoy, y tras tantas cosas que hemos podido leer en esta web, ya me lo creo todo.
Me gustaría saber si alguien más oyó la historia de la abadesa de boca de esta numeraria. Me hago de cruces de pensar cómo ninguna directora le cerró la boca sabiendo que eso no era verdad. Aun sigo pensando que puedo estar equivocada, pero ¿por qué no salió este testimonio en el libro del Postulador?. ¿Esto también forma parte de la historia inventada del Opus Dei? Amiga numeraria, tú sí me conoces. Si me lees te agradecería nos explicaras esto.
Maripaz ¡muy guapa! pero tienes que volver más tiempo a Sevilla porque ya has cogido estilo castellano.
Un fuerte abrazo para todos y en especial para la incombustible Isabel Caballero. Si todos tuviéramos la mitad de miedo y la constancia tuyas, la obra estaría desmontada y la verdad a la luz!!.
Carmen Charo
Guión doctrinal interno del Opus Dei sobre moral sexual matrimonial - Josef Knec
1. En su reciente escrito del 18.05.2009, Ana Azanza alude a mi escrito del 15.05.2009, cuando escribe en tono de objeción: “tampoco sé a qué vienen las clasificaciones de pecados de los manuales decimonónicos”. A continuación intentaré responder a esa objeción, ciertamente sensata, aduciendo dos motivos por los que me detuve recordando la clasificación de pecados contra el sexto mandamiento que hacían los manuales de Teología Moral del siglo XIX y comienzos del XX:
1º) La tesis de fondo que expuse en mi escrito del 15.05.2009 se centraba en criticar la distorsión que el puritanismo produce no sólo en la percepción del obrar moral humano, sino también en la comprensión del Evangelio. Por eso, me pareció congruente con esa tesis aportar un ejemplo extraído de un manual de Teología Moral católica de comienzos del siglo XX, en el que se puede apreciar cuán ridícula y chocante resulta, desde la perspectiva actual, la casuística con que se pueden clasificar los actos sexuales a partir de presupuestos más o menos puritanos.
2º) Se da también la circunstancia de que el manual de Teología Moral que cité, el del padre M. Prümmer (Manuale Theologiae Moralis), se ha estudiado durante largo tiempo como libro de texto en el Studium Generale del Opus Dei. Me parece muy importante que los lectores de Opuslibros conozcan cuáles son exactamente los presupuestos antropológicos y éticos con los que los directores del Opus gobiernan esa institución y ejercen la dirección espiritual de sus dirigidos y dirigidas. Acudir a las fuentes mismas del Opus Dei, es decir, a sus documentos internos y al contenido de sus planes de estudios filosóficos y teológicos, aporta sin duda un acceso directo de conocimiento de lo que el Opus Dei es. Uno de los logros de la página web Opuslibros es la publicación de numerosos documentos internos y guiones doctrinales de la Obra; pero creo que se debería hablar más –y, a ser posible, aportar documentación interna– acerca de lo que los numerarios y numerarias han estudiado y estudian en las asignaturas de filosofía y teología del Studium Generale, pues este es un aspecto relevante de la vida interna del Opus Dei y del bagaje cultural e ideológico de sus miembros, sobre todo de sus dirigentes.
Creo haber respondido satisfactoriamente a esta acertada objeción.
2. En este orden de ideas, me permito adjuntar a este escrito mío de hoy un guión doctrinal del Opus Dei sobre moral sexual matrimonial, del año 1989.
Cuento brevemente la historia de cómo encontré hace un año ese documento entre mis papeles. Cuando me desvinculé del Opus, no quise llevarme en la maleta ni en las carpetas ningún documento interno de la Obra, pues toda la documentación interna que yo tenía en mi estantería la dejé en el centro de la Obra en que entonces vivía. Pero por despiste se me quedó traspapelado en una carpeta un guión doctrinal del año 1989, que casualmente reencontré el año pasado (2008) al repasar el contenido de viejas carpetas de mi biblioteca.
Puesto que ese documento trata de cuestiones de moral sexual de las que recientemente estamos debatiendo en Opuslibros, me parece adecuado darlo a conocer ahora, precisamente con el fin de que a partir de su lectura se aprecie cuáles son los presupuestos ideológicos y los intereses prácticos de quienes gobiernan la Obra y de quienes marcan las pautas de cómo se debe ejercer la dirección espiritual de la gente del Opus Dei.
Ese guión no tiene título, pero se podría titular así: El obrar moral de la esposa, cuyo marido peca empleando el preservativo en el acto conyugal. Realmente, el minucioso detallismo con que ese guión analiza esa cuestión moral es asombroso. Leer este guión ayudará a comprender los intereses y las obsesiones que se albergan en la cabeza y el corazón de los directores, directoras y sacerdotes del Opus Dei.
Digo que el guión no tiene título, porque, como se puede observar, en su encabezamiento se encuentran tan sólo unas siglas que deben de hacer referencia a los archivos internos del Opus Dei en los que ese tipo de guiones se guardan y clasifican. Estas siglas son de difícil interpretación; sólo quien trabaje en la custodia de esos archivos las puede entender bien. Este guión es un anexo, actualizado en enero de 1989, a otro escrito interno por mí desconocido. Nótese la importancia que los dirigentes del Opus Dei dan a esa cuestión moral, ya que el documento ha sido revisado y actualizado por ellos en varias ocasiones.
El guión está firmado por cuatro autores que ocultan sus nombres, no empleando pseudónimos (como hacemos algunos en Opuslibros), sino escribiendo la primera letra del nombre y apellidos: F.O. – A.R.L. – R.G.H. – J.L.D. De esas cuatro siglas sólo reconozco la primera, pues, si no me equivoco, debe de ser tal vez la de Fernando Ocáriz, actual Vicario General del Opus Dei desde 1994, y uno de los teólogos más renombrados de esa institución. Por tanto, si mi interpretación de la sigla F.O. es correcta, ese guión doctrinal cuenta con el aval de quien actualmente es el número dos de la prelatura Opus Dei.
Animo, por tanto, a la lectura del guión doctrinal, ya que el acceso a las fuentes directas es, junto con testimonios personales verídicos, el mejor modo de conocer la realidad histórica y la mentalidad de sus protagonistas.
Josef Knecht
Guión doctrinal interno nº 59. Moral sexual en el Opus Dei.- Josef Knecht
Ref guión nº 59 Anexo IV (para confesores)
De ref (26/70), III, 3, b) (nueva versión: 1-89)
1.En la unión conyugal, el uso de un instrumento preservativo por parte del varón, para impedir la fecundación, constituye un acto intrínseca y gravemente ilícito, que no puede justificarse en ningún caso (1).
Partiendo de este juicio moral indiscutible, el problema que se considera en este Anexo es el de si puede ser lícita, en algún caso, la cooperación material de la mujer cuando el marido usa un instrumento preservativo.
2.Como enseña Juan Pablo II:
“el acto conyugal ‘significa’ no solamente el amor, sino también la potencial fecundidad, y por esto no se le puede privar de su pleno y adecuado significado mediante intervenciones artificiales (...). En tal caso, el acto conyugal privado de su verdad interior, porque ha sido privado artificialmente de su capacidad procreativa, cesa también de ser acto de amor.
Se puede decir que en el caso de una separación artificial de estos dos significados (unitivo y procreativo), en el acto conyugal se cumple una real unión corpórea, pero ésta no corresponde a lla verdad interior y a la dignidad de la comunión personal” (II).
En consecuencia, si se priva voluntariamente el acto conyugal de su capacidad procreativa, aunque exista una real unión corpórea, deja de ser un verdadero acto de amor conyugal. Es patente, por otra parte, que esta voluntariedad puede existir sólo en uno de los cónyuges en contra de la voluntad del otro (3).
A estas tristes situaciones se refirió Pio XI en la Encíclica Casti connubii:
“la Santa Iglesia sabe bien que no raramente uno de los cónyuges sufre el pecado, más que lo causa, cuando por razones verdaderamente graves permite la perversión del orden debido, que sin embargo no quiere, y que, por tanto, no es culpable, siempre que teniendo presente también entonces la ley de la caridad, no descuide disuadir y alejar del pecado al cónyuge” (4).
Se trata de casos de cooperación material a actor intrínsecamente ilícitos, en los que, como afirma este texto, dicha cooperación puede ser licita ob gravem omnino causam. Pío XI señala que el cónyuge inocente no comete, sino que sufre el pecado del cónyuge culpable: sufrir es un modo de tolerar, de no impedir algo ilícito, pudiendo –hasta cierto punto- hacerlo, sin aprobarlo. La acción de sufrir añade, a la de tolerar, el ejercicio de una paciencia más difícil y dolorosa. En estos casos, el cónyuge inocente sufre el pecado del otro cónyuge al permitir la perversión del recto orden (permittit, quam ipse non vult), mediante la cooperación material a la acción física del cónyuge culpable.
En la enseñanza, antes citada, de la Enc. Casti connubii, no se habla de los diversos modos de pervertir el acto conyugal que ya entonces existían. No puede afirmarse con fundamento que la Encíclica se refiera sólo al onanismo, y no a otros pecados como el uso del preservativo por parte del marido...
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Lo que te incomoda… te acomoda.- Al Chile
Es una manera de decir que aquellas cosas que te molestan de la manera de ser o de actuar de otras personas tú también las tienes y hasta más arraigadas en tu forma de ser y actuar. Es ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Es actuar de la forma contraria a la que predicas.
Estos días han aparecido envíos que dejan ver como al opus, en México, se le aplica a la perfección la frase que encabeza mi escrito. Despertó mi atención la pregunta que hace Raúl López (24 de abril pasado) a Don José Luis Muzquis de Miguel sobre el poco alcance de la prelatura en temas en los que debería ser líder como teología y filosofía.
Yo tengo la respuesta, no me encogeré de hombros como Don José Luis. Es lo bueno (o será malo?) de vivir en el mismo país que el gran Doctor y Filósofo, rector de la UP en los años ochenta del siglo pasado, hermano de otros numerarios que viven en España y Brazil, fundador de todo y nada en México y ahora representante del prelado en tierras aztecas. Las cosas más absurdas del opus, que son todas, encuentran en él respuestas tan sorprendentes como ridículas de la forma de actuar de la cosa.
Había, hasta el 2005, en la facultad de filosofía de la Universidad Panamericana un Doctor en Filosofía que no era del opus; hizo la licenciatura en Puebla y su doctorado en Europa. Es una persona sorprendente por su ingenio y con especial talento en comunicar sus ideas. Un buen día le avisaron en la universidad que no podía seguir dando clases porque no tenían dinero para pagarle su sueldo. Sorprendido, el relegado profesor busca un patrocinador para que pague su salario y seguir enseñando, lo consigue. La Universidad le dice que no puede regresar como docente ante la sorpresa de sus colegas de facultad, amigos, estudiantes y desde luego él mismo.
Durante el curso anual del 2006 un alumno del centro de estudios y también del profesor corrido le pregunta al famoso Doctor porqué no permitieron que ese estimado catedrático regresara a la universidad y el doctor responde: porque no entiendo lo que dice y como no comprendo me da miedo y entonces mejor lo echo. Así sin tentarse el corazón y menos la cabeza, con voz segura, cómo no, él es el jefe, patrón de vidas y haciendas, quien manda en el opus en México, el que dio el visto bueno al nuevo conciliario; quita y pone directores, profesores, mueve numerarios de centro, delegaciones o países a su antojo. Pobre de quién cae de su gracia.
Entonces le vuelven a preguntar al Doctor...
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