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CORRESPONDENCIA

Viernes, 04 de Noviembre de 2005

FELÍZ CUMPLEAÑOS

Pues resulta que tal día como hoy, hace... ¿69 años? venía al mundo un niño peleón que tuvieron por bien bautizar con el nombre de Alberto Moncada. Pasó el tiempo y hoy, si miráramos por un agujero para ver dónde está y qué hace, le veríamos bailando tangos en "El viejo almacén", de Madrid. Felicidades, chaval!!

Por deseo del autor, se ha retirado este artículo

A Chechi

Como punto de partida de nuestra conversación, te propongo que reflexionemos en voz alta sobre la idea de que, para los sees humanos, supervivir o sobrevivir, no es sólo añadir minutos a los minutos sino, sobre todo, lograr que cada instante se convierta en un renacer o, quizás, en un nacer.

La luz de cada amanecer nos descubre un paisaje que, por muy parecido que sea al del día anterior, es completamente diferente, nos abre un panorama que está cubierto de novedades, de sorpresas y de interrogantes. Sí; cada nuevo día es un misterio que hemos de desvelar y un reto que hemos de afrontar.

Los creyentes sabemos que despertar es advertir que tenemos toda la vida por delante y percatarnos de que lo mejor de la vida nos queda por vivir.

La etapa que ya hemos cubierto -sea cual sea nuestra edad- no resta nada al camino que nos queda por recorrer sino que, por el contrario, potencia nuestra marcha, asegura nuestros pasos, ensancha nuestro horizonte y profundiza nuestra conciencia de que, efectivamente, cada minuto es una nueva oportunidad que no hemos de desperdiciar.  

La vida empieza hoy, tenemos toda la vida por delante y lo mejor de la vida nos queda por vivir. Los años ya vividos y las experiencias acumuladas, más que tiempo gastado, son recursos efectivos, fértiles cosechas y frutos maduros que, si los administramos con habilidad, están disponibles para que los aprovechemos y le saquemos todo su jugo.

Cada episodio vivido encierra semillas fecundas que, si las cultivamos con esmero, germinarán y nos proporcionarán cosechas abundantes.

En contra de todas las apariencias, los caminos ya recorridos nos descubren unos horizontes más diáfanos, nos abren nuevas puertas y nos rompen ataduras convencionales.

Madurar es ensanchar nuestra libertad

-         para acercarnos a nuestra meta personal,

-         para cumplir nuestra peculiar misión,

-         para realizar nuestro proyecto inédito y

-         para alcanzar ese bienestar razonable, necesario y, por lo tanto, posible.

Creer que el crecimiento y la felicidad son aún posibles es la primera condición para que trabajemos denodadamente por lograrlos.

En segundo lugar hemos de repasar esa amplia lista de razones que nos impulsan a pensar que merece la pena vivir: esos objetos bellos que nos recrean, esos seres buenos que nos estimulan, esos proyectos alentadores que nos apasionan.

En tercer lugar, con serenidad y con responsabilidad, hemos de considerar algunas de las situaciones molestas y nocivas que dañan nuestro bienestar y que están en nuestras manos, al menos, aliviar, ayudando modestamente a poner orden y a asear nuestro entorno como, por ejemplo, a disminuir la crueldad, la ignorancia, el odio, el engaño y la miseria.

Hoy, sin duda alguna, se te presentarán ocasiones propicias para crecer, para madurar y para disfrutar. Desde una perspectiva humana, podemos decir que no es cierta esa afirmación que repiten los manuales de Biología de que, a los veintitantos años, dejamos de crecer porque la mayoría de nuestras facultades -tallos permanentemente tiernos y fértiles- a medida en que más las usamos, aumentan su lozanía, su vigor y su rendimiento.

¿Quién te ha dicho que los años disminuyen nuestra capacidad de saborear, por ejemplo, un simple guiso de arroz con habichuelas o una rebanada de crujiente pan con manteca?

Los sentidos corporales y, sobre todo, las aptitudes mentales, el gusto estético y la sensibilidad moral son herramientas que no sólo permanecen en pleno funcionamiento mientras no enferman sino que, si las cuidamos y las entrenamos de manera adecuada y constante, se desarrollan y aumentan sus poderes, se hacen más finos, más ágiles y más eficaces. Cuanto más vivimos, mayor capacidad poseemos para vivir plenamente.  

JA.            

Querido Ivan,

he leìdo hoy con cierto estupor tu intervenciòn.

Antes de decir cualquier cosa, tengo que aclarar que en esta epoca estoy leyendo la web a la luz de la maxima “lo mejor es enemigo de lo bueno”: no consigo hacerlo con cuidado, con detenimiento, comparando y averiguando, porque me faltan tiempo y cabeza, pero vivo Opuslibros como una cosa muy mìa, me apasiona y aunque en algunos momentos me canse, nunca me deja indiferente. Asì que, como me pasa con otras cosas importantes de mi vida –el trato con mi hija, y con unos cuantos amigos muy especiales, por ejemplo- hago lo que puedo (y no lo que tendrìa que hacer) al mismo tiempo que intento “perdonarme” si no logro hacerlo de la forma mejor.

Por estas razones a las que acabo de aludir, me perdonaràs si voy a incurrir en alguna falta de precisiòn, pero no puedo dejar de decirte que me dejò muy perpleja leer en tu intervenciòn: “intuí que lo que buscaban sus organizadores con esa precipitación en presentarlo era precisamente la de forzar nuestra firma, sea cual fuere el contenido de lo que ellos pusieran en el escrito”. Esta intuiciòn tuya me parece un juzgar de intenciones de los demàs que, cuanto menos, es muy atrevido, por tratarse, precisamente, de intenciones, o sea de algo muy dificilmente detectable hasta por los mismos actores de los asuntos que se juzgan...

Apreciados todos;

Os he ido siguiendo regularmente, pero delante de los escritos que enviais no se me ocurre nada más que aportar a nivel personal. Lo cierto es que mi vida en relación con el Opus Dei ha sido muy simple tal como os he comentado en mis escritos anteriores. Por mi parte sigo en "stand-by". No me atrevo a tomar la decisión definitiva por si me equivoco. Desde que me he apartado del centro noto que me estoy enfriando espiritualmente. A mi mujer le digo que es como si se me hubiera caido mi torre de naipes espiritual. Toda la formación religiosa que he recibido en mi vida ha sido en el ambiente del Opus Dei. Sentía que OD era la parte pura y sana de la Iglesia, estando el resto de órdenes y movimientos caducos o enfermos, al borde de la extinción. Sólo el OD tenía éxito porque Dios estaba detrás de él, y SOLO detrás de él. La relación TOTI con Dios sólo se ha dado, y ha tenido sentido, en o a través del OD. Y ahora que me alejo siento que todo se derrumba o se aleja. Pienso que si sigo así corro el peligro de caer en el agnosticismo.

Por cierto, Agustina, sigo esperando contestación a la petición que formulé en mi escrito del 30 de septiembre, en relación al libro de Carmen Tapia referente a unas acusaciones del fundador que no quedan claras ni reflejadas. ¿Podrías enterarte directamente a través de Carmen o de alguien que lo sepa, tú que eres una mujer de recursos y medios ilimitados?. Gracias, majeta.

TOTI

Parece que Iván toma pie, como él bien dice, de mi escrito del 31 de octubre para hacer una serie de aclaraciones sobre el documento Declaración sobre el Opus Dei que se presentó en el Vaticano el 25. Sin embargo nada de lo que dice tiene que ver con mi opinión. Otra cosa: yo firmé sin que nadie me obligase a ello. Incluso tuve tiempo para retirar mi firma y no lo hice.

Pienso yo, Iván, que nadie nos pidió firmar en blanco. Que, por cierto,  y porque tú lo dices, me entero ahora que os hacían firmar en blanco contratos de venta. Eso sí que es grave y, pensándolo bien, también se podía haber incluido tu experiencia en ese documento que se presentó en el Vaticano. Basándonos en tu testimonio, claro.

Y ahora quiero poner unas letras a mi querida Agustina: Sé que nada tuvo que ver la web con la nota de prensa enviada a Religión Digital. Yo quise hacer patente mi disgusto por el mismo cauce por el que conocí de la existencia del escrito. Nada más. Siento tu disgusto y no sé cómo decirte que te agradezco, y creo que me hago eco del sentir de miles, que hayas abierto esta página. Que no trabajamos por ella lo suficiente, que sólo vemos los fallos y que es muy fácil criticarlo todo sin aportar nada. Un deporte muy español, por otra parte.

Me ofrezco a trabajar por la web, Gus, pero ya no quiero ser Oreja. Quiero ser la primera Orella de esta página. Y te emplazo para que digas cuándo y dónde nos tomamos un Ribeiro o un Albariño, comme il faut, con Ántrax, Marypt y Tlin, a los que doy las gracias por su cariño hacia mí (debería decir "por su cariño hacia mi persona del que no soy merecedora", pero estaría mintiendo..).

Un beso a todos

Inés

Estimados todos,

Quiero agradecer mucho sus escritos. María Cristina, gracias!!, si viviste algo parecido sabrás que una cosa es decir, "olvídalo" y otra cosa es poder hacerlo... Solo sé que necesito desahogarme, creo que sería la única manera de vivr con esto y con el tiempo me de cuenta de lo que me decís (rezo por que sea pronto), con el amor que le siento quiero ayudarlo, porque lo veo triste y si esta decidido en quedarse, por lo menos que sea sincero consigo mismo.

Seran los primeros en saber que ya lo he dejado ir o que él no me dejo ir :).

Besos y abrazos para Todos.

Gracias de nuevo Maria Cristina.

Chechi

Estimado Xafir:

       Le respondo con la intención de deshacer o, al menos, de menguar, en la medida de lo posible, la desagradable impresión que mis torpes y sinceras palabras, y mi real ignorancia han causado en su sensibilidad. Le agradezco sus reflexiones que, sin duda alguna, me ayudarán a curar mi “inmadurez” y a compensar mi “falta de sentido común”.  

Tras leer, con sorpresa y con dolor por primera vez las sangrantes –y sinceras- páginas de Gracias a Dios, ¡nos fuimos! OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?, me sentí muy cerca de todos los que allí transcriben sus experiencias y sus problemas, y se me ocurrió ingenuamente exponer las impresiones que, hasta entonces, me habían producido los miembros del Opus a los había tratado. -muchos sólo si los comparo con los que habían abandonado la Obra: ninguno- 

Temería mucho que, precisamente por los hábitos que, según esos escritos, son “habituales” en la institución, a usted le suenen estas palabras como una reacción “cínica” pero le juro que, aunque comprendo su “santa indignación”, no he pretendido injuriarles, faltarles el respeto ni molestarles. Mis desafortunados juicios tienen su origen, efectivamente, no sólo en la información incompleta -sólo recibida del trato con los que permanecen dentro- y de la lectura de la página antes aludida, sino también en mi “inmadurez” y en mi “falta de sentido común”. A pesar de todo, nunca he dudado de que todos, los de dentro y los de fuera, movidos por “intenciones nobles y por su fe en la Verdad, sean buenos y buenísimos, posiblemente, excesivamente.   

Con el riesgo de que nuevamente interprete mis palabras como injuriosa ironía, le aseguro que ignoraba que tantos hubieran abandonado la Obra y que no conozco a ningún sacerdote numerario que se haya secularizado. Y le ofrezco otra prueba de mi inmadurez: tengo una intensa curiosidad por conocerlos y por tratarlos.     

Estoy seguro de que, si hubiera sido del Opus, si hubiera tenido más trato con miembros de la Obra y, sobre todo, si fuera más maduro y poseyera más sentido común, no hubiera cometido el error de expresar con tanta rapidez mis impresiones. Créame si le digo que con estas palabras, no pretendo justificarme: le pido sinceramente perdón.  

He llegado a la errónea y desafortunada conclusión de que "una persona normal o no "pica" o, si "pica", no durará tanto tiempo enganchado al anzuelo, como muchos de ustedes, justamente porque, como he indicado anteriormente, no puedo presumir de estar bien informado y, por eso, “poseo un prisma tan limitado para analizar lo que es vivir años en el Opus Dei”. Le juro que no  “me he dado al trabajo de leer por ejemplo los textos de Antonio Ruiz Retegui, de Jacinto Choza ni de Antonio Esquivias? Inmediatamente me dispongo a buscarlos. Ya que, desgraciadamente, no puedo entrevistarme con el primero, haré todo lo posible por dirigirme al segundo y a  Antonio Esquivias, del que tenía algunas referencias –muy escasas y muy buenas-, me permití enviarle mi sincera felicitación.  

No tengo –ni tenía- la menor duda de lo mucho que han madurado “sobre todo por el sufrimiento que les produjo pasar parte de su vida en el Opus Dei”, de que piensan mucho y que saben de lo que hablan” y, sobre todo, “de que, además, entienden que yo no me doy cuenta con quienes estoy hablando, ni cómo manejarlos”. “Tengo por seguro que ahí hay gente muchísimo más lista que yo y, además, de que su inocencia ha sido transformada en astucia santa para combatir la gran falta de verdad y transparencia que existe en el Opus Dei”.

Como prueba de mi sinceridad, le propongo que pida a la redacción mi dirección electrónica. Si sólo he firmado con mis iniciales ha sido por el miedo de que, no vosotros, sino la Obra, con su “astucia” y con su “poder”, trate de hacerme daño. Estoy dispuesto a escucharle, a ofrecerle las explicaciones que usted me solicite. Reconozco que he cometido un imperdonable error expresando mis impresiones y, sobre todo, al enviarlas a esa página.

JA.

Que tal. Les escribo porque, conozco a una persona que pertenece al Opus Dei. Desde niña fue a escuelas dirigidas por miembros de la Obra. Yo no. Yo soy simplemente católico. Nos conocimos hace algunos meses. Nos llevamos bien, y comenzamos a salir. Todo parecía ir de maravilla, hasta que empezó a hacerme preguntas muy extrañas sobre qué haría yo si por razones de causa mayor no la pudiera ver. La última que me hizo fue: "¿Qué harías si yo me entregara a Dios?" Claro que yo me reí y pense que era broma. Unas semanas después, por telefono, me dijo que quería ser numeraria. En realidad yo nisiquiera sabía que era eso. Cuando me explicó, en realidad pensé que si eso era lo que ella realmente quería debía dejarla tomar su propio camino. Hace algunos días decidí investigar un poco sobre este Opus Dei, del cual había escuchado muchas cosas pero no sabía concretamente qué era. Al leer un poco, me dí cuenta que no estoy de acuerdo con la mayoría de sus ideas. Cuando entré a su página, fue cuando me dí cuenta que existe la posibilidad de que no sea ella quien crea que convertirse en numeraria es lo mejor. Especialmente por su edad: 15 años. Es una persona muy inteligente, y he leído que ese es el tipo de personas que buscan para que se unan a la obra. Entiendo que una persona contra una organización suena bastante fantástico, pero después de esta historia que les he contado, me gustaría saber su opinión. ¿Qué me recomiendan? Espero que no los haya aburrido mucho con mi historia. Gracias, y espero su respuesta.

Rafael J.

Hola a todos, hace unos cuantos muchos meses, escribia a esta web diciendo que habia recuperado la vision de universalidad de mis relaciones, pero ahora con mas realidad al tratarlos a todos ustedes unos mas personalmente que otros, y ahora que reviso la web, y ver el correo de Isabel Nath  me dio mucho gusto que haya prendido una luz por nosotros, me inlcuyo gustosamente porque he tenido la oportunidad de intercambiar con ella algunas lineas. Y ademas me vino de nuevo la universalidad porque estaba yo por escribirles porque en mi pais celebramos el dia de Todos los Santos y el dia de Muertos.

Solemos decir los Mexicanos y fuera de aqui tambien que somos el unico pueblo que nos reimos de la muerte  y acostumbramos regalarnos (no todos lo hacen ya la tradicion ha bajado) calaveritas de azucar con nuestrso nombres.  Es algo muy divertido y ademas lo sueles regalar a quienes quieres, luego se ponen en el Altar de muertos y a comer pan tambien de muertos. (para mayores informes de la tradicion luego me escriben) El punto es que me acorde mucho de todos ustedes por el dia de todos lo santos asi que no voy a decir que "los encomende" porque seguro me apedrean, ademas de que estaria mintiendo con todos lo dientes, pero les dedique un pensammiento y tambien les dedique al dia siguiente  una calaverita de azucar por ustedes y una rebanada de pan especial por sus difuntos, para que se unan a nosotros en la fiesta, claro que todo altar tiene sus rigurosso cigarros y tequila.

ASi que bendito mes en el que en India prenden una luz por nosotros y en Mexico tienen ya lugar en los altares. Asi que desde ahora pueden decir que los "subieron a los altares". Ya le ganaron al marques de peralta...

Un abrazo y animo.

PD: Ya no hagan arguende con lo de la carta. Gracias

Agustina

Tienes toda la razón del mundo en estar agobiada con el tema del escrito para el Vaticano que se esclareció que no era una iniciativa de la web!

Perdón porque también yo me incomodé (como Inés) por saber que en "Religión Digital" solo hablaban de ex-numerarios y nadie más. Y así me precipité pidiéndote explicaciones que no tenias que dar:

- Porque no eres la responsbale!

- Porque ciertamente lo que sucedió es que "tomaron la parte por el todo" y se referiran solo a los miembros que más se destacan (los ex-numerarios) aunque lo documento haya sido firmado también por ex-agregados y ex-supernumerarios!

Entiendo muy bien lo que explicas al email de Iván y al mío también: que a menudo tendrás voluntad de dejar que otros cuiden de la web y te dejen en paz!

Por mí te doy las gracias por el trabajo que haces, además en una fase difícil de tu vida personal!

Um abraço amigo

Marypt

Hace algún tiempo que he estado escribiendo en esta web. Hoy quiero compartir con ustedes una pequeña conversación que tuve con un nume y me fue de mucha ayuda para comprender muchas cosas que hasta ahora no habìa detenidome a pensar.

Yo le hacía el comentario de que yo ya había empezado a vivir la vida al margen de lo que fue el Opus en mí, y le explicaba cómo había hecho para olvidar todo ese asunto. Él -que conoce toda mi historia- me daba la razón en lo que le exponía y me dijo unas palabras muy sabias: “hay cosas que se olvidan, pero que no se logran perdonar, es decir, en la misma confesión te lo dicen: no hay perdón sin arrepentimiento, y para que logres perdonar esos atropellos que cometieron contigo, primero hace falta que alguien reconozca que se equivocó”… me pareció que era el comentario más cuerdo y veraz que pudo haber salido de la boca de uno de los hijos del cambray!!! Pero en fin, se los quería hacer llegar porque a mí me sirvió para darme cuenta que toda esta web, los libros, la carta a Roma, y todas esas iniciativas que se están realizando actualmente tienen un solo objetivo: hacerles ver sus errores. Luego de esto,  me hizo el comentario de que él se encontraba en las mismas circunstancias que yo, y no quise preguntarle más. Nos despedimos con el típico: “por favor encomiéndanos” y nos marchamos luego de unos cigarrillos, yo me despedí haciéndole el comentario (en plan de burla) de que debieron darle el reconocimiento tan grande al primer vicario de esta región por haber aguantado tantas guarradas de “su familia” (refiriéndome al opus) y me quejaba de cuáles habían sido los meritos para merecerse semejante distinción: y la respuesta fue la misma: el gobierno simpatiza con el Opus, o se la daba el gobierno actual, o no se la daba nadie. Cosa que me hizo mucha gracia, ya que efectivamente, nadie puede decir que estas distinciones se les otorguen a quienes en realidad se los merecen…arriba países tercermundistas!

Saludos!!

Titogt

Titogt

Pd. Necesito su opinión de este asunto: Un tío (hermano de mamá) es dueño de un teatro, y quiere poner en escena mi paso por el Opus, claro, todo con nombres ficticios ocultando la verdadera identidad de los personajes, por ahora todo va viento en popa! Deseenme suerte! Y si alguien de Centroamérica quiere aportar un poco para la historia, Bienvenido sea!! Por ahora somos 2 exnumes y una de la SF. Autorizo a que den mi correo a quienes lo soliciten! Ahora si! Hasta pronto!

Chechi, por supuesto que cada caso es particular, pero me preguntas directamente que fue lo que yo hice.

A pesar de sufrir muchisimo, puse en su momento distancia, dejando que él resolviera que quería hacer de su vida, sin ningún tipo de presiones de mi parte.

Como conté en su momento en mi escrito, había de alguna manera llegado a manifestarle mis sentimientos en una oportunidad, cosa que no volví a hacer hasta que él volvió a acercarse a mí, habiendo tomado una decisión respecto de su vida.

Él decidió por su cuenta dejar la obra por diversos motivos y experiencias vividas que hicieron que con el tiempo fuera viendo que su vocación no era tal y que ese no era su lugar.

Lo que sí creo que es muy diferente la actitud, vivencias y experiencia de una persona que decide irse de la obra por decisión propia y otra la de la que es forzada a hacerlo por gente de dentro pues lo invitan a irse, o por insistencia de alguien de afuera.

Creo que el tema es muy delicado y hay que respetar a cada persona.

Diversos testimonios de ésta web relatan diferentes casos.

Creo que hay decisiones que se deben tomar exclusivamente en forma individual, y que en este momento deberías respetar su postura. (pero es sólo mi opinión).

Si quisieras puedes leer las contestaciones a mi pedido de ayuda recibidas en su momento dando distintos consejos frente a un mismo problema.

Tal vez a ti te sirva otra cosa o tener otra actitud.

Mucha suerte y fortaleza.

Malu

Querido Leo Boig,

he leído las líneas que gentilmente me dedicas, y quiero agradecerte (lo mismo que a Iván) por tomarte un tiempito y pensar en cómo ayudarme.

Sólo quiero decirte que estoy muy de acuerdo en que hay que buscar ayuda profesional en ciertos casos. En el mío no dio ningún resultado, y en el concreto momento en que me encuentro ahora, no tiene ninguna incidencia. Pero estoy de acuerdo en que por regla general se debe uno buscar ayuda profesional, para por lo menos por decir con fundamento (como yo), “lo intenté, pero no sirvió”. Algo que sí me ha servido mucho han sido algunas “terapias alternativas” como las flores de Bach, de las que me habló Tapatio, y a quien tenga un problema de depresión, le recomiendo investigar sobre el tema.

No quiero entrar en muchos detalles, porque no me da la gana, pero mi actitud hacia la vida (que es mi problema actual) no se cura con dos frases bonitas de algún amigo (estas “ayudas” por lo general me ponen de mal humor y me provoca decirles “oye, yo no soy idiota, yo sí me doy cuenta de las cosas, pero simplemente no puedo”, en otras palabras, en mi caso, estas “ayudas” son contraproducentes). Si lo quise compartir en la web fue porque quizá a alguien más le pase, y quiero que ese alguien no se sienta ni solo ni raro. A mí en lo personal me ha ayudado hablar muchas horas con alguien que ha sufrido casi el mismo tipo de depresión que yo (esa que no tolera que le digan nada, y que detesta a los “especialistas”), que me entiende (y no me dice frases de esas que se supone te “animan”, pero en realidad te “revientan”), y quería extender ese “beneficio” a quien se pueda sentir solo ahora.

Por otro lado, no creo que los agnósticos, ni los musulmanes, ni los ateos, ni los católicos, ni los protestantes le hagan daño a la página, porque cada quien da lo mejor de sí, independientemente de las creencias que tenga. Este es un grupo de seres humanos, que hemos tenido una experiencia común, y cada quien vive el “post opus” como mejor puede, tratando de encontrarse y de ser felices, que es lo que hacen todos los humanos (para matizar, debo decirte que pienso que los opus de AOP sí le hacen daño a la web y confunden en vez de ayudar, y no creo que se trate de “censura” si los dejamos de publicar).

Finalmente, quiero indicar que yo sí firmé la carta al Vaticano, a pesar de opinar que Kaiser tenía razón. ¿Y por qué firmé? Pues porque creo que la carta que mandamos tendrá el mismo efecto que un libro fundamentado con pruebas legalizadas de los documentos internos sacados de Villa Tevere. En otras palabras, para los intereses del Vaticano, es mejor que no existamos y que no digamos nada, y si decimos algo, nos silenciarán de la misma manera que silenciaron testimonios en la beatificación de Escriba. ¿Y si no va a hacer ningún cambio, para qué firmé? Pues firmé porque existo, porque tengo nombre y apellidos, y porque sé lo que pasa en esa institución, y en conciencia no me puedo ni quiero quedarme callada esperando que llegue un “super salvador” que haga un “super escrito” que deje mudo a Benedicto 16 y lo obligue a desterrar al Opus, porque eso no va a pasar.... ya esperé por el príncipe azul y no llegó, ahora no voy a esperar nada más, y no me callaré ni me callarán (wow, eso me salió muy “heroico”, no me lo censuren que me ha gustado).

Un beso enorme a todos, y saludos a los amigos de siempre... a quienes espero poder abrazar algún día.

Emevé 

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