Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links

Google

en opuslibros

CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 06 de Junio de 2007



Foto para 'Quiénes somos'.- Heidi Berger

Hola!

Envío mi foto para "Quiénes somos". ¿Puedo decir que me gustaría estar al lado de Jacinta Unzue, ya que fuimos compañeras de cuarto en el centro de estudios? ;-)

Un abrazo,
Heidi Berger

Nick: Heidi Berger
Numeraria de 1984 a 2002
País: Alemania

Nota de Agustina.- Gracias por enviar tu foto. Te decía en un email privado que, personalmente, me da mucha alegría cuando una amiga o un amigo se unen a "Quiénes somos". Para los que dicen que no damos la cara. Un abrazo grande. 





Para ayudarse a salir de la depresión.- Aquilina

 PARA AYUDARSE A SALIR DE LA DEPRESIÓN

Aquilina, 6 de junio de 2007

 

 

En muchas ocasiones la lectura de intervenciones en esta pagina me ha llenado de asombro por la inteligencia y lo despejado de sus autores, y por el aumento de capacidad que me provoca su lectura de entender mejor mi vida pasada, sus mecanismos, las causas de tantas cosas que me afectaron. En la mayoría de estas ocasiones una se calla, aunque conozca por experiencia directa lo agradable que es para el autor averiguar, por los comentarios de los demás, que se dió en el clavo en algo con una intervención, si no la pagina se va a convertir a menudo en una colección de alabanzas mutuas que marean y le quitan valor.

 

He empezado por esta consideración porque quiero destacar que, si me encuentro hoy en la necesidad de comentar la última intervención de Ruta de Aragón, no es porque considere otras menos dignas de comentarios, sino porque precisamente este argumento despertó en mí, especialmente, una eco muy hondo.

 

Ruta consiguió en su exposición de organizar experiencias, reflexiones, estudios, descubrimientos que por cierto han sido míos también en la vida que estoy viviendo, pero que en su exposición adquieren un orden, un sentido y, por consecuencia, una eficacia, que yo no había logrado hasta ahora. Le estoy verdaderamente agradecida por haberme hecho averiguar que detrás de tantos intentos míos de experimentar un metodo o un camino u otros, a lo mejor tenía cierta intuición de la necesidad de curarse a distintos niveles, y que unos pequeños exitos, o unos descubrimientos que a veces me resultan tan importantes sin que ni yo sepa explicar el porqué, me están ayudando a progresar en un proceso de recuperación indefinido... 



(Leer artículo completo...)




Comentarios a correos de la web.- Gervasio

 

            En su correo de 4 de junio de 2007 La santidad del canonizado fundador del Opus Dei, Trinity presupone que en un acto de canonización queda comprometida la infalibilidad pontificia. Galeno Z en su La infalibilidad y las canonizaciones afirma que en las canonizaciones queda comprometida la infalibilidad papal. No me parece que sea así.

            En la teología católica la infalibilidad pontificia constituye un dogma según el cual, el Papa  está preservado de cometer un error cuando solemnemente promulga o declara la enseñanza dogmática en temas de fe y moral; no en otros temas. No constituye un tema de fe que Sanjosemaría o Santa Rita estén o dejen de estar en los cielos. ¿Qué tendrá eso que ver con la fe y la moral? De otro modo tendríamos que recitar en le credo: creo que están en el cielo Santa Rita y San Cosme, y San Emerenciano y etc. Eso no es de fe católica. Por otra parte, de numerus electorum non est disputandum. Lo propio sucede con las apariciones en Lourdes, que gozan del beneplácito eclesiástico. Creer que existieron esas apariciones no forma parte de la fe católica. Las aprobaciones eclesiásticas no significan infalibilidad de aquello que aprueban.

            Al respecto cabe recordar a Benedicto XIV: “Diximus praedictis revelationibus, etsi approbatis, non debere, nec posse a nobis adhiberi assensum fidei catholicae, sed tantum fidei humanae, iuxta regular prudetiae, iuxta queas praedictae revelaciones sunt probabiles et pie credibiles. Y en otra parte añade: Sequitur posse aliquem assensum revelationibus praedictis non praestare, et ab eis recedere, dummodo id fiat cum debita modestia, non sine ratione et citra contemptum” (De serv. Dei beat. Et canon., lib. II, cap. XXXII, n. 11; lib. III, cap. LIII, n. 15,).

         Una canonización es fruto de un proceso, en principio bien llevado. Del mismo modo, cuando el tribunal de la Rota romana declara nulo o válido un matrimonio no significa que esa declaración esté acompañada de infalibilidad.          

            2º. Leí en Opuslibros a alguien que se refería al Catecismo de la Obra, que si no llevo mal la cuenta, va por la séptima edición. Y consideraba que esos cambios en las sucesivas ediciones significaban un titubeo, una vacilación. Al respecto recuerdo una anécdota. Se hablaba delante de el fundador de si estaba o no preparada la siguiente edición del catecismo de la Obra.

            — ¿Cuándo saldrá la edición definitiva del catecismo?, le preguntó alguien al fundador.

            Y éste le respondió que edición definitiva no habría nunca. Que el catecismo pretende explicar pedagógicamente las constituciones. Y eso depende de las circunstancias de tiempo y de lugar.

            La inmutabilidad de las constituciones, estatutos, etc. es otro cantar.

            Relata recientemente Hormiguita en La confesión con sacerdotes del Opus Dei que “Cuando estaba en el opus dei, una vez, me confesé de "haberme confesado con un sacerdote que no era del opus dei". La cosa tiene gracia, ya que las constituciones de 1950 al respecto dicen en el artículo 263:

            Cada semana realicen la confesión sacramental ante los sacerdotes que les sean designados. Pero sepan todos que a cada cual le está permitido acudir libremente a cualquier sacerdote aprobado para confesión por el Ordinario del lugar, sin que esté obligado a dar cuentas a ningún Superior acerca de la confesión con él habida. Tal disposición sigue vigente, en virtud de la disposición transitoria primera de los estatutos de 1982.

            Como puede comprobarse la praxis seguida es la contraria: “Que no sepan que pueden confesarse con cualquier aprobado por el Ordinario y menos aun que no tienen que dar cuenta de haberlo hecho”.

            4º. Leí en un escrito publicado en la web que al fundador le gustaba exhibirse con los capisayos de prelado doméstico de Su Santidad.

            No me parece que sea así. En primer lugar, porque no es un distintivo importante. En segundo lugar porque se los había regalado Pablo VI. En tercer lugar porque pesaban mucho y eran un poco bastos. Ante el papa no tenía más remedio que utilizarlo en algunas ocasiones, como cuando lo recibió de rodillas —a puesta gayola, leí con gracia en la web — al ser inaugurado el Tiburtino.

            Su venganza era utilizarlo cuando una numeraria auxiliar hacía la fidelidad. Era un modo de denigrar esos capisayos que odiaba. Los utilizaba sólo con las personas menos importantes.

 

Gervasio





¡Dejad en paz a mi hija! (2ª parte y espero que última).- Merchelo

Queridos amigos de opuslibros:

Hace poco escribí sobre una experiencia directa de proselitismo a menores ¡Dejad en paz a mi hija! y Emevé  me hizo un cariñoso guiño en su carta  Responsabilidad Paterna -por cierto ¡muchas felicidades para ti, que vales un montón y besitos para tu hijito!-. He vuelto a leer el estupendo escrito de Satur titulado Las contradicciones en los colegios del Opus Dei, recordando   que  es bueno moverse en los apartados de opuslibros para refrescarse un poco y  porque cuando se pide información sobre determinados temas esperando respuesta en la correspondencia, en muchos casos ya las hay y bastantes en la web, encontrándose una con verdaderas joyas.  

No soy conformista en lo que se refiere a los míos, y en relación a lo que pasó con la utilización de una actividad deportiva para llevar a menores (entre ellos a mi hija) a un centro del opus, decidí por la gravedad de los hechos quejarme ante la persona responsable, deportivamente hablando. Creo que hay que poner impedimentos físicos a estas prácticas fraudulentas y utilizar las leyes que amparan a los menores. Por la noche, recibo la llamada airada de uno de los progenitores de la que pretendía llevarse a las niñas de “excursión”: que si la estaba haciendo daño (ahora a su hija), que yo estaba siendo una resentida de mi experiencia, que había que dejar libres a los hijos... y cosas por el estilo. Yo le respondí lo que pensaba acerca del engaño y que había hecho en conciencia lo que debía. Después me desahogué con la oreja de guardia, pues en el fondo no soy tan fuerte y el sentido de culpabilidad es mi compañero fiel. Luego unos días después el otro progenitor en el supermercado: que no pertenecían a la obra, que si los hijos eran felices había que dejarles en paz, que me había leído en opuslibros y si hubiera dado más datos me denunciaría... A lo que le respondí que su vida y la de su familia no me importaban en absoluto, y que si se meten en la mía y los míos con la artimañas, ahí estaba el gran problema. Me acusó de hacer que su hija se metiera más en la cosa, al haber sido amonestada por su superior deportivo. Respecto a la felicidad de los hijos, le dije que “fui muy feliz” haciéndome un reconocimiento médico con 14 años a escondidas de mis padres, poniéndome el cilicio y considerando al opus como mi verdadera familia, entre otras cosas...   Dicha felicidad no sale de dentro, sino de estar unido a los hilos de marioneta que maneja la santa organización...

          Amigos, la culpa debe de ser mía por protestar. Está visto que si las cosas sucias quedaran en casa todos tan contentos, pero se han olvidado de que  muchísimas personas ya no estamos en esa casa o cosa (¡Gracias a Dios!), y sí estamos en un Estado de Derecho  todavía, creo...  

Saludos a todos,

                Merchelo





¿Ayuda el Opus Dei ® a los que lo abandonan?.- Luxindex

Estimado Rafas, según lo resumes, tu último escrito quiere dar a conocer tu “experiencia positiva” respecto al comportamiento del Opus Dei® para con los miembros que se van de ella en tres asuntos capitales: el espiritual, el económico y el familiar.

 

Pero la ayuda espiritual que describes no sorprende, porque, al fin y al cabo, a eso dicen dedicarse.

 

Con lo de la ayuda familiar no se sabe a qué te refieres, porque hay que descartar que te refieras a la entrañable y simpática intención de una de tus hermanas, numeraria, de hacerte novio de una supernumeraria, pues eso querría decir que a tu hermana la ves más como numeraria que como hermana propiamente.

 

En cuanto a la ayuda económica, al no saber de qué cantidad hablas, no se puede valorar la generosidad de la aportación. No te niego que el detalle sea delicado (de justicia, para ser preciso), pero falta un dato: nos dices que eras profesor de Filosofía en Fomento pero no nos explicas por qué dejaste de serlo. No estás de baja laboral (pues te lamentas de sufrir un contrato-basura), entonces ¿por qué dejaste la enseñanza?  Dinos, en Fomento, el contrato, el despido... ¿fue todo legal?

 

Sin saber en qué consisten las ayudas espiritual, familiar y, en concreto, económica comprende que tu retrato resultante sea el de una persona generosa que se empleó en su cometido sin que le dejaran que la vida le distrajese de su cumplimiento; una buena persona que después de 23 años en el Opus Dei®, un buen día, le dijeron que se fuera... y se fue.

 

Rafas, me uno a lo que piensan tus, también numerarias, hermanas gemelas: ¿quién dijo prisa? Te auguro lo mejor porque estoy seguro de que la vida, a gente como tú, le depara lo mejor.

 

Luxinder





La familia del Opus Dei.- Carocha

Yo asistí un día a un episodio que es ciertamente esclarecedor del tipo de mentalidad que conducía a aberraciones totales como las administraciones y todo lo que con ellas se relaciona.

Una numeraria jovencísima quedó encargada de una administración durante los meses de verano. Aparentemente, todo le iba hilarantemente mal, porque no entendía nada de las adorables “tareas del hogar”. Comentario de la directora de la casa, exasperadísima - y en público: “Pero, que te enseñó tu madre?” Esto pasó, no hace diez generaciones, sino en 1980.

El Opus Dei tiene una relación, por lo menos difícil, con el tiempo: es lo que escribió Borges  y recordaba Jacinto Choza:  la libertad, la imprevisibilidad, el error y su corrección o no, quedan excluidos, sobran.

El relato de lo que dicen que pasó desde la fundación “sobrenatural” del Opus Dei no es verdaderamente historia, ni siquiera un simulacro de historia: es un relato mágico, un supuesto dictado de la divinidad, donde por lo tanto no caben lo que son aspectos centrales - y tal vez los realmente interesantes - de la vida humana: las regresiones, la marginalidad, los equívocos, la polémica. Había un sacerdote al que le gustaba decir que agradecía mucho que las “publicaciones internas” no trajeran nada de negativo porque, de contrario, ni las leería, las echaría directamente a la basura – y hacía el gesto, como con asco, con dos dedos de la mano derecha, sobre la “mesa de las meditaciones”. (Y era escritor - es decir: escribía).

El fundador entendió la vida y el mundo en un momento, en un sitio, de un modo. Después de eso, parece haber perdido contacto con la realidad, como el fraile de doscientos años – pero Escrivá nunca acordó, y de ahí las administraciones y su esforzado y controlador staff – entre otras muchas cosas. No, no hay nada para agradecer, Gervasio,  librarse de las administraciones fue un alivio mutuo: y, además, todo (o casi todo, que “vivir todos los días cansa”)  se hacía para Dios, nada para los hombres – o para las mujeres, for that matter.

Pero la verdad, como intuyes muy bien, es que muchas mujeres han perdido irremediablemente (hay ritmos irrecuperables) la oportunidad de hacer otras cosas ciertamente más interesantes, por no decir más característicamente humanas, porque, somewhere over the rainbow, existían unas personas extrañas y descapacitadas, o por lo menos muy poco inteligentes, a las que había que tratar muy bien – de lo contrario se acordarían de “la rubia a la que habían dejado” (sic) y la responsabilidad era mía, que no había fregado, o cocinado, o planchado, como debía.

Saludos,
carochinha



Mi recuerdo de D. Alfredo.- IreneFeliz

He leido con mucho interés lo que habeis escrito últimamente sobre D. Alfredo (Alef el 23 de mayo, Edu el 25, y quizás alguien más). No sabía lo que había sido de él, después de tantos años.  Lo recuerdo perfectamente, allá por el principio de los años 60, bajito, delgado, con unas gafas grandes, y muy espiritual. Yo hacía poco que había pitado de numeraria, y a veces iba D. Alfredo a decir la Misa al centro al que yo estaba adscrita.

Se me quedó muy grabada la homilía que nos dijo el día de la Ascensión. Era un auténtico maestro para interpretar la Sagrada Escritura, a la vez que te transmitía su entusiasmo y convencimiento. No solía recurrir a escritos del Fundador. Le bastaba con el Evangelio.

Lo de recurrir, con ocasión o sin ella, a los escritos del Fundador o Fundadora (según los casos), es una práctica muy frecuente en todas las instituciones. Por otra parte es normal que así se haga, pero con frecuencia se abusa un poco, o un mucho, y al final resulta contraproducente, pues acaba una empachada/o.  Bueno, esta es mi opinión.

IreneFeliz





Los In-Ex-pertos.- Maestropiero

Querido Nachof,

te escribo para comentarte que por respeto hacia ti y quizás a otros, no participaré más en el chat.

Consecuencias de que un in -ex- perto no pueda entrar en el chat éxodo:

1. Aquellos "in" que estén en crisis no podrán preguntaros qué hacer.

2. Aquellos "ex" se quedarán sin poder ayudar a los "in" (que también son personas) y dejarán de beneficiarse de la mutua comunicación.

3. Los directores de la AOP habrán ganado una batalla sobre esta página a la que denostan completamente, rompiéndose los puentes de unión entre "in"- "ex" (si es que se puede hablar en estos términos)

4. Y ya en resumen, todos contentos. Los directores dejarán de preocuparse de que los "in" entremos en tales páginas y los "ex" se quedan tranquilos de que nadie los moleste en su intimidad.

Muchos saludos a todos. Chao





El Opus y el chat Ex_OD.- Inés

Leido el escrito de Nacho Fernández del pasado lunes he de decir que la misma opinión tengo yo. Cierto es que últimamente entro poco al chat, pero las veces que entro a punto estoy de decir "pax", y con toda seguridad recibiría varios "in aeternum".

¿Me molestan? Personalmente los encuentro de un incoherencia total salvo que la consigna sea "ahogar el mal en abundancia de bien", entendiendo por "mal" nosotros los ex, y el bien "ellos" los in. Es que, además, están perdiendo el tiempo, y "el tiempo para un hijo de Dios (en el Opus Dei, claro) no es oro, es Cielo". ¡¡¡ Qué perezón me está dando acordarme de estas frases grandilocuentes y currrrrrrrrrrrsis, un güé de currrrrrrrsis!!!

Se ve Nacho que nosotros no somos de ir de buen rollito. A mí incluso me gusta lo de al pan, pan... y al vino (eso mucho más), vino.

Inés

P.D. Nacho tenía una llamada perdida tuya, pero estos días estuve muy liada. Te llamo.





El demonio para mí no existe. Para Daniel M - Australopitecus

Hola a Daniel y a todos:

Solo para dejar las cosas claras sin abusar de la ironia reafirmo mi idea de que el demonio no existe, deberia decir "para mi no existe" para ser mas correcto pero me resisto por la misma razon que algun dia me confesaba catolico. Para afirmar una verdad no hace falta adquirir un tono modesto, tampoco es que toque ser prepotente como lo fue mi burla de hace algunos dias.

Por lo demas me sigue gustando el libro de CS Lewis ya que es un fino analisis de la sicologia humana y sus contradicciones. Por ejemplo la idea de que la soberbia es mas una cuestion de actitud que de palabras y que buscar la humildad equivale casi tanto a perderla en el intento...

Ademas en otros escritos Clive Staples Lewis hace muchas observaciones de la manera que tenemos los seres humanos para justificar actitudes que son en si mismas ridiculas cuando se les reviste con una palabreria virtuosa. Pero ya no encuentro sus argumentos apologeticos tan interesantes, en fin cosas de la vida.

Igual reconozco que muchas ideas del cristianismo son muy interesantes y aceptarlas no quiere decir que uno ya este medio confesando los dogmas de la Iglesia que piden practicamente aceptar todo lo que no sea contradictorio logicamente como si eso fuera suficiente para probar algo. Pero en fin no quiero enfrascarme en una discusion acerca de estas cosas.

Por ejemplo la idea de relativizar la gravedad de los acontecimientos y de las cosas apelando al concepto de absoluto es muy buena. Pensar en la muerte de vez en cuando alivia alguna tension y considerar que a pesar de que las cosas estan fuera de nuestro control en general las cosas salen muy bien a pesar de la oposicion de personas muy poderosas y egoistas es una cosa muy util. Releer a Victor Frankl lo hace consciente a uno que en la vida lo verdaderamente necesario es muy poco y lo hace perder el miedo a uno a tener algo que perder, aunque muchas veces uno olvida todo eso y hay que rehacer los propositos, jejeje.

Pero no se, una cosa que me llama la atencion es que la gente que participa en eventos sobrenaturales siempre aparece en lugares donde no hay mucha cultura y la unica que se tiene es la de un catecismo plagado de supersticiones. Y con la debilidad que tiene el ser humano por las leyendas urbanas, incluso antes de que las urbes fueran tan populosas como en la epoca actual, la verdad para que yo vuelva a creer en esas vainas tendria que pasarme lo de Santo Tomas Apostol. En fin pero sospecho que las probabilidades de tener un encuentro sobrenatural en mi caso se reducen a 0%, porque los eventos sobrenaturales parece que solo le pasan a los "humildes". No es que piense que las personas que reclaman participar o creer en lo sobrenatural son inferiores a mi, yo fui muchos años una de esas personas, sino que me parece que nuestra cultura esta plagada de supersticion asi mucha gente alcance los mas encumbrados titulos academicos. Es que esas cosas son mas una cuestion de que educacion tuvo uno en su infancia y que experiencias ha tenido despues. Pienso que si hubiera tenido una vida dentro de la Iglesia, libre de problemas, tal vez seguiria siendo Catolico, porque para cambiar toda la forma de ver la vida hace falta que a uno le moleste demasiado la que tiene.

Es una tendencia muy humana a fabricar verdades que luego terminan siendo "irrefutables" por que las repiten muchas personas y porque hay muchas "fuentes bibliograficas e historicas" que las sustentan. Pero eso tambien les pasa a otras religiones como la musulmana o la judia, o la que uno se le ocurra y por que en el mundo existan centenares de millones de personas que confiesen que Mahoma es su profeta no es que sea verdad, por poner un ejemplo (reemplazar Mahoma, por Buda o Moises, Abraham, Joseph Smith,...). Ademas no olviden que esas verdades necesitan de organizaciones que en algun momento de la historia contaron, o cuentan, con un poder judicial que puede imponer incluso castigos corporales o politicos. Si una verdad necesita (o necesito) de algun poder para sostenerse, pues ya no es que la acepte tan facilmente. Lo cierto es que para mas confusion ese poder incluso sostuvo ideas que no necesitaban de el -las llamadas verdades naturales- que le sirvieron como una coartada para su pretendida rectitud o infalibilidad.

Ademas, casi todos los catolicos que conozco personalmente son personas muy inteligentes y analiticas y que tienen muchas inquietudes similares a las mias. Asi que para mi la verdad, a pesar de lo que dije en el parrafo anterior, no me interesa tener una explicacion infalible sobre como yo llegue a ser arreligioso y muchas personas cuyas capacidades intelectuales admiro no. Coca Cola es asi.

Saludos,

Austral





Sólo hubo dos 'supernumerarios internos'.- Nacho Fernández

El día 4, Gervasio publicó una un amplio escrito: ¡Qué familia la del Opus Dei!, en el que manifestaba que los hoy denominados agregados habían pasado por las etapas de llamarse "supernumerarios internos", "oblatos" y la actual de "agregados". Quisiera aportar unos datos que complementan el documentado artículo.

 

Yo pité como numerario el 19 de marzo de 1965, pero en las Navidades del mismo año, tras haber asistido a un curso de retiro, Santos Velasco, entonces director del centro "Vitruvio" y hoy sacerdote numerario de la Obra, me indicó que lo mío era ser "oblato". Mi incorporación a "oblato" se produjo en verano de 1966, asistiendo a una convivencia en Molinoviejo. Todo ello coincidió con el hecho de que en el Opus Dei se comenzó a potenciar la figura del agregado universitario. Yo cursaba entonces la carrera de Derecho, aunque luego  estudié también periodismo y esa fue mi profesión durante casi toda mi vida.

 

Pasados los años, tras haber participado en las actividades de los centros denominados "Recoletos", "Princesa", "Codaste", "Cudayc", "Cuatro Caminos", "Monte Esquinza" y "Lima", donde tuve trato con Paco Navarro y Rafael Poveda, los dos únicos en la historia del Opus Dei que tuvieron el nombre de "supernumerarios internos". Con ellos me relacioné bastante, pues Paco fue quien llevó mi "charla fraterna" o "confidencia" durante un tiempo. Lo de ser los dos únicos me lo explicó muchas veces Paco Navarro. Puede que se callara que lo de haber sido una especie de "administración" de los centros, pero yo nunca se lo oí. Sí digo que nunca fue un experto cocinero.

 

Paco Navarro, que llegó a ser secretario general del Banco Latino, luego integrado en Rumasa, grupo posteriormente expropiado por el Gobierno de Felipe González.  Paco tenía una "cruz de palo", que le había regalado el Fundador, por ser el primero de una labor como era la de hoy de "agregados". Esta cruz se hacía con los restos de las vigas de la ermita de la Casa de Retiros de Molinoviejo. En ese lugar habían hecho su fidelidad  al fundador un grupo de los más antiguos numerarios de la Obra. Así se recoge en una placa.

 

Insisto, solo dos "supernumerarios internos". Con ellos hablé numerosas veces de ello, pues les llevaba en el automovil que utilizaba todas las noches a su domicilio en dos viviendas del inmueble existente en la calle México número 13 de Madrid. Nunca les oí que se hubieran dedicado a ejercer unas funciones como las que desempeñan las mujeres de Obra en las Administraciones de los centros de numerarios y numerarias del Opus Dei. Sí les oí que convivieron  con otros oblatos en un piso de la calle Bravo Murillo de Madrid.

 

Pues bien, el nombre de "supernumerario interno" se acabó el día que pitó Paco Uceda, quien fue el primero que escribió su carta al Padre (entonces vivía el Fundador) con el nombre de "oblato". Uceda presumía de haber sido carterista, aunque se regeneró. Pasado el tiempo solicitó la "cruz de palo" y el hoy San Josemaría se la concedió y entregó. Cuando llegaban las convivencias de verano a las que acudían los dos discutían entre ellos sobre quién había sido el primer "agregado". A Navarro no le gustaba hablar de ello, pero muchos se lo sacábamos.

 

Por otra parte, a Paco Navarro sí le oí decir que, en un primer momento, los numerarios del Opus Dei llegaron a usar una especie de túnicas durante el acto de la bendición con el Santísimo en los centros de la Obra. Esto es algo de lo que tampoco se habla dentro, pues lo único que existe el silencio y las páginas oficiales de la Prelatura dirán que siempre fue secular en todos los aspectos. Esto de la túnica no es muy secular que digamos. Ahora dirán que me lo invento. Este dato también me lo confirmó Pepe Guallar (hoy tambien fallecido), otro de los agregados de primera hora, cuando les llevaba por las noches en el automóvil a sus domicilios en la calle México número 13 de Madrid. Yo vivía a un kilómetro de ellos.

 

Nacho Fernández




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?