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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 08 de Febrero de 2008



De cien almas.- Dionisio

Queridos orejas y amigos:

 

Quise escribiros algo por Navidad y nada. Lo mismo por el Año Nuevo. Quise contestaros o comentar muchos de vuestros mensajes, pero nada. Sin embargo hoy he visto a mi hijo de dos años y cinco meses hacer algo que me ha dejado con la boca dulce y el corazón mentolado. Eso lo tengo que contar.

 

No tiene nada que ver con el lado oscuro, o a lo mejor tiene mucho que ver. Es una gran lección.

 

El caso es que tengo una maceta de geranios unos metros antes de llegar a la puerta de la casa. Después de muchas penalidades los geranios están florecidos y radiantes. Mis hijos se paran a mirarlos cada vez que pasan ante ellos. Hoy este enano iba cogido de mi mano, pasamos ante los geranios, los miró con atención, los tocó con suavidad mientras yo le repetía con énfasis la palabra “ffffloooorrrr”  para que la incorpore a su vocabulario y la sepa pronunciar, y continuamos hacia la puerta para entrar. Justo en la mitad del camino, se paró a mirar un pétalo rojo que estaba en el suelo. Se agachó y yo pensé: ojalá no se lo meta en la boca. Dio media vuelta, volvió con su pasitos infantiles a la maceta y sus deditos depositaron el pétalo cuidadosamente con las flores como si nunca hubiera salido de allí. Cumplida la mision entro en casa satisfecho. Os parecerá una tontería, o seguramente, vuestros hijos son capaces de hacer cosas mucho más impresionantes, pero a mí se me removió algo por dentro. Aún no se muy bien qué es pero es algo bueno.

 

Luego pensando y pensando, me he acordado de dos cosas. Éstas sí relacionadas con el lado oscuro. Una de un numerario sabio y bueno, que ya murió y que el pobre estaba completamente marginado por sus directores y “hermanos.” Este hombre me dijo un día que la misión de los hijos es educar a los padres; y cuando ya han terminado se van de la casa. Totalmente de acuerdo, JA, al menos la primera parte.

 

El otro recuerdo es completamente diferente. Es el de un joven a quien yo hablé para pitar y pitó. Era muy bueno y muy listo. Fui el último numerario que me pitó. Yo tuve la suficiente madurez y sensatez como para contarle absolutamente todo, incluidos los plazos de incorporación entendidos como tiempo de prueba para que el candidato tuviera la oportunidad de retirarse si así lo decidía. Por eso me gané una corrección fraterna. Algunos años después su director me comentaba en tono burlón, como despreciativo, que este chico había llevado por la labor de San Rafael a un compañero de universidad que era ciego. Ese comentario se me quedó tan grabado que lo sigo recordando después de muchos años, debió ser para mí un empujón más hacia la puerta de salida. Espero y deseo que aquel joven ya se haya ido del lado oscuro. No se merecen gente tan buena. ¡Ay, que de cien almas os interesan las cien! ¡Falsos! ¿Qué haríais con un pétalo caído? Dios no permita que toquéis a mis hijos.

 

Me gustaría ser como mis hijos. Que cuando estoy contento se me vea en la cara, que cuando estoy triste no sepa disimular, que cuando estoy enfadado se entere todo el mundo. Me gustaría que fuera fácil recibir consuelo para mis golpes y frustraciones. Me encantaría no tener rencores, para pasar abruptamente del llanto a la risa. Me gustaría no tener vergüenza para pedir que me mimen, para no aguantar a la gente que no me gusta y tirar al suelo la comida que no me guste.  Cómo me gustaría vivir al día, explorar los charcos, no tener miedo y asombrarme viendo una bola rodar. Me encantaría sentir lo mismo que ellos cuando el viento les revuelve el pelo y cuando una pompa de jabón revienta en el instante que la tocan. Brincar de emoción cuando estoy feliz, gritar al bajar por el tobogán y quedarme mudo al ver el mar.

 

Pues eso, a ver si vuelvo a escribir en menos de un año.

 

Mucho cariño desde el Areópago.

 

Dionisio





Técnicas de supervivencia en el Opus Dei.- Carocha

Yo tuve el “encargo del oratorio” durante años. Aprendí a planchar y a lavar ropa a propósito de ese “encargo”, que finalmente me agradaba inmenso. Longas horas de silencio y de sosiego, en una sala donde nadie entraba, muchas cosas leídas en paz y más o menos clandestinidad, un trabajo de precisión sobre materiales apetecibles: lino, madera, seda, y una irresistible historia de amor. Horas y horas de pensar cosas sin interrupciones, con el super agradable olor del jabón de seda y el delicioso swiiiiish del hierro a vapor.

Es, además, un caso especial: un trabajo internamente respetado, aunque no envuelva juegos de poder. Hecho con cuidado, termina proporcionando un largo estatuto de autonomía, porque las “directoras” y sucedáneos no suelen procurar destacarse en este tipo de cosa. Especial finura de alma? El catálogo de banalidades ascético-tontoides del opus es realmente una historia interminable, aunque nunca inocente.

carocha



¿Era más importante que mi padre?.- Animador

¿Era más importante que mi padre?

Animador, 8 de febrero de 2008

 

Yo fui numerario del Opus Dei durante 11 años. Llegué a tener la fidelidad hecha. Mi padre tuvo una enfermedad (un cáncer) y murió a los dos meses de que se lo detectaran. Durante esos dos meses sólo pude ir a verlo una vez, porque se supone que mi tiempo no era mío: era para las labores apostólicas plenamente.

En aquella época yo era el encargado de un grupo de 30 chicos jóvenes, todos dependientes de mí. Iba a las clases de mi carrera por la mañana. Por la tarde me dedicaba plenamente a las labores apostólicas: charlas de formación, dirección espiritual, actividades varias con los chicos, etc. Aparte de eso, cumplir el plan de vida y la formación propia. Y por supuesto, estudiar mi carrera, a lo que dedicaba horas nocturnas perdiendo tiempo de sueño.

Para mí era un sacrificio terrible, mi padre muriéndose y yo sin poder ir a verlo; a pesar de todo, yo lo comprendía. Comprendía me que me había entregado del todo, dejando incluso a mi familia y que aquel sacrificio tendría algún significado. Pensaba que la labor que hacía tenía un valor incalculable y que cualquier sacrificio era necesario. Finalmente mi padre murió. Al funeral sólo asistió una persona del centro donde yo vivía (el centro estaba en otra ciudad a hora y media de coche). Aquello no es que me molestara, es que me dolió profundamente. Yo lo había dado todo por la Obra y ni siquiera asistieron al funeral de mi padre.

Ahí no acabó la cosa. Yo estaba en mi ciudad natal acompañando a mi madre y hermanos en ese momento... al segundo día de morir mi padre, el director del centro me llamó preguntándome que cuándo iba a volver y diciéndome que ya había tenido tiempo suficiente. Yo volví al centro inmediatamente, con gran incomprensión por parte de mi familia. Lo peor estaba al volver... nadie me hizo ni caso. Como si no hubiera pasado nada. Llegó a haber algún residente (es decir, un miembro de la Obra que vivía en el mismo centro que yo) que ni siquiera se dignó en darme el pésame. A mi se me vino el mundo encima. La que yo consideraba mi familia no se preocupaba para nada de mí, de un hecho terrible en mi vida como era la muerte de mi padre. Nadie me preguntaba, nadie se preocupaba, cómo si nada hubiera pasado, cómo si estuviera prohibido hablar del tema. Yo me había entregado por completo, había dejado atrás todo incluso mi familia y no comprendía aquella actitud de los miembros de la Obra en ese momento.

¿Cómo se puede ser tan frío por el Amor de Dios? Lo que más me llamó la atención era que esas labores apostólicas tan importantes que me habían impedido acompañar a mi padre en los últimos momentos de su vida resultaron no ser tan importantes. A pesar de estar destrozado por la muerte de mi padre y de poder ir sólo a su funeral, me esmeré en dejar claramente establecido antes de irme al entierro las charlas y las cosas que había que hacer al día siguiente, pues coincidía que justo el día del funeral y el siguiente a aquel eran los dos días de más actividad apostólica de toda la semana en ese centro de la Obra. Cuál no sería mi sorpresa cuando volví al centro al descubrir que nadie se había preocupado por nada de lo que yo había dejado avisado. Nadie había atendido a los chicos y no se habían impartido las charlas de formación y otros cometidos. ¿Tan importante eran las labores apostólicas para que yo me tuviera que perder los últimos días de vida de la persona que más quería en la tierra? A MÍ ME PARECIÓ QUE NO.

Esta es mi experiencia en relación al tema de las relaciones con la familia de los miembros de la Obra. El caso es que creo que ninguna labor apostólica, caritativa o religiosa está por encima de atender a los padres y familia de uno. Toda una vida dedicada a esas labores no se va a ver mermada porque en algún momento se atienda como es debido a los familiares de uno y en especial a sus padres. Al fin y al cabo, el 90% de la vocación ha sido inspirada por los padres, ¿no?

Animador





Una posible orientación. Para Deza.- Marietta

Querida Deza,

pides que te gustaría conocer "algo" donde pudierais seguir formandoos tu marido y tú misma junto con tus hijos. Tengo amigos que están haciendo el "Master de familias", lo lleva el Instituto Juan Pablo II y hace ya unos 27 años que dicho Papa lo pidió a unos sacerdotes a los que llaman "discípulos", no recuerdo a que orden pertenecen o si son diocesanos, y están en la Lateranense en Roma. Yo conozco al sacerdote José Noriega quien está en Roma y es uno de los impulsores, en España hay varios matrimonios que le ayudan en la tarea. Sólo comentartelo porque precisamente se forma a la familia al completo: cuando hay clase, acostumbra a ser el fin de semana, es para hombre y mujer, es decir la reciben juntos, nunca hacen nada por separado, incluso las convivencias y retiros son para el matrimonio, los hijos tambien van y tienen actividades para ellos, en fin como su nombre indica es un "Master de familias" y para las familias, eso lo impulso con toda su fuerza Juan Pablo II. Nada que ver con lo que plantea la Obra, en donde  las mujeres hemos sido consideradas plato de segunda y no podíamos recibir las mismas "enseñanzas " que los hombres. Siempre me llamó la atención la jaculatoria "Santa Maria esperanza nuestra esclava del Señor" nosotras, ellos en cambio "Santa Maria esperanza nuestra asiento de la Sabiduria", ¿curioso, no?

Un abrazo,

Marietta





Ayudemos a los visitadores.- José Antonio.

Planteó Copinol (30-1) la posibilidad de ayudar a los visitadores, y me parece una buena idea, aunque no sé si los visitadores se dejarán ayudar y, en su caso, cuál sería la forma en la que se dejarían ayudar.

 

A mí se me ocurre que los que estemos dispuestos a facilitar nuestros datos y nuestro testimonio personal a esos visitadores (o al jefe de su oficina, o a quien corresponda), incluso yendo a Roma (o a Madrid) si fuera preciso, se lo comuniquemos a Agustina, con el fin de que elabore un listado de personas dispuestas a contar sus experiencias a los visitadores, indicando brevemente en ese listado los datos más significativos (país, ciudad, años en los que perteneció al opus dei,, aspectos más señalados de su testimonio, referencia a las fechas de publicación de escritos significativos en www.opuslibros.org , edad actual, profesión), todo ello con el fin de que Agustina (o quien quiera encargarse, que no se trata de que lo haga todo Agustina) dirija a los visitadores un escrito en el que les explique que, si quieren saber la verdad sobre lo que pasa en el opus dei no tienen más remedio que escucharnos a los que nos hemos ido del opus dei porque los de dentro tienen tal lavado de cerebro que no le dirán la verdad ni a la misma Iglesia.

 

 La reseña para el listado la debería hacer en principio cada interesado en participar en éste asunto, con lo que le ahorramos trabajo a Agustina. Se me ocurre algo así, y de paso hago la mía por si prospera la idea (en cuyo caso mandaré en privado todos mis datos):

 

Nombre y apellidos: JOSÉ ANTONIO..............., ex numerario.

Profesión:...............

Domicilio:...............

País: España.

Ciudades:...............

Años: 1.977-1.981

 

Afirma que lo engañaron en el opus dei. Está escandalizado por el modo de actuar del opus dei y de sus sacerdotes. Cree que la Iglesia debe obligar al opus dei a que deje de engañar, y a los sacerdotes del opus dei a comportarse verdaderamente como sacerdotes de la Iglesia católica (y no como marionetas del opus dei).

 

Viene escribiendo sus experiencias y sus valoraciones en www.opuslibros.org  desde el año 2.003, siendo de destacar las siguientes:

 

A/ Con una mayor carga de experiencias:

 

14-10-2.003 (Ni votos...ni botas, ni botines), 17-10-2.003 (Irse pa na es tontería), 29-10-2.003 (Silenciar los errores), 27-12-2.003 (El que obedece ¿nunca se equivoca?), 6-1-2.004 (El principio del fin), 20-1-2.004 (¿Servir a la Iglesia?. Teoría y práctica), 8-2-2.004 (En la Obra no hay secretos. Teoría y práctica), 1-3-2.004 (El Director de mi Delegación), 10-3-2.004 (La decisión del día 19 y la alternativa de la locura), 1-4-2.004 (Los novios de la opus I, II, III y IV), 30-4-2.004 (¿Nuestra responsabilidad?), 4-2-2.005 (El opus no tiene moral II), 12-6-2.005 (Sobre el demonio y la estafa), 26-6-2.005 (Sobre el demonio y la estafa II), 28-4-2.006 (Ratzinger y el índice), 22-5-2.006 (El Vaticano también corregirá al opus), 26-6-2.006 (Errores institucionalizados), 6-10-2.006 (Pensar y vivir, en versión opusina), 10-1-2.007 (Le he escrito a Mons. Monterisi), 9-4-2.007 (¿Por qué se miente en el opus dei?), 10-12-2.007 (Secreto sacerdotal), 28-1-2.008 (San Serenín del Monte).

 

 

B/ Con un análisis jurídico y crítico de ciertas normas del Vademécum de Consejos Locales, junto con algunas experiencias, en una serie completa de 16 capítulos titulada Prejuicios e incoherencias del Opus Dei:

 

27-5-2.004 (Prejuicios del Opus contra la Iglesia), 27-5-2.004 (Prejuicios del Opus contra ciertas personas), 28-5-2.004 (El galimatías de los aspirantes), 28-5-2.004 (La Boda, la periodista, el Opus y el beso), 30-5-2.004 (La perversión del lenguaje), 30-5-2.004 (Pues ahora... que se espere), 30-5-2.004 (Concreción de la vocación en virtud del dinero), 30-5-2.004 (Lecciones de caridad para la Iglesia), 11-6-2.004 (La opus marca distancias), 24-6-2.004 (¿Volverá el numerario?), 2-7-2.004 (Las marcas de la opus), 5-7-2.004 (Negar la realidad),  11-7-2.004 (Ellos, la crisis y el reglamentito), 12-9-2.004 (Vocación divina versus experiencia), 1-10-2.004 (Cooperadores), 8-11-2.004 (Vocación de aristócratas), 8-11-2.004 (Una familia muy rara).

 

 

En fin, que a ver qué os parece.

 

Besos y abrazos.

 

José Antonio.





Decadencia de una web.- Desilucionado

Agustina,

como es posible que te comportes igual que lo que criticas. Ahora resulta que no quieres poner un link porque no se lo merece, cuando para poner otros links de cosas que tampoco se lo "merecían" no tuviste ningún reparo.

Vaya que el rejalgar te pegó muy duro, que ahora no aceptas una buena crítica.

Desilucionado

Nota de Agustina.- No te desiluciones, hombre, que ya se han puesto los links como verás a continuación, todo sea por devolverte la ilusión. Un abrazo y arriba ese ánimo.  





Para Morgana, ex hermana.- Nasius

Mi querida Morgana, ex hermana: 

Te puedo asegurar que no tengo nada en contra tuya, pero siempre logras que tenga deseos irrefrenables de contestar tus correos.  

Es posible que yo haya sido el descubridor de la web de “un tal señor Mata”, pero tu intervención viene como anillo al dedo para señalar, precisamente, el obrar habitual de la opus. 

Lo que dice “un tal señor Mata” en su web son cosas lindísimas, que la opus no vive. 

Como podrás ver en el link “un tal señor Mata” mintió descaradamente diciendo que no era de la opus, dice que hay que tirar los anónimos pero dudo que alguna vez haya tirado una hoja informativa (¿recuerdas los relatos de “milagros”? Carlos F, de Nuevo México; Ana T. de San Francisco, California, EEUU) ¿No son esos también anónimos? 

“Un tal señor mata” dice que no hay que mentir, pero miente. “Un tal señor Mata” dice que confiar en los anónimos, pero confía en los que le convienen. “Un tal señor Mata” dice que hay que vivir la caridad, pero difama e injuria Agustina, Satur y a los demás “anónimos” que participamos de esta web.

“Un tal señor Mata” dice que el fin no justifica los medios, pero usa medios inmorales e ilegítimos.

De paso, una duda Morgana, ex hermana: ¿tu no tenías idea que “un tal señor Mata” es Santiago Mata, numerario del Opus Dei? 

De ser asi, ¿no te parece que citarlo como “un tal señor Mata”, para lectores que no conozcan el tema, excede la categoría de “mentirita piadosa”, y parece hecho con toda intencionalidad? ¿Ni siquiera leyendo la web de “un tal señor Mata” te diste cuenta de que era numerario? Para los que no son de la opus, ¿hubiera sido lo mismo escribir “Por casualidad encontré una web hecha por un numerario, que refleja lo que pienso”? ¿No será que para ti también, Morgana, ex hermana, el fin no justifica los medios también en la teoría, pero no en la práctica?  

Un abrazo, Morgana, ex hermana 

Nasius





Para la Web de un tal Señor Mata.- Emevé

Dice Morgana: "una web interesante la web de un tal señor Mata"

 

Querido Santi:

 

Fíjate que siguiendo tu consejo de oír a las dos partes, luego de leer tu web decidí oír a aquellos de los que hablas (la web de Agustina y compañía) y como fruto de mi raciocinio y buscando contrastar los testimonios para llegar a una verdad o por lo menos para hacerme una idea (mía) de las cosas, me gustaría hacerte estos comentarios/ preguntas y/o sugerencias.

 

-         Dices tu nombre completo y pones tu foto y te quejas del anonimato. Sin embargo cuando una numeraria de mi centro apareció en noticias sólo ponían "Carla M." y no escuché a nadie quejarse. ¿Por qué en Noticias –me imagino que en Crónicas también- y en las Hojas Informativas está bien que se ponga sólo el nombre de pila y la inicial del apellido y en una web que está abierta a todo mundo está mal que una escriba con sus iniciales? ¿No sería genial que en Noticias y Crónicas que son revistas "de familia" se ponga el nombre completo para que todos sepamos quién es quién? ¿o sólo se pone el nombre de pila y la inicial del apellido por si acaso se vayan nadie sepa que "fueron" de "Casa"?...



(Leer artículo completo...)




Una sola sugerencia a Morgana.- Australopitecus

Morgana:

Basta con buscar usando la herramienta buscar de opuslibros o google para encontrar las respuestas de algunos de esta web a santi mata.

Dos busquedas utiles son:

1. santi mata

2. santiago mata

No sudes que ese ya esta contestado.

Saludos,

Austral

Ps. Antonio Gonzalez el pluriempleado tambien fue tratado en este sitio web.





Libro 'olvidado' por el Opus Dei sobre Isidoro Zorzano (Cap. V).- Brian

POSICIONES Y ARTÍCULOS

PARA LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN

Y CANONIZACIÓN DEL SIERVO DE DIOS

ISIDORO ZORZANO LEDESMA

DEL OPUS DEI

Por José Luis Muzquiz, sacerdote numerario del Opus Dei -1948-

 

V.-VIRTUDES EN GENERAL

 

 

52. Heroicidad de sus virtudes.-Heroicas son aquellas virtudes que se ejercitan prontamente, con constancia y alegría, en todas las circunstancias ordinarias de la vida cotidiana, observando fiel y perfectamente los Mandamientos

-35-

 

de Dios, los preceptos de la Iglesia y las obligaciones del propio estado, y en forma tal que su ejercicio sobrepase la práctica de la virtud en las personas comúnmente tenidas como piadosas. Además, y con mayor razón, son heroicas las virtudes que, frente a las dificultades, obstáculos, contradicciones y adversidades de la vida, tanto morales como físicas y materiales, se ejercitan con prontitud de ánimo, con constancia y fervor siempre creciente hasta el momento de la muerte. El Siervo de Dios, lo mismo en sus acciones comunes y ordinarias que en trances difíciles y penosos, fué siempre constante en el ejercicio de todas las virtudes, que practicó en grado heroico.

         Todo lo cual será probado por testigos dignos de fe por haberlo visto, oído o leído, o que lo saben por ser cosa pública y notoria, los cuales indicarán, además, sus fuentes de información.

 

53.-Cumplimiento heroico de sus obligaciones.-La santidad del Siervo de Dios -a quien no faltaron gracias extraordinarias- se caracterizó, sobre todo, por el cumplimiento perfecto de sus obligaciones, incluso las más pequeñas.

Practicó durante toda su vida, con fidelidad, constancia y en grado heroico, las virtudes teologales, cardinales y las propias de los consejos evangélicos. Sobresalía en él de manera notable su perfecta unión con Dios, su gran recogimiento, su admirable espíritu sobrenatural, nacido de la profunda fe que penetraba todas sus acciones; una gran humildad, llena de sencillez, con la que trataba de cubrir sus propias virtudes; una prudencia extraordinaria y una caridad encendida.

Uno de los que le conocieron y trataron resume su impresión en estas palabras: «Esa tan difícil "facilidad" en el heroico cumplimiento de todas sus obligaciones, hasta en las cosas más pequeñas, con constancia, alegría y sencillez, es quizá lo que más estimé en el Siervo de Dios».

Y otro testimonio dice que «sus actos de virtud no fueron esporádicos, sino que mantuvo siempre la misma fidelidad heroica a las cosas pequeñas, en todos los acontecimientos de su vida».

-36-

Todo lo cual, etc.

 

54.-Progresó en la virtud.-Creció continuamente el Siervo de Dios en el ejercicio de la virtud; y se dolía de no haber sabido aprovechar las gracias de Dios y todas las ayudas que el Señor le había deparado para su santificación. Poco antes de su muerte decía: «Tenéis que pedir mucho por mí... No sé ofrecer cada una de estas cosas como quisiera»; y ésto, cuando con ejemplar alegría y fortaleza ofrecía sus grandes sufrimientos.

La práctica de las virtudes durante toda su vida trajo consigo la paciencia y la paz con que llevó su enfermedad; el amor y el sacrificio que puso siempre en las cosas ordinarias de cada día, le prepararon para llevar la cruz.

A aquel ingeniero joven y optimista de Málaga no se le oyó nunca la menor, queja, ni se advirtió en él el más ligero malhumor, tanto en los días de la guerra como en su enfermedad, aun en los momentos de gravedad más extrema. «Parecía -dice un compañero suyo- tener firmeza y exactitud de locomotora, pero de locomotora holgada, que sube las cuestas sin aspavientos, aunque el cuerpo apenas pudiera seguir adelante».

Todo lo cual, etc.

 

55.-Modelo de virtudes.-El Siervo de Dios era un compendio vivido de las virtudes del Opus Dei, y un ejemplo para todos los socios de la Obra que tuvieron ocasión de conocerle. No parece sino que el Señor quiso prolongar su angustiosa enfermedad para hacer posible que le tratasen muchos de sus hermanos en momentos en que sus virtudes, practicadas durante una vida entera de entregamiento, se mostraron a los ojos de todos, triunfando de la humildad que pudo cobijarlas durante mucho tiempo.

Con sus palabras, y sobre todo con su conducta, el Siervo de Dios fué ejemplo para los demás; en él pudieron aprender todos el amor a su vocación, el cariño y el respeto al Fundador, la caridad, la humildad, la delicadeza,

-37-

 

la naturalidad, el sacrificio, el orden, la pobreza y todas las demás virtudes.

           Todo lo cual será probado por testigos dignos de fe por haberlo visto, oído o leído, o que lo saben por ser cosa pública y notoria, los cuales indicarán, además, sus fuentes de información.

 

<<Capítulo IVCapítulo VI>>

 





Libro 'olvidado' por el Opus Dei sobre Isidoro Zorzano (Cap. VI).- Brian

POSICIONES Y ARTÍCULOS

PARA LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN

Y CANONIZACIÓN DEL SIERVO DE DIOS

ISIDORO ZORZANO LEDESMA

DEL OPUS DEI

Por José Luis Muzquiz, sacerdote numerario del Opus Dei -1948-

 

 

VI.-FE

 

 

56.-Vivía de la fe.-El Siervo de Dios vivía de la fe; en él era esta virtud profunda, constante y creciente desde su niñez. De familia cristiana y educado en colegio de religiosos, el Siervo de Dios fué creciendo en la fe recibida en sus primeros años con la frecuencia de sacramentos, con su vida de oración, con la lectura espiritual, de tal manera que siempre, en medio de la actividad más intensa, sabía conservar un profundo recogimiento, sólo posible por el hábito de una fe viva, operativa, heroica.

Profesaba una fe inconmovible en todas las verdades reveladas, firmemente sumiso al magisterio de la Santa Iglesia, teniendo verdadero horror a todo lo que pudiera enturbiar, en lo más mínimo, la pureza de esta fe.

Su vida de entrega y sacrificio fué una vida de fe llevada hasta sus últimas consecuencias.

Todo lo cual será probado por testigos dignos de fe por haberlo visto, oído o leído, o que lo saben por ser cosa pública y notoria, los cuales indicarán, además, sus fuentes de información.

 

57.-Deseos de profundizar en las verdades de la fe.- Bien instruido en las verdades de la fe, el Siervo de Dios se esmeraba en aumentar y profundizar tanto en el conocimiento de las verdades dogmáticas y morales como en el de la vida espiritual.

Para ello y para crecer en su vida interior, hacía todos los meses Retiro espiritual con el Fundador, aunque le fuese necesario en los primeros años de su vocación realizar un pesado viaje desde Málaga a Madrid. Asimismo, como recuerdan sus hermanos, todos los años hacia Ejercicios espirituales con extraordinario fervor.

 

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