CORRESPONDENCIA

Lunes, 14 de Abril de 2008

            Querida Estrella,

            Hacía tiempo que no buceaba por las páginas de la web y leo hoy tu correo (11 abril) que transmite angustia por los cuatro costados. Yo también pasé por meses de crisis hasta dar el paso que me hizo libre y feliz. Nunca estaré suficientemente agradecido a esta web que tanto apoyo me dio en momentos difíciles y de soledad. No me incitó a irme del Opus pero sí me hizo ver una realidad que estaba velada por tanta manipulación y mentira. La decisión, a fin de cuentas, la debe tomar uno mismo.

            He aprovechado para leer igualmente los correos de otras personas que te dieron consejos y poco más se puede decir. La decisión es tuya, pero si sigues en ese estado de permanente desasosiego, empieza a dar los pasos para dejar la Obra. Quizás no lo imagines, pero el mundo es maravilloso y se puede estar muy cerca de Dios sin pertenecer a organizaciones que —a la vista queda— hacen mucho daño físico y psicológico. Te cito textualmente: "qué se puede hacer cuando una tiene algo muy fuerte que no puede ni sabe a quién contar". Pues si en la Obra no encuentras el lugar para abrir tu corazón y hablar con sinceridad y naturalidad, es obvio que allí no puedes perseverar. O quizás sí, pero acabarás loca. He conocido mucha, mucha gente que con ese tipo de esquizofrenia vital (totalmente evitable) terminaron mal y empastillados. Estrella, yo estuve en Pamplona cuidando a una persona en un centro "especial" en el que TODOS, menos el director y el cura, estaban mal de la cabeza. Y entraron en el Opus siendo normales.... Una pena.

            Ya me fui hace 5 años después de haber sido numerario más de 25. También hubo épocas en que fui feliz dentro de la Obra y por mí pitaron muchos (mea culpa), pero te aseguro, Estrella, que no cambiaba ni un minuto de este tiempo fuera de la Obra por ninguno de los mejores momentos dentro de esa "jaula de grillos".

            Esta web me animó a pensar por mí mismo y —repito— no me azuzó para que me fuera. Me sentí respetado, apreciado y, ¿por qué no decirlo?, querido. Yo sí te animo a que des el único paso posible dada tu situación. Así no se puede perseverar; acabarás mal. Son tantas y tan graves las incongruencias, manipulaciones, falsedades, abusos y faltas de caridad que hay en esa organización, que lo mejor y lo más cristiano —si verdaderamente amas a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti misma— es coger la puerta y ¡hasta luego Lucas! Las cosas no se solucionan solas, hay que tomar decisiones.

            Un abrazo de

            Edu

Bien voy a comenzar con mi historia.

Actualmente tengo 16 años, soy una chica y vivo en Barcelona. Mis padres son supernumerarios, los dos. Desde muy de pequeña comencé a ir a un club, fui porque una hermana mía iba allí y mis padres querían que fuese.

Comencé con 6 años, al principio no tenía idea de nada de donde estaba. Yo solo iba porque mis padres me llebaban y me decían que era bueno para mí y yo, les hacía caso. Poco a poco, a lo largo de los años, me fueron enseñando todo lo fundamental, hasta que hubo un punto en que solo salía de mi casa para ir al club; ya que cada día recibía llamadas o bien de alguna numeraria, de mi preceptora o alguna "amiga". Así que me sentía algo obligada a ir, sentía mucha presión y no les podía contar a mis padres que no me gustaba ir.

Más o menos, sobre los 12-13 años, comencé a asistir a meditaciones. Y fue entonces cuando supe de verdad lo que es el Opus Dei. Aunque de alguna meditación sacaba cosas buenas, veía que las cosas no encajaban, que no tenía mi propia vida. Mi preceptora me hacía explicarle todo sobre mi vida, hasta las cosas más personales. Ella veía que me faltaban ganas así que empezó a animarme a que fuese a los retiros y los encuentros con otros clubs. Bien, a mí nadie me había explicado ciertamente en que consistía un retiro, me decían que tendríamos tiempo libre para hacer deporte, estudiar, hacer excursiones en la montaña... Pero ciertamente, todo ese tiempo libre se convertía en rezar, o bien rezar el rosario, o muchas charlas (yo todavía no podía entrar en círculos). Y lo que sobraba servía para estudiar, para nada más. Al llegar de mi primer retiro se lo expliqué a mis padres, y ellos me contradijeron totalmente. Se metieron de alguna manera conmigo, por pensar que iba a pasarmelo bien en un retiro (les expliqué lo que les dije que me diejron que era, pero no me creyeron).

Después de mi primer retiro, me sentí todavía más agobiada y presionada a asistir al club. Llegaron los días en que mis padres solo me dejaban quedar con las amigas de allí y no les gustaban mucho mis amigas del colegio. Por cierto yo iba y voy, a un colegio mixto religioso. Las numerarias del club llamaban cada vez más a casa para hablar con mis padres sobre mi rendimiento escolar y cuando vieron que era malo, querían cambiarme a un colegio de la obra. Y yo me negué totalmente. Ellas les iban metiendo cosas en la cabeza a mis padres como que no era bueno relacionarse con cierto tipo de gente, como los de mi colegio, que no va casi nadie a misa y que hay gran parte de chicos. Sobre todo eso, los chicos. Las numerarias me decían que no era bueno mantener relaciones muy amistosas, ya que ellos solo pensaban en sexo...

Iba pasando el tiempo y yo seguía yendo... Cuando cumplí los 14 años comencé a asistir a circulos, a mi ni me pidieron permiso para apuntarme, ellas me añadieron y me llamaban y no les podía decir que no, sentía un miedo enorme. Poco a poco, fui pensando que no era mala idea lo de asistir al club, que me enseñaban cosas buenas sobre la vida. Pero después de meses y meses, recuerdo que fue en el verano del año pasado. Estaba en unas convivencias y tuve una charla con una numeraria, ella me habia explicado todo lo que le pasó, y ciertamente era muy parecido a lo mío, solo que ella decidió continuar, ya que comenzó a sentirse mejor gracias a la obra. Y entonces yo entendí que no era malo no sentirse bien el club, que no era malo tener amigos y algo más que eso, que era yo la que tenía que decidir mi vocación no ellas, que era mi propia vida y tenía que vivirla tal y como yo quisiese.

Y he llegado hasta ahora, actualmente hace mese que no piso el club. Voy bien en el cole y con mis amigos. Pero no sé como decirles a mis padres que hace meses que no voy al club, ellos no lo saben. He pensado alguna vez en decirles que yo no tengo ningún tipo de vocación para eso... pero se la reaccion de ellos y se enfadarían mucho, mucho. Ahora mismo me siento muy agobiada y más presionada que nunca, mis padres no dejan de hablarme sobre Dios y que tengo que seguir su camino pese a todo, ser fuerte y no abandonar a Dios... que él es la esperanza de vivir. Mi padre tiene los ojos tapados a cualquier cosa que no sea religiosa.

Y ya no tengo más tiempo.

Gracias por leerlo, si lo haceis y gracias por hacer esta web:)

Mom

Hola Estrella.

Ante tu llamada de ayuda o consejo he sentido la necesidad de hacerte algun comentario. Soy más o menos nuevo en la web.

Me he identificado bastante contigo, pues yo tarde bastantes años en decidirme y dejarlo. Yo aproveche el cambio de ciudad para dejarlo, si hubiera seguido en la misma ciudad hubiera sido mucho mas dificil para mi, seguiendo en contacto con ellos, calle, trabajo (trabajaba en una empresa de un supernumerario), etc.

Dejamos las relaciones sociales, solo estamos en contacto con los de la obra y afines. Resulta duro dejarlo y como hacerlo, pero también resulta duro pensar en el despues, trabajo, familia , amigos, etc.

Solo pienso que esa situación de tensión y preguntas continuas solo te puede llevar a una depresión como me llevo a mi. Tampoco sabemos mas datos tuyos: si tienes trabajo en la calle, si tu familia te apoya en las decisiones que tomes, si decides quedarte o irte, si viven en la misma ciudad, si tus padres son supernumerarios o no. Tienes el apoyo y animo de los compañeros de la web, cosa que yo no tuve. No pude hablar con nadie ni siquiera para desahogarme por lo que la decisión resulta mas dificil todavia, no se si ese es tu caso.

Sin mas datos no puedo decirte que lo dejes o sigas, solo que cuanto mas tiempo lleves en la obra las cosas que no te cuadran seran mayores, como me paso a mi, al principio todo era perfecto; aunque ocultandoselo a mi familia y a los que me querian.

Mi consejo es que lo hables con un familiar o amigo de confianza que no tengan contacto con la obra y te puedan aconsejar de forma objetiva. O con algun sacerdote diocesano de buen criterio, y que si te resulta violento con uno de tu ciudad pues al final todos se conocen, lo hagas con otro de una ciudad proxima aprovechando algun viaje, o si no te inventas una excusa para ir a otra ciudad, o te vas sin decir nada que en dos o tres horas vas y vienes a una ciudad proxima.

Que sepas que una de las cosas por las que mas nos costo dejarlo fue un sentimiento de culpabilidad que nos han inculcado, cosa que no es asi. No somos culpables porque en mi caso solo me explicaron un 1% de las cosas a las que me comprometia, supongo que a ti también. Con lo cual pienso que si me hubieran explicado  todas la cosas a las que renunciaba  a una edad madura (minimo 18 años) hubiera dicho que no.

Solo decirte que estoy muy contento de haberlo dejado y cuando estaba dentro pensaba que tenia vocación, aunque no estaba de acuerdo con muchas de las formas de llevarla a cabo. Te das cuenta que eres una planta de invernadero en plena estepa siberiana, resulta muy dificil sobrevivir ( mentalmente) si no te creas una coraza.

Espero que tu mente se aclare cuanto antes por que si no puedes acabar enferma como nos a pasado a muchos. y que mis comentarios te puedan dar algo de luz.

un abrazo estamos contigo

Jon

Soy supernumeraria desde hace casi tres lustros.

Quiero confesar que la primera vez que "caí" en opus libros me escandalicé y me enojé. Después he reflexionado y en realidad me parece muy bién que exista un lugar donde las personas puedan expresar todos los sentimientos, conflictos y dolores que les ha hecho pasar su salida del opus Dei.

Yo les entiéndo a todos perfectamente, aunque no lo crean, he tenido mis crisis en las que he querido mandar todo  por un tubo y dejar de aguantar las "torturas morales" a las que todos los miembros tarde o temprano hemos sido sometidos.

Sigo siendo miembro de la Obra, principalmente porque aunque podría parecer "de mal espíritu", he aprendido a dejar que manejen mi vida hasta donde yo lo permito. Estoy demasiado conciente de que las directoras son completamente humanas, y que se pueden equivocar con toda la facilidad del mundo. Lo de la "gracia de estado" que tanto predican es muy subjetiva. En todo caso, yo tengo la "gracia de estado" de ser mamá, y he metido toda la pata muchas veces con mis hijos. Lo justo sería pensar que los numerarios y numerarias generalmente entran a la Obra demasiado tiernitos; en mi caso no se de ningun@ que haya pitado de numerari@ ya grandecito, por esto mismo crecen y maduran en un mundo un tanto cuanto irreal, y  por muy preparados que estén (o que se sientan estar), pues tienen una percepción del mundo digamos que un poco fantasiosa.

Finalmente, Dios a cada persona le dió el don del disciernimiento, entiéndo que los que han tomado la valiente decisión de "despitar", irse de casa o como le quieran llamar, en algún momento de su vida hicieron uso de ese don, y prefirieron dejar la vocación al Opus Dei por la paz. Aquí lo grave, y en lo que nunca he podido estar de acuerdo con las directoras es que todo el asunto de irse conlleva un drama espantoso, con mucho llanto, mucho aspaviénto y mucho rasgarse las vestiduras por parte de las direcciones. El o la que se va, se lo hace sin nada, algunas veces hasta sin dignidad y encima de todo con el cargo de conciencia de que ha hecho algo malísimo.

A mi forma de ver, lo único que tenemos realmente inviolable los seres humanos es el libre albedrío. Dios nos lo dió, y El Mismo lo respeta a toda costa. No puedo comprender cómo los seres humanos algunas veces nos sentimos más que Dios y queremos interferir en el libre albedrío de los demás. Dejar de ser del Opus Dei, o dejar de ser fraile o monja, incluso sacerdote no es un delito. La Iglesia  no lo castiga. Quien deja de serlo sigue siéndo hijo de Dios con todas las obligaciones y prerrogativas que esto implica. El problema es que los que están alrededor quieren hacer sentir que quien no comparte sus convicciones está completamente equivocado y hasta merecería el infierno. ¡Que pena!, creo que el mundo sería mucho mejor, si respetáramos a cada persona que pasa por nuestro lado, finalmente si Dios nos quiere tal y como somos, sería hermoso que nosotros hiciéramos lo mismo.

De verdad me da mucha pena todo el sufrimiento (innecesario) que han tenido que soportar todos los que han dejado la Obra. Estoy convencida de que tuvieron las suficientes razones para hacerlo, que no lo hicieron por darle la lata a la Obra y mucho menos por tener mal espíritu, que en algunos casos perdieron muchísimo más de lo que ganaron, y que algunos arrastran todavía un gran pesar. ¡Animo!, la vida continúa y ya demostraron todos los que se fueron que tienen un valor superior, la vida a todos nos depara cosas buenas y ustedes se merecen todo lo bueno que la vida puede dar.

Por mi parte, a todos ustedes les pido que recen por mi, y por todos esos directores y directoras que les amargaron la vida. Ell@s van a tener que responder allá arriba de todas las calamidades que ocasionaron en las almas, y Dios tomará en cuenta el sufrimiento de quienes las padecieron.

Un beso para todos, con todo mi cariño

Flor en el Atico

Querida Estrella:

El viernes por la noche leí tu mensaje y, posteriormente, todos los que habías enviado a la web. Y me provocó una tristeza enorme, que ha hecho que haya estado todo el fin de semana pidiendo a Dios por ti.

Yo no sé lo que Dios quiere de tu vida. El simple hecho de insinuarlo sería una pretensión por mi parte. Pero, gracias a Dios, sí que sé lo que quiere de la mía, y por eso quiero contarte mi experiencia.

Cuando yo pité todos mis hermanos ya eran numerarios. De hecho, a mí no me tuvieron que plantear la vocación. Yo solita me la planteé al ver a mis hermanos. Sin embargo, para cuando me llegó el momento de irme al Centro de Estudios, ya todos mis hermanos habían vuelto a casa de mis padres, y allí me fui yo, con el peso de darle a Dios la fidelidad que no le habían dado ellos (eso fue lo que me dijeron cuando el primero de ellos lo dejó)...

Rous,

te agradezco tus palabras llenas de cariño. Por supuesto que voy a seguir compartiendo con vosotros mi historia. Ya han pasado diez años desde que me fui y estoy serena y tranquila para poder ser objetiva y tratar de contar mi verdad.  Lo peor ya pasó. Ahora soy una persona nueva.

Tuve, la suerte de que por mí cotizaron a la Seguridad Social cuando el primer gobierno socialista les obligó a hacerlo y, más adelante, contaré cómo fue. Ahora vivo de una pequeña pension.

Hasta pronto y un beso de

Maripaz

Querida Books,

no sabes la alegría que me da leer lo que escribes sobre la felicidad, y es que conociéndote, durante algún tiempo no logre saber lo valiosa que eres. Entonces, eras apariencia de alguien, ahora, eres tú misma, única, irrepetible, encantadora, con tus sentimientos a tope y un maravilloso ser.

A mí me pasa igual respecto a la felicidad. Es como cuando sueltan un muelle comprimido Salta con una fuerza única. Y vivo con gran intensidad, como si quisiera aprovechar al limite esta nueva oportunidad que la vida me brinda, y así poder olvidar los largos años donde todo estaba prohibido, manipulado, donde hasta las cosas más sencillas tenían la rareza de lo complicado.

Por supuesto que he visto la feria y los farolillos encharcados. Ya lucirá el sol... Qué ganas de volver a ver Sevilla, donde pase mis mas jóvenes años y pasear por sus plazas sus callejas oler su azahar. Perderme por el barrio de Santa Cruz despacito... sin prisas, porque ahora el tiempo es algo mío. Ya bastante corrí.

Un beso para ti

MariPaz

COMPAÑEROS DEL OPUS DEI: YO NO SOY SU ENEMIGO

José Ricardo Alvarez Puerto, 14 de abril de 2008

Buenos Dias,

Soy un ex-numerario colombiano que por las casualidades de la vida me encontré después de diez años con un compañero de la Obra que sigue militando como numerario, quien me contó de la existencia de ustedes y de su pagina web. Es irónico que esta pagina sea mas conocida por miembros activos que por ex-miembros.

Me animé a escribir porque llevo diez años de silencio y porque se que hay mucha personas de la Obra que necesitan saber que tienen amigos de verdad que son felices fuera de la institución. Me gustaría algún día saber de grandes amigos que cultive en mis épocas de numerario y que nunca mas supe de ellos: compañeros numerarios, sacerdotes, agregados y supernumerarios de la ciudad de Cartagena, Barranquilla, Bogota, Medellín entre otras ciudades de Colombia que si leen esta pagina web podamos reactivar una amistad que se truncó por la persecución a la cual somos sometidos los que decidimos libremente dar un paso al costado...

Hola Juan K.

eres un afortunado de haber conocido al Opus en la epoca de internet. No es tan facil hoy en dia silenciar lo que no conviene que se sepa. 

En Opuslibros puedes enterarte de todo lo que en el Opus no te van a decir. Como ya te diste cuenta, lo que se publica aqui no son ataques de gente que no conoce o "que no entiende" la obra. Son experiencias reales de cientos de personas con historias y mentalidades diferentes, que pasaron en muchos casos decadas en el Opus, y que aparecen publicadas sin "retoques", sin un censor que se encarga de que no haya "errores". Lo que leas en las publicaciones oficiales del Opus, nunca van a ser cosas espontaneas, todo pasa por el control de big brother.

Mi consejo es que te tomes tu tiempo, y tomes la decision despues de tener suficiente informacion. En el Opus te van a decir que "tienes que empujar la puerta" (o sea que ellos no tienen interes en presionarte a que tomes la decision), sino al contrario. Pero es mentira. No te van a dejar tranquilo. Si piensan que vales, que tienes buenas condiciones, te van a presionar de todos los modos posibles.

En definitiva, no te voy a decir que entres o que no entres, pero informate bien primero, no te dejes engañar.

Suerte

Atomito

Para australopitecus:

No sé en que te basas para hacer semejante comentario. Por el hecho de decir si he sido la única usuaria registrada que no me he ido rebotada de la Obra??. Vamos hombre un poco de humor!!. En ningún momento he querido ofender ni faltar el respeto a nadie.

De todas las chicas que pitamos en mi año creo que no siguen ni el 5% y unas lo pasaron peor y otras mejor. Ya he comentado que a mi personalmente se me hizo duro volver a la vida normal. Pero bueno... pasan los años y cambian las cosas. El rencor que podías sentir por algo o por alguien, gracias a Dios va desapareciendo.

A día de hoy guardo muy buenos recuerdos de aquellos años. Hoy en día no tengo nada que reprochar al Opus Dei, hombre reconozco que alguna vez, si quedo con alguna numeraria, le animo a apuntarse al grupo de los exmiembros, pero todo queda ahí. Algo me dice que Paloma anda por este foro si es así un beso muy grande. Nos vemos en la feria de mayo, no??

Malena

Yo sólo me dediqué a la administración tres años, pero me siento identíficada en algunas cosas con ella.

Yo pité como agregada pero era una rosa o sea niñas pitables como auxiliares. Desde el principio me costó el respeto tan sumamente exagerado que había que tenerle a la directora apenas 6 años mayor que yo. Para mi era super difícil porque me parecía estar hablando con alguna de mis hermanas mayores. De todas formas he de decir que nunca se me exigió demasiado en ese sentido ya sabeis el dicho popular "es mejor caer en gracia que ser gracioso" y todas las numerarias me trataban con el mismo respeto que se trataban entre ellas. Y que carajo!! eramos todas niñas!! yo tenía 18 años y la directora 24 me parece que la persona mayor en ese centro tendría como mucho 40 años, eso sí estaba muy trabajada la pobre porque... se le veía muy chunga.

Si no me equivoco viviamos unas 24 o 25 personas (mujeres por supuesto :-). Allí me lo pasé francamente bien. Fue en el cambio de centro cuando las cosas no fueron tan bien. Me dí cuenta que me había estado engañando a mi misma, que disfruté mucho y ojo también lloré mucho en Goroabe pero la vida en mi nuevo centro no era ni parecida.

Me fui alejando poco a poco de todo el mundo, me cambio el caracter y lo pasé francamente mal. Y en el momento de tomar la decision de dejarlo, en principio intentaron disuadirme pero luego me apoyaron. Reproches, hoy en día?? Sí que es cierto como dice Mari Paz, trabajas mucho, mucho, muchísimo y lo peor es que te apartan un poco de tu familia y por eso le he pedido perdón a mi madre mil veces. Pero como he dicho en mis anteriores envíos, el tiempo lo cura todo.

Espero que pronto os encontreis todos perfectamente. Y sobre todo que dentro de la Obra hay de todo como en botica, gente buena buenísima y gente mala malísma. Pero a esas personas buenas me ha merecido la pena conocerlas, desde aqui mi agradecimiento a todas ellas.

Malena

      Hola Estrella!

      No sé qué es lo que te ocurre exactamente (viernes 11-4-08), pero he visto tus correos anteriores y veo que tienes dudas sobre tu vocación en la Obra.

      Supongo que quieres ser fiel a lo que Dios te pida, pero estás hecha un lío. Desde mi pobre experiencia te animo a rezar ante el Sagrario. Solos Dios y tú. Tú y Dios. Olvidando a todos y todo. Y allí ante el Señor, sacar todo lo que tienes dentro... puede parecer algo absurdo lo que digo, pero muchas veces sabemos cosas que no nos atrevemos a decir en voz alta, ni siquiera a pensarlo para nosotros mismos, de puro miedo que nos da... Como si al no reconocer lo que nos pasa, aquello fuese menos real. Como decían en una película,"lo fácil es saberlo. Lo difícil es reconocerlo".

      Casi siempre sabemos lo que debemos hacer, pero nos da tanto miedo abrir la puerta para ver la respuesta, que nos pasamos la vida en la penumbra.... como cuando tenemos un esparadrapo sobre una herida y sabemos que hemos de retirarlo, pero nos da tanto miedo el dolor que en vez de tirar, remoloneamos y sufrimos el doble.

      Te animo, desde la distancia pero desde la cercanía, a que seas sincera y fiel. Sincera y fiel contigo misma. Para luego ser sincera y fiel con Dios. Y  después que busques una persona que te conozca, que te quiera y en la que confies y que sepas que te va ayudar a ver lo que Dios quiere de ti. Y entonces, ábrele tu alma a esa persona para que te ayude. Necesitas hablar, desahogar todo y quedarte tranquila..."Donde hay Paz, está Dios".

       En la vida, hay que escoger una camino u otro y tras escogerlo vivirlo con PAZ  y ALEGRÍA... Si uno camina, pensando en el otro camino... además de no disfrutar de las flores y otras maravillas que hay en su camino, tropezará en todas piedras de su camino.

       Escoger tu camino será fatigoso y quizás doloroso, pero no dudo que Dios estará contigo para darte fuerzas.

       Te mando un enlace que a mi me ha gustado y animado. Espero, de corazón, que a ti también.

        http://es.youtube.com/watch?v=xrgmoPotixc&feature=email

        No sé si te habré servido de ayuda... Espero, de verdad, que encuentres la PAZ.... Hay una frase que siempre me ha gustado mucho (creo que es de un Salmo) que dice: "BUSCA LA PAZ Y CORRE TRAS ELLA".... ¡¡¡CORRE, ESTRELLA, CORRE Y ATRÁPALA!!!

        Besotes fuertes.

        majonije

EL PADRE, NUESTRO PADRE

En la vida del Opus Dei, existe un momento en que el fundador, denominado hasta ese momento "El Padre", pasa a ser "Nuestro Padre" y así quedará para la historia de la Obra. Me estoy refiriendo al 26 de junio de 1975, cuando fallece monseñor Jose María Escrivá de Balaguer y Albás. Inmediatamente, el secretario general de la institución, monseñor Álvaro del Portillo y Díez de Sollano, escribe una carta titulada "Nuestro Padre, en el Cielo". El título no es "La muerte de Nuestro Padre", sino "En el Cielo...", con lo cual en la institución ya tienen la certeza que quien la fundó es santo. Me tocó vivir esos días y se me han quedado grabados profundamente...

Querida Estrella:

            Los deseos, los instintos y las pulsiones no pueden negarse eternamente. El entorno en que cada uno vive es posible que les permita funcionar, y es posible que no. En el segundo caso los tres (deseos, instintos y pulsiones) sumen a su dueño/a ora en letargo, ora en remolinos y espirales de agitada confusión. Si es tu caso, comprobarás que tu cerebro se embota angustiosamente, cada vez más a menudo, cada vez peor. Es la proximidad del final de una etapa vital.  

            Contesto tus dos preguntas.

            Seguir así en el la Obra es suicida. La Estrella que Dios ha creado se está rebelando contra lo que para ella es imposible. Tu conciencia te aconsejará qué hacer y te sugiero vivamente que le hagas caso, mucho caso, todo el caso. Según avance el abotargamiento de tu raciocinio te hablará menos veces, pero sus destellos de lucidez serán más luminosos. Dios habla con ellos, no por boca de directoras. 

            Quienes siguen en la Obra es porque encuentran en ella el necesario “campo de juego” para sus deseos, instintos y pulsiones (todos puestos por Dios, todos buenos). Por tanto –incluso con su mejor buena fe- no te entenderán. Tergiversarán lo que sientes, atribuyéndolo a faltas y defectos. No les será posible entender que Dios no te ha llamado al espíritu de la Obra, y te lo está diciendo con síntomas graves y alarmantes.

La comprensión por la que preguntas sólo puedes hallarla en quienes no encajando tampoco, hubieron de marcharse. Si conoces alguna persona así, ya tienes a quién acudir. Quien fue expulsada es difícil que te pueda ayudar, porque sí encajaba en la Obra –el rechazo aquì fue invertido. Las que se fueron por su iniciativa te entenderán siempre. En OPUSLIBROS tienes legión que te prestará con cariño su “oreja” y su corazón.  

            Ánimo. Si Dios te dejó equivocarte y ahora te lo hace ver, ahora como entonces debes seguirle. El túnel tiene final. No desfallezcas. Llevas siempre, cálido, su aliento en la nuca. Jamás te faltará. Las directoras no te entienden, pero para tu Padre que te ha hecho cual eres, no tienes secretos.

            De nuevo, ánimo.     

Magisterio paralelo en el Opus Dei: sobre las relaciones entre Antiguo y Nuevo Testamentos - Doserra

Copio a continuación el guión n. 25 de la serie de guiones doctrinales de actualidad, sobre algunos errores en materia exegética.

El escrito es correcto, aunque resulta un tanto rancio, en cuanto recurre a textos magisteriales de hace siglos, y aunque remite a textos del Vaticano II, demuestra que no lo maneja como aquellos otros o al menos no quiere darle la relevancia de concilios anteriores.

Saludos cordiales,

Doserra