Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Libros silenciados
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
¿Qué es el Opus Dei? (FAQ's)
Contacta con nosotros si...
Correspondencia
Diario de a bordo
Tus escritos
Homenaje
Links

CORRESPONDENCIA

 

16-3-2004


(De Fabrizio) Saludos a todos.

he encontrado por casualidad esta página y me he sentido feliz de que alguien haya tenido esta iniciativa, en cuanto que sólo quién ha estado en la obra, según mi experiencia, puede entender realmente el trauma interior y la dificultad que pasa quién ha decidido dejarla, y tratar de ayudarlo, más que con el consejo, con el contar la propia vivencia.

Os escribo desde Italia. Dejé el Opus en la década de los 90, tras 14 años de numerario y cuando ya estaba en la treintena.

También yo me cuento entre los que están hoy felices de haber dado este paso, aunque después de mucho trabajo interior y con los traumas consiguientes para volver a la "vida normal".

Mi intención es enviaros en las próximas semanas algunas páginas que ya desde hace algún tiempo había decidido escribir para tratar de racionalizar este período de mi vida del que no reniego, pero que no por esto creo que estén libres de crítica (y de autocrítica).

Espero que a otros además de a mí (y es por la que las escribo) puedan servirles de ayuda.

Por el momento, mi saludo y si tenéis un poco de paciencia, os contaré un poco más de mi.

Saludos,

Fabrizio.


(De Lydia)

Salvador

Una pena que te vayas muchacho, y otra no sé porque al final separas los besos de los abrazos, lo bonito es dar de todo a todos, creo yo.

Cuando dije que no teníamos que entrar, es que a mí, a parte del dinero que me quitaron que no me lo van a dar, y el tiempo, que tampoco, no se me ha perdido nada en ningún centro por los siglos de los siglos, amen. Sencillamente eso.

Luego he leído entre líneas, el resto de tu correo, me cuesta entender muchas de las ideas, pero veo que dices que no puedes renunciar a una parte de tu vida refiriéndote a, pienso, una ruptura total con el opus porque de algún modo es parte de tu vida. Yo no lo siento así, ellos me robaron la vida, el alma, la libertad y la conciencia. Cuando estaba dentro no era yo, era una marioneta, un títere, una gili, por decirlo claramente, a quien se le daba la dosis de información suficiente para cumplir unas tareas demasiado pesadas para "la élite".

Eso no es vivir.

La vida es de cada persona y hay que llevar las riendas uno mismo. Mirando hacia atrás una de las mayores satisfacciones que tengo es que se lo solté un día a la de san Miguel, "tú te has creído que las numerarias son muñecos en tu armario."

No miraba la vida más que por los cristales que ellas me habían puesto delante. Hasta en las fotos noto que mi cara de verdad es la que tengo ahora, estaba en la hinopia. Así que me alegro de no ser más como un pinocho de madera sujeto por unos hilos, Dios no me ha dado la existencia para eso ni a tí tampoco ¿qué es lo que hay que echar en falta de entonces? la vida real es la que tenemos por delante, de lo demás se aprende pero se corta con ello, y se ve el mundo mucho más grande y bonito, más normal. Porque has de reconocer que allí dentro no se ven las cosas como las ve la gente de a pie, sino con unas clarividencias que no son normales.

besos y abrazos
Lydia


(De E.B.E.) "Entrar para irse"

Salvador, respondo tu pregunta.

«Entrar para irse» es construir una decisión a conciencia y libre. Y a veces la conducta más acertada es la paradojal: para dejar la Obra a veces hay que «volver» más que buscar alejarse haciendo uso de una fuerza de voluntad que no lo consigue. Acercarse a veces es el mejor modo de alejarse. Si uno está enganchado aún, alejarse implica darle mayor fuerza a ese vínculo que se quiere romper, y terminar al mismo tiempo agotado y vencido en el intento. Por ello, es necesario «aflojar» y acercarse para así desengancharse (como es el caso de un resorte, cuánto más se estira más fuerza concentra y más «atrae»; para desengancharse hay que acercarse, aunque la «lógica» nos indique que «volver» es la dirección equivocada). No tiene que ver con una cuestión física sino con un proceso interior. No tiene que ver con la Obra (ni con «acercarse a ella») sino con uno mismo.

Es hacerse dueño de uno mismo.

Entrar para ir a buscar lo que de uno pueda quedar «dentro» (en la conciencia) e irse completamente, sin sentir que uno es echado (aunque haya sido así en primera instancia, pero no ya en segunda, cuando uno construye esa decisión de ruptura libremente).

¿Cómo se hace? No tengo la menor idea, porque es un proceso muy personal.

Saludos,
E.B.E.


(De ÑamÑam) Para Rubén

Rubén: Te doy varias sugerencias para que sobrevivas en la "guarida del lobo", recordando unos añitos en que trabajé en un colegio de ese tipo y fuí tutor de chavales como tú.

1.Ante todo, procura fomentar tu espíritu crítico. No aceptes nada de lo que te digan sin criticarlo, sin preguntarte ¿porqué? Lo fundamental es que no te comerán el coco si tú no te dejas.

2.Te recomiendo que rehuyas conversar con el tutor de temas religiosos o personales. Responde con evasivas, generalidades o respuestas dobles. O sea: no le abras tu intimidad. Pero nunca te enfrentes a él, sé lo más simpático que puedas, habla mucho con él de fútbol, de cosas variadas..... En cambio, aprovecha la formación que te pueda dar tu tutor respecto a otros temas, como son: como estudiar mejor, como aprovechar el tiempo...

3. Lo mismo, pero con mucho más cuidado, respecto al cura y las conversaciones con él. No te confieses nunca con él. Díle que lo haces con otro, fuera del cole. Si te pregunta por qué no comulgas -si es que ese es tu caso- responde que no te debe controlar así.

4. Procura no coger fama de "anti-opus". Nunca digas que no te gusta , o que estás en contra.... Que piensen que eres rarito, pero buena persona, no un elemento subversivo.

5. No aceptes nunca invitaciones a convivencias, retiros..... y ándate con ojo con otras actividades extraescolares: esquiar.... que siempre están planeadas para captar a la gente. Si organizan visitas a pobres, tampoco vayas.

6. No vayas nunca a centros del Opus Dei, clubs.....

7. Evita el trato con los compañeros que son del Opus Dei o sencillamente, acuden por el club.... recuerda que, como jurídicamente no son aún miembros de la Obra, pueden decir que no son de la Obra sin mentir "oficialmente" (pero mintiendo ante Dios y su conciencia)

8. No hagas demasiado caso de los criterios morales, pues son gente muy estricta, a veces más de lo que la propia Iglesia indica. Especialmente en el tema de la formación sexual: la que dan es nefasta. No te creas que todo es pecado mortal...

9. Procura que tus padres vayan lo menos posible por el colegio: no les entregues convocatorias, no facilites que hablen con el tutor....

10. Estudia mucho, aprovecha que realmente suelen ser colegios exigentes.

11. Si puedes, hazte una pandilla de amigos que no vayan a Altair, o al menos, que tengan la misma actitud que tu.

12. No leas nada, nada, nada, de lo que te recomienden en los aspectos religiosos o morales. Procura rehuir su bibliografía.

13 Nunca aceptes la idea de que el Opus Dei es la única manera de vivir a fondo el cristianismo. Es una grosera mentira.

14. Por defenderte del Opus Dei, no caigas en alejarte de Dios. Ese tema lo irás resolviendo en conciencia, a tu manera.

Al final verás como te dejan en paz. Son muy prácticos, y como sólo les interesa sacar partido, pescar a gente y no perder el tiempo.... te dejarán por imposible. Yo hice lo contrario de lo que te estoy diciendo (bueno, no exactamente porque no estudié en un colegio de esos...) y al final me pescaron.

Tienes toda la vida por delante. Suerte chaval

Ñamñam


(De Ibert)

Orejas de guardia,

Antes que nada felicidades a los creadores de la página. Realmente para realizar ese seguimiento y orientación durante más de un año, significa que los traumas sufridos, en los ex, han dejado huellas profundas y difíciles de superar.

Son tantos los años que pasaron desde que dejé el Opus, que ni siquiera recuerdo a que nivel llegué como supernumerario. Eran los años 60. Lo que si recuerdo es el nivel de compromiso que tenía con la Obra. Ciento por ciento. Comparto con los ex, los tiempos difíciles en el proceso de alejamiento, aunque, después de leer tantos testimonios, comprendo que para los exsuper son mucho menos “sufridos” que para los exnumes. Cuánto de lo que leo, compartí, deduje o intuí en aquellos tiempos.

En mi caso, dos fueron las principales causas para repensar mi estadía en el Opus.

La primera, la falta de sensibilidad, personal e institucional, hacia los temas sociales. Los miembros, en los hechos, eran (me imagino, con mayor razón ahora, son) muy conservadores políticamente. Los pocos que tenían una posición política, en la época, moderadamente “socialista”, fueron una excepción y tanto así, que no soportaron la camisa de fuerza con la que tenían que lidiar en la institución y abandonaron, calladamente, la obra. Y vaya si eran el ejemplo de pluralidad y de libertad “personal” de los miembros en la política. Para situarnos, estoy hablando de Roma, más precisamente, fui residente durante varios años de la RUI (Residenza Universitaria Internazionale).

Esta posición (institucional) conservadora, en los hechos, obviamente da como resultado que la Obra haya estado ligado a regímenes dictatoriales, en un reciente pasado, como es el caso de los países latinoamericanos y en particular de Bolivia, de donde provengo, y que en la actualidad estén al servicio de las capas más pudientes de nuestra sociedad.

El segundo motivo para mi alejamiento de la Obra, ha sido su posición ultra conservadora en los temas sexuales y de las relaciones de pareja. Y no es que yo haya sido un tipo particularmente libidinoso o algo por el estilo, era (y soy) un latinoamericano que le gustaba moderadamente bailar (solo entre hombres, no por favor) y mantenerse “disponible” para las experiencias y relaciones de amistad con compañeras y compañeros de universidad. Ya habrá oportunidad de relatarles una anécdota de la visita que nos hizo (a la RUI) el padre Escribá y la respuesta que dio a un amigo a una pregunta sobre el tema (el de las mujeres), lo que ocasionó un desencanto y perplejidad en muchos residentes, varios de ellos extranjeros.

A decir verdad, mi alejamiento fue doloroso pero no particularmente traumático. Tanto así que mantuve amistad con varios miembros, aunque los temas de conversación ahuyentaban cualquier referencia a los conflictos con la Obra.

Un detalle. En mis tiempos, el hecho de concebir que a una institución (“religiosa”, para escándalo de los opusinos, aunque la realidad es peor que la apariencia) podías eventualmente ingresar durante o preferiblemente después de tu formación universitaria, era uno de los caballitos de batalla y un buen anzuelo para los jóvenes y los no tan jóvenes. Por lo visto, en este aspecto la Obra ha involucionado, y no se diferencia para nada de los sistemas de proselitismo tradicionalmente utilizados por las instituciones religiosas (que tratan de captar adeptos desde la primaria).

Otro detallito, para los que participan en la web: fuera de la religión católica, el mundo también continua. Las aspiraciones e ideales de la humanidad no son patrimonio de ninguna religión. Las virtudes, como la generosidad, el amor al prójimo, el sacrificio por los otros. Los ideales de justicia para todos, de igualdad de oportunidades y tantas otras “virtudes”, constituyen un sistema de valores que ninguna civilización, religión o cultura en particular pueden reclamarse como “dueñas”, claro que este tema da para mucho más, pero simplemente quise hacer esta acotación, por que a ratos, parecería que muchos sienten la necesidad de justificarse permanentemente, y no dar argumentos a los contrincantes virtuales y reales, de que su decisión de irse del Opus significó alejarse, aunque solo sea un poquito, de la religión católica.

Felicidades a todos y por favor, en lo posible, sigan opinando. La visión de conjunto que tienen ustedes es inigualable.

Para mis viejos amigos miembros actuales (si todavía existen y que ojalá estén curioseando en la red), o ex, que quisieran contactarse conmigo, por favor facilitad mi correo electrónico.

Ibert (Bolivia)


(De Alfonso, el chilango)

Rubén:

Haber estado en la opus no otorga ningún derecho para “comer cocos” de nadie mas. Ya tuvimos suficiente y concluimos que eso no se debe hacer nunca. Por tanto no nos pidas consejos en ese sentido porque para eso no estamos aqui.

Si siendo tan chavo te has dado cuenta de que hay cosas con las que no concuerdas en tu colegio pues entonces actúa de acuerdo con lo que piensas y ya está.

Aprovecha lo bueno que para tu educación puedas sacar de ahí y pasa de largo ante lo que no te sirva o te cause conflicto.

No toda la gente que trabaja en colegios de la obra pertenecen a la misma ni son necesariamente “come tarros” ni malos. Así que puedes llevarte sin problema con ellos.

Tu estudia y trata de cultivar un criterio recto e independiente. Tendrás otros amigos de fuera con los que te puedas relacionar y formar tu propio ambiente.

Ser hombre “de provecho” y conseguir trabajo dependerá de ti (y ya que te influya o no el ambiente también dependerá hasta cierto grado de ti. Es cosa de que estés alerta y no pierdas la capacidad de ver que el mundo y las ideas pueden ir mas allá de lo que te expongan en tu colegio. Para eso existen libros, internet, otros amigos buenos que puedes frecuentar y todo el mundo por delante).

Del entorno opusino puedes sacar cosas interesantes (por ejemplo sus virtudes).

A tus padres les debes respeto y solo platicando podrás llegar a algún acuerdo con ellos. Trata de dialogar y manifestar razonadamente tus preocupaciones. Ojalá puedas resolver tu bronca de esa manera.

Buena suerte.

Alfonso (el chilango).

P.D. saludos a Máquina Reparadora (15-03-04). Tienes razón hay que vivir muchas cosas para comprender que nadie está “libre de pecado” como para andar arrojando piedras.

Me uno a mi manera a la novena de Alfredo (15-03-04) y ojalá y los que renueven lo hagan en conciencia y para bien; y no por temor, presión, rutina o porque piensen que por su edad o circunstancias no tienen otra opción vital (cosa que por todos lados es falsa y perjudicial).


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.


Arriba

Volver a correos anteriores

Volver a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?