Resulta difícil creer que en una institución de la Iglesia se enseñe a mentir como recurso para diversos fines supuestamente honestos.

Sin embargo, son múltiples los testimonios que señalan la presencia de engaño y mentiras en la historia y la praxis del Opus Dei. ¿Cómo entender esto? ¿Se trata de apreciaciones exageradas?

El problema se presenta cuando no son uno o dos «los exagerados» sino diferentes personas que, desde distintos puntos del Planeta (gracias a internet), coinciden en señalar, al menos, «la falta de coherencia» en el discurso del Opus Dei. ¿Es esa incoherencia, inocente?

No pocos son quienes señalan esa falta de coherencia como producto directo del ejercicio del engaño.

La pregunta es, ¿de qué forma se puede introducir la práctica de la mentira sin que ello provoque resistencias en quienes se inician en el Opus Dei? No incluyo a quienes ya llevan años porque necesariamente han pasado esa barrera.

Primero entonces está el asunto de la presencia de la mentira, y luego el modo de ejercerla. Finalmente, la razón de su presencia, para qué o a causa de qué.

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¡Al fin estoy con vosotros!

 Este momento tenía que llegar,…

 Me explico:

Fui numeraria 19 años, del 1980 al 2000. Madrid, Barcelona, Lérida, Málaga. Para más inrri administradora y miembro del consejo local. Teniendo en cuenta que mis padres eran también del opus… se puede deducir que vivía en una burbuja aislada del mundo real.

Cuando me salí estaba tan jodida.., tenía tan poca energía… que no podía perderla analizando mi pasado. Bajé una persiana y no volví a pensar en ello. Necesitaba todas las fuerzas para sobrevivir en un mundo que desconocía por completo.

Fue duro despertar a la vida a los 39 años, pero yo soy dura, me han criado para serlo.

Hoy puedo decir que trato de manejar mi vida, estoy bien, hago lo que quiero y me gusta mi elección. Pero también os digo que acudo regularmente a un psiquiatra para desprogramarme, para reconstruirme, para saber quien soy y escucharme dentro de mí. La lucha no es fácil. A veces tengo que hacerme violencia para no creerme todo lo que me dicen, para no hacer lo que me dicen, para saber que es lo que yo quiero… Es una lucha constante, pero soy consciente de que ya no vale el “es que me han dicho…”, Yo soy la primera y ultima responsable de lo que digo, hago, y pienso, y si me equivoco…¡Pues déjame!,  que ya no busco la santidad! ¿Quién dice lo que está bien y lo que no?,¿ quien dicta las normas?

Hace 3 días me metí en opuslibros.org y reconozco que me he enganchado. He destapado una herida mal cerrada y está saliendo mucho pus. Ahora me siento fuerte para afrontar tanta mierda disfrazada.

Gracias por estar ahí. Contad conmigo. 

Marta

Hola!

Me ha llegado este correo pidiendo adhesiones para que quiten la subvenciones a los colegios navarros que no admiten niñas y niños juntos, y que los tres son del Opus Dei.

Firmad si estais de acuerdo. gracias. Carmen Charo

Estimada ciudadana/o
 
Hemos apostado y estamos trabajando en apoyo a una modificación de una ley en Navarra. Modificación que supondrá que con el dinero público no se financie o se concierte con colegios que segregan por sexo a sus alumnos/as.
 
En Navarra son tres los centros y los tres son colegios del Opus Dei...

Querido Daniel_M.,

Muchas gracias por tus consejos sobre mi "salida jurídica" de la obra.

Probablemente a muchos que están en la misma situación que yo, han encontrado una solución en tu escrito.

Yo no pienso hacer nada, lo que más me ha tranquilizado de todo lo que escribiste, es que después del 19 de marzo, mi nombre será borrado definitivamente de la institución, y ¡eso es lo que yo más quiero!, que no quede constancia alguna de que pertenecí a "eso".

Comprendo que para muchos ex-miembros, es muy importante tener algún tipo de constancia de su pertenencia al Opus, ya sea por motivos profesionales o de la índole que sean. En mi caso, los más de 20 años que pasé en la institución, ni me dieron más prestigio profesional (nunca trabajé para ninguna obra corporativa), ni más prestigio social (tuve muy pocas amistades verdaderas dentro del OD). A mi personalmente, me conviene en todos los sentidos  que  no haya forma de comprobar mi pertenencia a la obra, y en éste caso, por primera vez el Opus Dei y yo, estaríamos celebrando un pacto justo: ellos me borran para siempre de su historia,  yo los borro para siempre de mi vida y todos tan contentos.

No considero que con esta actitud esté tirando 21 años de mi vida a la basura. Tuve mis buenos momentos, que guardaré siempre en la memoria; como también los tuve malos, que trato de deshechar de mi pensamiento. Tengo también mis remordimientos de conciencia por las veces que fui de cierta manera presionada a actuar en contra de mis principios personales, pero creo que al final, lo que más me molesta es haber pasado tantos años de mi vida en un error. Hoy, creo que tengo una mejor relación con Dios, porque no tengo que cumplir normas impuestas; estoy adquiriendo una mejor preparación profesional, porque leo e investigo lo que se me da la gana;  tengo mejor relación con las personas que me rodean, porque las trato por amistad sin fines proselitistas, pero lo más importante de todo es que por primera vez en muchísimos años  SOY COMPLETAMENTE LIBRE para ser yo misma, sin estar preocupada de seguir las praxis, costumbres, plan de vida, sin tener que ir a  círculo, ni hacer la charla, ni confesarme cada semana, ni temer por las correcciones fraternas, ni tener que ser encantadora con todo el mundo. Hoy puedo ¡vivir la vida con calma!.

Por eso te digo, que a mi me conviene más que a nadie que mi nombre quede completamente desvinculado del Opus Dei. Será una buena forma de hacer "borrón y cuenta nueva", y a partir de ése momento hacer las cosas como Dios manda (me refiero al Dios que está en los cielos, no al dios-opus).

Por otra parte, creo que tus consejos deben tenerse en cuenta, sobre todo para aquellos que dedicaron muchos años de su vida a la institución, de manera profesional. Es justo que quien prestó servicios dentro de la obra, le sean reconocidos, como también su pertenencia a ella. Para muchas personas, es la única manera de comprobar que existieron todos los años que pasaron en la institución, porque cuando sales de ahí, es como si llegaras de Saturno, no tienes historial de crédito, no tienes currículum profesional, no tienes constancia de estudios, ¡no tienes nada!, y desafortunadamente cuando tienes que vivir "en medio del mundo"-el de verdad- tienes que comprobar todo: que eres quien dices ser, que has estudiado lo que has estudiado, que has vivido donde has vivido, etc.

Por si a alguien le sirve, he investigado un poco, y en México sólo es necesario acudir a un Notario Público con dos testigos, para acrditar tu pertenencia a la institución.

Besos y abrazos con cariño (msd)

Salypimienta  

Agradezco a Gervasio su atinado artículo El Opus Dei como prelatura (4.02.2009), en el que expone con fundamento histórico, profundidad teológica y admirable sentido del humor una serie de ideas que él y yo compartimos. Debo reconocer que mi estilo literario no es vital ni fenomenológico como el suyo, sino más denso y pesado. Por todo ello, lo felicito cordialmente.

Leí su artículo el jueves 5 de febrero. Comencé ese día recibiendo por la mañana dos malas noticias, que me dejaron entristecido para el resto de la jornada. A media tarde entré en la página Opuslibros y me encontré con ese artículo que entonces leí a medias en el ordenador. Lo imprimí en papel y me llevé esos folios para leerlos sentado en el autobús urbano. Mientras lo leía, no pude reprimir risas y carcajadas que llamaron la atención a los pasajeros cercanos a mí. Aquí tengo otro motivo más de agradecimiento a Gervasio, pues terminé bien un día que había comenzado mal.

Los comentarios de Gervasio sobre la distinción entre la así llamada espiritualidad secular y las espiritualidades religiosas me han recordado un chiste del humorista Chumy Chúmez (pseudónimo de José María González Castrillo: 1927-2003). Se trata de una breve conversación entre un monje y un señor anciano (este último, seglar o laico, bastante decrépito, por cierto):

MONJE: Yo he hecho votos de obediencia, pobreza y castidad.

SEÑOR ANCIANO: Pues yo más todavía: he hecho votos de tercera edad.

Con estas dos pinceladas, Chumy Chúmez, cuyo sarcástico humor tenía más calado filosófico –y a veces teológico– de lo que a primera vista pudiera parecer, traza muy bien la distinción entre las espiritualidades religiosas y la así llamada espiritualidad secular, que, como bien señaló Gervasio en su artículo, no existe en realidad.

La espiritualidad secular es sencillamente la vida misma, eso sí, vivida bajo el impulso del Espíritu Santo. Ejemplos históricos recientes podrían ser, entre otros, la vida del arquitecto catalán Antoni Gaudí (1852-1926) y la del estudiante piamontés Pier Giorgio Frassati (1901-1925), beatificado por Juan Pablo II en 1990. En cambio, las espiritualidades religiosas no se limitan a la vida misma, ya que, impulsadas también por el Espíritu Santo, se someten a una normativa concreta –en el caso del Opus Dei, concretísima– prescrita en una regla o en unos estatutos. En muchos casos, las espiritualidades religiosas exigen la profesión de los votos de pobreza, obediencia y castidad; en otros casos no se exige la profesión de esos tres votos, pero sí una consagración por la que el religioso o el laico consagrado abraza los compromisos de su espiritualidad concreta. En el Opus Dei como prelatura no se exige a sus miembros laicos o clérigos la profesión de los tres votos antes mencionados, pero sí la consagración, la cual se adquiere mediante las tres ceremonias de incorporación (admisión, oblación y fidelidad) tal y como regulan los actuales estatutos de la Obra. Y repito una vez más la misma pregunta: ¿por qué el Opus Dei oculta esta información en su versión oficial presentando a sus miembros como si no fueran personas consagradas, cuando en realidad sí lo son?

Gracias, Gervasio, por haberme avivado el sentido del humor.

Josef Knecht

El Opus Dei, en el centro de la polémica

TELECINCO.ES

Javier Fesser es el hombre del momento. Tras su noche triunfal en la pasada gala de los Goya, en la que ganó seis de los siete premios a los que optaba, el director español y su galardonada película han conseguido crear un debate social en torno al Opus Dei.

La película se centra en la historia de la canonización de Alexia, la hija de una familia perteneciente al Opus Dei que falleció a los 14 años. Según el propio director, la cinta "no hace un diagnóstico del Opus Dei, sino una radiografía".

Pero las críticas a la película no tardaron en llegar desde que se estrenó en el Festival de San Sebastián.

Fesser y el equipo de la película se vieron obligados a mostrar en un comunicado su repeto por "el legítimo derecho" del Opus Dei a "interpretar libremente" la cinta, "que nace con auténtica vocación de darle voz a todo tipo de puntos de vista", después de que la Oficina de Información del grupo en España le acusara de ofrecer una radiografía "falsa y manipulada" de esta institución de la Iglesia Católica en este trabajo.

Ahora que Javier Fesser ha vuelto a poner en el punto de mira al Opus Dei, una organización católica con más de 85.000 fieles, de los cuales el 70% son españoles, La Noria se hará eco este sábado de la polémica en torno a este asunto. 

Mientras desde el Opus Dei impulsan aceleradamente la santidad de sus miembros, los críticos les acusan de fanáticos y de ejercer una brutal presión social y política… Si quieres dar tu opinión al respecto, puedes hacerlo ya en esta encuesta: ¿Consideras al Opus Dei un peligro?

Preguntaba Supo el miércoles 4 de febrero que dónde está la estatua de Escrivá de Balaguer en el Vaticano, y Agustina le envía a un escrito en el que se habla de ella, pero no se indica dónde está.

La estatua está, mirando al Vaticano desde el Obelisco, en la parte de la izquierda, en la fachada del Vaticano, pero ya en la zona de acceso restringido a los jardines vaticanos. He intentado mirarlo en Google Earth, pero las imágenes deben ser anteriores a la estatua, ya que la hornacina está vacía...

Leí de pasada la carta del “recién pitado como supernumerario”. Y es mi esposa la que me pregunta si voy a decirle algo. Ella está descubriendo, aunque también tiene su propio conocimiento experiencial, como es realmente esta prelatura personal y piensa que desde lo que sé por haber sido supernumerario, podría orientar algo al recién pitado.

Y me resulta díficil. ¿Qué le podría decir?¿O por donde empezar?

Le preguntaría ¿qué es lo que te dice el corazón? Por una parte, nos cuentas “me siento muy bien espiritualmente, me está siendo de gran ayuda el plan de vida y la confesión semanal”.

Si esto es así, es señal de que el trato con Dios por medio de los sacramentos y la oración, vienen bien a tu alma. Por una parte, que vas haciendo lo que Dios quiere, el trato con Él a través de la oración y los sacramentos. Y de forma natural, tu espíritu experimenta lo beneficioso que eso es. Bien, esto no lo dejes nunca. Pero, ¿significa que tienes una vocación determinada al Opus Dei?...

La oveja negra leyó en Internet los testimonios de otras ovejas que habían dejado el redil porque no habían aguantado el peso que ella también había sentido una vez.

Los internautas, se asombraron de que una oveja que estaba dentro del redil pudiese leer sus testimonios, pero la oveja no solo leyó sino que escribió y participó, para mayor asombro de las ovejas desertoras. Leyó y comprendió tantas cosas!… “cualquiera no puede ser pastor” pensó. El verdadero pastor debe estar entregado de lleno y siempre a su redil. Debe estar atento a las necesidades de sus ovejas, sean blancas o negras, tratar a todas por igual, de acuerdo a lo que necesitan particularmente, porque si están en el redil merecen toda su atención. La oveja se identificó con varios de los testimonios y dio fe de ellos.

Son temas esenciales los que ella tenía muy presentes en su vida y que, era evidente, los pastores de los rediles no habían tenido en cuenta en tantas ocasiones. La oveja, que había sufrido en silencio, entendía el sufrimiento de aquellas otras pero nada podía hacer, humanamente, nada.

Sentía deseos de gritar ¡SE PUEDE! Por favor… ¡se puede!... se puede vivir una vida de amor dentro del redil! Hay un tiempo, que es como una prueba de Dios, en que uno se lo pasa realmente muy mal y llega a pensar tantas cosas! Hay críticas fuertes contra el redil en la vida de uno, hay una falta de entendimiento –le había pasado a ella- pero después se entiende todo, viene la calma, la tranquilidad, la paz. Pero antes hay que pasar por el “túnel negro”. Ella lo había pasado felizmente. Es como dar a luz una criatura, pensaba, la mamá no se acuerda de los sufrimientos pasados cuando tiene al hijo entre sus brazos. Se olvida todo cuando la felicidad es plena.

Y la oveja escribió en Internet sus vivencias en el redil. No tuvo mucho eco, otros la criticaron, no faltaron las burlas o los comentarios irónicos. Nada de esto le importaba, solamente le importó dejar su testimonio, para que otros lo leyeran.

La ovejita vivió feliz durante muchos años. Estaba con las otras ovejas, las servía con amor porque grande era su AMOR, esto le bastaba, no quería ni buscaba nada más.

FIN

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Primer capítulo

Yo era numerario y también me fui, me fui con la misma sensación que todos, por lo que veo, traición, condenación, ostracismo, a un paso de los infiernos, fuera de aqui la nada, etc...

Con el tiempo me casé con una buena mujer, que por ironias del destino se hizo supernumeraria (aunque afortunadamente no perdió su libertad para pensar). Tuvimos hijos y decidimos de común acuerdo una enseñanza dentro de los colegios de la Obra (nos sedujo la propuesta de "la enseñanza personalizada"). Afortunadamente mis hijos algo aprendieron de sus padres y era intentar comprender el porque de las cosas más alla de los que dijeran unos u otros. No hay que ser muy inteligente para deducir que mis hijos no son de la Obra, ya que nunca han aceptado hacer las cosas sin entender el porque (lo de la santa obediencia, como que no). Naturalmente mi mujer y yo desarrollamos la "colegio-dependencia" (fuera de este centro es el caos, la perdición las drogas, el sexo sin freno,...). Pero aun asi dimos el paso ya que "la enseñanza personalizada" en realidad era "formación personalizada" nos pareció muy importante. La realidad era que cuando acudias al colegio con una necesidad especificamente pedagogica no habia trato al alumno personalizado, crecian los problemas y naturalmente afloraba el corporativismo si el objeto de la queja era un profesor.

Pasados los años mi mujer desarrolló una enfermedad que le impedía asistir a los medios de formación y muchos de los dias le imposibilitaba el cumplimiento de las normas. Esto le generaba una gran angustia hasta que un día, despues de 15 años, decidió abandonar. No por desapego al Opus Dei, sino por sentir que estaba falseando su relación con la Obra. En definitiva por honestidad personal. Naturalmente ese día se acabaron las llamadas interesandose por su salud, los rezos para su mejora, el encomensarla, etc. Como muy bien habeis dicho dejó de existir, yo ya lo había hecho muchos años antes, amigos de adolescencia que miran para otro lado con tal de no saludarte, etc.

Cada día que pasa tengo más claro que esta todo pensado y dirigido para una determinada clase social con altos recursos, es evidente que si se "cuela" un "hijo de obrerete" (dicho con todos los respetos) se le tolera como mal necesario, ya que las puertas estan abiertas a todo el mundo (otra cosa es que puedas seguir el ritmo de gastos en convivencias, retiros, etc). Los colegios van dirigidos a gente solvente economicamente y de vez en cuando crean un Tajamar, Senara o Los Tilos que sirven de "lavaconciencias" a la organización, aunque la moda está ahora en servirse de los conciertos educativos (al menos en ciudades como Madrid) para seguir abriendo "peceras" a precios algo mas asequibles (aunque no aptos para todos los públicos).

coco

PD: Nacho F. , gracias a ti me he animado a escribir de una manera tosca este articulo. Además te haría mucha gracia si supieras lo que tenemos en comun, está en uno de los articulos titulado Gracias a todos... y al metro. La clave está en el último párrafo.

Hola Rodrigo C, no se cómo enviarte un mail personal aunque creo poder aclarar tu duda.

Como dices Lefrevre se opuso a los cambios que abría el Concilio Vaticano II en la Iglesia. Como obispo podía ordenar sacerdotes e incluso a otros obispos, pero para la ordenación de obispos se necesita la aprobacion papal. A  Lefevre se le advirtió sobre este tema, pero hizo caso omiso y nombró 4 obispos. Ni Ratzinger ni Juan Pablo II ni nadie lo excomulgó, sino que tal como debe estar recogido en  las leyes canonicas? o alguna ley de la Iglesia?, al ordenar 4 obispos quedó automáticamente excomulgado. No hubo ningún acto de excomunión. A esta explicación no le se poner las palabras técnicas, pero es así,

westy

Discernimiento de las vocaciones de adultos

Por jacques delarue, Rector del Seminario de Vocaciones de adultos. París.

Las aptitudes.

Madurez afectiva.

La madurez afectiva debe ser tal que el individuo pueda compro­meterse, con suficiente conocimiento de causa, con la gracia de Dios, a guardar la castidad; Dios no quiere que nos entreguemos a él por sorpresa.

Para aclarar este punto yo diría que la perspectiva de la voca­ción debe aparecer al joven no tanto como uno de los caminos de la encrucijada a que ha llegado, cuanto como un más allá del ma­trimonio. Lo que me parece deseable es que haya llegado a ser ver­daderamente un hombre, en su cuerpo y en su corazón; que haya aprendido a ser verdaderamente dueño de sí mismo, que se haya plan­teado normalmente la perspectiva de fundar un hogar, que sepa que el matrimonio es algo grande y santo, y que sería posible para él; y que acepte renunciar a él con alegría para una entrega más total, porque se cree llamado por Dios a un Amor más alto. Entonces, cier­tamente, podrá suceder que conozca horas difíciles en su fidelidad a esta entrega primera, pero no se le ocurrirá poner en cuestión la validez de un Sí dicho en plena luz. Sabe que para él la castidad es cuestión de Amor, el Amor mismo de Dios que ha con­sagrado, por su Espíritu Santo, la entrega libre que ha hecho de todo su ser...