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CORRESPONDENCIA

Lunes, 16 de Marzo de 2009

¿Qué tal? Soy María Pía, os mando un saludo y aunque siento miedo de publicar aquí, hay cosas que solo vosotros podeis resolver. Quisiera que alguien me respondiera algo con urgencia.

¿Es posible que después de haber pitado, no se haga la admisión, no por que uno no quiera, sino porque decidan que no?

Agradezco si me responde alguien mayor, con las posibles razones para no ser admitida.

mariapia

NO ES VERDAD QUE YA NO HAYA NADA QUE HACER

María Angustias Moreno, 16 de marzo de 2009

Se me pasa el tiempo, pero no quiero que pase del todo sin dedicar algún comentario a la comida con Agustina el pasado día 7. ¡Que bien estuvimos!. ¡Qué gusto da palpar y sentir la clase de sinceridad que, a los que “salimos”, tal vez como mecanismo de compensación, nos queda!.

De todo el tiempo que llevo ya fuera de la Obra, y como resultado de los muchos ex con los que, por razones de mis libros, he podido contactar, tengo la experiencia de que, al salir, y una vez liberados de espíritus encorsetadores, aun siendo  muy variados, como lo somos, distintos y diversos; de la misma manera que son muchos los motivos que nos llevaron a ser y a dejar de ser; muchas las clases de aspiraciones culturales, sociales, y por supuesto religiosas que una vez fuera nos mueven; aún así, casi siempre (por no decir siempre) somos consecuencia, en nuestro rechazo a seguir dentro, de la misma necesidad de coherencia y de autenticidad. Lo que creo hace que, al encontrarnos, nos sintamos, al menos a mi me pasa, no ya como “hermanos”, sino afines, en algo tan fundamental como la recuperación de una libertad basada en el respeto a uno mismo y a los demás, y por lo tanto cómplices, como expresión o sentimiento de esa clase de amistad que une y que produce un estupendo bienestar al encontrarnos y poder intercambiar experiencias, comprensión, apoyos… Tal vez por eso, el pasado día 7, me volví a sentir muy bien, disfrutando de que todos nos pudiésemos sentir así de bien...

Alexia en mi vida.

Llevo varios meses leyendo diferentes escritos sobre la vida de Alexia y su relación con la película Camino.

Respecto a la película deciros que en pamplona no fue puesta en la primera “tanda”. Después del reconocimiento de los Goyas, solo fue proyectada, en uno de los cines, de la ciudad,  y en algún pueblo de la montaña será proyectada este més. Pero aquí nadie a hablado sobre ella porque “la cosa” se ha encargado de evitar toda publicidad.

Yo no quiero hablar sobre la película, simplemente quería plasmar un recuerdo que me está viniendo una y otra vez cuando leo algo de Camino o Alexia...

Asepsia para las calles

El mercuriodigital.com

Escrito por Javier Ortiz

15-03-2009

Prosigue en Zaragoza la polémica sobre la intención del alcalde Juan Alberto Belloch de dar a una calle de la ciudad el nombre de san Escrivá de Balaguer. Algunos han respondido a las críticas alegando que la capital aragonesa también tiene una calle que lleva el nombre de Carlos Marx. Y el argumento me parece de peso: comprendo perfectamente que a alguien de ideología derechista le moleste vivir en una calle que lleva el nombre del fundador del comunismo. Tanto como a mí me fastidiaría que en mis tarjetas de visita figurara la huella del fundador del Opus Dei.

En París viví en una calle que llevaba el nombre de un novelista apólogo de Stalin, Henri Barbusse. Dudo que a la mayoría de los vecinos de la calle les hiciera una enorme gracia el homenaje impuesto.

Para mí que lo más sensato y menos conflictivo sería que los ayuntamientos españoles dejaran de identificar sus calles con nombres de personas polémicas y pasaran a denominarlas de manera aséptica: “Oso polar”, “Aurora boreal”, “Estrecho de Bonifacio”, “Cabo de Gata”… En fin, en este plan. Ya sé que con esto estoy renunciando de antemano a que San Sebastián me dedique en el futuro una calle, pero como en todo caso sería post mortem, y además la calle estaría en el quinto infierno, me da igual.

De lo que más me gustó de las pocas ciudades de los EEUU que he visitado es la tendencia que tienen sus ayuntamientos a numerar las calles. No sólo resuelve problemas políticos, sino que te ayuda mucho a circular, que es de lo que se trata. “Eso está en el cruce de la 5 con la 10”, te dicen, y lo encuentras en un periquete. En España te sueltan: “Está entre Matías Montero y Largo Caballero”, y casi te produce mareo.

(Aparecido en Público el 15 de marzo de 2008)

No quería opinar sobre el debate hasta no verlo. Ya lo me lo descargué en Internet y pude verlo íntegramente.

Como esperaba, el espectáculo fue lamentable (seguramente excepto para la cadena de televisión, que no lamentará los pingües beneficios que le habrá reportado la audiencia).

No dejaban de extrañarme las alabanzas que aquí he leído a algunos de los participantes en dicho debate. Concretamente a María Antonia Iglesias y Jorge Vestringe.

Pero vamos por partes, que diría Jack el destripador. Empezaré diciendo que sólo hubo una persona que se comportó con educación y supo mantener las más elementales normas del respeto: Agustina. Quizá también Paloma Gómez Borrero. Los demás interrumpían, hacían ironías de mal gusto, cuando no insultaban directamente a partir de prejuicios, abusaban de los argumentos ad hominem… Desde el punto de vista formal, lamentable.

En cuanto al contenido de las intervenciones. Sinceramente, yo no quiero ir de la mano de quien compara la Iglesia católica con el nazismo y al Opus Dei con las SS (esto es, Jorge Vestringe). Y no lo hizo una vez sino varias, dando a entender que no quería establecer una lejana analogía, sino un paralelismo estricto. No estoy dispuesto a discutir sobre una afirmación tan descabellada. Lo siento. Decir que la doctrina de la santificación del trabajo le recuerda al “Arbeit macht frei” (El trabajo te hace libre) de los campos de concentración, es una afirmación de bachiller adolescente. Sinceramente, pienso que al señor Vestringe, en su accidentado viaje desde el PP a la izquierda más extrema de IU, se le ha ido la olla. Ahora se dedica a ir defendiendo a Hugo Chávez allá por donde va, y a establecer sus dogmas políticos más variopintos.

La señora María Antonia Iglesias es conocida por el respeto que demuestra (ninguno) hacia los compañeros de cualquier debate en el que participa. Y son muchos. Interrumpe continuamente, ridiculiza, es capaz de defender una cosa y su contraria en el mismo debate con tal de llevar la contraria a quien no es de su facción ideológica… Los españoles conocimos muy bien en la época de Felipe González lo que es un paradigma de manipulación informativa en su etapa de TVE. Su insistencia en que Ruiz Mateos es un delincuente para echar por tierra la intervención laudatoria de Cuca Gª Vinuesa, me pareció patética.

De lo único que parece que estos dos personajes podían decir algo interesante es de haber conocido a ex miembros con secuelas psicológicas, lo cual es normal que les lleve a pensar que algo no funciona bien en el OD. Pero no creo que posean el conocimiento suficiente para un análisis medianamente serio.

Cuca García Vinuesa y la cooperadora (no recuerdo bien su nombre) conocen la Obra de cerca… pero desde fuera. En ese sentido, aparte de lo inapropiado de las formas (llamar a Agustina rebotada nada más empezar me pareció totalmente fuera de lugar), sus posiciones me parecen normales. Porque desde fuera es difícil conocer los aspectos a mi juicio más criticables del Opus Dei.

Agustina cayó en la trampa de entrar al trapo de las interrupciones. Ello, unido a que ella no utilizaba la misma praxis, le impidió decir las cosas que seguramente hubiera querido decir. Tengo la impresión de que no comparto todas sus opiniones, pero desde luego estoy de acuerdo en que lo del cilicio y las disciplinas no sirve más que para despistar respecto de lo que sí pueden ser auténticos problemas. Por cierto, patética también la presentadora enseñando el cilicio-cinturón de cuero, y el presentador en algunos momentos, como cuando repitió “sin despeinarse”, “ajá, el método bilingüe” cuando la cooperadora le hablaba de los métodos naturales de regulación de la natalidad y mencionó el método Billings.

En fin, que una vez más se demuestra que en este país, en las principales cadenas de televisión, es casi imposible hablar de algún tema con seriedad y un mínimo de rigor.

Savonarola

Dentro de la Obra se escucha muchas veces que la no perseverancia es una infidelidad comparable al abandono del sacerdocio o al divorcio. En ese sentido, se explica como lógica la actitud del “infiel” de echarle las culpas al otro (la Obra, la esposa) y agigantar sus defectos (a modo de justificación de la propia conducta).

Esta explicación tiene cierto sentido (no digo que no), pero me gustaría señalar las enormes diferencias entre un caso y otro, criticando por tanto el abuso que se hace de ese paralelismo.

En primer lugar, tanto el sacerdocio como el matrimonio son dos sacramentes. El primero, según la doctrina oficial de la Iglesia, imprime carácter. El segundo es indisoluble por ley natural (si hubo verdadero matrimonio y todas esas cosas…). La pertenencia a la Obra ni imprime carácter ni es irrescindible por ley natural (ni eclesiástica, por cierto). Una prueba de la limitación de la comparación es el caso de los ex numerarios y agregados con las fidelidad hecha que abandonan la institución, más tarde contraen matrimonio (al que deben evitar asistir los demás fieles de la Prelatura, por ser gran pecado la recepción de un sacramento -¿?-), y tiempo después son admitidos como supernumerarios. ¿Cómo puede la Obra admitir a personas que han consumado tal felonía? Si su vocación era la primera, no puede ser la segunda. Si era la segunda, ¿por qué no se puede asistir a la boda de alguien que va a santificarse en el matrimonio?

Pero quería fijar mi atención también en las claras diferencias que suelen darse en los desafectos que comparé al principio. Lo normal en un divorcio es que entre los cónyuges haya un gran desencuentro en los primeros momentos (lógicamente, puesto que se supone que tal desencuentro es lo que les ha llevado al divorcio). Desencuentro que puede consistir en una fuerte animadversión, rechazo, etc. Es habitual que con el tiempo, salvo cuando ha habido algún tipo de comportamiento terrible, los ánimos se apacigüen, se serenen, pierda fuerza el resentimiento, y finalmente no se guarden rencor. En cambio, me sorprende que en un número elevadísimo de casos, la no perseverancia en la Obra funcione a la inversa. Esto es, uno, por las razones que sea (no aguanta el tipo de vida, se enamora, encuentra que no es lo suyo) abandona la institución. Es posible que lo haga, como suele decirse, “en buen plan”, dispuesto a no perder el contacto con la Obra, incluso ser cooperador. Y sin embargo, con el paso del tiempo, el desafecto va aumentando, los defectos que ahora ve en la institución se le ponen en primer plano, y llega a sorprenderse de no haberlos visto antes con mayor claridad.

Es por ello que situaciones como las que yo planteaba en mi escrito sobre el hijo pródigo (16.02.09), es casi imposible que se produzcan. Por dos razones: la primera, porque la indiferencia que encuentra entre sus “antiguos hermanos” no van a acercarle sino más bien a distanciarle. La segunda, precisamente porque sabe que las cosas serían como yo las describí, es decir, que no va a ser tratado como el hijo pródigo precisamente, ni como la oveja perdida (el pastor no va a ir en busca de ella olvidándose de las otras 99, sino que de la que se va a olvidar es de la “perdida”), es por lo que se le quitaría de la cabeza inmediatamente tal posibilidad, que no creo siquiera llegue a tomar cuerpo en su mente.

Savonarola

Voy en el metro y al escuchar una canción solo pude pensar en la Cólera. Resentimiento. Humillación. Ganas de gritar. Ante la frustración de no poder hacer nada después de haber querido darlo todo y que ese todo a uno le sea devuelto con un "gracias, pero no gracias;" hierve en las venas una fuerza que lo deja a uno débil y triste. Aunque pasan los años y parece como si el tema fue superado hace ya bastante tiempo y hace ya bastantes amores; son canciones, imágenes o personas las que activan emociones casi muertas y aparentemente enterradas.

¿Cómo fuera el mundo sin el Opus Dei? Probablemente fuera igual o bastante similar. Y ¿qué es lo que pudiera calmar ese coraje? En momentos de desesperación uno les desea hasta el peor de los males. Y al final, en el escenario del más salvaje e instintivo acto de venganza uno se los imagina muertos y enterrados como el peor acto de humillación.

¿Qué pasaría si esto de verás sucediera? Regidos bajo las leyes de ese mismo escenario la verdad es que ese hecho no va a devolver ninguna de las ilusiones inocentes (o no tan inocentes) que fueron infladas para luego ser reventadas como globos de fiesta al dejar la institución. Esa es la realidad. Nada, ni la más sentida y reparadora disculpa va a cerrar esas heridas sin antes dejar bien marcadas las cicatrices.

Es por eso que no queda de otra que escoger otros caminos, dejar que el tiempo siga desgastando los recuerdos y que nuevas gentes nos vayan echando azúcar al corazón. Y en el momento en que la inspiración se termina de disolver en nada, se cae en la cuenta que seguir pensando en el Opus Dei no tiene más punto que racionalizar las emociones, haciéndolas encajar en la lógica para que queden grabadas en la mente como una parte más de los hechos de la historia personal de cada quién.

No se trata de olvidar, se trata de ver hacia atrás sin sentir nada de tal forma que al escuchar aquellas canciones, ver esas imágenes o encontrarnos con algunas personas; no haya más reacción que la instintiva de ver hacia a adelante con una sonrisa sincera, con el corazón lijero de peso y con enormes ganas de vivir. Por lo menos así me bajo del metro.

SY

Llevo meses pensando en porqué percibí tanta insalubridad en el comentario de que el Opus Dei está lleno de gente dispuesta a servir a la Iglesia. Concluyo lo siguiente: que como mejor se puede servir a la Iglesia es sirviendo a Dios. Pero que ya avisaba Gandhi de que los medios tienden a convertirse en fines reemplazando y obstaculizando el fin original.

Si el Opus Dei sirve para acercarnos a Dios, y medio sustituye al fin, el Opus Dei toma el lugar que sólo corresponde a Dios. Opusino, ¿estás seguro de estarle doblando la derecha sólo a Él? ¿Pero por qué la divinización de la Iglesia no es también al menos tan insalubre? Intuyo que no es lo mismo porque la cabeza de la Iglesia es Jesús, el rey con corona de espinas, el lider humilde que se entrega hasta la muerte por los demás, el fundador de una autarquía salubre vacuna de las hasta entonces inevitables autarquías del mundo.

Autarquía: grupo autosuficiente que se otorga la misión de salvar el mundo. Entendiendo por mundo su ámbito de referencia sea su mundo la clase obrera, la nación alemana o la Iglesia. La película "Die welle" de Dennis Gansel nos muestra el sentido que se le da al concepto autarquía en el centro y norte de Europa.

Pues el mundo o ámbito de referencia de la autarquía de Jesús era la humanidad entera. Barrunto cosas que no acabo de pillar sobre esta creación de nuestros antepasados cristianos llamada Iglesia Católica. El caso es que mejor corramos un túpido velo sobre lo que ocurrió en la propia Iglesia, y en todo el mundo católico, cuando en 1925 le fue consagrado el universo a Cristo Rey investiendo a Jesús con corona temporal y no con corona de espinas.

Pienso que los medios tienden a convertirse en fines reemplazando el fin original, que los protestantes hicieron un esfuerzo por cortarse la mano que les escandalizaba, que a la Iglesia se la sirve sirviendo a Dios, que a nadie más que a Jesús llamarás Padre o Maestro si es que a alguien llamas así, y que el Opus Dei no está ontológicamente a la altura de la Iglesia por el mero hecho de atribuirse ser Obra de Dios. Y así pensando y barruntando voy haciendo.

Un fuerte abrazote para todo el mundo incluidas todas las gentes de la Obra renovéis o no renovéis este 19 de marzo.

Xavier de Barcelona

Hola a todos. Ahora que supongo estáis descansados, porque hace más de un mes que no doy la lata aquí y como continuación de lo que ayer me contaba Saturio sobre la comida (a la que sentí muchísimo no ir y no era mi intención faltar), respecto a que era muy pesada y todo el mundo sabía ya que Enrique Rojas, no era “Catedrático de la Universidad Complutense” (aunque discrepo, no me voy por ahí, para no extenderme), quiero aclarar, que no sólo ha sido mi intención poner de manifiesto día tras día, que el susodicho Enrique Rojas, no era “Catedrático de la U. Complutense”, sino:

1º) Denunciar y que quedase constancia documentada en internet, ante el mundo entero, que pese a las denuncias (oficiales y públicas), se le ha permitido y permite, en este supuesto Estado de Derecho, a través de los años y de los tiempos (llevamos ya 25 años, que es lo mismo que ¼  de siglo)...

SAN JUAN MARIA VIANNEY: PATRONO DE LOS SACERDOTES

Servicio de Información del Vaticano

CIUDAD DEL VATICANO, 16 MAR 2009 (VIS).-"Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote", es el tema del Año Sacerdotal convocado por el Santo Padre, según informa un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El Papa inaugurará el Año Sacerdotal presidiendo el próximo 19 de junio la celebración de las vísperas en la basílica de San Pedro, donde se expondrá la reliquia del santo cura d'Ars traída para esa ocasión por el obispo de Belley-Ars, monseñor Guy Bagnard y lo clausurará el 19 de junio del 2010 tomando parte en el "Encuentro Mundial Sacerdotal", que tendrá lugar en la Plaza de San Pedro.

A lo largo de este año jubilar Benedicto XVI proclamará a San Juan María Vianney "Patrono de todos los sacerdotes del mundo". Se publicará además el "Directorio para los confesores y directores espirituales", junto a una recopilación de textos del pontífice sobre temas esenciales de la vida y de la misión sacerdotal en nuestra época.

La Congregación para el Clero, de acuerdo con los ordinarios diocesanos y los superiores de los institutos religiosos, promoverá y coordinará las diversas iniciativas espirituales y pastorales para subrayar la importancia del papel y de la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea, así como la necesidad de potenciar la formación permanente de los sacerdotes, ligándola a la de los seminaristas.

Interesantísima la entrevista a María Victoria Molins, una religiosa católica con una mente abierta y una visión del cristianismo que nada tiene que ver con conductas sectarias y fanáticas.

Estaría muy bien poder poner a en opuslibros la transcripción en castellano a disposición de todo aquel que le pueda interesar.

La entrevista dura cerca de 25 minutos por lo que traducirla y transcribirla supone un esfuerzo considerable que "agradecido" se ha ofrecido a asumir.

Amigo "agradecido", si quieres ayuda, yo puedo prestártela, por ejemplo, podríamos traducir y transcribir la mitad cada uno ó si prefieres hacerlo tú solo pues me parece perfecto.

Si quieres que te eche un cable nos podemos comunicar a través de la propia web o si quieres le pides mi correo a Agustina.

Un abrazo para todos y todas

Luis   

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