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CORRESPONDENCIA
Lunes, 29 de Junio de 2009
Una más de san opus.- Ex_apéndice
Hola:
Otra más de “san opus”. Una mezcla indecente de inspiración divina y atentado contra las leyes civiles del estado.
Tengo 69 años. Pité a los 18 años como oblato (antes supernumerarios internos, luego agregados).
Aunque hoy no me voy a referir a eso, vaya por delante un breve comentario al hecho histórico del sucesivo cambio de nombre de los agregados: ¡Qué cacao mental tenía Escrivá al respecto! De modo que, según sus propias afirmaciones, Dios le re reveló, con toda claridad lo que era el opus nada menos que el mismísimo 2 de octubre del 28, pero, los agregados, como tales no aparecen hasta 1967 (¡casi cuarenta años después!). Bien es verdad que antes de esa fecha él los había llamado oblatos, y antes, a partir de 1949 o 1950 supernumerarios internos. Es decir, que los agregados actuales aunque con otros nombres, surgen, como muy pronto ¡veinte años después del momento fundacional Esto quiere decir, pese a quien pese, que alguien no se aclaró ese día tan señalado. Lo que pudo ocurrir es una de estas dos cosas:
. O el que revelaba el opus (Dios mismo) padeció un lapsus, cosa altamente improbable. Vamos que no me figuro yo a Dios con imprecisiones a la hora de ponerse a revelar.
. O el que recibía la revelación (Escrivá) no se enteró bien, cosa posible, si consideramos que debía estar un pelín azarado, (Dios no se aparece así como así) en la presencia de aquel visitante tan excepcionaaaal, al modo que lo estaba Moisés en el Sinaí.
Pero también cabe, sin ser malpensados, que ocurrió una tercera alternativa, que cada vez va tomando más cuerpo en mi idea de lo que fue el momento fundacional:
No hubo tal revelación. Ergo… Bueno cada cual saque su conclusión.
Decía que tengo 69 años, que pité a los 18 como oblato y, añado ahora, que a los 21 ya tenía yo aprobada una oposición que me convirtió en funcionario del Estado Español, en el Ministerio de Educación. Mi vida laboral estaba resuelta.
Siguiendo algunas "sugerencias" de mis directores del momento, tomé “libremente” la decisión de pedir la excedencia como funcionario y ponerme a trabajar como profesor en una obra corporativa, en 1962. Desde entonces hasta 1982 siempre trabajé en obras corporativas del opus en distintos lugares del ancho mundo, ocupando en algunos casos puestos directivos.
En 1982, decidí abandonar la obra (nadie me echó, al contrario procuraron retenerme por todos los medios) me reintegré a mi puesto de funcionario del Estado y asunto resuelto.
Pero… aproximadamente en el año 1999, al acercarme a la jubilación, hice recapitulación de mis años de cotización a la seguridad social como profesor contratado en las obras corporativas, añadiendo, en mi caso, los que hubiera cotizado en los derechos pasivos, como funcionario del Estado.
Mi sorpresa fue mayúscula. No tenía más que tres meses de servicios prestados a la administración como funcionario antes de pedir la excedencia, y 18 años, desde 1982 hasta el 2000 en que cumpliría los 60. En total 18 años, 3 meses y 29 días, como funcionario en activo del Estado Español.
¿Dónde estaban los otros 20 años? En las obras corporativas del opus. Pues vamos a buscar en los archivos de esas obras corporativas, me dije a mi mismo. Escribí, solicité información, recabé datos, y fue frustrante para mí, recibir como respuesta algunos apuntes dispersos contenidos en unos papelajos impresentables, que aun así “presenté” ante la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). La respuesta no se hizo esperar. En los registros de la TGSS no había ni rastro de mi cotización puesto que ni siquiera tengo el número de registro personal en ese organismo. Es decir que las obras corporativas en las que trabajé, sí certifican que trabaje allí como no podía ser menos, pero no demuestran que yo cotizara ni un solo céntimo en la Seguridad Social, porque, sencillamente, mientras trabaje allí como profesor contratado no me la pagaban… pero si “me la pegaban”.
Ante ese hecho, para conseguir mas años de servicios, decidí continuar en activo como funcionario del Estado hasta los 70 años. Cosa que sucederá en abril de 2010. Entonces, despues de trabajar inninterrumpidamente durante casi cincuenta años (50) tendré 28 años, 3 meses y 29 días de servicios en la administración, y por tanto una pensión notablemente mermada, pues para tener la pensión completa es necesario haber trabajado 35 años.
El opus me debe 20 años de cotización a la Seguridad Social. Claro que se lavarán las manos diciendo que legalmente el opus no es responsable de nada, que en todo caso lo será la sociedad civil titular que nominalmente es la propietaria de la obra corporativa, bla, bla, bla… pero a mi no me pueden embaucar con cantos de sirena. El opus es responsable moral, de semejante atropello. Las sociedades “tapadera” son una manera de eludir ante la ley las responsabilidades civiles del opus.
De todas formas estoy peleando el caso y lo he puesto en manos de mis abogados que piensan demandar a la sociedad civil responsable de la obra corporativa de que se trate. Veremos a ver qué logran, porque “con san opus hemos topado…”
En descargo de esto tengo que decir que me consta que en algunos casos distintos al mío las obras corporativas sí han pagado, en la parte que les corresponde la seguridad social de sus empleados. Pero en mi caso (mala suerte la mía) no ha sido así.
De todas maneras, paz en libertad. Un abrazo para todos
Ex Apéndice.
Cada uno es un ser muy diferente de otros.- Calandria
Cada uno es un ser muy diferente de otros. Durante el proceso de salida del Opus Dei hay tantas necesidades tan distintas como somos los seres humanos. Los hay desde los que necesitan “reconstruir” su personalidad hasta los que no requieren ningún tipo de tratamiento, pasando por todas las facetas que las distintas personalidades requieren para enfrentar cada nueva situación y según sea la situación para cada uno: fuerte, dolorosa, traumática, indiferente, sufrida….. En cuanto a las pesadillas, hay quien las tiene y hay quienes no las tienen… Las manifestaciones del distanciamiento y ruptura son innumerables según sea el sujeto que las vive.
Querida/o Ruta: he leído tu respuesta y no me he quedado ko. Conozco muy bien a lo que me expongo al escribir en Opuslibros, por eso me cuido de no hacer defensa de lo que es mi vida: la Obra. Simplemente, en el caso de María ML, escribí mi vivencia, con ánimo de ayuda, no de defensa.
Tú me haces una serie de preguntas acerca de lo que llamas el “maltratador psicológico” y me pides que te comprenda. Al igual yo, te digo que no entiendo tus preguntas sin embargo te comprendo. Comprendo tus sufrimientos, comprendo…. una larga serie de agravios que puedan haber hecho mella en ti al igual que a muchas personas. Y no hago defensa, no digo que no hay tales agravios, los hay, lo reconozco y si deseas yo te pido perdón, aunque no haya sido directamente la autora de tales agravios y maltratos psicológicos, y te pido perdón no en nombre del Opus Dei porque no soy su representante (porque no existen los representantes del Opus Dei, los únicos que conozco son las Oficinas de Información de la Obra que hay en los países en los que está erigida la Obra).
También entiendo tu ironía cuando te refieres al “voto de alegría”, tú hiciste voto de alegría?, bien sabes que ese voto no existe, como no existen los votos en el Opus Dei.
Un fuerte abrazo para ti, Ruta
Calandria
Pesadillas y muerte espiritual.- Daniel_M
Para Maria_ML:
María, estos días te han escrito bastantes personas con sus opiniones. Todos, con buena intención. Algunos con mejores ideas que otros. Quizá estés saturada y hasta confundida con algunas opiniones. No te diré casi nada sobre los sueños y recuerdos de tu experiencia como numeraria, es natural que los tengas, pues fueron 17 años viviendo de esa manera. Respecto a las relaciones sexuales prematrimoniales… Creo que Sancho1964, en su carta del 24 de junio, te dio algunas ideas acertadas; aunque Sanivo fue mucho más directo en expresarlas. Yo me dirijo a tí sólo como casado y razonando como cristiano...
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Los Afectos en la cosa.- Motroton
Los Afectos. María_ML
Cada uno es responsable de sus actos y no me parece de recibo justificar un pecado diciendo que otros pecan más o sus pecados son más gordos. El problema no es pecar, si no, reconocer que has pecado y por tanto tener propósito de la enmienda.
Los hombres somos tremendamente carnales y damos amor a cambio de sexo así como las mujeres son muy afectivas y dan sexo a cambio de amor (Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas. Allan y Barbara Pease. Ed Amat)...
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Los reyes magos tampoco existen.- Atomito
Cómo que no existen??? (Foto por Atomito)
Cuando yo pertenecía al opus, el tipo de cosas que me hacian sentir culpable eran estupideces como:
- tener pensamientos “impuros”
- llegar tarde a misa
- haber comulgado sin hacer los 60 minutos de ayuno
- distraerme en las oraciones vocales
- no haber cumplido con los encargos que el opus me daba
Luego que me desprogramé el cerebro de las tonterías que la iglesia y el opus me metieron en la cabeza, me siento culpable de:
(Leer artículo completo...)
Los blogs de las supernumerarias.- Carocha
Los blogs de la gente opus son un pequeño mundo peculiarísimo, un poco claustrofóbico, un poco cateto, totalmente de plástico, con esa característica inconfundible de impersonalidad y atemporalidad que tienen todos los escritos del ambiente de la Prelatura. Pena que no hayan podido asesorar la edición original de las Escrituras, tendríamos hoy un texto mucho más presentable. Tantos personajes feos, puercos y malos, - y que se salvan! qué ejemplos! qué falta de cuidado en los detalles, hijos! Con lo fácil que es matar a la gente incómoda sin siquiera el trabajo de ensuciar las manos!
Son blogs de gente que se reclama de una sensibilidad “humanística” apurada, gente “de letras”, con especial y auto-proclamado talento para escribir – ese tipo de gente que tan bien conocemos en el opus y que en la prelatura tiene invariablemente el noble “encargo” de mentir. Diria o Eça: “É patriotismo. Fujamos! ” Horrible, y encima se hacen mutuamente, en los comentarios a los posts, los más rasgados elogios – habrá que corregirlo, eventualmente.
Hace unos días, algo de curioso ocurrió: aparentemente hubo una “convivencia” (qué nombre!) para escribas de blogs, para supernumerarias escribas de blogs. Las supernumerarias que tienen blogs escriben sobre... cómo diría? Sobre el claro-oscuro de la vida, saes? Sobre las pequeñas y grandes alegrías de la vida, siempre entremezcladas de la cruz en las cosas pequeñas, que tan bien sabemos transformar en gloria, saes? Los hijos, a quien tanto amamos y que tanto nos hacen sufrir, los maridos, a quien tanto amamos y que tanto nos hacen sufrir, la profesión, a la que aportamos los tesoros de nuestra sensibilidad femenina, la casa (raramente un piso, en todo caso...) y el jardín, con sus problemas muy propios, que resolvemos con los tesoros de nuestra sensibilidad femenina, la familia, la propia y la del marido, sobretodo la del marido, a la que es de buen tono profesar una admiración rendida – en fin, casos de manual para antropólogos dedicados e inmunes a la desesperación y al recurso al alcohol, de preferencia con un sólido sentido del humor.
Claro que ninguna de las supernumerarias bloguistas escribió sobre la “convivencia”. Pero una de las amigas más “encajadas” lo supo y... damn! lo dejó caer en un comentario a un post de la supernumeraria. El ridículo de todo esto es perfectamente monumental: el ambiente del opus es tantas, pero tantas veces de vaudeville de segunda! Y estuvimos allí!
En conclusión: todo cambió después de la convivencia (orientada ciertamente por numerarias humanistas y bloguistas también – pero los blogs de las numerarias se mueven en un ambiente más institucional, menos existencial, digamos, :)) sin maridos (aunque asexuados, faltaría más), ni suegras (aunque sabias y amigas), ni pañales sucios: en una esfera más depurada de ideas y sentimientos: es decir, sin ideas ni mucho menos sentimientos propios, sin vida, perfectamente irrespirable y sin ningún interés).
El problema de esta gente es que no saben qué hacer. Siguen pensando que los blogs son la versión más reciente de la prensa escrita, de diarios, de memorias, de ensayos. Y no, felizmente no. Lo que escribimos en los blogs tiene una característica de luminosidad incomparable a nada de lo anterior. Es como la exposición a un espejo de 360 grados: es imposible esconder imperfecciones, intenciones, grados de pensamiento, de precisión. Es totalmente esclarecedor.
Con el fervor de la “convivencia”, los blogs de las supernumerarias se transformaron en clases de “doctrina sana”, claro. Han dejado por un momento (no creo que dure mucho) las reflexiones sobre el marido y la suegra para entregarse con furia a la vaca fría del los hijos y el botellón, el amor a la Iglesia y al Papa, la condena formal de los bikinis, las delicias de la montaña en verano, lejos de la playa y de la perdición: el cocktail habitual de grandes temas universales.
Nueva escena: entran los ex, amigos, comentadores habituales. Estos se sienten incomodados con tal elevado nivel de ortodoxia. Y lo dicen: qué cosa, así es imposible seguir, querida! Mira, la vida real (de la que yo ahora entiendo, saes?) no es así! El problema es que estos ex hacen mucha falta en los comentarios del blog, que, sin ellos, se verían reducidos a los supernumerarios entre sí, lo que evidentemente no conviene.
Entonces, la pobre autora del blog, sin saber qué hacer, que todo es tan público y la convivencia es tan reciente, y me leen de todas partes, desde dentro, desde fuera, desde donde no sabemos, qué lío! pide treguas:
- “Mirad, no me estropeéis el post, por favor!” - sic, os aseguro que sic! :))
Carocha
Con todo el cariño.- Asun
Hace unos días que entré en la pagina por medio de la información de un amigo. He leído algunos testimonios y varios artículos que me han motivado a inscribirme.
Sólo decir que fui supernumeraria desde los 15 a los 30, gran parte de mi familia sigue dentro, y desde que salí un 19 de Marzo con un gran salto al vacío, que aún hoy no lo puedo explicar con facilidad, pero sí con paz! Enorme! Desde entonces procuro mantener una actitud conciliadora y abierta con mi familia. Sé por experiencia que si tienen alguna oportunidad de abrir su mente es con cariño y sin malos rollos que les hace replegarse a los cuarteles de invierno ¡No puedo permitirme ser una amenaza! Los quiero mucho.
De mi vida dentro, he de decir que aun vivía el fundador, su último año, así que recuerdo todo el montaje que se desplegó y como aprovecharon para que pitaran tantas, mi fortuna fue que siempre he sido rebelde y muy crítica, con lo que no les fue fácil, me propusieron que fuera numeraria, luego agregada, transigí con lo de super aunque por entonces no tenia novio ni ganas, pero me enrosqué con lo de la vida cotidiana y de ahí no pudieron sacarme.
De mis luchas, remordimientos, para qué contar… sólo decir que Dios ha sido bueno conmigo no perdí la fe la encontré, porque sólo te fías si te fías.
Un saludo a todos, Asun
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