DIECISIETE
AÑOS EN EL OPUS DEI
Testimonio de un ex numerario de Estados
Unidos
(Traducido por Hormiguita, Dionisio y Galileo)
versión
original en inglés
La canonización de Josemaría Escrivá
Josemaría Escrivá fue canonizado por el Papa
el 6 de octubre del 2002. Como fiel católico no protestaré
por esta canonización. El 90 % de mis quejas se refieren
a las actividades de los líderes no canonizados que
dejó tras de sí en este mundo. El otro 10 %
tiene que ver con fuertes núcleos de extremismo incontrolado
que existían y parecían prosperar antes de que
él muriese.
Los directores del Opus Dei no paran de hablar y llenarse
la boca con el "espíritu del Opus Dei" como
si fuera algún tipo de realidad mística trascendente.
Es una técnica de relaciones públicas hablar
de lo que el Opus Dei debería ser en teoría,
en lugar de lo que es en realidad actualmente. Sobre el papel,
nadie encontraría motivos de queja sobre el Opus Dei.
Cuando la gente pregunta sobre determinadas prácticas
ofensivas o se presentan quejas, los representantes del Opus
Dei siempre dicen que esas cosas no pueden pasar porque el
"espíritu" dice otra cosa. Si tú estás
dentro, en la medida en que estás envuelto en ciertas
actividades, te llevan aparte y te dicen que hay ciertas excepciones
al "espíritu" que se permiten para "el
mayor bien de las almas". Se te pide que no hables de
esto con otros miembros.
Durante el proceso de proselitismo y en sus declaraciones
públicas, los miembros del Opus Dei dicen que son simplemente
un grupo de laicos unidos para santificar su trabajo profesional
y hacer apostolado. Los estatutos hablan sobre la importancia
de la obediencia. El número 31, párrafo 3, de
la versión de 1950 dice: "siempre que estén
dos miembros del Instituto, para que no se vean privados de
la obediencia, se observará siempre una cierta subordinación,
en la cual uno es súbdito del otro de acuerdo al orden
de precedencia, excepto que exista una especial delegación
de parte de los superiores, siempre salvaguardando la dependencia
de cada uno hacia su respectivo superior." Esto no encaja
con mi definición de un grupo de laicos.
Ellos también dicen que son una organización
totalmente laical que supuestamente es algo especial, una
nueva característica que les hace diferentes de las
organizaciones "religiosas" de la Iglesia. Sin embargo,
el número 31 de los estatutos de 1950 describe el orden
de precedencia entre los que tienen el poder de gobernar y
el párrafo 2 dice: "Sin embargo, los sacerdotes
y clérigos siempre presiden a los laicos, quienes no
ejercen el poder de gobernar, y a ellos, todos les deben rendir
el mayor honor y reverencia".
Los directores del Opus Dei hacen mucha propaganda sobre
la corrección fraterna. Dicen que su espíritu
es de inspiración divina, que fue definido por el Fundador,
y cualquier infracción es corregida inmediatamente.
Cuando una persona hace la Fidelidad, que es como se llama
a los compromisos perpetuos con la organización, después
de 7 años de haber ingresado, esa persona promete hacer
correcciones fraternas a todos y cada uno de los miembros,
especialmente a los directores. Como dije antes, hay algunas
excepciones especiales y extrañas en el Opus Dei. El
proceso de la corrección fraterna es un método
que usan los directores para hacer que los miembros les digan
que otros miembros no están siguiendo las reglas. Cuando
intenté hacer correcciones fraternas a los directores,
una vez se me dijo que no podía hacerla porque tenía
mala intención; otra vez me dijeron que ciertas cosas
no me correspondía a mí corregir; y en otra
ocasión se me dijo que era impropio de mí acusar
a mis directores de esa conducta que quería corregir.
En teoría, el Opus Dei es una organización
aprobada por la Iglesia Católica; pero en la práctica,
utiliza los métodos y técnicas de las sectas.
El Opus Dei es como una secta porque crea una atemorizante
imagen de organización perfecta divinamente revelada
a su Fundador como instrumento para invitarte a tí
y a mí personalmente al cielo. En la práctica,
esta revelación está muy lejos de ser completa
y perfecta. Se han sucedido numerosas arrancadas fallidas
y se ha experimentado con personas humanas. Una vez un director
dijo, sobre la historia del Opus Dei, que nadie está
autorizado a cuestionarla aunque haya oído otras versiones
diferentes de la oficial o aunque sepa que la historia ha
sido corregida.
El Opus Dei se parece a una secta en que usa a sus miembros
más jóvenes y atrayentes para hacer proselitismo.
En cuanto ingresan los nuevos, se les traspasa a un director
más experimentado. Al miembro que sirvió como
gancho se le dice que no hable nada personal o de vocación
con el recién incorporado y que su relación
de amistad con el nuevo recluta ha sido absorbida por la institución
Opus Dei.
El ejemplo común que se nos daba en la formación
sobre este aspecto era el de un joven miembro que madrugaba
cada mañana para jugar a tenis (o cualquier otro deporte)
con un potencial candidato. Una vez que ya había sido
captado por el Opus Dei, a la mañana siguiente, el
nuevo iba a despertar a su reclutador para el juego habitual,
a lo que este respondía que se volviera a la cama y
le dejara dormir. Solo había estado jugando con la
idea de convencerle a que entrara en el Opus Dei. Cuando se
contaba esta historia todo el mundo reía y entendía,
se suponía que el nuevo miembro amaba tanto su vocación
que estaría agradecido por los sacrificios matutinos
hechos por el encargado de captarle.
El Opus Dei se parece a una secta en que el Fundador y sus
sucesores son idolatrados en diversos grados. Yo vi la fuerza
de la auténtica cara del fanatismo en 1970 cuando algunos
miembros regresaron de un viaje a Roma para la Semana Santa
y hablaban sobre el Fundador, que todavía vivía,
como si fuera un dios. Esto era una preocupación para
mí y resolví no participar en ello.
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