CORRESPONDENCIA

Viernes, 13 de Mayo de 2005

 Mártires

IGNACIO CARRIÓN
EL PAÍS  - 23-04-1992

Tengo una hija Numeraria. La eduqué para ser libre, ellos la hicieron dependiente del "padre".

La captaron en la Universidad, en un mal momento emocional y familiar. Había sufrido la separación de sus padres, el terrible choque de ver que tu padre pasa olímpicamente de todos y que tu madre no tiene tiempo para organizar la casa porque se pasa el día trabajando en cualquier cosa que le sale, no importa horas ni días, para mantener a tres adolescentes y un bebé.

Tener que asumir que era importante en la casa y que de ella dependía, junto con sus otros dos hermanos,  un bebé y echar una mano a su madre además de estudiar, era muy fuerte para ella.

Sus nuevas amistades la "ayudaron", le dieron una vida más fácil, sin tener que tomar decisiones, con un maravilloso estudio sin ruidos, sin preocupaciones por el cesto de la ropa ni de preparar comida, ni de poner una mesa.

Ni qué decir tiene que la forma de vivir de su madre comenzó a no ser la correcta y alguien la indujo a evitar hablar de sus cosas con su familia.

Se marchó una tarde, aprovechando que su madre no estaba y que llegaría de madrugada de su trabajo, porque con toda seguridad no la dejaría marchar. Vino con dos "compañeras" y se llevó todo. Yo llegué de trabajar y vi su cama vacía, pero no supuse semejante huída. Fueron sus hermanos los que se tiraron sobre mí al despertarse para contármelo. Creí morir.

De esto hace más de ocho años.

Esta semana me llamó llorando como cuando era pequeña y me dijo que fuera a recogerla para irse a casa, que quería salir de allí, que si le podría presentar gente, que si encontraría alguien con quien formar una familia, que si encontraría trabajo, que si podía mantenerla hasta que lo tuviera, que si podía estar en casa, que tenía miedo, ... tantas cosas en tan poco tiempo y llorando sin consuelo... Mi fallo fue no haber salido corriendo del despacho y haber ido a sacarla de allí inmediatamente.

Quedé con ella para hacerlo por la tarde. Sobre las cinco habló con su hermana y le preguntó que si ella opinaba lo mismo que yo, que tenía miedo de irse y que luego no la dejaran volver... Mi otra hija se alarmó. Que certeza en hacerlo. A los veinte minutos estábamos allí para recogerla, y ya no era la misma. "Me quedo. Las cosas no se pueden hacer así. He de hablar con mi consejera de la Delegación"...Ya no hubo manera de sacarla de allí. Se puso su coraza y dominó sus pensamientos e impulsos. Se sintió culpable por haber hecho aquella llamada de auxilio, por haber creado aquel horrible momento.

Volví a perder a mi hija. ¿Cómo puedo darle la libertad?

Hace tiempo que está con depresión, hace tiempo que "tiene dudas", por eso pienso que ha hecho montones de convivencias últimamente. Ahora la llevan a una psicóloga y a un psiquiatra "obra", de pago (todo se resuelve en casa), está medicada. Le dejan salir cuando quiere pero con control, claro está. Saben todos sus pasos. Dá cuenta de todo, normal.

He acudido a la delegación para pedir que me la dejen tener en casa, pero ante la incongruencia de que no está en un momento como para decidir algo, sí que lo está para decir dónde quiere permanecer mientras se repone. ( hace como cinco meses que la veo muy mal, derrotada, rota, hundida...)

Ha perdido más de dos tallas de ropa.

Pero no puede venir a casa porque no entiende que sus hermanas puedan tener discusiones, porque en casa no están las cosas tan ordenadas como en su "casa", porque no está de acuerdo en que yo salga con un amigo cuando tengo hasta una nulidad matrimonial de su padre y por lo tanto soy soltera.

No es mi hija, no es la que eduqué en querer y comprender a todos, en no juzgar a nadie, en amar como Cristo. Dios es amor, los hombres fallamos cuando no amamos (ahí está el pecado en la falta de amor), pero somos seres humanos con nuestras pasiones, nuestras flaquezas, y lo más importante es resurgir de las cenizas cuando hemos cometido un error, eso es lo verdaderamente importante: Amar y levantarnos. Si amas y te levantas, perdonas a los demás y a tus fallos, esa es para mí la filosofía de la vida. No podemos vivir sintiéndonos culpables de todo lo que surge a nuestro alrededor, y mi hija se culpabiliza de todo.

Me duele qué hará con el latiguillo "disciplina" que ví una vez en su cuarto. Cómo corrió para guardarlo en un cajón. Pero ¿qué pecado puede tener una chica que no sabe nada de la vida? ¿Por qué les martirizan con eso?

Vuelvo a preguntar a quien pueda ayudarme o darme alguna forma de llegar a mi hija:  ¿Cómo puedo enseñarle que es libre? La eduqué en el amor a Dios, fui su catequista de Comunión en su colegio, no le pido que deje a Dios, sino a sus "hermanos" en el "padre".

Quiero luchar por ella, hasta donde pueda llegar. ¿Sabéis cómo conseguirlo? ¿Alguien puede ayudarme?

Gracias por leer mi testimonio, un besazo. Y si me contestas, muchos más besazos.

Luchadora

    En los años sesenta existía en la calle Mayor número 81 de Madrid una residencia para sacerdotes diocesanos, de la que se responsabilizaba el entonces instituto secular Opus Dei. Los de la Obra decíamos que el Opus Dei era una asociación católica internacional de fieles que se proponía la santificación de los que vivíamos en el mundo a través de la santificación del trabajo ordinario y el cumplimiento de las obligaciones ordinarias de lo cristianos. Como los sacerdotes diocesanos estaban también en el mundo podían también participar del espíritu del Opus Dei a través de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz como oblatos (denominados posteriormente agregados) y supernumerarios.

   La residencia de la calle Mayor 81 de Madrid se denominaba “Convictorio Sacerdotal de San Miguel” y a su frente estuvieron algunos sacerdotes numerarios del Opus Dei que eran muy queridos por los residentes, como don  Miguel Rivilla Vidaurre y Don José Montañés.  Se trata de dos clérigos --hoy fallecidos--  que estaban llenos de humanidad, por lo que eran muy queridos por las personas que atendían. Casi todos los residentes eran agregados o supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y atendían, entre otros templos,  la Basílica Pontificia de San Miguel, situada a unos 500 metros, y el Oratorio de Caballero de Gracia, en la Gran Vía de Madrid.

    En el piso bajo del edificio de Mayor, 81 fueron alquilados unos locales...

Hola, Carmen Perales

Voy a tratar de responder a tu reciente mensaje, el cual comienza con esta frase:

“Me llama la atención el rencor que rezuma vuestra página y creo que teneis una visión torcida y malintencionada de las cosas”

Quiero hacerte una pregunta: cuando usas las palabras “vuestra”,“tenéis”, “podéis”, etc. ¿a qué personas te refieres? ¿Qué personas tienen para ti una “visión malintencionada de las cosas”? ¿Te refieres a los responsables de esta página web, o a todas las personas que hemos enviado algún escrito que te pudiera haber parecido crítico con la Obra?

Te lo pregunto porque no lo sé, y creo que no lo dejas claro en tu mensaje. Y creo que para hacer una acusación como la que tu haces, al menos debías haber precisado mejor a quién o a quienes va dirigida. Si no,  puedes caer en un juicio injusto, en una generalización que no se sostiene por sí misma y que la gente no va a tomar en serio.

Un cura numerario me explicó una vez que Dios no salva “en masa” a las personas. Tampoco las condena en masa, por el hecho de pertenecer a una asociación o grupo. Dios juzga a cada persona; no creo que Dios tenga más tiempo para juzgar pausadamente y con justicia  a unas personas, y a otras las juzgue apresuradamente o de cualquier manera. No.

Sería bueno meditar acerca de qué cosas nos tomamos la libertad de hacer cuando ni siquiera Dios se lo permite a Sí mismo.

Para terminar, Carmen, te digo que éste es mi tercer escrito a esta web. No soy ningún responsable de esta página. Me encontré la página como tú, haciendo una búsqueda en internet.

En mi primer escrito, simplemente conté las circunstancias en las que pité a los 14 años.

Mi segundo escrito fue para decir a Rocio y a Chefo, lo mismo que te he dicho a ti.

Ciertamente podía muy bien haber copiado y pegado ese mensaje para dirigirme a ti, y me hubiera ahorrado tener que teclear este mensaje. Pero no, si a mí no me gustaría que me enviaran una respuesta automatizada, creo que debía tomarme la molestia de escribir para ti esta respuesta. 

un saludo 

Miguel L. 

La discusión sobre los aspectos jurídicos del Opus Dei me parece interesante y brillante:

-          Revela una preocupación, a mi modo de entender totalmente exagerada, fundamental por parte de Josemaría Escrivá haciendo que mucha “energía” fuera desperdiciada.

Aunque ya hace muchos años de mi pertenencia a la obra y los recuerdos son muy difusos y a veces interesadamente trastocados, recuerdo con claridad la demanda de rezar por  “la intención especial”. ¡Quanta oración se llevó aquella “intención” que yo juro que no sabía a qué se refería y, cuando empecé a intuirlo, vi que no se refería al hambre en el mundo, a la santidad de la iglesia, al apostolado o, si se me apura, a la conversión de Rusia o a cualquier de otros muchos e importantes objetivos que se podrían razonable y sobrenaturalmente pensar. ¡No, se refería a la forma jurídica del Opus Dei!. ¡Que decepción!. ¡Que preocupación tan “mundana” y “material”!.

-          Revela una preocupación por el “formalismo” frente al “contenido”.

-          Revela un estilo de hacer “exclusivista” y poco dado a la “comunión” con las iglesias locales o con otros movimientos “parecidos”.

-          Revela un enrocarse peligroso para un movimiento que aspira a ser de “cristianos corrientes en medio del mundo”.

Sin embargo esta brillante e interesante discusión no la considero un aspecto esencial de la vocación que cada uno de nosotros creyó sentir.

No sentimos vocación hacia “una forma jurídica”, sentimos una llamada especial, personal, directa, eterna, de Dios para que fuésemos santos, cristianos corrientes en medio del mundo, para que santificásemos el trabajo ordinario, para que el trabajo fuese oración, para formarnos y formar, para acercar las almas a Dios, para servir a la Iglesia y al Romano Pontífice, etc, etc, etc.

Dijimos sí a todo eso que Dios nos había preparado desde la eternidad. Eso, que tiene que hacer temblar las piernas al mas pintado y produce un vértigo de la muerte (como dicen ahora los jóvenes), eso, era lo importante y hubiera de haber seguido siendo lo único importante. Después, esa llamada y ese vértigo tienen que tener un forma jurídica, un ropaje para poder solucionar los “asuntos de papeles”, pero Josemaría Escrivá y nosotros podemos confundir el habito con el monje.

¿Que importancia podía tener el ropaje jurídico frente a esa llamada divina para vivir la “santidad ordinaria en medio del mundo”, ocultos, siendo uno entre muchos, siendo sal, siendo levadura, poniendo a Dios en la cima de todas las actividades humanas? 

La importancia viene porque en el Opus Dei se le dio y se le ha dado. Y como se le ha dado tanta por eso ahora nosotros también se la damos.

Imaginaos a Josemaría Escrivá en una tertulia respondiendo a la pregunta que le hace un tipo joven vestido de los años setenta (chaqueta, corbata, bigote y gafas gruesas; dejo la descripción completa y certera para Satur).

-          Joven numerario: Padre, que importancia le tenemos que dar a la forma jurídica de la Obra.

-          Josemaría Escrivá: ¡Ninguna!. Nosotros, hijo mío, hemos venido a hacer el Opus Dei en la Tierra. ¡La Obra de Dios, no  la Obra de los hombres!. ¡No perdamos el tiempo, no nos desviemos de nuestra vocación de cristianos corrientes en medio del mundo!. Dios nos quiere fieles a su llamada en el Opus Dei (a otros, en otros sitios; todos muy dignos, pero que no son el mío). Dios te pedirá cuentas de tu oración, de tu trabajo, de tu sacrificio por los demás, de tu apostolado y ... ¿tu cree que te va pedir el carnet de identidad?  (risas generales). ¡Anda, a trabajar!, a hacer apostolado y a no preocuparse de los papeles que ya hay hermanos tuyos que lo hacen muy bien; ala, ala ...(el numerario se sienta con una gran sonrisa y todo el mundo asiente al gran sentido sobrenatural de la figura del Padre que le importa un comino “los papeles” y que la Obra de Dios se hará de una manera u otra).

¿Verdad que hubiese estado bien que hubiese sido así de verdad y que la intención especial hubiese sido por la Iglesia, la no violencia, el sentido sobrenatural o tantas otras cosas de real importancia?

No soy creyente, pero imagino que Jesucristo debe estar pensando: ¡qué lastima a los que dan mas atención al derecho canónico (y otras “reglas”) que a la fe y el amor!.

En ningún caso, sin embargo, quiero decir que la discusión sea inútil, ni mucho menos. A mi me ha interesado y creo que dada la desmesurada importancia que le ha dado el Opus Dei a ellos le hace bastante daño.

 Un saludo

 Leoboig

PS: yo tan solo escribí una carta y al marcharme tan solo tuve que decir Adiós, pero me sentía totalmente de la Obra (como el que más) y ahora siento que he pertenecido tanto como el que realizó todos los pasos “legales”.

En relación a la infalibilidad de las canonizaciones, la carta de Ángel del día 11 habla de los casos de santos inexistentes (San Jorge y su dragón) o los discretamente retirados por inconvenientes (niñitos crucificados por pérfidos judíos). Últimamente se ha dicho que parece improbable la existencia de San Cucufate (con gran disgusto de los habitantes de Sant Cugat del Vallès, que no tienen ninguna intención de quedarse sin patrón). Se ve que de vez en cuando hacen limpieza y eliminan unos cuantos. Recuerdo, de pequeña, a una amiga llamada Filomena, que un día llegó diciendo que a partir de entonces se llamaría Trinidad, porque se había descubierto que Santa Filomena no había existido; aunque una monja del s. XIX decía que sí, que se le había aparecido y le había contado su vida..

La verdad es que los santos, sus historias y sus milagros, son en muchos casos interesantísimos, pero más bien como literatura fantástica. De San Jorge y su dragón ya se sabe que son la cristianización del mito de Perseo; pero hay más dragones, por ejemplo, en la historia de Santa Margarita, que fue tragada por uno de ellos. Muchas de estas historias son verdaderos cuentos de hadas; os recomiendo la Leyenda aurea de Jacobo de la Vorágine, una recopilación medieval especialmente útil para entender las pinturas medievales. A mí me encanta la de los santos Cosme y Damián (patronos de los médicos) que hay en el MNAC de Barcelona. Le están injertando una pierna a un hombre que la había perdido; pena que la pierna sea negra (el esclavo negro al que se la han quitado sale también en la pintura, y no parece muy conforme con el milagro). Bueno, ya sabemos que la Iglesia no dice que todas esas historias sean verdad; y seguro que alguien encuentra alguna manera de argumentar que, pese a  lo de los santos ficticios,  la Iglesia es infalible: ¿no hubo quien argumentó que cuando la Inquisición declaró herética la doctrina de Galileo en realidad no representaba la postura de la Iglesia?

Así que, si era infalible cuando canonizó a un personaje de un cuento de dragones y princesas, ¿por qué no lo iba a ser cuando declaró santo al Marqués de la Perlatura?

Anda que, andar con infalibilidades a estas alturas...

Emejota

Hola Luis

Me llamó la atención tu correo porque a nosotros nos pasa algo parecido. El próximo mes cierran la guarderia a donde llevamos al pequeño (2 años) y la única que nos queda cerca resulta que es de una "promotora de centros educativos", que aunque no-son-del-opus-y-no-parecen-serlo da la casualidad que tienen encomendado la direccion espiritual al opus dei... ¡vamos!, que son lo que internamente se denominan una "labor personal". El galimatias es propio de ingenieria financiera, pero en este caso no se orienta a ganar pasta, sino esencialmente a reclutar vocaciones a cualquier nivel (son como gusta decir "dentro": semilleros de vocaciones).

Lo que expreso es una opinión personal y por tanto tómalo como un consejo más. Es dificil valorar el impacto que ha tenido en la enseñanza de este país algunos colegios de la obra y los -llamémoslos asi- vinculados a la obra. En general, se puede decir que tienen calidad y en algunos casos como Tajamar, han sido punteros en áreas como la FP.

Pero que nadie se llame a engaños. El fundador de la obra y la propia obra no tienen como objetivo la enseñanza. El primer objetivo es dar doctrina católica "made in opus", en TODOS los niveles educativos (infantil, primaria, secundaria, FP y universitaria) y a modo anécdota te diré que en la Universidad de Navarra la asignatura de teologia es obligatoria. En segundo lugar -que bien podria ser el primero- lo que se pretende es hacer proselitismo y arramplar con lo que se pueda: numerari@s, agregad@s o supernumerari@s. Esta actividad se orienta tanto a los alumnos como a sus padres, y por tanto no te extrañe que recibas una invitación para asistir a alguna charla, que dependiendo de tu receptividad, se puede convertir en meditación o un "cursito" de retiro... Eso sin contar que tus datos pasan a engrosar los ficheros de futuros candidatos a "sablear", y puedas recibir además la visita de alguien, animándote a que hagas un donativo generoso para alguna institución educativa-formativa (campañas que periodicamente hace la obra, y por cierto, con gran eficacia).

¿Es dificil que manipulen a un crio de menos de 3 años? pues hombre, ... El proceso de formacion del carácter y de la personalidad tarda años en madurar. Depende obviamente de factores inherentes al sujeto (inteligencia, memoria...). Pero los estímulos exteriores que reciba el niño son también muy importantes, y ponen los cimientos para futuros hábitos y comportamientos. La eficacia de su acción depende de la táctica pedagógica empleada y cuanto tiempo actuen sobre el niño: no da lo mismo llevar el crio 3 meses a esa guarderia que 3 años.

A mi personalmente no me gusta la idea que niños tan pequeños se impregnen de hábitos como rezar el angelus a las 12; que se acostumbren a ver simbología religiosa al estilo medioevo por pasillos y aulas, curas con sotana circulando por el colegio; a que es "normal" la separación de sexos en las aulas. Esto último no se suele hacer en las guarderías, pero dice bastante de la obsesión del opus por enfocar todo lo relacionado con el sexo bajo una mentalidad de moral decimonónica. El colmo es que ya existen publicaciones infantiles, de dibujitos bucólicos, que narran la vida de san josemaria escrivá. No creo que se les ocurra, pero seria la "releche", que los nenes de infantil hicieran sus primeras practicas de compresión verbal con semejante material didáctico. Sería interesante que los que estudiaron en colegios de la obra den su visión como alumnos.

Nosotros por el momento buscaremos otra guardería
Un saludo

labuhardilla 

Hace unos días, una de las personas que más quiero en el mundo (y que no pertenece al Opus Dei), se asomó por vez primera a la web y me reconoció al instante.  Hemos hablado largo y tendido: valoro muchísimo su opinión, y después de sopesar con calma las cosas y pedir consejo, he decidido que ha llegado el momento de despedirme definitivamente.

Me alegra poder hacerlo esta vez por mi propio pie en un ambiente propicio, y no por una expulsión sumarísima o por haber acusado un golpe bajo que me deje medio KO.  Y quiero aclarar que no tiene nada que ver con mi última aportación sobre la posible reforma en el Opus Dei.

Es verdad que para mí ha valido la pena servir en la web como presencia constante de un ex-numerario que guarda cariño y agradecimiento a la Obra; ofrecer una visión alternativa, acorde con mis experiencias; ser una voz que defiende lo que ha visto y vivido, y que añade un rayo de luz a las sombras...

Queridos Orejas:

Un breve mensaje para suscribir plenamente lo que, tan rebien, escribió ebe el miércoles 11 de mayo. Yo me apunté a un opus que no existía, como casi todos. Me hicieron creer una cosa por otra. Claro que no estoy exento de responsabilidad. ¿Quién me mandó tragarme semejante anzuelo y aguantarlo durante tantos años?

Gracias a Dios, ya se acabó.

Un abrazo a todos.

Dionisio

Queridísima Aquilina,

Acabo de leer tu correo del miércoles acerca del plagio (copia) de tu escrito en la Web sin tu autorización y estoy tan indignada como desconcertada. He pensado en escribirte a tu cuenta personal pero finalmente he optado por hacerlo aquí en la Web para que mi correo sirva de público apoyo a tu persona y para refrendar con mi experiencia los testimonios que de vez en cuando compartes con nosotros.

Todos sabemos que cuando publicamos algo en la Web queda públicamente expuesto. Y expuesto a todo, claro, a lo mejor y a lo peor. Pero una sigue guardando a pesar de los años ese poco de inocencia, y me sorprende que haya alguien tan malage como para copiar cosas tan privadas de otra persona sin pedirle permiso y utilizar a esa misma persona de la forma más cutre. No veo además claro cual puede ser el motivo o la finalidad que mueve a esta persona. Me parece todo de lo mas extraño. Se me ha ocurrido una maldad nada más leer tu correo, pero como me parece un poco de ciencia ficción me la reservo de momento hasta ver como evolucionan los acontecimientos.

Quiero aprovechar esta ocasión que me parece de lo mas triste, para unir mi voz a la de Agustina, y decirte que como sabes para mi ha sido una bendición conocerte y poder compartir contigo tantas cosas. Cada escrito que mandas a la Web me enseña cosas nuevas que en muchas ocasiones me parecía que tenía superadas y totalmente controladas. Siempre encuentro un matiz nuevo, una apreciación que se me había pasado por alto. Me ayudas a ver las cosas de forma mucho mas global y seguramente mas cierta. Tienes una capacidad de perdonar grandísima y elegante, muy elegante, y eso es muy difícil de encontrar hoy en día. Diría para resumir que eres una auténtica Señora, con mayúscula, de cuya amistad me siento infinitamente honrada. Siempre buscas la concordia y el diálogo y me duele especialmente que a alguien como tú le pase algo así.

No sé qué tipo de acciones legales se pueden emprender en una situación así, pero me consta que hay abogados que tratan estos temas. Si de cualquier forma piensas que puedo serte de ayuda en cualquier pequeña cosa, ya sabes bien que puedes contar conmigo. Si legalmente no puedo hacer nada, al menos cuenta con el grandísimo cariño que te tengo y con el infinito respeto que me mereces.

Y confío en que esta putada grandísima que te han hecho (veras Agustina que yo soy menos comedida, sobre todo cuando van a por mis amigos) y que resolveremos sin duda, no te retraerá de  seguir escribiendo en esta Web que perdería si lo hicieses a una colaboradora valiosísima.

Recibe un abrazo grandísimo y todo mi apoyo,

Isabel Nath

Querido deboserlerdo,

Después de leer el largo y profundo mensaje que has tenido a bien mandarnos a la Web el pasado miercoles como contestación al correo de Carmen Charo del lunes 9/V, no me cabe otra opción que darte la razón, y afirmar contigo que efectivamente debes ser bastante lerdo.

Para empezar, quien demonios se supone que eres tu? (además de alguien bastante lerdo…). Digo yo que cuando alguien irrumpe así sin mas en una Web (o en un debate, o en una conversación, o en una reunión, o en ...en donde sea), lo menos que hace es decir quien es y que le trae por allí. Como no lo haces tenemos que hacer alguna suposición con los datos que involuntariamente nos das. Así, por tu tono pedante y supuestamente muy agudo y perspicaz, por tus ideas claras y siempre correctas, por tu educación postiza, por tu falta de la mas mínima cortesía, debo asumir que además de lerdo, como tú mismo dices, debes tener algo que ver con el opus dei.

Pues mira, por hacerte un favor lo que se dice por hacerte un favor no creo que lo haga, pero no me des demasiadas ideas...

Deboserlerdo, sigue ejerciendo de tal si quieres hijo, pero no nos aburras, anda.

Isabel Nath

Un cardenal amigo de Escrivá excluyó a los testigos opuestos a su beatificacion

Las relaciones con Franco no suscitaron dificultades durante el proceso

JOAQUIN PRIETO  -  Madrid 
EL PAÍS  -  Sociedad - 14-05-1992

El cardenal Pietro Palazzini fue la autoridad vaticana que respaldó la exclusión de testigos contrarios al fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. El cardenal había mantenido con él una amistad "bella y sincera" que Escrivá consideraba "uno de los más delicados y gratos dones recibidos del Señor", según se lee en la página 1.180 de la Biografía, incluida entre los documentos del proceso. La exclusión de testigos contrarios a la beatificación de Escrivá redujo el debate en los órganos competentes de la Santa Sede. Apenas se profundizó, por ejemplo, en la relación mantenida con el general Franco.

El cardenal Palazzini permaneció al frente de la Congregación para las Causas de los Santos de 1982 a 1989, años en los cuales el proceso de Escrivá hizo grandes progresos entre más de un millar de casos de santidad pendientes. Palazzini fue interrogado por magistrados italianos, en calidad de testigo, acerca de sus presuntos contactos con Roberto Calvi, el presidente del Banco Ambrosiano. Pero su actuación respecto al proceso de beatificación de Escrivá no ha levantado dudas por parte de su sucesor, el cardenal Felice, a juzgar por la nota difundida el martes pasado en Roma...

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