CORRESPONDENCIA
27-abril-2004
(de Rodrigo)
Todos los que pasamos por la obra de este hombre que de Dios
tenía muy poco, conocemos todas estas conveniencias
y muchas más que justifican cualquier cosa que sucedía
adentro.
Que fácil es decir que la "gracia" del fundador
hizo que las cosas se realizarán de esta o aquella
manera. Apelar a la fé ciega de muchas personas es
muy injusto.
Esperaré el día en que se acabe esta bendita
manipulación.
Lista de conveniencias del Opus Dei:
1. Un fundador que predicaba su santidad en vida y que nunca
podrá ser cuestionado debido al carácter de
infabilidad que le han dado sus sucesores...
[...]
(El correo completo de Rodrigo está en Tus
escritos. Se titula "Lista
de conveniencias del Opus Dei")
(De José Antonio) Hasta
las puertas del infierno.
Decía Monseñor Escrivá, respecto a los
que iniciaban el camino de salida del opus dei, que por un
hijo suyo era capaz de ir hasta las mismas puertas del infierno...
equiparadas contextualmente con las puertas de salida de la
Opus... pero más allá, ni un paso.
Y es que, aunque primeramente se elaboró la teoría
de que las puertas del Opus debían estar abiertas
para salir, se vé que el propio Fundador o los
ingenieros de la cosa enseguida se dieron cuenta de que estando
el infierno afuera- en la práctica era más seguro
tener las puertas cerradas. Lo cual tiene su lógica,
incluso para los que no somos ingenieros. Esa misma lógica
explica la farisaica actitud que la Opus tiene con los que
se van.
En fin, cada uno coloca las puertas del infierno donde considera
oportuno para sus intereses. En una ocasión oí
decir a alguien que el que es de pueblo se condena,
con lo que las puertas del infierno parece que habría
que situarlas en las salidas de las ciudades.
La Iglesia recientemente ha colocado las puertas del infierno
muy lejos, pero muy lejos, más lejos que nunca...
En éste sentido dice Jacinto Choza (en el prólogo
de Metamorfosis del Cristianismo) que el Catecismo
de 1992 viene a legitimar lo que puede llamarse cristianismo
clandestino.
Y entiende por cristianismo clandestino ciertas situaciones
complejas, discordantes o inclasificables (como por ejemplo
las de Péguy o Unamuno), de personas que creen en el
Dios de Jesús pero no pueden confesarlo, quizá
ni siquiera ante ellos mismos, porque han incurrido en algunas
de las censuras establecidas previamente por las definiciones
según las cuales el liberalismo era pecado, ser socialista
y ser cristiano se había definido como contradictorio,
votar comunista era incompatible con la fe cristiana, o bien
estar divorciado, practicar la fecundación in vitro
y, en general, las diversas formas de planificación
familiar.
Cristianismo clandestino es también el de aquellas
personas que han incurrido en una serie de acciones que no
sólo se consideran pecados sino que, además,
y sobre todo, excluían de la comunidad eclesial.
Y también el de de los creyentes no practicantes,
personas que creyendo en el Dios de Jesús no comparten
un número indeterminado de creencias y prácticas
definidas como esenciales.
En conclusión: legitimado por la Iglesia el cristianismo
clandestino, las puertas del infierno quedan lejísimos,
pero lejísimos. Nada que ver con la doctrina del opus
dei.
Un fuerte abrazo para todos, pero especialmente para los
clandestinos.
José Antonio
(Nota del oreja: el libro de Jacinto Choza que
cita José Antonio se ha publicado muy recientemente
(por lo que no debemos tenerlo en la web pero sí que
se puede comprar) y es muy interesante. Como el propio Jacinto
nos dijo el día que nos lo envió: "El
libro es útil para cuantos han padecido versiones rigoristas
del cristianismo, y en concreto para cuantos han padecido
la concepción de la Iglesia de San Pio X (especialmente
ensalzada a finales del siglo XX por el Opus Dei), porque
muestra el modo en que San Pio X queda excluido de los pontífices
cuya enseñanza es recogida por el Catecismo de 1992".
Título: "Metamorfosis del cristianismo".
Ensayo sobre la relación entre religión y cultura.
Autor: Jacinto Choza. Editorial: Biblioteca Nueva)
(de "una muy feliz ex-numeraria")
Carta abierta a la numeraria C.
Con motivo de los 10 años de mi salida del Opus Dei,
deseo hacerle llegar esta carta a la señorita C. Para
quienes no la conocen, esa mujer es una numeraria de las mayores,
quien según dicen vivió muy cerca del fundador.
Según, en Venezuela tenemos la suerte de tenerla junto
a nosotros, pero yo diría más bien la desdicha,
pues si hay una "bruja" en el Opus, esa bruja es
C. Le falta que le pongan la alfombrita roja para que camine
o que corten su ropa como reliquia, pero en realidad C. es
una persona muy falsa, muy soberbia a quien le falta mucha
humildad, caridad y rectitud de intención.
Soy una feliz ex-numeraria que desea que muchos otros sepan
lo que sucedió conmigo en mi supuesta vocación
la cual, según las directoras, era del tamaño
de una casa.
Si le pudiera escribir a C., le diria lo siguiente:
Soy una muy feliz ex numeraria por contrario a su argumento
que nadie es feliz al salirse de la "obra" . Con
la bendición de Dios, desde hace 5 años, estoy
felizmente casada, con un hombre americano maravilloso. ¿Que
por qué le escribo a usted después de tanto
tiempo? Porque hay cosas que he guardado en mi corazón
por todos estos años y necesito compartirlas con usted,
y con muchos, para tener completa paz en mi corazón
y porque pienso que es crítica constructiva para usted,
y si lo acepta con humildad hasta podría ayudarla en
su santificación personal.
Primero que todo, quiero darle las gracias por haberme hecho
saber después de casi 5 años, a través
de M. E. que según la oración de personas de
la Obra, habian visto que yo no tenía vocación
de numeraria. Recuerdo que en aquel entonces quizás
no tomé la noticia de la mejor manera, pues hasta ese
momento no había caído en cuenta que la Obra
había ya decidido que yo no renovara ese próximo
19 de marzo. Nunca me lo dieron a entender en la charla fraterna
directamente y cuando uno tiene la idea hecha de que uno debe
ser fiel hasta el final y morir en la Obra, una noticia de
esta magnitud, le puede caer a uno como un vaso de agua fria.
Para ese entonces yo tenia casi 25 años. Yo reconozco
que nunca fuí completamente feliz en la Obra y que
desde un comienzo dudé de mi vocación. Lo que
me extrañó es que después de que tantas
veces me dijeron que yo tenia una vocación del tamaño
de una casa, y después de haber vivido como numeraria
por casi 5 años, un dia sin aviso previo, me hayan
dicho que Yo ya no tenia vocación. Sí, fue difícil
aceptar esto al principio, pero gracias a Dios al poco tiempo,
estaba yo feliz de ser una cristiana corriente en medio del
mundo y con deseos de tener algún dia mi propia familia.
Ahora, lo que quisiera preguntarle es por qué nunca
me hicieron caso, todas las veces que acudí a las directoras
durante esos 5 años, con dudas de vocación.
Por qué me decian que la vocacion no se toca,
y que esa era una tentación del demonio, y que siguiera
adelante como numeraria cuando yo No era feliz y quería
irme de la Obra. ¿Por qué se tardaron tanto
en ver que yo tenia razon cuando decia que yo no tenia vocacion?
¿Sería que me necesitaban mantener allí
por sus intereses personales, porque yo tenia una personalidad
bien alegre y abierta y les traía muchas universitarias
a sus centros?
C., hoy en día vivo en los Estados Unidos y estoy
casada con un hombre cristiano maravilloso, quien tiene una
íntima relación con Dios y es excelente padre
y esposo. Dios además nos ha bendecido con 4 niñitos
maravillosos. Dios ha sido fiel conmigo y me ha bendecido
más de lo que nunca soñé, aún
habiendo dejado el Opus Dei. Sepa usted, que nunca me he sentido
tan cerca de Dios como en este momento de mi vida. Gracias
C., por haberme dado la maravillosa noticia que mi vida: no
era seguir siendo numeraria del Opus Dei, lástima que
se tardó usted casi 5 años en darme esa maravillosa
noticia.
El motivo de mi carta es hacerle saber que no queda en mi
corazón rencor contra nadie de la Obra. Todavia respeto
a muchas de las personas entragadas a su vocación en
la Obra, quienes una vez fueron mis hermanas aunque al salirme
muchas de ellas me volteaban la cara. A muchas las recuerdo
con muchísimo cariño, a otras con menos cariño,
pero sin juzgar las intenciones de ninguna. También
admiraré siempre a algunos de los sacerdotes del Opus
Dei, especialmete a mi director espiritual hasta hace casi
8 años cuando dejé a Venezuela, el padre Don
A. Lastima que no pueda decir esto de todos los sacerdotes
de la Obra, pues hubo varios que le contaban lo hablado en
"mi dirección espiritual" bajo confidencia,
a las directoras, (uno de ellos el Padre P.) que según...
como no era tema de confesión les daba campo abierto
para comentar con "muchas", cosas privadas de las
personas, sin consultar con uno primero. Cuando descubrí
eso, me sentí como que en la Obra se ventilan las intimidades
de las personas sin respeto alguno.
Asi como yo no juzgo las intenciones de las personas con
quienes comparti mis casi 5 años en la Obra, en cambio,
yo sí sentí que usted, C., muchas veces juzgó
mi intención y se equivoco en sus conclusiones en cuanto
a mi persona. También recuerdo al última vez
que la vi, cuando usted vino a Las Palmas a decirme, Tú
nunca hiciste el apostolado de la Obra, tu siempre hisistes
TÚ apostolado y su amenaza: Si algun día
me entero de que has hablado mal de la Obra, ese día
las Puertas del Opus Dei estarán cerradas para ti.
Hoy quiero que usted sepa que su amenaza no hizo falta, pues
no he tenido que hablar mal de la Obra, sino que siempre he
contado las cosas como son alli, viviendo como numeraria,
con la verdad por delante. Además tampoco deseo nunca
más pertenecer al Opus Dei, pues esa no es mi vocación.
Siempre la vi a usted como una persona arrogante y hasta de
mal temperamento, poco delicada para corregir y decir las
cosas, y dispuesta a juzgar las intenciones, al menos de mi
persona. Para muchas, usted era un ejemplo de santidad, para
mi nunca lo fue.
Muchas creian que usted era alguien especial por el solo
hecho de haber vivido cerca del fundador, pero eso yo nunca
lo vi. En cambio sí me parecía que algunas mujeres
la admiraban tanto a usted que parecia que hasta la idolatraban.
Yo nunca la admiré a usted, ni siquiera cuando era
vocación reciente y compartimos en dos oportunidades
tiempo en Trinidad. C., espero que usted haya cambiado con
los años y que el Espiritu Santo le haya hecho ver,
que nadie puede juzgar las intenciones de las personas pues
sólo Dios ve nuestros corazones y lo mas profundo de
nuestro ser.
Hay muchas cosas de la Obra, con las que yo no estoy de acuerdo
pero como esa es mi opinión personal, tampoco viene
al caso. Como le dije anteriormente, respeto muchísimo
a muchas personas a quienes una vez llamé mis
hermanas y quienes sí eran ejemplo de lucha por
la santidad. Quien sabe si muchas de ellas, también
hayan pensado en dejar el camino alguna vez, pero al igual
que hicieron conmigo, las han medicado con ese calmante fuertísimo,
"Ropinol", o las han cambiado de centro, les han
ofrecido puestos en consejos locales, o las habrán
asustado con el infierno si dejan el camino. Quién
sabe cuantas de ellas sigan allí por miedo o porque
ya son demasiado mayores y les parece demasiado tarde recomenzar
afuera del Opus Dei.
Tampoco quiero terminar mi carta, sin mencionar a otra persona,
que siempre me pareció vanidosa y poco entregada y
esa persona es la antigua directora de Etame. Ella se creia
bellisima y vivia luciendo nuevas faldas, mientras las otras
del centro seguían con sus mismas falditas. Esa A.,
también es tremenda hipócrita, asi que si alguien
que lee esto la conoce, por favor tengan cuidado con ella.
Pienso que el mundo es dichoso de la existencia del Opus Dei,
hasta cierto punto, pues la idea de la "Santificación
del trabajo en medio del mundo" es una idea muy noble,
lástima que la Obra esté tan corrompida por
personas como usted, C., entre otras.
Espero que mi corrección hacia su persona sea al menos
tomada en cuenta y llevada a la oración, si algún
director de la Obra entra en esta website y lee mi carta.
Si no, al menos me quedo tranquila porque fui sincera con
usted y no me queda nada en mi corazón en contra de
su persona. Quiero que sepa, que si algo hice yo en la Obra
con sinceridad fue Apostolado y proselitismo y tanto fue así
que hoy en día conservo buena amistad con casi todas
esas muchachas con quien hice proselitismo en algún
momento. Esto comprueba que mi amistad con ellas era sincera
y no como usted me dijo la noche antes de mi salida... "Tu
nunca hisistes el Apostolado de la Obra, tu solo hisistes
"TU" apostolado.
Muchas gracias por su atención,
Se despide de usted,
Atentamente,
Una muy feliz ex-numeraria
(de Ana) Preguntas
Hola,
Mi nombre es Ana y soy mexicana, la razón de escribirles
es la siguiente: tengo parientes cercanos (tíos y primos)
que se encuentran dentro del opus dei pero aunque me dicen
que SU verdad es la que cuenta y que rezarán por mí
para ayudarme, JAMAS me han explicado abiertamente QUE ES
el Opus Dei, qué quiere decir "numeraria",
"Supernumeraria", "la obra"...
Así que estuve revisando su página y tampoco
encontré esas respuestas, me parece que sólo
si estás dispuesto a entrarle entonces te explican
de qué se trata, pero aunque estudié en una
Universidad reconocida del Opus Dei (Universidad Panamericana),
nunca quise entrar a sus rollos, y por tanto nunca me explicaron.
La gente común y corriente como yo, desea respuestas,
es lamentable que tengamos que escuchar que nosotros "estamos
mal" pero no se atreven a explicarnos porqué.
Gracias.
Ana
(de R.O.) NECESITO AYUDA O CONSEJO
Hola buenas, perdónenme por ser tan maleducad@ por
no presentarme pero prefiero abreviar e ir al grano; como
puse en el asunto necesito ayuda ó consejo: tengo una
amiga aún muy cría (16 años y medio)
que ya la están preparando, ó por lo menos eso
quieren, para entrar en el opus. Ella tiene dudas sobre cómo
va ser aquello pero existe un problema: ella misma reconoce
que su "sutil" numeraria ó directora espiritual
la influye mucho. He visitado vuestra página y he imprimido
el tema relacionado con "La
trampa de la vocación", esta chica me
ha pedido que le entregue más sobre este tema; no sé,
puede que eso le haga dudar más pero también
sé que en cuanto se vaya de campamento ó a cualquier
otra cosa con esta otra chica, va a volver a cambiar de opinión.
No sabemos qué más hacer. Sin más, espero
su respuesta lo antes posible.
Un saludo.
R.O.
(de LALA) Contabilidad apostólica
Desde que he descubierto vuestra pagina estoy enganchadisima.
La pena es que no entiendo muy bien como va el chat
del que hablan, pero bueno.
Yo no tengo esa facilidad de expresión que tienen algunos
pero supongo que para que conozcan mi historia vale.
Mi historia supongo que es como la de cualquier otro/a que
ha dejado la obra. De hecho llevo tanto tiempo queriendo olvidarlo
que a veces me parece casi un sueño que pasó.
En realidad es una época pasada y de la que no me gusta
mucho hablar, entre otras cosas porque conmigo no hicieron
las cosas muy bien. Supongo que con los demas tampoco, pero
conmigo no lo hicieron especialmente bien.
Estuve casi 7 años en la obra...
(El correo completo de LALA está en Tus
escritos. Se titula "Contabilidad
apostólica")
(de Crítico Constructivo)
Estimado Ávila:
Después de leer las dos entregas sobre La
Pasión (película) y la Opus me veo obligado
a retirar casi todo lo dicho en mi mensaje
del 12-IV sobre tu anterior
correo.
Un cordial saludo,
Crítico constructivo.
De Antonio (Brasil)
Estimado Dany
Estupenda tu carta abierta
a Marta (26/04). Me dá mucho gusto leer escritos tan
bien ponderados e serenos. Comparto casi todos los sentimientos
que hay expresado entonces. Pero confieso que me quedé
muy sorpreso con eso de que hay visitado el Centro donde vivistes.
Como te han permitido? Yo que fui numerario del Opus solo
5 años e medio e no tuvo ningún cargo de dirección,
quando quiero hablar con el sacerdote del Centro en que vivia
(muy bueno cura este) lo tengo que hacer dientro de un automóvil
en un sitio sin mucho movimiento de personas porque no puedo
entrar más en lo Centro, ya que he sido yo que he rompido
el contrato. Otra alternativa para mi es ir a un Centro de
San Gabriel, donde viven personas más viejas e que
no se escandalizarian comigo.
Talvez sea este el caso (tu centro ya no es más de
San Rafael, o aún los recién pitados no te conocen
e no les escandalizarias). Además, mis cumplimientos
a ti que supieste desechar eso de que "mejor no le digas
nada a tus padres", e tuviestes la libertad interior
de dejar el Opus quando ha visto que no era este tu camino.
Mis cumplimentos también a tus padres, estupendos que
son, que mismo siendo del Opus seguiran a tu lado.
Abrazo a todos e perdón por el español de improviso.
Antonio
(de Brian) Lo he "visto"
Estaba yo leyendo la correspondencia esta mañana y
de fondo, las campanas de la iglesia de mi pueblo que nunca
más dejaron de sonar en mi corazón. Releyendo
el email de Dany,
¡¡lo "vi"!!, sí, yo, sin merecerlo,
lector inepto, ciego y sordo. Es una certeza difícil
de explicar, no como esa de que "nunca habrá mujeres
ni de broma en el Opus Dei" que resultó visión
fallida; yo lo "vi" mucho más claro, ni comparación.
Claro que no lo puedo demostrar porque estos barruntos sobrenaturales,
ya se sabe, como que yo no me siento caudillo ni puedo volar
como las águilas, y no quiero tener aire de suficiencia
y pudiendo ser sabio no se me va a perdonar que no lo sea,
pero ¡¡lo "vi"!! ¿y qué
es lo que "vi"? Vi que Dany es José Carlos,
ja. José Carlos, lo siento, pero no fue cosa mía,
lo "vi". José Carlos, campeón... Tío,
no pude luchar contra los barruntos. Las campanas siguen sonando
en mi corazón, yo no quería. Pero no se me reveló
por qué tienes que cambiar de nick para escribir si
siempre acabas diciendo lo mismo. Admito apuestas.
Brian
(de M.S.)
Antes que nada, quiero agradecer a todos ustedes por la ayuda
que dan a todo aquel que lo necesita, aunque solo sea para
dar un par de palabras de alivio, porque es cierto... después
de la experiencia del Opus Dei, muchas veces, esa ayuda es
más que necesaria.
Fui numeraria durante poco más de 6 años, de
los 18 a los 24 años, y es cierto, imprime carácter
y por más que te creas que lo has superado todo...
aún a veces se me llenan los ojos de lágrimas
recordando mi experiencia o aún tengo pesadillas recordando
los pasillos de la residencia.
Afortunadamente también puedo reirme un poco cuando
recuerdo anecdotas, sobre todo de mi hermano diciéndome
que para el Opus yo solo era mano de obra barata, o diciendome
cuando al fin volvi a casa que tenia que reeducarme para que
recuperara mi década perdida.
Pero... cuánta razón tenía...
Pero la verdad, aún me duele el corazón pensando
en lo injusto que es reclutar adolescentes, como también
adoctrinar a cualquiera en que la vocación al Opus
Dei tiene algo que ver con Dios.
A la vuelta de más de 10 años, puedo decirles
que al que sea feliz en la Obra, enhorabuena, pero a los demás
que nos dejen ser felices como mejor nos parezca dentro de
nuestras circunstancias personales.
Al que se está pensando irse, quizás le venga
bien la anecdota que me dijo un sacerdote (dominico o ni recuerdo
bien) al que cometí la osadía de consultar cuando
en mis conflictos de conciencia me pensé irme de casa.
Algunos pájaros son felices en su jaula de oro viendo
por la estrecha ventana que le permiten, pero otros desean
ir y volar y conocer y vivir su vida, y solo a ti te corresponde
escoger cuál eres tú, y creeme que Dios es el
que te da la respuesta.
A estas alturas del partido no me importa si la Obra es divina
o no, lo que si puedo decir es que como está llena
de personas humanas, no te extrañe encontrar miles
de errores humanos en quienes incluso dirigen los centros,
es normal, es natural... Y lo de la trampa de la vocación,
nunca mejor dicho, pero ni es cierto ni mucho menos.
De Viktor Frankl si que aprendi que aún en las peores
condiciones (leáse campos de concentración o
residencias de la Obra) podemos sacar algo provechoso y con
lo mejor que podamos, salir adelante, y recomenzar, porque
es cierto, hay que recomenzar cuando uno sale de la Obra.
Ahora estoy felizmente casada con dos maravillosas nenas,
y solo puedo decir Vale la pena, aunque todos los de la Obra
te miren feo y se cambien de acera. Vale la pena seguir adelante
con tu vida.
M.S.
NOTA: cuando el oreja que está de
guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va
en cursiva y es la opinión personal del oreja
que contesta. Lo hace expresando su opinión como
uno más de los que escribís, no como línea
editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales
-y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten
en los correos que se reciben.
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