CORRESPONDENCIA
Viernes, 30 de Mayo de 2008
UNA HISTORIA SENCILLA.- Itaca
Hace tiempo que quería hablar de X, una numeraria de las primeras muy primeras. Más buena que un trozo de pan, entrañable, de una sencillez encantadora y un extraordinario sentido del humor. Al parecer, Escrivá nunca la consideró gran cosa, incluso -por un testimonio recogido en Opuslibros- la consideraba tonta. Escrivá nunca fue un buen conocedor de personas.
La conocí en la administración de una residencia de numerarios, yo recién salida del centro de estudios y rebosante de “buen espíritu”. La administración era todo menos acogedora: un tubo igual al que describe Maripaz, gélida en invierno, con muy poca luz del sol.
X dormía en una habitación enfrente de la mía; yo notaba que muchos días bajaba tarde al oratorio y que estaba cansada y como ausente. Mi buen espíritu me llevó a comentarle el caso a la directora; ella me contestó: “no hagas caso, son cosas de X...”
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El árbol y los frutos.- Mineru.
Estimada Ángela:
Nos transcribe Mateo (7.18-7.20) que “no puede árbol bueno dar malos frutos, ni árbol malo frutos buenos. (…) Por los frutos, pues, los conoceréis.”
Ni ser del Opus Dei es nada, ni ser cristiano, católico y apostólico, como intentamos serlo simplemente mi pareja y yo, es nada si no hay frutos buenos. No es la etiqueta lo que caracteriza a las personas, sino los frutos de su vida. Los tuyos, los míos y los de aquellos que comparten nuestras vidas.
Si tu pareja no es capaz de abrirte su corazón ni transmitirte sus inquietudes, sus aspiraciones, sus recelos o sus alegrías interiores; si tú no eres capaz de hacer lo mismo, si ninguno desea compartir con el otro su vida con la plenitud de ser una sola carne, el problema, quizás, no esté en “las etiquetas”.
Si os queréis, el buen fruto del amor no será, precisamente, ninguna etiqueta. Será un hecho, será un diálogo, será una comunicación que respete las identidades esenciales propias, será una comunión que no anula al otro, será una renuncia a lo que os estorba a los dos, será una mutua ayuda y perdón en las debilidades, será una responsable búsqueda y transmisión del amor de Dios a la humanidad.
O no será.
Recibe un cariñoso saludo de
Mineru.
Treinta y cinco años numeraria auxiliar (15).- Maripaz
NUMERARIA AUXILIAR DURANTE 35 AÑOS (15)
Maripaz, 30 de mayo de 2008
En esa administración he dejado mis fuerzas fisicas, planchando tardes enteras en aquel estrecho planchero que os contaba, a veces cuando mas apretaba el calor. ¡Como me dolian las piernas de estar de pie tantas horas!
Solo sentia alivio cuando una niñita, hija de la vecina de al lado, metia su carita por debajo de la celosía y me miraba con sus preciosos ojos reclamando mi atención. Teniamos grandes conversaciones y con su imaginación y la mia nos transportábamos a un mundo lleno de magia. Cuando alguna vez la ventana estaba cerrada, ella llamaba con su manita, insistiendo para que la abriera. Me hicieron varias correcciones fraternas porque perdia el tiempo con ella y mi tarea se podía ver mermada. Realmente me consideraban una maquina de planchar y habia que amortizarme...
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No es inmoral transgredir una ley injusta del Opus Dei.- Trinity
Aunque Agustina ya contestó en una nota bajo el correo del argumento de Majonije sobre la moralidad de publicar los reglamentos secretos del Opus Dei, quería añadir dos comentarios.
Lo primero es manifestar que me resulta llamativo el grado de seducción que puede alcanzar la maquinaria formativa del Opus Dei para llegar a convencer a alguien de que sería inmoral incumplir una norma de ellos, con independencia de que esa norma sea o no justa.
Después, quería recordar un principio moral elemental que Majonije no ha tenido presente: que las leyes injustas no obligan en conciencia. Más aún, en determinadas circunstancias –por ejemplo, cuando están dañando a las personas- el deber moral es el de transgredirlas.
Trinity
No importa cuántos años se ha estado en el opus.- Dorothy
Hola,
Sólo estuve 8 años en la obra, para mi fueron muchos y me marcaron bastante aunque leyendo en esta web que hay gente que estuvo muchos más años parece que los que estuvimos poco no aguantamos casi nada. Yo creo que cada uno llevamos la procesión por dentro y que lo que te marcó en unos años no se borra así como así, sobre todo porque yo después de irme de la obra, tardé poco en desvincularme de la Iglesia, osea de no practicar. Como ya había conocido lo que era Dios según lo que me enseñaron allí dentro, una vez fuera ese Dios me resultaba imposible y aborrecible puesto que sólo conocía lo que me había enseñado, a fuego y con muchas lágrimas, el opus.
Con el tiempo se van viendo las cosas de otra manera pero no dejo de preguntarme porqué me alejó de Dios una organización católica con su fundador elevado a los altares. Si acertó el Papa al hacer santo al señor Escrivá yo no quepo en esa Iglesia. Y no quepo porque el señor Escrivá fue quien me apartó de ella.
Solo esto. Perdón si molesto a alguien.
Dorothy
Me gustan mucho de lo que se escribe pero porque me llegan de forma especial quiero dar las gracias a Dolce Vita y a Maripaz. Me ayudan a entender y me devuelven el deseo de reencontrar a otro Dios más amable y justo.
La callada por respuesta.- majonije
Muchos recuerdos me han traído a la memoria las estampas del escrito de Nacho Fernández (28/05/08).
Uno de ellos tiene relación con la carta en la que pedí la dispensa, que era de las escritas en super mega buen plan. En ella le decía al Prelado que me iba a un Monasterio de Clausura en el que pediría mucho por él y por la Obra (textual), y que aunque ya no sería su hija de derecho, si lo seguiría siendo de hecho (frase modelo para quien se vaya en super mega buen plan). Y remataba la carta, pidiéndole una fotografía de él porque, aunque tenía varias estampas de las de “casa”, no tenía ninguna foto suya y la quería para poder encomendarle mejor (también, textual).
Cuando, al cabo de varios meses (y eso que no tenía la fidelidad hecha), me dieron la dispensa, no hubo foto, ni alusión a ella... Aquel día, el poco amor humano que aún sentía por el Opus Dei murió... Y es que el corazón de los directores o quien leyese mi carta, en super mega buen plan, me pareció de pedernal... Aquel gesto fue la culminación de lo que es, demasiadas veces, la Caridad en el Opus Dei... la callada por respuesta.
Y es que como se “olvidaron” (pillineeeeees!!!!!!) de la foto, no se olvidaron de pedirme y re-pedirme y venga-a-pedirme, desde que escribí la dispensa, que les devolviese las preces... era una verdadera obsesión... y así las pocas veces que quedé, tras escribir la dispensa, con la directora del que había sido mi centro, me las pedía de forma casi obsesiva... pero como yo ya no iba pegada a mi agenda, no las llevaba conmigo y le decía que en otra ocasión se las daría... Lo cual no le gustaba nada.
La insistencia en que devolviese las preces, llegó a tal punto que un día me preguntó a qué hora estaría en mi residencia al día siguiente para ir a buscarlas... con lo que me levanté la dejé medio con la palabra en la boca y volví al cabo de un rato con las preces... Y es que me tenía fritica con el tema. Reconozco que estuve tentadísima de no devolverlas (no por nada, sino por cansiiiinas), pero como me iba a un Monasterio quería hacerlo toooo muben.
La verdad, hasta el día de hoy aún no he comprendido esa obsesión en que las devolviese... Si alguien sabe el porqué, le agradecería, la información.
Una última cosa. Magnifico, ¡aunque terrible!, el escrito de Dolce Vita (28/05/08).
majonije
Nuevos sacerdotes del Opus Dei.- Doserra
No aprenden. Una vez más, al producirse una nueva ordenación de sacerdotes y diáconos, vuelve a ponerse en evidencia el problema eclesial que suponen estos ministros.
Cuando lo importante no es su preparación eclesiástica, sino si eran tenientes de navío o expertos en finanzas, el problema aparece cuando caen en desgracia en la institución. Porque, entonces, como no había una clara inclinación al sacerdocio, su ministerio pierde sentido fuera de la Obra y piden la secularización.
Me resulta chocante que en la homilía de ordenación del pasado domingo 25 de Mayo, el prelado del Opus Dei exhortase a pedir «a Jesucristo, Sacerdote eterno, que suscite en todo el mundo muchas vocaciones sacerdotales»: él, que sabe que en la Obra se ordena el llamado por el prelado, con independencia de que se sienta o no llamado por Dios, ¿para qué pide esas oraciones?
O, ¿para qué cita la homilía de Benedicto XVI en unas recientes ordenaciones, en la que se habla del «encuentro entre dos libertades: la libertad de Dios, operante mediante el Espíritu Santo, y la libertad del hombre», cuando en el sacerdocio concebido por Escrivá, la confluencia tiene que darse entre la disponibilidad del candidato y las necesidades de la institución?
O, ¿para qué les dice que estén «siempre a disposición de todos», cuando a la mayoría de los sacerdotes incardinados en la prelatura se les dedica con exclusividad a atender las labores de los centros, de forma que desconectan de la pastoral ordinaria de la Iglesia?
Bien vendría ahora releer dos artículos que publiqué sobre el problema que suponen para la Iglesia los sacerdotes del Opus Dei: La deformación de la figura del sacerdote en el Opus Dei y Régimen de esclavitud de los sacerdotes del Opus Dei.
Saludos cordiales,
Doserra
No irme pero a la vez quedarme contenta. Para Carmen Charo.- Estrella
Hola Carmen Charo,
Soy Estrella. No sé si te han llegado mis emails. Queria decirte que no estoy en mi mejor momento y tampoco ni siquiera sé porque te escribo ni si hago bien. Sólo sé que me llegan tus mensajes de apoyo y los agradezco.
Con sinceridad, lo único que me gustaría en estos momentos es no tener que irme del Opus Dei pero a la vez, quedarme contenta, sin dudas, y sobre todo, estando en familia. A veces me da la impresión de que lo único que me pasa es que soy una inmadura y mi único problema ha sido la sinceridad.
Creo que si fuera capaz de contar lo que realmente me cuesta vivir cada día, en mi centro, las tonterias que me agobian y por lo que no me siento útil, podría salir facilmente de la situación en la que me encuentro.
Sólo eso, me gustaría quedarme pero estar bien,
Gracias por el apoyo, un saludo,
Estrella
El opus es el problema, no las personas. Para Angela.- Madame Lelú
Ángela,
Creo que el opus es el del problema, y no precisamente las personas dentro de él.
En el opus se suele pedir como requisito de vida cosas que serían buenas como recomendaciones de vida, pero que se aplican como imposiciones para poder gozar de un buen juicio.
El riesgo es que el opus es muy tajante y no entiende otras maneras de ser. Dentro del opus o se es ilegal y de los que andan mal, o legal y de los que andan bien, tan solo por haber quedado dentro o fuera de una exigencia que no trata de comprender al mundo real.
Creo Ángela que debes de checar si tú te pareces a una persona del opus, y luego decidir si te conviene o no ser juzgada según esa manera.
Madame Lelú.
Las conferencias del prelado del Opus Dei en Barcelona.- Trinity
Tiene mucha razón PabloIru cuando, comentando la conferencia del prelado del Opus Dei en el IESE sobre la justicia social en la empresa, se pregunta: «¿Cómo no va a tener el prelado una depresión? ¿Cómo los que están dentro no acaban teniéndola? La esquizofrenia entre lo que se predica y lo que se vive, no hay mente ni alma ni neurona que la soporte». El prelado de una institución que hurta su sueldo y seguridad social a quienes trabajan al servicio de la organización, que se comporta en su proselitismo egoísta y utilitaristamente con las personas, dejándolas luego en la cuneta cuando ya no les interesan, ¿cómo no le dice a quienes le preparan estos escritos que sean más prudentes para no mencionar la horca en casa del ahorcado?
Viendo esta incoherencia, me entró la curiosidad de conocer lo que había dicho ese mismo fin de semana del 17-18 de Mayo en otra conferencia en la Universitat Internacional de Catalunya (es de esas instituciones que son pero no son de la Obra) sobre la familia en las enseñanzas de Escrivá. Tampoco han andado muy atinados los que prepararon este otro escrito. Por una parte, porque recurre a la predicación de Benedicto XVI y a la Doctrina Social de la Iglesia, para poder hilvanar las escasas directrices de Escrivá sobre ese tema en un argumento mínimamente consistente. Pero, sobre todo, porque se dedica a recordar afirmaciones del fundador sobre la bondad del mundo, sobre que hay que santificarse en la vida secular o sobre la educación en libertad, cuando en la realidad esta institución difunde entre sus fieles un recelo maniqueo respecto del mundo, saca a sus miembros numerari@s de él, y practica un acoso religioso implacable en sus colegios y en el proselitismo.
La guinda del discurso aparece cuando cuenta el momento que fue la puntilla del apostolado de amistad de los miembros de la Obra: cuando en los años 60 Escrivá, quien tanto había criticado las instituciones que, por ejemplo, pasaron de dedicarse a las muchachas pobres para poner colegios de niñas bien, se olvida de que él había dicho que la Obra se dedicaría preferentemente al apostolado en la universidad y no a trabajar con niños de colegios, para abandonar ese apostolado y apostar por los colegios. Desde entonces, el Opus Dei dejó de enseñar a hacer apostolado con los iguales, para dedicarse a captar a los niños.
Una vez más se cumple el postulado de Marcus Tank, según el cual, cuando en el Opus Dei se propugna algo, hay que maliciarse justamente lo contrario.
Trinity
Magisterio paralelo en el Opus Dei: sobre la caridad.- Doserra
Copio a continuación los guiones 27-29 de la serie de Guiones doctrinales de actualidad, sobre el doble mandamiento de la Caridad.
Las cuestiones de fondo están tratadas de forma atinada. Pero debería actualizarse desde el punto de vista exegético (por ejemplo, la interpretación de Deut. XIII, 6-10, en la que la glosa de san Jerónimo resulta insuficiente).
Además, sería muy deseable que rehicieran estos guiones teniendo en cuenta la encíclica de Benedicto XVI sobre la caridad, así como las instrucciones de la Congregación que entonces presidía Joseph Ratzinger, Libertatis Nuntius y Libertatis conscientia.
Saludos cordiales,
Doserra
Ref avH 10/70 nº 27
SOBRE EL DOBLE PRECEPTO DE LA CARIDAD, I.
1. Acogiéndose a la presuntuosa entelequia de la "edad adulta del mundo", algunos quieren idear una religión -presentada incluso como "la esencia del cristianismo"- en la que el centro lo ocupe el hombre en lugar de Dios; de ahí la misma "presentación" que hacen de la "figura" de Jesucristo, como "hombre para los hombres" que, en ocasiones, ha llegado ya a ser monótona repetición de la herejía arriana, en unos casos, y nestoriana en otros.
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