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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 11 de Enero de 2008



La maldición del Rejalgar.- Jacinto Choza

Cuánto me he reído con Satur cada vez que, en sus primeros escritos a la web, dejaba en el aire la pregunta "¿alguien sabe lo que es el rejalgar?". Yo, por supuesto, no lo sabía, y hasta hace poco no me he enterado. En Wikipedia se dice:

 

El Rejalgar es un sulfuro de arsénico natural, aunque raro; forma granos y cristales bien moldeados, los cuales son entre rojo y anaranjado con brillo resinoso. Es similar al cinabrio, pero más suave y menos denso.Se encuentra como mineral secundario junto con el oropimente amarillo, otro sulfuro de arsénico, en venas hidrotermales y depósitos de aguas termales. Aquí, el rejalgar (70% de arsénico) se produce por la descomposición de otros minerales de arsénico, como la arsenopirita. Es tóxico y se usó en la medicina medieval y fabricación de vidrio; hoy se usa en fuegos artificiales y pesticidas. Es soluble en soluciones de hidróxido de potasio.

 

Para los miembros de la prelatura, el rejalgar es el término que funciona como elemento mnemotécnico en la maldición del fundador. Recordaba aquella maldición proferida en ocasiones por él, y según la cual, los que abandonen la Obra y traicionen su vocación será unos desgraciados para toda su vida... y quizá para la eternidad, y hasta las cosas más elementales que Dios ha puesto en la naturaleza para gozo de los hombres, se les tornarán dolorosas como las espinas y amargas como el rejalgar. Eso es el rejalgar, la suprema amargura que les queda a los traidores. ["No encontraréis la felicidad fuera de vuestro camino, hijos. Si alguien se descaminara, le quedaría un remordimiento tremendo: sería un desgraciado. Hasta esas cosas que dan a la gente una relativa felicidad, en una persona que abandona su vocación se hacen amargas como la hiel, agrias como el vinagre, repugnantes como el rejalgar". De nuestro Padre: Meditaciones, tomo III, p. 389]

 

Traigo este tema ahora a la web porque en el último año he conocido varios casos en que la maldición del rejalgar se ha cumplido en personas que dejaron la Obra y siguen pensando que la Obra era y es el mejor o el único modo de posible vivir el cristianismo en nuestra sociedad. Quizá entre los lectores de esta web hay algunos que han contado que esa fue su experiencia, la de la amargura, hasta que se liberaron de esos hábitos prácticos y esas creencias.

 

Hay quienes no se han liberado de los hábitos ni de las creencias, aun fuera de la Obra, y no tienen una sensación de amargura tan intensa, pero los hay que sí la tienen. Y teniéndola, se amargan a sí mismo la vida y a veces a quienes conviven con ellos, o sea, a la familia. La maldición del fundador funciona, y de vez en cuando lo que uno encuentra es, como decía Satur, rejalgar a tope.

 

Recuerdo que cuando me fui, seguí haciendo la charla con el director durante varias semanas, y viviendo todas las normas. Después, "hacía la charla", con otro buen amigo que se había marchado poco después que yo, y nos contábamos nuestras experiencias en el "mundo exterior". Recuerdo que usaba la expresión "se me mueve el paisaje" para dar a entender que los principios y creencias sobre lo bueno y lo malo, lo permitido y lo prohibido, empezaban a cambiar. Recuerdo también que mi primera experiencia fue la de grata sorpresa tras mis primeras confesiones con sacerdotes que no eran de la prelatura. Había sido prevenido tanto frente a la posibilidad de que fueran "malos pastores", que cuando luego encontraba en ellos la expresión de la misericordia de Dios y de la Iglesia, me quedaba maravillado y agradecido. Luego... un montón de experiencias más, hasta recuperar la autonomía moral y religiosa, hasta que volví a pensar la religión y la moral cristianas con mi propia mente, hasta que vertí mi experiencia y mi reflexión en el libro "Metamorfosis del cristianismo", que anuncié en esta web para que quedaran a disposición de cuantos pudiesen necesitarlas.

 

Pero me ha resultado muy doloroso ver personas enredadas en la maldición del rejalgar, como constreñidas o aplastadas por la creencia de que lo mejor para su vida y su alma es algo que abandonaron y a lo que no pueden tornar.

 

Con haber leído los escritos que a través de la web nos han brindado los teólogos como Ruiz Retegui, y los canonistas, filósofos e historiadores que han compartido su saber con nosotros, podrían haber desactivado la espoleta de la maldición que seguía oprimiéndoles, pero no ha sido así.

 

Es necesario siempre recurrir a la finura de espíritu de EBE o de Aquilina, que aunque no sean psicólogos ni pedagogos profesionales, tienes dotes naturales de maestros de espiritualidad, de trayectorias espirituales y de itinerarios existenciales, y también es necesario recurrir a todos los que, sin tener esas dotes ni esos hábitos de expresión y de docencia, tienen un primer impulso de ayuda comprensiva y amable.

 

Y por eso recurro a vosotros para preguntaros, ¿qué les diríais a esos amigos míos y vuestros, atrapados en la maldición del rejalgar, para que puedan mirar al mundo y a la Iglesia, a la gente y a sí mismos con una mirada que les libere de esa amargura?

 

¿Qué experiencias vuestras de cambio hacia otros modos de ver la religión y la moral podéis contar que les sirvan?

 

Ya sé que se han formulado antes estas preguntas, y ya sé que se han escrito buenas respuestas, pero como todo el mundo no lo ha leído todo, ¿podéis decir qué escritos de los que ya están en la web serían más útiles para los que aun están bajo la maldición del rejalgar?

 

Bueno, esto es lo que me urgía escribir desde hace más de un mes, pero no encontraba un hueco.

 

Deseo agradeceros a todos lo que habéis puesto de vuestra vida y de vuestro saber en la web, y que tanto nos ha ayudado a tantos.

 

Feliz año nuevo para todos y un montón de abrazos

 

Jacinto Choza



No se hagan paltas, por favor.- Emevé

Que una mujer pueda ser inocente y no darse cuenta, puede ser… que una mujer sea ciega y no quiera ver, da pena, pero se entiende. Pero que una mujer tenga la desfachatez de decir lo que dice a pesar de leer lo que lee. Ya no tiene remedio.  

Ustedes pueden decirle cosas muy ciertas, y muy buenas. Yo le he dicho “oye, yo soy de tu país, lo más probable es que me hayas visto alguna vez cuando me hospedé en tu centro porque era mi “casa de paso”, y a mi, a una peruana, a alguien que vive en tu misma ciudad le han hecho esto y tú te “haces la sueca” y no tocas el tema ni te lo planteas, sé sincera contigo y sé fiel a Dios y afronta la verdad”. Y tampoco me hace caso. 

Entonces, ya pasa de ser plena inocencia a ser un formal y enorme “hacerse la loca”. Pasa de ser alguien que da pena a alguien que causa indignación. Pasa de ser alguien respetable a ser alguien que no merece la atención.

 

Hacerse paltas es una expresión muy peruana, que usamos mucho aquí y en especial los limeños. No he oído que en países vecinos se use o entienda esa expresión, así que quien la dice tiene que ser peruana. Esa expresión quiere decir complicarse, en su acepción de hacer difícil o más difícil una cosa. En otras palabras, si es difícil ya el leer tanta sandez junta, mis queridos Paulo Andrade, Mabel y Lulu, no lo hagan más difícil… no nos hagamos paltas.

 

El día que alguien del opus me diga lo que dice mi “carta de fantasilandia” o algo similar, a lo mejor le responderé con respeto y cariño. A alguien que me diga que ya no usa ropa de baño con faldita, que se afeita las piernas, que no usa medias en verano o que ¡horror! usa pantalón, o en el colmo del descaro y de la rebeldía numeraril,  se trepó en un carro de un hombre para que la lleven a su casa, cuando bien sabe que esas idioteces no son el motivo principal de esta web. Sólo me queda decirle “no me jorobes”.

 

Hay que ser muy poco dotado de entendederas (o a lo mejor fue mala alimentación durante la tierna infancia) para tratar de esconder con “cojudeces” lo que esta web denuncia. Las críticas al opus no son por usar cilicio o por no hablar hasta después de la misa. Las críticas al opus son por su horrenda y criminal manipulación de las conciencias; por su fábrica de vocaciones; por sus “pescas” a menores de edad a escondidas de sus padres; a que cuando entras a un confesionario pensando que lo que dices es secreto de confesión ellos encuentran una media verdad que les permita revelar aquello que tú has ido a decir con tanta devoción en donde pensabas que encontrarías un pastor (sin saber que era un lobo); a su manera de juzgar a las personas haciendo informes sobre su vida personal; a la falta de caridad; a los manejos financieros y a su fábrica de santos; y eso, no ha cambiado. Puede cambiar Telva o que al santo (no Roger Moore) ya le gusten las mujeres en pantalones, si total los muertos no tienen vela en ese entierro, pero lo otro… demuéstrenme que ha cambiado desde 1928 … por favor!!!!

 

Hay un país en América, donde el viento canta historias del pasado a través de las quebradas. Y vuelan solitarios cóndores sobre la nieve blanca, más allá del azul del cielo, arriba en el silencio

 

En este país de América las directoras que lo fueron en mis tiempos, lo siguen siendo, y las únicas “nuevas” son las de mi generación o más jóvenes formadas por esas mismas directoras, así que no se me cuenten cuentos. Son las mismas, así que dudo (como dice Daniela) que algo haya cambiado.

 

Y no tiene nada que ver el modo español brusco para nosotros (ya lo dije una vez, los peruanos somos suavecitos) porque españolas en el poder hay muy pocas en este país, bueno hay muy pocas en total… cuatro gatas y tres de ellas, muy mayores. Así que aquí todo es bastante peruanito en el trato aunque en el racismo/clasismo se parece más al México que tan bien describe Castalio.

 

En resumen, que quien quiera hacerse paltas se las hagan, pero por favor escuchen y reflexionen sobre mi consejo de que es mejor denunciar lo que nos pasó a cada uno en lugar de perder el tiempo respondiéndole a quien o no sabe leer o tiene problemas de comprensión de lectura (por lo demás un problema muy común en mi país).

 

Saludos a todos,

Emevé





La convergencia entre el Opus Dei y el espía Robert Hanssen.– Trinity

El otro día fui a ver la película El Espía con otra de la Obra, una supernumeraria que está completamente fuera de matrix. Al salir, las dos nos quedamos un breve tiempo calladas y, enseguida, después de comentar brevemente lo que podría haber sido la película si los realizadores hubieran tenido más conocimiento del funcionamiento interno de la Obra, nuestra conversación se centró en las razones por las que Hanssen, que desde 2002 cumple cadena perpetua 23 horas al día aislado, se acercó al Opus Dei, y por las que esta institución no dudó en reclutar a tan siniestro personaje.

 

En efecto, la película se centra en la descripción de la contradictoria personalidad del singular agente del FBI, haciendo notar el contraste entre su marcada religiosidad y el tráfico con los secretos de su país y los secretos de su alcoba, cuestiones que la película trata con moderación, sin caer en lo morboso.

 

Sólo en una ocasión se menciona al Opus Dei, en relación a la actitud proselitista de Hanssen con su subordinado Eric O'Neill's y la familia de éste. Como informa Nacho Fernández, se ve que han surtido efecto las gestiones que han hecho con los productores, quienes al final no han querido tener problemas con la poderosa organización.

 

Quizá lo más interesante sea subrayar cómo esta adscripción al Opus Dei de uno de los espías más siniestros del siglo XX, pone en evidencia las consecuencias nefastas que cada día más va a tener para la organización la falta de escrúpulos de su voracidad proselitista. Los datos que da la película sobre la personalidad de Hanssen (su integrismo religioso, su gusto por la liturgia preconciliar, su acentuado puritanismo moral) permiten entender cómo éste se sentía a gusto en la Obra, y, dentro de su patología psíquica, encontraba en esa pertenencia un contrapeso a sus remordimientos. Y esos mismos datos ponen en evidencia que sólo puede admitir a un personaje como éste una organización capaz de dejarse deslumbrar por el dinero y el poder de una persona, en vez de discernir sin precipitarse la congruencia cristiana del candidato.

 

Trinity





El fantasma institucional y la responsabilidad. Para Isabel Nath.- Heraldo

Estimada Isabel:

El cuestionamiento que me haces es justo: alguien tiene que dar cuenta de los males cometidos, y ese alguien no puede ser sino personas singulares, con nombre y apellido. Por eso considero que el escrito de Armando es una buena respuesta a tus inquietudes, pues, en efecto, decir que muchos de los miembros del Opus Dei actúan con buena intención y que son excelentes personas no equivale de ninguna manera a eximirlos de culpa y responsabilidad.

Te mando un cariñoso saludo.

Heraldo





Obediencia debida. Para Isabel Nath.- Abelardo

Querida Isabel:

Después de leer tu último escrito, me ha venido la pregunta de ¿a dónde quieres llegar? Los que escribieron informes sobre sus hermanos, dentro del Opus Dei, lo hacían en virtud de "obediencia debida". Mandad un informe para la Oblación de... Archiva estos informes... Saca fotocopia de estos informes... Nunca nadie dijo "no me da la gana". Tú nunca, después de un Circulo Breve te levantaste enmedio y dijiste: "No estoy de acuerdo con lo que has dicho". Tú callaste y tragaste como todos los demás.

En los juicios de Núremberg se exculparon a aquellos oficiales que, incluso estando en campos de concentración y al frente de cámaras de gas, actuaron en virtud de obediencia debida. Se les aplicó lo que en Derecho se conoce como "eximente completa o incompleta": Hicieron eso pero no se les estimó culpables.

Los jóvenes de las SS eran reclutados entre los universitarios y se excluía a quienes habían tenido conductas "crueles". Eichman les instruía diciéndoles que "¡tenemos una misión histórica única: llevar a Alemania a ser la nación más grande de la historia!". Con ese ideal combatían los soldados alemanes y funcionaban las SS nazis. Hay que distinguir, por tanto entre la "clase de tropa" y el "Estado Mayor".

Hannah Arendt en su libro "Eichman en Jerusalén" cuenta cómo el Mossad investigó e identificó a Otto Adolf Eichman, Teniente Coronel de las SS nazi, responsable directo de la "solución final" del holocausto, encargado máximo de las deportaciones a los campos de exterminió. "Le miré a los ojos -escribe Hannah Arendt- y no vi nada, estaban vacíos". Fue condenado a morir en la horca, por crímenes de guerra.

Los que nos enrolamos en el Opus Dei en los años 80 -hablo de mi generación-, teníamos también una misión única: "Poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas". Por eso, Isabel, por favor, no quieras crear complejos de culpabilidad, apunta más bien a los Tenientes Coroneles, a los Otto Adolf Eichman de la Prelatura, a los responsables directos de este, nuestro holocausto, que tantas vidas se ha cobrado.

Atentamente

Abelardo





Trabajar para que no se repita.- Mineru.

A propósito del escrito de Isabel Nath de 9/1/2008, como ella, a mí también “me gustaría plantear una serie de cuestiones e invito desde aquí a las más que brillantes cabezas que nos acompañan a que alguien dé su opinión al respecto”. Bueno, a las brillantes –no necesariamente calvas refulgentes- y a todas las que se vean con suficiente ánimo.

 

Estimada Isabel (aunque no tenga el gusto de conocerte personalmente), me he tomado la libertad de cambiar el orden y subrayar algunos párrafos de tu escrito, con lo cual el tema que planteas se me aparece como sigue:

 

Algunas de las cosas que en su día hicimos hoy nos escandalizan y nos gustaría no haberlas hecho, pero las hicimos, y es necesario que cada uno asumamos las nuestras. (… ) El asumir las cosas como son es por aquello de que la verdad nos hará libres, ya sabéis... Pero es así, qué le vamos a hacer además de trabajar para que no se repita...  (…) Entra aquí seguramente el tema del perdón. Primero de cada uno consigo mismo, si no no hay forma de seguir adelante. Luego de cada uno con los que le hicieron daño. Me parece que el perdón es el punto clave para poder llamar a las cosas por su nombre, nombre feo e incómodo en ocasiones, sin juzgar y sin guardar culpabilidad insana o rencor por las cosas hechas o sufridas”.

 

Visto así, además de trabajar para que no se repita -y con ello pedir humildemente el perdón a cada uno de los ofendidos- la cuestión que ahora planteo es: ¿cómo puede alguien perdonarse a sí mismo?

 

Por otro lado, si es posible y lo deseas, te ruego una aclaración sobre lo que quieres decir en el párrafo final, ya que la “Institución” es una persona jurídica pública de la Iglesia Católica (Iglesia que es una persona moral por ordenación divina), Prelatura que es corporación con gobierno colegial (al igual que sus Regiones y algunas Delegaciones, que también son personas jurídicas con gobierno colegial, mientras que los Centros pueden, o no, estar erigidos canónicamente, es decir, pueden o no tener personalidad jurídica propia). En todo caso, la persona jurídica es algo sustancialmente diferente de la persona moral que la sustenta o erige y de las personas físicas que la componen y gobiernan, siendo que, salvo el Prelado y sus delegados (Vicarios, Consejos y personas con mandato expreso) y aún éstos sólo cuando actúan en el ejercicio de las funciones propias que lo conlleven, las demás personas no representan a la Institución en absoluto. Transcribo tu párrafo:

 

Esos errores que cometen cuando representan a la institución, son errores de la institución a la que pertenecen, puesto que una institución no es un ente virtual que toma decisiones por sí mismo e independientemente de las personas que la componen. La institución existe en las personas que la componen, especialmente en aquellas que por el cargo que ocupan tienen una mayor responsabilidad en la toma de decisiones. Porque si en el Opus Dei las personas son buenas y el problema es de la institución, quién se supone que es la institución?????. Quien materializa los errores de la institución????.

 

 

Atentamente,

 

Mineru



Agradecimiento a Agustina.- Leonardo

Estimada Agustina,

 

Estoy en un punto en donde, gracias a opuslibros, he logrado ubicar al opusdei, y me siento de alguna manera liberado. Creo que el camino que debo tomar es el de vivir en comunión con personas cercanas y que ya no quiero hablar del tema del opusdei por un buen rato.

 

Creo firmemente que el opusdei ya está destruido, pues lo rechazó Jesús. Quisiera vivir en un mundo en donde pudiera aceptar que existe el trigo y la cizaña. Creo también que la labor de opuslibros es importante pues es el único abogado que nos puede escuchar a los que tenemos alguna querella contra el opusdei.

 

A mi, creo que el opusdei me mató el corazón, pero creo que Dios no lo dejó morir. Creo también que Dios quiere que ya no me concentre en lo negativo.

 

Agradeciendo todas las atenciones, y solidarizándome ante Dios con los fines, los medios y las razones de opuslibros,

 

Leonardo Cantú

 

Nota de Agustina.- Querido Leonardo, te entiendo muy bien. Hay una fase en la que necesitamos denunciar públicamente o desahogarnos del desacuerdo por ciertas cosas respecto a lo que nos tocó vivir. Y  llega otra fase en la que ya nos hemos aclarado sobre qué sucedió y por qué, quién engañó a quién, cuál es el trasfondo real de la obra... y entonces, la vida sigue hacia adelante presentándose como una espléndida aventura que no nos dejaron vivir y que ahora sí se puede. Otros somos peleones, como es mi caso, que entendiendo ya que la etapa personal está cerrada y con ella la reconstrucción se ha dado, creo que tenemos que seguir denunciando para que no queden impunes las prácticas y tácticas del opusdei, si eso puede alertar y aliviar a otros para que no pasen por lo mismo que pasamos nosotros. Siempre estarás presente aquí por tus aportaciones que ayudan y ayudarán a quienes entren en la web en una situación difícil y también siempre puedes contar conmigo como una amiga incondicional. Un abrazo muy muy fuerte!. Agustina.





Sobre el cielo y presentaros a Dana.- Carmen Charo

Hola a todos!

Quisiera comentar unas frases del último escrito de Heraldo, y decir  que estoy de acuerdo con el planteamiento que hace sobre la obra, pero no con su valoración sobre el fundador y la responsabilidad de las personas.

"En primer lugar, quiero señalar que, salvo por accidente, no hay nadie en el Opus Dei con mala voluntad. Es más, las personas que integran la Obra son unas excelentes y magníficas personas, y me refiero precisamente a la pureza de sus intenciones, sin olvidar su calidad humana. Lo mismo pienso del Fundador, y no dudo para nada que esté en el cielo (aunque no considero que la canonización sea infalible"

Yo no soy Dios ni quién para decir si está o no en el cielo, pero indentifico el "estar en el cielo" con la santidad, que en otras religiones pueden llamar iluminación... y a ésta con la Consciencia. A ella no se puede acceder sin Libertad y Conocimiento.

El fundador, en mi opinión era un enfermo mental, y como tal y cegado por su obsesión, absolutamente inconsciente de la Realidad.

No sé dónde estará, pero según el criterio de Heraldo, Hitler y los suicidas del 11-S por ejemplo, estarán compartiendo estancia celestial con él. Todos actuaron por una obesión ciega y con la mejor intención, o por lo menos de todos se puede decir lo mismo.

La santidad, el "estar en el cielo" es otra cosa, y yo tampoco soy buena candidata a él por ahora.

Lo mismo digo de la buena intención de las personas, y me uno a las palabras de Mabel sobre el escrito de Morgana. Cuándo hay ya tantos datos, tantos testimonios... ¿cómo se puede seguir defendiendo lo indefendible? ¿no veis un empeño enfermizo, cerril, lleno de terror a abrir los ojos, a enfrentar la realidad, a tener que tomar decisiones heróicas pero necesarias para sus propias vidas? ¿Cómo puede llegar a la santidad una persona que rechaza el don de Dios de su propia vida con su libertad y responsabiliadad personales e inalienables?

Si alguien lo entiende, que por favor me lo explique.

Otra cosa... Quiero mandar un fuerte abrazo a Merchelo y Agustina por la pérdida de Chico y aprovecho para presentaros a quien fue mi psicoterapeuta a mi salida de la obra.Ellos me negaron  el dinero para ello y, como Dios siempre sale al paso, Dana fue quien escuchó mis quejas, mis lloros, mi rabia, quien acompañó mi soledad...

Y me ayudó su inocencia, su autenticidad, su cariño gratuito e incondicional siempre, su saber estar en sintonía con mi estado de ánimo, su cara de compresión siempre...

Ya han pasado 13 años de su muerte y se me enternece el corazón cada vez que la recuerdo. Como dice Mariló Lopez Garrido, los animales son ángeles disfrazados. Yo opino igual.

Un fuerte abrazo,

Carmen Charo

 





Por encima de la obediencia, está la caridad.- Bithias

Por encima de la obediencia siempre está la caridad

Bithias, 11 de enero de 2008

 

En estos días de fiestas entrañables, me he encontrado a un viejo compañero. Llamémosle Pablo, mi entrañable amigo de toda la vida. 

             Pablo y yo crecimos juntos. Ambos éramos muchachos llenos de fe, conscientes desde temprano de la vocacion que Dios da a todos. El encontró su vocación específica muy pronto en el estado religioso (no especificaré más porque no le he consultado escribir acerca de nuestra conversación en esta web, que conoce muy bien). El nunca me instó a seguir sus pasos al estado religioso, pero cuando ví que mi camino era la Obra, fue a el a quien primero se lo dije. Sin querer, le herí, porque el tenía la ilusión de que en cuanto completara mis estudios graduados, siguiera sus pasos. Eso, claro, no lo supe por él, me lo explicó un amigo común. No obstante, respetó mi decisión, y solo me dijo que ahora era que había que rezar por mi, para que fuera fiel al camino que Dios me habia trazado. Para que veáis que ese tipo de ideas no son solo de la Obra. Después de ese momento, vocación era, dentro de nuestra grandiosa amistad, el único tema que no se tocaba entre nosotros, en un exquisito respeto a la libertad del otro. De Dios, de nuestras esperanzas, sueños, metas... hablábamos con el corazón en la mano.

 

     Pablo, dentro de su vocación, vió que le era mejor estudiar educación, y lo hizo con el corazón, y aunque le hubiera gustado seguir a estudios graduados, inmediatamente se puso disponible a lo que la orden necesitara de él. Yo seguí a estudios graduados, completé mi doctorado, conocí la Obra a punto de acabar tercer ciclo, y pité.

 

   Una vez dentro, lo consabido: el es religioso, es de mal espíritu estar tan cerca de un religioso, estás apegado a su amistad. Ciegamente, le dejé a un lado. De eso, muchísimos años. Y me encuentro hace unas semanas a nuestro amigo común, que me ha contado algo que me ha partido el alma: Sabes, Pablo te ha extrañado mucho, camarada. Sigue preguntando por ti a tu familia, te sigue escribiendo a la casa de tus padres (cartas que nunca han llegado a mi) ¿por qué ya no le hablas?

 

      No sé por qué no habia visto antes la gran injusticia que habia cometido con el. Le llame, y fue como encontrar de nuevo un hombro amigo. El me conto de como le iba en su vida religiosa, sus idas y venidas. Era feliz. Ahora esta completando su master, y con una libertad envidiable. Se irá de vacaciones con su familia en verano, en un viaje que incluye a varios países y a ambientes para nada religiosos, sino mas bien mundanos: playas, EuroDisney, París... Escuchaba lo que me decia y flipaba: si esto lo aprueba el superior de un religioso... ¿como es posible que a un numeriario jamás un director le hubiera aprobado esto, y nosotros pretendamos estar en el medio del mundo? No pude evitar reirme al pensar esto, y Pablo, tan empático como siempre, me dejó hablar.

 

     No solo le conté esta contradicción que había en mi cabeza: le conté, con esa seguridad tan grande que es saber que nada de lo dicho irá a parar en un escrito interno, todas las otras contradicciones que veía a diario en mi centro. Profundizamos el tema de la obediencia, y le contaba como tantas veces me veía obligado, por el bien del interesado, a desobedecer al director y hacer de vista larga de algunas ordenes frívolas. Luego de preguntarme de la naturaleza de las desobediencias, se rió y me hizo ver que eran cosas súper absurdas. Dentro de la Obra, le expliqué, hasta este tipo de pequeñeces de las que te hablo son materia de obediencia. Todo es materia de obediencia. Se asombró, pero, muy propio de el, comenzó a hablarme de lo que decía el magisterio de la iglesia respecto a la obediencia, y de las repercusiones posibles de la frase que es casi el lema oficial de cualquier miembro de la obra: quien obedece nunca se equivoca. 

 

     De todo lo que me dijo, hay unas palabras, que quiero compartir con todos ustedes, que se quedaron grabadas en el alma: "Amigo, por encima de la obediencia siempre está la caridad". No os imagináis el peso que me sacó de encima. Por encima de cualquier orden, está el bien de esa alma. Ahora bien, me aclaró, es tu deber de dejarle claro al director tu opinión. Me reí con tristeza: en la Obra no se puede opinar. Eso es bien sabido: en la Obra sólo se acata. Si se tiene la osadia de sugerir, puedes morir en el intento, porque la respuesta nunca llegará.

 

     Por encima de la de la obediencia, siempre esta la caridad. Esta es una de las verdades que un director de la Obra jamas dirá.

 

     Pax a todos.

 

Bithias





'Hemos visto en la oración que ya no tienes vocación'.- Gabuzo

Hola,

me interesa saber los motivos por los cuales los directores deciden que un numerario/agregado ya no los sirve y le echan de la Obra.

Lo habitual es que van a ver a la victima y usan la formula: "Hemos visto en la oración que ya no tienes vocación".

En los vademecums de nivel local y comisión no hay nada sobre criterios que permiten hacerlo.

Entiendo los motivos logicos: la victima se quejaba de las practicas del Opus, esta enferma o no aporta dinero.

Pero al ver los testimonios esto ocurre tambien con gente normal y sin "problemas vocacionales".

¿Me puede alguien aclarar cual es la practica del Opus?

¿Lo hacen tambien con gente despues de la "fidelidad"?

Muchas gracias

Gabuzo





¿Protección?.- Gica

Hola a todas y a todos:

Me ha venido una idea a la cabeza, que no he visto escrita hasta ahora en ninguna parte, para explicar la permanencia en la obra. Ya me direis si alguno no recuerda algo parecido cuando empezó a plantearse contradicciones, dudas, antes de irse. Adelanto que no quiero que nadie se sienta menospreciado por lo que voy a escribir.

¿No os habeis sentido como muy protegidos dentro y las cotizaciones de los supernumerarios o el dar el salario entero de los numerarios representaban (o representan todavia para los que siguen dentro), no una limosna, sinó una cotización para pagar esta protección, como se paga a la Mafia?

Para las personas que necesitan seguridad puede ser muy cómodo pagar para sentirse seguras, protegidas de los «peligros del mundo», dentro de una cáscara o burbuja, como querais llamarla.

Yo, que nunca he querido oir hablar de esta gente, lo veo así. Los que habeis salido teneis todo mi respeto y mi simpatía. Espero que nadie se ofenda. Lo de mafia va por la obra, claro, no para las personas.

Gica





Felicitación a Castalio.- Carmela

Por favor permítanme felicitar a Castalio por su excelente y profunda exposición sobre la obra en México, he quedado impresionada por la exactitud y claridad del relato. ¡Cuántos recuerdos has despertado en mi cabecita loca de aquellos mis años en el D.F!

 

Doy fe de que todo lo que cuenta Castalio es verdad, viví todo eso hace ya un tiempo, solo me queda acotar que en otros países latinoamericanos, a pesar de tener la labor los mismos orígenes, algunas cosas no han sido totalmente iguales, como es el caso de la región de Argentina

 

¡Gracias por el relato Castalio, espero más como éste!

 

Un abrazo

Carmela





Canonización y opiniones en contra.- Bastián

Con mi deseo de felicidad para todos en el año que acabamos de iniciar, copio una nota de la agencia Zenit donde se dice claramente que a partir de ahora se va a escuchar las opiniones en contra en los procesos de elevación a los altares. Lo contrario de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, como la del marqués de la Alta Pera.

Bastián

 

La Santa Sede pedirá más rigor a los procesos diocesanos de canonización

En un próximo documento, anunciado por el cardenal prefecto del dicasterio

 

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 9 enero 2008 ( ZENIT.org).- Los obispos diocesanos del mundo recibirán nuevas instrucciones de la Santa Sede sobre el inicio y el proceso de causas de beatificación y canonización.

Así lo confirma el cardenal José Saraiva Martins en «L'Osservatore Romano», anunciando el próximo documento que el dicasterio del que es prefecto, la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, está preparando.

En unos días se podrán consultar esta veintena de páginas, apunta el periódico de la Santa Sede -edición diaria en italiano fechada este miércoles--, motivadas por las modificaciones de Benedicto XVI desde el inicio de su pontificado.

«Celebrar el rito en tierra natal» de aquél que es elevado a los altares es, «sin duda» el más importante de los cambios de este pontificado porque «acerca todavía más al pueblo de esa nación a la Iglesia universal», recalca el purpurado en una entrevista concedida al citado diario.

Por eso el nuevo documento, «destinado a todos los obispos residentes», contiene «algunas instrucciones sobre cómo proceder en el examen de la admisibilidad de nuevos casos y sobre qué hacer en concreto para iniciar y llevar adelante la fase diocesana del proceso», anticipa; así se puede «responder mejor al nuevo espíritu introducido por Benedicto XVI en los procedimientos del rito de beatificación».

«Se trata de innovaciones muy importantes, capaces de subrayar de manera eficaz la teología de la Iglesia local así como fue reafirmada con fuerza por el Concilio Vaticano II», traza el cardenal Saraiva.

Y es que, de acuerdo con el purpurado, «la beatificación de un siervo de Dios en la Iglesia a la que pertenece es algo que toda la comunidad vive de manera compacta, en un clima de fe que se transforma en gozo y fiesta eclesial por el hecho de que uno de ellos ha sido elevado al honor de los altares».

Precisamente por este valor y este fervor que suscitan tales acontecimientos, «es necesario proceder con todavía más cautela y precisión», indica.

El documento «merece especial difusión», y el dicasterio pedirá «la atención especial de los postuladores» --de las causas-- sobre el mismo, recalca su prefecto.

«Estoy convencido de que, de hecho, deben ser precisamente ellos los primeros en conocer perfectamente qué deben hacer los obispos diocesanos» , admite el cardenal Saraiva.

Hace sólo tres semanas Benedicto XVI apuntaba ya esta vía al recibir a los postuladores de la Congregación para las Causas de los Santos y hacer hincapié en el valioso trabajo del dicasterio dada «la importancia eclesial y social de presentar siempre nuevos modelos de santidad».

Sirviendo a la verdad -expresó el Papa, haciendo un recorrido por el itinerario de las causas--, «durante la "investigación diocesana" las pruebas testimoniales y documentales se deben recoger tanto cuando son favorables como cuando son contrarias a la santidad y a la fama de santidad o de martirio de los siervos de Dios».

Esta primera fase del proceso canónico es «en ciertos aspectos fundamental», subrayó el Santo Padre; las pruebas recogidas deben seguir «la objetividad y la integridad», todo ello «bajo la responsabili dad de los obispos diocesanos».

Y «fundamental» es también «la tarea de los postuladores, tanto en la fase diocesana como en la fase apostólica del proceso», advirtió Benedicto XVI, pidiéndoles una labor irreprensible, recta, con competencia profesional, capacidad de discernimiento y honradez «al ayudar a los obispos diocesanos a instruir investigaciones completas, objetivas y válidas, tanto desde el punto de vista formal como sustancial».

Punto de partida de un proceso es la fama de santidad. «Diría que es el único resorte», reflexiona el cardenal Saraiva en «L'Osservatore Romano».

«Sin fama de santidad no se mueve nada» --sigue--; «son los fieles los que señalan a la Iglesia la ejemplaridad de una figura», hasta qué punto «ha sido capaz de influir en sus vidas, alimentar su fe, encender en ellos la ll ama de la esperanza».

«No niego que pueda haber otros promotores, como tal vez la justa satisfacción de una familia religiosa respecto a su fundador o a un hermano» de comunidad, pero «sin el impulso que procede de la fama de santidad es difícil poner en marcha un proceso», concluye.  

Por Marta Lago





Comentarios (de un supernumerario).- Alberto José

Trinity: dices que perteneciendo a la Obra tienes que aguantar los dislates de tus superiores.... ¿no crees que sería mas positivo para ti ofrecer, eso que defines como "aguantar", a Dios para que te sirva para crecer en tu filiación a El y apuntalar tu objetivo de búsqueda de la santidad?. Además nadie está obligado a estar en una institución como la Obra... si no sientes tu vocación o si crees que no puedes "aguantar" una disciplina con la cual se puede estar de acuerdo o no, ¿no sería mas saludable para ti renunciar a ella en lugar de hacer críticas en un ámbito que, cuanto menos, es el menos adecuado?-

 

Atomito: te diré que soy lo bastante "grandecito" para "comprar" un marketing como defines a la vocación que alguien puede tener, en este caso por la Obra. Creo que a las opiniones se las discute, o refuta... en tu caso conmigo, al igual que hicieran otros, te has limitado básicamente a descalificarme... Yo me tome casi 20 años para definir mi vocación.... no me dejé llevar de arrebatos de juventud como evidentemente sí te pasó a ti con las consecuencias ya conocidas.

 

Alberto José

 

Nota de Agustina.- Por alusiones y pidiendo permiso a Trinity y a Atomito. Referente a que hacer críticas a la obra, éste –Opuslibros- “es el ámbito menos adecuado”: Alberto José: una de las causas por las que esta web aumenta día a día (de 5.000 a 6.000 visitas diarias desde 5.000 a 6.000 ordenadores -computadoras- únicos, es decir, diferentes), es porque en el opusdei no hay lugar para las críticas porque dentro de la institución, todo lo que no sea estar de acuerdo con ella es tachado de soberbia, falta de visión sobrenatural, tentaciones del demonio...). Pues no. La crítica es sana, preguntar es sano, dudar es sano, pedir argumentos es también sano. Si en los medios de formación no se puede preguntar, si en las tertulias sólo hay que hablar “en positivo”, si está prohibido que “un fiel de la prelatura” hable, comente, charle, se desahogue de esos temas con “otro fiel de la prelatura” que no sea su directora o director “espiritual”, si lo que se pone por escrito a los directores o al prelado va directamente al cubo de la basura (a ese cubo de la basura que Escrivá decía que teníamos que sentirnos cada uno en el opusdei). Si no hay posibilidad de diálogo llano y sincero en el opusdei, si la web oficial es un fósil que repite las mismas infantilidades de siempre como sucede con las publicaciones internas Noticias y Crónica, sin posibilidad de introducir la más mínima pregunta de la realidad de lo que viven los “fieles”... ¿a dónde van a acudir a intercambiar opiniones quiénes fuimos y son de la obra? Pues aquí, es de sentido común. ¿Es que no se dan cuenta los de la AOP (Apostolado de la Opinión Pública) con sus monolíticos gabinetes de prensa de que no hay que ser un lince para que si quieres tener cierta credibilidad también des paso a opiniones no ya de los que los fuimos, sino de las preguntas que están en la calle? Y no puedo terminar esta nota (me hice el propósito al comienzo de este año nuevo de poner las menos notas posibles debajo de los envíos pero me resulta muy difícil cumplirlo), de –sobre lo que le dices a Atomito sobre los “arrebatos de la juventud”. Está claro que los supernumerarios no os enteráis de nada. Te lo explico: los arrebatos de la juventud los utilizó la obra para manipular nuestra personalidad aún no formada –14,15, 16 años- a base de un proceso de captación muy bien estudiado para que pitáramos los que, arrinconados en el ring, sin defensas, sin la ayuda de nuestros padres, no podíamos ni deberíamos ser como “el joven rico” del Evangelio. La obra se perdió un gran numerario contigo. Lástima que sí quisiste ser como “el joven rico” y "sólo" has sido supernumerario. Si hubieras sido más generoso, ahora serías por lo menos confesor de un centro de cooperadoras o quién sabe, igual estabas de profesor en un colegio de la obra y -no tengas dudas- leyendo a hurtadillas esta web para ver cómo salir de ahí y poder dejar el tratamiento psiquiátrico. Un saludo, Agustina.




 

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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?