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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 08 de Abril de 2005



Mis reflexiones acerca del duelo por Juan Pablo II.- Aquilina

Queridos Orejas de los dos lados de la pantalla,

 

quiero compartir unas reflexiones maduradas en estos dìas vividos en la prima linea del duelo por Juan Pablo II: en las calles de Roma y con el acompañamento sonoro de las continuas transmisiones televisivas y radiofónicas italianas.

 

Estoy intentando reflexionar sobre lo que estoy asistiendo en primera persona, y sobre los sentimientos que todo esto despierta en mì, pues –os lo aseguro- yo misma no logro perfectamente entenderlo. No obstante siento la necesidad de deciros, de que alguien diga en la web, que no me reconozco totalmente en el consenso y en el homenaje que tan universalmente estàn saliendo hacia este papa.

 

A fuerza de intentar comprender y analizar, creo que son dos las causas de mis problemas. Por un lado la aprobaciòn incondicionada  al pontificado de Juan Pablo II, sin evidenciar ninguna nota critica, por el otro la forma con la que esta aprobaciòn viene demostrada...



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Josecar sigue que sigue.- Flanpan

Mira Josecar,

 

El toniquete paternalista y dulzón con que inicias tu escrito sobre el Papa y los “medios” no casa con el posterior: “tío ¿en qué centros has estado?”.

 

El “tío” es algo que está más acorde con los consabidos “jjjjo tía... qué passsaddda” “jjjjo tía... cómmo mola” y demases.

 

Pero mira tío. Lo de tu cuponazo será o no será cierto. Pero aunque lo fuera, no sirve para nada. La Opus no es lo que tú dices que se vivía en algunos los Centros de USA. La Opus es lo que se vive en todo el mundo.

 

Y mira, tío. En mis 16 años de estancia en la Opus he visto muchas decenas de Centros, cientos de numerarios, innumerables curas y directores. He vivido en distintas ciudades, he morado en centros de 5 regiones distintas. Vamos tío, que he visto un poco del “mundo-opus”.

 

Y sabes, tío, nunca, nunca, nunca en las aproximadas 830 confidencias (charlas “fraternas”) que realicé ninguno de los distintos “directores” (unos 30 distintos) me aconsejó hacer la lectura con escritos del Papa.

 

Y otra cosa, tío. En ninguno de los centros en que moré había una estantería específica (como la hay para las cartas del “padre”, que por cierto están bajo llave, algo muy propio de una ambiente “familiar”) para las encíclicas del Papa.

 

Además, tío, jamás de los jamases vino un director de los de corbata Loewe a comentarnos un escrito del Papa.

 

Ahora bien, tío. Como hay que hacer honor a la verdad, te diré que en una ocasión si que escuche a los directores hablar algo del Papa en plan serio, no de refilón. Sobre el año 82-83, recuerdo que se nos trasmitió que el Papa quería que Europa se recristianizase, y que el Papa había trasmitido este deseo al “padre”, y que como en la Opus los deseos del Papa son órdenes ¿?, pues que todo el mundo a hacer apostolado y proselitismo para recristianizar Europa.

 

Lo triste tío, es que cuando el Papa hablaba de las desigualdades que había entre el Norte y Sur del planeta, o de la necesidad de caminar hacia el encuentro de los “hermanos separados”, pues la Opus hacía chitón, y nadie venía a trasmitirnos estas “necesidades” o “deseos” del Papa.

 

Pero tío, lo de “recristianizar” Europa estaba más en línea con la Opus. Leña al prójimo y que piten muchos. Caña, mucha caña, es lo que se llevaba en la Opus. Lo de la justicia social lo dejamos para la democracia cristiana o para la Madre Teresa.

 

Respecto a diversos puntos de tu carta, te comento tío:

 

Pero no sólo las encíclicas, sino también cartas apostólicas y exhortaciones: por sugerencias de los que dirigían mi alma, me empapucé Salvifici Doloris, Mulieres Dignitatem, Christifideles Laici, Redemptoris Custos y Reconciliatio et Penitentia.

 

¿Por sugerencias de los que dirigían mi alma? Tiiio. ¡Tíiiio, tíiiiiio, tíiiiiiiio! ¡¿Pero dónde has aprendido a hablar asín?! ¿Me empapucé? ¡Jo macho! Esto es ya muy fuerte. Empapuzarse!!

 

(...) textos de Juan Pablo II de las audiencias de los miércoles sobre el amor humano y el don personal, para tratar de comprender mejor las relaciones intratrinitarias.

 

¡Pero tío! ¿comprender mejor las relaciones intratrinitarias? ¡Mentirosete! ¡Que las relaciones intratrinitarias no se pueden “comprender”!!!!

 

Cuando el Papa venía a Estados Unidos, aparecían por el centro – junto a las cartas del Padre y las publicaciones internas – los textos de los varios discursos que iba pronunciando

 

¿Junto a las cartas del Padre y las publicaciones internas? ¿Te refieres a que los discursos del Papa estaban en el armario de las pi (ya sabes tío, las “publicaciones internas”). ¿Estaban asín, codo con codo, las cartas del pater y los discursos del Papa? ¿Y quieres que me lo crea, tío?

 

Me pide mi mujer que mencione que cuando ella va a algún retiro, lo que se lee en las comidas es siempre algo relacionado con el Santo Padre

 

¿¡Comorrrrrrrr!? ¿¡Que ya no se lee la vida del santo fundadorrrr!? ¿Seguro que los retiros son del opus? Entérate bien de que lugares frecuenta tu señora, no vaya a errar el camino.

 

Y mira tío, bromas aparte te diré que toda la credibilidad que tus testimonios sobre la Opus en USA me merecen, toda esa credibilidad se ve totalmente demolida, explosionada, reventada, contraindicada y vulnerada, por el peazo de edificio que tus amiguetes se han levantado en Nueva York.

 

No me escandaliza que una entidad levante un edificio así. Me parecería muy bien si lo hicieran con su dinero. Cuando digo con su dinero, me refiero al dinero ganado por ellos. Y me refiero al limpiamente ganado.

 

Pero es que en la otra cara de la moneda están los dineros no pagados de seguros sociales durante 50 años (de nada me sirve que ahora se paguen: lo hacen porque ya no les queda más remedio). En la otra cara está las vergonzosas “campañas económicas”, donde se sablea a todo hijo de vecino. En la otra cara está el como “somos pobres” no hacemos regalos de Navidad a nuestros papis o sobrinos.

 

¿Te imaginas tío que la Madre Teresa se hubiera levantado tal peazo de edificio? Te aseguro que hubiera echado cuentas, y de tal cálculo hubieran resultado 3 edificios del mismo tamaño pero en otros barrios más de “clase media”, más de “la posición” de una institución de la Iglesia cuyo fin es santificar almas.

 

Finalmente, tío, y ya que dices que:

 

y recuerdo al director de la delegación de Chicago hablándonos sobre Sollicitudo Rei Socialis.

 

me permito transcribir y comentar algunos textos de dicha encíclica:

 

Entre dichos temas quiero señalar aquí la opción o amor preferencial por los pobres. Esta es una opción o una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se aplica igualmente a nuestras responsabilidades sociales y, consiguientemente, a nuestro modo de vivir y a las decisiones que se deben tomar coherentemente sobre la propiedad y el uso de los bienes.

Pero hoy, vista la dimensión mundial que ha adquirido la cuestión social,76 este amor preferencial, con las decisiones que nos inspira, no puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor: no se puede olvidar la existencia de esta realidad. Ignorarlo significaría parecernos al « rico epulón » que fingía no conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta (cf. Lc 16, 19-31).

 

y de paso te comento, tío, que los “homeless” de Nueva York deben ver la sede de la Opus como la casa de Epulón, y que no sé qué apartados de la Sollicitudo comentaría el jefe de la dl de Chicago, pero me da la impresión de que como siempre, se consideraría que la Opus queda fuera de las directrices normales de la Iglesia: eso de los pobres y toda la matraca es más para la gente de a pié (neocatecumenales, monjas, fieles sin farol encendido y demases). Los de la Opus están por encima de todo. Tienen hilo directo con el Cielo, y tienen bula para llevar doble contabilidad, utilizar los mejores mármoles en sus casas, no pagar seguros sociales y encima sablear al prójimo para costear TV de primeras marcas.

 

Y ahora tío, te dejo. Que yo todavía he de trabajar para vivir.

 

Flanpan.



Sobre las "buenas intenciones".- Lucía B.

He leido con detenimiento algun correo y me gustaría dar mi opinion sobre las buenas intenciones de los directores del opus. Yo vivi 7 años dentro como numeraria.

Yo decidi meterme a los 15 años dentro del opus porque tuve un entusiasmo adolescente fenomenal. Nadie me lo impidio. Ninguna directora me dijo "oye, eres muy chica, hace 20 días que nos conoces, cosultalo con tus padres, estas segura de lo que vas a hacer ????". Fue todo lo contrario, me animaron con bombos y platillos a meterme dentro y cuanto antes... mejor!!

Bueno, yo quería cambiar el mundo y luchar por un mundo de amor y paz. Pero lo cierto es que al poco tiempo - 2 meses - tomé conciencia de lo que implicaba estar allí dentro y por cierto no advertía que aquello pudiera darle al mundo ni amor ni paz. Me habian ocultado tantas cosas que ellos decretaron prohibidas como hablar con mis padres sobre la decisión de entrar en el opus,  confesarme o hablar siquiera con un sacerdote que no fuera del pus; la obligatoriedad de usar el cilicio y las disciplinas, dormir sobre tablas, ducharme con agua fria diariamente, etc, etc, etc.
 
Imaginemos que esas cosas me las habian ocultado con "buenas intenciones". Pero resultó que cuando le dije a la directora: "yo me voy"... Madre santa!!! Me dijo que iba a ser muy dificil que mi alma se salvara, me dijo que ellos (las directoras y el cura que me confesaba) habian visto clarísima mi vocacion al opus dei y yo no podía traicionar a Jesus y a la Obra y darle la espalda de esa manera.  Es más, me dijo que todas aquellas personas que se iban a salvar gracias a mi, si yo me iba del opus se iban a condenar. Y esto no me lo dijeron al pasar fue dicho y repetido muchas veces para lograr infundirme el miedo necesarios.
 
Se imaginan, tantas y tantas frases hirientes y amenazadoras para cualquier psiquis adolescente  impidiendo que yo me fuera. Todas estas maniobras estaban orquestadas por personas de entre 30 y 55 años. Todo aquello fue hecho, por supuesto, con las "mejores intenciones".
 
Síntesis: Yo hablo en base a mi experiencia que - curiosamente - se repite a lo largo y ancho de este planeta con miles de casos similares.
 
Pero tengo una curiosidad. ¿ Acaso una buena intención libera a la persona de la correspondiente responsabilidad de los daños ocasionados ?  Y no hablo de cualquier persona, hablo de personas adultas, mayores de edad, universitarias, que dirigen un centro de espiritualidad. (A no ser que me digan que el fin del opus no es espiritual...)
 
Tanto que les gusta hablar del infierno en el opus ¿Se habrán olvidado de relacionarlo con otra frase que repiten a menudo: El infierno esta lleno de buenas intenciones ?
 
O quizás el infierno se anticipe ya en la tierra y quizás el opus sea un tipo de infierno a superar.
 
Yo, Deo Gratia, ya me chamusqué en la caldera del opus...
 
Y ahora sí vivo con la mas pura de las intenciones: LA MIA.
 
Una bendicion para todos los orejas de buena voluntad y que la gracia de Juan XXIII nos llene de Paz.
 
Lucia B. (Buenos Aires - Argentina)




Estudios Internos de Agregados (Cap.20 de 'La ropa sucia...').- Nacho Fernández

 

ESTUDIOS INTERNOS DE AGREGADOS

Cap.20 de 'La ropa sucia se lava en casa...'

Enviado por NACHO FERNÁNDEZ, 3 de abril de 2005 

 

 

   En 1971 y 1972 realicé el llamado ‘Curso de estudios’ que los entonces socios agregados del Opus Dei debían hacer obligatoriamente. El paso siguiente es empezar los estudios internos de Filosofía y Teología o prescindir de estudiar y hacer convivencias de quince días que cabían las dos posibilidades. En principio, un agregado que tiene estudios universitarios, lo normal es que curse las materias filosóficas y teológicas. Esa época coincidió con la partición de Madrid y los territorios que administraba la única delegación en dos delegaciones (DLME, Delegación de Madrid Este, y DLMO, Delegación de Madrid Oeste)...



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Que el nuevo Papa no mire hacia otro lado.- Brian

Fui captado por la institución con métodos anti cristianos en mi adolescencia; coaccionado por el sacerdote y mi director espiritual; sufrí la violación del sigilo de la confidencia y de la confesión (no me sirve eso de que el sacerdote "sólo" comentaba lo que oía después de dar la absolución, como si eso estuviera bien); me adoctrinaron con una interpretación del Evangelio que raya en la herejía (se pueden analizar las Meditaciones internas para más información); Escrivá me enseñó a aborrecer a Juan XXIII y Pablo VI (¿alguien tiene las famosas 3 Cartas del fundador llamadas "Las tres campanadas"?); asimilé que el Vaticano II era la perdición de la Iglesia y que formaba parte del "pueblo elegido" (el opus) porque sólo nosotros teníamos la Verdad... No sigo enumerando para no herir susceptibilidades ni traer a la mente otros inolvidables recuerdos.
 
Juan Pablo II premió al opus otorgándole una Prelatura (una iglesia dentro de la Iglesia), beatificó y canonizó al fundador. 
 
Que me perdone por no haber tenido ganas de ir a su entierro.
 
Brian
 
P.D. Animo a tantos jóvenes del opus que han ido al evento, a que se esfuercen por querer de la misma manera a sus padres y abuelos.




El Papa que vino del frío.- Alberto Moncada

Es bastante evidente que Carol Wojtyla, elegido Papa un poco por carambola, consideró su principal misión acabar con el comunismo de cuya geografía  procedía. No solo lo dijo en abundantes ocasiones sino que utilizó los servicios secretos vaticanos y esos mecanismos bancarios tan tortuosos que posee la Iglesia, para financiar el sindicato polaco Solidaridad. La contundencia con la que se aplicó a esa tarea contaminó su misión pastoral, por ejemplo al condenar con tanta fiereza como escaso análisis  la teología de la Liberación.

 

Es conocida la dureza con la que se produjo con el obispo de El Salvador, Monseñor Romero, negándose a recibirle en privado y echándole una bronca en público cuando Romero aprovechó una audiencia general para entregarle documentos e intentar contarle lo que estaba pasando en su país. “Usted lo que tiene que hacer es llevarse bien con sus autoridades civiles”, le dijo y canceló abruptamente el encuentro. Meses después Monseñor Romero fue asesinado como lo fueron los jesuitas de la Universidad Católica, con la connivencia de aquellas autoridades...



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Afectísima en Cristo.- Adriana

Casualmente di con su pagina y leí muy poco  de ella pero me dio mucha tristeza la forma de expresarse del Opus Dei, nunca he pertenecido a la Obra pero creo que  el Opus Dei que es algo que Dios fundo a través de San José Maria Escriba y algo que ha hecho tanto bien no puede ser algo tan malo como Uds. lo describen. Conozco familias preciosas formadas por el Opus Dei, las cuales merecen toda mi admiración y respeto. Creo que cada quien tenemos diferentes carismas por eso Dios Nuestro Señor nos ha puesto tantos grupos y movimientos religiosos a nuestro alcance para así cumplir nuestra misión que tenemos como Católicos bautizados.
 
Tal vez algo les molesto pero ojala y  no siguieran haciendo este tipo de comentarios ya que nos afrenta a todos como Iglesia Católica.
 
Afectísima en Cristo,
Adriana




Temas varios tocados superficialísimamente.- Emevé

Orejas de mi corazón, (especialmente Pablo que me reenvía un mail sin siquiera dirigirme una palabra: ¿ya no me quieres como antes? Esta vez te perdono, pero la próxima vez espero cariñitos, que una se acostumbra) esta vez voy a escribirle a varios de los que escribieron el 06.04, cositas breves, pero no me apetece quedarme callada:

Isabel Nath, querida mía, mira que encuentras tiempo para escribirle a Salvelio y yo sigo esperando que me escribas el mail que me debes; te quiero pedir una cosa (sin decirte “tienes un momentito ni nada de eso), por favor, no escribas en plural, que si bien algunos están plenamente de acuerdo contigo en casi todo, otros no tanto. Yo creo que lo mejor es hablar en nombre propio, no porque yo no haya entendido el fondo de lo que quieres decir, sino porque de ese modo ayudamos a aclarar a los visitantes “casuales” y no casuales que no somos una organización (ni organizada ni desorganizada), que aquí cada quien es responsable de lo que dice y de lo que calla y cada quien explica su experiencia como le sale y saca el provecho que le da la gana, que no nos hemos puesto de acuerdo en nada, y que lo que hay de unidad aquí lo ponen los “orejas” que son los que pagan la Web con su platita... Porque a mi nadie me ha preguntado si me gusta el color de la Web, porque la verdad yo preferiría un fondo verde con flores amarillas (me fascinan las flores amarillas, y las rojas... Por si alguien se anima a mandarme un ramo). En fin, sólo para recordar que aquí el plural se usa por fines literarios, y como a ti te leen tantos, pues que lo tengas en cuenta, porque a esta servidora, poca atención le prestan.

Iñigo, ¿me puedes hacer un inmenso favor? Vamos, por caridad, ¿me puedes decir en qué momentos concretos se falta a la caridad en esta Web? Porque si yo considerara que se falta a la caridad de manera institucionalizada y sin derecho a réplicas, me espantaría de inmediato, porque me recordaría cuando un buen día en la Opus me dijeron que no servía más porque estaba enferma y que me vaya, sin derecho a réplica ni a nada, y la verdad, aquellos recuerdos no me gustan, así que por favor, aclárame ese punto si es que aún vuelves por aquí. Ah, y te recuerdo (o te enseño, que seguro no lo sabes) que la caridad no es patrimonio de los creyentes, así que no se debe esperar que sólo los “católicos” tengan caridad, sino toda persona de buena voluntad, que a todos Dios no pone cosas buenas en nuestro corazón.

A Eutimio cada día lo entiendo menos que menos, lo de su pitaje voluntario y querido me recuerda al mío (que ya conté en mis recuerdos del 19 de marzo). Sí, yo también quise, yo fui y lo pedí, pero porque el sacerdote en quien confiaba mis más íntimos secretos y la numeraria que aparentemente me entendía mejor que nadie en el mundo mundial, me dijeron que Dios me lo pedía... Y al final, Dios no me pedía nada, o yo todavía no me entero de qué es lo que me pide. Así que aún no capto el punto, debo estar bruta todavía por los rezagos de la abstinencia de Semana Santa. No te pido que me expliques letra por letra, es que yo te leo y no te entiendo, que es diferente, ¿entiendes?.

A la Web... Bueno, qué idiotez, a la Web no le digo nada, porque no tiene vida propia, se lo digo a los que la mantienen, a los que pasan sus horas frente a la computadora leyendo y colocando los correos, (y mucho me temo que hasta se leen aquellos “autores” que yo me salto), a aquellos que se empeñan en que esta Web que es punto de encuentro para todo el que venga, y de reconstrucción para los que sí la necesitamos, siga funcionando y actualizándole puntualmente los lunes, miércoles, viernes y domingos, les quiero decir: GRACIAS. Y espero que mucha más gente nos visite, nos lea (uso el plural para indicar que quiero que se lea a todos los que escribimos aquí), y saque el provecho que más le convenga... Gracias Orejas, no podré pagarles nunca lo que hacen y yo quiero ser como ustedes cuando sea grande (a propósito, el mes que viene seré un año “más grande” y espero felicitaciones, porque ando engreidísima).

Saludos a todos, y besos a mis amigos....


Emevé



Consigna en los viajes del Papa: gritar y cantar como locos.- José M.

Comparto plenamente la opinión de Flanpan de su último escrito. En la visita del Papa a Covadonga, realicé el viaje desde Valladolid a Asturias, acompañado de cuatro tipos de más 1.80 de estatura, en un vehículo marca seat 127, que sonaba a lata que parecía que se iba a desmoronar en cualquier momento, y  con las ventanillas bajadas a tope porque hacía un calor espantoso mientras atravesábamos los extensos páramos de Tierra de Campos. Luego, por la noche la subida andando a Covadonga, y allí la espera interminable a la intemperie hasta la mañana siguiente para recibir al Papa, sin ni siquiera un miserable café que llevarnos al estómago. Por cierto, recuerdo que en la subida a Covadonga perdí mi precioso reloj  marca Festina de última generación. Consigna: gritar y cantar  como locos desde que llegara el Papa hasta que ya no divisáramos el helicóptero Papal.

     En el viaje de vuelta, cansados y agotados, con el rosario entre los dedos, nos lo pasamos roncando a todo roncar,  sin ser capaces de darle conversación al que conducía (éste era el único que tenía carné) y a punto de estuvimos de salirnos de la carretera. Creo que en estas situaciones el rosario debería estar prohibido.

     Hubiera merecido la pena el calor y el frío que pasamos, el sueño, el cansancio, el hambre, el riesgo de accidente, y hasta mi Festina, si nos hubiéramos enterado minimamente del mensaje del Papa. Y creo que yo fui uno del grupo de los que más me enteré: recuerdo que en el viaje de vuelta quise comentar con alguno de mis compañero alguna reflexión que hizo el Papa sobre el Génesis y la Ciencia; me dijo: no te esfuerces porque no me enterado absolutamente de nada de lo que ha dicho Nuestro Santo Padre.

José M.





Para Guttemberg y Eutimio.- Ana Azanza

Hola Orejas, quiero animar a Guttenberg a que nos cuente lo que dice al final de su intervención, anécdotas sobre cómo se coacciona a los miembros para hacer cualquier cosa con la "visión sobrenatural, la disponibilidad, la obediencia..." etc.
 
Y para Eutimio que discrepa,  después de todas las aportaciones y análisis "de fondo" sobre el tema que se han hecho en esta página, no le veo lógica a pensar que el problema del opus es sólo de utilizar malos medios para conseguir un buen fin. Seguimos discrepando. No quiero abusar del espacio, ya he escrito demasiado para seguir repitiendo lo mismo. Hablad otros por favor.
 
Un saludo
Ana Azanza




No se le obliga a nadie a entrar a esta página.- Inés

No sé cómo se me pasó el escrito de Salvelio (03/04/05), pero así fue. Sin embargo como nunca esta tarde.....
 
Salvelio: nos dices que en esta página hablamos para tontos, lo repites dos veces, y lo cierto es que la inmediata sería hacer un chiste fácil, que lo voy a obviar. Lo cierto es que me da la impresión de que no has entendido nada de nada.
 
En primer lugar me gustaría decirte que no se le obliga a nadie a entrar en esta página. Supongo que tu lo habrás hecho o porque te dio la gana o por casualidad; ni siquiera se obliga a nadie a creer lo que aquí se dice. Puede que tú consideres esta web con catalogación 6 en  el índice de "libros prohibidos".
 
Mira, hombre, qué pocas ganas tengo yo de meterme en la vida de los demás, y mucho menos dirigirlas, que no he acabado de entender eso que dices de que "Tendríais que procurar solucionar las personalidades de esta gente, no en relación a una decisión en la vida, entrar en el Opus Dei, sino en relación a la posibilidad de decidir erróneamente durante sus vidas". La impresión que tengo yo es que los que aquí escribimos lo que pretendemos es que sea cada uno quien decida si entra en el O.D., si sale del O.D. o si continúa en el O.D.
 
Y con respecto a la cita que haces a la suegra y el matrimonio fracasado de su hija, me pregunto yo ¿y si su yerno era un... sinvergúenza?
 
Oye, Salvelio, ¿a que tú eras director?. Es que todo tu escrito es un cúmulo de consejos en el que nos dices qué y cómo tenemos que hacer. Supongo que será porque nos dé la gana..... ¿o no?
 
Un saludo
Inés




Sobre detalles de caridad.- Guttemberg

Es interesante el tema sobre el que hace unos días han escrito, entre otras, Aquilina, Isabel Nath y Ana Azanza. El modo de vivir la caridad cristiana dentro del Opus, especialmente en la “vida de familia”. Recuerdo los esfuerzos que hacíamos todos por vivir bien esa virtud (sobre todo en el centro de estudios), por sonreír al pesado (y la larga lista de detalles que aparece en el famoso punto de Camino), poner buena cara ante las caritativas bromas de nuestros hermanos (puñaladas traperas que muchas veces escondían veladamente que esa persona nos caía mal), ese “dar caña con cariño”, dejar el apetitoso filete en la fuente para tomarme el que más nervio tenía (me recuerda al anuncio de Coca-Cola: qué genios). He de decir al respecto que a lo largo de todos mis años dentro llegué a saber cómo tomaban el café todas las personas de los diferentes centros por los que pasé, me tuve que aprender en un semestre las iniciales de todos los que lo hacíamos ya que tenía el encargo de distribuir las bolsas de la ropa a todas las habitaciones del colegio de Fermento en el que hacíamos dicho curso, ya que no había administración y se llevaban a una lavandería de la ciudad todas las semanas. Como veis todo esto está muy bien, pero detrás de ello está la intención con la que se vivía. Por mucho que supiera todo eso, no quería más a “mis hermanos”. Se hacían verdaderos esfuerzos por cumplir todos esos protocolos. Pura artificialidad dentro de un mundo más artificial aún. ¿Quién de nosotros ha de poner esfuerzo en condiciones normales para vivir la caridad, el amor, el cariño con cualquiera de nuestros hermanos de sangre, con nuestra madre, con nuestro padre (el de verdad), con los hijos, con la mujer, con la novia, e incluso con los buenos amigos? Nadie. Todo eso era un montaje para que en los centros no saltaran chispas, no hubiera rifirafes, normales por otro lado entre personas de tan distinta índole cultural y personal, si bien, bajo la apariencia del “hacer más agradable la vida a los demás”.

Esta y no otra es la forma en la que se vive la caridad cristiana en los centros del Opus. Puede haber muchos detalles forzados de cariño, no son más que eso, formas. Ante los chicos de San Rafael y toda la gente que desde fuera se acerca a la Obra, hay que mantener las formas, hay que aparentar que nos queremos y que vivimos en un ambiente de continuo amor fraternal. Hay que desvivirse por los chicos nuevos cuando llegan para que se encuentren como en casa, para que ese ambiente les atraiga y sea más fácil después el acercarlos a la posible vocación. Pero después se descuidan las normas más elementales con los que ya están dentro, a veces, de forma tan sibilina que parece que se está viviendo una verdadera caridad. No es así, todo es forzado. Hay que acompañar a comer al que llega el último no por caridad y cariño, sino porque así lo dispuso el fundador. Hay que hacer corrección fraterna, con caridad y cariño porque así lo exige el buen espíritu. Hay que gastarse bromas, eso sí, siempre con cariño, porque así se hace la vida más agradable al resto (menos al que recibe las bromas, que siempre solía ser el mismo). Hay que escuchar lo que otros dicen en las tertulias, más por respeto que por caridad. Siempre hay detrás un motivo distinto al del sentimiento sincero y verdadero de afecto y cariño para hacer esas cosas.

 

En fin, la caridad, como otras muchas cosas dentro del opus, no es más que algo artificioso, un cúmulo de normas de comportamiento recubiertas por el barniz de los lazos sobrenaturales (más grandes que los de la sangre). A mi familia de sangre y a mis amigos (los de verdad) yo los quiero sin pararme a calcular las consecuencias.

 

Y a todos los que hacéis y leéis esta página, también se os quiere.

 

 

Guttemberg

 




 

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