CORRESPONDENCIA

Miércoles, 05 de Abril de 2006

Documento interno

Beato Josemaría Escrivá
Crecer para adentro (htm); en formato PDF (667 KB)
Textos tomados de la predicación del Fundador del Opus Dei. Madrid 1937

Imagino vuestra inmensa alegría cuando recibáis, y cuando meditéis, estos apuntes tomados de la predicación de nuestro Padre en el Consulado de Honduras, durante los meses de abril a agosto de 1937, hace ahora sesenta años. Se trata de un deseo que ya don Álvaro expresó en varias ocasiones, pero no tuvo ocasión de verlo realizado. Su lectura y meditación nos ayudará mucho a todos a meternos, más y más, por caminos de oración, de la mano de tan estupendo guía en el trato con Dios como es nuestro Padre.

 Durante la guerra civil española, los cristianos que quedaron en la zona controlada por los enemigos de la Iglesia experimentaron una cruel persecución religiosa; basta recordar que en el primer año del conflicto fueron asesinados 6.500 eclesiásticos, en odio a la fe; y muchos seglares padecieron el mismo fin por el solo hecho de ser católicos. En esas circunstancias, nuestro Padre siguió desarrollando a escondidas - no cabía otra forma - una amplia labor pastoral, en la medida que las circunstancias se lo permitían, arriesgando su vida cuando era necesario para el bien de las almas. Después de una verdadera odisea, encontró refugio en una sede diplomática madrileña: el Consulado de Honduras, que -como otros lugares semejantes- ejercitó durante aquellos meses el derecho de asilo con innumerables personas.

[...]

vuestro Padre
+ Javier

Roma, 2 de octubre de 1997, fiesta de los Santos Ángeles Custodios, aniversario de la fundación del Opus Dei.

Como pongo en el título, en tu correo del pasado lunes 3 nos planteas unas preguntas, y te respondo en lo que se me ocurre. Lógicamente también te contestarán otros y con más argumentos que yo, pero bueno, aquí cada uno pone lo que quiere y lo que sabe. Esto es libre, a fin de cuentas, por lo que seguramente tu primer envío no habrá llegado a la web; no creo que fuera por otra cosa.

En tu primera pregunta nos planteas una supuesta contradicción nuestra. Parece ser que afirmamos que con 14 años y medio no se tiene capacidad de compromiso, y sin embargo en los códigos civiles ya se permite el matrimonio a los 14 años. El hecho de contraer matrimonio no confiere la mayoría de edad, a muchos efectos se sigue siendo menor con todas sus limitaciones. Además estás mezclando Derecho Civil con Derecho Canónico. Contéstame tú a esta otra cuestión: ¿qué organización de la Iglesia permite la admisión a menores de edad, teniendo desde el primer momento absolutamente todas sus obligaciones?. Creo que ninguna. Esa sí es la comparación que debes hacer.

Sobre la segunda cuestión. Por lo que leo, opinas que el que se compromete a subir el Everest, no debe quejarse de subir un bordillo de acera. Cierto. Pero para ilustrarnos haces otra comparación y vuelves a confundir el tocino con la velocidad. Por supuesto que al militar su jefe no puede asegurarle si en un año estará aquí o alla; en la obra tampoco el director puede asegurartelo. Sin embargo, estos son hechos futuros que entran dentro de lo imprevisible. Lo que la obra oculta a la gente cuando entra son los hechos ciertos que van a pasar. Los hechos que están en los vademecums y toda la normativa que tienes aquí mismo publicada.

Cierto es que va a usar cilicio y disciplina, pero se lo callan. Cierto es que van a entregar hasta el último céntimo de su sueldo, pero no se lo dicen. Cierto es que ha de pasar olímpicamente de su familia "de sangre", pero lo omiten. Cierto es que todas sus intimidades confiadas en la charla van a ser aireadas en los consejos locales, pero no se lo explican, no sea que les denuncie ante la autoridad. Aunque le dicen que no hay "votos, botas ni botines...", más adelante le demostrarán que es un sí pero no.  No sabe que su correspondencia privada va a ser "alcahueteada", pero... Estas y otras "particularidades" constituyen el plano inclinado, y bien cierto es que uno cae si no lo remedia. ¿Dentro de un año estaremos en la 3ª guerra mundial?. Nadie lo sabe.

Me pones el ejemplo manido de la dulce esposa. Hablas de si descubres que tenía algún defectillo oculto, no sé, que se tira pedos en la cama... Ese defecto, lógicamente, no lo has podido ver, faltaría más, la cama sin boda, noooor. Como me lo pones a huevo, te tomo el ejemplo, eso sí, ampliando la casuística. Imagínate que esa que aparentemente es una casta novia, que va a misa los domingos, que da limosna, que no dice tacos, que es más buena que el pan... resulta que tiene una doble vida de narices. En cuanto le deja el novio a las 10 de la noche en su portal, se va a sus "otros" menesteres. Tal vez con otro novio más, quzás stripper de local nocturno (no sigo, que si no...), o igual se dedica a atracar a la gente por la calle...  no sé, imagínate mil cosas feas, y que el novio ni se entera. ¿Qué te parece?. ¿El "sí quiero" en cómo lo dejamos...?.

Espero haber resuelto tus dudas. A todo esto, ¿qué piensas de los demás testimonios de esta web?. Por ejemplo, el de aquellos a los que un día les dijeron que en la oración habían visto que tenían vocación, y cuando ya no servían les dicen lo contrario, ¿qué te parece?. A mí, personalmente, terrible. A algunos nos han hecho las mil y una, pero eso no tiene nombre.

¿Sabes qué?... Anda y corre al director...

Miguel Ángel.

Grupos que llegan en avión. El subdirector de Cavabianca que atiende estos grupos tiene todos los datos que habéis enviado de vuestro viaje. Poneos de acuerdo con él para todos los detalles de la llegada y traslado al alojamiento. A los grupos que lleguéis el sábado 8, os agradeceríamos que, en algún momento de la tarde, paséis por Villa Tevere para entregar el correo y hacer el pago de la convivencia: estarán allí dos encargados del UNIV. Grupos que llegan a partir del 9 de abril. Podéis pagar el miércoles 12, en Cavabianca.”

Para Autralopitecus,:

Sin ánimo de entrar en ninguna polémica y vaya por delante, Austro, que estamos en el mismo lado.

¿Debería un ex-numerario o ex-agregado intentar tener una relación de pareja? Sí, por supuesto, y ¡faltaría más!

¿El riesgo de herir a otra persona por ser un bicho raro lo obliga a evitar cualquier intento en ese sentido? Lo obliga a poner los medios necesarios para dejar de ser ese bicho raro. Y esos medios pueden ser con ayuda de su pareja o con su intento de pareja. Pero las cosas claras.

Quizá se me ha entendido mal por mi contestación a Eutimio, pero tengo testigos tan valiosos como Jacinto Choza, Sonsoles, la misma Agustina, de que una de mis preocupaciones en la reinserción de los ex en la sociedad no es cómo gestionan una hipoteca sino el aspecto afectivo de su vida. La vida de sus sentimientos o los sentimientos de su vida.

Voy a contestar a tus dos escritos del día 3 de abril porque no tienen desperdicio ninguno. Creo que has metido el dedo en la llaga.

Dices que “Con un poco de suerte, creo que no será imposible conseguir a alguien que quiera amoldarse a uno o que mejor aun considere una ventaja poder estar con uno”. ¿Ves? Pues yo ahí veo un error porque la cuestión no está en que alguien quiera amoldarse a uno, sino que ambos se amolden al otro.

“Por todo eso me parece inhumano recomendarle a alguien que no se arriesgue a comenzar una relación con alguna persona del sexo opuesto con la perspectiva de lograr que esa relación sea muy estable y de por vida si esto le interesa. No se, es mas sano recomendarle que busque ayuda terapéutica si es necesario o que trate de ser muy cuidadoso para no herir innecesariamente a otros.” Austra, a mí también me parece inhumano, a mí y a todas las que han escrito sobre ello. Guiomar, Sonsoles e Isabel Nath así lo han expresado. Pero todas han hablado de la valentía que se necesita para reconocerlo y ponerle remedio. Ya sabes que cuando se leen escritos en los que se dicen cosas duras acerca de algunos comportamientos, siempre identificamos ese comportamiento en un amigo y casi nunca nos vemos retratados en él.

Me decía una amiga a la que quiero mucho y que tuvo una relación con un ex numerario, que éste le comentaba que para él un “te quiero” no significaba nada. Ella es más bien una pardilla (perdóname amiga, pero eso tú ya lo sabes) y pensó que sería ella quien le demostrase que un “te quiero” tiene significado, que lo que le había pasado a ese pobre hombre es que todas las mujeres (y creo que han sido unas cuantas) que habían pasado por su vida no lo habían querido nunca y que ella lo sacaría de ese error. ¿Error?, error el suyo, el de ella. Con razón un “te quiero” no significaba nada, pero es que el que lo decía vacío de contenido era él. Él era el que no la quiso o no la pudo querer nunca. Y le pido a mi amiga que si no le resulta muy doloroso que escriba a la web, que sé que la lee, para corroborar lo que digo.

Lee a Alberto Moncada el 3 de abril, que incluso dice que la Obra lo que trabaja con los numerarios y agregados es hacer “fríos robots infantilizados”. Por cierto, Alberto, muy bueno tu artículo.

Lo que yo digo es que primero hay que curarse. Que no es ninguna vergüenza tener un problema inducido conscientemente por la santa institución. Y que es una gran muestra de inteligencia reconocerlo y ponerle remedio.

Un saludo

Inés

P.D. Edu, eres un encanto. Y tú sabes que somos muchos los que te queremos. Déjate ver, anda.

Desde aquí en los últimos días se ha intentado hacer ver que algunos, y algunas no nos olvidemos de ellas que también tienen el mismo problema muchas veces, de los que han estado en el opus no  tienen bien resuelta su afectividad. Coincido con la explicación de Alberto Moncada sobre el tema, por tanto no creo que sea culpa suya, como no lo es la de los enfermos de los que he hablado antes.

Eso no hace que esté de acuerdo con Austro cuando dice: “Por eso vale la pena correr el riesgo de sufrir un par de rasguños en el camino hacia su consecución y no tenerle miedo a que la otra persona pueda sufrir algo si a uno le mueve una buena intención y además uno no procura hacerle la vida más difícil a la otra persona.” O con Eutimio cuando aconseja: “no te preocupes demasiado de los destrozos: ellas también se recuperan”.

Cada uno que corra los riesgos que quiera, cada uno sabe en qué situación está, tiene todos los datos sobre sí mismo, pero hay que preocuparse de los destrozos. Nuestros derechos acaban donde empiezan los de los demás y no creo que seamos quienes deban decidir lo que deben sufrir los demás. El que haya mucho capullo y mucha capulla suelta, no nos da derecho a portarnos como ellos, hay que decirle a la gente que no piense sólo en sí mismo que los demás también sienten y que no decidan por ellos (¿quién soy yo o quien es Eutimio para decidir si ellas se recuperan o no y lo que se aprende o no de toda relación? ¿Qué se aprende de una persona que durante meses miente expresando algo que realmente no siente para terminar diciendo que no está enamorado? ¿A mentir, a utilizar a la gente en propio beneficio? ¿y si esa ella, o ese él, no quieren aprender sufriendo, y si no les da la gana sufrir aunque se recuperen luego? ¿Quién soy yo o quien es Australopitecus para decidir si la buena intención es excusa- a priori, que es de lo que estamos hablando- para poder hacer sufrir algo a otra persona? ¿Quien mide si ese algo es grande o pequeño, recuperable o no recuperable?). No estamos hablando de que nos equivoquemos o no, se trata de que si sabemos que tenemos un problema por el que podemos hacer daño a otras personas, lo controlemos y pensemos también en los demás. Lo deseable sería dedicarse un tiempo a solucionarlo y luego intentar enamorarse. Si entonces no funciona, nos hacemos daño o lo hacemos a los demás... entonces sí, se pide perdón y se intenta que los dos se recuperen. Es entonces cuando ha sido un error involuntario y eso sí que no lo podemos controlar. Debemos controlar lo que conocemos.

Creo que Austro daba en el clavo en su correo “. Pero lo principal es ser sincero en cada paso de la relación, dándole a la otra persona toda la libertad para ser ella misma y decidir acerca de que tipo de relación desea tener con uno”

 Un abrazo

 Sonsoles

la verdad es que edu me has clavao, somos gemelos!!!! es más somos clones!!!! qué fuerte!!.

Es verdad, gracias a todos, que por lo menos me ha dado la sensación que no soy el único que tiene esa vivencia. En fin es una cosa dura, es algo parecido a ser de venus o otra galaxia con forma de terráqueo, y con cuerpo y habla (bueno habla no, que cuando hablamos se nota por lo menos nosotros, que somos de otro planeta, cogeis el temilla?? lo digo en buen plan... aunque no sé si cuela...) pero a mí me dijo una chica terráquea que le expliqué el tema... que no se creía que para mí no fuera lo más importante el tema sentimental, sino el trabajo, o las aficiones o la religión, pero cómo va a ser algo importante si apenas lo siento?

Cómo le dices a un ciego que lo importante es el mundo a colores?. si apenas veo grises... estos terráqueos se mueren por si alguien les deja, alguíen que les quería  y ahora no les quiere, pero si eso me pasaba a mí, que dejaba cada dos o tres años a los que vivía con ellos y ya no podia tener o no debía de tener contacto con ellos y mi familia al máximo una vez al año

Luciana, muchas gracias y nos ayudaremos, guiomar no debo de hacer experimentos... pero qué hago? sólo en mi casa para siempre?. menos mal q m ha tranquilizado el saber que los destrozos que vamos haciendo luego no son tanto...  y las meteduras de pata al final es una manera d empezar a amar...(si soy de los q tienen suerte y se recuperan... habrá qe encomendar..)

Bueno un saludo.

Os quiero, pero no como el avaro que quiere su dinero, o sea que todavía no os quiero bastante (esto es un lío...) bessos pena no estar cerca y tomar un café para hablar trankilamente

La creación de expectativas, como método para mover a las personas es una de las herramientas utilizadas, sistemáticamente por los directores del Opus Dei.

Es sistemática por que se emplea siempre. Forma parte del modus operandi habitual.

Al principio, antes de entrar en el Opus Dei, se hace ver a la gente de que se trata de una vida laical y secular. Un vez estás dentro, después de haber echo la fidelidad, resulta que de laical y de secular, nada. Te encuentras con una estructura de directores que te separan totalmente del mundo y que solo ves lo que ellos quieren que veas.

Se comienza, por otra parte, con el convencimiento de que tendrás libertad. Que el fundador dijo: “las cosas se hacen por que me da la gana, que es la razón más sobrenatural”. Cuando estás incorporado de modo definitivo resulta que no tienes ninguna libertad. Todo está programado, reglado, con miles de criterios que impiden ni pensar libremente.

Una expectativa que todavía es peor, pero que difícilmente se da cuenta nadie, es la siguiente: Una persona, a la que están tratando para que haga la admisión, como ven que es de las que no hay que presionarlas para que “piten”, lo que le dicen es que le dan un período de tiempo para hacer méritos para lograr la admisión. Que no es fácil que le dejen pitar y que ella se lo tiene que ganar. En realidad se trata de una evidente manipulación, pues ellos tienen claro que la van a admitir. De esta forma, al interesado le da la impresión que él mismo lo ha logrado con su esfuerzo. Y cuando se encuentre con los problemas obvios de la vida en la Obra, entonces le dirán: Pero si fuiste tú la que te empeñaste en ser de la Obra, ¿o no?

Ni que decir tiene que los creadores de estas falsas expectativas tienen que tener la conciencia clara de que mienten, y, sin embargo, lo hacen. Se necesita estar muy “anestesiado” para seguir adelante a pesar de estar causando tanto atropello de forma sistemática.

O así me lo parece,

Jo

En relación al escrito de EDU. Josem

Queridísimo EDU:

Tu escrito ha podido conmigo. Chico, es que no sé qué decirte. Mira, que me has tumbado. Es tan fuerte lo que dices, que a partir de ahora me voy a convertir en beligerante: Se acabó. Ya no más pamplinas. ¡A por ellos!

Pongo un extracto de lo que nos dices: “… estaba prohibido tener fotos de tus padres o hermanos en tu habitación. No es de extrañar por tanto, que tras más de 20 años de numerario tuviera los sentimientos más que afectados. A mis padres les veía 1 ó 2 veces al año (hubo épocas que no les ví en varios años), de forma que su muerte no me afectó lo más mínimo. Ni una lágrima, ni dolor, ni nada. Te juro que no me acuerdo ni de la fecha de la muerte de mi padre ni la de mi madre (ni siquiera el año) ¿te lo puedes creer?”

Agustina, Orejas, hay que apretar el acelerador. No podemos continuar así, más o menos zascandileando. ¡Necesitamos ir a por todas!.

No una carta al Vaticano, ¡miles! Os ruego me hagáis caso. Esta web la lleváis muy bien. Es muy serena y templada. Pero considero que es urgente apretar el acelerador.

¿No véis el mal que hace la Obra? No se puede permitir ni un minuto más. Aunque ellos sean poderosos, nosotros lo somos más. Por que tenemos la verdad de nuestro lado. ¿No lo entendéis? No tenemos derecho a estarnos más o menos parados, esperando … no sé qué. ¿Qué la Iglesia se entere? ¿Que se desencadenen juicios civiles … no se sabe como? Así no sé si lograremos algo. Por favor, daros cuenta de lo que dejamos que suceda. De la urgencia de lanzarse a la piscina.

Creo que no me he pasado.

Un abrazo muy fuerte a EDU y a todos/as

Josem

Nota de Agustina. Querido Josem, tienes mucha razón y yo al menos comparto tu "urgencia". Lo que sucede es que cada uno es libre de hacer lo que puede o lo que se atreve y firmar lo que quiere. Perder el miedo al opus lleva su tiempo pero es un proceso interior (y exterior) imparable, lo mismo que lo es la des-programación, la re-construcción y el des-aprender.  Conozco personalmente a Edu (y le he dado más de un beso, ¿o no, Edu?) y sé de tantos y tantas "Edu" que yo no voy a tirar la toalla para, si es posible, el opus dé cuentas de lo que está haciendo (y no me refiero al día del juicio final, que ese es su problema moral), sino ante la justicia civil, porque la Congregación de los Obispos -de quien depende la Prelatura-, está missing, atusándose los solideos y sacando brillo a las hebillas de sus zapatos de charol. Un abrazo, Agustina.

Dices que quieres encontrar a algún sacerdote que haya sido del opus pues no quieres dar muchas explicaciones.

Cuando empecé a darme cuenta que en el opus había cosas que no cuadraban además de rezar, pensar y hablarlo decidí, después de bastante tiempo, confesarme con otros sacerdotes y al principio también pensé  que tendría que dar explicaciones pero me sorprendí gratamente. El fenómeno opus es conocido y los sacerdotes, por lo menos con los que me topé, no los busqué, me entendieron perfectamente.

Cuando a las directoras les decía lo que me comentaban esos sacerdotes los comentarios eran de todo menos bonitos, llegaban incluso a ser despectivos, tipo: qué sabrá ese sacerdote ...

Con esas conversaciones y consejos empecé a vislumbrar a un Dios más amoroso al que le importa más la intención que los números, criterios y normas. En ningún momento me animaron a dejar el opus únicamente me decían que hiciera lo que viera en conciencia. !Qué distinto a esas directrices cerradas que hay en el opus!, hay que hacer tal o cual y y de esta forma. !Qué agobiante!

Cuando decidí dejar el opus, no veía la necesidad de escribir la carta de dimisión ya que era una forma más de hacer de ellos, yo no tenía ningún escrito en el que aparaciera que había hecho la admisión, oblación y fidelidad todo había sido de palabra  ¿por qué no les bastaba  mi palabra?  . Se lo conté  a un sacerdote de parroquia y me volvió a insistir en que hiciera lo que me pareciera mejor.

De esas confesiones salía contenta, animada de las otras con sacerdotes opus, por lo menos los últimos años eran abrumadoras y salía triste.  

Es muy bueno recibir oxígeno de fuera. Si encuentras a algún sacerdote exopus suerte y si no también suerte, verás como te llega oxígeno limpio.

Saludos,

Mabel.   

Un abrazo a tod@s.

Quisiera obtener información certera sobre esta Prelatura. La verdad es que busco santificarme a través de todos mis actos, y, veo que el Opus Dei tiene ese objetivo para con quienes lo integran. Quiero acercarme más a Dios y a la iglesia, que estén presente en cada una de mis actividades, hacer, de cierto modo, el bien y ayudar a mí y a quienes me rodean. Tengo 22 años, soy estudiante universitaria y mi familia es católica pero no pertenece a la Prelatura.

Sinceramente, me gustaría saber de qué se trata, porqué hay personas que lo dejan, sus restricciones, sus beneficios y sus actividades. Creo tener poca información al respecto, y, puede ser que, tal vez, esta Prelatura no sea para mí, es por lo mismo que necesito ayuda e infomación al respecto. 

De antemano, muchas gracias.

Carolinabh

Canoas, Canoas,...

No serás ni del opus ni militar... pero lo parece.

Para contar en tu pellejo tantas primaveras (te dices viejo), no veo que la sabiduría y el sentido común que acompañan a la vejez hayan aflorado en tu intelecto.

Defender la madurez infantil para decidir a los 14 años qué hacer con la vida sobre la tierra, es algo que no esperaba de una abuelete.

Pero el rollete subsiguiente de que el que se alista a soldado no sabe si acabará sus días en la taberna de oficiales o en una cárcel de Bin Laden... ahí te has pasado abuelo.

Resulta que hay una sutil diferencia entre la ignorancia que todo hombre tiene sobre lo que le depara el futuro, y la ignorancia que sufre un infante de 14 añitos sobre lo que será su vida opusina. Y te voy a explicar la "pequeña" diferencia, a ti abuelo que me aventajas en muchos años.

La diferencia está en que a los niños de 14 años que se meten al opus (yo fui uno de ellos) no les cuentan ni la mitad de la película, cuyo argumento sí que conocen perfectamente los directores de la opus. La diferencia está en que el soldado no sabe cómo será de su vida porque nadie lo sabe, pero el numerarito no la sabe porque se la OCULTAN. La diferencia está en que al niño de 14 años se le ocultan muchas cosas (se le engaña miserablemente) porque de otro modo no entraría en el opus.

Como eres tan viejete seguro que desconocerás las entrañas de los Pokemon, y sin embargo conocerás muy bien el cuento de Pinocho. Resulta que en un momento dado al pobre e ingenuo Pinocho se le pegan unas malas compañías que le convencen para ir a una isla donde los niños no van al cole, juegan todo el día y se jartan de golosinas (lo que hoy llamaríamos chuches), siendo el resultado bastante penoso pues acaban convirtiéndose en burros.

Pues esta es la historia de los pitajes de niños. Les cuentan mil historias de lo bonito que es salvar el mundo, de ser específicamente llamados por Dios para el opus, de la maravilla de la vida "de familia", de lo feas que se ponen las mujeres al envejecer (es textual) y de todo lo que no tendrás que aguantarlas (textual también). Así, los niños de 14 años se embarcan ENGAÑADOS en una aventura espiritual que acabará convirtiéndolos en unos burros misóginos, falsos amigos, manipuladores de conciencias, mentirosos compulsivos, justificadores de cualquier medio para sus santos fines...

Espero abuelo que ya hayas comprendido la diferencia. Yo no solo la he comprendido: también la he practicado.

- Cuando pité a los 14 años me embarqué en un viaje muy determinado y controlado, en el cual yo no era capitán ni timonel sino más bien grumete de segunda: y no te hablo de un barco normal, sino de MI BARCO. Mi vida era conducida por otros sin que yo pudiese hacer nada por controlarla. Eso duró algo más de 15 años.

- Sin embargo desde que me casé hace ya casi 13 años he llevado yo el timón de mi barco, y aunque el día que me casé no podía ni imaginar lo que me esperaba al cabo de 13 años, sí que tenía claro que el futuro dependía de mi, y todo lo bueno y lo malo que me ha venido no estaba OCULTADO VOLUNTARIAMENTE el día de mi boda.

Deben ser tan sutiles las diferencias que tal vez no sepas apreciarlas.

O que no quieras. O que no seas tan viejo. O que seas del opus.

O que no te enteras.

Flanpan

Querido Luis:

Antes de nada, dos cosas. La primera es que pienso que hablas de buena fe; aunque, a decir verdad, se me hace muy cuesta arriba no pensar en que eres un “topo” de los directores de la Obra, como el hecho de que seas supernumerario invita a pensar: “los supernumerarios serían los más adecuados para dar opinión en esa página, es lo más propio,” etc.

La segunda cosa es pedirte que tengas la gran bondad de pensar que la gran mayoría de los usuarios de esta página llevamos décadas viviendo en España y (creo que es parte del problema de la Obra) en nuestra amada Patria abundan los pillines y los listillos de pueblo. Así, somos maestros en la frase adecuada y a poder ser chispeante, sea o no la verdad o no toda la verdad. Además, por la descristianización de España, ahora la mentira es por desgracia moneda de uso más corriente que el euro. Quiero decir con eso que detectamos la palabrería a muchos metros de distancia. Y a partir de esa premisa podemos entendernos.

“Como he dicho, soy supernumerario y estoy feliz por mi decisión. Esta vez hablaré de irse de la Obra pues creo que o alguien no ha entendido que es eso de la vocación.”

Esto depende de como se mire. Por una parte: ¿Tu crees, mi querido Rubalcaba, que uno que se va de la Obra después de años, y oyendo infinitas charlas y prédicas, no he entendido lo que es la vocación? Admito que puede haber alguna excepción, como por ejemplo algún chico joven. También, y perdona, un supernumerario. Puedo decirte, sin faltar a la caridad, y siendo “amigo de Platón pero más amigo de la verdad,” que habiendo muchos, muchísimos supernumerarios ejemplares y hasta santos, hay también un respetable tanto por ciento de los supernumerarios que no han entendido la vocación, si es que la tienen. En eso te doy la razón. Personas que no hacen nunca apostolado, con una u otra excusa (a veces con motivos, y esos casos son muy respetables), que casi nunca hacen la charla, sino que sueltan un rollo para desahogarse (cosa muy misericordiosa por parte del que la recibe, pero no se trata de eso), con las que no se puede contar para casi nada, etc. En algunos casos, no infrecuentes, el panorama es peor. No tratan bien a la mujer, o la “machacan” ---por decirlo en plan fino--- con el dinero, etc., etc. Por otra parte, hay que decir que muy posiblemente ni el Fundador entendió la vocación, o al menos dejó que se desvirtuara.

Lo que entiende la gente “de fuera” da una pista de lo que debiera ser la vocación: les parece maravilloso dar gloria a Dios (esto es lo primero y principal) y santificarse en la vida y el trabajo ordinario de cada día. Así que los tinglados y las prisas podrían reducirse casi a cero. Una opinión muy personal es que si se viviera eso, la Obra sería diez veces mayor y vivirían en paz, lo cual, parafraseando al Fundador, “sería un milagro portentoso.” Aquí hay un problema gravísimo para la Obra. La llamada universal a la santidad es algo cierto, porque no va Dios a dejar de pedirle que sea santo a ninguna hija o hijo suyo. Pero en el sentido, valga la expresión, “práctico,” de tirar del carro para engrandecer el Reino de Jesucristo, la cosa es otro cantar.

Además, la tan cacareada llamada hecha en ese sentido por el Concilio Vaticano II, no fue hecha por influencia de don Álvaro, o al menos, no fue lo decisivo. Como relata Ralph Wiltgen, S. V. D, asistente como miembro de una oficina de prensa al Concilio, en su maravilloso libro “El Rhin desemboca el en Tíber” (que quiere decir que los alemanes y sus aliados, mejor organizados, ganaron la mano en el Concilio), eso se debió a la insistencia de los protestantes en que los simples fieles no fueran considerados miembros de segunda clase de la Iglesia.

Desde luego que un casado puede ser un gran santo, y más que un sacerdote o religioso. Ahí están tantos ejemplos, entre los que admiro especialmente a santo Tomás Moro; y eso por no hablar de los primeros cristianos. Pero en el sentido de “deja todos tus bienes y sígueme,” eso ya es otro cantar.

Como hemos quedado en hablar con verdad y sin palabrería, me atrevo a decir que es muy fácil ver los toros desde la barrera. Repito, tu puedes ser más santo que cualquiera de los agregados o numerarios; eso, como dicen en Galicia, “non ten duda.” Pero tú das una cuota y ellos todo el sueldo. Tu te casas o puedes hacerlo (lo que te garantiza, al menos a priori, un hogar sin “excesivo número de correcciones fraternas insustanciales”). Nadie te va a decir, en la práctica, que si podrías irte a Eslovaquia u ordenarte. Y, mucho más importante, nadie te va a decir que te pases la vida atendiendo una Administración. Etc., etc.

“o alguno no ha hecho correctamente su trabajo y no se ha explicado como debe (lo digo por quien corresponda comunicar al afectado su nueva situación).”

Eso, que pudiera ser, es muy secundario. Y suena, perdona, a frase de película americana. Se ve que te gusta el cine. A mi también.

“determinadas, la mayoría debe renovar su voluntad de pertenecer a ella una vez al año,”

Aquí ya, si sacas la cuestión cuantitativa, llevas las de perder. Porque es cierto que la gran mayoría de los supernumerarios no hacen la fidelidad hasta pasados muchos años, pero el resto, que son mayoría en la Obra, la hacen en unos años, prudentemente puestos, justo es reconocerlo; pero luego ya se acabó el 19 de Marzo.

El otro día me decía una supernumeraria, hablando de las numerarias de su centro: “Están muy mal. No tienen a donde ir. ¿A dónde va una mujer de 50 años cuyo currículum es haber estado toda la vida atendiendo administraciones de los centros?” No sé si me explico. ¿Y los que cobran de una obra corporativa o “personal” ---o como se llame este año--- porque se lo han dicho? ¿Y los que se ocupan en “trabajos internos” porque se lo han indicado? ¿Y los sacerdotes?

Amigo, aquí se mezclan tu buena voluntad con el desconocimiento o la “astucia hispánica,” de la que estamos ya de vuelta, como te dije. Y no vale la pena hablar de lo de los jóvenes; eso clama al Cielo. Claro que se podría hacer proselitismo con los jóvenes, pero con nobleza, no con triquiñuelas, ni aunque sean "de buena fe."

“¿a qué viene entonces eso de que la gente no puede irse o que la intentan enganchar cuando es joven e indefensa? Existen esos mecanismos dentro de la Obra para que, en el supuesto caso de que alguna persona hubiera sido “engañada” o forzada tenga una oportunidad anual de plantearse el seguir en la Obra o no. Y esto forma parte de los estatutos del Opus Dei. Creo sinceramente que no hay trampa ni cartón al respecto. Si quieres perteneces, si no quieres lo dejas. Al menos así lo vivo yo y las personas que conozco. Situaciones diferentes a esta son irregularidades que deben ser denunciadas, por el bien de los afectados e incluso de la propia institución.”

Pues ya que lo planteas así, vete pensando en denunciarlo (hay montones de casos) para no incurrir en el feo delito de la complicidad. Cuando veas que no te hacen ni caso, no por mala voluntad, sino porque no pueden modificar nada de algo “tan divino,” podrías ir planteándote tú también la salida.

“Segundo. Según cuentan algunas de las personas afectadas, parece que si una deja la Obra debe sentirse como una apestada o como dejada de la mano de Dios y tampoco estoy de acuerdo.”

Tú no estarás de acuerdo, pero podríamos sepultarte en una montaña de folios contando casos y casos. Sólo dos: Hace años, una supernumeraria: “Quiero dejar la Obra, estoy harta, pero me ha dicho la que lleva mi charla que si me voy me condeno. ¿Tú que piensas?” Le aseguré que de eso nada y que lo hablaría con un sacerdote numerario. Hombre curtido “por ahí adelante,” se limitó a decirme: “No creo.” Magistral. Una llamada telefónica y asunto resuelto. La última experiencia es de hoy: “No puedes irte porque tienes un compromiso con Dios.” Y el hombre hecho un lío, preocupado de si incurrirá en pecado mortal.

“Quien nunca se ha sentido mejor persona que las demás por pertenecer a la Obra, tampoco debe sentirse peor por dejar de serlo pues ni va con el espíritu de la Obra ni es real. Otra cosa es que por determinadas personas demasiado clasistas, que de todo hay, cierren filas y hagan un poco de mobbing, pero esto, como lo anterior, no es la norma. Conozco varias personas que han dejado la Obra y que viven sin complejos y sin rencores, con la naturalidad de haber tomado otro camino. ¿Por qué entonces esos revanchismos o ese afán de hacer un frente común?"

Aquí me lo pones fácil: eso se debe a una extraña cosa en la que algunos aún creemos, llamada libertad. Y a otra también rara, el poder ayudar a muchos que lo pueden necesitar, y de hecho lo necesitan.

"Sinceramente, creo que es duro cambiar de vida, sobre todo cuando la decisión no es bilateral, pero no por cargarse de ira la adaptación, el nuevo ritmo, va a ser mejor. Entiendo que haya gente que ha sufrido y, sí, me solidarizo totalmente con todos vosotros/as pero esos casos, aunque hayan sido varios, no son la norma.”

Te da esa impresión, porque la gente tiene categoría espiritual y no anda por ahí aireando su sufrimiento. Además, si nosotros, que hemos estado en el ojo del huracán, no tenemos excesivos datos, fíjate tú; en la inopia, vamos.

“Creo que muchas veces, se podría haber tenido más comprensión, más humanidad y más empatía por parte de las personas responsables de la Obra,”

El problema está muy arriba, en el Fundador, los Padres que le han sucedido y los pocos que realmente cortan el bacalao. De ahí para abajo poco pueden hacer, salvo seguir el buen criterio, que suele ser “lo que se ha hecho hasta ahora.” El posible misterio que pudiera haber queda solucionado por ser algo “de Dios,” que ahí ya “navegamos” todos.

“pero, por favor, no confundamos la excepción con la regla.”

Ojalá tuvieras razón.

"Un abrazo muy fuerte a todas/os las que sufrís."

Gracias, si se que se agradece un poco de bálsamo en las heridas.

Saludos cordiales, Inocencio 3 abril 2006

Perdóname, pero me cuesta creer que de verdad pienses así. Quizá sea porque, como dices, nunca has sido del opus (no sabes la suerte que tienes).

Pero en fin, voy a intentar responder lo más clarito que sepa:

1.- Muchos escribís que a los 15 años una persona no es capaz de comprometerse para toda la vida. Entonces ¿Como es que la mayoría de los códigos civiles del Mundo consideran capaz a una persona para contraer matrimonio  a los 14 años? ¿No es verdad que la educación y la forma de vida que lleva cada cual hace que haya personas de 15 años con la madurez de otras  de 30 y personas de 45 años tan inmaduros y atolondrados como un niño? ¿No podríais citar vosotros mismos muchos ejemplos?

De entrada, lo que dices sólo es aplicable a mujeres (para hombres creo que es como mínimo dieciséis, estés donde estés).

O sea, que no sé exactamente en qué países será eso. En el mío, que es España, para casarte por lo civil con menos de dieciocho necesitas una nota de emancipación, y entre catorce y dieciséis además dispensa judicial. Por la iglesia, si no recuerdo mal, hace falta consentimiento paterno entre dieciséis y dieciocho para los hombres (antes no pueden casarse) y entre catorce y dieciocho para las mujeres.

Como ves, lo de casarse a los catorce (sólo mujeres, hombres siempre más tarde) lleva aparejadas unas cuantas medidas de precaución.

Pero ser del opus no. Escribes la cartita al prelado en un despachito cerrado durante una convivencia y punto. Ya eres tan del opus como el que lleva veinte años (sic). Y si no se enteran tus padres tampoco pasa nada, porque igual te ponen obstáculos que ‘apaguen la llamita de tu vocación'...

Por otra parte ¿a cuántos casados conoces en edad escolar? Yo jamás he conocido a ninguno, y me atrevo a decir que tú conoces uno o ninguno. Más que nada porque una cosa de este estilo pasa hoy en día y al día siguiente sale en los periódicos.

Y si lo piensas, lo de casarse tan pronto debe ser como bastante excepcional, porque, por poner algunos ejemplos, a los catorce teóricamente no puedes conducir, votar, trabajar, ver películas para menores de dieciséis, beber, fumar, echar la primitiva...

Sin embargo ¿a cuántos críos engañados de quince años has visto en el opus? Yo a varias decenas, por no decir cientos.

CONCLUSIÓN: En la sociedad, el casamiento de menores es muy, muy, muy, pero que muy excepcional. Posiblemente ya ni se dé. En el opus, sin embargo, la entrega para toda la vida a los catorce añitos y sin discernimiento real (aunque sea con buenas maneras) se da en cantidades industriales.

O sea, que no me justifiques una norma infame a través de una excepción minúscula.

Por favor.

2.- También he leído en los testimonios de la web que cuando algunos solicitasteis la admisión no se os informó de otros compromisos ulteriores, que se os fueron desvelando después. Ahora bien, ¿No parece razonable pensar que quien puede lo más puede lo menos, quien consiente lo más consiente lo menos y, consecuentemente, quien se compromete a lo más se compromete a lo menos?... 

Te pongo un ejemplo de una película, como tú haces en tu correo. Va de trata de blancas: a una niña menor de edad en Rusia le hacen un casting para ser modelo, se la llevan a Estados Unidos y la ponen a trabajar de prostituta. Los malos tienen sus papeles, por lo que la niña está en sus manos y no puede hacer nada. Al final, la asesinan cuando intenta escapar.

En el opus entras bajo el presupuesto de que Dios te ha elegido y la promesa del ciento por uno y la vida eterna (has pasado el casting y vas a ser modelo). Aguantas mientras puedes, entregas todo el tiempo y todo el dinero, rindes el juicio y la voluntad (es decir, haces un poco de lo que hace la niña en la película)... hasta que llega un momento en que las pasas canutas: vives entre el desgarro de saber que no es tu sitio, el daño que puedes estar haciendo a otros a través del proselitismo y el miedo de irte (porque te vas al infierno de cabeza). Vamos, que tienen tu salvación eterna (tus “papeles”) o sea, que no te puedes escapar. Y cuando sales, lleves el tiempo que lleves, y hayas dado lo que hayas dado, te vas con una mano delante y otra detrás. ¿Te “asesinan”? – hombre, asesinar lo que se dice asesinar... si te vas a tiempo desde luego no. Pero si te quedas mucho el resultado viene a ser equivalente, porque te pueden dejar enfermo para toda la vida.

CONCLUSIÓN: Con catorce años, aprovechándose del ascendiente que tienen sobre ti los numerarios del club, van y te meten dentro (o hacen que te metas, que con un crío tampoco es tan difícil porque basta un poquito de cariño). Una vez dentro ya da igual que sea realmente lo tuyo. Si te vas, te condenas. Punto.

Y lo peor es que se funciona así a sabiendas y sin ningún tipo de autocrítica. En el país de Pin y Pon nunca cupieron los errores.

No sé si esto contesta a tus preguntas. Yo desde luego lo veo muy claro.

Pedro.

Para Alberto Moncada que está armando el rompecabezas del Código Da Vinci, le comento que no es casual la aparición de este personaje en la obra de Dan Brown. Por lo que he leído de sicología social, es muy conocida la experiencia realizada en los Estados Unidos  a mediados del siglo pasado donde un  voluntario se somete a un experimento que realiza una prestigiosa universidad, la cual ha publicado un aviso periodístico para reclutar gente que quiera servir a tan afamada Institución.

El voluntario seleccionado es instruído sobre los grandes beneficios que acarreará a la humanidad su intervención en este programa de investigación y seguidamente se lo introduce en una sala donde hay diversos controles y una mampara de vidrio que la separa de otro lugar donde se encuentra una persona sentada en una silla metálica, a la cual se halla maniatada de pies y manos.

Comienza el experimento y el coordinador ordena al voluntario que aplique corriente eléctrica al otro sujeto mediante los controles que tiene a su disposición. El voluntario cumple las órdenes meticulosamente, sin importarle los ademanes de desesperación de la víctima que se contorsiona cada vez más ante el aumento de las descargas.

Luego de un período de descargas crecientes, la experiencia se interrumpe inesperadamente y el voluntario pregunta: Quiere usted que siga?.

Mi pregunta es la siguiente, hasta dónde un hombre puede llegar si el fin justifica los medios, si la obediencia a una Institución debe ser ciega. Les aclaro que en esta experiencia los controles eran inocuos y la víctima un actor de teatro. Pero eso el voluntario no lo sabía.

Nostradamus

Arual - Si quieres que te dejen en paz lo que debes hacer es desaparecer. Mientras seas "pitable" (es decir, susceptible de tener vocación al Opus Dei), eres como un caramelo en la puerta de un colegio. Distanciate sin condiciones. Si te caen bien algunas chicas, pues queda con ellas para charlar a solas y fuera del centro, pero no asistas a los planes organizados (y menos a las convivencias). No puedes razonar que "no es lo tuyo" porque para los de la Obra "todos están llamados a la santidad". En una palabra: distancia. Además de eso te recomiendo que vivas tu fe en otras realidades de la Iglesia para completar la formación adquirida en la Obra. En general, en el resto de sitios, la fe acostumbra a ser algo liberador en vez de opresivo, la famosa "libertad de los hijos de Dios" de la que habla San Pablo.

Nadiuska - Si vives en Barcelona o cercanías escribe a cisemdnp@gmail.com y quizá pueda darte algunas ideas sobre contactar con gente. Aunque como das pocos datos no sé con seguridad si podré ayudarte. Lo mismo digo a los excombatientes (chicos y chicas) de entre 20-26 años de la zona de Barcelona que puedan necesitar un cable.

Spiderman

Uno de los grandes errores de un grupo de personas que se organiza del modo que sea, incluida una prelatura, es considerar fundamental lo ocasional, y ocasional lo fundamental. Al opus le ha pasado esto. Y el problema se les va incrementando en los últimos años. Quizá porque los cargos de directores van siendo ocupados por los más fanáticos, los menos reflexivos y, en muchas ocasiones, los menos espabilados. Excepciones se encuentran, pero cuando se piensa, por ejemplo, en quiénes ocupan muchas de las delegaciones en España, es para echarse las manos a la cabeza. Muchos no serían puestos ni de encargados de una mercería. Sin embargo, se les pone a dirigir vidas y patrimonios con la autoridad de Dios. Además, para dirigir, se les propone que el modo adecuado es hacerlo sobre cotilleos indiscriminados. No es posible definir de otro modo las miles de horas que se ocupan en ventilar las intimidades de las confidencias.

Luego, para justificar su fracaso, echan pestes sobre la sociedad en general y sobre los demás en particular a la vez que aseguran que viven delicadamente la caridad. Las contradicciones que viven les estallan en las manos continuamente. Tal vez se encuentre también ahí la causa de muchas de las enfermedades psiquiátricas que se extienden entre los numerarios. Para evitarlas, algunos numerarios asumen una doble vida permanente. Varios de esos están ahora de directores de centros en Barcelona, Valencia, Madrid, etc. Eso sí, como son políticos natos, incluso son alabados, porque dicen que sí a lo que les dicen en su delegación para hacer a continuación lo que les apetece. Cuántas anécdotas para contar. Vaya hoy solo una, la de un director de una dl [delegación] que decía con total convencimiento:

-Cómo me alegro de no ser muy listo, porque los que lo son se lían.  

 Unomas

Arkadas (I)
by PRELATURATOR

Las bajas son defecciones

¿Cuántas “defecciones” ha habido este año?

Esa frase salía por la boca de un sacerdote de la prelatura y llegaba a mis oídos dejándome perplejo. Los miembros que salen de la obra lícitamente son los que acaban en el cementerio, salen en Romana y son esos siervos buenos y fieles. Los que se salen antes de la muerte son defecciones, cagarrutas que expulsa el cuerpo porque no las asimila, porque no le conviene ya que no aportan nutrientes, son meros productos de desecho. Pues con la Obra ocurre lo mismo.

Hola de nuevo a todas y todos:

La verdad es que me cuesta mucho.... pero que mucho ponerme a mandar algo, en varias ocasiones he iniciado cartas pero al final las he borrado.

He visto vuestras experiencias, y la verdad es que he compartido con vosotros vuestros dolores y me he visto retratado en algunos de vuestros casos, con algunos de vosotros me he identificado tan especialmente o le he comprendido tanto, que me gustaría poder hablar con ellos, (que no se si será posible).

Respecto a mi posición ante la Obra y su gente no es mala. Cuando yo era de la obra, la verdad es que era feliz  a pesar de no ser lo mio (ya os conté anteriormente porque me hice agregado) y fue feliz porque me esforzaba en amar al Señor en esa vocación que creía que tenía...

Hola hermanito:

      No se qué hacer contigo, tengo las manos atadas porque no eres mi hijo, sino mi hermano. Yo no consentiría jamás que papá y mamá me dijeran nada sobre la educación de mis hijos, así que yo tampoco puedo decirles nada sobre ti. Ya lo hice una vez y lo único que conseguí es que nadie volviera a decirme nada sobre ti. Se lo dije a  papá y mamá, me parecía una barbaridad que te plantearan la vocación con 14.5 a ti  y a cualquier niño. Cuando ellos decidieron hacerse de la obra ya era mayores, estaban casados y ya habíamos nacido los mayores , ellos no saben lo que se sufre cuando te acosan de esa forma para que pites y cualquier conversación deriva siempre en la entrega o Dios y en tu falta de generosidad si no aceptas los planes que Dios tiene para ti desde toda la eternidad.

      Yo también tenía 14 años cuando todas las del centro, el cura y una que vino de la delegación veían claramente que yo tenía vocación ¡y nada menos que de numeraria!. Yo estaba muerta de miedo, así que me reboté y me alejé. Pero entre los remordimientos y las insistentes llamadas de las del centro otra vez volví a aparecer por el club. Y así estuvimos un montón de años. Yo no entendía cómo Dios podía hablar con tanta gente sobre mi y cuando yo hablaba con El a mi no me decía nada de eso. Bueno el resto de la historia la sabes más o menos, tras muchos años de rebotarme y volver, al final pité con 23 años como supernumeraria y lo dejé cinco años más tarde. Lo que no sabes es lo difícil que me resultó salir; pero eso te lo contaré más adelante porque no quiero desviarme del tema...

Después de leer a Josito, Sonsoles, Guiomar e Isabel Nath he de decir que estoy de acuerdo con todos.

Yo también tengo ese extraño sentimiento de no querer a nadie y hasta ahora no se me había ocurido que podía ser por los mas de 10 años que estuve la Opus (de los 16 a los 27). Me explico. Estoy casado y con dos hijos, y si pienso en ellos no tengo dudas de que los quiero, pero hay un "alter ego" en mi que me situa en otro plano: parece que los sentimientos no son reales. Recuerdo a un chico de 16 años que traté teniendo yo 23. Me apreciaba mucho, yo parecía ser para él un auténtico amigo, hasta que comprendió que mi interés por él era sólo proselitista y entonces me echó de su lado con rabia y despreció, y esto, a mí, me dejó indiferente: me importaba una m....... Ahí empecé a darme cuenta de mi incapacidad para querer.

Y es natural: el aprendizaje sentimental que hacemos en la Opus es a no querer. Por eso no sentimos nada hacia el que se va de la Opus aunque lo tratabamos a diario. Por eso podemos no sentir cariño hacia un familiar y dar de lado a todos los asuntos de nuestra familia de sangre. Y esto no es programación, reiteración de consignas, etc. Es un auténtico aprendizaje sentimental, y ¿cómo se desaprende algo?.

Cuando me salí estuve dos años sin pensar. Asi como suena. No es que me lo propusiera, es que no me salía ningún pensamiento que no fuera una consigna o norma de la Opus, y yo quería vivir sin ser de la Opus, así que no podía pensar. Hasta que un dia, de repente, me saltó una especie de "clic" en la cabeza y me encontré pensando por mi cuenta. No se si esto le ha pasado a alguien. El pensamiento programado había dejado de tener vigencia, pero el aprendizaje sentimental creo que no se puede desprogramar igual.

En la película de I. Bergman "Confesiones intimas" el pastor le dice a la discípula al final: "Lo importante no es amar sino actuar con amor". A mi esto me parece una aberración, pero creo que habla de la imposibilidad que tiene de amar realmente el que ha sido educado de esa manera.

Un saludo.

Manu

Querida Ana Azanza,

Me ha parecido extraordinaria tu carta del día 3 comparando el opus con la madre Teresa. Describe a la perfección la peculiar forma de entender la pobreza en el opus.

Hace unos días me contaba un amigo supernumerario por obligación (trabaja para ellos) que están obsesionados con los aparatos que hay en las casas de los super (teles, ordenadores...) porque quieren que aumenten las aportaciones. Me decía este amigo que está hasta... de ver como ellos tienen de todo mientras que se intenta que los demás vivan con lo justo o con menos, pero que, en general, el fanatismo o la hipocresía de muchos super que trabajan para ellos hace que cada vez aprieten más al sentirse respaldados.

Cada vez me alegro más de haberlos dejado!!!!!

Ancasti

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