CARTA
A UNA MADRE MUY PREOCUPADA
JORGE, 14 de junio de 2004
Dado el carácter de preocupación que expresa
en su
carta me atrevo a contestarle aunque vivo en otro
país y los datos que nos proporciona no dejan ver con
claridad si su hija está o no en contacto directo con
las labores apostólicas del Opus Dei.
Le sugiero esté más cerca de su hija e investigue
mejor en qué consiste el tipo de servicios
que prestará. Que se entere bien sobre si el lugar
al que va a ir a vivir es un colegio mayor de la Obra o no,
etc. Y que se informe bien sobre quién es su amiga
(podría ser una buena persona). Quizá le será
difícil porque por lo que expresa no tienen mucha comunicación
con ella, pero debe intentarlo. Posiblemente en eso le pueda
ayudar su hija mayor.
Igualmente infórmese mejor sobre el Opus Dei. Aquí
en opuslibros existen varios ESCRITOS
que le pueden ser de utilidad. Y si quiere la versión
oficial puede consultar www.opusdei.org Como la justicia y
la verdad se imponen por si mismas, saque usted sus propias
conclusiones.
Ahora algunas cosas que quizá la orienten
y que
de paso le suplico a las autoridades del Opus Dei que las
mediten:
Los miembros del Opus Dei tienen la convicción de que
hacer proselitismo es parte de su camino. Para
ellos es manifestación de buen espíritu
el poner los
medios para acrecentar su familia sobrenatural.
Algunos tienen claro que el hacer apostolado (acercar almas
a Dios con su amistad, buen ejemplo y respeto a la libertad)
es algo natural y bueno conforme sus creencias. Pero desgraciadamente
otros miembros están cegados con el deber proselitista
y las exigencias de llegar a cierto número de
vocaciones al año y desvirtúan la amistad,
la palabra de Dios y su condición de entrega,
convirtiéndolas en ganchos manipuladores ("anzuelos")
con los que buscan pescar personas para engrosar
las filas de la institución.
Si su hija se relaciona con el primer tipo de personas (que
generalmente son estupendas), probablemente descubrirá
cosas buenas de su fe, crecerá en virtudes y tendrá
la libertad para elegir qué tipo de vida quiere llevar.
Si cae en las garras del segundo tipo de miembros, es probable
que literalmente le laven el coco haciéndole
creer (por citar ejemplos) que si está cerca
del Opus Dei es porque Dios en su Providencia lo quiso por
algo; o que tiene las condiciones para ser de
la Obra y por tanto negarse a ello conlleva en sí mismo
la tristeza del JOVEN RICO
que camina por la vida triste porque no supo corresponder
a la invitación de Dios (v. 15-10-03); o que
se estaría perdiendo de la maravilla de que siendo
de la Obra tendría garantizado el 100 por uno
en esta Tierra y la vida eterna en la siguiente; o que
está optando por ser un farol apagado y no un
FAROL ENCENDIDO
(v. 10-02-04); o que
Total que existe toda una estrategia proselitista montada
en discursos concretos (guiones de formación
y bibliografía específica) y sobre el eje de
actividades dirigidas a conseguir vocaciones: medios
de formación, cursos de retiros, convivencias,
visitas de pobres y enfermos, foros cinematográficos,
etc. Hasta el denominado apostolado de amistad y confidencia
en el que los directores establecen puntualmente las acciones
que el supuesto amigo (miembro de la Obra) debe realizar para
que el prospecto pida la admisión (siempre
y cuando tenga las cualidades
para ser miembro de la Prelatura (v.15-8-03)).
Los colegios mayores o residencias del Opus Dei están
establecidos con fines eminentemente apostólicos y
proselitistas. Quienes pasan por ahí sin duda experimentan
cambios en sus vidas: Muchos aprovechan la formación
humana, espiritual y académica que se imparte
mediante clases, charlas, meditaciones, convivencias y distintas
actividades culturales que se preparan, al tiempo que se benefician
de las atenciones y el ambiente ordenado y bien cuidado que
propician las Administraciones. También harán
buenos amigos (de entre sus compañeros, colegas y personas
de la Obra). Pero otros pueden padecer de las presiones y
persecución proselitista de otros miembros
Los
invitarán continuamente a medios de formación;
se harán sus amigos con el
fin de ganarlos para el Opus Dei; insistirán
en incidir sobre su modo de pensar y actuar; incluso colocarán
sus nombres en listas (lista de San José)
para rezar por ellos durante un año y así
arrancarle a Dios la vocación por medio de la
oración
pero lógicamente haciendo
todo lo posible y lo imposible para que vea
su vocación durante los siguientes 364 días
¡por favor!).
Si en un colegio mayor no hay vocaciones, dicho
centro no tiene razón de ser. ¿Queda claro entonces
su carácter proselitista? No tiene por tanto (aunque
las autoridades oficiales del Opus Dei digan en público
lo contrario) fines de supuesta formación personal
(como suelen predicar puertas para fuera
que, dicho
sea de paso, ¡ojalá y así sea dado que
con ello sí logran un enorme bien social!). El mismo
criterio aplica para las obras corporativas (colegios y universidades)
(v. 13-2-03 / 29-10-03)
Y es que en principio (in illo tempore) en el
Opus Dei no existirían este tipo de iniciativas
apostólicas si no que cada miembro haría
de su propio lugar de trabajo, en medio del mundo, el punto
de santificación. Pero por lo visto es más fácil
conseguir vocaciones (sobre todo de numerarios)
entre la juventud en formación ya que es
la más susceptible de ser modelada (que
no tendría nada de malo mientras los medios
fueran lícitos, pero no mediante el abuso de conciencia
que efectivamente realizan algunos de sus miembros). Mientras
en el Opus Dei no se reconozca lo anterior, y se modifique,
se continuará perjudicando moral y espiritualmente
a miles de personas y cientos de familias (independientemente
que en otros aspectos también se beneficien).
Cabe destacar que en los colegios mayores es en cierta forma
sencillo ganarse a la gente. Y es que la mayoría
de sus habitantes son estudiantes que, estando físicamente
lejos de sus familias de sangre, presentan las naturales carencias
afectivas. Y por ello buscarán consejo y hasta cariño
en las autoridades que tengan a la mano. De ahí
la enorme responsabilidad (para bien y para mal) de los miembros
del Opus Dei.
Un amigo es un tesoro
ojalá y todos
los miembros sepan ser verdaderos amigos (otros Cristos que
actúan sin pretensiones prefijadas por metas
vocacionales, intenciones mensuales generales
y regionales, o indicaciones apostólicas
que dan los directores)
lo contrario es, simplemente,
¡incalificable!
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