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CORRESPONDENCIA

 

24-mayo-2004

 

(de Flavia) observaciones varias, y de qué sea una conciencia recta


Queridos amigos:

Deseaba acercar algunas ideas en torno a unos cuantos correos de los últimos días.

En primera instancia quisiera detenerme en la idea de que el Opus Dei y los católicos en general, estamos en el mismo "equipo", expuesta por Jacobo en su mensaje del 19/5.

Ya se ha contestado a esto en otros correos, pero me parece importante destacar que ni la Iglesia ni el cristianismo son un "equipo", y que no creo que se pueda frivolizar el problema de las incompatibilidades entre la doctrina y la praxis de la Obra y el mensaje cristiano, bajo la forma de la pertenencia o no al mismo "equipo", o a la misma "tribu". Yo no sé si hay dificultades para comprender que las cuestiones que en esta WEB se ventilan son graves, reiteradas, numéricamente significativas, y, lo peor, impunes. Así que, un poco más de seriedad en el análisis, no vendría mal.

Luego, Ludovicus, en su correo del 20/05, señala un tema complicado, a saber: ¿conoce o no la Santa Sede los tejes y manejes institucionales de la Obra?, y si es así, ¿cómo puede explicarse la actitud de aprobación jurídica de la Obra, la canonización de Escrivá, en fin, la relevancia que hoy el Opus Dei tiene en el Vaticano?.

Entiendo que hallar una respuesta exacta a esa pregunta es extremadamente difícil, lo es respecto del Opus Dei, y también de muchas otras situaciones justificadas "en nombre de Dios", y también "de la santa Iglesia". Sí creo que, más allá de que se conozcan o no los "detalles" de la vida en la Obra, sí hay una percepción de las ideas y estrategias generales de esta institución, y que el diseño vaticano actual las aprueba y potencia, dada la fisonomía que ha tomado la política eclesial en las últimas décadas.

En lo personal, yo lamento esta situación pero no me extraña particularmente, pues no considero que la Iglesia como institución sea una isla, al contrario, creo que en su devenir histórico se encuentra tomada por los desafíos del momento, y que los modos de respuesta a tales desafíos son los caminos a través de los cuales se configura como realidad temporal. Esa dimensión temporal, que no puede ser ignorada, no es definitiva, ni está exenta de contradicciones: consecuencias inevitables de la "finitud" de lo que está hecho por seres humanos, por simples mortales, sí debe ser puesta en perspectiva, en su lugar adecuado, por la naturaleza y misión de la Iglesia como realidad sobrenatural. Y ahí estamos...

Entonces, entiendo que es necesario evitar la ingenuidad de suponer que la Santa Sede nada sabe del diseño institucional de la Obra, y por eso la apoya; y también la asunción de este estado de cosas como definitivo, o siquiera como inmodificable, simplemente porque hoy es así. En la actualidad la actitud de la Santa Sede hacia la Obra es la que "se ve", pero eso no significa que sea la mejor, o la más justa. Hay que seguir echando luz, con rectitud de conciencia, y "no poner la confianza en los magnates", como dice el salmista.

Luego, en su mail del 21/5, Zuri realiza una serie de considerandos centrados en rescatar nuestra experiencia en la Obra, en fin, en valorizar nuestro pasado, en que la cosa no fue tan mala, sino que nos encontramos con algunos desgraciados, que nos "desgraciaron", para hablar en criollo. Del pasado personal de quienes frecuentamos esta WEB, de su balance, de sus riquezas y pobrezas, de sus heridas y sus curaciones, ha de ocuparse cada uno de nosotros, según entienda y desea. Pero, la naturaleza de la experiencia general de haber sido miembros de la Obra, amerita otros considerandos, y la verdad es que el contenido del correo me parece muy poco serio.

En esta WEB se han vertido ríos de tinta (cibernética), describiendo, analizando, mostrando, cómo el problema con la Obra no es la existencia de "malas personas", con las que nos hubiera tocado en suerte lidiar a los ex que frecuentamos esta WEB, a otros ex, o a otras personas que han tenido malas experiencias con el Opus Dei. El problema de la Obra es estructural, tiene que ver con que sostiene ciertos valores, los lleva adelante de cierto modo, los concreta internamente en determinadas estrategias, que afectan específicas dimensiones de la vida de las personas y los grupos.

Después está el problema de si el Opus Dei es reformable o no, si hay carisma fundacional al cual "volver", respecto de lo cual ya me he expedido en sentido negativo, por motivos concretos, que expuse en su momento.

Aún en el supuesto de que yo, en particular, hubiese vivido con gente "santa" y realizado acciones loables en general, cosa que no descarto per se, permanece un problema, grande no "pequeño", y es que, desde mi óptica, la dificultad fundamental con la Obra no son los "peores" de sus miembros, sino los "mejores", los "santos": el hecho de que una institución logre automatizar y despersonalizar a sus miembros hasta tal punto que, aún los más virtuosos cierren los ojos a situaciones, doctrinas, prácticas, de índole manifiestamente negativa, y, a menudo, de efectos destructivos.

Hace muchos años, luego de mi salida, me encontré con una de las "mayores" del que fue mi centro, a quien siempre consideré, hoy en día también, muy buena persona. Cuando le pregunté porqué no había dicho ni hecho nada, durante la larga agonía que fue mi proceso de salida (quiero destacar que esta persona, por su rol interno, debía estar en conocimiento de lo delicado de mi situación), me respondió que ya había quien se ocupara de eso, que la directora a cargo era la que sabía qué era lo mejor para mí. Hete aquí que "el saber" de la directora a cargo, "el saber" de cualquier persona que hubiera sido directora en ese momento, y hubiera aplicado los criterios previstos, con el condimento del "buen espíritu" correspondiente, podría haberme mandado a la tumba o al psiquiátrico, de no mediar la intervención de mi familia, y luego, mi partida.

Reitero, el centro de la cuestión no es la "bondad o maldad" de los individuos (en caso de que pudiera "medirse" tan fácilmente), sino los modos de funcionamiento y legitimación del Opus Dei, de una institución que produce los efectos nefastos que produce en su esfera más íntima y propia: sus miembros. Por lo cual, entiendo que no pueden banalizarse las consecuencias de la experiencia de haber sido miembros de la Obra para la vida de las personas, ni el espacio de la WEB, sea como lugar para compartir experiencias, para analizar, para debatir, en fin, para tomar la palabra, después de un prolongado e injusto silencio.

En relación a lo que comenta Miss Led, en su mensaje del 21/5, acerca de los movimientos laicales en la Iglesia, y del proceso de composición de la Exhortación Christifideles Laici, he de decir que, según comenté antes, ciertamente estamos en una época eclesial muy particular, en la que se respira un aire autoproclamatorio, en la que se observa una tendencia marcada a la vigilancia, al rigorismo, etc. Pero, sin conocer a los "kikos", que no han llegado, al menos no masivamente, al Sur del Sur del Río Grande, he de decir que tanto Comunión y Liberación, como el Movimiento de Focolares, como otros movimientos por el estilo, no pueden ser comparados con justicia al Opus Dei, pues, por más que participen, algunos con mucha energía, de este "elán vital" eclesial, no responden al diseño de "institución total" que tiene la Obra.

Otra discusión puede ser, en el momento actual, cómo las líneas vaticanas se llevan adelante a través de estos movimientos, cómo hace rato que la vida religiosa apostólica ha entrado en crisis, respecto de su identidad y relevancia eclesial, cómo "la hora de los laicos" ha sido interpretada y llevada adelante por este pontificado en relación a estos grupos, pero, estas son discusiones específicas en las que habrá que hacer la diferenciaciones que correspondan, para no quedarse sin comprender lo medular de las cuestiones en juego.

Finalmente, diré algo más en función de la remanida discusión acerca de la canonización de Escrivá, y si eso hace al Opus Dei incuestionable, y si, en general, la aprobación eclesial hace al Opus Dei intocable, etc.

Ya se ha dicho que las canonizaciones no son dogmas de la fe, además, las canonizaciones son fruto de un proceso judicial canónico, por el que se concluye que alguien vivió la vida cristiana ejemplarmente, y en el cual los milagros, (que realiza Dios, supongo que está claro), lo muestran como intercesor ante Dios, en virtud de la fe de aquella persona que se confía a dicha intercesión.

Los dogmas de la fe son aquellas verdades reveladas por Dios, conservadas y custodiadas por la Iglesia: el depósito de la fe. Cuando la Iglesia proclama estas verdades, se apoya, como dice la constitución conciliar Dei Verbum, en lo revelado por Dios en la Sagrada Escritura, en la tradición de la Iglesia, en las definiciones dogmáticas del Magisterio.

No creo que la canonización de Escrivá, ni la de nadie, sea una verdad revelada por Dios, y reafirmada por la Tradición y el Magisterio ex cathedra. Recordemos que en las canonizaciones, se canoniza a una persona en particular, cuya vida ha sido examinada en el proceso correspondiente, así como los milagros atribuidos a su intercesión, a fin de inscribirla en el catálogo de los santos, no para incorporarla al Credo, como un artículo de la fe. Lo que se juega en la canonización es la autoridad de la Iglesia para realizar tal afirmación, y para proponer el culto público del santo en cuestión.

Para tranquilidad de los Torquemadas que se han dado cita en la WEB últimamente, no creo que aquí esté surgiendo la nueva "herejía" de los "contracanonizantes", o "retrocanonizantes", o cosas así: puede haber quien cuestione la autoridad de la Iglesia que canoniza: no es mi caso, ni el de unos cuantos aquí, por lo que he leído; y puede haber quienes, como es mi caso, cuestionemos este proceso de canonización en particular, aceptando la autoridad de la Iglesia, y esperando que en algún momento esta situación se aclare. En todos los casos, como no ha sido revelado en la Sagrada Escritura que que Escrivá sea santo, y no existe ninguna enseñanza de los Padres de la Iglesia al respecto, ni su carácter de bienaventurado ha sido proclamado como el décimotercer artículo del Credo, simplemente, no es santo de mi devoción, ni de la de muchos, y puede uno discutir lo que hizo y lo que dijo, sin caer en la herejía, ni provocar un cisma... ¿OK?.

Finalmente, está claro que, tanto la canonización, como la aprobación jurídica de la Obra por parte de la Santa Sede (todo ocurrido en las últimas décadas, por lo tanto, muy reciente, aunque a veces parezca definitivo e inapelable), implican una reafirmación del lugar que el Opus Dei ocupa en la Iglesia, manifestando su relevancia eclesial. Esta es una cuestión de hecho, y la pregunta, la de fondo, es: ¿basta con que algo sea un hecho, o con que esos hechos sean convalidados por una autoridad (legítima, incluso) para que sean justos, o verdaderos, o buenos? (recordemos que no hablamos de verdades de la fe). No, no basta. La fuente de la verdad, de la justicia, de la bondad, de "los hechos", no se puede determinar por ningún acto de la voluntad, sino que los actos de la voluntad han de ajustarse a esos principios, evaluándose desde ellos.

No hay "obediencia debida" que valga cuando uno advierte, en conciencia, que en una institución se actúa y se adoctrina contra los mandamientos de la Ley de Dios, contra los preceptos más elementales de la moral natural, manipulando, incluso, la doctrina de la Iglesia; cuando, además, se toma nota de que esa praxis y esa doctrina no son accidentales, sino constitutivas de la identidad de tal institución, en este caso, del Opus Dei, y que esa identidad, en su despliegue, vulnera, destruye y daña la vida y la dignidad de las personas.

Decir estas cosas no es fácil, no es agradable, no es cómodo, de hecho, nadie está obligado a hacerlo, pero es urgente, es necesario, y es un derecho que no puede negarse a quienes conocen, conocemos, de qué hablamos, cuando hablamos del Opus Dei.

Perdón por alargarme, y saludos cordiales
Flavia


(de KleinesAL) Qué gran verdad


Para Brian

Muchas gracias por tu correo del 23.5. Los dos últimos párrafos de tu mensaje retratan de forma clara la experiencia de tantos y tantas.

Habrá quien replique, "eso no es el Opus Dei..." Lo único que puedo decir es que ese sí es el Opus Dei que yo viví de joven y me consta que no se trataba de una "aberración puntual".

Un abrazo a todos
KleinesAL


(de Pastor Protestante)

He leido su respuesta a mi mensaje en su pagina web contra la Obra. Se lo agradezco mucho. Me asombra su agresividad y pido disculpas si les he herido con mis preguntas.

En cuanto a sus dudas:

Cuando hablo del enemigo, me refiero, por supuesto, al Demonio.

Si. Según tengo entendido, cuando uno niega un Dogma de Fe, en efecto, queda fuera de la Iglesia Católica.

Con mi mensaje no quería crear polémica en su web, tan solo eran preguntas retóricas a las que ambos sabemos la respuesta. (O al menos yo, que siendo PROTESTANTE (luterano, si) parece que conozco mejor su Iglesia... y desde luego a la Obra, en la que tengo muy buenos amigos y que no coinciden para nada con lo que pintan ustedes aqui, aunque aseguren haber pasado en ella media vida).

Pero cada uno habla de la feria como le ha ido en ella ¿no?

No obstante, pueden crear polémica. Pero lo importante no es engañar a la gente (pueden hacerlo: lo importante es que al final todos responderemos ante Dios. Espero que puedan convencerle a Él con sus argumentos contra SU Obra.

Un cordial saludo.

Alberto

(Nota del oreja: el otro día firmaste como Alejandro Díaz, hoy como Alberto... ya no sé a dónde hacer el link. Hala, pues yo también protesto. ¿Algo te impide como protestante quedarte con un nombre o un nick fijo o es por marear?)


(de Marco) No quiero hacer el ridículo

Estela:

¡¡¡Claro que podemos ayudarte!!! Yo, como tú y todos, fuí de los que se creyó que tenía hermanos y hermanos en la Obra, y aunque cuando te vas te desilusiona darte cuenta de lo qué en la Obra representan las palabras "amistad" y "fraternidad". Al menos para mí, y seguro que para todos los que han leído tu mensaje, continuan teniendo el mismo sentido. ¿Cómo no vamos a ayudarte? si has compartido las mismas ilusiones, esperanzas, angustias y problemas que nosotros.

Eres una persona valiente: tienes nuestra admiración, nuestro cariño y puedes contar con nuestra ayuda.

Te contaré que al poco de salir de la Obra, hace unos veinte años, vi en "La Clave" -un programa de televisión, entonces muy conocido- un debate sobre la Obra. En él participaba el que había sido uno de los primeros socios numerarios de la Obra y que acabó dejándola. Como tú y como yo. Al finalizar el programa sólo quiso transmitir un mensaje a sus antiguos compañeros de la Obra, les dijo: "si no vivís la caridad estais haciendo el ridículo".

Es la primera vez que escribo a esta web, no pensaba hacerlo, pero yo sí que no quiero hacer el ridículo.

Como ves, me permito hablar en plural, pienso que todas las personas que hemos pasado el mismo "trago", hemos ganado en humanidad. En esta web podemos escribir o leer lo que queramos sobre la Obra, pero si no respondieramos a tu mensaje, estaríamos haciendo un ridículo espantoso.

Agustín Goytisolo, escribió una poesía "Cartas para Julia", que me ayudó cuando tenía treinta años como tú y me sentía solo y descolocado tras haber dejado la Obra: "...junto al camino nunca digas no puedo más yo aquí me quedo. Yo aquí me quedo. La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares tendras amigos, tendrás amor..."

Además somos muchos los que nos creímos lo de la fraternidad, los que entonces, aún sin conocernos, sin haberte visto nunca Estela, pensábamos en tí, rezábamos por tí, nos sacrificabamos por tí... La Obra ya no estará en tu vida, pero continuas teniendo nuestro cariño. "...ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor..."

No vivo en Madrid, pero puedes contactarme a través de los Orejas. quieras.

Marco

P.D.: Por la edad puedes considerarme tu hermano mayor.


(de Miller) MANIPULACION DE LAS CONCIENCIAS


Creo que es algo común en cualquier institución y que también se observa en ésta.

Se fomenta que la gente no piense ni reflexione para que obedezca al mandato de unos pocos que no poseen la suficiente autoridad para respetar las normas elementales mínimas de la propia institución.

De esta manera mediante sofismas y argumentaciones confusas, promoviendo un activismo penoso, se manipula a las personas, usando las mismas técnicas que utilizaría cualquier organización desconocedora de la dignidad del cristiano.

No hay confianza en los demás porque los mismos que dirigen la institución desconocen el derecho propio y desconfían de la bondad de las respuestas "de libro" que la institución brinda.

En este equilibrio inestable permanente, a una mentira pequeña se van sumando otra y otra... y ya no hay posibilidad de volver atrás, sino de hacer blanqueo, ignorar lo pasado y seguir para adelante. Eso sí, sin pensar nunca...porque hace mal.

Miller


(de Nacho P.) Mi opinión

Hola amigos,

Encontré esta página hace un par de semanas, por casualidad (haciendo otra búsqueda en Google apareció un link a uno de los escritos vuestros). Sólo quiero daros mi opinión en general, sobre vuestra página y sobre el Opus.

Yo fui numerario durante cinco años. Entré con 16 años y salí con 21, aunque estuve yendo por Clubs y Centros (Llambria, en Madrid) desde los 12 años o algo así. Pité en Llambria y luego marché al centro de estudios (Colegio Mayor Santillana), donde dejé el Opus en el segundo año. Una vez que lo dejé, estuve durante un tiempo yendo (creo que una vez por semana, quizás una cada dos semanas) a la Delegación, donde hablaba y me confesaba con uno de los curas que había estado en Santillana (D. Juan Luis O.). Poco a poco fui dejándolo y actualmente no tengo ningún contacto con el Opus, salvo el que mantengo con gente ex o no ex de mi época de "opusino".

Lo que quiero deciros es que en todo el tiempo en que estuve allí, no viví ninguna de esas tan horribles experiencias que muchos de vosotros decís haber vivido. Mi paso por el Opus fue bueno, me enseñaron a conocer a Dios, a vivir en su presencia, a rezar.... me hicieron madurar en muchísimos aspectos y, sinceramente, les estoy muy agradecidos. Hoy tengo 36 años, estoy casado y tengo tres hijos, y soy plenamente feliz. Mi mujer tiene bastante manía al Opus (aunque la verdad es que nunca ha tenido ninguna relación con la Obra, habla un poco de "oídas").

Allí, tanto en Llambria como en Santillana, en el Opus en general, me encontré con todo tipo de gente, supongo que lo mismo que en cualquier otro grupo de gente, y recuerdo haber conocido a la gente más maravillosa, pero también a la más despreciable. Había de todo, como en botica.

Es verdad que había muchas cosas que, mirándolas ahora con perspectiva, no me gustan, o que cambiaría si de mí dependiera, pero probablemente sea porque la Obra, en el fondo, no es mi camino. Y probablemente a vosotros os suceda algo parecido. Quizás equivocásteis vuestra vocación, y por eso lo pasásteis tan mal (digo quizás, porque no seré yo quien, ni por casualidad, me atreva a juzgaros), porque nada hay más horrible que estar en un sitio (y más en un sitio como el Opus en el que estás "las 24 horas") en el que no estás plenamente convencido de que es tu sitio (o que no lo es aunque estés convencido de que sí lo es).

Yo creo que más o menos lo mismo que os pasa a vosotros les pasa a gente que se va de otras "asociaciones", órdenes religiosas o lo que sea. Yo estudié en un colegio de agustinos y conozco a un cura que se fue, hablé sólo una vez con él y la verdad es que ponía a los agustinos a caldo. El Opus exige mucho, y creo que si no estás plenamente convencido, lo pasas demasiado mal, y cuando te vas, te vas muy rebotado, aunque la verdad es que ése no es mi caso. Supongo que es algo parecido a lo que sucede a los matrimonios o a los novios que se han exigido mucho, que se han dado todo, y que luego rompen la relación, muchas veces no hacen más que decir pestes el uno del otro.

Bueno, esto es lo que opino, sólo quería compartirlo con vosotros.

Ah, y una cosa: a mis hijos les llevo a un colegio de monjas, pero no les llevaría a ningún colegio de la Obra, y tampoco pienso llevarles a ningún centro...

Muchas gracias por el tiempo que habéis perdido leyendo esto,

Nacho P.


(de Cabernet)

Interesantísimo el Vademecum de los Consejos Locales que habéis publicado en la Web. Por fin podremos enterarnos de qué iba la película.

Me he leído el texto por encima, en diagonal. Pero hay un párrafo que me ha llamado la atención, pues no lo sabía (igual que tantas otras cosas):

"Para dejar que un hijo ilegítimo solicite la Admisión como Numerario o Agregado, siempre que reúna las demás condiciones, se necesita permiso de la Comisión Regional. Esta indicación se aplica también a los hijos adoptivos, a no ser que se trate de hijos legítimos y naturales de un matrimonio, adoptados por otro." (Vademecum de los Consejos Locales, Roma 1987, Capítulo I: Incorporación a la Obra, págs. 14-15)

Yo no sabía esto. Ahora comprendo por qué a mi prima -adoptada, hija natural de una adolescente de "casa bien"- nunca le dieron el coñazo las opusinas.

¿Es que los hijos "ilegítimos" -según ellos- poseen más pecados origanales que los "legítimos"?

¿Algún teólogo o canonista podría explicar esto, please?

¿Esto casa con la doctrina católica?

Si una chica embarazada aborta, está mal. Si por el contrario tiene al bebé, pues como el bebé es de madre soltera, es una cosa maldita de nacimiento.

Pienso en mi prima (a quien quiero mucho) y me indigno. Me indigno más todavía si miramos la fecha del Vademecum: no es de los años 40, no (cosa que se podría entender por la mentalidad de la época): sino que es 1987.

¿Pero en qué mundo viven? ¡Qué mentalidad más retorcida y obtusa!

No es necesario poner los "libros sileciados". Su literatura "oficial" habla por sí sola.

Cabernet


(de Xavier de Barcelona)

Respuesta a Maty

El 19 de mayo Maty escribía: "¿Familias enteras llegan a dar la espalda a un miembro, a un hijo, por no entrar en su juego? ¿Por qué lo hacen? Si fuese ANT quien estuviese dispuesto/a a darme la valiosa información que necesito..."

Por kafkiano que te parezca has de entender que una familia opusina se constituye con la única finalidad de darle hijos al Opus Dei. El que no entre en la Obra o se salga puede ser tolerado si se mantiene en la onda tan sólo porque la Obra podrá aprovechar a sus hijos. Quédate con cual es la única finalidad de las familias opusinas supernumerosas: dar hijos a Dios (entiende al Opus Dei, no salen vocaciones diocesanas o a otras instituciones religiosas).

Los hijos son captados a los 12 y, tras dos años de dirección espiritual entraban en la obra a los 14 y medio. Actualmente se ha creado la figura del aspirante de 14,5 y entran a los 18.

En la obra se dedican muchas horas a actividades en las que uno habla y el resto escucha. Son actividades algo "hipnotizadoras" y "programadoras" algo así como los discursos de Hitler que producen parecida ceguera a la que padeció el pueblo alemán. Si la actividad la da un sacerdote se hace a oscuras en un oratorio mientras el sacerdote tiene a su lado una luz, se la llama meditación. Si la hace uno de la obra, se hace una sala de estar y se le llama "Charla", aunque sólo habla uno.

El miembro de una familia que no entra en el Opus Dei se encuentra frente a una familia "hipnotizada" y "programada" que efectua constantes y curiosas negaciones de la realidad, y que le considera un fracasado porque Dios no le ha escogido para pertenecer al Opus Dei. Los miembros del Opus viven casi todas las actividades familiares con su verdadera familia (el Opus Dei) dejando abandonado y excluido al que no entra. Suelen darle de lado o tratarlo de enfermo en cuanto empieza a dar problemas, a quejarse o a somatizar esta terrible situación.

Esperando que te sirva este punto de vista,

Xavier de Barcelona.


(de Cuo) Para Estela, Tu vida continua y es muy importante

Querida Estela;

He leido tus letras y me has dejado el corazón encogido y con ganas de ir corriendo donde estas para decirte que !ANIMO¡ por favor no entres en la espiral de la autodestrucción. Te lo digo por experiencia propia. Estoy exactamente en tu misma situación aunque en otra ciudad y se lo que estás pasando.

Pienso que hemos de afrontar la vida en el momento. Cada dia tiene su afán. Intenta sacar lo mejor de cada momento de tu día y de ti misma, Dios es bueno y nos procurará nuevas situaciones y caminos que recorrer. No te angusties. me gustaría conocerte, pero nuestro pais es un poco grande todavía.

Un abrazo muy muy fuerte.

Cuo


(De José Antonio). Opinión típica de Cooperador o Arrimado.

Querido Zuri:

1/ No puedo aceptar el RENCOR que nos atribuyes. No nos mueve el rencor. Nos mueve la solidaridad; el saber que nos comprenden y que estamos en condiciones de comprender a otros; el saber que no fuimos una excepción como pretendieron hacernos creer a los que nos íbamos (menos mal que éramos “pocos”...); el comprobar que las contradicciones, los engaños y las coacciones que vimos, también las vieron muchas otras personas en muchos sitios; el saber que podemos ayudar a otros... muy especialmente a jóvenes que tengan interés en conocer la verdad sobre el opus dei... y, por supuesto, a quienes se quieran salir, o se acaben de salir...

2/ La gente no viene ésta página con ANHELO DE RECUPERAR algo de lo perdido, ni con la convicción de que no todo era mentira.

Lo que se escribe –en general- no apunta en ese sentido.

3/ Pierdes la compostura llamándonos gílis a los que hemos afirmado que NO HAY COSAS BUENAS en el opus dei. Pero el argumento que ofreces –haber pasado media vida en la obra- carece de consistencia, dado que se emplean métodos propios de sectas... Yo creo que la cuestión requiere un análisis más profundo...sin perder la compostura, porque entonces se resiente hasta el lenguaje (gilipollas se escribe con “g” y con “ll”, no con “j” y con “y”, :-).

En el opus dei hay “personas buenas” o santas... que son buenas o santas, no por ser del opus dei, si no “a pesar del opus dei”...

Y en cuanto a las “cosas”, lo que aisladamente pudiera considerarse “bueno” está tan enfangado con lo “malo” que no cabe analizarlo separadamente... El bien está ahogado en abundancia de mal... Por eso dicen que se lamentaba Ruiz Retegui de que “la obra no tiene arreglo”...

¿Qué cosas buenas podríamos analizar sin que enseguida saliera a relucir que SE PRESCINDE DE ALGUNOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS?. Repasemos un poco:

* Amarás a Dios sobre todas las cosas... ¿Seguro que se cumple?, ¿No ha ocupado la Obra en muchos aspectos el lugar de Dios, el referente Absoluto?...

Lee “Lo Teologal y lo institucional", de Ruiz Retegui, y comprobarás, por boca de un sacerdote numerario, eminente teólogo, cómo la Obra ha llegado a constituirse en el referente Absoluto y lo institucional ha ido relegando a lo teologal...

* No tomarás el nombre de Dios en vano... ¿Cómo se atreven a decirle a alguién que han visto que tiene vocación?, ¿y cómo dicen a veces, años después, que no había tal vocación?, ¿y cómo hacen esto sin pedir perdón?, ¿y cómo se atreven a decir al que se va que pone en juego su salvación eterna?, ¿y cómo se atreven a mantener que la obra no se equivoca?, ¿consideran a la obra una revelación o no?, ¿cómo se atreven a decir tanta cosa en nombre de Dios, cuando en realidad hablan en nombre de la Obra?, ¿y no es la Obra la que establece la praxis?...

* Honrarás a tu padre y a tu madre... ¿Tú crees haberlos honrado con el tiempo que te permitieron dedicarles mientras estuviste dentro?, ¿tú crees que en la obra se honraba a la Jerarquía de la Iglesia y al Pápa?, ¿por qué cabía frente a ellos el espíritu crítico que teníamos prohibido hacia la Obra?, ¿Recuerdas la película del Fundador diciendo que desde que el Papa había quitado el índice –de libros prohibidos- lo había puesto él?, ¿Eso era honrar al Pápa?, ¿Recuerdas la llamada “tentación de la vida religiosa”, que comenté en mi correo anterior?, ¿eso es honrar a la Santa Madre Iglesia?...

* No matarás... ¿No se mata –metafóricamente- a los que se van de la obra, relegándolos al olvido o/y tachándolos de desertores o/y de incapaces, o/y de desviados sexuales?, ¿no se mata de igual manera a todas las personas a las que se trata con fines exclusivamente proselitistas?... ¿no se mata de igual manera a los supuestos “amigos” con los que se hace proselitismo, cuando sus confidencias van de boca en boca sin que ellos lo sepan, y sirven al cura para orientar sus meditaciones?... ¿no se mata de igual manera a los que preguntan cosas sobre la obra, cuando se eluden las respuestas para no espantarlos?... ¿no se mata de igual manera a los que se discrimina por razones económicas, sociales o culturales?...

* No mentirás. ¿No se miente a los chavales y a los jóvenes para que vayan a medios de formación o a supuestas convivencias de estudio?, ¿no se les dicen medias verdades –o mentiras enteras- sobre la organización y funcionamiento de la obra?, ¿no se les oculta la verdad, los estatutos, el montaje proselitista, la realidad de la obra?, ¿no se miente con la “puesta en escena” que se hace para el proselitismo?... ¿Recuerdas la película del Fundador diciendo que no había votos cuando sí los había?... ¿Te puedes imaginar a Jesús y a los Apóstoles mintiendo u organizando planes secretos, con montaje incluido, para conseguir vocaciones?... Yo no puedo...

Tu afirmación de que “hemos vivido con GENTE SANTA” es muy típica del opus... a mí me transporta en el tiempo a mi Centro de Estudios, donde la oí en meditación de las 6.30 horas, en versión literal “...hermanos míos, estáis conviviendo con santos...”; pues sí... éramos bastante santos para estar de meditación a las 6.30 horas después de habernos duchado con agua fría... pero la mayoría de aquellos santos nos hemos caído del santoral... porque éramos “santos engañados”, “santos a la fuerza”... pero no santos de verdad...

4/ Yo no me crucé con ninguna persona que mereciera el CALIFICATIVO que tú utilizas (hijoputa), ni tengo queja de la actitud personal de nadie, porque comprendo que “obedecían” (obedecíamos). A todos los ví como me veía a mí mismo... metido en UN TUNEL UNIDIRECCIONAL, a oscuras por voluntad de la Obra (=voluntad de Dios), pensando que éramos “elegidos” de Dios, que el camino estaba claro (¡¿revelado?!) y que no podíamos abandonar el camino iniciado...

Incluso a los directores los ví así... unos me caían mejor y otros peor... pero creo que todos actuaban de buena fe, con arreglo a la praxis de la obra... ¡y ese era el problema!... la praxis... y la obra, en cuanto ente inasequible e insensible al que se lo debíamos todo y no podíamos pedirle nada... ni siquiera información sobre nuestra situación jurídica.

5/ No me parece acertada la COMPARACIÓN que haces de que antes íbamos a caballo y ahora vamos a pie... Me suena a OPINIÓN DE COOPERADOR o de CURA-OPUS “en plan tolerante con quien se le acerca después de haberse ido”.

Yo creo que la comparación correcta es que mientras antes no éramos libres (porque fuimos “engañados” y “conducidos” a ciegas por un túnel), ahora sí lo somos.

6/ Dices que es nuestra paz lo que está en juego... Creo que no... Yo desde luego hace mucho tiempo que vivo en paz... CONSEGUÍ LA PAZ CUANDO DECIDÍ IRME DEL OPUS DEI.

Un abrazo.

José Antonio.


(de Edu)

Queridas Orejas,

Impresionante el “Vademécum de Consejos Locales”. Cuando estás dentro y eres miembro de un Consejo Local todo lo escrito allí te parece “tan normal” y “tan sobrenatural”. Al volver a leerlo te das cuenta de la manipulación que has sufrido (y has infringido a tantos).

¿Alguien se imagina que para cumplir el espíritu del Evangelio, Jesús o los apóstoles vieran como necesario tener que exigir semejante compendio de despropósitos? No habría cristianos. Cada vez estoy más convencido de que “La Cosa” se ha convertido en una secta.

Enhorabuena.
Edu.


(de Zuri) Gracias por vuestros comentarios

He llegado después del fin de semana y me he abalanzado sobre el ordenador para ver que reacciones había suscitado mi escrito publicado el viernes: veo que ha provocado reacciones variadas y comentarios que procuraré responder.

A Dany muchas gracias por tus comentarios y por tus parabienes. Efectivamente mi empeño principal era escribir sobre valorar las cosas buenas de nuestro pasado. Al hacerlo así nos valoramos a nosotros mismos. La autoestima es importantísima. Creo que fue Aristóteles quien dijo que tener algo de autoestima es imprescindible para convivir con uno mismo. Que sigas tan "buena onda".

A Guillermo: efectivamente, lo "bailao" no nos lo puede quitar nadie. No nos lo arrebatemos nosotros mismos. En tu primer punto de discrepancia tienes razón con tu observación: haber salido del Opus Dei es el reconocimiento o el acto final de un empeño que fracasa, de ninguna manera el fracaso de una vida. Es decir, la persona que responsablemente decide irse de la Obra y seguir su vida por otro camino hace bien (hace lo que ve correcto) toma una decisión dificilísima, que se hace muy cuesta arriba y emprende nuevos empeños. La vida no se acaba, gracias a Dios, al dejar la Obra. En buena medida, para mucha gente, empieza la dura y maravillosa vida real. En ese sentido era yo el que me explicaba mal.

En segundo lugar, creo que todas las personas del Opus Dei intentan ser santos, y que bastantes se acercan mucho (utilizo el término en sentido lato, pues no hay nadie totalmente santo en la Iglesia militante). Pero:

1º la Obra tiene una serie de defectos estructurales, mecanismos perversos (en el sentido de que al buscar el bien se obra el mal), ya suficientemente analizados en esta web de falta de valoración de la conciencia individual, exaltación teórica de la personalidad de cada cual que se compatibiliza con una búsqueda deformante de uniformidad, etc. que pueden ocasionar horribles presiones e injusticias.

2º las personas (tanto directores como dirigidos en la Obra) no siempre tienen o tenemos el juicio claro, los sentimientos limpios y la voluntad fuerte.

3º el fanatismo, tanto el de San Josemaría como el de otros miembros, de alguna manera alentado en la Obra para las grandes convicciones, es un fuerte factor que distorsiona y enrarece las relaciones entre las personas.

4º al instrumentalizar visitas de pobres, labor formativa en clubes juveniles, apostolado, amistad etc. se desperdicia y se infravalora la maravilla de estas realidades. Esto es especialmente grave para personas (nosotros) cuya llamada es a santificar esas realidades haciéndolas lo mejor posible con entusiasmo y amor a las personas, y a las tareas.

Para Brian: chico, tienes toda la razón del mundo.
La verdad es que siempre me deprime darme cuenta de lo mal que me explico aunque lleve quince años de profesor. Intentaré hacerlo mejor. ¿Por qué se equivocan los directores? por cualquiera de las razones que he puesto anteriormente y quizá quede alguna más. Alguna vez o muchas puede ser por seguir el Espíritu de la Obra de modo fanático e irreflexivo.

Las personas más santas en la Obra son las que intentando hacer suyo el Espíritu de la Obra, toman lo bueno y dejan o ignoran de intento lo perverso. Esto exige gran inteligencia, rectitud de miras y gran fuerza de voluntad y no poca libertad de espíritu. Los directores que toman esta actitud son los que hacen más bien a las personas y a la propia Obra pero, como escribí en un correo del treinta de marzo esta actitud supone tal desgaste para la persona que con frecuencia acaba con la salud o con la paciencia del interfecto. Esto me lleva a otra importante cuestión ¿Qué es la mentalidad laical? Es lo mas esencial del espíritu de la Obra y se intentaba fomentar en todos nosotros.

Ahora bien, si no es decir tacos, ni trabajar como un negro; si más bien es no responsabilizar a la Iglesia ni a la Obra de nuestras decisiones personales; si quiere decir asumir la propia responsabilidad pero no sólo en nuestras actuaciones sino en nuestros criterios, en nuestra visión de la vida, en nuestra madurez de ciudadanos y de cristianos, entonces... Todos los miembros de la Obra tienen por vocación que adquirir ese criterio propio y, por otro lado les toca seguir a ojos cerrados consignas y criterios. La tensión, por tanto será constante y brutal dentro de sus almas y con frecuencia las decisiones de gobierno les llevarán a interpelarse seriamente. Si alguien puede ser honrado y consecuente en esa tesitura sin acabar trastornado, enhorabuena: puede llegar a ser santo y , de paso, el mejor mago o el mejor equilibrista del mundo. Y si prescinde de su sentido racional no será de verdad Opus Dei, habrá fracasado en su vocación, por mucho que sea "el brazo implacable del criterio y la conveniencia de la Obra". Es decir, querido Brian que coincido contigo en buena parte de lo que dices y espero haberme explicado mejor ahora.

Respecto a tus preguntas ¿quién tendría que pedir perdón a quién? mi respuesta es que sin duda el ofensor al ofendido, el que manipula la conciencia y las decisiones de un chico joven es el que tendría que pedir perdón a este. Pero eso: 1º está fuera de nuestro alcance; 2º ya ha sido tratado con mucha frecuencia en la Web.

En cambio el tono general de muchos mensajes es despotricar de la obra, de nuestras actividades cuando estábamos dentro, de los amigos o hermanos que tuvimos y del valor y de la eficacia de nuestra entrega. Y es lógico que proteste, el que ha sido víctima de los mecanismos perversos de la Obra o el que ha sido maltratado, o abandonado o perseguido. Y es lógico y bueno que se denuncie la injusticia y el peligro a los cuatro vientos. Pero el que esté en proceso de reconstrucción personal que no tire a la basura su pasado: los amigos que tuvo, los que conserva, los que recuperará; los recuerdos de sus logros; su conciencia de haber buscado el servicio de Dios; las labores humanamente y sobrenaturalmente enriquecedoras a las que aportó lo mejor de sí mismo.

Y lo más difícil va a ser contestarte, Lydia. Siento haberme explicado tan mal y haberte causado dolor y enojo con mis explicaciones. Creo que te debo una explicación más personal. Si yo veo con cierta frecuencia a cuatro de los residentes del antiguo Centro en que viví por espacio de 14 años y donde abandoné la Obra, si mantengo la amistad con ellos a pesar de las actuaciones desafortunadas que tuvieron algunos de estos en mi salida, eso para mí es real, son amigos que han demostrado la realidad de su amistad y de su fraternidad cristiana. Eso para mí es un tesoro, una de mis escasos haberes con los que reconstruir mi vida. Si un director de la delegación, después de mi salida me acompañó a ver casas para elegir una para alquilar, pues se lo agradezco en el alma. Si recuerdo la labor que desarrollé durante años en clubes juveniles y en que intenté transmitir a los muchachos el conocimiento de la naturaleza, el espíritu de trabajo, la práctica de la amistad, el amor a Dios, pues eso me acompañará toda la vida.

Decía Khalil Gibrán en "El profeta": "no te empeñes en cojear delante del tullido imaginando que eso es caridad". Y por eso te digo, Lydia: siento las vidas humanas destrozadas, siento las presiones despiadadas, siento los engaños y los malos tratos y las persecuciones, y me angustia el dolor y el sufrimiento de tanta gente que se asoma a esas páginas. Para entenderlo me basta recordar mi último año en la Obra y la horrible desesperanza que me invadió. Pero en nuestras manos, en las mías, en las tuyas, y en las de todos los que leen la web, está un remedio poderoso:

valorar nuestras vidas y nuestra historia,
valorar nuestros sueños y nuestra entrega generosa,
valorar a nuestros amigos,
sacar lo mejor de nuestros recuerdos,
valorarnos a nosotros mismos, tener el orgullo de haber sido consecuentes con nuestras convicciones tanto cuando entramos como cuando salimos, de ser hombres y mujeres de una pieza.

Usar de todo ello para reconstruir nuestra vida sin rencor que envenena, sin odio que ensucia y sin miedo que paraliza, confiar en Dios que ha permitido todo eso por algo (Él sabrá por qué) y no dejará de premiarnos.

Por lo demás respeto las opiniones que manifiestas en tu escrito y espero que encuentres árboles inamovibles que te den sombra y refugio, por mi parte te brindo mi amistad.

Bueno pues gracias a los cuatro, os envío un abrazo fuerte a cada uno.

Lamento haberos causado dolor o enfado a algunos y espero haberme explicado mejor ahora.

Abrazos

Zuri


(de drm)

sois unos resentidos sin ningún criterio y con la única intención de tirar piedras contra quien hace el bien. Me encanta lo de que se admiten todas las opiniones menos las equivocadas. Toma lección de tolerancia.

Yo me suelo comedir en mis opiniones con la gente que piensa distinto que yo, que son muchos y muchos de mis amigos, pero ante semejante sarte de estupideces no me puedo contener. No hace falta ser muy inteligente para sacar citas de contexto y darles el sentido que se quiera, ni para interpretar los sucesos de cada uno, por muy de cada uno que sean, de la manera más beneficiosa para el interesado. He llegado a esta página buscando información veraz y me he encontrado con esto.

No me extraña que ya no esteis dentro del Opus. Lo que no sé es a quién engañasteis para que os dejaran entrar...

drm




NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, en asuntos del opus, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben. Cuando el tema al que responde el oreja es una pregunta en relación a cuestiones técnicas, sugerencias, inclusión de nuevas secciones... etc., lo hace en nombre de los orejas que creamos la web, la mantenemos y la actualizamos.



 

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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?