CORRESPONDENCIA

Viernes, 08 de Diciembre de 2006

Queridos orejas:

Excusadme si no escribo todo lo correctamente que debiera. Es que lo hago con la mano izquierda, porque me chasqué el hombro derecho al intentar montar en bici con gabardina, tras una extensa velada de tasca en con amigas y amigos, en la que se dilucidaba cómo montar un Shakespeare con dos euros y medio. Supongo que ese disparate no hubiera sido posible de haber yo persistido en el discutible disfrute de la “libertad de la gloria de los hijos de Dios”.

Pero no me resisto a aplaudir con mi manita superviviente a Vado Via por la increíble definición del carácter y presumible patología del Fundador. ¡Chapeau!

Sin ser yo capaz de afinar tanto y tan bien, afirmo que la sintomatología era precisamente ésa y no otra. En mis tres coincidencias con el santico, alguna más prolongada que otra y no por ello menos traumática, pude constatar que era un sujeto perfectamente incapacitado para una relación humana normal. Tratábase de un sujeto manifiestamente auto – mitificado, que, como diría un francés: “il s’avait fait une tête”.

La magnificación de monseñor se halla perfectamente plasmada en reliquias tales como el espantoso pastiche que es el Colegio Romano de Bruno Buozzi. Algo sólo parangonable con los uniformes de la guardia de Franco ideados por doña Carmen Polo de. Sin aludir a su estilo literario, al que prometo dedicar un análisis profesional en cuanto tenga mano derecha.

Claro que en mi fase de inmersión, anulada casi mi capacidad crítica, sólo me preguntaba algo desazonado: “cómo me caerá tan mal este puñetero cura, si, por lo visto es la pera limonera de santo y de majo y de cariñosote”.

Empecé a verlo más claro en un par de ocasiones, como aquella en que trató a patadas a un humilde supernumerario de los antiguos, pero pobres, que venía a traerle como regalo lo único que de algún valor en su casa había. La otra fue ver en su oratorio privado la famosa Columba eucarística y entornos afines. Se ve que el santo varón tiene que engancharse a un pichón aureo de dos kilos para rezar.  Pura pobreza y puro laicismo.

Muchas anécdotas se me quedan en el tintero, pero las más dramático – escénicas me las he quedado. Bien por Vado Via. Las historietas magnificentes e implacables del de Barbastro, para igualarlas, hay que buscar en  Suetonio y sus césares; si no, en Petronio y su hortera Trimalción. 

En el reverso de la farsa monea, ignoro si Ogrini va de buena fe o es un turracollons más. Pero deseo comunicarle que el Opus no tiene buena prensa, porque se la ha ganado a pulso. Personalmente no odio a esa institución más que a la CIA o al Mossad, o sea, nada. Pero me parecen tres instituciones poco recomendables y

Nada fiables; sobre todo si uno cae bajo su autoridad. 

Salutem plurimam aurículas omes; iterum Vado Via, NOTABILISSIMUS INGENIUS.

Antrax

Estimadísimos Orejas:

He pertenecido a la obra y participo en el chat hace tiempo, me conocéis como Blanc_. Me ha encantado poneros cara, He visto vuestras fotos y me ha encantado lo normales que todos somos. Felicitaros por la web, por vuestra valentía... También agradeceros el trabajo que supone. Ahora os voy a contar algo de mi experiencia: lo titularé “Hijos en la Obra” que progresivamente iré ampliando. Ahí va mi relato.

Conocí la Obra y me entusiasmó. Veía en los ojos de las personas algo que pensaba, yo no tenía.  Pité como supernumeraria y ese deslumbramiento duró años; mis hijos queridos a los Clubes, Colegios... Otras personas de mi familia se fueron incorporando a la Institución. Pero determinados acontecimientos provocaron que la venda cayera de mis ojos y comencé a ver un lado que hasta entonces desconocía. Empezó cuando mi hija dejó la Obra.

Se me había dicho antes que no buscara Colegio Mayor, tenía que irse a estudiar fuera, porque "ella ya lo tenía", pero en Navidad dejó de ir por el Centro, era adscrita. Pero, Oh! sorpresa resulta que cuando había pasado el plazo de reserva de plaza, me comunican que ya no tiene.

Eso sí, como Dios es bueno y mi hija también a pesar de que los plazos habían transcurrido ampliamente, encontramos un sitio en un Colegio de religiosas. Llamé a la Delegación y hablé con la de San Gabriel. Le digo que a través de mi Directora se me había hecho saber que mi hija no tenia plaza, que por lo menos me lo podían haber dicho con tiempo para buscar. Por lo menos fue más sincera y me dijo que “mi hija no sabia lo que quería, y tenía que ir a vivir a un Centro". Le pregunté que si a los 14 años y medio lo sabía... Y que a un Centro ni hablar. Entonces lo dije más por intuición que por otra cosa. 

Más tarde, para la Inmaculada mi hija regresó a pasar el puente a casa. Era la Novena de la Inmaculada y fue para ver a sus amigas del Club. Yo infeliz, llamé al Club para que la buscaran; me preocupaba que se apartara de la Obra.

La Novena de la gente mayor se celebraba en otra Iglesia y a la salida nos encontramos a la Directora del Club al que había ido mi hija, que regresaba de la Novena de la gente joven. Me apresuré a preguntarle si había visto a mi hija. Nos dijo que estaba fatal. Me la quedé mirando, y se apresuró a decir, ’¡qué estoy diciendo!’.

Los meses pasaron hasta Semana Santa y regresó mi hija de vacaciones. Entonces me cuenta que para la Inmaculada fue a la Novena y se le acercó una de las numerarias, para decirle vamos fuera, que la sacó, no querían que las otras adscritas la vieran, porque era un mal ejemplo.

Os podéis imaginar que aquello lo conté en la charla, y también al sacerdote. Mi directora le quitó importancia y el sacerdote comentó algo así: "¿cómo vamos a tratar bien a los que se van?", y comenzó a hablar de los errores que ha habido con los sacerdotes y monjas que dejan la vocación y más tarde se les dan cargos. Cada vez estaba más enfadada y me empezaba a dar cuenta de algo que es lo que para mí corrompe y ciega, fanatismo. Como soy bastante temperamental, llamé a la Directora del Club y lo más suave que le dije fue falsa.

Así comenzó mi abrir los ojos.

Inés -Brisas-, recibe un abrazo con todo cariño, a tu madre la tienes en el cielo.

Otro día más.

Blanc_

Que buen articulo!

¡Qué personalidad! ¡Qué pena! Pero, ¡detengan la locura!.- Vadovia

Sobretodo para aquellos que soportamos la lectura de esas novelas históricas de las que nos contaba Iván. Yo me acuerdo que en mi pais un tiempo dejaron de utilizar los tomos de la "biografia" oficial del fundador del opusdei para la lectura espiritual en el comedor en los cursos de retiro de numerarios porque la gente se reia demasiado por el estilo reforzado de mr. Andrés Vazquez (qepd). Y eso que no se podia criticar el contenido y la veracidad del texto!

Y es que lo cierto es que el pobre prelado actual quedo demasiado marcado por la "pederastia espiritual" de san Txema con el. Eso de trabajar con ese señor escriba desde tan temprana edad se ve que no fue sano para su salud mental. A mi tambien me resultaron al final penosas esas pataletas de san Txema -copiadas por Echevarria- cuando algo no estaba lo suficientemente terminado para su gusto maniatico.

La verdad no habia caido en cuenta de lo falso que resulto la adicion del "y" a su apellido materno. Como si a alguien que se llamara Panfilo Lopez Gonzalez, le dieran caprichos aristocraticos y se pusiera Panfilo Lopez de Paris y Gonzalez. Jajaja que tios mas raros fuimos. Gracias a Dios nos fuimos!

Saludos,

Austral  

Aprovecho este puente para no solo leer si no hacer un comentario al correo de Spiderman sobre las páginas Web.

Como muy bien sabes la Opus es una organización desorganizada y nunca se ha parado ni le interesan las estadísticas, así lo hemos oído miles de veces en charlas e incluso de nuestro Sano Fundador, sobre todo en las charlas sobre humildad colectiva (nota de autor: espero que a través de la web se aprecie la ironía).

Pues bien, por culpa tuya Spiderman acaba de nacer un nuevo encaro apostólico en aop, que es encajable a numes y supers de una y otra sección. Hala a pinchar como locos la pagina oficial de la cosa para engordar las estadísticas.

Yo me acuerdo, especialmente, como se nos indicaba en mis tiempos en Valencia que fuéramos a la librería del Corte Ingles y a otras a preguntar por el libro de Amigos de Dios, o más tarde sobre las biografías del Fundador. Eso si luego a la hora de comprar que procuráramos comprarla en el Centro de Estudios o en Ideas (¿era ese su nombre?) librería oficial de la cosa. Pero el caso era preguntar mucho en otras librerías para así procurar que encargaran esos libros.

Pues nada ahora a pinchar en Internet como encargo apostólico que eso sirve para dar mucha gloria a Dios.

Sirdan

Hola de nuevo. Esta es apenas la segunda vez que escribo, si bien llevo leyendo bastante tiempo el contenido de este sitio. Si bien no tengo experiencia directa con el Opus Dei, ni me invitaron nunca a clubes, ni pisé jamás en un colegio de la Obra más que en una ocasión participando en un torneo deportivo... Una rama de mi familia continúa abducida por el Opus, si se me permite decirlo así.

Pues bien. Hace tiempo me preguntaba yo, después de leer escritos del tenor de "Tras el umbral" de Ma. del Carmen Tapia, que detallan vidas de las numerarias en especial, qué tan igual o distinta es la vida de las mujeres en la Obra desde aquellos años que Ma. del Carmen narra. Precisamente me interesé en el contenido de Opuslibros porque tengo una prima que es numeraria desde hace ya 18 añitos, y su familia inmediata está bastante involucrada con el Opus... y  me causó escalofríos pensar que esas cosas negativas de las que muchos de ustedes dan testimonio y más las han tenido que sufrir mis familiares.

Pero en fin. Sucede que por casualidad recientemente visitó mi casa mi prima la numeraria. Y se quedó un rato platicando. Ahora he podido notar que hizo y nos contó varias cosas que no me parecieron muy de buen espíritu.  Las relato a continuación:

1. El motivo de su visita a mi casa fue que allí iba a encontrar a mi abuelita, que a su vez también estaba de visita en mi casa. ¿Visitar a la abuelita no es Apego a la familia?
2. Le llevó a mi abuelita, y nos llevó a nosotros, una bolsa de chocolates. Detalle pequeñito y de bajo costo, pero en fin, un regalo.
3. Aparte, iba en compañia de una de sus hermanas, su hermana menor. Al parecer mi otra prima, hermanita de la numeraria (OK, ya tiene casi 30 años de edad, la hermana mayor tendrá sus 36)  la acompaña en ocasiones a ciertas diligencias, aunque  no especifican a cuáles. Y además, no creo que sea propiamente proselitismo, porque la hermana menor, si bien se educó desde la primaria hasta la universidad en colegios y universidad del Opus, en la actualidad tiene novio. El novio es ex-legionario de Cristo, y ella misma da clases en un colegio de los Legionarios. Aún así, es su hermana... ¿No es esto también Apego a la familia?
4. Mi prima numeraria es sumamente aficionada al futbol. Un caso severo. Se supone que la afición a seguir los torneos de este deporte se considera masculina, ¿No es así? ¿Por qué se lo permiten a una numeraria?
5. Y no sólo es aficionada al futbol. Además en estos días se están jugando los dos partidos de la final del torneo de fútbol mexicano, primera división. Y a la final calificó el equipo favorito de mi prima, uno de nuestros clubes locales. Mi prima nos contó que manifestó en su casa que pase lo que pase, va a ir hoy (el día que escribo esto) a ver el partido, en vivo, bueno, por televisión (ha estado de locos conseguir entradas al estadio), ya que cuando los partidos son en la ciudad, las televisoras locales no pasan los partidos de futbol en vivo, sólo se pueden ver en televisión de paga. Ir a una plaza donde pongan pantalla gigante, o ir a un restaurante, o ¡Peor! a un bar o cantina, ¿No contraviene a la pobreza? O bien, ¿No contraviene a la prohibición de ir a espectáculos públicos? Bueno, tampoco la prima nos iba a confesar si le cayeron correcciones fraternas por rebelde...
6. Y finalmente, también derivado de la afición futbolera, nos contó que hace 4 años, durante el mundial de futbol en Corea y Japón, ella pidió y obtuvo permiso para ver varios de los partidos en la televisión. Recordemos que estamos en México, y por la diferencia de horarios, los partidos los televisaban a eso de las 2:00 AM. Para los partidos en que jugó México sí asistían a verlos otras numerarias, pero otros partidos que ella se sentó a ver obvio no interesaban a nadie más de casa.

Estos aspectos me resultan un tanto sospechosos... ¿Realmente ha cambiado tanto el Opus? Esta descripción de la obra en la sección femenina aquí en esta feliz ciudad mexicana no se parece mucho a la descripción que hacen del Opus muchos de ustedes. Más bien se parece al Opus que con mucho temor a escandalizar no describe del todo nuestro buen amigo Cuatropes, a cuyos escritos pueden encontrar liga aquí para cotejar con lo que les digo.

Ustedes díganme qué puedo pensar... o si es verdad que ahora tienen estas libertades las numerarias. A como van las cosas, a la próxima la veo con pantalones y fumando... ¿No les digo? ¿O es pura pantalla, por encargo, que mi prima obra así? Ni idea. Ya me confundí.

Ces.

Hola, simplemente quería publicar esta nota para intentar ponerme en contacto con el autor de "Una de otras tantas historias" del 29 de noviembre firmado abajo por Max pero con usuario maximiliano arriba.

Lei tu carta y me removió comprobar que tenemos cosas en común y me parece que incluso en edad, etc, me gustaría ponerme en contacto contigo. Le puedes pedir mi correo a los Orejas, aprovecho para dar las gracias publicamente a Agustina por esta web que enriquece y hace tanto bien,

Un abrazo,

Tesifón.

Carissima Ana Azanza

sono Emanuela Provera, so che hai scritto un libro sulla tua esperienza nell'Opera. Ho letto la tua breve testimonianza nel libro di Ferruccio Pinotti "Opus Dei segreta" (Rizzoli), mi ha colpito molto perchè ci sono alcuni passaggi in cui mi riconosco.

Posso chiederti gli estremi del tuo libro? mi piacerebbe comprarlo e leggerlo tutto.

Ti ringrazio molto e ti auguro......tante cose belle!

SoFia

Nota de la web:

Se puede encontrar en la web la referencia al libro de Ana Azanza, "Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: OPUS DEI".

Los Malditos Según El Opus Dei

Capítulo 17 De Consejos A Un Joven Del Opus Dei

Iván, 8-12-2006

Publicado también en ExOpus

(Lo que viene a continuación está tomado del documento interno del Opus Dei Vademécum Del Gobierno Local, Capítulo III –Perseverancia En La Obra, apartado 5.)

5 – Trato con los que no perseveran.

A los que no perseveran se les trata siempre con mucha caridad y delicadeza —como querríamos que hiciesen con nosotros, si nos encontrásemos en las mismas dolorosas circunstancias—, y si lo desean, se les atiende espiritualmente en una iglesia. A la vez, es preciso evitar todo lo que pudiese contribuir a dar —a los interesados y a los que son fieles a su vocación— la impresión equivocada de que “no ha pasado nada”, de que la infidelidad no es algo muy serio.

Tenemos una bendita experiencia, que no deja de constituir una gracia especial de Dios: los que no perseveran suelen mantener un cariño grande a la Obra, lógicamente, siguen amando lo que amaron. El hecho de que no hayan seguido adelante, no es razón para que no continúen de algún modo unidos a la Obra, colaborando —con su oración, con su limosna— en los apostolados.

En cualquier caso, los Directores han de tomar las medidas —dictadas por la caridad y por la prudencia— para que no se perturbe el buen espíritu de los demás, ni se creen confusiones o situaciones equívocas. Se perturbaría o se confundiría, por ejemplo, si mientras no transcurran muchos años, se les permitiera que fuesen por nuestros Centros con demasiada frecuencia y confianza, o se les invitara a comer allí; si se tuviera con ellos una excesiva familiaridad, en el trato y en las conversaciones; si se les contaran cosas de la vida en familia, o si se les hiciera intervenir prematuramente y con cierta autoridad y responsabilidad en actos o en trabajos relacionados con la Obra y que, por ser públicos, pudieran tener una cierta difusión. Tampoco resulta oportuno, de ordinario acudir a su boda, al bautizo de los hijos, etc.

No resulta tampoco oportuno que, después de abandonar su camino, comiencen a colaborar con personas de la Obra en trabajos profesionales de los que obtengan un beneficio material.

La mejor manera de manifestar su buena disposición es que ayuden generosamente con sus limosnas —según su capacidad— en las labores de apostolado, al menos durante bastante tiempo.

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Como dijimos al principio, lo anterior es un fragmento de las instrucciones internas que los directores del Opus Dei dan a los suyos para que las vivan a rajatabla. Basta leerlo para comprobar con claridad que el Opus Dei no es un grupo cristiano. Esas disposiciones son totalmente opuestas al mensaje y a la vida del Mesías (más bien parecen dictadas por el Anticristo). En ese texto se puede comprobar la megalomanía del Opus Dei. Aparte de dar por cierto que sólo porque se fueron de la Obra han de vivir en dolorosas circunstancias, les lleva a colocar su “supuesta” vocación por encima de las normas más elementales de caridad y justicia, como sí ellos fueran el mismo Dios al que los otros abandonan, y que por eso les han de castigar con el infierno de su indiferencia: no se les permite ir a sus Centros con demasiada frecuencia y confianza, ni se les invita a comer allí; ni se tiene con ellos una excesiva familiaridad en el trato ni en las conversaciones; ni se les cuentan cosas de la vida de los de la Obra, ni se les deja intervenir prematuramente y con cierta autoridad y responsabilidad en actos o en trabajos relacionados con la Obra; e incluyen en ese escarmiento —y escarnio— el no asistir a sus eventos familiares: no acudir a su boda, ni al bautizo de los hijos, etc. Llegando al límite de no ayudarles ni siquiera cuando pueden proporcionarles un trabajo. No olvidemos que a ese al que castigan, a quien incluso se le llega a privar de un trabajo por el que pueda obtener un beneficio material, es el mismo que ha estado con ellos años y años (en mi caso 35) dándoles durante ese periodo de tiempo todas sus energías y todo su dinero, incluidas las herencias recibidas. También muestran con nitidez su egoísmo, por el que arramplan con todo el dinero posible, sin que en este caso hagan ascos de dónde viene, pues al especificar que no den trabajo a los que se van, ponen la coletilla de “trabajos de los que obtengan un beneficio material”, por tanto si que se les permite contratarlos si es gratis. Para remachar su soberbia y avaricia añaden que la mejor manera de manifestar la buena disposición de quienes les dejan es que ayuden generosamente con sus limosnas —según su capacidad— en las labores de apostolado, al menos durante bastante tiempo. No sólo no auxilian económicamente —ni en nada— a quienes deberían, sino que encima les consideran con mala disposición si no se dejan expoliar aún más por ellos.

Sí los directores de la Obra dicen que esta forma de actuar con los que se van es siempre de mucha caridad y delicadeza ¡¿Qué será para ellos obrar con crueldad y odio?!

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La nota de Marcustank me ha traído a la memoria la persona Raúl Lanzetti, sacerdote numerario ya fallecido.  Raúl además de ser una persona extraordinariamente vital era lúcido, perceptivo y poseía un extraordinario sentido del humor.  Se desenvolvía con soltura tanto  con encumbrados eclesiásticos romanos como con amigos en Roma como en una modesta charla de café.

Luego de pasar largos años en Roma regresó a la Argentina. Cuando nos encontramos estaba pálido, con signos de  cansancio crónico; del humor chispeante y agudo apenas quedaban rastros. Raúl había caído en un estado depresivo. Nos encontramos en varias oportunidades para conversar larga y pausadamente.

Su desilusión con  la Obra era la causa  de su estado anímico. Sostenía con sólidos fundamentos que  la vida real de los numerarios y agregados se había deslizado hacia el estado religioso más allá de las declamaciones internas acerca del carácter laical o las alambicadas formulaciones jurídicas. Allí percibía una de las causas de la progresiva decadencia de la Obra que resumía en una  expresión que solía repetir: “Este modelo está acabado”.

Pero quizás su preocupación más fuerte era el rechazo explícito de la Obra a las enseñanzas del Concilio Vaticano II, actitud que había colocado a  la institución al borde de la ruptura  de la Iglesia. No me detendré en las razones que fundamentaba sus conclusiones pero en la Argentina esa actitud era evidente. No recuerdo haber recibido enseñanzas sobre el Concilio ni que se alentara su estudio. Por el contrario, escuché que se había tratado de un Concilio “meramente pastoral” o bien que la nueva liturgia era  “la participación de los laicos en la confusión de los curas” como solía afirmar el Consiliario de aquél entonces.

Mi buen amigo afirmaba que sólo una intuición de Alvaro del Portillo evitó que la distancia de la Obra con la Iglesia se colocara en un camino sin retorno.

Al fallecer Raúl durante un curso anual y a causa de un infarto las autoridades, especialmente la Delegación de Buenos Aires, puso en circulación una versión idílica de los últimos años de Raúl en la Argentina. Sólo unos pocos le creyeron; es que realmente “este modelo está acabado".

Segundo

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