CORRESPONDENCIA

Lunes, 04 de Septiembre de 2006

Una tuna, también conocida en algunas partes de Latinoamérica como estudiantina, es una agrupación de estudiantes universitarios vestidos con trajes de época de color negro, que forman un conjunto musical en el que suelen emplearse instrumentos de cuerda como son el laúd, la bandurria, la guitarra,  aparte de la característica pandereta, con una finalidad de diversión o para obtener invitaciones o dinero, o también para lograr los favores de bellas damas a las que dedican sus canciones.

Así define Wikipedia la tuna y,  más o menos, así era la tuna del UNIV, aunque con matices.

La primera tuna que asistió a Roma estaba formada mayormente por numerarios, y eso quiere decir que lo de cantar por diversión, pues sí; lo mismo se puede afirmar en cuanto a obtener invitaciones o dinero (se sacaba un pastón); incluso lo de dedicar las canciones a bellas damas, pero no para obtener favores. Nosotros no obteníamos favores de damas bellas, ni no bellas....

Buenos días,

Señores redactores del Guión para abducir mentes de supernumerarios:

Después de ver la artillería pesada (realmente son bastante pesados para explicar que 2+2=5) que han desplegado en su inefable guión, quisiera manifestar unas pocas incógnitas que anidan en mi malsana mente:

1. Si tan claro está que los laicos pertenecen y son parte y forman un todo y son tan de la Prelatura como los curas y su superior: ¿por qué el CIC de la Iglesia no estableció un sencillo canon que dijera "las prelaturas personales están formadas por un prelado, unos clérigos y unos laicos"?

2. Si no me equivoco el CIC fue redactado en el pontificado de JPII. ¿Cómo es que tuvo que explicar en un Discurso lo que no estableció en un Código? ¿Tiene la misma validez un Discurso elaborado en unos minutos que un Código elaborado en unos años?

3. ¿Pondrían sus manos en el fuego, apostando a que el Discurso al que tanto aluden fue redactado personalmente por JPII? ¿No será que lo redactó o perfiló algún miembro del entorno del Papa?

4. Cuando una cosa es muy sencilla (por ejemplo: los miembros del club de esgrima son miembros del club de esgrima) no hacen falta muchas páginas para convercernos de ello. Cuando la cosa se complica (explicar que 2+2=5) es cuando hay que dar muchas vueltas y revueltas. Cuesta explicar lo que no es.

5. Por último: da risa y da pena que malgasten los escasos días de convivencia de los supernumerarios en "convencerles de que SON de la Prelatura", y no se ocupen fundamentalmente de formar a los super para que se tomen muy en serio lo que JPII le recordó a la Obra en otro Discurso -tal vez más significativo ¿no?-: que debían atender a los pobres y desfavorecidos. Claro que para eso ya hacen propaganda continua de su ridículo Harambee: se creen que están arreglando Africa, y ponen más empeño en anunciarse y proclamarse que en ayudar verdaderamente a los necesitados. No creo que Teresa de Calcuta hiciera presentaciones en prensa de su labor: se limitaba a trabajar, sin proclamar a los 4 vientos lo que hacía. Y por cierto: Teresa de Calcuta era la jefa... y trabajaba como otra más. Habría que ver si el Prelado se quita la faja roja para acercarse al Africa tropical y echar una mano en esos estupendos proyectos harambees.

Flanpan

III - El lugar en la Iglesia

Una vez abandonada la Obra, el tema es cómo sigue la relación con la Iglesia. Pues el paso por la Obra no fue simplemente una mala noche en una mala posada para luego despertar de la pesadilla sin más efectos: dejó consecuencias y en muchos casos afectó directamente a la fe y a la salud espiritual de las personas.

No pocos esperan aún la asistencia de la Iglesia, como una intervención directa del Vaticano, porque la Obra dependen sólo de él y ni un obispo ni un párroco pueden hacer nada al respecto, salvo cumplir sus funciones ordinarias.

Sin duda, los obispos podrían impedir el establecimiento de la Obra en sus diócesis, responsabilidad de la que no están exentos. Pero no pueden hacer nada con respecto a la Obra misma.

No sería mala idea ayudarles a tomar conciencia de lo que están permitiendo que suceda en sus diócesis. Pero si el Vaticano no sólo no dice nada sino que alienta el trabajo que hace la Obra, difícilmente un obispo disponga algo en contrario.

***

Para algunos, su lugar en la Iglesia ya ha sido solucionado, se han reacomodado. Para otros, en cambio, sigue siendo un problema. Especialmente porque no creo que la Iglesia vaya a legislar ningún tipo de excepción para quienes se encuentran en una situación irregular.

Otros creen que ya no tienen lugar en la Iglesia o que la Iglesia no tiene ya sentido en sus vidas.

¿Por qué se puede perder la fe? Porque se la invirtió entera –del todo y para siempre, usando el lenguaje institucional- en la Obra –porque tenía el respaldo de la Iglesia- y la Obra resultó ser como el vaciamiento de un banco cuando sus gerentes se llevan los depósitos y no dejan nada.

La Obra usó la firma del Evangelio («y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna» Mt 9,29) para emitir promesas sin fondos, que eran un verdadero engaño. Esto, particularmente desde el punto de vista de la fe, es dramático.

Para hablar de engaño y estafa hay que tener pruebas de que intencionalmente fue así y no un simple error o una convicción honesta aunque equivocada.

Una de las formas de poner seriamente en duda la posibilidad de error es la sistematización daño y la falta de rectificación durante largo tiempo. Especialmente la honestidad se ve comprometida cuando han existido advertencias reiteradas y no han sido tenidas en cuenta, ya sea por obsecuencia o por conveniencia.

La otra prueba se relaciona con cuán central es al sistema el supuesto error. Es decir, quién se beneficia con el daño supuestamente no querido. Si es esencial a la supervivencia del sistema, estamos frente a un claro conflicto de intereses, entre el sistema y la vida de las personas que alimentan al sistema. Si la Obra se diera a conocer tal cual es, muy pocos depositarían su confianza en ella. Pero para crecer institucionalmente como lo ha hecho, no quedaba otra que dar una impresión muy diferente a la que en realidad tiene. Muy probablemente también por ello Escrivá hablaba de la necesidad de la psicología del anuncio: fabricarse una imagen que venda, que de la desilusión ya se encarga la realidad. En el medio, quedan las ganancias para la Obra, de todo tipo.

Por último, la planificación. Una cosa es un error inconsciente o imprevisto. En un sistema tan planificado como el de la Obra, difícilmente se pueda explicar la extensa “cadena de errores” (que forman las personas damnificadas por la Obra) a lo largo de su vida institucional como imprevistos.

Hay personas que se recupera de semejante estafa y hay otras que no lo consiguen. No veo de qué manera el Vaticano pueda permanecer en silencio durante mucho tiempo más sin caer en una grave complicidad.

Es un desafío para la misma Iglesia encontrar la forma de desandar los desarreglos y daños provocados por la prelatura Opus Dei. Es responsabilidad directa de la Santa Sede, quien promovió e impulsó el funcionamiento de esa prelatura.

La Obra es responsable del punto de partida desde donde una persona reinicia su vida. Por eso pienso que no corresponde –como algunos creen- responder a estas situaciones con un discurso implícitamente condenatorio diciendo que la única posibilidad es “esperar en la misericordia de Dios” para aquellos casos que viven en la irregularidad, como quien da a entender que están condenados a menos que Dios lo impida.

Es todo lo contrario: para esa situación de necesidad de perdón habría que pensar, en primer lugar, en la Obra y en quienes han permitido y consentido su actuación, de efectos irreparables en muchos casos.

***

Ya se ha mencionado que en muchos casos, este tipo de problemas no se presenta porque se ha resuelto sin gran traumatismo la salida de la Obra. El tema son los otros casos, que no son pocos.

Me interesa encontrar respuestas a interrogantes vitales que son inéditos en muchos casos, pues la debacle de la Obra no la encuentro semejante a ningún otra institución.

No se trata de, por ejemplo, una congregación religiosa que no trató bien a uno de sus miembros y lo expulsó.

La Obra es una institución que lleva el fraude en sus entrañas (desde la vocación divina que inventan los directores hasta el carácter secular de la vida de sus miembros célibes (cfr. artículo de Haenobarbo) y la confusa pertenencia de los laicos a la prelatura). Este es el peor de los descubrimientos, porque no veo de qué forma pueda tener arreglo.

Después de haber intentado durante muchos años buscar la mejora personal (la santidad) es tremendamente desconcertante y a su vez un gran problema para la propia conciencia, encontrarse en una situación anómala, es decir, considerada como una infracción según los parámetros de la vida pasada (como miembro de la Obra).

En muchos casos, lo que uno ha vivido en la vida pasada ha sido un modelo de perfección que no incluía las complejidades de la vida corriente, y menos aún, las complejidades que resultan a partir de la ruptura con la Obra y el descubrimiento de sus anormalidades.

Lo paradójico es que en la irregularidad muchas veces uno se siente más normal que en la atmósfera de perfección presentada por la Obra.

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Querido Rafinosa:

Bienvenido a este lado luminoso. Me encanta que hayas elegido un seudónimo dulce. El mío estaría relacionado con la juerga y la bebida. Ja, ja, ja...

Pides consejo sobre trabajo. Mi principal consejo sobre tu situación laboral es que tengas mucha paciencia. Yo tardé seis meses en conseguir un trabajo próximo a mis capacidades, me consideré afortunado por tardar tan poco. Para aguantar todo ese tiempo tuve a mis padres que me acogieron en casa y unos ahorrillos que me preparé mientras estaba todavía en el lado oscuro. Cuando me salió el trabajo, que no empleo, ya que figuraba como autónomo, todavía me quedaba dinero como para ir tirando sobriamente durante un año. Me parece que no me llegué a impacientar porque en el fondo estaba decidido a que si no me salía otra cosa me iría a servir mesas a un restaurante o a guardar vacas en una dehesa. Cualquier cosa era mejor que estar sometido a las idioteces del lado oscuro. Yo te sugiero que tengas esa misma actitud mental. Además sabes que siendo un tío majote, como eres, no importa que empieces sirviendo mesas, con tu talento y actitud llegarías a ser el administrador de un hotel o mucho más. Lo importante es que tengas la mente abierta. A mí eso me ha servido mucho en los seis años que llevo respirando libertad. Por lo demás, piensa que por ahí hemos pasado todos o casi todos nosotros y no nos ha ido mal.

Consejos prácticos sobre envío de currículos.

1. Envía todos los que puedas. A veces uno se autodescalifica para presentarse a un trabajo porque no reúne todos los requisitos. Normalmente nadie reúne esas condiciones. Los directores de recursos humanos los redactan como quien escribe la carta a los Reyes Magos. Luego eligen a quien piensan que se ajusta mejor, ni siquiera al que reúne más requisitos. Te lo aseguro porque conozco a muchos directores de recursos humanos.  Si de las seis condiciones que piden tú reúnes al menos dos, envía el currículo.
2. Piensa que los curriculos nunca se tiran. Un director de recursos humanos por torpe que sea los guarda, porque son una fuente de información para futuras necesidades de empleados. Es bueno que tu información personal esté en la base de datos de muchas empresas.
3. En tu curriculo no seas modesto. Tienes que vender tu propia imagen. Haz mucho énfasis en tu adaptabilidad, flexibilidad y capacidad para trabajar en equipo.
4. No tengas un currículo único para todos. Lo debes adaptar a las que tú creas que pueden ser las necesidades o preferencias de una empresa. Cada envio deberia ser diferente. Estudia a la empresa que hace una oferta de empleo. Estudia con detalle la oferta y trata de leer entre lineas para que tu presentacion tenga mas fuerza.
5. No pierdas de vista las ONG. Es posible que ahora puedes ofrecerte como voluntario en alguna. Cosa que te será muy saludable para tener el tiempo ocupado y con la sensación de ser útil. Después cuando ya la conozcas bien, probablemente encuentres alguna oportunidad de empleo. Puede que el sueldo no sea una maravilla, pero si la actividad te satisface puedes estar muy a gusto.

Espero que alguna de estas ideas te pueda ser útil.

Un abrazo,

Dionisio

Hola Rafinosa:

Hace unos años, yo viví una situación parecida a la tuya: dejé la Obra y me quedé sin trabajo. La vida es así de dura, pero todo tiene arreglo.

En este momento, lo que más te interesa es tener una estabilidad profesional. Yo lo solucioné por el camino de las oposiciones a profesor de enseñanza secundaria, y supongo que puede ser también el camino idóneo para ti. Las oposiciones no son difíciles, pero has de intentar tener puntos, ya que a partir de cinco se suman a la nota de los exámenes. Si este es tu deseo, me lo comentas, y te dejaré mi teléfono para poderte comentar algunos pormenores.

Un fuerte abrazo.

Rocaberti

Caros amigos

Ainda bem que deixei a obra há alguns anos. Porque lendo o conteúdo do documento  Guión orientativo para las clases de Catecismo de la Obra en las Convivencias de Supernumerarios de 2006, estou certa de que se actualmente estivesse num Convívio destes e ouvisse tantas contradições (Prelatura para sacerdotes que é "plenamente laical"! Declarações contratuais que não geram vínculos contratuais! Cooperação dos leigos que cria um estado de "incorporação"! Etc) teria de sair da casa de convívios antes de discutir com todas as directoras e com o sacerdote! Poucas vezes li um texto tão "disparatado" como este Guião. É um atentado à inteligência humana!

Marypt

Estimado EscriBa

Te agradezco los párrafos que me has dedicado en tu última carta publicada acá (Cfr. EscriBa 01/09). Cada una de tus palabras no tiene desperdicio, es más, en cada línea he visto que la ha escrito una persona con una gran personalidad y sobre todo, con mucha humanidad y sentido común.

He leído la carta muchas veces para extraer toda su riqueza y sobre todo utilidad. Me he aplicado a poner en práctica tus consejos y claro, aunque los cambios no son a lo San Pablo, sé que ahora que me has dado una serie de ideas muy concretas, esto podrá ser posible muy pronto.

Hay muchas cosas que quisiera comentarte, pero para no aburrir a nuestros amigos de la web con cartas van y cartas vienen entre los dos, he optado por buscar otro medio de comunicarme contigo, claro por medio de un mail, espero que esto pueda ser posible.

Un fortísimo abrazo a ti y a todos

Armando

LOS CAMBIOS MINISTERIALES DE JULIO, Cuadernos de Ruedo Ibérico 2, 1965. Artículo firmado por Carlos Envalida pseudónimo de Ramón Viladas.

En este artículo se habla de varios miembros del opus dei: López Rodó, López Bravo, Alberto Ullastres, Navarro Rubio que formaron parte de los últimos gobiernos del franquismo. El almirante Carrero Blanco era en aquellos finales de los sesenta y principios de los setenta el hombre fuerte del ejecutivo, la mano derecha de Franco. No soy historiadora ni conozco a fondo la época, pero parece que Franco se fiaba totalmente de él, un Franco ya “viejito”. Carrero Blanco murió en un atentado en Madrid, en 1973, los terroristas pusieron tal cantidad de explosivos en su coche que lo hicieron volar y saltar desde la calle a un patio interior de un edificio. Ocurrió cuando Carrero volvía o iba a misa a la iglesia de los jesuitas en el centro de la capital. Esta costumbre de la misa matinal nos recuerda algo, pero yo no tengo certeza de que Carrero perteneciera al opus dei. Era un hombre del régimen, desde la primera hora como se explica en el artículo. Ayuda a comprender que muchas “costumbres” que el opus lleva por el mundo adelante salen de esa España oficialmente católica, de misas, velos, rosarios y muchas procesiones con las autoridades bajo palio, como si fueran el Santísimo.

Me limitaré a extractar los párrafos que me parecen interesantes:...

Al comenzar un nuevo curso deseo saludar efusivamente a los corresponsales de Opuslibros,-tanto miembros como ex miembros de la Obra- y desearles a todos que hayan tenido un verano reparador. También querría agradecer a Agustina todo su trabajo y darle las gracias por poder tener Cuadernos en formato word, lo cual facilita mucho su tratamiento para poder meditar estos textos sin tener que recurrir a los libros de los centros.

Querría comentar el reportaje que en formato dvd ha editado Planeta De Agostini sobre "El Opus Dei al Descubierto", título español del reportaje americano "Opus Dei unveiled".

El reportaje en cuestión se podría ver con toda comodidad en un centro de la Obra o en una Convivencia o Curso Anual, ya que no se refiere ni trata ninguna de las grandes cuestiones de fondo que  son verdaderamente peligrosas en la Obra.

El reportaje mezcla con sensacionalismo típicamente norteamericano escenas de El Código Da Vinci con todo un conjunto de entrevistas a personas de la Obra, algunos expertos en temas religiosos y varios ex miembros. Tras comenzar haciendo una muy breve sinopsis de la familia Escrivá, se refiere a la Gracia Fundacional del 2 de octubre de 1928, para la que escojen a un personaje que se parece al San Josemaría del momento como una pera a una manzana y haciendo una serie de reverencias y gestos raros  queriendo imitar a un éxtasis místico  y aproximándose más al show circense.

Y a continuación comienza una cascada  de  comentarios sobre los fines de la Obra: encontrar a Dios en la vida cotidiana, la evangelización, la penitencia, y el plan de vida que seguimos los miembros de la Obra, aderezado todo con espectaculares imágenes del monje Silas flagelándose en la espalda o colocándose el cilicio que es lo más morboso y espectacular. Aparece John Allen haciendo publicidad subliminal de su libro, y demostrando la confusión y la ignorancia que el pobre hombre posee sobre los grandes temas de fondo de la Institución, y demostrando una vez más su intento de quedar bien con todos, como fruto de una investigación meritoria y extensa pero no profunda. Toca muchos temas pero no ha calado en ellos y otros ni los huele. Ese es el panorama de su libro y esta es la impresión que deja en sus declaraciones en la película: un hombre cuyo proceso de investigación se ha quedado corto, y que ha sido dirigido desde el principio al fín.

Aparece un ex numerario que dice que se fue porque sentía que le manipulaban, una ex numeraria auxiliar  que alega razones de tipo sicológico, y los Di Nicola de los que no consigo aclararme por qué rompieron con la Obra. Y María del Carmen Tapia, ya muy mayor, con un inglés maravilloso aludiendo solo al carácter impetuoso de San Josemaría y dando consejos sobre la necesidad de un cambio cuyos puntos ella no concreta.  Se echa en falta un sucinto relato de la persecución que padeció y de la crueldad con la que fue tratada. 

Por el contrario, la Obra sí logra hacer llegar su mensaje de modo muy claro, presentándose como una Institución de la Iglesia bendecida por Juan Pablo II y el Papa actual, cuyo espíritu se adapta maravillosamente a las necesidades del hombre actual, su deseo de "querer aprender" para mejorar, sus disculpas a los que han sufrido, etc, etc.

En ningún momento se habla ni en la película ni en el libro de John Allen:
1) De los informes privados de conciencia y de loa atropellos a la intimidad y al fuero interno.
2) De proselitismo con adolescentes.
3) De la falta de un auténtico espíritu de amistad y apertura sincera en las relaciones humanas entre los miembros.
4) De la conversión de la dirección espiritual en instrumento de gobierno.
5) De las intromisiones en los asuntos profesionales de los miembros.
6) De las presiones a los disidentes, de los mobbings y de las persecuciones.
7) De la falta de libertad para realizar una crítica serena y honesta y constructiva.
8) De la primacía de los intereses de la Institución sobre la persona.
9) De la manipulación de la amistad.
10) De la desinformación que existe sobre la real marcha de la Obra.
11) Del desencanto  de muchas personas de la Obra.
12) Del creciente número de bajas y de secularizaciones de sacerdotes.

Se hace una presentación idealizada de la Obra como familia, y se omite que no hay confianza porque hay delación, y se hace pensar que los miembros dan a la Obra lo que les queda después de su sostenimiento en base a la vida de los supernumerarios, pero se omite que los numerarios  han de entregar todo su sueldo,  y que  viven en unas condiciones que de producirse su salida, les dejan en la miseria.

Aparte de ésto, no se mencionan muchos detalles edificantes de la vida de San Josemaría ni se hace mención apenas a muchas de las labores sociales puestas en marcha por la Prelatura en el mundo, ni se hace referencia a la vida sacrificada y superprofesional de las numerarias auxiliares.  Solo se busca el espectáculo del famoso monje Silas dándose porretazos en la espalda, omitiendo además que las disciplinas se dan en las nalgas.

Es positivo sin embargo que quede claro que hay un gran control del tiempo y de la actividad intelectual y que al menos  haya  un reconocimiento de fallos  y una muy tenue  petición  de perdón,  aunque  todo se justifica por la debilidad de las personas o porque no estaban llamadas. En este caso, no se explica por que entonces les concedieron la admisión. Tampoco se explica por qué la Obra en EEUU tiene apenas 3000 miembros cuando los norteamericanos son tan dados a comprometerse en todo tipo de iniciativas solidarias  

En fín, un reportaje para olvidar y para sacar esta conclusión: el público merece que en los debates que se tengan, se descienda a las cuestiones de fondo que a todos preocupan y que haya un debate sincero  y claro.

CHISPITA

Nota de Agustina. Querido Chispita, el reportaje "ideal" -el que te gustaría y me gustaría ver en TV-, no existirá mientras no haya ex miembros del Opusdei que hayan ocupado cargos en Asesorias, Consejos, Comisiones, Delegaciones: laicos y sacerdotes, que quieran participar en esos reportajes. También es importante que se pierda el miedo al Opusdei porque mientras seamos tan pocos los que se lo hayamos perdido, siempre dirán que somos muy muy pocos los que hacemos las críticas. Y no dejan de llevar razón, no hay más que ver "Quiénes somos". Mientras tanto, que se ponga en entredicho alguna de las acusaciones que le hacemos los críticos a la prelatura, ya sea en Estados Unidos o donde sea, es algo. Mi opinión personal es que ese documental no se va a ver en los centros de la obra ni se va a recomendar a los fieles de la prelatura. Ojalá me equivoque. Un abrazo, Agustina.

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