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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 26 de Enero de 2007



Cap. II de 'Apuntes y documentos para una historia'.- Webmaster

Seguimos con la traducción del libro de Giancarlo Rocca (religioso paulino): "El Opus Dei: apuntes y documentos para una historia".

Capítulo II: La sociedad de vida común sin votos (pdf, 43KB)





Pequeña historia de una decepción y de un resurgimiento.- Kepa

PEQUEÑA HISTORIA DE UNA DECEPCIÓN Y DE UN RESURGIMIENTO 

Kepa, 26 de enero de 2007

 

 

Por qué os escribo. Cuando hace 21 años me fui de la Cosa tomé la decisión de cortar radicalmente cualquier relación con ella. En consecuencia di una respuesta tajantemente negativa a las propuestas que me hicieron, en los años siguientes, de participar en sus medios de formación .Después de que pasaron 5 o 6 años de mi salida ya no volvieron a ponerse en contacto conmigo ,gracias a Dios. Así que creía que mi estancia en la Cosa era algo muerto y enterrado.

 

Pero no; sí estaba enterrado pero no muerto y al leer vuestra web me di cuenta de que mi experiencia dentro seguía vívida, probablemente porque fue intensa, ilusionante algunas veces y frustrante las más.

 

La lectura de la web ha sido para mí como un seísmo interior ciertamente doloroso, debido a los malos recuerdos que me trae. Me he decidido a escribir por si pueden ser útiles para alguien mis experiencias y porque creo importante dar un mensaje de esperanza: la vida es mucho mejor fuera que dentro y la sensación al respirar aire puro es impagable...



(Leer artículo completo...)




Fin de las vacaciones, puesta al día de lo publicado.- Armando

 Las vacaciones han llegado a su fin, en el transcurso de las mismas he tenido la oportunidad de conocer a algunas lectoras y  lectores de esta página; han sido momentos muy entrañables en los cuales he aprendido mucho y sobre todo, he desmontado muchas cosas en las cuales creía. Los fantasmas del pasado han sido superados y puedo decir que las pesadillas han desaparecido del todo. Agradezco a todas y a todos los que me permitieron un poco de su tiempo para poder departir con cada uno, así también a los que estuvieron pendientes de mi viaje y me acompañaron por el “ciberespacio”, preocupándose por mi paradero.

 

La vuelta ha supuesto ponerme al día en lo que se ha publicado durante mi ausencia en opuslibros. Me he encontrado con la sorpresa muy grata de un debate intenso sobre la inocencia de los que en su día tuvieron cargos de gobierno en la Obra. Jacinto nos ilustra magistralmente sobre el tema y como alguien ha dicho muy acertadamente, son textos que hay que leer una y otra vez, reflexionarlos y trabajarlos. La analogía de los personajes contemporáneos que hace Jacinto me parece brillante porque arroja mucha luz a lo que hemos venido discutiendo y leyendo en la web. Como bien dice el autor, no es un análisis histórico, pero al colocar históricamente la figura del fundador en relación a otros personajes contemporáneos suyos, nos permite tener una perspectiva que sale del ámbito del Opus Dei, para colocarlo dentro de la generalidad de la sociedad de su momento.

 

Enumerar la copiosa información que ha sido publicada en la web resulta una tarea titánica, porque la riqueza de contenidos es monumental. Pero quiero detenerme en unos cuantos artículos para centrarme en uno a quien quiero responder con mucho respeto.

 

Rocaberti trata un tema crucial y es el del miedo, no sé si antes se ha escrito algo al respecto, pero es evidente que muchas cosas las hicimos sencillamente por no disgustar, por evitarnos la amonestación de rigor sobre todo –en mi caso-, los constantes interrogatorios a los que era sometido por cualquier falta. El ir de dirección a la habitación del sacerdote y nuevamente realizar ese trayecto de vuelta, era agobiante, por más que uno quisiera pensar que tenía nervios de acero, esos momentos eran tortuosos y el resultado era quedar totalmente agotado ante tanta pregunta, tanta insistencia en hacer que uno dijera lo que ellos querían escuchar. Y es precisamente sobre el tema del miedo lo que también convendría profundizar, para superar esa etapa que queda en el fondo del ser y que es difícil dejar atrás.

 

Ruta de Aragón detalla en su escrito el “código de honor”. Él lo refiere a los centros de numerarios, pero también en los centros de agregados se presentaba ese fenómeno. En los momentos en que alguno era sometido a los interrogatorios que he descrito someramente en el párrafo anterior, los demás del grupo se replegaban y dejaban al susodicho completamente solo. Las tertulias eran terribles en un ambiente así, el poco caso que te hacían o la censura constante a lo que dijeras eran las formas de darte a entender que estabas mal.

 

Aquí he enumerado dos momentos negativos si se quiere, pero en ningún momento los describo con rencor, ni con amargura, sino simplemente como hechos reales que sucedieron. Igual con la subjetividad que comporta el que sea una parte la que cuente su versión y no sea posible escuchar a la otra, no obstante es un hecho real y por tanto, parte importante de la vida que no puede ser negada, ocultada o endulzada con palabras positivas. Y es precisamente aquí donde quiero comentar y responder el artículo de exnume cuando nos exhorta a que seamos positivos, que nos acordemos de lo bueno y dejemos a un lado lo malo.

 

En este sentido creo que los artículos de Oráculo y Jacinto arrojan datos importantes para discrepar sobre la actitud que nos recomiendas. Parto del hecho que es tu opinión la cual respeto pero no comparto. Y te diré por qué. Me acuerdo que en algunas tertulias se nos permitía opinar o tratar sobre temas que no fueran precisamente apostólicos, es decir de la situación actual del país y cosas así; yo por profesión o por carácter o ambas cosas, siempre solía ser muy crítico en muchas situaciones tanto a nivel local como internacional. Especialmente con el tema de la geopolítica después del 11 de septiembre. Pues bien, un numerario ya mayor solía decirme que no fuera tan negativo, que solo señalara lo positivo, porque el decir lo negativo era demostración de poca presencia de Dios.

 

A esto pregunto ¿la realidad está compuesta únicamente de hechos positivos?, si la respuesta es no ¿lo negativo –lo que algunos denominan así- al ser parte de esos hechos, debe ser anulada para explicar en forma gratificante los acontecimientos?. Es decir, en la realidad misma se presentan ambos factores, no es dable uno sin la presencia del otro. Y si lo que se desea es explicar una vivencia, es obvio que lo que llamamos negativo florezca también como parte esencial de ese hecho.

 

Por otra parte, a esta página hemos acudido muchos –por lo menos yo puedo decirlo de mi mismo- en busca de ayuda. En mi caso no pensé que fuera eso lo que buscaba pero la he encontrado. Ese proceso de adaptación a la nueva realidad que nos ha tocado hacer frente al dejar la Obra, comporta una depuración de la memoria, un sacar todo aquello que nos oprimió interiormente durante años y que no podíamos decir porque decirlo significaba falta de visión sobrenatural. Años y años para muchos exnume, callando, tragando y aguantando en silencio todo aquello que querían expresar y no podían. Entonces, aunque comprendo tu inquietud no puedo estar de acuerdo en secundar esa especie de censura que sugieres en tu mail.

 

La lectura de tu texto me hizo recordar a ese numerario mayor que siempre corregía mi forma de explicar las cosas y al confrontar tu texto, con los de Oráculo y Jacinto me vienen las siguientes preguntas: ¿El pedir hablar solo de lo bueno que vivimos dentro significa que aún debemos seguir sujetos a los parámetros que se viven en la Obra a pesar que ya estamos fuera de ella?. ¿Tan interiorizado teníamos lo de no hablar mal de “nuestra madre guapa la Obra” que aún estando fuera lo vivimos como si aún estuviéramos en la institución?.

 

En el artículo de Jacinto se nos dice que hay una especie de inocencia en los directores cuando actúan dentro, pero ¿y ya estando fuera?. Creo que en la situación actual no hay tales de poder argumentar inocencia en nuestras acciones para con otros, especialmente para los que escriben en esta web, porque sabemos muchas cosas que antes ignorábamos. El “problema” está que hemos hecho nuestras muchas indicaciones recibidas que aún las reproducimos en nuestro actuar, en nuestro decir y en la forma de ver las cosas. Seguimos ceñidos a lo que en los ámbitos sociales se denomina “lo políticamente correcto” que en la Obra lo traducen en  “es de mal espíritu hablar de la Obra y/o de los directores”. De ahí derivan los llamados a no ser negativos, a no hablar con tanta amargura y un sin fin de reflexiones para salvaguardar la integridad de la Obra y así asegurar que no se habla mal de ella.

 

Desde mi punto de vista, lo más importante es que cada quien se exprese como desea, siempre y cuando se respeten los principios de la educación y la urbanidad, pero dar indicaciones de cómo debe escribir cada uno y qué temas puede tocar y que no, pienso que ya es otra cosa. Claro, el tema en concreto acá es el Opus, pero dentro de ese límite, lo que atañe al mismo puede ser expresado como a cada quien le parezca. Piensa exnume que muchos escriben para sacar lo que llevan dentro, para decir lo que no pueden decir a nadie, por lo cual te ruego comprensión para con ellos y si algún artículo no te gusta, deja de leerlo.

 

Con todo respeto te digo esto, no ha sido mi intención ofenderte ni corregirte la plana, sencillamente darte algunos puntos para la reflexión.

 

Un abrazo

 

Armando





Orwell 1984.- Eutimio

Saludos a todos:

Estoy leyendo el libro de Orwell 1984. Me recuerda en bastantes cosas al Opus Dei: el control, el falseamiento de la historia, la desaparición en libros y recuerdos de los "traidores", ... y cosas más profundas. No sé si el libro está aconsejado o desaconsejado a los de dentro pero, en cualquier caso, no creo que un miembro pueda ver las similitudes porque tiene la visión parcial que todos (o casi todos) hemos tenido dentro.

Me sigue sorprendiendo la claridad mental de los que han visto los problemas del Opus Dei estando dentro. Yo necesité varios años de desconexión total con la Obra y conocer opuslibros para que mi mente se abriera.

Aprovecho la ocasión (no tengo tiempo para escribir pero leo con cierta asiduidad la Web) para agradecer de nuevo a Agustina y a todos los que colaboran en la Web su contribución a la normalización de mi cabeza y de tantas otras cabezas.

Un abrazo,

Eutimio





¿Aspirante a numerario?.- Natan

Yo me sali de numerario hace casi 2 años, fui miembro 6 años de mi vida, o sea desde los 14 años. Al principio todo era muy padre, el ambiente, los campamentos, la casa, el club... Yo veia a mis instructores como gente super feliz.. pero dos años despues ninguno de mis instructores quedaba de numerario...

El director de la casa se hizo mi amigo, no entiendo como una gente de 27 años se puede hacer amigo de uno de 14, pero bueno me empezo a hablar y todo y total pite. Al principio pues muy contento, mis papas felices, mis hermanos indiferentes (les valia la verdad), con mis amigos la cosa fue diferente poco a poco me empece a distanciar de ellos por obvias razones, ellos iban a fiestas, al cine y yo, pues me quedaba a hacer planes con el club, al principio me valia pero despues ya no me valio tanto...

El director me decia que lo amigos que tenia no eran "valiosos", por lo que me dijo porque no te haces amigo de fulano y yo, por ser "docil" obedeci. ¿Quienes son ellos para ver quien es valioso o no??. A esos amigos que descuide los llamo o me los encuentro en los antros o fiestas, nos hacemos bien, pero ya no es igual... Total a las personas que me dijo el director que tratara, todos fueron numerarios, pero oh sorpresa nadie persevero ni siquiera duraron 1 año. Para esto cuando ellos pitaron, ya no era la misma relacion de amistad, esto porque en el opus dei no hay amistades particulares, es decir ya cumpli mi meta (patron) ya me olvido de ellos... Eso no se vale. Que opinan??

Natan





Para Jacobus. Sobre la Teología.- Supo

Estimado Jacobus:

Cuando me refería a que la teología no tenía reconocimiento civil, me estaba refiriendo a la que se enseña en los veranos a los numerarios. Desde el principio me dijeron que nadie podía exigir el título si se marchaba de la Obra. A eso me refería. Sobre lo del convenio, como trabajo en una universidad católica que tiene facultad de Teología, pues me lo sé de sobra. Pero insisto que me refería a lo que se hace en el Opus. Si no tiene reconocimiento no es una carrera, será un cúmulo de saberes tomistas.

Como tengo grandes amigos y tuve amistad con alguno de los teólogos que citas, sé perfectamente que en Alemania la situación de la Teología es otra muy distinta.

Sobre la frase "si es que se le puede llamar carrera" y que te parezca ofensiva, te diré lo siguiente: siento si te he ofendido. Pero desde luego no me parece que un sitio que no sigue métodos científicos (y te lo digo porque soy doctor e investigador con participación en proyectos financiados por el MEC y por el gobierno regional), donde se rechazan determinadas lecturas porque están calificadas con un 6, donde se lee un librito para hacer una asignatura (en mi asignatura mis alumnos estudian dos libros, trabajan los ejercicios con un tercero y deben hacer un debate con otros dos libros, todo eso en cuatro meses), no me parece digo, que eso sea una carrera. Lógicamente, en las Universidades que no son del Opus en las que se imparte Teología, sí hacen una carrera. En ellas, leen a los teólogos que tú citas. Aprende metodología científica sobre la Teología. Y se contrastan los saberes, los autores. No se queda todo en Santo Tomás. Seguramente me dirás que también hay otros teólogos que se citan en el Opus. Pero todos son tomistas.

Sobre  "mis profesores no consideraban sus materias precisamente una "maría" y nos hicieron trabajar a base de bien". Me alegro, pero te puedo asegurar que cuando llegué al colegio con mi asignatura sobre los presocráticos aprobada en el curso anual, el profesor de Filosofía se rió de mí y eso que era numerario, porque no le parecía serio que un ingeniero civil se dedique a dar clases de Filosofía. Eso no es profesional. Por no hablarte de lo que aprendí de Griego. ¡Qué se puede aprender en 20 horas! Eso era de risa.

Me alegro que sientas respeto por Olegario. No voy a entrar en el típico ránking de éste es mejor que aquél. Desde luego me refería a teólogos vivos no del siglo XVI o los que propusieron el derecho de gentes en Salamanca, grandes tipos sin lugar a dudas. Como quizá el título ha sido impulsado por mi amistad, lo retiro.

Sobre la posdata, no sé si estás loco o te lo haces. Escrivá no pasaría un examen de reválida en teología hoy en día. Pero eso no impide a alguien estar en los altares. Otra cosa es que a algunos no nos guste verlo ahí. Otra cuestión de la que podemos hablar es de quién le escribió su tesis doctoral. Porque un análisis filológico a fondo quizá demuestre que no fue él.

En cualquier caso, mi texto iba encaminado a hablar sobre el purgatorio. Siento haberte ofendido.

Supo





Cómo hago para convencerla.- Socar

Espero que este email sea leido. Tengo un inconveniente con la mujer que he amado en los ultimos años. Ella entro al opus dei como una ayudante en una de las residencias estudiantiles. Lo grave del asunto es que entro por mi. Conoci la obra a temprana edad pero pronto me di cuenta que estaba en el lugar equivocado. En alguna ocasion yo le hable de la obra y ella se fue metiendo lentamente. ahora ella esta inbuida en ese mundo. Ve la vida como si todo fuese pecado...
 
Yo la amo profundamente. Quisiera saber como ir convenciendola de que abandone la obra. su mente esta completamente cerrada al cambio. espero que ustedes se unan a mi oracion pues al parecer solo un milagro la haria cambiar de pensamiento. Seria agradable recibir una respuesta de ustedes. En espera de ella,
 
Socar




Visitas al psiquiatra siendo numerario.- Ruta

Ya escribí hace unos días, sobre mi opinión personal, de cuales creo que son algunas de las causas, de los trastornos mentales y la visión que creo, que tiene el Opus Dei, de los tratamientos psiquiátricos para numerarios consagrados, en el  Opus Dei.
 
Hoy quiero contar mi experiencia personal, de mis visitas al psiquiatra siendo numerario del Opus Dei, por si sirve de ayuda, a aquellos que se puedan ver en una situación similar.
 
Llegó un momento en mi estancia en el Opus Dei que me puse muy enfermo de la cabeza, me quería ir del Opus Dei y no me dejaban; la verdad, es que los directores me toreaban, y yo no me daba cuenta, me decían que no me preocupara de nada. Yo no sabia lo que me pasaba, y los directores y sacerdotes lo sabían  menos, aunque me hablaban, como grandes entendidos en la materia.
 
Fui a hablar con el director y le dije que estaba muy mal. Como el director sabía que me quería ir del Opus Dei, lo interpretó en clave de estrategia para irme del Opus Dei, como el niño, que dice que esta malo para no ir a la escuela; o el trabajador. que dice que esta malo, para no ir a trabajar.  Lo que yo jamás llegue a imaginar en aquel entonces, es que estuviera en la cabeza de los directores la idea de querer hacerme un hombre en sentido espiritual.
 
Tampoco había imaginado que si uno decía que se quería ir del Opus Dei, se le considerara un "maricón" en sentido espiritual, a lo Opus Dei, que nadie me mal interprete. Ya lo decía San Josemaria: “Hijos míos, soñad, y os quedareis cortos”. Desde luego, yo me quedé cortisimo.
 
Lo mas gracioso es que, a día de hoy, alguno de esos directores ya no es numerario del Opus Dei y supongo, que andará por esos mundos de Dios, haciéndo el hombre... Uno tiene la seguridad interior de haber vivido con algunos de los tíos más cortos, y con algunos de los peores tíos del Siglo XX Como decía Don Quijote “Cosas veras amigo Sancho, que harán hablar las piedras.”
 
Ni yo entendía los síntomas de mi enfermedad mental, ni los directores y sacerdotes muchísimo menos. El director me dijo que, para ir a un psiquiatra, se tenía que pedir una dispensa a  no sé qué sitio del Opus Dei, y que ya se vería.
 
A los dos meses, el director me dijo que había llegado la dispensa [autorización] y que ya me podía visitar un psiquiatra.
 
Yo nunca dije nada de aquél proceso psiquiátrico a mis padres, pues sabia que si les decía algo, vendrían a buscarme enseguida. Quería intentar arreglar todo aquello, yo solo.
 
Nunca antes había estado en un psiquiatra,  era como si de repente, te toca el gordo de la lotería, algo que no te ha pasado nunca.
 
Yo, sencillamente, no tenia ni idea de qué se hacía en la consulta de un psiquiatra. Para mí era algo increíble haber llegado a esa situación de tener que ir a un psiquiatra.  Yo pensaba decirle que estaba muy mal y hecho polvo, y  a ver qué decía el hombre, y si me podía curar.
 
El psiquiatra que me tenía que visitar era supernumerario, y el día que fui por primera vez, me acompañaron el director y el subdirector; yo entendía que los dos estaban muy interesados en intercambiar opiniones con el psiquiatra sobre mi salud mental.
 
En la sala de espera no había nadie, sería lo de menos; lo que me llamó la atención fue, que al pasar a la consulta, entramos los tres, el director, el subdirector y yo.
 
Yo creía que entraría  solo a la consulta del psiquiatra, por lo menos, al principio de la visita, pero no fue así, entramos los tres: director, subdirector y yo.
 
En ningún momento pude hablar a solas con el psiquiatra. Ni se me ofreció esa posibilidad de hablar a solas con él, ni por parte de los directores, ni por parte del psiquiatra.
 
En un lado de la mesa de la consulta estaba  el psiquiatra; en el otro lado de la mesa estábamos los tres: yo en el medio, y sentados uno a cada lado mio, el director y el subdirector; éstos, de una manera consciente tocaban con su pierna mis piernas, uno por cada lado. Enseguida comprendí el mensaje; era como una especie de control, sobre lo que yo pudiera o quisiera decirle al psiquiatra.
 
El psiquiatra me pregunto que qué me pasaba; yo dije que nada, que estaba mal y nada más, casi no podía hablar más.
 
Los directores, reían. No podía faltar, en esta comedia, el entrañable “Voto de alegría” del Opus Dei.
 
Me recetó varias pastillas, no me dijo si tenia esto o lo otro. En el centro me compraron las pastillas y les quitaron los prospectos para que no pudiera leer nada.
 
Volví, creo dos veces más al psiquiatra, con el mismo sistema, custodiado por el director y subdirector.
 
Enseguida comprendí, que el psiquiatra era un pobre hombre, donde prevalecía ser supernumerario y las instrucciones que tenia de los superiores del Opus Dei; a poder, tratarme como a un paciente más. Nunca me dijo que quería hablar a solas conmigo. Yo veía que la situación no le gustaba, pero aguantaba la comedia teatral.
 
Los cuatro escenificamos una de esas comedias, esas maravillosas comedias, tan bonitas para San Josemaria, cuyo único espectador es La Santísima Trinidad, como a San Josemaria le gustaba decir.
 
Estando en esta situacion, vino al convento donde yo vivia,  a la tertulia de después de comer, un psiquiatra creo que también supernumerario. A mí me gustó lo que dijo en la tertulia, y le dije al director del convento, que me gustaría que me viera ese psiquiatra.
 
El superior del convento me dijo, enfadado, que qué me había pensado, que iría al psiquiatra que dijeran los superiores del convento, y que además el psiquiatra al que había ido me hacia el favor de visitarme gratis; y que si esa era mi  forma de agradecerlo, queriendo ir a otro.
 
Días más tarde con 21 años por aquel entonces, llamé a mis padres, vinieron a buscarme, y se acabó el Opus Dei para mí, institucion donde el que entra no sale, y el que sale, da gracias a Dios.
 
Y fui a psiquiatras como Dios manda, que me trataban como un paciente más, y me cobraban como a un paciente más. Y no hacían esas comedias tan maravillosas, a lo divino, delante de La Santísima Trinidad, y que tanto gustaban a San Josemaria.
 
El psiquiatra, lo pagaron muchas veces  mis padres. El Padre, no lo pagó.
 
Desde aquí le quiero dar las gracias a aquel psiquiatra supernumerario, que yo no elegí, por no cobrarme aquellas tres visitas.
 
Y para finalizar, esta comedia a lo divino, cuyo único espectador es La Santísima Trinidad, voy a ofrecer un número musical.
 
La canción, que más me gusta, del cancionero del Opus Dei.
 
                                            PESCA SUBMARINA
 
1. En el mar hay peces grandes a millares,
tú lo sabes, tú lo sabes.
Hay que hundirse suavemente y sin pesares,
y de pronto se estremece el corazon:
se descubre un mundo mas maravilloso,
silencioso, misterioso,
donde viven muchos peces de colores.
¡ El sueño azul de un pescador!
 
(Estribillo)
 
A mi, me gusta la pesca;
pero pesca submarina,
que perseguir a los peces
es una cosa divina.
A mi, me gusta la pesca
sin anzuelo y sin sedal,
que eso de esperar que piquen
no me va, que no me va.
 
2. Para ser un pescador de garantia,
valentia, valentia.
Es preciso hundirse pronto y suavemente,
y meterse por las cuevas sin temor.
Cuando ves un pez, te pones a su altura,
con soltura, con finura;
le disparas el arpón con punteria,
lo agarras luego y se acabó.
 
(Estribillo)
 
A mi, me gusta la pesca........
 
 
Que Dios os cuide.
 
Ruta de Aragón.




Me identifico con 'El informe del Opus Dei' de A.G.- Maribel

Felicito a A.G.sobre "El informe sobre el Opus Dei". Opino en todo exactamente igual que el/ella.
Me digo: tendremos algo de razón, ¿¿no??
 
Maribel




Qué fuerte!.- Mª Luisa Botella

Sí. Que fuerte. Cinco años después de escribir una carta al periódico agradeciendo un favor de San Josemaría, doy por casualidad con vuestra página y mi carta junto con la de otro señor, cuyo articulo es El Opus Dei y los pobres. Nunca pensé que vuestra retorcida mente pudiera manipular tanto una carta escrita con buena intención, para volverla contra Dios. Pués sí. Dios es tan grande que es capaz de curar tumores, encontrar trabajos, salvar vidas... pero tambien de hacer pequeños favores a gente como yo que se ocupa de los pobres como nadie. ¿Os da rabia que algunos tengamos devoción a santos concretos? Os diré algo que os dará más rabia aún. Rezaré por vosotros. Sobre todo por este José Lledó que escribió:
 
El reportaje dedicado ese día a los “sin techo” que proliferan en las calles de Valencia quedaba de esta forma realzado por la carta al director de una mujer que daba las gracias al fundador del Opus Dei por cuya intercesión milagrosa, así lo dejaba ver, había logrado recuperar el bolso que momentos antes le habían robado.
 
Más allá de las creencias, más o menos anacrónicas y rancias aunque siempre respetables de cada cual, aquella carta es toda una declaración paradigmática del prototipo de cristianismo que pregonan instituciones como el Opus Dei: una doctrina enrocada en sí misma, egocéntrica, con desmedido culto a las personas y chata, muy chata (no me lo quito de la cabeza: ¿de verdad que el santo Escrivá no tendrá otra faena que reponer los sustraídos bolsos de señora? ¿Hasta cuándo la utilización de Dios?). Miles de personas carecen de hogar, pero la divinidad prefiere dedicar sus esfuerzos a la recuperación de objetos personales.
 
Toda una lección de catolicismo, sí señor.
José Lledó
 
Señor Lledó, las creencias no son rancias ni anacrónicas, es lo que hace que algunas personas sigan siendo personas. Si usted a perdido la  Fe, no quiera desacreditar a los demás porque la tengamos y seamos felices por ello.Y recordarle que los milagros los hace Dios, el Santo sólo le pide y Dios si quiere le hace caso y si no, no. El bolso en este caso era de una chica de 25 años y no de una señora, por si te agrada tener el dato. ¿Has sido del Opus Dei alguna vez? porque si es así no tienes autoridad para mentir de esa forma. Si algo predica el Opus Dei es el olvido de sí y lo deberías saber de sobra, pero igual se te ha olvidado. Si no lo has sido, puedes decir lo que quieras porque no lo conoces. Pero nada de egocentrismos, eso te lo puedo asegurar. Y la divinidad dedica sus esfuerzos a lo que realmente le da la gana. Esta frase dicha con tanto desprecio "Miles de personas carecen de hogar, pero la divinidad prefiere dedicar sus esfuerzos a la recuperación de objetos personales"seguramente Dios te la habrá perdonado, lo que no sé es si tú le has pedido perdón a Él.
  
Un saludo Maísa.
 
No creo que vuelva a leer vuestra página. Ahorraros contestarme a través de ella.




Problemas con el clero y la feligresía por obispo del Opus Dei.- Saul

Obispo del Opus Dei le niega a seminarista jorobado ser cura

Jueves 25 de Enero de 2007 
18:35 
DPA
El Mercurio online

LIMA.- El obispo de Juli, José María Ortega, quien está acusado de introducir conceptos ultraconservadores en la Iglesia de la región peruana de Puno, reconoció que le impidió ordenarse como sacerdote a un seminarista de su jurisdicción porque es jorobado.

"Cuando hay defectos físicos es mejor invitar a que no se ordenen sacerdotes. No es ningún canon, pero sí dice (el derecho canónico) que para candidatos para el sacerdocio hemos de ver hasta físicamente", dijo Ortega en una entrevista publicada hoy por el semanario limeño "Caretas".

"Vamos a decir: Defectos físicos que son pronunciados, hay que procurar (no admitirlos) porque se pueden burlar del sacerdote", añadió el prelado, quien validó así las denuncias de que al aspirante a cura Edwin Ramírez se le sacó del seminario local sólo por tener joroba.

"Caretas" da cuenta hoy de problemas con el clero y la feligresía de Puno desde que Ortega, del Opus Dei fue designado obispo de las colindantes prelaturas de Juli y Ayaviri, en una de las regiones con mayor tensión social del Perú.

Ortega, entre otras cosas, les prohibió a sus sacerdotes participar en acciones sociales como la lucha contra la pobreza, pues, en su concepto, son en realidad maniobras políticas.

La molestia del pueblo

El obispo también causa iras entre los puneños por actitudes que consideran ofensivas hacia los aymaras, que forman la casi totalidad de la población local. Como ejemplo se recordó que durante una misa por el sacerdote aymara Domingo Llanque, quien ejerció durante 36 años en Juli y por el que hay gran devoción en la zona, el prelado dijo que ignora si el fallecido está en el purgatorio o el infierno.

Esas medidas molestan fuertemente a las comunidades de base, según destaca el reportaje.Así, en la zona aparecieron en los últimos días panfletos anónimos de protesta: "La fe no es patrimonio de nadie. Los templos donde están Kay y José María no son patrimonio de ellos, pertenecen al pueblo entero y al pueblo se le darán o el pueblo los tomará", dice uno de esos textos pegados en postes.

Cuatro sacerdotes renunciaron ya al seminario local y expresaron públicamente su desacuerdo con la forma "excluyente y hasta ofensiva" en que actúa el prelado, mientras que un quinto inició acciones para que la Conferencia de Religiosos del Perú promueva un "diálogo eficaz" con él.




Psiquiatra Pamplona.- Alberto Moncada

El psiquiatra al que se refiere Ivan, y que se fue del Opus en esos años, es Pepe Soria, que ahora trabaja en un hospital de madrid, no se cual, aunque puede estar ya jubilado. Ahora no tengo ni sus señas.
 
Yo hablé con él hace tiempo, después de salirse,. sobre  la salud mental en el opus y él me contó que en Pamplona pasaban cosas que su conciencia no soportaba aunque no mencionó el tema de las numerarias.
 
Alberto Moncada




Cazaherencias opusianos.- Nacho Fernández

CAZAHERENCIAS OPUSIANOS

En la vida habitual se suele hablar de hombres que cazan todo: dotes, recompensas, talentos. El Opus Dei tiene una especialidad poco conocida, la de "cazaherencias", pues algunos de sus seguidores se dedican a sacar dinero de las personas con edades ya avanzadas y que desean destinar sus bienes a una actividad en beneficio de los más necesitados o de una obra social importante. Todo consiste en transformar ese deseo en algo lucrativo para la única prelatura personal que existe en la Iglesia Católica, eso sí, con el pretexto de unos fines muy buenos.

A lo largo de mis casi treinta y cuatro años de pertenecer al Opus Dei detecté algunos casos, gracias a haberme dedicado durante más de veinticinco años a la atención de supernumerarios mayores de 65 años. Se trataba de una dedicación que no complacía a muchos otros de la Obra. Yo lo hacía encantado, pues siempre me ha gustado la atención de las personas mayores.

El Opus Dei necesita mucho dinero para sus actividades. Raro es el año que, por lo menos una vez, no se hace una campaña para sablear a la gente. Igual que en una empresa que se precie se determinan unos objetivos y las personas pertenecientes a la institución deben ofrecer una lista de nombres de amigos a los que se pueden sacar elevadas sumas de dinero para destinar a obras corporativas. Incluso hay que especificar qué cifra se va a proponer a la persona a la que se pretende abordar. Pienso que en los "cazaherencias" se debe producir una situación parecida.

En el mismo centro de la Obra cercano al estadio Santiago Bernabéu de Madrid que citaba en mi artículo anterior sobre la situación de las mujeres que atienden la administración de los centros, viví una situación que siempre me dio que pensar. El director era una persona de origen humilde y profesor de universidad que alguna vez nos contó a los agregados ya mayores algunas de las actividades que realizaba, una de las cuales era obtener dinero de personas mayores para destinarlo a las actividades del Opus Dei.

Tuve oportunidad de experimentarlo en mis propias carnes con un supernumerario de 82 años, soltero, que vivía con dos hermanas solteras, en una vivienda propia en esa zona de nivel económico tan alto en Madrid, aunque él pertenecía a la clase media y fue funcionario de un ministerio.

Una noche, este supernumerario de 82 años se acostó y no volvió a levantarse. Falleció mientras dormía. Fue una sorpresa su muerte para todos, pues gozaba de buena salud. Nadie esperaba que V. (su nombre empezaba por esta letra) nos fuera a dejar, pero así sucedió. Debo aclarar que llevaba un grupo de supernumerarios formado por unas 10 o 12 personas en el que raro era el año que no moría uno de ellos, todos mayores de 65 años, salvo muy rara excepción.

Llegó el día del funeral de V. La ceremonia se celebró en una parroquia cercana. Este supernumerario no era de los populares del centro, aunque el grupo que llevaba era uno de los que tenía una edad media más elevada. El director fue al acto litúrgico. No le di mayor importancia. Pensé que quería acompañar a la familia del fallecido, pero los hechos me demostraron que buscaba algo más.

Pues bien, al terminar la misa de funeral, el director del centro se me acercó y me preguntó quiénes eran las hermanas de V, a lo que yo le señalé dónde estaban. Pensé que todo se había quedado en aquella conversación de pésame, pero los hechos posteriores me confirmaron que mi estimación era falsa, pues el director del centro a lo que iba era a sacar una herencia de las hermanas de aquel supernumerario.

Pasados unos meses me encontré por la calle a una de las hermanas de V. Me dijo que se acababa de encontrar con el director del centro y que le había hablado de algo que medio a entender que no le gustaba. Se suele decir que el mundo es muy pequeño. Momentos antes me había encontrado a este hombre que un día nos había dado a entender que se dedicaba en los ratos libres a sacar dinero de personas mayores. La hermana de V. fue una de ellas. Posteriormente supe que se iba a respetar que las hermanas del supernumerario fallecido para que vivieran en su domicilio hasta su muerte. No se si al final cedieron el piso de V. a la Obra, pero los tiros del cazaherencias iban por ahí.

Se también del caso de una adinerada familia madrileña que se enteró, a la muerte de su madre que ésta había cedido todos sus bienes a una obra corporativa del Opus Dei. Esto provocó un gran malestar entre los herederos.

Una de las cosas que se suele aconsejar a los numerarios y agregados del Opus Dei que van a hacer la incorporación definitiva que hagan testamento (es obligatorio) a favor de obras corporativas de la Prelatura. Incluso se ofrecen una lista de posible entidades beneficiarias y de albaceas (todos numerarios) que se encargarán de todo, una vez se produzca el fallecimiento del miembro de la institución.

Pero además no solo se aconseja hacer testamento a favor de una obra corporativa. Los miembros que son designados herederos en testamento por sus padres, se les suele aconsejar que lo que han heredado lo cedan al Opus Dei. Sé de amigos míos que han sido generosos al ceder sus bienes mientras pertenecían a la institución, pero que, al abandonarla, no se les ha devuelto nada y han tenido problemas para salir adelante. En la Obra, se pide generosidad y "buen espíritu" (es una palabra que dentro se emplea según conviene) a los demás y ellos no son ni generosos ni pueden ser presentados como modelos en este campo.

Hay una fundación que se dedica a obtener dinero para subvencionar becas de seminaristas que quieren cursar sus estudios eclesiásticos en la universidad de Navarra. Siempre hay personas ilusionadas con ser patrocinadores de una actividad tan digna. Cada uno que piense lo que quiera.

Hace tiempo me llamó por teléfono un amigo mío. En algunos sitios de Galicia había corrido el pánico, pues algunas personas del Opus Dei estaban acercándose a viudas y señoras mayores para conseguir que sus bienes los dejaran en testamento a las facultades de estudios eclesiásticos de la universidad de Navarra. Eran otros casos más de "cazaherencias" como los que he descrito anteriormente. Debo aclarar una cosa y recomendársela a quienes estén fuera y aún no lo hayan hecho. Poco después de dejar la Obra, hace ocho años, visité un notario e hice un nuevo testamento. No quise que el Opus Dei fuera el heredero de mis bienes.

NACHO FERNÁNDEZ





El estudio de Oraculo tiene peso por si mismo.- Tlin

Querida Emevé:

Como siempre y juntamente con muchos otros de esta web, me encanta leer tus escritos. Aún así, creo que lo que decías el otro día sobre la inutilidad de enviar el texto de Oraculo, "La libertad de las conciencias en el Opus Dei" al Vaticano hace falta una aclaración en la misma línea de la contestación de Agustina en su nota a tu escrito.

Aunque "La libertad de las conciencias" sólo esté firmado con un nick, el hecho de que haya personas concretas que lo avalen con su firma ya hace que deje de ser una  denuncia anónima. Además, habría que tener en cuenta que ese estudio tiene  peso por sí mismo: porque no denuncia hechos puntuales, sino que analiza el  alcance de una praxis no aprobada por la Iglesia, y aporta la documentación  que demuestra tanto que eso es lo que se practica en esa institución, como  que eso está terminantemente prohibido en la Iglesia desde los tiempos de León XIII. Además, se pide a la Congregación que compruebe que es cierto y actúe en  consecuencia. Con lo cual, no cabe duda de que el estudio de Oraculo tiene peso por si mismo y cuantos más lo enviámos, más se puede acelerar la actuación por parte de la Iglesia.

Un abrazo muy fuerte para ti y para Emevecito,

Tlin





Cada historia es diferente.- Isabel Nath

Hola a todos,
 
Quiero hacerme eco de lo que comenta Ana Azanza en su escrito del miércoles 24/I acerca de los que no quieren escribir su experiencia en la Web porque les parece que ya hay otros que han contado lo mismo.
 
Escucho esto con frecuencia en el chat y en correos personales, y siempre contesto lo mismo que dice Ana. Cada experiencia es diferente. Entiendo que en ocasiones se tenga la sensación de estar repitiendo cosas, pero siempre hay datos o circunstancias que hacen cada experiencia distinta a las demás. El dato más importante es que es NUESTRA experiencia, una experiencia vivida por una persona X distinta de las demás personas, y eso la hace ser tan única e irrepetible como nosotros lo somos.
 
Pienso que es muy importante que todos testifiquemos lo que hemos vivido. No basta con decir en un privado del chat que "a mí me pasó exactamente lo mismo que a ti". Eso está muy bien si nos ayuda el hablar, pero la gente, la Iglesia, debe saber que somos muchísimos los que hemos pasado por lo mismo. Cuando digo muchos me refiero a muchos miles, y ese no es el número de testimonios que aparecen en la Web. Y eso solo se puede saber si cada uno lo testifica, con su nombre y apellidos, o al menos con un nick.
 
La frase tan oída de "es que en la Web hay mucha gente que escribe fenomenal, y yo no sé escribir", no sirve de excusa. Lo siento si suena duro, pero no sirve en cualquier caso. Porque no estamos jugando a quedar bien, a ser los más brillantes y originales del centro, ni la sal de todas las tertulias y por lo tanto los preferidos de los directores a todos los niveles (hay que ver el gancho proselitista que tiene la gente graciosa oye, sobre todo con los niños...). Eso ya quedó atrás. O debería quedar al menos. Lo que tenemos entre manos es muy grave, y hay que documentarlo de forma seria, y eso incluye la colaboración de cada uno testificando con su propia experiencia. No se os pide (o no os pido) que inventeis nada truculento ni exagereis los hechos para impactar más. Solo decid la verdad, es desgraciadamente más que suficiente.
 
Además utilizando un nick, y dado que hay muchas historias que se parecen muchísimo entre ellas, es imposible que se os identifique. Así que relajaros, ordenad las ideas y escribid algo por favor. Si no teneis ganas o tiempo de escribir algo largo, podeis escribir algo así como: "mi experiencia es idéntica a la que describe Periquit@ en su correo del día dd/mm/aaaa, motivo por el cual se me antoja una pérdida de tiempo volver a escribir lo mismo o hacer un copy/paste de su correo". Ya el webmaster pondrá un link a ese correo y los demás podremos ver cual fue vuestra experiencia.
 
Por cierto, el escribir bien (además de responder en ocasiones a cualidades innatas) es cuestión de práctica. Yo lo pienso así y lo practico, claro, aunque luego no entiendan lo que quiero decir, que dice Agustina siempre tan generosa, jeje.
 
Venga ya, una ayudita...!.
 
Una abrazo,
Isabel Nath



 

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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?