CORRESPONDENCIA

Lunes, 19 de Noviembre de 2007

Segunda y última parte del Informe secreto de una diócesis

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CUATRO PREGUNTAS Y UNA PETICIÓN

BDM, 19 de noviembre de 2007

Cuando uno comenta que ha estado más de dos décadas como numerario en la Obra y que no pertenece a ella desde hace años, suelen formularle casi siempre las mismas preguntas. Aquí trato de responderlas desde mi particular experiencia, a sabiendas de que poco puedo aportar de nuevo a los relatos y reflexiones que ya otros han hecho.

Primera: ¿Por qué se está tanto tiempo?

En primer lugar, por la sinceridad, honradez y altos sentimientos del que entra en la Obra. El paso inicial suele darse con la conciencia de estar respondiendo a una llamada de Dios que exige del que la acoge una entrega total de lo que tiene y tendrá. Aquí no hay restricciones de ningún tipo. Quizá es el punto más claro de lo que la Obra manifiesta. Otra cosa es que entonces se oculten muchos detalles concretos. Y otra cosa es, me temo, que ese cheque en blanco inicial cuando realmente se paga es… cuando se deja la Obra...

Hola Estrella, leyendo los correos anteriores a mi entrada en esta página, me encuentro contigo el 31 de octubre preguntando: cómo empiezo? Solo te digo una cosa, lee lo que he escrito y no dejes que pasen tantos años como yo.

mmz

Morgana nos recuerda en su escrito del viernes pasado, la conocida frase de que " las puertas están abiertas para quien quiera marcharse" y nos dice más o menos que el proceso de salida (del opus) lo deberíamos fundamentar en esa afirmación.

Mi opinión y mi experiencia me dicen que eso de que las puertas estén abiertas para irse sencillamente no es cierto, no me atrevo a decir en el 100% de los casos pero sí en un porcentaje muy alto.

Una de dos: o uno decide irse por las buenas al comprobar que todo lo que dice cae en saco roto y se va del opus sin más, sin esperar dispensas ni demás protocolos y esto, no porque las puertas opusinas estén abiertas sino más bien porque uno decide escaparse  y huir de semejante tipo de vida. O bien creyendo que los directores quieren nuestro bien dedicamos tiempo y tiempo a exponer nuestro malestar, nuestro deseo de abandonar la vida que llevamos hasta el momento y lo que ocurre es que nos marean con charlas y conversaciones con un montón de directoras cuyo único objetivo en general es convencernos que nuestro sitio está en el opus, en ese caso las puertas están cerradas y bien cerradas. Yo nunca me encontré ninguna puerta abierta, cerradas a cal y canto para que permeneciera dentro a toda costa.

Ünicamente las puertas del opus se abren solas cuando los directores deciden que alguien debe salir, en ese caso las puertas están de par en par para echar a quienes, de repente, "ven" que dejan de tener vocación aunque se les había asegurado y convencido tiempo atrás que su vocación era clara y evidente (para los directores claro).

La frasecita de que las puertas están abiertas para irse es algo así como marketing opusino, simple imagen par quedar bien pero nada que ver con la realidad.

 Y cambiando de tema me gustaría comentar que las personas del opus que leen la web e intentan "defender" su vocación sin entender todo lo que supone salir del opus, considerándolo en el fondo como abandonar la vocación, es lógico que lo hagan así ya que aunque digan o piensen que tienen libertad interior en realidad no la tienen, como nos pasó a tantos que nos fuimos en su momento que defendíamos lo indefendible. Los mecanismos de escucha están cerrados al menos parcialmente porque no se quiere escuchar, lo único a lo que se aspira (en muchas ocasiones de modo inconsciente) es a defenderse  y esa defensa muchas veces se hace atacando, sin verdaderos argumentos.

Cada persona tiene su momento pero qué difícil es ver lo que se cuenta en esta web cuando no se quiere ver, sencillamente hay que ser intelectualmente honestos y tener corazón para comprender tantas vivencias dolorosas producidas por el opus, por su forma de hacer, de manipular, de obviar a la persona concreta porque el opus es lo que debe quedar bien en cualquier caso sin excepciones.

Saludos,
Mabel.  

Hola a todos! Ayer hablaba con mi hermana y cuñado sobre mi compra de colchón nuevo y les comenté "Me voy a dar el gusto de un buen colchón, aunque estoy acostumbrada a dormir sobre cualquier cosa, años durmiendo en tabla" Y ambos abrieron los ojos 1 metro de diámetro y exclamaron "Quéeeeeee...????" Pues sí, les dije, las numerarias (creo que los numerarios no y no sé porqué... tantas cosas que en el Opus Dei no tenían una respuesta clara) dormimos en tabla creo que hasta los 40 años... aunque tampoco lo recuerdo con claridad, no llegué a los 40 en el opus dei, gracias a Dios me fui antes.

¿Está escrito en algún lado lo de la tabla? Sí sé que era obligarorio, no opcional. Porque o bien no tenías colchón... o bien si había colchón por ser un centro donde iban habitualmente gente de fuera (así le decíamos a la gente no perteneciente al Opus Dei) a la noche lo sacabas.

Lo que nunca entendí y nunca me supieron explicar en el Opus Dei, es, si el espíritu dice que la mortificación es en las cosas pequeñas... porqué existían estas mortificaciones extras, que no eran precisamente en las cosas pequeñas... Dormir en tabla, el cilicio dos horas, las disciplinas (látido hecho con hilo tipo soga) una vez por semana, no tomar el te los sábados, ducha de agua fría sea cual sea la sensación térmica de la casa, no ir al cine, no ir a espectáculos públicos... etc etc. Y porqué si la vocación es la misma (el mismo puchero) de supernumerarios, agregados y numerarios, de buscar la santidad en lo corriente de cada día, los numerarios viven estas mortificaciones que el resto no? No era que la diferencia entre las distintas entregas eran sólo de "disponibilidad"...?

Que alguien me explique por favor... estas contradicciones, no de los buenos, sino de la lógica interna del Opus Dei en su versión "vida de los numerarios"

Besos a todos! Gracias a Dios nos fuimos y vivimos fuera de la lógica del Opus Dei (Truman) Show. De hecho me acordé de esto de la tabla comentando mi compra de un nuevo colchón. Adentro que hagan lo que quieran, ya no es mi problema!

Lúlu

Nota de Agustina.- Sobre el tema de la tabla, el documento interno “DE SPIRITU ET DE PIIS SERVANDIS CONSUETUDINIBUS”, dice en la página 112: Las Numerarias -excepto las Auxiliares, que hacen lo indicado en las líneas anteriores- duermen habitualmente sobre tabla; además, una vez por semana no usan la almohada o la sustituyen por un libro. A partir de los cuarenta y cinco años, no se debe dormir en el suelo ni en tabla, ni se deja de usar la almohada.

Querida mmz:

 No te he escrito nada antes pero tenemos en común los mismos años, el mismo tiempo dentro de la obra y casi el mismo tiempo fuera; yo soy muy " novata" pero sentí lo que tú, ganas de "quemar todo" pero lo he metido dentro de una caja- fotos, estampas, escritos...- lo he alejado de mi vista pero... algunas cosas que voy leyendo, mirando, me están ayudando a la reconstrucción... y quien sabe si más adelante nos pueden servir para aportar cosas que puedan ayudar a  aclarar todo este lío puesto que hemos estado dentro hasta antes de ayer...

 Te lo ha dicho Agustina y creo que es un buen consejo ¡no quemes nada¡. Lee lo que quieras, con paz, hay muchas cosas y te recomiendo libros silenciados de Opuslibros, hay cosas que te pueden dar muchas pistas y que ayudan a plantearse de nuevo la vida. No hemos perdido nada ¡¡32 años¡¡ ¡que más da si nos hemos dado cuenta a tiempo¡¡

  Empezamos ahora pero con un bagaje interior muy importante. Algo que viene muy bien en esta etapa es conocer gente, hablar, no sentirse "excepción"... ¡somos tantos los que hemos pasado por lo mismo¡. Vive al día y disfruta de cada momento LIBRE, no es poca cosa.

Jss

Querido Solrac:

por muy poco no coincidimos en Almonte, yo me fui poco antes de que tu llegaras. A pesar de no haber coincidido quiero pedirte perdón por eso de hacer la confidencia con un par tuyo (o alumno aventajado como dices tu) yo fui uno de esos. Quiero pedirte perdón a ti pues no puedo hacerlo con las dos personas que hacían su confidencia conmigo y –leyéndote- veo que pude hacerles daño. Ahora quiero que sepas la otra parte.

Yo había pasado menos de un año en Almonte pues me había incorporado a mitad de curso y a inicios del siguiente fui abordado un día por un subdirector quien, sin mas vueltas, me comunicó que a partir de la semana siguiente habría dos personas que harían la confidencia conmigo. Así, de golpe. Media hora después yo estaba hablando con Manolo J. –era el director- para decirle que me parecía una locura, que yo era poco tiempo que era de la obra y que no tenía ninguna experiencia ni formación como para llevar esas confidencias. En otras palabras: me estáis dando una responsabilidad para la que no me habéis preparado en absoluto. La respuesta fue la mejor expresión de voluntarismo-fideista-o-lo-que-sea: si te lo han encargado es que el consejo local piensa que estás preparado y si eso piensa es porque es así. ¡¡Toma ya!! ¡¡Y yo sin haberme enterado de la infalibilidad de los consejos locales!! Total que con el rabo entre las patas fui a pedir ayuda a D.José Luis B. (director espiritual) quien me dio ración doble, además de lo dicho por el director me aconsejó ser mas humilde pues ese rechazo era –claramente- falta de esa virtud… total que “na que haser” y a trabajar como guía de almas utilizando el método de ensayo-error: si no revientan es porque no lo estás haciendo tan mal. Ojo, yo tenía la mejor intención para ayudar a mis víctimas, solo que me sentía (y estaba) impreparado totalmente.

Mi sufrimiento duró menos de seis meses, un lunes –a mi regreso de la universidad- me abordó el mismo subdirector y me preguntó si sabía lo que XX había hecho el día anterior (XX era una de mis víctimas y la noche anterior había regresado de estar un fin de semana con sus padres en otra ciudad). Evidentemente yo no tenía ni la menor idea, por un lado estaba mi sentimiento innato de respeto por la privacidad de cada uno y ese cada uno tendría que decidir lo que me contaba y lo que no, además XX había regresado en la noche después de la hora de cena, luego tertulia, examen y tiempo de la noche seguido por el despertar-ducha-oración-misa-desayuno-bus-a-la-universidad-clases-y-regreso ¿Cuándo m… podría haberme contado lo que había hecho el día antes? El caso es que sobre la marcha quedé exonerado de llevar confidencias, o -como tu dirías- fui reducido al estado de “alumno no aventajado” lo que yo recibí como una auténtica liberación.

No fui yo el que te hizo daño pero si un colega mío (otro pobre alumno aventajado) al que –seguramente- habrían dado la misma preparación que a mí para llevar charlas: CERO. Seguro que ese pobre hombre lo estaría pasando tan mal como yo, no le guardes rencor, fue tan víctima como tú o quizás mas todavía.

De esos dos chalet y su túnel de comunicación, además de estas angustiosas experiencias y a pesar de todo, guardo también buenos recuerdos y me encantaría ver por aquí a los viejos amigos de esa época: Camilo, Sebastián, Frank, Jon, Ro, Chema, ... quien sabe, tal vez sumando los recuerdos de ellos, los tuyos, los míos, podríamos reconstruir la historia de lo que pudo ser y no fue.

Un abrazo
Z.A.R.

Morgana, yo sólo te quería preguntar unas cosas:

¿Cómo es posible que seas feliz, sufriendo y viendo sufrir?

¿Cómo puedes decir que lo que ocurre en la obra es "sencillamente" que estáis gobernados por directores dobles, que no aman y que no tienen dos dedos de frente y que no te hierva la sangre?

¿A qué atribuyes tu "despertar" después de 40 años de letargo?

Sinceramente ¿Tú eres feliz? ¿Cómo es posible que lo seas si no sabes lo que es la libertad, que es lo más grande que Dios te ha dado?¿Cómo es posible ser feliz sin ser dueña de tus pensamientos, sentimientos y decisiones?

¿Tú sabes lo que es el amor?

Yo pasé muchos años en la obra. Hubo temporadas en las que "creía" que era feliz, en las que pensaba que quería y era querida. Esto ocurría cuando  todo iba sobre ruedas, cuando se apoyaban en mí. Pero en cuanto algo se torcía, todo se desvanecía. Me encontraba con que mi vida eran "bambalinas de teatro", construida sobre algo irreal, momentáneo. Yo he descubierto la libertad y el amor, una vez fuera.

No te creo cuando dices que en la obra no hay secretos. Los ha habido, los hay y seguirá habiendo. Dime ¿Sabes por ejemplo el número de personas que hemos dejado la obra? Para mí es un misterio y siento una gran curiosidad. Ya sabes que la verdad no es decir algunas cosas que son ciertas, consiste e decirlo todo, y en el opus dei no todo se sabe, ni lo sabes tú, ni lo sabe casi nadie.

Creo que vives engañada, como nos pasó a muchos, pero para darte cuenta tienes que estar fuera. Tal vez se te abran los ojos leyendo por ejemplo "El Opus Dei, anexo a una historia" de Mª Angustias Moreno. Es muy fácil de leer y te darás cuenta de que actualmente en la obra siguen ocurriendo las mismas cosas.

Hasta pronto,
Books.

A todos mis amigos de la web

Quería decir a Mmz que me ha impresionado mucho su testimonio y que pido a Dios que sea feliz.

Además, me gustó bastante el escrito de Otaluto del 14 de noviembre sobre el rollo de las anécdotas en el opus dei. Aunque no he vivido nunca en un centro de la obra lo que dice Otaluto corresponde precisamente al sentimiento que siempre he tenido sobre ese tema. Pero no lo sabía identificar tan bien como el lo ha hecho.

 Marypt

LOS EDUCADORES DEL OPUS DEI

Ruta, 19 de noviembre de 2007

Leyendo escritos como el de Morgana siempre me dejan la misma sensación, por un lado comprender que hay gente que tiene vocación a consagrado en el Opus Dei, y por otro lado la eterna cuestión de ¿Cuantas caras tiene el Opus Dei? ¿Cuántas caras tiene El Padre? ¿Cuántas caras tienen los directores del Opus Dei? ¿Cuántas caras tienen los sacerdotes del Opus Dei? ¿Cuántas caras tienen los miembros del Opus Dei? Aunque acepto que siempre se me podrá reprochar: ¿Cuántas caras tengo yo? Y ¿Cuántas caras tenemos todos? De acuerdo.

Recuerdo cuando era pequeño y mi madre me llevaba a casa de alguna de sus distinguidísimas amigas siempre me decía con cara seria: “Rutita, haz el favor de portarte bien, no me hagas quedar mal.” ...

Me uno a la petición de Agustina [nota tras tu correo del 16-XI-2007] a que no rompas nada aún, porque puede ser muy útil luego como fuente primaria y poder contrastarla con lo que se dice y se hace dentro del Opus Dei.

He estado preparando un escrito dedicado a ti, a Cilicio y a los y las que se han ido recientemente o a punto de irse, pero resulta que me está costando mucho escribirlo porque no encuentro las palabras adecuadas para narrar el momento que estoy viviendo, esta etapa de la reconstrucción que me está llenando de inmensa felicidad y que espero estés –estéis- muy pronto en la misma circunstancia.

Cuando me salí empezó la etapa de no querer hablar del tema, como un intento de borrar de una sola vez todo lo vivido, con un complejo de vergüenza muy fuerte y que para ocultarlo, me llevó a cerrarme en mi mismo y especialmente a pretender anular ese pasado reciente. Luego encontré OpusLibros y pasé a la otra etapa, al de la culpa que se manifestó en añadir la culpabilidad por haberme ido a la de haber desperdiciado tantos años de mi vida, en ese momento encontré muchos amigos y amigas en el antiguo chat Ex_Od, quienes junto con los que escriben acá, me prestaron toda clase de atenciones para superar esa situación, posteriormente vino la etapa de la autocompasión o el victimismo que a la larga no es más que buscar la atención pero por una vía equivocada. Ahora eso ha pasado porque no me siento ni culpable, ni que lo vivido fue una pérdida de tiempo y ni que tenga que inspirar lástima, porque ahora soy yo plenamente y estoy que me salgo de mi mismo de la alegría.

En síntesis de esto trata el escrito que quiero dedicarte a ti y a los demás recién salidos, aunque como te he dicho de que va el mismo, te he contado el fin, pues igual se quede en el cajón de los escritos inconclusos. Sí te digo una cosa y es que vale la pena vivir a plenitud esta vida sin trabas, sin salvaciones aseguradas a cambio de cumplir mecánicamente con las normas, sin miedos y excentricidades propias de la Obra.

Admiro tu temple que se palpa en tus escritos y que espero sigas enviando,  los cuales espero con mucho interés.

Un fortísimo abrazo!!!!!!

Armando

Me ha dejado sorprendido el final de tu escrito en defensa de Morgana cuando afirmas: “Yo disfruto tus escritos y me ayudan a querer, de a poco, un poco más a Dios”. Si lo que escribe esta señora te lleva a Dios entonces que mal está el patio.

Aunque igual puede ser que estoy demasiado severo y te refieras que te acerca cada vez más al “dios tiquismiquis” que nos ha descrito magistralmente Heavy, si de ese se trata pues en todo tu derecho estás, porque sin duda es a quien más puedes ir arrimándote paulatinamente después de leer lo que nos regala Morgana en cada una de sus entregas. Unos escritos llenos de soberbia, de arrogancia y de humillación hacia todos los demás. Una actitud que demuestra que está en las antípodas de lo que es la caridad y la verdadera entrega a Dios, pues como que no es precisamente la vía para llegar al Dios Uno y Trino.

Respeto y estoy de acuerdo en que cada quien escriba lo que le dicte su inteligencia y su corazón, pero hay que marcar distancias y una de esas es que esta página no es precisamente para hablar de nuestra cercanía, lejanía o indiferencia de Dios, sino para sanar nuestras heridas y salir adelante después de lo vivido dentro de la Obra. Si alguno u alguna con lo que dice nos llevan a Dios pues enhorabuena, pero no es digamos necesario proclamarlo a los cuatro vientos. Eso por un lado y por el otro, que disto mucho de considerar válido que tales escritos conduzcan a alguien a Dios cuando por los mismos se respira ese “gracias a Dios no soy como estos” del publicano del templo.

Tienes todo tu derecho a defenderla si a ti te parece y es más, de haberte quedado en eso, yo no hubiera dicho ni "mu", pero venir y concluir con esa frase, pues me ha inspirado para decirte: ¡cuidado! porque es meterse a temas en los cuales puedes, sin querer, confundir a Dios con el dios tiquismiquis.

Armando

Querida Agustina

Como te dije por teléfono, cuando me asomo a la web leo con gusto esas primeras expresiones de libertad y análisis crítico de los que dejan el opus, algo verdaderamente positivo y por lo que hay que agradecerte el esfuerzo en mantenerla, pero también veo alguna otra cosa que no me gusta.

Da la impresión como si alguno quisiera reproducir en cuanto exsocios los contactos, las reuniones, las fraternidades de dentro. Y me parece mal y poco aconsejable para la recuperación de la gente. Puede que uno conserve algún amigo dentro o que los consiga entre los ex, al fin y al cabo la amistad es un plus pero me parece mal que, por ejemplo, alguien como Ramón Rosal se atribuya funciones de regenerador espiritual, de asesor psicológico, de convocante de reuniones y que otros le sigan la corriente o promuevan algo parecido. De las sectas se suele salir bastante mal y cuanto antes uno se organice lo más lejos posible de ella, mejor. Ya os dije que las sectas son muy viscosas, que generan adicción, por eso hay organizaciones independientes y profesionales competentes para ayudar a perder esa adicción, como hay otras que te ayudan a salir de la adicción a la droga o al alcohol.

Sinceramente, alargar el ambiente opusdeista después de irse uno, es lo peor que se puede hacer. Ya sé que cuesta pero, a la larga, es lo mejor. Me hizo gracia que uno de vosotros comentara sobre la reunión de Ramón, que él estaba dispuesto a ir pero a tomarse unas cañas y echar unas risas. Pues eso, y poco más.

Alberto Moncada

El Opus Dei ha facilitado a todos el acceso al estudio sobre la realidad del Opus Dei difundiéndolo íntegramente en su web. El autor es Dominique Le Tourneau, el mismo que escribiera el libro "Opus Dei" que si no me equivoco data de 1985.

Una primera idea es que habría que rescatar ese antiguo escrito (está en todas las piotecas de los centros) y hacer un estudio comparativo, porque diferencias "haberlas haylas", especialmente en el tema de la "cooperación orgánica".

Sólo he leído un par de puntos. Os copio directamente el fragmento que más me ha impresionado:

 El Opus Dei es una realidad eclesial en la que se da una cooperación orgánica de sacerdotes y laicos bajo la jurisdicción del Prelado. Esta precisión es importante: no es que los laicos cooperen simplemente con la misión que llevan a cabo los sacerdotes: se da una unidad esencial y orgánica entre los dos: sacerdotes y laicos, laicos y sacerdotes.

En su alocución del 17 de marzo de 2001 Juan Pablo II señaló que los laicos del Opus Dei, en cuanto cristianos, deben llevar a cabo un apostolado con un gran sentido de misión evangelizadora. Y precisó: “los sacerdotes, por su parte, desarrollan una función primaria insustituible: la de ayudar a las almas, una a una, por medio de los sacramentos, la predicación y la dirección espiritual, a abrirse al don de la gracia. Una espiritualidad de comunión valorará al máximo el papel de cada componente eclesial.” (Juan Pablo II, Discurso a los participantes en las Jornadas de reflexión sobre la Novo millennio ineunte, n. 2, 17-III-2001).

El estatuto —la condición propia— de los laicos en el Opus Dei, es por tanto, el mismo que el de los fieles en la Iglesia universal. Los laicos no son simples ayudantes de los curas, simpatizantes, voluntarios, etc.; sino fieles corrientes, con pleno derecho, que forman parte de la prelatura sin dejar de pertenecer a sus respectivas diócesis. "La manera más fácil de entender el Opus Dei —en palabras de San Josemaría— es pensar en la vida de los primeros cristianos.” (Conversaciones..., 24), aquellas mujeres y aquellos hombres que encarnaron el mensaje de Cristo en su vida y lo trasmitieron a sus conciudadanos con sencillez y naturalidad cristiana, y tantas veces con heroísmo.

Para formar parte del Opus Dei se necesita tener una vocación específica, una llamada de Dios a entregarse plenamente a su servicio en el lugar en el que cada uno está. Los miembros del Opus Dei no cambian de ambiente, de trabajo ni de condición de vida: la prelatura no saca a nadie de su sitio, “sino que lleva a que cada uno cumpla las tareas y deberes de su propio estado, de su misión en la Iglesia y en la sociedad civil, con la mayor perfección posible” (Conversaciones..., 16), esforzándose por descubrir ese “algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes” (Conversaciones..., 114).

Seguro que dará para buenos comentarios... Para los que les gusten los números, decir que en el libro se habla de 85.000 miembros de la Prelatura.

Pax Christi,

Spiderman

A propósito de tertulias, Otaluto, me ha llamado mucho la atención tu escrito sobre las tertulias, porque a mí tampoco me gustaban nada. Ni las tertulias, ni los comentarios, ni los vídeos del fundador, pero ni siquiera me daba cuenta de verdad porque no me podía parar a pensarlo, eso ya era de mal espíritu, así que, como siempre, se trata de tirar adelante sin pensar ni razonar, aceptando que es uno el que se equivoca.

El colmo llegó un día de agosto, en un curso anual: estábamos viendo un vídeo del fundador, de los últimos años, uno –de tantos- en el que se enfada de repente sin venir mucho a cuento, pero en fin, vamos a dejarlo ahí, que no es eso lo que os quería contar.

El caso es que justo antes de empezar, mientras una numeraria preparaba el vídeo, me llaman mis padres y me dicen que mi abuelo se ha muerto. Me voy al oratorio y después de un rato vuelvo a la sala de estar, donde ya están viendo el vídeo, porque necesito decírselo a la nume con la que hacía la charla, necesitaba decírselo a alguien: acababa de hablar con mis padres, que hacía más de un año que no me llamaban y acababa de saber que mi abuelo se había muerto y que mis padres no querían que fuera al entierro.

Me acerco a ella, me siento a su lado y le digo al oído: «Perdona, ¿podemos salir un momento? Es que mi abuelo se ha muerto». Y ella, «Tssss». E insisto, «Eran mis padres, que mi abuelo se ha muerto». Y ella, «Tssss». Y yo, «Sal un momento, por favor». Y ella, «Tssss, ahora no».

Y allí me quedé, delante de la tele como todas, sentada en el suelo con las piernas cruzadas y mirando como una zombi a un video con un sacerdote que estaba diciendo cosas que me parecían cada vez más absurdas y fuera de lugar; mirando fijamente la pantalla mientras mi-nume-de-la-charla se reía como todas las demás, completamente ajena a lo que le acababa de decir, hasta que dejó de reírse, como todas las demás, cuando el fundador se enfadó diciendo no se qué de Judas y de quien traiciona a esta "gran familia".

Después de la tertulia, el rosario. Después del rosario, las clases. Después de las clases, la meditación. Después de la meditación, ¿dónde estaba mi-nume-de-la-charla? Se había ido a dar una vuelta al pueblecillo más cercano. Después de su paseito, la cena. Después de la cena, otra tertulia. Después de la tertulia, tiempo de silencio. 

Al día siguiente, después de la meditación y la Misa, el desayuno. Y después... una corrección fraterna: «Quería decirte una cosa que me ha pedido la directora, no viniste a cenar ayer por la noche...». Y yo, «Gracias».

Para pedirle a otra chica que me corrigiera y explicarle qué me tenía que decir, mi-nume-de-la-charla sí que tenía tiempo. Para acercarse a mí para saber por qué no había ido a cenar, no. Para salir de la tertulia, no. Para preguntarme por mis padres que me llamaban después de más de un año porque no aceptaban que estuviera con ellas, no. Para hablar de la muerte de mi abuelo, no. 

Al final no le dije nada. No fui al entierro. No se volvió a interesar más del tema.

Sin embargo, al día siguiente, sí que encontró tiempo para llamarme y decirme que me tenía que preguntar una cosa. Cuál no sería mi sorpresa cuando me dijo: «Tengo una cosa muy importante que preguntarte y que explicarte. ¿Tú crees que llevar falda es de espíritu? Es que nos han pedido de la delegación que os expliquemos que a partir de ahora podemos llevar pantalones (...)»

No Comment.

Un abrazo,

Norske Fjorder

Hola a todos. 

Estoy de acuerdo con Leonardo Cantú y con Otaluto en que las anécdotas son algo más que simple anécdotas. Se utilizan en la Obra para transmitir criterio, o sea como medio de “comedura de coco” y lavado de cerebro porque en realidad tienen mucho ”jugo”. Dicen que la cara es el espejo del alma, pues bien, para mí las anécdotas opusinas son también el espejo del “espíritu”, ideario o incluso plan/trama del Opus Dei. Supongo que el premio al mejor ilustrador de anécdotas se lo daríamos a Satur… pero hay muchos contribuyentes …

En esta web han salido cientos de ellas y son todas muy reveladoras. Propongo que a partir de ahora las empecemos a poner bajo un apartado especial en Opuslibros con el nombre de por ejemplo “Anécdotas significativas”. Se incluirían las que se cuentan en las tertulias y las que no se cuentan pero hemos vivido…. Esto nos podría facilitar el que se vaya haciendo por sí solo un informe sobre el Opus Dei de lo más ilustrativo por si algún día el Vaticano nos quiere oír o por si alguien de allí que se acerque a nuestra web quiere leer este apartado a modo de resumen porque el material de opuslibros ya podria resultar abrumador por su extension (aunque me imagino que el anecdotario llegará a ser extensísimo, je, je).

¿Qué te parece Agustina?, ¿Qué os parece?

También hay anécdotas que nunca se saben si son del todo fidedignas pero que se cuentan hasta la saciedad…. Un ejemplo: Durante el UNIV una chica (o un chico?) harta ya de que le den la tabarra con lo de la vocación a la Obra, le pregunta a Juan Pablo II “Santo Padre, yo quiero ser buena cristiana ¿pero cree que es tan necesario ser del Opus Dei?” a lo que supuestamente el Papa le contesta “Necesario no, pero sí conveniente”. Anécdota que se contaba ya en el 82 para que pitáramos”….

¿Alguien sabe, si esto es verdad?. ¿Llegó Juan Pablo II a estar tan convencido?

Un saludo

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